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El medio ambiente provee el entorno necesario para la vida humana, flora y fauna. Los recursos
naturales, patrimonio de la nación, constituyen los elementos materiales necesarios para satisfacer
nuestros requerimientos de alimentación, vestido, vivienda, energía y demás productos de la
población peruana actual, pero también deben de garantizar el bienestar de las generaciones
futuras. Estamos tomando prestado hoy lo que pertenece a los jóvenes y niños que nacerán en el
Perú que deberán también tener lo necesario para su bienestar.
El fin del Estado es proveer el bien común, es decir el bienestar general. Es pues su principal
deber proteger el medio ambiente, entorno esencial de la vida y los recursos naturales que
satisfacen las necesidades vitales de todos los habitantes del Perú.
En nuestro país, esta protección se hace evidente a nivel constitucional desde 1979 cuando se
regula por primera vez en el Artículo 123° el derecho de todos los peruanos a habitar en un
ambiente
Cap. saludable.
79 Art. 123°: "Todos tienen el derecho de habitar en ambiente saludable, ecológicamente
equilibrado y adecuado para el desarrollo de la vida y la preservación del paisaje y la naturaleza.
Todos tienen el deber de conservar dicho ambiente. Es obligación del Estado prevenir y controlar
la contaminación ambiental.”
El proceso civil es aquel al que acuden las partes (miembros de la sociedad civil, empresas,
personas o cualquier privado), con la finalidad de resolver un conflicto de intereses o para
aclarar una incertidumbre jurídica. Las pretensiones o reclamaciones que se hagan ante el Juez,
a través de una demanda, pueden ser de diferente naturaleza; sin embargo, para los casos de
incumplimiento de la normativa ambiental, los más importantes son:
Por Responsabilidad Extracontractual: se plantea ejecutar las medidas que correspondan para
mitigar el daño causado o volver las cosas al estado anterior a que este se produjera; además,
se puede solicitar el pago de una compensación o indemnización para reparar los perjuicios que
produjo el daño ambiental causado. En este caso no existe una relación contractual entre el
agresor y el agraviado.
Es un proceso establecido en la Constitución Política del Perú, el cual se lleva a cabo a fin de
impugnar por la vía judicial los actos administrativos emitidos por las autoridades, cuando ponen
fin a la vía previa administrativa. De conformidad con el artículo 11° de la Ley N° 27854, Ley del
Proceso Contencioso Administrativo, cualquier ciudadano puede impugnar una decisión final
administrativa ante el Poder Judicial, siempre y cuando dicha decisión de la Administración
vulnere o amenace derechos e intereses difusos, es decir que afecta intereses de toda la
comunidad, sean por ejemplo, los derechos a la salud o a vivir en un ambiente sano. Así pues,
podemos impugnar las decisiones de la municipalidad, de las direcciones regionales, incluso de
las direcciones nacionales y de los órganos de los ministerios. Este proceso actúa de manera
rápida, sobretodo porque se pueden interponer medidas cautelares que permiten que se
paralice el daño o no se permita el inicio de actividades susceptibles de generar daños al
ambiente, hasta tener la decisión final de parte del Juez.
El Proceso de Amparo: es un proceso constitucional que tiene por finalidad la protección de los
derechos fundamentales de la persona, a través de la suspensión o paralización de las acciones
que generen o puedan generar daños que vulneren dichos derechos. Siendo ello así, el artículo
37° inciso 23 del Código Procesal Constitucional, reconoce textualmente la procedencia del
proceso constitucional de amparo por vulneraciones al derecho a gozar de un ambiente
equilibrado y adecuado al desarrollo de la vida. De acuerdo a la norma, el afectado es la persona
legitimada para interponer el proceso de amparo, sin embargo, puede comparecer por medio
de representante procesal. Pero, cuando se trata de presentar una demanda de amparo en
defensa del ambiente, se ha establecido que cualquier persona puede interponerla, aún cuando
la violación o amenaza no lo afecte directamente. Igual atribución tienen las organizaciones no
gubernamentales sin fines de lucro, cuyo objeto es la defensa del medio ambiente.
El Proceso de Hábeas Data: este proceso constitucional tiene por finalidad permitir que el
ciudadano acceda a información de carácter público, cuando la autoridad que posee dicha
información no hubiese cumplido con entregarla. Además, puede ser empleado para conocer,
actualizar, incluir y suprimir o rectificar la información o datos referidos a la persona, que se
encuentren almacenados o registrados en forma en entidades públicas o privadas que brinden
servicio o acceso a terceros. Para que proceda la demanda, el demandante deberá pedir a la
autoridad, mediante carta notarial, el respeto de sus derechos; por ejemplo, que le permita ver
o revisar la información requerida.
El Proceso de Acción Popular: también tiene por finalidad la defensa de la Constitución, pero,
además, de las leyes que se dicten en desarrollo de los lineamientos que esta establece. Por ello,
la demanda se interpone contra los reglamentos, normas administrativas y resoluciones de
carácter general, cuando infrinjan la Constitución Política del Perú o las normas con rango de
Ley. Eso quiere decir que todas las normas de rango inferior a la Ley que violen lo que mandan
las leyes ambientales o la Constitución, pueden ser discutidas a través de este proceso. Cuando
la norma sea de carácter regional o local, cualquiera de nosotros puede interponer la demanda
ante la Corte Superior de Justicia de Madre de Dios.
El proceso penal
El Código Penal ha establecido que ciertas conductas son consideradas delitos y, como
consecuencia, ha dispuesto una pena para los responsables de su comisión, la misma que puede
ser de cárcel, días multa, etc. Cualquier persona tiene la facultad de denunciar un delito, a través
de una denuncia ciudadana. Frente a ello corresponde al Fiscal investigar la denuncia formulada
y, de ser el caso, entablar la denuncia fiscal ante el Juez para dar inicio al proceso penal. La
investigación que se realiza con posterioridad a la denuncia tiene por finalidad reunir mayores
elementos probatorios que permitan al Fiscal decidir si se formula la acusación para dar inicio al
juicio oral. De comprobarse la responsabilidad del acusado en la comisión del delito,
corresponderá que se dicte la Sentencia Condenatoria y se le sancione de conformidad con la
pena establecida por el Código Penal para el delito correspondiente.
Denuncia Penal: toda persona tiene la facultad de denunciar un delito a través de la narración
de los hechos, la identidad del denunciante y, de ser posible, la individualización del responsable.
Ello tiene por finalidad que el fiscal tome conocimiento del caso concreto y proceda con las
investigaciones pertinentes para el esclarecimiento de los hechos y la responsabilidad penal, si
la hubiera.
Artículo III.- Del derecho a la participación en la gestión ambiental Toda persona tiene el derecho
a participar responsablemente en los procesos de toma de decisiones, así como en la definición
y aplicación de las políticas y medidas relativas al ambiente y sus componentes, que se adopten
en cada uno de los niveles de gobierno. El Estado concerta con la sociedad civil las decisiones y
acciones de la gestión ambiental.
Artículo IV.- Del derecho de acceso a la justicia ambiental Toda persona tiene el derecho a una
acción rápida, sencilla y efectiva, ante las entidades administrativas y jurisdiccionales, en
defensa del ambiente y de sus componentes, velando por la debida protección de la salud de las
personas en forma individual y colectiva, la conservación de la diversidad biológica, el
aprovechamiento sostenible de los recursos naturales, así como la conservación del patrimonio
cultural vinculado a aquellos. Se puede interponer acciones legales aun en los casos en que no
se afecte el interés económico del accionante. El interés moral legitima la acción aun cuando no
se refiera directamente al accionante o a su familia.
Artículo V.- Del principio de sostenibilidad La gestión del ambiente y de sus componentes, así
como el ejercicio y la protección de los derechos que establece la presente Ley, se sustentan en
la integración equilibrada de los aspectos sociales, ambientales y económicos del desarrollo
nacional, así como en la satisfacción de las necesidades de las actuales y futuras generaciones.
Artículo VI.- Del principio de prevención La gestión ambiental tiene como objetivos prioritarios
prevenir, vigilar y evitar la degradación ambiental. Cuando no sea posible eliminar las causas
que la generan, se adoptan las medidas de mitigación, recuperación, restauración o eventual
compensación, que correspondan.
Artículo VII.- Del principio precautorio Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la falta
de certeza absoluta no debe utilizarse como razón para postergar la adopción de medidas
eficaces y eficientes para impedir la degradación del ambiente.
Artículo VIII.- Del principio de internalización de costos Toda persona natural o jurídica, pública
o privada, debe asumir el costo de los riesgos o daños que genere sobre el ambiente. El costo
de las acciones de prevención, vigilancia, restauración, rehabilitación, reparación y la eventual
compensación, relacionadas con la protección del ambiente y de sus componentes de los
impactos negativos de las actividades humanas debe ser asumido por los causantes de dichos
impactos.
Artículo X.- Del principio de equidad El diseño y la aplicación de las políticas públicas ambientales
deben contribuir a erradicar la pobreza y reducir las inequidades sociales y económicas
existentes; y al desarrollo económico sostenible de las poblaciones menos favorecidas. En tal
sentido, el Estado podrá adoptar, entre otras, políticas o programas de acciones afirmativas,
entendidas como el conjunto coherente de medidas de carácter temporal dirigidas a corregir la
situación de los miembros del grupo al que están destinadas, en un aspecto o varios de su vida
social o económica, a fin de alcanzar la equidad efectiva.
Artículo XI.- Del principio de gobernanza ambiental El diseño y aplicación de las políticas públicas
ambientales se rigen por el principio de gobernanza ambiental, que conduce a la armonización
de las políticas, instituciones, normas, procedimientos, herramientas e información de manera
tal que sea posible la participación efectiva e integrada de los actores públicos y privados, en la
toma de decisiones, manejo de conflictos y construcción de consensos, sobre la base de
responsabilidades claramente definidas, seguridad jurídica y transparencia.
POLITICA NACIONAL DEL MEDIO AMBIENTE
1. Lograr la conservación y aprovechamiento sostenible del patrimonio natural del
país, con eficiencia, equidad y bienestar social, priorizando la gestión integral de
los recursos naturales
2. Asegurar una calidad ambiental para la salud y el desarrollo integral de las
personas, previniendo la afectación de ecosistemas, recuperando ambientes
degradados y promoviendo una gestión integrada de los riesgos ambientales, así
como una producción limpia y ecoeficiente
3. Consolidar la gobernanza ambiental y el Sistema Nacional de Gestión Ambiental
a nivel nacional, regional y local, bajo la rectoría del Ministerio de Ambiente,
articulando e integrando las acciones transectoriales en materia ambiental
4. Alcanzar un alto grado de conciencia y cultura ambiental en el país, con la activa
participación ciudadana de una manera informada y consciente en los procesos de
toma de decisiones para el desarrollo sostenible.
5. Lograr el desarrollo ecoeficiente y competitivo de los sectores público y privado,
promoviendo las potencialidades y oportunidades económicas y ambientas
nacionales e internacionales
CASO DEL TC