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Desarrollo

Según Marc Prensky (2001), los estudiantes en la actualidad piensan y procesan la


información de un modo significativamente distinto a sus predecesores. Es un hábito que
está llamado a prolongarse en el tiempo, por lo que su destreza en el manejo y utilización
de las TICs es superior a la de sus maestros y profesores. “Diversas clases de experiencias
conducen a diversas estructuras cerebrales” (Dr. Bruce D. Berry, de la Universidad de
Medicina de Baylor), esto demuestra que hay posibilidades de que los estímulos digitales
que reciben constantemente en su desarrollo, incidan en su cerebro. Prensky llama a estas
nuevas generaciones, nacidas a partir de 1993, “Nativos digitales” porque se han
desarrollado junto con la “lengua digital” de juegos, videos e internet.
Para este autor, lo nativos digitales se destacan porque quieren recibir la
información de forma ágil e inmediata, se sienten atraídos por la multitarea, “chatean con
tres, cinco o más interlocutores a la vez, en conversaciones diferentes; atienden el correo
electrónico mientras se bajan música de la red o consultan la Wikipedia, con diversas
ventanas abiertas en la pantalla; mantienen una conversación por Skype mientras leen
una revista o revisan los comentarios recibidos en su blog”(Daniel Cassany y
Gilmar,2008). Prefieren los gráficos a los textos, funcionan mejor y rinden más cuando
trabajan en Red. Tienen la conciencia de que van progresando, lo cual les da satisfacción
y recompensa inmediatas, prefieren instruirse de forma lúdica a embarcarse en el esfuerzo
del trabajo tradicional.
Los nativos digitales utilizan instantáneamente el hipertexto, descargan música,
intercambian mensajes por redes sociales y chatean de forma inmediata. Es decir, trabajan
en Red constantemente. Para indagar cuánto tiempo pasan en internet consultamos con
los encuestados y obtuvimos que el 80% pasa más de tres horas diarias en red.
Los profesores del siglo XXI deben adaptarse y utilizar un estilo común al de
los estudiantes, deben abandonar el “paso a paso” por el “ir más rápido” porque a las
generaciones de la tecnología el proceso de formación tradicional no les atrae, no les
motiva, ni despierta su interés.
Prensky (2001) habla de dos tipos de contenidos: la herencia y el futuro. La
herencia incluye el pensamiento lógico, el lenguaje, las matemáticas, con un enfoque
desde la modernidad. Este enfoque moderno incluye el uso de las tecnologías como
herramienta de estudio, para señalar esto, se les preguntó a los entrevistados si utilizaban
internet para estudiar, el 47% respondió “sí, bastante”.
En el contenido de futuro se incluye lo digital y lo tecnológico: software,
hardware, robótica, nano-tecnología, genomas, etc., sin olvidar la ética, política,
sociología, idiomas, etc. Ante esto, el 11% de los encuestados respondió que internet le
sirve como herramienta a la hora de estudiar la materia “Historia”.
Es necesario, según el autor, que sean revisados y reformulados los métodos de
enseñanza a fines de entretenimiento. Afirma que “los educadores deberían intentar
abrirse a la realidad, sin calificar a priori un método de ineficaz, olvidando sus
tradiciones y su tendencia a la repetición de fórmulas didácticas del pasado”.
Según las estadísticas de nuestra investigación, el 100% de la muestra respondió
que los profesores permiten a sus alumnos el uso de Internet para tareas escolares en sus
hogares. Todos los encuestados respondieron que les parecía (aunque en diferentes
medidas) importante complementar el estudio con internet. El 98,5% supuso que se
sentiría “afectado”, e incluso el 37,1% de este porcentaje dijo que se sentiría “perdido”,
si no tuvieran acceso a Internet. La explicación de cómo llegamos socialmente a este
punto podemos encontrarla en los años que transcurrieron desde la posguerra a la
actualidad, incluyendo la modernización tecnológica, la proliferación de los medios, de
comunicación de masas, la urbanización acelerada y los procesos migratorios masivos y
veloces. Marc Prensky (2001) cree importante el uso de la psicología social para entender
estos procesos.
Se puede hablar de una depresión desintegradora entre los que nacieron dentro de
esta nueva era y los que no tanto. Según Berger y Luckmann (1966) Para que la sociedad
sea una realidad objetiva, donde ya no haya que explicar por qué usamos celulares, por
qué preguntamos a un navegador nuestras dudas, primero debe pasar por toda una
dialéctica siguiendo una línea de menor a mayor complejidad. Las tecnologías y el uso de
la misma son un hecho social y excede al individuo al ser una construcción por los
humanos, esta misma se va internalizando en nuestro día a día de una manera gradual,
entonces, se puede decir que nuestros padres no tenían en su estructura, construida por el
orden social, las mismas exigencias que nosotros. Nuestras conductas son mediadas y
atadas a una expectativa social creada por el consenso de construcción de realidad.
Actualmente, ya no podemos desligar de la realidad el uso constante de las tecnologías,
casi el 80% de la muestra respondió que utilizan redes sociales para la comunicación con
sus compañeros sobre cuestiones escolares.
El ser humano necesita ambientes estables para equilibrar la inestabilidad con la que
nacemos, y la tecnología no es más que la afirmación a tal premisa, por algo las
computadoras se llaman “ordenadores”.
Prensky (2001) también sostiene que los nativos digitales piensan diferente, y
como consecuencia de “andar a los saltos”, secuela de nacer en la era digital, se ve
afectada la reflexión y el pensamiento crítico. Entonces ¿ordenan nuestras vidas las
tecnologías o no? El efecto que trae la ola tecnológica en un mar del postmodernismo,
además de la comunicación en masas, ubica a los nativos digitales en un océano con un
sin fin de información. Nos obliga a caminar sobre la encrucijada de tener que decidir qué
camino tomar, qué pensar, qué página elegir, qué opinar en las redes, qué etiquetas usar…
¿No se ve acaso saturada la construcción del sujeto frente a todas estas exigencias de
responder a la sociedad tomando un camino habiendo miles más? ¿Cómo no se va a ver
afectada la reflexión y el pensamiento crítico si no se enseña a usar las tecnologías de
manera tal que también se pueda sobrevivir a estas?
En las escuelas, gradualmente se está implementando el uso de las tecnologías, el
51,4% de los encuestados respondió que le permiten utilizar internet en clase,pero,
podemos observar que aunque es mayoritario,no es total. Claramente no es
suficiente, hay que saltar la brecha de lo que causa ansiedad e incertidumbre para
entender la complejidad del pensamiento y sus formas. Si los resultados son caer en el
juego de ir a comprar uno de tantos pañuelos sin entender las reglas del juego, resumiendo
así de manera apresurada y saturada el pensamiento de cada sujeto, se puede concluir de
que algo en el sistema de educación que se debería implementar no se estaría debiendo.
Las nuevas formas de comunicación acortan distancias y hacen posibles múltiples
tareas, entre ellas, el aprendizaje colaborativo, que se basa en un proceso social en el que
se construye el conocimiento de una manera dialéctica aprovechando la experiencia de
otra/s persona/s, esta funcionalidad que nos permite la tecnología no se podría dar
individualmente, entonces, no sólo es eficaz en términos de aprendizaje, también lo es
para las interacciones sociales. Este es otro punto importante por el cual se debería instalar
las tecnologías como medio de aprendizaje en los sistemas educativos. Este fenómeno es
muy productivo y debería aprovecharse al máximo viviendo en una era que cuenta con
las herramientas, ya que le brinda más autonomía, menos dependencia y solidaridad al
estudiante.
Según Seymour Papert (1995) la afirmación “El acto de enseñar constituye un
atentado contra la capacidad del niño por descubrir” no va en contra de la educación,
sino que es una advertencia de mantener controlada la situación. Él habla de la actitud
construccionista, que implica enseñar de manera que se logre el mayor aprendizaje con el
mínimo de enseñanza, esto no se puede conseguir solo con reducir la cantidad de
enseñanza dejando igual todo lo demás, sino que hay que hacer ciertas modificaciones
que implican no brindarles a los niños las soluciones a sus problemas sino otorgarles
herramientas para que puedan hacerlo por sí mismos. El tipo de conocimiento que más
necesitan los niños es el que les permite conseguir más conocimientos
El hecho de que el aprendizaje colaborativo permite la construcción del
conocimiento de forma interactiva, y esto se ve potenciado por las nuevas tecnologías,
nos lleva a pensar en la teoría de Lev Vygotski (1978) sobre la "zona de desarrollo
próximo", en esta afirma que: "La zona de desarrollo próximo no es otra cosa que la
distancia entre el nivel real de desarrollo, determinado por la capacidad de resolver
independientemente un problema, y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través
de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro
compañero más capaz". Esto significa que en el niño hay funciones que ya han madurado
y que puede utilizar para resolver problemas independientemente, sin la necesidad de un
otro como guía, siendo este el nivel real de desarrollo. En cambio, la zona de desarrollo
próximo define las funciones que no han madurado, pero que se hallan en proceso de
maduración, que le permite resolver problemas más complejos que lo que le permite su
desarrollo normal pero con la ayuda de otra persona con más conocimiento en el tema.
Esto sigue sucediendo en todo momento de aprendizaje a lo largo de nuestra vida y
se puede observar en el gráfico sobre la pregunta "¿Usás internet para estudiar?" donde
el 97,1% de los encuestados respondió que sí en mayor o menor medida. Los adolescentes
aprovechan las nuevas tecnologías para complementar lo que no pueden terminar de
aprender en clase (y los maestros lo permiten ya que en la pregunta "¿Tus profesores te
permiten usar internet para tareas en casa?" el 100% respondió que sí). Al buscar la
información o explicación sobre un tema se genera una zona de desarrollo próximo con
otra persona con un conocimiento mayor que se encuentra en otro lugar y transmite este
conocimiento por medio de la internet. Ya que el alumno se encuentra en el proceso de
aprendizaje de un tema pero necesita la ayuda de otra persona (aunque esta sea virtual)
para adquirirlo. Lo mismo se puede ver en el gráfico sobre si usan redes sociales para
compartir con sus compañeros cuestiones escolares, donde el 78,6% respondió que sí,
demuestra que hasta entre los mismos compañeros se genera esta zona de desarrollo, al
buscar la explicación de algún tema o la ayuda para resolver alguna tarea en otra persona
que posea más conocimiento, siendo las redes sociales el medio que permite esta
interacción.
Si bien el aprendizaje y la zona de desarrollo próximo se ve comúnmente en
cualquier tipo de texto, un 40% de los encuestados respondieron que lo que más útil le
resultaba para estudiar son los videos tutoriales. Aquí se ve claramente como otra persona
con mayor conocimiento explica el tema en cuestión y ayuda al adolescente a resolver los
problemas que le plantea la materia.
Es necesario aclarar, que más allá de la masificación en relación a la influencia de
las TICs en la vida de los niños y adolescentes, hay que tener en cuenta que hay
comunidades y pueblos alrededor del mundo que aún no han recibido dicha influencia,
que aún se hallan apartados socialmente en el aspecto comunicacional (entre otros tantos)
y que por ende, incluso en la actualidad, continúan naciendo inmigrantes digitales.

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