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LA IMPORTANCIA DE LA DENDROLOGÍA EN LA CARRERA PROFESIONAL

DEL INGENIERO FORESTAL

José Luis Marcelo Peña

Profesor auxiliar de la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad Nacional Agraria


La Molina. jlmarcelop@lamolina.edu.pe

RESUMEN

En este manuscrito se muestra información sobre la diversidad de la flora de nuestro país y


se hace énfasis en la flora árborea como recurso forestal maderable. Se describe como se
abordan los inventarios forestales y se contrasta con el perfil profesional del Ingeniero
Forestal. Además, se discute si bajo el actual “manejo del bosque” se garantizará la
cantidad y la calidad de las maderas, así como la sostenibilidad del bosque. Se citan las
oportunidades de trabajo de los dendrólogos y de la urgente reorientación del currículo en
las Facultades de Ciencias Forestales.

Acerca de la problemática

En América del Sur Perú forma parte del selecto grupo de países megadiversos junto con
Brasil, Colombia, Ecuador y Venezuela. Los altos niveles de la biodiversidad en el país, se
debe a su posición geográfica tropical, a la presencia de la cordillera de los Andes que
comprende una cadena de tres o dos ramales -a lo largo del país- con más de 7500 km, con
una fisiografía compleja con diversos ecosistemas que va desde paisajes desérticos, bosque
estacionalmente secos que son relativamente más amplios en la región occidental y con
varios bolsones en los valles interandinos (menos estudiados y conocidos), bosques
premontanos y montanos húmedos con escasos parches en el lado occidental de la
cordillera y más vastos en el lado oriental. También la jalca, el páramo, y en el lado oriental
los bosques de amazonía baja, los más ricos en flora arbórea del país.

En los bosques de Amazonía baja en estudios basados en parcelas permanentes de una ha


con la finalidad de conocer la diversidad, composición florística, la estructura, dinámica y
otros aspectos ecológicos y fitogeográficos de las comunidades de árboles, se evalúan todos
los individuos ≥ 10 cm de diámetro a la altura de pecho (DAP), allí se registran 200-300
especies y 500-750 individuos por hectárea (Gentry, 1982a, 1988b; Phillips et al. 1994,
Vásquez & Phillips, 2000; Ter Steege et al. 2000; Reynel et al. 2004, Huamantupa, 2010).
Para identificar las especies de estos inventarios, los especialistas (dendrólogos o botánicos)
requieren de muchos años de entrenamiento y estudio.
Para acercarse más al conocimiento de la flora del Perú, Brako & Zarucchi (1993), hicieron
una revisión profunda de todas las publicaciones realizadas sobre la flora y reportaron
alrededor de 17,144 especies entre Gimnospermas y Angiospermas, distribuidas en 2458
géneros y 224 familias. Después de 10 años Ulloa et al. (2004), con el mismo propósito de
los autores arriba citados reportaron 1845 adiciones nuevas para la flora peruana, siendo
solo 840 nuevas especies descritas en base a material peruano, y suman un total de 18652
especies de espermatofitas para el Perú. No obstante, este número es preliminar, los
expertos estiman que nuestra flora se puede incrementar entre dos o tres mil especies más.

En base a las investigaciones realizadas por Pennington et al. (2004), se describieron 980
géneros (incluyendo árboles comúnmente cultivados o naturalizados) y estimaron en 6350
especies de árboles, ellos consideran una subestimación, ya que solo 10 de estos géneros
grandes se han revisado en los últimos 70 años. Como el conocimiento botánico irá
mejorando, se espera que el total aumente en por lo menos 10%.

Las ciencias que han sido utilizadas para el estudio de nuestra flora han sido la Botánica, la
Sistemática y la Taxonomía. La Botánica se encarga del estudio de la flora, la Sistemática
Botánica intenta averiguar las afinidades que existen entre las plantas basándose en los
resultados de la morfología, la anatomía, la citología, la palinología (estructura de las
esporas y el polen), la embriología (desarrollo de la generación sexual y del embrión), la
genética y la Geobotánica. Como parte de la sistemática hay que mencionar a la Taxonomía
que se ocupa de la descripción, nomenclatura y la ordenación de las especies de plantas.
También, de la historia evolutiva del reino vegetal (Filogenia) que se apoya en la
Paleobotánica, que estudia a las plantas que vivieron en otras épocas geológicas y en el
estudio de la evolución (Strasburguer, 1994).

Tradicionalmente, los sistemáticos estudiaron las semejanzas morfológicas y bioquímicas


entre los organismos como base para inferir en las relaciones evolutivas. En décadas
recientes se ha obtenido una herramienta poderosa nueva: la Sistemática molecular que
utiliza las comparaciones de DNA, RNA y otras moléculas para inferir las relaciones
evolutivas entre los genes individuales e incluso entre genomas enteros (Campbell &
Reece, 2005).

La clasificación de las plantas en un sistema filogenético es el principal objetivo de los


Sistemática Botánica y para alcanzar este objetivo, la Taxonomía se basa en los caracteres
clásicos de la morfología floral y otros aspectos citados arriba. Los caracteres reproductivos
siempre recibirán prioridad por ser relativamente estables y sufren poca alteración en
diferentes condiciones ecológicas donde crecen las diversas especies. No obstante, las
estructuras reproductivas, en los árboles son generalmente efímeras con episodios de
floración -en el mejor de los casos- anual, pero pueden ser interanuales o a veces florecer
una sola vez en su vida.
El desarrollo de capacidades para la identificación de las especies arbóreas constituye un
reto especial para los profesionales forestales que se desenvuelven en un país megadiverso
y ecológicamente variado como el Perú. El árbol constituye un reto especial como objeto de
estudio. En lugares como la región montana o amazónica de nuestro país, las copas de los
árboles se elevan sobre los 15 m de altura, allí observar flores y frutos u obtener estas
estructuras para su estudio y análisis con fines de identificación, es una tarea que necesita
buena técnica y esfuerzo para ascender por el árbol (Marcelo-Peña, et al. 2011).

En este contexto, la Dendrología juega un papel preponderante. Esta herramienta utiliza


caracteres de fácil observación como por ejemplo las modificaciones de la base del fuste,
tipo de fuste, variantes de corteza externa, corteza interna, secreciones y olores
característicos, que usualmente no son valorados por botánicos en la identificación de los
árboles. Si el ingeniero forestal se entrena y familiariza con estas variantes, además
complementa los estudios de los árboles observando otros caracteres vegetativos o
reproductivos en el campo y el herbario, resolverá en los inventarios del bosque la
identificación de las familias, géneros o especies.

¿Por qué es importante formar dendrólogos?

Revelemos un problema álgido en el “manejo forestal”: el inventario forestal. Cuando los


empresarios madereros desean exportar o vender localmente la madera del bosque, recurren
a un ingeniero forestal para que elabore el plan de manejo. Esta herramienta de gestión se
inicia con el inventario de los árboles. Pero ¿cómo se realiza? El encargado del inventario
contrata un par de materos, un par de trocheros y coordina toda la logística, va al bosque
(previamente a elaborado sus formatos de campo), instala una parcela que usualmente es
rectangular de 40 m de ancho y del largo que permita la topografía del terreno o 250 m.
Cada matero se ubica al lado derecho e izquierdo de la trocha principal y va nombrando los
árboles maderables que encuentra. Dice: inge “moena”, 90 cm de DAP, 25 m de altura
total, 15 m de altura comercial, ¡habla! le pregunta el ingeniero al otro matero y éste le
responde, inge “cumala”, 85 cm de DAP, 20 m de altura total, 12 m de altura comercial; y
así va llenando sus formatos.

Terminado el inventario el ingeniero empieza a organizar la información en base a los


nombres comunes, éstos los compara con los nombres científico que están disponibles en
los catálogos, guía o manuales, floras o flórulas publicadas. Siempre se ha hecho manifiesto
que los nombres comunes generan confusión, porque el mismo nombre incluye especies
diferentes. Por ejemplo, “moena” es un nombre asignado a más de 140 especies de la
familia Lauraceae, siendo los géneros más especiosos Ocotea, Nectandra, Aniba,
Endlicheria y Licaria. Lo mismo ocurre con “cumala” que es un nombre local que incluye
a más de 35 especies de los géneros Virola, Iryanthera y Otoba de la familia
Myrisiticaceae, otros nombres locales que incluyen a familias, géneros y especies diferentes
son “requia”, Cachimbo, “huayruro”, “caimitillo” “quinilla”, “espintana”, “pashaco”,
“cedro”, etc.

La información de inventarios en base a nombres comunes ofrece información de


volúmenes de madera subvalorados. La información de los productos finales de la madera
no tendrá las mismas cualidades esperadas y el manejo del bosque se hace insostenible.

Si le damos una ojeada al perfil del ingeniero forestal que nos dice (i) el ingeniero forestal
es el profesional capaz de evaluar, interpretar e identificar los productos madereros y no
madereros, los problemas del medio ambiente; la oferta de bienes en las tierras forestales, y
los diversos servicios ambientales que ofrece el bosque y (ii) planifica y gestiona el
aprovechamiento sostenido de los bosques.

Pregunta, si tomamos como referencia los inventarios tal como actualmente se


ejecutan, creen que vamos a garantizar la oferta de maderas y la sostenibilidad del
bosque. Difinitivamente no. La Dendrología desempeña un papel basal e insustituible en la
práctica forestal. Es imposible imaginar a la silvicultura (concepto que incluye las
operaciones de manejo) de un bosque nativo sin el conocimiento previo de las especies
componentes. Ningún profesional puede pretender “manejar” un bosque si desconoce su
punto más elemental: la identidad de los árboles (Cardoso-Marchiori, 1995).

Oportunidades de trabajo para dendrólogos

Actualmente en Perú, principalmente en los departamentos de Ucayali, Madre de Dios, Loreto, San
Martin y Huánuco se tiene un total de 322 concesiones forestales activas con un área de
4,105,708.16 Ha (DGFFS, comunicación personal); además de varias comunidades nativas que
cuentan con permisos forestales. Si anualmente para que puedan operar las concesiones o
permisos forestales hay que ejecutar inventarios o censos forestales de los árboles que poseen
valor comercial o sean potencialmente comerciales. Entonces ¿cuantos dendrólogos
necesitamos? Cientos, son cientos de oportunidades de trabajo que estamos perdiendo.
Hoy que existe una tendencia por certificar la madera del Perú se necesitan más inventarios
para conocer la dinámica del bosque, para comprender la distribución de las especies, para
determinar diámetros mínimos de corta, para abordar aspectos fenológicos. El trabajo del
dendrólogo está asegurado.

También se dice que no se contratan a más ingenieros forestales porque no hay rentabilidad
en las operaciones forestales, si esto fuera verdad, entonces porque hasta ahora los
empresarios siguen aprovechando la madera de los bosques para la exportación.

Hoy que las maderas valiosas de Cedrela spp. “cedro”, Swietenia macrophylla “caoba”,
Cedrelinga cateniformis “tornillo”, Amburana cearensis ”ishpingo” que son las más fáciles
de reconocer en el bosque, en la actualidad por la sobre explotación son cada vez más
escasas. Ante esta problemática, la opción de los madereros es vender madera dura o
“robles” y los encargados de los inventarios tienen que lidiar con un nuevo grupo de
especies cuya identificación en el campo con los nombres comunes se hace cada vez más
compleja. Aquí hay una demanda clamorosa de dendrólogos.

También existe demanda de dendrólogos en los estudios de líneas de base, para proyectos
de combustibles fósiles, proyectos mineros, creación de áreas naturales protegidas privadas,
municipales, regionales o nacionales. Así mismo, para monitorear la flora amenazada o de
especies potencialmente económicas, se requiere de información forestal y el dendrólogo
tiene oportunidad de trabajo.

También se necesitan dendrólogos para realizar prospecciones de bosques desconocidos o


escasamente explorados, líneas arriba se citó que más de 600 especies nuevas de árboles
están en los diferentes bosques del Perú, profesionales para investigación básica es una
oportunidad potencial que el estado aún no ha dado prioridad pero que es de importancia
estratégica.

Porque Dendrología tiene pocos especialistas?

En la actualidad en la Facultad de Ciencias Forestales, la Dendrología es una asignatura que


se ofrece en el segundo semestre sin previamente llevar Botánica. Por lo tanto, se tienen
que comprimir los contenidos de Dendrología I para abordar temas tratados en Botánica y
Botánica sistemática. Así también, cuando los alumnos forman parte de la lista de Ciclo de
campo, después de la espera de dos o tres años tienen que desempolvar sus manuales, guías
e información otorgada durante el dictado de Dendrología I.

Ya en la primera clase de Dendrología II, el profesor metódicamente caracteriza las


familias, géneros y especies y la terminología empleada que debería ser familiar para el
estudiante se esfumó por los de dos o tres años de espera que tomó llevar Dendrología II.
Hacer familiar el manejo de la información dendrológica requiere asignaturas articuladas
para progresivamente incorporar y almacenar en los archivos mentales la densa y rica
terminología dendrológica, que es esencialmente útil para la identificación de las especies
forestales.

Cambios en la curricula son urgentes para articular las asignaturas y conseguir más
especialistas. Espero que en el corto plazo los docentes y los profesionales vinculados a las
actividades forestales, hagamos el esfuerzo por corregir esta problemática.

Si en el Perú se prolonga por 20, 30 ó 50 años más las actividades de manejo forestal de
bosques de producción permanente, nuestros egresados deben garantizarnos un
conocimiento profundo de los elementos del bosque, para que realmente hablemos de
manejo forestal.
Conclusión

No podemos pretender manejar el bosque si no conocemos la identidad de sus elementos


que lo conforman. En la actualidad, más que manejando el bosque lo estamos destruyendo.

Hay una demanda clamorosa de dendrólogos para realizar actividades de inventarios de la


flora en concesiones forestales, permisos forestales, estudios de líneas de base en proyectos
mineros, combustibles, construcciones de carreteras, construcciones de hidroeléctricas, etc.

Hay que realizar cambios en los planes curriculares en las facultades de ciencias forestales
en las universidades del país.

Bibliografía

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