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ORACIÓN PARA SER LIBRE DEL ESPÍRITU DE VÍCTIMA

Padre Celestial, hoy me presento delante de tu trono, con la confianza


de que ahora soy un(a) hijo(a) tuyo(a), porque he aceptado la sangre de
Jesús como el único medio para recibir el perdón de pecados y la
salvación. Acepto que por ser hijo tuyo, tengo derechos y vengo a
presentar mi caso delante de ti, el Juez Justo, perfecto y misericordioso.
Pido tu protección sobre todas las áreas de mi vida. Ato todo espíritu de
venganza y de engaño.

Padre reconozco que mis padres, abuelos y antepasados o yo hemos


cometido iniquidades, rebeliones y pecados que abrieron la puerta para
que el espíritu de víctima actuara en mi vida.

Perdónanos por (mencione lo que detectó en la hoja de diagnóstico). Yo


perdono a mis padres, abuelos y antepasados por tales iniquidades,
rebeliones y pecados.

Renuncio a todas las iniquidades, rebeliones y pecados de mi línea


paterna y materna.

Ahora, decido perdonar a todas las personas que han sido usadas por
demonios depredadores o de celos atraídos por el espíritu de victima
para hacerme daño a través de injusticia, deshonra, accidentes, mala
praxis, robos, pérdidas, abuso.

Yo perdono a (mencione a cada depredador y lo que le hizo).

Te pido Padre Celestial que cortes toda atadura que existe entre estas
personas y yo.

Te pido que cortes toda alianza entre el espíritu de víctima y los


depredadores que me quieren destruir. Ordeno que salgan de mí todos
los demonios que estaban operando por estas ataduras, y que salgan
ya mismo, calmadamente, sin hacerme daño, sin ir hacia ningún otro
miembro de mi familia y sin quedarse en la casa. Ordeno que se vayan
a los pies de Jesús.

Señor te pido que canceles toda maldición en el tiempo, y que destruyas


las mentiras en mi mente.
Yo renuncio a la mentalidad de víctima, de pobreza, de mediocridad, de
mendicidad, de indignidad, de conformismo, de auto rechazo, de
miseria, de sentir que no merezco ni tengo derecho a disfrutar nada, de
negativismo y de esperar siempre lo peor para mí.

Ahora te pido que apliques la preciosa sangre de Jesucristo sobre todas


estas iniquidades, rebeliones y pecados desde la primera generación
que introdujo el espíritu de víctima y limpies mi generación y mi
descendencia espiritual y física hasta mil generaciones adelante.

Gracias por tu sanidad, libertad y renovación.

En el nombre de Jesús. Amén.

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