El derecho natural no se encuentra escrito, al contrario que el derecho positivo,
sino que emana de la misma especie humana, de la misma condición humana. Es inherente e igual en cada uno de sus miembros independientemente de su posición social, de su etnia y de su nacionalidad, o de toda otra consideración. Es universal y ajeno a cambios históricos. Algunos de sus mandatos también poseen expresión escrita, como la Regla de oro. Las primeras formulaciones modernas del concepto de derecho natural provienen de la Escuela de Salamanca y han sido tomadas y reformuladas por los teóricos del contrato social (Thomas Hobbes, John Locke, Jean-Jacques Rousseau) a partir de la noción nueva para la época de "estado de naturaleza. Los orígenes remotos de la idea de derecho natural se encuentran en Platón IV a. C.), particularmente en su obra República y Leyes. En su Ética nicomáqa, Aristóteles, por su parte, distingue entre la justicia legal o convencional y la justicia natural. Esta última hace referencia a aquello "que en todo lugar tiene la misma fuerza y no existe porque la gente piense esto o aquello". En el mismo lugar, Aristóteles insiste en que las leyes naturales no son inmutables, pues en la propia naturaleza humana hay cambios naturales debido a principios internos de desarrollo. Y el ser humano tiene como rasgo fundamental la racionalidad que permite indagar en la vida característicamente humana. Por otra parte, en su otra obra Política establece también que el raciocinio del hombre es una ley natural y determina distintos preceptos como la libertad (y la justificación de la esclavitud por ley natural, ya que para él existen hombres inferiores y superiores). Este aspecto de la racionalidad será retomado por el estoicismo desde otro punto de vista. La naturaleza humana forma parte del orden natural. La razón humana es una chispa del fuego creador, del logos, que ordena y unifica el cosmos. La ley natural es así: ley de la naturaleza y ley de la naturaleza humana, y esta ley es la razón. Y esa razón ha sido implantada por la divinidad o los dioses. Como la razón puede pervertirse al servicio de intereses fuera de la propia razón se decía que la ley natural es la ley de la recta o sana razón. Para el iusnaturalismo, la validez de la ley depende también de su justicia (o corrección material) y por eso la tesis principal del iusnaturalismo se puede resumir en la expresión de Gustav Radbruch: "La ley extremadamente injusta no es verdadera ley". Experimentos recientes demuestran además que el sentido de la justicia está ingénito en la especie humana y es igual en todos los seres que la forman, ya incluso cuando apenas tienen quince meses.
Hablar del Derecho Natural es remontarnos en la noche de los tiempos, bucear
en el inconsciente colectivo y buscar los valores ancestrales del hombre, aquellas leyes no escritas que determinaron reglas de conducta en las primeras sociedades humanas. Pero, del estado-naturaleza, la sociedad humana fue evolucionando y surgió la necesidad de dictar normas de convivencia, así como sanciones para castigar su incumplimiento. En fin, apareció el Derecho Positivo. En el drama de Sófocles "El grito de Antígona" se advierte la confrontación entre el Derecho Positivo y el Derecho Natural de una manera tan nítida que nos permite comprender la diferencia entre las leyes dictadas por la sociedad humana, que se adecuan al tiempo y al sistema de gobierno imperante, y aquellas que parecen estar ya implícitas en la misma naturaleza del hombre, y que podemos identificar con la conciencia del bien y del mal, con las leyes perennes e inmutables dictadas por el Creador. Por ser aquellas leyes parte del ser natural, anteriores a la existencia misma del Estado, se las conoce como Derecho Natural, y muchas veces se confunden con lo que conocemos como Principios Generales del Derecho. El Derecho Natural en esencia constituye la propia inspiración divina en la moral del hombre para hacer o seguir el derecho. Es así como las agrupaciones sociales distinguen entre las reglas de derecho, reglas de la moral y reglas de uso urbano. Para la civilización de Occidente, el Derecho Natural también se conoce como iusnaturalismo o Ius Naturales.
Toda persona adquiere el Derecho Natural al nacer. Se trata de
los derechos propios de un ser humano que vive en una sociedad jurídicamente organizada. Los derechos humanos son universales, inalienables e incondicionales. El iusnaturalismo (del latín ius, "derecho", y natura, "naturaleza") es una corriente de la filosofía del Derecho que afirma que al menos una parte de las normas convencionales del Derecho y la moral está asentada en principios universales e inmutables; estos conforman el Derecho Natural. El origen de los principios del Derecho Natural, dependiendo del autor, es dado por Dios, la Naturaleza o la Razón. La expresión iusnaturalismo sostiene la existencia de un sistema de ideas centrado en torno a la afirmación del Derecho Natural. Es iusnaturalista quien afirma el Derecho Natural. Hay épocas iusnaturalistas, sistemas filosóficos iusnaturalistas, etc.; es decir, épocas en las que está más vigente la afirmación del Derecho Natural, sistemas montados sobre el mismo y con la misión de fundamentarlo y justificarlo filosóficamente.