BARRIOS, VIVIANA E.
–DNI 30264143
Disminución o pérdida de las funciones visuales
Desarrollo psicomotor
Su psicomotricidad evoluciona
conforme a su maduración
neurológica, pero la usencia de
visión tiene características que
ponen de manifiesto su propia
especialidad.
Ante una falla en la visión, resulta
más difícil para la persona el
acercamiento al entorno y la
movilidad en él
Lleva a pensar que la existencia de
un retraso seria esta diminución
visual.
Percepción táctil 5 niveles:
1. Desarrollo de la prensión
2. Búsqueda de los objetos
3. Coordinación de oído-
mano
4. Exploración
5. Coordinación bimanual
Discapacidad visual
Características y definición
puede retrasar o limitar el desarrollo cognitivo, motriz o sensorial.
Desarrollo cognitivo
Capacidad para percibir y
discriminar similitudes, para
llegar a la imagen mental,
guarda relación con
procesos visuales, el cual se
ve afectado en los sujetos
ciegos
Por lo cual
La evolución de sus
desarrollos cognitivo va a
ser mas lenta y desigual que
en los de los niños videntes.
Desarrollo del Lenguaje
Cuando un bebé no dispone
de un sistema visual, tan
importante para el
establecimiento de la
comunicación, tanto las no
intencionales, como las de
carácter intencional.
A pesar de que el bebé
ciego, posee un buen
número de conductas
alternativas que pueden
vehiculizar su comunicación,
es posible que el adulto no
sea capaz de interpretarlas o
adaptarlas a ellas, y por lo
tanto, no puede guiar la
comunicación. La ceguera
condiciona el dialogo pre –
verbal en el proceso de
comunicación sobre el
mundo externo.
Desarrollo afectivo
La mirada representa el primer lenguaje social.
Hablar de la importancia de los primeros
contactos con la figura materna, a través de la
mirada lleva a pensar qué pasa con un bebé que
carece de vista ya que no cuenta con este
poderoso instrumento que posibilita, mediatiza
y potencia la relación con el otro.
La intercomunicación, que debe ser dirigida por
la madre, queda sin emoción positiva; las
conductas del niño ciego, menos expresivas y
atípicas, no son atribuidas de significación por
parte de su progenitora que, también en su
triste soledad, se limita a satisfacer
principalmente las necesidades físicas del niño.
Expresiones faciales: se pueden observar las
expresiones de emociones básicas pero sus
manifestaciones presentan un carácter menos
marcado, de menor expresividad y de duración
más corta que en el niño vidente; por lo que
hay que fomentarla desde el entorno. Es
preciso que los niños toquen la cara de la
madre y de los adultos próximos a la vez que
éstos efectúan sonidos y gestos correlativos e
inmediatamente después, la madre o el adulto
irán perfilando suavemente en el rostro del
niño el modelo ofrecido, a fin de ayudarle a
interiorizar las posturas y los movimientos de
las distintas partes de su cara.
OMS(2014)
La función visual se divide en 4 niveles
1. Visión normal.
2. Discapacidad moderada
(agudeza visual entre 6-18 0.3
y 6-60-0.1)
3. Discapacidad visual grave
(agudeza visual inferior 6-60 –
0.1)
4. Ceguera (agudeza visual inferior
3-60 – 0.05)
Movimientos de la cabeza: El modo en que el bebé
sostiene o dirige la cabeza puede constituir una
importante señal social para el adulto. La sonrisa: Se
puede inferir que los niños ciegos no sonríen
espontáneamente para iniciar la interacción. Su sonrisa
tiene esencialmente un carácter responsivo ante el
contacto iniciado por el adulto. Este detalle debe tener
una consideración especial para los padres pues deben
aprender a atribuir significación social a la sonrisa de su
hijo ciego, aunque ésta se genere como respuesta a un
tipo de estimulación diferente. Reacciones ante
extraños: Entre los 7 y los 15 meses de edad, el lactante
ciego, al igual que el vidente, muestra signos de miedo
a los extraños: rechaza sus abrazos y sus atenciones,
llora en señal de protesta y sólo se tranquiliza ante la
voz y el abrazo de su madre. Es la estimulación táctil,
más que la auditiva, la que provocaría la reacción de
miedo a los extraños Aparición del concepto de madre
como objeto emocional: En el período comprendido
entre los 10 y los 16 meses, los niños ciegos
demuestran por primera vez conductas de búsqueda de
proximidad en relación con la madre cuando no existe
una relación táctil (extensión de las manos), esto exige
un nivel de dominio en la localización del sonido y una
correcta coordinación de los esquemas auditivo
táctiles.