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La era postespacial
La era espacial llego a cambiar el mundo, no por la visión del hombre hacia el universo, si
no la contraria, la del hombre viéndose a si mismo dentro de ese universo (Vicente
Monroy)1. Se alzaron satélites y el mundo se volvió un lugar pequeño cada vez más conectado, las
fronteras empezaron a desvanecerse, el Internet llegó y ahora nos ha cambiado para siempre, podemos
tener una imagen de cualquier pintura que queramos al instante, escuchar cualquier canción, en cualquier
versión. La gente crea y comparte su propio contenido, vemos a bailarines que comparten sus
habilidades y sus virtudes, actores que crean sus videos, gente en Youtube empieza a crear vídeos para
enseñar fuera de los métodos convencionales, pareciera que el arte jamás había estado tan cercano a
nosotros.
¿Realmente nos estamos acercando más al arte? ¿O solamente nos estamos interesando por
el consumo de una parte superficial, lo decorativa, lo bello, lo hecho para impresionar?
Analicemos esto con la danza. La danza es un lenguaje formado por intelecto,
interpretación, emoción, técnica, gesto calidades y cualidades del movimiento, es también
música, ritmo y euritmia. Puede ocupar muchas otras herramientas y lenguajes para
acompañarse o para remarcar el mensaje, al igual la música al canto y a la poesía o de
forma contraría (el canto a la música). La danza al igual que las otras artes abstrae y crea,
interpreta y re-interpreta, genera una estética y al final todos sus elementos nos terminan
comunicando algo, un pedazo de la realidad, una nueva realidad que al mismo tiempo nos
acerca más a la realidad. Lamentablemente toda esta "estructura" que engloba la danza se
ve perdida cuándo se reduce al desconocimiento de su lenguaje y se convierte en mecánica,
tanto por los interpretes cómo los consumidores, en tendú ya no significa nada para
nosotros, no sabemos de dónde nació la idea de la contracción la elevación y el release,
preferimos ver acrobacia, y flexibilidad, así está no transmita nada, no diga nada, nos gusta
impresionarnos, emocionarnos y ver cosas que nos hagan sentir admiración, obviamente no
desvirtualizo grandes herramientas cómo las dos antes mencionadas, pero es no podemos
volver una característica del arte la totalidad de este arte y más cuándo no comprendemos el
lenguaje del arte, cuándo sólo lo consumimos porque nos es entretenido o sorprendente,
sólo buscamos eso, algo que nos impresione para luego olvidarlo y buscar más estímulos,
nuevos estímulos, consumo rápido, las redes sociales y las grandes empresas virtuales se
convierten en catálogos, todo es imagen, no comprendemos nada, pero lo consumimos
porque se ve bien, no queremos entender lo que vemos queremos ver más y saber más,
aunque no lo entendamos o le demos una utilidad. Así la línea entre danza y gimnasia se
borra, entre arte y espectáculo, entendimiento y consumo, creemos en sinónimos que no lo
son.