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Es por ello que, desde que la UNESCO acuñara un nuevo enfoque de lo que debe ser el
aprendizaje, especialmente para el siglo XXI, basado en los cinco pilares de la educación;
aunado a las nuevas tendencias para los aprendizajes en la nueva era del conocimiento que
esta de boga hoy día a nivel mundial. El concepto de aprender a aprender tomo relevancia
significativa en el ámbito educativo.
Muchos documentos académicos se han escrito entorno a esta tesis, muchísimos autores han
aportado a su desarrollo como estrategia de aprendizaje; se han planteado variedad de
definiciones, unas más ortodoxas que otras, pero siempre bajo el precepto de una educación
centrada en el alumno.
Dentro de estas, se puede decir que aprender a aprender es adquirir y aplicar una serie de
habilidades y estrategias de auto control y auto regulación para posibilitar los futuros
aprendizajes de manera autónoma.
Bajo estos criterios se toma como válidos para este resumen el concepto que aprender a
aprender se debe de entender según Monereo, 2001; p.12, citado en el documento de apoyo
capítulo 15, en el sub tema aprender a aprender (pg. 1199), como: “la facultad de tomar
decisiones que regulan el propio aprendizaje para aproximarlo a una determinada meta, en el
seno de unas condiciones específicas que forman el contexto de aprendizaje”, esto tiene como
valor agregado el hecho que si el estudiante es capaz de asumir sus propias decisiones de
forma que autónomamente regule su propio aprendizaje, evitaría ser únicamente dependiente
de conocimientos que le suministran sus profesores; y por el contrario, será competente para
desarrollar una educación más autónoma, propiciándole un mayor alcance y mejores
rendimientos en sus conocimientos al tener un universo de fuentes que puede utilizar para
construir su propio aprendizaje; a la vez que no se sujeta a un solo antecedente, ni a un
limitado contexto.
Por otra parte, la Comisión para la Educación de la Unión Europea citada en su página web
por la Universidad Internacional de Valencia, España; considera que aprender a aprender es
una competencia básica e influyente en todas las otras competencias de la educación, y la
define como “la capacidad que tienen los estudiantes para proseguir, persistir y organizar su
propio aprendizaje” (VIU 2018)
Desde este pensamiento, la comisión hace hincapié en una educación bajo aprendizajes
permanentes, que no se limiten únicamente a un solo entorno o contexto educativo, sino sea
más bien un aprendizaje que transcienda la institucionalidad de una casa de enseñanza, que
tenga que ver más con insistir y persistir en la buscada de nuevos y variados horizontes del
conocimiento dentro de los intereses reales de los alumnos.
Pero, ¿qué debe de incluirse dentro del concepto aprender a aprender? Según lo describe en
su Blog Educativo la Universidad Internacional de Valencia España (2018), incluye:
ENSEÑAR A APRENDER
Enseñar a aprender es un arte y una virtud que no todos los que se dicen docentes pueden
lograr con efectividad, para ello es necesario reunir ciertas características esenciales;
especialmente en la docencia universitaria, en donde se asume las funciones de orientador y
guía de un proceso como ejecutor final de las aspiraciones educativas de la institución.
Por otra parte, se debe considerar los constantes cambios de paradigmas dentro del concepto
de profesor universitario, en donde se deja de ser transmisor del conocimiento o únicos
conocedores de la temática, para ser solamente guías y orientadores pedagógicos, lo que
implica un cambio metodológico de enseñanza que lo lleve a otras alternativas mucho más
flexibles, abiertas, dinámicas, activas y participativas. Entonces la labor de un docente en un
nuevo paradigma educativo es enseñar al alumno como aprender; esto implica que el
aprendizaje per se lo desarrolla el alumno con lo que se le enseño. Es decir, con las
metodologías que el docente le enseño para aprender a aprender.
Sobre esta misma línea de pensamiento se decanta el documento base de este resumen,
cuando cita a Levy (1998), que hace referencia a las nuevas funciones del docente en el
proceso de enseñar a aprender, e indica que, el nuevo enseñante deberá ser: …” más un
animador de la inteligencia colectiva de sus grupos de estudiantes que un nuevo dispensador
de conocimiento” (pág. 1187); puesto que la nueva tendencia del docente es ahora según
Levy: “Ser consciente de que los estudiantes saben muchas cosas y que tienen
procedimientos para saber muchas más”; en tal sentido se debe de reconocer que los
estudiantes no son una caja vacía a la que hay que llenar; más bien, su labor debe centrarse
en guiarlos a organizar y construir todo ese cúmulo de conocimientos que ya poseen y por
otra parte, orientarlos en técnicas y estrategias para buscar información y procesarla,
construyendo con ellos nuevos conocimientos significativos como lo plantea la teoría
constructivista de Piaget y Vygotsky y el aprendizaje significativo de Ausubel.
En cualquier caso, lo que debe de propiciarse es el trabajo activo y participativo, en donde se
privilegie la reflexión, el análisis y el juicio crítico sobre los temas o contendidos de
aprendizaje.
Para ello Fidalgo (2017) muy acertadamente indica que, “para enseñar a aprender, el
profesor, docente u orientador; debe de comprender que su misión primordial es ayudarles a
aprender” a la vez que indica que para lograrlo el docente debe tomar en cuenta las técnicas,
procedimientos y estrategias, entre ellas:
Por lo tanto, enseñar aprender está basado desde la óptica cognitiva y metacongnitiva, lo que
implica según Tesouro Cid, Montse (2006);
Un cambio de actitud del docente hacia una transformación y modificación de los esquemas
que el alumno posee. Aportando nuevos sistemas de enseñanza y nuevas adecuaciones a los
esquemas que tiene el alumno. Lo que representa un planteamiento de estrategias nuevas, el
fomento de habilidades de pensamiento (resolución de problemas, procesos de análisis-
síntesis...), etc.” (pp 3).
Concluye Tesouro con la siguiente afirmación: “No interesa sólo que el alumnado sepa más,
sino que entienda más los conceptos y que sea capaz de aplicar el conocimiento a una nueva
situación” (pp. 3). Esto solo se logra cuando hay una efectiva labor del docente para enseñar
al alumno a aprender. Para ello tiene que actualizarse y asumir nuevos roles dentro de los
procesos de enseñanza aprendizaje y aplicar nuevas metodologías activas centradas
directamente en el alumno y su aprendizaje.