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El metano (del griego methy vino, y el sufijo -ano)2 es el hidrocarburo alcano más sencillo, cuya

fórmula química es CH

4.

Cada uno de los átomos de hidrógeno está unido al carbono por medio de un enlace covalente. Es
una sustancia no polar que se presenta en forma de gas a temperaturas y presiones ordinarias. Es
incoloro, inodoro e insoluble en agua.

En la naturaleza se produce como producto final de la putrefacción anaeróbica de las plantas. Este
proceso natural se puede aprovechar para producir biogás. Muchos microorganismos anaeróbicos
lo generan utilizando el CO

2 como aceptor final de electrones.

El gas natural lo contiene en diversas proporciones según el yacimiento de donde es extraído,


desde el 83% al 97%. El gas natural comercializado es mayoritariamente metano con algunos otro
hidrocarburos añadidos en pequeña proporción, como etano, propano, butano y algo de
nitrógeno.3 En las minas de carbón se le llama grisú y es muy peligroso ya que es fácilmente
inflamable y explosivo. No obstante en las últimas décadas ha cobrado importancia la explotación
comercial del gas metano de carbón, como fuente de energía.

El metano es un gas de efecto invernadero relativamente potente que contribuye al calentamiento


global del planeta Tierra ya que tiene un potencial de calentamiento global de 23.4 Esto significa
que en una medida de tiempo de 100 años cada kg de CH

4 calienta la Tierra 23 veces más que la misma masa de CO

2, sin embargo hay aproximadamente 220 veces más dióxido de carbono en la atmósfera de la
Tierra que metano por lo que el metano contribuye de manera menos importante al efecto
invernadero.

Índice

1 Riesgos potenciales sobre la salud (seguridad)

2 Reacciones

2.1 Combustión

2.2 Reformación
2.3 Halogenación

3 Usos

3.1 Combustible

3.2 Usos industriales

4 Fuentes

4.1 Fuentes naturales

4.2 Fuentes alternativas

5 Metano en la atmósfera de la Tierra

5.1 Emisiones de metano

5.2 Liberación repentina de los clatratos de metano

5.3 Emisión de metano desde turberas

5.4 Mecanismos de eliminación

6 El metano en Marte

7 Fuentes de metano

8 Propiedades

9 Véase también

10 Referencias

11 Enlaces externos

Riesgos potenciales sobre la salud (seguridad)

El metano no es tóxico. Su principal peligro para la salud son las quemaduras que puede provocar
si entra en ignición. Es altamente inflamable y puede formar mezclas explosivas con el aire. El
metano reacciona violentamente con agentes oxidantes, halógenos y algunos compuestos
halogenados. El metano también es asfixiante y puede desplazar al oxígeno en un espacio cerrado.
La asfixia puede sobrevenir si la concentración de oxígeno se reduce por debajo del 19,5 % por
desplazamiento. Las concentraciones a las cuales se forman las barreras explosivas o inflamables
son mucho más pequeñas que las concentraciones en las que el riesgo de asfixia es significativo. Si
hay estructuras construidas sobre o cerca de vertederos, el metano desprendido puede penetrar
en el interior de los edificios y exponer a los ocupantes a niveles significativos de metano. Algunos
edificios tienen sistemas por debajo de sus cimientos para capturar este gas y expulsarlo del
edificio. Un ejemplo de este tipo de sistema se encuentra en el edificio Dakin, en Brisbane,
California.

Reacciones
Las principales reacciones del metano son: combustión, reformación con vapor (steam reforming)
para dar gas de síntesis (syngas), y halogenación. En general, las reacciones del metano son
difíciles de controlar. Por ejemplo, la oxidación parcial para llegar a metanol es difícil de conseguir;
la reacción normalmente prosigue hasta dar dióxido de carbono y agua.

Combustión

En la combustión del metano hay involucrados una serie de pasos:

Se cree que el metano reacciona en primer lugar con el oxígeno para formar formaldehído (HCHO
oH

2CO). Acto seguido el formaldehído se descompone en el radical formil, que a continuación da


dióxido de carbono e hidrógeno. Este proceso es conocido en su conjunto como pirólisis oxidativa.

CH

4 + 2O

2 → CO

2 + 2H

2O

Siguiendo la pirolisis oxidativa, el H

2 se oxida formando H

2O, desprendiendo calor. Este proceso es muy rápido, siendo su duración habitual inferior a un
milisegundo.

2H

2+O

2 → 2H

2O

Finalmente el CO se oxida, formando CO

2 y liberando más calor. Este proceso generalmente es más lento que el resto de pasos, y requiere
unos cuantos milisegundos para producirse.
Reformación

El enlace covalente carbono-hidrógeno se encuentra entre los más fuertes de todos los
hidrocarburos, y por tanto su uso como materia prima es limitado. A pesar de la alta energía de
activación necesaria para romper el enlace CH, el metano es todavía el principal material de
partida para fabricar hidrógeno mediante reformación con vapor. La búsqueda de catalizadores
que puedan facilitar la activación del enlace CH en el metano y otros alcanos ligeros es un área de
investigación de gran importancia industrial.

Halogenación

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