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¡Cambiamos de conducta o cambiamos de planeta ¡

“Lo que estamos haciendo a los bosques del mundo es un espejo de lo que nos hacemos
a nosotros mismos y a los otros.”-Mahatma Gandhi, una frase que no está alejada a nuestra
realidad pese al tiempo transcurrido, en el mundo cada minuto se destruyen más de 15
hectáreas de bosques tropicales, más de 1700 toneladas de basura terminan en el océano
diariamente, o peor aún, cada minuto mueren tres niños por beber agua en mal estado
(Oxford Committe for Famine Relief). Perder nuestro futuro no es como perder unas
elecciones o unos puntos en la bolsa de valores, esto es mucho más grande. Por ello hoy
es necesario hablar en nombre de las futuras generaciones puesto que en el Perú los
conflictos y desafíos ambientales no han dejado de estar en agenda. Desde hace varias
décadas, nuestro país se encuentra en riesgo ante la creciente urbanización, los proyectos
de infraestructura vial y energética, las actividades extractivas, la contaminación, el tráfico
ilícito de especies y la caza indiscriminada. Los países de todo el mundo comparten esta
misma crisis medio ambiental, porque el aire que respiramos es el mismo aire que respira
Colombia, Argentina, Chile, sin embargo, el Perú es uno de los más vulnerables ante los
efectos del cambio climático, y por ello les digo que solo tenemos 2 caminos, cambiamos
de conducta o cambiamos de planeta.

Según la Defensoría del Pueblo existen 210 conflictos sociales casi el 70 % son de tipo
socio-ambiental, desarrollados en su mayoría en las regiones Áncash, Puno, Cusco y
Apurímac, zonas de extracción minera y de gas. Existen varias interrogantes abiertas sobre
temas especialmente sensibles para el sector ambiental. ¿Podrán controlarse de manera
efectiva la minería y la tala ilegal que avanzan en la Amazonía? ¿Tendrán los pueblos
indígenas un papel más protagónico en la lucha por la conservación de sus territorios?
Numerosos derrames petroleros han afectado el ecosistema amazónico y la salud de las
poblaciones que la habitan. “Ruth Buendía Mestoquiari, activista ambiental y líder indígena,
ganadora del Premio Goldman 2014, sostiene que es necesario persuadir a las
comunidades indígenas para emprender una lucha legal y evitar la deforestación de los
bosques, así como sensibilizar a las autoridades y responsables de controlar, vigilar y
aplicar las leyes.”,
Según la Autoridad Nacional del Agua (ANA), un total de 21 ríos están contaminados por
residuos sólidos, aguas residuales, los relaves de las minas, así como por pasivos
industriales, mineros y poblacionales. Se estima que un 40% al menos de los suelos
agrícolas de la Costa están afectados por procesos de salinización y mal drenaje. En la
Sierra al menos un 60% de los suelos agropecuarios están afectados por procesos de
erosión. En la Amazonía un 60% de los suelos de las tierras ocupadas están en estado de
abandono por la pérdida de la fertilidad y la erosión, además de las aguas servidas de las
ciudades que desembocan a los ambientes acuáticos y sin tratamiento previo, pues muy
pocas ciudades tienen plantas de tratamiento.

Tal vez para muchos solo sean cifras, pero es nuestra realidad, esto es lo que sucede en
nuestro querido Perú y todo esto está ocurriendo ante nuestros ojos, y aún seguimos
actuando como si tuviéramos todo el tiempo del mundo y todas las soluciones. Soy una
estudiante y no tengo todas las soluciones, pero las grandes empresas y la población
tampoco las tienen, no sabemos cómo arreglar los agujeros en nuestra Capa de Ozono, no
sabemos cómo devolver los peces a aguas no contaminadas. No sabemos cómo resucitar
un animal extinto. Y no podemos recuperar los bosques, que un día talaron y que antes
crecían y ahora son desiertos. Si no sabemos cómo arreglarlo, dejemos de destruirlo, para
ello es necesario un trabajo en conjunto, población, gobiernos y el sector empresarial, para
alcanzar el ansiado DESARROLLO SOSTENIBLE aunque para muchos sea utópico.

Nuestro país tiene conciencia de que uno de los mayores retos que se tiene en un futuro,
no tan lejano, son aquellos en materia ambiental. Por ello se ha propuesto lograr objetivos
dentro de esta área para incrementar y proteger el desarrollo de nuestro país y así
direccionar su rumbo, las estrategias y medidas que se llevarán a cabo para alcanzarlos.
Esto lo vemos reflejado en el Plan rumbo al Bicentenario 2021 donde se menciona lo
siguiente: “En el Perú, país de desarrollo intermedio, los recursos naturales tienen un papel
estratégico; son fundamentales para el sostenimiento de la economía del país porque
contribuyen a la satisfacción de las necesidades de la población y al desarrollo de
actividades productivas generadoras de bienes y servicios dirigidos tanto al mercado interno
como externo”. Solo así podremos hacerle frente a los desafíos ambientales con los que
debemos enfrentarnos día a día, ya que todos tenemos miedo de tomar el sol por los
agujeros de la Capa de Ozono, tenemos miedo de respirar el aire porque no sabemos qué
sustancias químicas hay en él, sabemos que animales y plantas se extinguen cada día y
desaparecen para siempre. Particularmente en mi vida, he soñado con ver las grandes
manadas de animales salvajes, selvas y bosques tropicales repletos de pájaros y
mariposas, pero ahora me pregunto si todavía existirán para que mis hijos los vean también,
nadie puede ser indiferente, todos debemos encaminarnos por un solo objetivo de los
contrarios el legado que va a dejar el hombre serán tierras baldías, edificios vacíos, un
paisaje tóxico, mares y océanos ácidos, aire irrespirable, vida no reconocible y bóvedas
bancarias llenas de oro y dinero.

La contaminación es la consecuencia de habernos liberado de algo que nos estorbó: de


aquel papel que no arrojamos a la basura; de aquella llanta quemada que ya no es útil; esas
incomodas ³pequeñeces´ se han convertido en conflictos ambientales. Siendo el hombre el
culpable y siendo también su única esperanza. El hombre es el único ser con la capacidad
de razonar y discutir situaciones, para diseñar y ejecutar proyectos que aporten a la solución
de la contaminación.

Aún soy una joven de 18 años, y sé que todos somos parte de una gran familia formada por
más de 30 millones de peruanos; las fronteras y los gobiernos nunca cambiarán eso. Sé
que todos estamos juntos en esto, y debemos actuar como un único mundo tras un único
objetivo, Es tiempo de actuar, ¡actuar! es lo único que necesitamos, hay un sin fin de maneras
de ayudar a nuestro planeta, así que no hay excusa para postergar las actividades
encaminadas a sanar las heridas que invaden nuestro deteriorado hogar, como peruanos
que amamos nuestras riquezas naturales empecemos desde nuestros hogares,
reduzcamos el uso del plástico, usemos bolsas ecológicas, evitemos el uso de cañitas,
usemos un toma todo, en vez de comprar botellas de agua al salir, estos pequeños actos
multiplicados por miles de millones de personas .marcaran la diferencia y serán la
inspiración para los 29.999.999 de peruanos , puesto que no existe otro planeta a donde
podamos huir , es ahora el momento, porque cuando el último árbol haya sido talado, el
último río envenenado y el último pez haya sido pescado , nos daremos cuenta que el dinero
no se puede comer.

AUTOR(A): Leidy Vanessa Choquemamani Mirnda

Código: ( 2018-126035)

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