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El Partido Justicialista, fundado y conducido por el General Juan Domingo

Perón, es, desde sus inicios, la estructura política encargada de transmitir la


doctrina peronista, la cual se encuentra basada en los estandartes de
Soberanía Política, Independencia Económica y Justicia Social promovidos
desde los albores de la historia nacional por el pensamiento popular
argentino.

Juan Perón encabezó un movimiento que emergía a la luz de una Argentina


cambiante. Su visión estratégica y firme capacidad de conducción le
permitieron cumplir con gran parte de las reivindicaciones históricas del
Pueblo Argentino. Perón fue, sin duda, una de las figuras más importantes de
la historia argentina; su legado aún se mantiene vigente y se expresa día a
día en el sentir popular.

Es imposible concebir al justicialismo sin tener en cuenta a la figura de


Evita, quien más allá de ser la compañera sentimental de Juan Perón, se
destacó como una de las principales figuras en el proceso de cambio llevado
adelante a mediados del siglo XX por las masas trabajadoras argentinas.
Gracias a su entrañable pasión y a su infatigable espíritu de lucha, Evita
quedará ligada por siempre a la imagen de los trabajadores argentinos y a la
de los sectores excluidos, que constituyeron su principal preocupación.
Como una de las mujeres más relevantes de la historia de la política
americana, Evita cumplió también un rol trascendental en la reivindicación
de los derechos de la mujer argentina, la cual pudo sufragar por primera vez
durante los años del primer peronismo.

El Partido Justicialista se constituyó, a lo largo de su historia, como la


principal herramienta de canalización de las ideas y proyectos de quienes
entendieron la necesidad de transformar a la argentina en una sociedad más
justa y equitativa.

El justicialismo entiende que la función política es la de elevar las demandas


populares en afán de convertirlas en acciones concretas de Gobierno. Es por
ello que considera que el Estado, debe asumir un rol preponderante en la
mediación entre los diferentes sectores de la sociedad, con el fin de
asegurar la equidad, la justicia y la paz social.

Participan de su Consejo Nacional Federal, la mayoría de los gobernadores,


los presidentes de ambas cámaras del Congreso de la Nación, los
presidentes de los bloques legislativos nacionales y el movimiento obrero
organizado. Están representados en el mismo tanto la mujer, como la
juventud.
El Partido Justicialista es el único titular de los símbolos, siglas y emblemas
que inequívocamente lo identifican: escudos. banderas, marchas partidarias,
etc.

Partido Socialista el primer partido de izquierda argentino fue el partido


socialista fundado 1896 por el medico Juan Bautista Justo. En su nacimiento
concluyeron núcleos de obreros urbanos, intelectuales, como José
Ingenieros y Leonardo Quigones, y grupos inmigrantes provenientes de
Alemania, Italia y Francia.

Desde su fundación, los socialistas plantearon la necesidad de llevar a cabo


profundas transformaciones políticas y sociales.

El primer objetivo de su programa político sostenía la necesidad de implantar


el sufragio universal que incluía a las mujeres.

Sostenía la exigencia de limitar la jornada de trabajo a ocho horas, la


educación escolar obligatoria, gratuita, y laica, y la anulación de los
contratos que enajenaban las propiedades públicas.

Los socialistas formaban parte de un proceso evolutivo hacia la realización


de su ideal: una sociedad sin clases, sin explotadores ni explotados.

En Capital Federal, el Partido Socialista contó con el apoyo de obreros y de


sectores de la clase media. En 1904, Alfredo Palacios se convirtió en el
primer diputado socialista de América.

Como resultado de luchas internas, a lo largo de su historia sufrieron


distintas divisiones

Durante los periodos de dictadura el Partido Socialista sufrió las


consecuencias de la represión.

En la actualidad, el partido socialista goza de alto prestigio, no sólo por el


nivel de sus dirigentes con figuras de la talla de Juan B. Justo, Alfredo
Palacios, Nicolás Repetto, y otros muchos, sino además, por su constante
prédica a favor de las clases necesitadas. Sin embargo, nunca ha logrado ser
un partido de arraigo popular.

Tras la Revolución Libertadora, el Socialismo quedó escindido a raíz del


problema del entendimiento con el peronismo desalojado del gobierno:

·El Partido Socialista Argentino, proclive al entendimiento, y

·El Partido Socialista Democrático, opuesto a todo trato.

Los principios Socialistas:

El Partido Socialista afirma:

·Que la clase trabajadora es oprimida y explotada por la clase Capitalista


gobernante
·Que ésta es dueña de los medios de producción que dispone de todas las
fuerzas del estado para defender sus privilegios

·Mientras los trabajadores ganan sólo lo necesario para vivir, una minoría de
Capitalistas vive en el lujo

·Que la clase rica mientras conserve su libertad de acción no hará sino


explotar cada día más a los trabajadores.

Partido Unión Radical


En 1889 Argentina estaba convulsionada por una grave crisis económica que
se había prolongado por dos años. La presidencia del General Julio Argentino
Roca (1880-1886) fue sucedida por la de su cuñado, Miguel Juárez Celman,
cuyo gobierno se caracterizó por las denuncias de corrupción y
autoritarismo; sus opositores llamaban a esa gestión como el Unicato.

El 1 de septiembre de 1889 un grupo de jóvenes organizó un gran mitín


juvenil en el Jardín Florida de la ciudad de Buenos Aires, donde se constituyó
la Unión Cívica de la Juventud, con el fin de aglutinar al amplio espectro de
opositores al régimen de Miguel Juárez Celman, sostenido por el oficialista
Partido Autonomista Nacional. El partido fue presidido por quien aparecía
como líder natural de aquellos jóvenes, Francisco A. Barroetaveña,
acompañado por otros jóvenes dirigentes como Emilio Gouchón, Juan B.
Justo, Martín Torino, Marcelo T. de Alvear, Tomás Le Breton, Manuel A.
Montes de Oca, entre muchos otros. La Unión Cívica de la Juventud
estableció una relación honoraria con las personalidades políticas que
aparecían como referentes de una oposición dispersa, especialmente
Leandro Alem, Aristóbulo del Valle, Bartolomé Mitre, Pedro Goyena, Vicente
Fidel López, Bernardo de Irigoyen, entre otros. El nuevo partido de los
jóvenes sancionó entonces un programa que recordaba el del Partido
Republicano fundado por Alem y del Valle en 1877, y se organizó en clubes
cívicos parroquiales.

El 13 de abril de 1890, la Unión Cívica de la Juventud se consolidó con un


gran acto en el Frontón Buenos Aires, donde se fundó un nuevo partido
llamado Unión Cívica. Como presidente fue elegido Leandro N. Alem e
incluyó a líderes de las distintas tendencias opuestas al unicato de Juárez
Celman, como Francisco A. Barroetaveña, los políticos católicos José
Manuel Estrada y Pedro Goyena, Aristóbulo del Valle, Bernardo de Irigoyen,
Juan B. Justo,[2] Lisandro de la Torre,[3] y el influyente ex presidente y
general Bartolomé Mitre.

Ese mismo año de 1890, la Unión Cívica, dirigida por Leandro Alem y
Bartolomé Mitre encabezó el 26 de julio la llamada Revolución del Parque o
Revolución del 90, un sangriento levantamiento armado que causó la caída
del presidente Juárez Celman y su reemplazo por el vicepresidente Carlos
Pellegrini.

La Unión Cívica se constituyó de forma orgánica en todo el país y por vez


primera en la historia política argentina proclamó una fórmula presidencial
por medio de una convención partidaria. En efecto, la convención nacional
reunida en Rosario consagró como candidatos a presidente y vicepresidente
a Bartolomé Mitre y Bernardo de Irigoyen. Sin embargo, Julio Argentino Roca,
astuto líder del oficialista Partido Autonomista Nacional (PAN), acordó con
Mitre una fórmula "de unidad nacional" entre ambos partidos, encabezada
por el propio Mitre. Al conocerse el acuerdo, el 16 de abril de 1891, Leandro
Alem se opuso al mismo en forma tajante, desencadenando la ruptura de la
Unión Cívica y el posterior retiro de la candidatura de Mitre.

El 26 de junio de 1891 los seguidores de Alem constituyeron formalmente la


Unión Cívica Antiacuerdista, que cambiaría el nombre, el 2 de julio, a Unión
Cívica Radical. Por su parte, los seguidores de Mitre formaron la Unión Cívica
Naciona

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