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Este documento explora la relación entre el feminismo y el veganismo. Ambos movimientos luchan contra la opresión y explotación de seres que han sido cosificados y tratados como propiedad. El ecofeminismo ilustra los principios compartidos de igualdad y respeto por la vida que defienden ambas causas. Tanto el feminismo como el veganismo se oponen a cualquier jerarquía basada en el poder y la fuerza sobre otros seres.
Este documento explora la relación entre el feminismo y el veganismo. Ambos movimientos luchan contra la opresión y explotación de seres que han sido cosificados y tratados como propiedad. El ecofeminismo ilustra los principios compartidos de igualdad y respeto por la vida que defienden ambas causas. Tanto el feminismo como el veganismo se oponen a cualquier jerarquía basada en el poder y la fuerza sobre otros seres.
Este documento explora la relación entre el feminismo y el veganismo. Ambos movimientos luchan contra la opresión y explotación de seres que han sido cosificados y tratados como propiedad. El ecofeminismo ilustra los principios compartidos de igualdad y respeto por la vida que defienden ambas causas. Tanto el feminismo como el veganismo se oponen a cualquier jerarquía basada en el poder y la fuerza sobre otros seres.
Feminismo y veganismo: ¿existirá relación entre ambas luchas?
A lo largo del tiempo se ha llevado a cabo en la teoría y la práctica estos
movimientos de forma paralela, haciéndolos autónomos e independientes uno de otro, tratándolos de manera separada. En el presente texto, se demostrará la relación transversal que une estas luchas. Por un lado, se debe entender que el feminismo es, ante todo, una herramienta de crítica y emancipación, que busca la liberación de los roles que la sociedad le ha impuesto a la mujer. En este sentido, es una forma de pensamiento y de acción que va contra la corriente dominante de la sociedad heteropatriarcal en la que vivimos. También podríamos definirla como una práctica política democratizadora que se mueve en dos direcciones; por un lado, la deconstrucción del androcentrismo que está en la raíz de las prácticas socioculturales, y por otro lado, la reconstrucción de la perspectiva de las mujeres. Si tuviéramos que elegir una definición concisa, que recogiera la esencialidad del concepto sería la de Freedman (2002) El feminismo es la creencia de que las mujeres y los hombres inherentemente tienen el mismo valor. Como en la mayoría de las sociedades se privilegia a los hombres como grupo, son necesarios los movimientos sociales para lograr la igualdad entre mujeres y hombres, en el entendido de que el género siempre se intersecta con otras jerarquías sociales (p.7) Por otro lado, el veganismo está basado en el respeto hacia la vida de los animales y está en contra de toda crueldad animal. Es un estilo de vida que excluye de nuestra alimentación, vestimenta y consumo a los animales no humanos, otorgándoles el respeto que merecen como seres que comparten el mismo planeta. Para entender la relación directa del feminismo y veganismo, primero se debe entender a este último, como una manera ética de vivir acorde a los principios feministas. Al igual que el feminismo, el veganismo es una lucha activa para/por los seres que en la sociedad patriarcal han sido: violados, cosificados, tratados como materia prima y puestos a disposición del consumo de la cultura hegemónica. Creer que la existencia de un ser se debe única y exclusivamente para servir a otro –y cuando digo “ser” me refiero a animales humanos y no humanos- es contradictorio al principio de igualdad que defendemos las feministas y todas las subdisciplinas que aborda el feminismo como movimiento político. La relación que ilustra los principios que ambas luchas defienden es el ecofeminismo, que busca la igualdad y reconciliación del ser humano con la naturaleza y los seres que son parte de ella. Esta rama del feminismo cuestiona la producción y explotación de la mujer y la naturaleza. Pascual y Herrero (2010) afirman que: La comprensión de la cultura como superación de la naturaleza justifica ideológicamente su dominio y explotación. La consideración de la primacía de lo masculino (asociado a la razón, la independencia o la mente) legítima que el dominio sobre el mundo físico lo protagonicen los hombres, y las mujeres queden relegadas al cuerpo, al mundo inestable de las emociones y a la naturaleza. Al estudiar y comprender la opresión que sufren los animales no humanos se entiende la correlación existente con la opresión que sufrimos las mujeres humanas. Ambas se refuerzan y son alimentadas por el mismo sistema y cultura hegemónica. En otras palabras, ambas luchas luchas deben basarse en la oposición de toda jerarquía basada en el poder y la fuerza. La vaca es el ejemplo quizás más claro: es preñada artificialmente para dar a luz y luego de tener al ternero, separarlos. El ternero será carne y la madre ordeñada hasta no poder más. Hembras que son consideradas máquinas parideras y productoras de leche. Somos seres capaces de elegir lo que consumimos, por lo tanto, elegir la ética del respeto, la igualdad y del antiespecismo, hará que la lucha sea consecuente, empática y armónica con el medio ambiente, nuestros cuerpos, y con los seres sintientes de todas las especies. En conclusión, el objetivo de ambas luchas es la reivindicación, libertad e igualdad, tal como es capaz de ilustrar el ecofeminismo. Se trata de una revolución de amor fundamentada en el respeto por la vida.
Referencias bibliográficas
Rodríguez, M. P., & López, Y. H. (2010). Ecofeminismo, una propuesta para
repensar el presente y construir el futuro. CIP-Ecosocial. Boletín ECOS, 10, 1- 3.
Comunicar en Sudcalifornia: un reto de profesionalización: Testimonios del Colegio de Licenciados en Ciencias de la Comunicación de Baja California Sur