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Nevi Volumen 2B PDF
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VOLUMEN Nº 2 – LIBRO B
NORMA PARA ESTUDIOS Y DISEÑO VIAL
QUITO, 2013
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
ADMINISTRACIÓN DE:
PREFACIO
La red vial del Ecuador es un pilar básico para el fomento de la productividad basada en los
principios de equidad, equivalencia, excelencia, sostenibilidad ambiental y competitividad, que
hace posible el cumplimiento del plan nacional de desarrollo y los principios del Buen Vivir o
Sumak Kawsay.
En este marco, el Gobierno Nacional del Econ. Rafael Correa, cumpliendo el mandato de la
Constitución del 2008, a través del Ministerio de Transporte y Obras Públicas, ha desarrollado e
implementado un plan estratégico para el mejoramiento y la excelencia en la planificación,
diseño, construcción y mantenimiento de los proyectos viales, basado en la aplicabilidad en el
Ecuador del conocimiento científico desarrollado en las mejores normativas internacionales y las
experiencias tecnológicas ecuatorianas, a través de un proceso de generación de la Norma
Ecuatoriana Vial NEVI-12, cuyo objetivo es la revisión, actualización y complementación de
normas y especificaciones técnicas del sector del transporte vial, para factibilizar y garantizar el
desarrollo nacional.
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INTRODUCCION NEVI-12
Las afectaciones de la red vial antes señaladas a su vez, de forma directa, han incidido
negativamente al proceso de desarrollo económico y productivo del Ecuador, fomentando la
pobreza y limitando el acceso a bienes, productos y servicios vitales garantizados por la
Constitución.
Las regulaciones técnicas del MTOP (MOP-001-F y MOP-001-E), generadas en 1974 han
contribuido tibiamente en solucionar los aspectos antes mencionados, pues en 1993 fueron
actualizadas con mínimos cambios por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. A través
de Acuerdos Ministeriales se ha tratado de homologar y regular aspectos no contemplados en las
regulaciones antes señaladas y la formulación de Normas Interinas de 1999 (Ex
CORPECUADOR) ha llegado a constituir una guía técnica referencial para reducir las
probabilidades de fallas de las obras de reconstrucción de la red vial.
En este sentido, el Ecuador a partir de la Constitución del 2008, y el gobierno del Presidente
Rafael Correa Delgado, ha generado e implementado el cumplimiento de las regulaciones
necesarias para garantizar los derechos ciudadanos relacionados con la seguridad, protección de
la vida y la salud humana, animal y vegetal, la preservación del medio ambiente y la protección
del consumidor contra prácticas engañosas, entre ellas la Ley del Sistema Ecuatoriano de la
Calidad, (publicada en el Registro Oficial No. 26 el 22 de febrero de 2007).
Este nuevo marco regulatorio hace indispensable armonizar el ordenamiento jurídico con los
convenios internacionales de los cuales el Ecuador es signatario y establece los requisitos y los
procedimientos para la elaboración, adopción y aplicación de normas, reglamentos técnicos y
procedimientos de evaluación de la conformidad;
Por lo dicho, corresponde a las entidades e instituciones públicas que en función de sus
competencias, tienen la capacidad de expedir normas, reglamentos técnicos y procedimientos de
evaluación de la conformidad; ante lo cual El Ministerio de Transportes y Obras Públicas, como
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El proceso antes señalado ha generado La Norma Ecuatoriana Vial, NEVI-12 que constituye
un documento normativo técnico aplicable al desarrollo de la infraestructura vial y del transporte
en el Ecuador bajo los principios de equidad o trato nacional, equivalencia, participación,
excelencia, información, sostenibilidad ambiental y competitividad sistémica.
Las disposiciones de Norma Ecuatoriana Vial, NEVI-12, deberán ser observadas por
proyectistas, constructores y por cualquier persona que desarrolle estudios y trabajos para el
Ministerio de Transporte y Obras Públicas, MTOP. Estas disposiciones constituyen el
reconocimiento de las prácticas, procedimientos y reglamentos técnicos internacionales, por ser
convenientes para el Ecuador. En este sentido, la norma NEVI-12 ha sistematizado el
conocimiento y criterio técnico de los diversos especialistas nacionales respecto de las mejores
prácticas, procedimientos y normativa de otros países aplicables a realidad y necesidades
tecnológicas ecuatorianas con proyecciones a largo plazo para un servicio vial sustentable y
seguro.
El NEVI-12 está estructurado de tal forma que pueda prestar el soporte tecnológico necesario en
campo y en gabinete para la solución de los problemas viales, aún para los más complejos;
dentro de un marco científico adecuado para la intervención de los especialistas de alto nivel.
Además, considerando que la ciencia de la ingeniería vial está en permanente cambio por las
necesidades de servicio y seguridad, el NEVI-12 facilita la innovación del conocimiento
ingenieril; mejorando, ampliando, sustituyendo y actualizando las disposiciones contenidas en
esta normativa que se desarrollaron en forma consistente con las prácticas y principios de las
normativas y especificaciones internacionales.
El NEVI-12 está conformado por seis (6) volúmenes, cuyos contenidos fueron seleccionados
estratégicamente para conformar unidades coherentes con los requerimientos tecnológicos para
el desarrollo de los proyectos viales en las fases de estudios, construcción, mantenimiento y
contratación, dentro de un marco legal consistente con el ordenamiento jurídico del Ecuador y
los principios internacionales y locales para la protección del patrimonio ecológico.
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A su vez, los Volúmenes del NEVI-12, constituyen tres unidades para el desarrollo de un
Proyecto Vial; de la siguiente manera:
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INDICE GENERAL
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MINISTERIO DE TRANSPORTE Y OBRAS
PÚBLICAS DEL ECUADOR
QUITO 2013
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2B.102.3.2. (2) a) Método crr mediante la clasificación trilinear del suelo ........................ 86
2B.102.3.2 (2) b) Ensayo CBR ............................................................................................. 88
2B.102.3.2 (2) c) Ensayo de carga con placa en modelo 1:1 ............................................... 89
2B.102.3.2 (2) d) El penetrómetro dinámico de cono (DCP) .............................................. 90
2B.102.3.2 (2) e) Ensayo S.P.T............................................................................................. 91
2B.102.3.2 (3) Módulo de resiliencia ....................................................................................... 92
2B.102.3.2 (4) Estimación de la capacidad de carga por tramos homogéneos de diseño y su
respectivo módulo ..................................................................................................................... 93
2B.102.3.2 (4) a) Método Estadístico .................................................................................. 94
2B.102.3.2. (4) b) Método del Instituto de Asfalto ............................................................... 94
2B.102.3.3 Materiales para la formación de la explanada ............................................................ 97
2B.102.3.4 Materiales del pavimento ............................................................................................ 98
2B.102.3.4 (1) Características generales. ................................................................................ 98
2B.102.3.4 (2) Mezclas bituminosas en caliente ....................................................................... 99
2B.102.3.4 (2) a) Espesor de las capas de mezcla bituminosa ............................................. 99
2B.102.3.4 (2) b) Capas de rodadura de mezcla bituminosa ............................................. 100
2B.102.3.4 (2) c) Mezclas bituminosas de alto módulo ...................................................... 101
2B.102.3.4 (2) d) Riego de imprimación ............................................................................ 101
2B.102.3.4 (2) e) Riego de adherencia ............................................................................... 101
2B.102.3.4 (2) f) Riego de Curado ..................................................................................... 101
2B.102.3.4 (3) Suelo-cemento ................................................................................................. 102
2B.102.3.4 (4) Pavimento de hormigón .................................................................................. 102
2B.102.4 MÉTODOS DE DISEÑO A UTILIZAR ......................................................................... 102
2B.102.5 MÉTODO DE DISEÑO RECOMENDADOS ................................................................ 105
2B.102.6 ESPALDONES ................................................................................................................ 108
2B.102.6.1 Categorías de tráfico pesado T0 a T1 ....................................................................... 108
2B.102.6.1 (1) Calzadas con pavimento de hormigón ............................................................ 108
2B.102.6.2 Calzadas con pavimento de mezcla bituminosa en caliente ..................................... 109
2B.102.6.3 Categorías de tráfico pesado T2 y T3 ....................................................................... 110
2B.102.6.3 (1) Calzadas con pavimento de hormigón ............................................................ 110
2B.102.6.3 (2) Calzadas con pavimento de mezcla bituminosa en caliente ........................... 110
2B.102.6.4 Categorías de tráfico pesado T3 y T4 ....................................................................... 110
2B.102.7 JUNTAS EN PAVIMENTOS DE HORMIGÓN ............................................................ 111
2B.102.7.1 Juntas longitudinales ................................................................................................. 111
2B.102.7.2 Juntas transversales................................................................................................... 111
2B.102.8 ASPECTOS CONSTRUCTIVOS.................................................................................... 112
2B.102.9 DIMENSIONAMIENTO DEL REFUERZO .................................................................. 114
2B. 102.9.1 Tráfico ..................................................................................................................... 114
2B. 102.9.2 Módulo del suelo Es ................................................................................................ 116
2B. 102.9.3 Cálculo de los espesores de las capas ...................................................................... 116
2B. 102.9.3 (1) Estructura Existente ....................................................................................... 116
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Deberá utilizarse a tal fin mapas de suelos existentes, mapas geológicos, información de
organizaciones viales nacionales y locales, e interpretación de fotografías aéreas.
f. Supervisar todos los ensayos necesarios de campo y laboratorio relacionados con suelos,
materiales y mezclas de materiales y evaluar los resultados de los mismos.
i. Si la naturaleza del problema requiere estudios adicionales más completos que los aquí
mencionados, deberá prepararse un programa suplementario o una segunda etapa de
perforaciones y ensayos para ser aprobados y autorizados por el MTOP, Conjuntamente con
el programa, se presentará un presupuesto detallado para estos trabajos, cotizado por precios
unitarios.
Ensayos
Perfil estratigráfico de la zona del camino
Descripción de investigaciones y ensayos de minas y canteras
Perfiles geotécnicos para cimentaciones
Todo otro estudio de suelos realizado
k. Recopilar toda otra información necesaria para complementar los puntos precedentes.
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FASE 2 DESARROLLAR Y
PROFUNDIZAR EL ESTUDIO DE
PREFACTIBILIDAD ALTERNATIVAS PARA
SELECCIÓN DE RUTAS.
ESTUDIO GEOTÉCNICO
DETALLADO DE ESTRUCTURAS
FASE 4 REVISIÓN Y VERIFICACIÓN DE
LOS RESULTADOS DEL ESTUDIO
DISEÑO FINAL PRELIMINAR.
INVESTIGACIONES
SUPLEMENTARIAS. DISEÑO
FASE 5 GEOTÉNCIO FINAL
ESPECIFICACIONES
DOCUMENTOS DE CONSTRUCTIVAS INCLUYENDO
CONSTRUCCIÓN PLANOS
_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _
CONTROL GEOTÉCNICO DE
CONSTRUCCIÓN CALIDAD
________________________________________________________
CONSERVACIÓN Y
OBSERVACIÓN DEL
CARRETERA EN SERVICIO COMPORTAMIENTO EN
SERVICIO DE LA OBRA
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2B.101.2.1 Objetivos
Tiene como objetivo estudiar una amplia zona del corredor en donde se proyecta construir la
obra para proponer un conjunto de alternativas de trazado.
2B.101.2.2 Metodología
La escala debe permitir la representación de grandes áreas sin perder una resolución importante
con escalas recomendables: de 1:50.000 a 1:25.000.
El estudio abarcará una franja cuya información sea importante para el corredor o la alternativa
propuesta, en este caso:
a) Características Hidrogeológicas
Unidades geológicas
Unidades geomorfológicas
Rasgos estructurales
Rasgos hidrogeológicos
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Muy favorable
Favorable
Aceptable
Desfavorable
Muy desfavorable
2B.101.3.1 Objetivos
Sirve para desarrollar y profundizar el estudio de las alternativas seleccionadas en la fase Pre-
preliminar. La escala de trabajo será de 1/5.000, en base al siguiente esquema:
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Consisten en la determinación de zonas a evitar o estudiar con mucho detalle si son inevitables
para proponer alternativas de trazado: en zonas inundables, zonas costeras con riesgo de tsunami,
áreas salinas y yesíferas, zonas desérticas con deriva de arena y sedimento eólico, formaciones
superficiales de suelos blandos o colapsables, laderas con deslizamientos o desprendimientos,
zonas con vulcanismo activo o reciente, zonas karstificadas, etc.
Es necesario realizar una representación del corte vertical del terreno siguiendo las diferentes
alternativas de trazado consideradas.
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Descripción de la roca
Dirección y buzamiento de las discontinuidades
Análisis de la inestabilidades
Características de las discontinuidades (espaciado, abertura, continuidad, etc.)
Características del relleno de las juntas.
Datos sobre las condiciones hidrológicas.
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2B.101.3.11 Cimentaciones
Estimación preliminar del tipo de cimentación de estructuras del trazado, según los datos del
Estudio Geológico y los parámetros geotécnicos disponibles para conocer el número de
cimentaciones superficiales y profundas.
Deben estar basados en los perfiles geológicos que se incluyen en el Mapa Geológico 1/5.000, y
son necesarios para resumir de manera gráfica las características geotécnicas de las diferentes
alternativas en estudio.
Búsqueda de zonas de préstamo: con el objeto de localizar unidades geológicas aptas para ser
utilizadas como material de construcción y que estén lo más cercanas posible de los puntos de
consumo previstos para extraer mediante métodos mineros materiales para rellenos, agregados
para concreto, sub-base, base y otras capas de asiento.
Equilibrados
Deficitarios
Excedentarios
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Para optar por la búsqueda del corredor que se encuentre más cerca del equilibrio de tierras y que
cumpla otros condicionales estudiados.
% DEL PRESUPUESTO DE
TRAZADO CARACTERISTICAS
OBRA
Por ser obras con un coste lineal muy elevado, se hará un estudio geológico específico de cada
túnel, con perforación de algunos sondeos si fuere necesario, para dibujar un perfil geológico
aproximado con datos geológicos profundos que precisen la extrapolación hacia debajo de los
datos de geología de superficie.
2B.101.3.15 Conclusiones
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Modificación de rasante.
Optimización de obras de tierra, túneles y estructuras (por ejemplo: cambiar grandes
desmontes por pequeños túneles).
2B.101.4.1 Objetivos
Este estudio nos proporcionará una definición completa de los aspectos geológico-geotécnicos
del trazado, a excepción de la definición de la cimentación de estructuras, que se aborda en la
fase siguiente.
2B.101.4.2 Metodología
Cartografía Geológica de detalle: Escala 1/1.000 a 1/2.000 para contar con una escala
detallada para la definición de las unidades geológicas y sus estructuras a escala métrica.
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Finalidad: Estudiar las propiedades geotécnicas de los materiales afectados por las obras.
Procedimiento de caracterización:
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Densidad
Denominación Descripción aparente C’ (kPa) ’ (º) E (kPa)
3
(kN/m )
UG-0 Rellenos Antrópicos 17,5 5,0 30 9.600 0,37
Arcillas y limos
UG-1 20,4 10,0 24 5.000 0,35
marrones
Arenas Limosas
UG-2 20,5 5,0 32 20.000 0,35
cuaternarias
Alternancia limos y
UG-3.1 19,3 10,0 28 11.000 0,35
arenas grises
UG-3.2 Arcillas plásticas 19,3 29,0 22 3.500 0,35
Gravas arenosas
UG-4 20,0 1,0 38 39.200 0,33
cuaternarias
La profundidad de los reconocimientos será tal que abarque la zona de rotura de posibles
inestabilidades globales y será la menor de las tres siguientes:
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En este caso se realizarán las prospecciones indicadas espaciadas, con carácter general, una
determinada separación, LipR. A los efectos de este documento, dicha separación puede
fijarse en trescientos metros LipR = 300 m).
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Las graveras y canteras suelen facilitar sus propios ensayos de calidad sobre el material
producido. Aún así, es conveniente realizar ensayos de contraste en fase de proyecto. El tipo de
ensayos a realizar dependerá del asignado a ese material durante las obras.
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El material, decimos es de buena calidad, cuando satisface de manera favorable las siguientes
condiciones básicas.
RESISTENCIA
TRABAJABILIDAD
CONDICIONES TÉCNICAS
DURABILIDAD
HIGIENE
Por lo tanto se dice que un material es resistente cuando el es capaz de soportar las cargas que
actúan sobre la estructura que la constituye.
La resistencia de un material viene dada por su capacidad para resistir la solicitación de las
cargas.
a.2) Trabajabilidad: Las condiciones relativas a la Trabajabilidad exigen que el material sea de
fácil aplicación, ellas se refieren a la adaptabilidad del material a la construcción. Es evidente
que todo material que no puede ser trabajado o aplicado dentro de las condiciones corrientes de
la práctica, solo puede ser empleado con condiciones muy especiales, con sacrificio del costo de
la obra
a.4) Higiene: También es deseable que el material durante su periodo de uso se comporte de
modo favorable a la salud humana.
Por ejemplo el material debe ser aislante (calor, frío), impermeable (agua, gas), no retener la
humedad, o presentar emanaciones perjudiciales a la salud en general.
Para que un material pueda ser utilizado, es indispensable que preliminarmente sea examinado
en lo que se refiere a los gastos que su adquisición y utilización puedan acarrear.
Es condición esencial que los materiales sean adquiridos y utilizados con un mínimo de gasto,
considerándose eficiente a un material que satisfaciendo las condiciones técnicas y estéticas
tenga el costo más ventajoso.
Si acompañamos las fases por las que pasa un material desde su extracción o fabricación hasta su
utilización en la obra, podríamos verificar que todas ellas exigen gastos que son considerados por
los industriales e ingenieros en el sentido de reducirlos al mínimo. Esos gastos en resumen son
los siguientes:
OBTENCIÓN INDUSTRIAL
DE ASQUISICIÓN
TRANSPORTE
GASTOS
APLICACIÓN DEPENDE DE LA TRABAJABILIDAD
DE UTILIZACION
Figura 2B.101-19 Gastos en los que incurre un material desde extracción hasta utilizacion
c) Condiciones Estéticas: Las condiciones referentes a la estética exigen que del material se
pueda sacar partido visual. Dentro de este grupo de condiciones podemos citar: el colorido, la
figura, etc.
La calidad del material o la satisfacción del material a las condiciones técnicas exigidas, es
estimada directamente observando el comportamiento del material en obras ya realizadas o
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sometiendo el material a experiencias, ensayos, en los cuales las condiciones que debe satisfacer
son reguladas o modificadas intencionalmente.
Las determinaciones experimentales de las cualidades de los materiales, constituyen los ensayos.
Los ensayos en definitiva, tienden a la determinación numérica de las grandezas que definen las
propiedades de los materiales, relacionándolos a los fines a los que ellos se destinan.
Los ensayos de materiales forman una técnica que participa al mismo tiempo de la física, de la
química o de la mecánica, ellos fueron creados y se han desarrollado día a día acompañando a las
necesidades directas de la práctica.
Los ensayos nos permiten obtener de los materiales:
b) Ensayos de recepción: Constatan si el producto posee las cualidades necesarias para el fin a
que se destina.
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En base a lo anteriormente indicado, todo método debe fijar, las pruebas necesarias a que los
materiales deben ser sometidos para la evaluación numérica de sus características y la manera
detallada de ejecutar cada una de esas pruebas de manera que los datos numéricos resulten
comparables entre si.
Estos métodos de ensayo que se realizan con los materiales pueden clasificarse en dos grupos
principales:
Una vez que han sido definidas en el estudio geológico de selección de ruta las posibles zonas
que pueden servir como fuentes de materiales para la construcción. En esta etapa procedemos a
realizar el estudio de los yacimientos en forma individual teniendo en cuenta las características
técnico-económicas de los materiales a utilizar.
El método de estudio para esta etapa se puede establecer en las siguientes fases:
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Sondeos
Ensayos de laboratorio
Cubicación
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Para determinar el CBR, deberá seguirse la misma orientación, ensayándose las muestras de
perforaciones espaciadas cada 60 m, tanto en la prospección del material, como en las definitivas
serán utilizadas en las operaciones de campo, el boletín de sondaje que se adjunta en la cual
constarán los siguientes aspectos.
En lo que se refiere a rocas se admite y se tolera para evitar el empleo de sondas rotativas en la
determinación del volumen, que la cubicación se realice indirectamente (geofísica por ejemplo).
No poseer partículas que floten en líquido de densidad igual a 2.0 o que sean retenidos en el
tamiz de 0.297 mm en porcentajes superiores a 1%.
Además de considerar el suelo como elemento soportante de una obra también hay que
considerarlo como material de construcción utilizado en la ejecución de obras tales como
rellenos, estructura del pavimento de carreteras, etc.
En estos casos como en los otros, el suelo debe satisfacer determinadas exigencias requeridas por
las especificaciones propias de cada obra, cuando esto no aconteciere él deberá ser sometido a un
tratamiento adecuado para que adquiera las características y propiedades que permitan su
utilización.
En cualquier caso, lo que se pretende es aumentar la resistencia del suelo, Lo que se consigue
modificando:
Además sabemos que los valores de estos parámetros dependen principalmente de tres factores a
saber:
a) La granulometría: interviene a través de las fracciones gruesa (grava o arena) y fina (limo o
arcilla) del material.
La primera entra como elemento inerte, contribuyendo para el rosamiento interno y la
segunda como elemento aglutinante influyendo en la cohesión.
b) La compacidad: (deseable) obtenida de la compactación, cuyo objetivo es mejorar la calidad
del suelo, no solo en cuanto a resistencia, sino también en los aspectos de permeabilidad,
compresibilidad y absorción de agua. En el estado actual de la técnica se sabe que el efecto
de compactación depende fundamentalmente de la energía empleada y del contenido de
humedad.
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En caso de no contar con buenos materiales granulares se puede proceder a estabilizarlos con los
siguientes procedimientos:
Los cortes y rellenos son las dos tipologías de obra de tierra más importantes dentro de
una infraestructura lineal. Suponen más del 90% de tierras a movilizar. Su repercusión en el
presupuesto de una obra es considerable (aprox. 20-30%) y suelen requerir de largos periodos de
tiempo para su ejecución. Por lo cual deben quedar completamente definidas en la Fase
Preliminar del Proyecto.
1. Geometría y estabilidad
2. Medidas de sostenimiento.
3. Sistemas de drenaje.
4. Excavabilidad.
5. Aprovechamiento del material.
6. Características del fondo de desmonte.
1. Estabilidad de la excavación.
2. Observaciones en los desmontes cercanos.
3. Balance de tierras: compensación entre el volumen de excavación y de relleno.
4. Expropiaciones que condicionen la pendiente del talud.
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c) Estabilidad de la Excavación:
Los movimientos de un talud son inducidos por factores que contribuyen para el aumento de la
solicitud (tensiones cizallantes) o para la reducción de la resistencia del macizo. En el primer
caso, el aumento de las tensiones cizallantes es en general debido a sobrecarga en el tope
(terraplenes), alivianamiento en la base (cortes o erosiones), vibraciones (terremotos, máquinas),
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remoción de soporte de sub-superficie (erosión por piping, cavernas, etc.). En el segundo caso,
los factores más comunes para la reducción de la resistencia son: intemperismo físico-químico de
los minerales, modificaciones estructurales (fisura, deformación), aumento de la presión de poros
( en los vacíos de suelos o en fisuras de rocas).
Existen varias definiciones posibles para el factor de seguridad, cada una pudiendo implicar
valores diferentes de FS. Las definiciones más usuales de FS en análisis de estabilidad de taludes
son:
a) Factor de guarda jurado relativo al equilibrio de momentos aplicado usualmente en análisis
de movimientos rotacionales, considerándose superficie de ruptura circular.
(Ec. 2B.101-01)
(Ec. 2B.101-02)
admisible para el factor de seguridad (FSadm) va a depender, entre otros factores, de las
consecuencias de una eventual ruptura, en términos de pérdidas humanas y/o económicas.
La Tabla 2B.101-06 presenta una recomendación para valores de FS adm y los costos de
construcción para elevados factores de seguridad. Se debe resaltar que el valor de FS adm debe
considerar no solamente las condiciones actuales del talud, pero también el uso futuro del área,
preservándose el talud contra cortes en la base, deforestación, sobrecargas e infiltración excesiva.
Para taludes temporales, el valor de FSadm debe ser el mismo, considerándose, aún, las
solicitaciones previstas durante la construcción
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En los casos en que la definición de los parámetros de resistencia del suelo es imprecisa, es usual
la adopción de un factor de reducción directamente aplicado a los parámetros de resistencia a lo
largo de la superficie de ruptura.
(Ec. 2B.101-03)
2. En términos de tensiones totales
(Ec. 2B.101-04)
Análisis son divididas en dos categorías: métodos determinísticos, en los cuales la medida de
seguridad es hecha en términos de la probabilidad o del riesgo de ocurrencia de la ruptura.
Para proyectos clasificados como de riesgo pequeño a medio, se recomienda el uso de métodos
simplificados con superficies de ruptura no circulares (ejm. Jambu), o métodos rigurosos (ejm.
Morgestern & Price). Sin embargo, análisis con superficies con superficies de ruptura circulares
(Bishop) pueden ser ocasionalmente aplicadas en estudios preliminares. Para proyectos de riesgo
elevado, son requeridos estudios geológicos y geotécnicos más detallados (Spencer o Sarma).
Existe en el mercado una gran variedad de software especializados para análisis automático de
estabilidad de taludes en microcomputadores, con precios variando entre 500 y 5000 dólares
americanos. Los más caros ofrecen más recursos de edición gráfica (ejm. G-SLOPE), mientras
los más baratos están aún presentados en DOS. El uso de un programa de ordenador permite
analizar casos complejos envolviendo cargas de distintos materiales. Cargamentos aplicados
sobre el talud y varias condiciones de presión de poros, entre otras ventajas.
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La primera incluye la identificación del movimiento y requiere del flujograma de estudio que se
indica en la Figura 2B.101.24
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ESTUDIOS TOPOGRÁFICOS
ESTUDIOS GEOLOGICOS
DIAGNÓSTICO
ESTUDIOS HIDROLÓGICOS
ESTUDIOS GEOTÉCNICOS
a) Taludes en suelo: Las diversas soluciones que son objeto de este trabajo constan de la
Figura 2B.101-25. El drenaje y la protección superficial son soluciones siempre presentes en la
estabilización de taludes. Las demás pueden variar caso a caso.
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ABATIMIENTO
DRENAJE Y
PROTECCIÓN
SUPERFICIAL
MUROS
TALUDES
EN SUELO
PANTALLAS
ANCLADAS
REFUERZOS CON
GEOSINTÉTICOS
MICROPILOTES
(SOIL NAILING)
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SUAVIZACIÓN
ABATIMIENTO
BERMAS O
TERRAZAS
MICROPILOTES
(Soil Nailing)
CORTES
PANTALLAS
DRENAJE Y
ANCLADAS
TALUDES EN PROTECCIÓN
SUELOS SUPERFICIAL
MUROS
TERRAPLENES
REFUERZOS
CON
GEOSINTÉTICOS
Algunos aspectos también son relevantes para elección de la solución en taludes en suelo. Entre
las que se destacan son las siguientes:
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Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
b) Taludes en roca: Las soluciones de proyecto para los taludes en roca o en taludes con
bloques sueltos constan en la Figura 2B.101-27. La definición de la solución depende de varios
factores indicados en esta figura.
54
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
CON
CONTRAFUERTES
ANCLAJES Y
CHUMBADORES
CON
MALLAS
IMPLANTACIÓN
DE BANQUETAS
ESTABILIZACIÓN RELLENO DE
FISURAS
PROTECCIÓN HORMIGÓN
SUPERFICIAL LANZADO
DREJANE
55
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Caracterización del
Problema Eliminación
Localización
Situación
Inclinación del talud
Taludes en Risco
Roca Volumen en forma de Decisión de Estabilización
bloques proyecto
Centro de gravedad
Estructuras
Litología
Grado de Alteración
Condición de apoyo Convivencia
Plaza de trabajo
Desmonte y
fragmentación de
bloques
ELIMINACIÓN
Relajación de la
estructura sujeta al
risco
56
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Bermas intermedias, teniendo en cuenta tanto la diferencia de cotas entre las mismas
como la posición de los diferentes contactos litológicos.
57
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
1
Terreno natural
1 sg Contrapendiente
Terreno natural (drenaje)
sa
Material tipo suelo
rs rs
1
1
re e
Los drenajes profundos evacúan el agua del interior de la excavación, evitando así la generación
de sobre-presiones intersticiales que pongan en peligro la excavación: drenes californianos,
costillas drenantes, pozos etc.
58
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
59
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Su utilidad se realizará en base a las características de los materiales excavados en cada uno de
los cortes de la traza según los siguientes ensayos.
60
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
La calidad del fondo del corte (o del núcleo del terraplén) influye directamente en el espesor y
naturaleza de la estructura del pavimento, para lo cual se sugiere determinar.
Plasticidad
Hinchamiento
CBR
Colapso
Se debe disponer de los ensayos indicados cada 200-400 m y en base a ellos realizar una
tramificación de toda la traza a fin de establecer:
Figura 2B.101-35 Esquema del conjunto fondo de desmonte + capas de asiente + capas
firme
61
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Problemas:
Expansividad
Problemas de colapso
Materiales kársticos o evolutivos
Suelos con elevados contenidos en sales
Baja capacidad portante
Nivel freático alto
y Soluciones:
Saneo y sustitución
Mezcla con un suelo de mejores características o con cal.
Geotextiles impermeables
Geomallas con capacidad resistente
Drenajes para rebajar el nivel freático
2B.101.4.10 Rellenos
Tipo de relleno
Geometría
Estabilidad
Asientos
Tratamiento
2B.101.4.10 (1) Tipos de relleno y geometría
2H:1V ( )
Se recurrirá a esta pendiente cuando sea conveniente reducir tendiones en el terreno de apoyo o
en el propio relleno:
3H:2V ( )
La experiencia ha demostrado que terraplnes con buen material y correcta compactación son
estables al 3H: 2V.
62
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
b) Pedraplenes: Ejecutados con fragmentos de roca o mezcla de rocas y suelos. Pueden tener
taludes mayores que 3H:2V previo estudio específico. Bien ejecutados soportan hasta 1H:1V,
con alturas inferiores a 10-15 m, su utilización presenta las siguientes ventajas
a) Cuerpo del relleno: Con buenos materiales, correcta compactación y taludes apropiados no
debe originar inestabilidades en el cuerpo de los rellenos. En caso contrario el cimiento y
conjunto relleno-cimiento requieren de un estudio particular.
63
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Si bien es cierto que igual que el coeficiente de seguridad de una excavación no hace sino
reducirse con el tiempo (erosión, deterioro de las medidas de sostenimiento, etc.), el terraplén no
ve mermadas sus propiedades ya que tiende a compactarse a si mismo y a compactar el terreno
del cimiento. De ahí que el momento crítico para un relleno es meses o pocos años después de su
construcción (a menos que se vea afectado por graves circunstancias accidentales).
50
Asiento total (cm)
100
150
200
250
300
b) Asientos del cuerpo del relleno: Dependen de la altura del relleno, material empleado y
grado de compactación. La mayoría ocurren en el primer año tras la construcción y en los dos
años siguientes se habrá producido la totalidad del asiento.
Asiento = α H
64
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Estratigrafía
Geometría del relleno
Módulo de deformación de cada estrato (parámetro esencial)
Módulo de Poisson
Estratigrafía
Geometría del relleno
Índice de compresión (Cc) e índice de vacíos (e0) (parámetros esenciales)
Coeficiente de consolidación (Cv) (dictamina la velocidad del asiento)
Módulo de Poisson
(Ec. 2B.101-05)
65
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Ensayo de penetración estática (CPTU): A parte de ofrecer una estratigrafía muy precisa
de las zonas blandas, proporciona un valor muy exacto del coeficiente de consolidación del
terreno.
g) Los asientos del cimiento del relleno: Deben ser compatibles con el plan de obra.
Rellenos críticos para el desarrollo de la obra: Son aquellos que afectan al desarrollo de
otras labores de obra, como puede ser el terraplén de un viaducto que sea el único paso
sobre una vaguada, y que por tanto tenga que ser ejecutado al inicio de las obras. Estos
rellenos deben diseñarse de tal forma que los asientos se produzcan en el mínimo plazo
posible, acelerando los tratamientos del terreno si fuera necesario.
Rellenos no críticos para el desarrollo de la obra: En ocasiones trascurre bastante tiempo,
incluso años, desde la ejecución del relleno hasta su puesta en servicio. En estos casos es
posible que los asientos del cimiento, aunque se produzcan de manera muy lenta, ya
hayan finalizado antes de la puesta en servicio de la carretera, o el remanente puede ser
admisible.
Estos rellenos no precisan de tratamientos del terreno y deben ser objeto detallado de
estudio en esta fase de proyecto porque pueden ahorrar mucho dinero a la obra en
tratamientos.
Precarga y sub-drenaje
66
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Características:
Limitaciones:
Características:
Mejoran la resistencia del terreno, de aplicación fundamentalmente en terrenos
granulares.
Evita licuefacción del terreno en zonas sísmicas con arenas sueltas (Nspt<10 golpes) y
elevado NF.
La compactación dinámica consiste en golpear el terreno con una maza a intervalos
regulares.
La compactación por vibración consiste en introducir un vibrador en el terreno
para producir el empaquetamiento de los suelos granulares.
Mallas habituales: 1,5 x 1,5 m hasta 5,0 x 5,0 m.
67
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Limitaciones:
Se requiere para organizar y distribuir mediante iteraciones sucesivas, los materiales de manera
óptima para que el plazo y el coste sean lo más ajustado posible, permitiendo seleccionar los
equipos necesarios que mejor se adapten a las características del corredor seleccionado.
Geología del trazado, unidades geológicas afectadas y volumen a excavar de cada una.
Caracterización de las unidades para establecer reutilización.
Ubicación y distribución de unidades en trazado.
Localización préstamos, canteras y vertederos.
Establecer los costes de excavación para distintos métodos y tipos de transporte.
Ripabilidad
o Medios mecánicos
o Ayuda de voladura. Incremento de precio unitario 100%
o Voladura sistemática. Incremento de precio unitario 300%
Reutilizable o no
Esponjamiento
o Mayor coeficiente, mayor volumen a mover.
o Menor coeficiente, menos volumen a mover.
Necesidad de tratamiento previo
68
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
o Machaqueo
o Estabilización con cal química o mero SL
o Etc.
Distancia a recorrer.
o Suplementos por distancia de hasta 15%
Orografía terreno.
o Necesidad de maquinaria más potente y más cara
o Mayor consumo combustible
Facilidad de accesos.
o Maniobrabilidad maquinaria
o Desmontes adicionales
Procedencia de túnel o desmonte.
o Distribución tráfico. Demoras en plazo.
o Coordinación con otras actividades
o Etc.
Propiedad material.
Excavación de préstamos y canteras
Distancia a recorrer
Situación geográfica
69
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Propiedad material.
o Canon de vertido
Distancia a recorrer
Situación geográfica
2B.101.4.11 Resultados
2B.101.5.1 Objetivos
2B.101.5.2 Metodología
Trabajos de reconocimiento:
a) Puentes y viaductos:
- Un sondeo por apoyo (pila o estribo)
- Complementariamente se podrán realizar otras investigaciones: sísmica, CPTU, ensayos
de penetración, calicatas.
70
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
b) Pasos superiores:
La campaña se considera comprendida dentro del estudio del relleno que la contiene. Al
menos debe haber 1 reconocimiento en la ubicación en planta de la estructura estudiada.
Podrá ampliarse la campaña en función del tipo de terreno.
Si L < 20 m 1 sondeo
Si L > 2 0m 1 sondeo adicional cada 50 m
a) Muros:
a) Cimentación superficial
Donde:
71
Volumen 2 Libro B
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Siempre es conveniente que en los puentes de varios vanos se realice al menos un sondeo
claramente más profundo, para conocer la estructura general del terreno.
b) Cimentación profunda.
b.1) Pilotes por punta: Cuando se confirme que existe roca sana en profundidad el
reconocimiento puede ser menor, pero nunca inferior a 6 m bajo la punta de los pilotes, aunque
en esa zona exista roca sana, competente y continua en profundidad.
Donde:
b.2) Pilotes por rozamiento: Cuando no se encuentre una zona clara de apoyo de los pilotes y
éstos hayan de trabajar por rozamiento, se precisa una evaluación previa y prudente de la
longitud necesaria del pilote necesaria, L.
Sólo en algunos casos especiales, donde existan suelos especialmente blandos a mayores
profundidades, será necesario profundizar más los reconocimientos
• Zmin ≥ L + 5 D
• Zmin ≥ 1,5 (L + B)
72
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Donde:
c) Reconocimiento del depósito de suelo: Harán sondeos con recuperación de testigo, con toma
de muestra (SPT, MI, testigo parafinado) al menos cada 3 m durante la ejecución del mismo,
para su posterior ensayo en laboratorio.
MI = Muestra Inalterada
La longitud de los sondeos en el caso de cimentación superficial será suficiente para caracterizar
el nivel de la punta.
73
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Podrán realizarse ensayos “in situ” (presiométricos, de permeabilidad, etc.) en el interior de los
mismos.
Se medirá la profundidad del nivel freático.
En estos casos el proyecto deberá incluir una campaña geotécnica complementaria. Y deberá
quedar definido:
74
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Viaductos.
Edificaciones asociados a la carretera.
Muros pantalla.
Muros de gravedad.
Recalces, recrecidos y otras actuaciones especiales.
En todos los casos se requieren los mismos datos de partida para el estudio de la cimentación:
Los datos anteriores se van ajustando en las sucesivas fases de proyecto, pero es con la campaña
complementaria ejecutada en fase de Proyecto Definitivo cuando terminan de definirse.
75
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Cota superior del nivel de empotramiento y de la punta del pilote (medida sobre un plano
absoluto).
Cota del plano inferior del encepado.
Unidad geotécnica de apoyo de la punta del pilote.
Perfil estratigráfico de cálculo y parámetros geotécnicos adoptados.
Resistencia unitaria por punta y fuste a lo largo del pilote.
Longitud del pilote indicando su carga de hundimiento, factor de seguridad adoptado y
carga admisible.
Tope estructural adoptado.
Evaluación de los asientos previsibles en el pilote.
Carga admisible y asientos del grupo de pilotes del encepado (si procede).
Coeficiente de reacción horizontal de cada estrato.
Análisis de los de los esfuerzos parásitos (rozamiento negativo, esfuerzos laterales, etc.).
Tipo de pilote y procedimiento constructivo.
e.2) Edificaciones asociadas a la carretera: Como puede tratarse de casetas de peaje, puestos
de control, servicios o edificaciones que sea necesario restituir. El proyecto debe justificar el
tipo de cimentación más apropiado. Cuando se trate de cimentación directa o profunda se
deberán facilitar los datos indicados anteriormente. Si se trata de losas, el proyecto deberá incluir
los siguientes datos:
Cimentación mediante losa:
76
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
e.4) Muros de gravedad: Los muros de gravedad más frecuentes en las obras lineales son los
muros de hormigón. Datos geotécnicos para el diseño de la cimentación:
El Proyecto debe justificar el tipo de cimentación más apropiado: directa o profunda y facilitar
los datos indicados anteriormente en el caso de los viaductos, prestando especial atención a las
situaciones de vuelco y deslizamiento, además de hundimiento.
El Proyecto debe incluir las especificaciones del material de relleno del trasdós. Estas
especificaciones deben indicarse en el PPT y en los Planos.
En base al material de relleno se facilitará la ley de empujes del terreno y agua freática sobre el
muro.
Se definirán los anclajes según lo indicado anteriormente para muros pantalla y muros de
pilote.
Recomendaciones para el drenaje.
Recomendaciones constructivas.
2B.101.5.4 Resultados
77
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
2B.102.1 INTRODUCCIÓN
El pavimento es una estructura de cimentación formada por una o más capas, sobre la que actúan
cargas repetidas en su superficie y que debe ser capaz de transmitir durante su vida útil las
tensiones provocadas por las cargas hacia la subrasante y hacia los materiales constituidos de sus
capas, de tal forma que no se superen las tensiones y deformaciones específicas admisibles.
El pavimento es una superficie que debe permitir la circulación del tránsito mixto, en
condiciones de seguridad, confort y comodidad, bajo cualquier condición climática, durante un
tiempo prolongado.
78
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
79
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
2B.102.2 OBJETO
El objeto de esta norma es el establecimiento de los criterios básicos que deben ser considerados
en el proyecto de los pavimentos de carreteras de nueva construcción. Para ello se presenta una
metodología de proyecto que pretende facilitar y simplificar la labor del ingeniero proyectista.
Entre las secciones estructurales se deberá seleccionar en cada caso la más adecuada,
dependiendo de las técnicas constructivas y de los materiales disponibles, así como de los
aspectos funcionales y de seguridad de la circulación vial. Además se deberá incorporar un
estudio de los costos de construcción y de conservación, junto a la consideración de aspectos
relacionados con la protección ambiental, de manera que la solución elegida quede plenamente
justificada.
Para garantizar la capacidad estructural, y uniformidad a lo largo del tramo en estudio, un cuadro
de soluciones para la formación de la subrasante. Se considera inexcusable estudiar en la fase de
proyecto la forma de aprovechar al máximo los materiales disponibles en la traza, al objeto de
optimizar técnica, económica y ambientalmente la solución proyectada.
Esta norma será de aplicación a los proyectos de pavimentos de carreteras de nueva construcción
y de acondicionamiento de las existentes. Salvo justificación en contrario, también se aplicara a
la reconstrucción total de pavimentos; no será aplicable, en cambio, a los pavimentos sobre
puentes ni en túneles.
Esta norma sólo será válida en los supuestos considerados en cada apartado. En otro caso
deberán justificarse las soluciones adoptadas, manteniendo en lo posible los principios y las
recomendaciones que se dan para garantizar una razonable equivalencia estructural de las
secciones.
Sólo en casos muy justificados, y exclusivamente para las categorías de tráfico pesado T2 y T31,
se podrá aplazar la construcción del pavimento definitivo, siempre y cuando la sección de firme
inicialmente construida resulte estructuralmente suficiente y su superficie cumpla todos los
80
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
requisitos exigidos a las caparas de rodadura y a sus materiales constituyentes. En todo caso
deberá recabarse autorización expresa de la subsecretaria de infraestructura del transporte.
En los proyectos de carreteras situados a una altitud superior a 1500m se comprobaran, mediante
un estudio especial, que la cimentación y el drenaje subterráneo son adecuados para evitar la
formación de depósitos de agua debajo del firme, ajustándose en lo demás a esta norma.
Junto a las especificaciones que se recogen en esta norma se establecerán las medidas necesarias
para el cumplimiento de la legislación que en materia ambiental y de seguridad y salud
estuvieran vigentes en cada momento.
Esta norma se aplicara en los estudios y proyectos de nuevas carreteras estatales. Salvo
justificación en contrario, se aplicara asimismo en los estudios y proyectos de reconstrucción
total de firmes existentes.
Cuando se considere la ejecución por etapas, el pavimento a añadir en la segunda etapa deducido
de esta Norma, se considerara como indicativo, debiendo en su momento ser reconsiderado,
proyectándolo como refuerzo.
Esta Norma sólo era aplicable a lospavimentos que se proyecten con los materiales considerados
en el numeral 2B.102.3 Cuando los materiales o unidades de obra sean diferentes de los
considerados en 2B.102.3, deberán justificarse las soluciones adoptadas, manteniendo en lo
posible las reglas de esta norma.
2B.102.3.1 Solicitaciones
La estructura del firme será función del número y características de los vehículos pesados que se
prevea vayan a circular por el carril de proyecto durante el período de proyecto. Este período
será de 20 años, salvo indicación en contrario de la Orden de Estudio. Cuando se considere la
ejecución por etapas, la suma de sus periodos de proyecto no será inferior al periodo antes
citado.
Se partirá de los estudios de tráfico, con aforos de intensidades y cargas por eje, y de los datos de
que se disponga para la previsión de tráfico.
81
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Entonces:
Donde:
∫ [ ]
Luego de reemplazar los límites de la integral y el valor de , se obtiene la ecuación final del
número acumulado de ejes equivalentes.
Para fijar el porcentaje de los vehículos distribuidos en cada uno de los carriles se utilizará la
tabla siguiente:
82
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
[ ]
Donde:
t: Período de diseño
Siempre que sea posible, se estimara la distribución probable de cargas por eje y el número de
ejes equivalentes de 12t (120 kN) que utilizarán el carril de proyecto en el período de proyecto.
A estos efectos, se utilizará la siguiente relación de equivalencias, desarrollada en la Tabla
2B.102-04:
( )
(Ec. 2B.102 – 03)
O bien:
( )
Se despreciarán las condiciones debidas a los vehículos no definidos como pesados. Cada eje
tándem de peso P se considerará como equivalente a 1,4 ejes simples de peso P/2 y los tridem a
1,8 del peso P/2
83
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Cuando no se pueda disponer de los datos concretos sobre evolución, asignación por carriles y
distribución de cargas por eje, se admitirá lo siguiente:
1. La tasa de crecimiento anual del tráfico pesado durante el periodo de proyecto es de 4%.
2. En calzadas de dos carriles y doble sentido de circulación incide sobre el carril de
proyecto el 50% del total de vehículos pesados.
3. En calzadas de dos carriles por sentido de circulación incide sobre el carril de proyecto el
100% de los vehículos pesados que circulan en el sentido considerado.
4. En calzadas de tres o mas carriles por sentido de circulación incide sobre el carril de
proyecto el 85% de los vehículos pesados que circulan en el sentido considerado.
5. La equivalencia de cada vehículo pesado en eje de 12t (120kN) es de 0,5.
84
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Categorías de trafico
Número acumulado de ejes
Categorías
Designación equivalentes de 12t (120kN)
de Np
en el carril y periodo
tráfico
de proyecto
T0 Muy pesado > 4000 >10⁷
T1 Pesado 2000-4000 4.10⁶-10⁷
T2 Medio Alto 800-2000 8.10⁵-4.10⁶
T3 Medio Bajo 200-800 8.10⁴-8.10⁵
T4 Lijero 100-200 10⁴-8.10⁴
Cuando el tráfico previsto sea inferior a ejes equivalentes se deberá estudiar soluciones más
económicas, cuyo comportamiento en casos análogos hayan sido satisfactorios.
En el caso de utilizar métodos de diseño mecanicistas, se define como rueda simple equivalente
de un grupo de dos o mas ruedas relativamente próximas, a una rueda simple aislada que con la
misma presión de los neumáticos de las ruedas del grupo determina en los pavimento tensiones
equivalentes a a las determinadas por el grupo.
Debido a que los pavimentos son estructuras de cimentación que se encuentran sometidas a
cargas repetidas, su capacidad de carga se puede estimar con las siguientes expresiones (CRR
centro de investigación de carreteras de Belgica)
[ ]
= Será el esfuerzo admisible del suelo de cimentacion expresado en Mpa en función del
CBR= Del nivel de la subrasante expresado en %
Expresiones de las cuales se deducen que los parámetro más importantes para su estimación son
el módulo de elasticidad dinámico del suelo (Es), el índice de soporte California (CBR) y el
módulo de resislencia (MR).
Para utilizar este método se procede a realizar el análisis granulométricodel suelo de la sbrasante
determinado en la curva granulométrica los porcentajes de arena, limos y arcillas.
86
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Con el tipo de suelo obtenido y relacionándolo con el sistema de drenaje, entramos al cuadro
siguiente:
87
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Material grueso=85%
Limo=8%
Arcilla=7%
Es un suelo tipo Z, que nos da un Es=40MPa = 400Kg/cm2.
Figura.2B.102-03
El CBR es una medida indirecta de la resistencia al esfuerzo cortante de un suelo bajo dadas
condiciones de humedad y densidad, se expresa como la relación porcentual entre el esfuerzo
requerido para penetrar un pistón de 2 pulgadas dentro de una probeta de 6 pulgadas de diámetro
y 7 pulgadas de altura, y el esfuerzo requerido para introducir el mismo pistón hasta la misma
profundidad de una muestra patrón de grava partida.
Una vez sometidas las probetas al ensayo de esponjamiento, se realiza el ensayo de penetración y
calcula su valor, de acuerdo a lo establecido en las siguientes expresiones:
88
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
o 0,
o 0,
o 0,
[ ]
[ ]
Es un ensayo que se realiza sobre la subrasante o rasantes terminadas, sigue el esquema que se
indica a continuación y el cálculo establecido realizado con las siguientes expresiones:
Placas Flexibles
89
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Este ensayo se basa en dejar caer una masa de 10kg desde una altura de 50cm determinando el
N(número de golpes) necesario para introducir en el suelo la punta del barreno una longitud de
10cm (E) caracterizándose la capa de suelo atravezada por el hundimiento medio medido por el
golpe.
Dentro de los suelos finos desde las arcillas a los suelos arenosos finos, el C.R.R. de Bélgica
estableció una correlación entre las penetraciones medidas por golpe, en una capa de 10cm de
suelo y el CBR de la capa atravesada de acuerdo con la siguiente expresión:
90
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
El ensayo que correlaciona los resultados del SPT con los valores de CBR, se presenta bajo la
siguiente expresión, Livnen & Eshai, (1987):
91
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
a) Método de ensayo
Para su determinación se utiliza el ensayo triaxial bajo cargas repetidas en la cual la muestra se
somete a un esfuerzo axial repetido y una presión de confinamiento constante.
Siendo:
92
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Para Obtener el modulo de Resistencia mediante correlación con el CBR se pueden utilizar las
siguientes expresiones:
Como la infraestructura de Transporte Terrestre es una obra lineal que tiene varios kilómetros de
longitud, su comportamiento mecánico de su subrasante es muy heterogéneo a lo largo del eje y
varía de punto a punto.
Siendo necesario determinar la capacidad de soporte por tramos homogéneos a todo su largo vía,
con la utilización de cualquiera de los métodos siguientes:
93
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
En donde:
El criterio más difundido para determinación del valor de la resistencia de diseño, recomienda
tomar un valor total, que el 60, el 75 o el 87,5% de los valores individuales sea igual o mayor
que él, de acuerdo con el tránsito que se espera circule por pavimento como se indica en la
siguiente tabla:
94
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
En cortes, la categoría de la subrasante estará en función de las caracteristicas del terreno natural
en una profundidad mínima de 50cm, y de las características y espesor del material utilizado,
cuando se procede a sustituir o estabilizar in situ el terreno natural. Se contempla el uso de los
materiales antes indicados para terraplenes y pedraplenes, fijándose unos espesores mínimos.
También se dan reglas para la clasificación de desmontes en suelos inadecuados y en roca.
En las secciones en terraplén de poca altura podrá ser necesaria una excavación adicional para la
construcción de la subrasante. Si el terraplén se cimenta sobre suelo inadecuado, el espesor
mínimo del mismo será de 1m. En las secciones mixtas en terraplén y desmonte, se podrá
adoptar la sección en terraplén cuando exigencias de uniformidad, facilidad de construcción o
drenaje así lo aconsejen.
En la Tabla 2B.102-09 se relacionan los materiales considerados, que cumplirán las exigencias
de las especificaciones y las prescripciones complementarias que se expresan.
En los cortes en los que el terreno natural esté constituido por suelo inadecuado en profundidad
tal que haga inviable económicamente su sustitución, se comprobará que no son de temer
cambios de volumen o asentamientos que afecten a la subrasante. En otro caso será necesario un
estudio especial.
En los cortes en roca se recomienda el relleno de las depresiones que retengan agua con
hormigón hidráulico Fc=210kg/cm2.
La superficie de la explamacion debe quedar, en todos casos, al menos a 60cm por encima del
nivel mas alto previsible de capa freática. A este fin y cuando sea necesario, se adoptarán
medidas tales como la elevación de la rasante de la explanada, la profundización de cunetas, la
colocación de drenes subterráneos, etc.
Se asegurará siempre la evacuación del agua infiltrada a través de las capas del firme de la
calzada y arcenes. En los desmontes en roca, la subrasante tendrá también a estos efectos la
regularidad e inclinación necesarias.
95
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
96
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Para efectos de control de subrasante y para las características de tráfico pesado, el proyecto
deberá exigir una deflexión estándar máxima indicada en la Tabla 2B.102 – 08:
Categoría de explanada E1 E2 E3
Deflexión patrón (10⁻² mm) ≤250 ≤200 ≤125
Con carácter general, para la capa superior utilizada en la formación de las subrasante, por
razones de durabilidad y uniformidad de la capacidad estructural en toda la traza, se recomienda
al ingeniero proyectista la consideración preferente de los suelos estabilizados in situ, con cal o
con cemento frente a una aportación directa de suelos sin tratar.
La cota de la subrasante deberá quedar al menos a sesenta centímetros (60cm) por encima del
nivel más alto previsible de la capa freática donde el macizo de apoyo esté formado por suelos
adecuados; a cien centímetros (100cm) donde sea tolerables, y a ciento veinte centímetros
(120cm) donde sean marginales o inadecuados. A tal fin se adoptarán medidas tales como la
elevación de la cota de la subrasante, la colocación de drenes subterráneos, la interposición de
geotextiles o de una capa drenante, etc., asegurando además la evacuación de agua que se puede
infiltrar atreves del firme de la calzada y de los espaldones.
97
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
(*) El CBR se determinara de acuerdo con las condiciones especificadas de puesta en obra, y su
valor se empleara exclusivamente para la aceptación o rechazo de los materiales utilizables en
las diferentes capas, de acuerdo con la figura 2B. 102-09.
(**) En la capa superior de las empleadas para la formación de la explanada, el suelo
adecuado definido como tipo 1 deberá tener, en las condiciones de puesta en obra, un CBR
mayor o igual a 6 y el suelo seleccionado definido como tipo 2 un CBR mayor o igual a 12. Así
mismo, se exigirá esos valores mínimos de CBR cuando, respectivamente se forme una
explanada de categoría E1 sobre suelos tipo 1 o una explanada de tipo E2 sobre suelos tipo 2.
(***) De acuerdo a la designación estableida en las especifiaciones MTOP-001-F.
Las características que deberá cumplir los materiales de construcción a utilizarse en las
diferentes capas del pavimento tomara en cuenta las especificaciones complemetarias q se
expresan en esta norma. Tabla 2B. 102 -10.
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Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Para la elección del tipo de ligante bituminoso, así como para la relación entre su dosificación
en masa y la del polvo mineral, se tendrá en cuenta la zona térmica estival de las diferentes
regiones del país.
Los espesores de cada capa vendrán determinados por los valores dados en la tabla 2B.102-11.
Salvo justificación en contrario las secciones de firme se proyectarán con el menor número de
99
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
capas posible compatible con los valores de dicha tabla, al objeto de proporcionar una mayor
continuidad estructural del firme.
En las secciones en las que haya más de una capa de mezcla bituminosa el espesor de la capa
inferior será mayor o igual al espesor de las superiores.
Cuando se opte por una capa de rodadura constituida por una mezcla bituminosa drenante (PA),
se podrá proyectar bajo dicha capa una intermedia de 11 cm de espesor, siempre que se pueda
garantizar una adecuada regularidad superficial durante la puesta en obra.
Para la categoría de tráfico pesado T4 en las secciones con un espesor total de mezcla bituminosa
de 8 cm, cuando se opte por una capa de rodadura tipo D o S se podrá proyectar una única capa,
siempre que se pueda garantizar una adecuada regularidad superficial durante la puesta en obra.
La capa de rodadura estará constituida por una mezcla bituminosa drenante (PA), por una
bituminosa discontinua en caliente tipo Mg F, o por una mezcla bituminosa en caliente de tipo
denso (D) o semidenso (S).
Para las categorías de tráfico pesado T0 a T1 se emplearán las mezclas bituminosas discontinuas
en caliente tipo M o bien las drenantes, según las condiciones pluviométricas y de intensidad de
la circulación.
Las mezclas drenantes sólo podrán aplicarse en carreteras sin problemas de nieve o de formación
de hielo, cuyos accesos estén pavimentados, con tráfico suficiente (TPDA ≥ 5 000 vehículos/día)
y con un régimen de lluvias razonablemente constante que facilite su limpieza.
100
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
En las secciones cuyo espesor total de mezcla bituminosa en caliente sea igual o superior a 25
cm y cuya subrasante sea de categoría E3 o E2, se podrá estudiar la posibilidad de emplear
mezclas bituminosas de alto módulo (MAM), pudiendo reducirse como consecuencia el espesor
de las capas de base.
Las mezclas bituminosas de alto módulo se proyectarán exclusivamente en las capas de base,
manteniéndose por tanto los espesores de la capa de rodadura y de la intermedia. La reducción
del espesor como consecuencia del empleo de mezclas bituminosas de alto módulo deberá ser
convenientemente justificada y en ningún caso será superior al veinte por ciento (20%) de dicho
espesor.
Sobre la capa granular que vaya a recibir una capa de mezcla bituminosa o un tratamiento
superficial, deberá efectuarse, previamente, un riego de imprimación.
Sobre las capas de materiales tratados con cemento y las capas de mezcla bituminosa que vayan
a recibir una capa de mezcla bituminosa deberá efectuarse, previamente, un riego de adherencia.
La correcta ejecución de este riego es fundamental para el buen comportamiento del firme.
Sobre las capas tratadas con un conglomerante hidráulico se proyectará un riego de curado.
101
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
El suelo-cemento podrá ser sustituido por una gravacemento si las disponibilidades del material
así lo justificaran. Y no serán exigibles las prescripciones relativas al porcentaje de caras de
fractura.
Para firmes de carreteras con categoría de tráfico pesado T1 y T2 el pavimento será de hormigón
en masa, con juntas provistas de pasadores. Si se justificase su conveniencia por razones técnicas
o económicas, para firmes de carreteras con categoría de tráfico pesado T1 podrá también
emplearse pavimento continuo de hormigón armado.
Para los firmes de carretera con categoría de tráfico pesado T3 o eventualmente en espaldones, el
pavimento será de hormigón en masa, con juntas sin pasadores. Para esas categorías de tráfico
pesado se utilizará hormigón tipo HF-4,0, aunque también podrá utilizarse el HF-3,5.
La cuantía geométrica del pavimento continuo de hormigón armado será del 0,7% para Hf-4,5 y
del 0,6% para Hf-4,0. Asimismo en este tipo de pavimentos se dispondrán anclajes al terreno en
las secciones extremas, así como en las secciones especiales que lo requieran.
a) Método ASSHTO
El actual método ASSHTO, versión 1993, describe con detalle los procedimientos para el diseño
de la sección estructural de los pavimentos flexibles y rígidos de carreteras, establecido para el
caso de los pavimentos flexibles, que la superficie de rodamiento se resuelve solamente con
concreto asfáltico y tratamiento superficial, pues asume que tales estructuras soportarán niveles
significativos de tránsito (mayores de 50000 ejes equivalentes acumulados de 8,2 ton durante el
período de diseño), dejando fuera pavimentos ligeros para tránsitos menores al citado, como son
los caminos revestidos o de terracería.
Los procedimientos involucrados en dicho método están basados en las ecuaciones originales de
la ASSHTO que datan de 1961, producto de las pruebas en Ottawa, Illinois.
Los antecedentes histórico del método de diseño de pavimentos ASSHTO, se pueden encontrar
en una serie de experimentos a escala natural llevados a cabo por una asociación de
102
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Estos experimentos son llevados durante la década de los años 50´s del siglo XX, la AASHO
diseño experimentos sobre el comportamiento de pavimentos sometidos bajo las acciones de
tránsito vehicular y el clima a escala real en los estados de Maryland, Idaho e Illinois.
b) Pavimentos Flexibles
Después de haber utilizado por algunos años la guía AASHTO 1972, a mediados de 1983 el
subcomité de Diseño de Pavimentos junto con un grupo de ingenieros consultores revisaron la
Guía AASHTO 1972 y comenzaron a hacer ajustes para dar lugar a una nueva versión, la Guía
AASHTO 1986 bajo el nombre de “Guía AASHTO para el diseño de Estructuras de
Pavimentos”. En esta versión quedaron incorporadas las siguientes consideraciones (AASHTO,
1986):
103
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Otras consideraciones, incluidas en esta versión, tiene que ver con aspectos económicos,
procedimientos de diseño para construcción por etapas y el conocimiento de los diseños de tipo
empírico.
PAVIMENTOS RÍGIDOS:
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Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
A diferencia de los métodos empíricos los mecanicistas toman un cuenta los estados de esfuerzo
deformación que se producen en las capas de pavimento al ser sometidos a las acciones del
tráfico. Desde la década de los sesenta se han utilizado programas informáticos con los cuales, a
partir de las propiedades mecánicas de los materiales (relación de Poisson y módulos de
elasticidad) y alimentándolos con las cargas, presión de contacto y espesores de capa se calculan
los estados de esfuerzos y deformaciones para compararlos con los admisibles para la vida de
proyecto, y mediante iteraciones realizadas aumentando o disminuyendo los espesores de las
capas llegar a la estructura de pavimentos requerida. Algunos de estos programas son ALIZE
(Laboratorio Central de Puentes y Calzadas de Francia), ELYSMS (Chevron), BISAR (SHELL)
y KENLAYER (Universidad de Kentucky). Con ellos los valores permisibles de deformación
por tensión en la frontera inferior de las capas asfálticas y a la deformación vertical en la parte
superior de la subrasante se obtienen con ecuaciones desarrolladas en institutos de investigación
como AASHTO, TRL y el Instituto del Asfalto.
Algunos de los programas son: ALIZE (LCPC, laboratoire Central des Ponts et Chaussées),
ELSYM5 (Chevron Oil), BISAR (SHELL), KENLAYER (University of Kentucky) y DEPAV
(Universidad del Cauca). Los valores admisibles de deformación a tracción y vertical en la base
de la capa asfáltica y en la superficie de la subrasante respectivamente, se obtienen por medio de
diversas ecuaciones desarrolladas en instituciones de investigación como TRL (Trasnportation
Research Laboratory), AASHTO (American Asociation of States Highway and Transportation
Officials), TAI (The Asphalt Institute).
Los parámetros elásticos pueden ser obtenidos a partir de pruebas de laboratorio o en base a retro
cálculos de ensayes de campo con equipo de auscultación como el FWD (Falling Weight
Deflectometer). Sin embargo, las ecuaciones de comportamiento elástico-lineal no toman en
cuenta las características visco-elásticas de los ligantes asfálticos ni que los materiales granulares
no ligados tienen un comportamiento inelástico no lineal en los niveles de esfuerzos a los que se
somete una estructura de pavimento.
Adicionalmente en los métodos mecanicistas se presume que los materiales son homogéneos e
isotrópicos y que la extensión horizontal de las capas de pavimento es infinita. Además de
considerar cargas estáticas estos programas no toman en cuenta la influencia del medio ambiente
sobre las propiedades mecánicas de los materiales con que se construye el pavimento.
105
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Norma para Estudios y Diseño Vial
106
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Figura.2B.102-10 Estructuras para pavimento rígido para tráfico 3*10^5 = Nc< 10 ^6,
10^5 = Nc< 3*10 ^5, 10^4 = Nc< 10 ^5
Figura.2B.102-11 Estructuras para pavimento rígido para tráfico 3*10^7 = Nc< 10 ^8,
3*10^6 = Nc< 3*10 ^7, 10^6 = Nc< 3*10 ^7
Figura.2B.102-12 Estructuras para pavimento rígido para tráfico 3*10^4 = Nc< 10 ^5, Nc<
3*10 ^4
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Norma para Estudios y Diseño Vial
2B.102.6 ESPALDONES
En el caso de que, de acuerdo con los estudios de tráfico, se consideren probables solicitaciones
más intensas que las que en principio corresponderían a la categoría de tráfico pesado adoptada,
será posible justificar, con carácter excepcional, secciones de los espaldones de mayor capacidad
estructural que las indicadas en este apartado, previa autorización del Ministerio de Transporte y
Obras Públicas. En este supuesto se podría llegar incluso a disponer el mismo pavimento que en
la calzada, aprovechando las ventajas constructivas y permitiendo así en caso necesario utilizar
los espaldones como carriles adicionales. Esta posible solución se valorará técnica y
económicamente de manera especial en autopistas y autovías urbanas y periurbanas con
intensidades de tráfico superiores a veinticinco mil vehículos al día (TPDA > 25 000
vehículos/día).
Para fijar los espesores de las capas del firme del espaldón se tendrá en cuenta la distribución de
capas del pavimento de la calzada, a fin de coordinar su construcción. Si a medio plazo fuera
previsible ensanchar la calzada a costa del espaldón, se procurará adoptar una solución con capas
y espesores adoptados a dicha previsión. El espesor de cualquier capa se atendrá, en todo caso, a
las limitaciones contenidas en las tablas 2B.102-10 y 2B.102-11.
Para las categorías de tráfico pesado T0 a T3 y en las vías de servicio no agrícolas de autopistas
y autovías es preceptivo, por exigencias de seguridad de la circulación vial, que los espaldones
dispongan de una capa de rodadura completa transversalmente y con la misma rasante que la
calzada, de manera que no haya escalón entre ambas superficies.
En el caso de que la calzada dispusiera de una capa o elemento inferior drenante o de separación,
éstos se prolongarán bajo el espaldón hasta conectar con un sistema de drenaje adecuado.
108
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
El pavimento de los espaldones de hormigón en masa tendrá un espesor mínimo de 15 cm, salvo
en sus 50 cm interiores en los que espesor deberá coincidir, en todo caso, con el correspondiente
al de la calzada. Hasta alcanzar la subrasante se dispondrá una capa granular artificial drenante o
un suelocemento.
Para la categoría de tráfico pesado T1 los espaldones podrán pavimentarse con hormigón en
masa o con mezcla bituminosa. Si se pavimenta con hormigón en masa se podrá utilizar una
solución igual a la indicada en los párrafos anteriores para la categoría de tráfico pesado T0.
Alternativamente, se podrá pavimentar el espaldón con hormigón magro vibrado de espesor
uniforme, igual al del pavimento de la calzada, con juntas transversales de contracción y atado a
éste mediante barras de unión; hasta alcanzar la subrasante se dispondrá una capa granular
artificial drenante o un suelo-cemento.
En todos los casos las capas de rodadura e intermedia del espaldón serán prolongación de las
dispuestas en la calzada y, por tanto, de idéntica naturaleza. Su espesor no bajará en ningún caso
de 15 cm sobre capas granulares artificiales y de 10 cm sobre capas tratadas con cemento.
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Se dispondrá un espaldón formado por una capa de rodadura de mezcla bituminosa en caliente
muy flexible de 5 cm de espesor; el resto, hasta llegar a la subrasante, se completará con capa
granular artificial drenante. Alternativamente, se podrá disponer bajo la mezcla bituminosa en
caliente una capa de suelo-cemento prefisurado, con un espesor dentro de los límites indicados
en la tabla 5; el resto, hasta llegar a la subrasante, se completará con capa granular drenante. En
este caso el suelo cemento podrá sustituirse por un suelo seleccionado o adecuado estabilizado in
situ con cemento tipo S-EST3, con una resistencia a compresión simple a 7 días no inferior a 2,5
MPa y prefisurado con espaciamientos comprendidos entre 3 y 4 cm.
El pavimento del espaldón constara de una capa de mezcla bituminosa con el mismo espesor que
la capa de rodadura del pavimento de la calzada, salvo si ésta fuera drenante o discontinua en
caliente, en cuyo caso el pavimento del espaldón se constituirá con las mismas capas de rodadura
e intermedia que el pavimento de la calzada, de forma que vayan enrasadas las capas
intermedias.
Debajo del pavimento del espaldón se dispondrá de una capa granular artificial hasta alcanzar la
subrasante; en todo caso las capas cumplirán las limitaciones de espesor contenidas en la tabla
2B.102-10. Alternativamente, se podrá disponer bajo el pavimento una capa de suelo-cemento
prefisurado, con un espesor dentro de los límites de la tabla 2B.102-10; el resto, hasta llegar a la
subrasante, se complementara con capa granular. En este caso el suelo-cemento podrá sustituirse
por un suelo seleccionado o adecuado estabilizado in situ con cemento, con una resistencia a
compresión simple a 7 días no inferior a 2,5 MPa y prefisurado con espaciamientos
comprendidos entre 3 y 4 m.
El espaldón, enrasado siempre con la calzada, podrá no estar pavimentado, o tener un pavimento
constituido por un riego con gravilla. El firme del espaldón estará constituido por capa granular
drenante, procurando enrasar con una de las capas del firme de la calzada; y el resto, hasta la
subrasante, podrá ser de material granular artificial o de suelo seleccionado. Si no se
pavimentase se proyectarán espaldones con materiales granulares cuyos finos tengan un índice
de plasticidad (IP) entre 6 y 10.
110
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
En las zonas en las que la anchura de hormigonado sea superior a 5 m se proyectarán juntas
longitudinales de contracción, dividiendo el pavimento en franjas aproximadamente iguales,
procurando que coincidan sensiblemente con las separaciones entre los carriles de circulación y
evitando que lo hagan con las zonas de rodadura del tráfico, con una marca vial o con un
pasador. Se ejecutarán por aserrado, con una profundidad de corte no inferior al tercio del
espesor de la losa.
Las juntas transversales que se proyecten en los pavimentos de hormigón podrán ser de
contracción, de construcción o de dilatación.
Las juntas transversales de contracción se realizarán por aserrado, con una anchura de corte no
superior a 4 mm, y de profundidad no inferior al cuarto del espesor de la losa.
111
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Para las categorías de tráfico pesado T3 y T4, se podrán proyectar juntas transversales de
contracción sin pasadores a una distancia no superior a 4 m, la cual se reducirá hasta los 3,5 m en
las zonas donde las oscilaciones diarias de la temperatura ambiente sean superiores a 20 °C.
Estas juntas transversales de contracción sin pasadores, salvo justificación en contrario, se
proyectarán sesgadas, con una inclinación respecto al eje de la calzada de 6:1, de forma que las
ruedas de la izquierda de cada eje las atraviesen antes que las de la derecha.
Las juntas transversales de construcción, que se harán coincidir con el emplazamiento de una
junta de contracción, irán siempre provistas de pasadores, siendo por ello perpendiculares al eje
de la calzada. En pavimentos de hormigón armado continuo el diseño de estas juntas se realizará
en la fase de proyecto.
En las curvas con radio inferior a 200 m será precisa la realización de un estudio especial sobre
la disposición de juntas transversales de contracción o de dilatación, con el fin de limitar las
posibles tensiones que pudieran producirse por efecto de las temperaturas. A falta de dicho
estudio, en la mayoría de los casos podrá ser suficiente con la disposición de juntas de dilatación
al comienzo y al final de la curva, manteniendo la longitud de las losas adoptada para el conjunto
de la obra.
Respecto al sellado de las juntas transversales, tanto de contracción como de construcción, según
la zona pluviométrica, se proyectará de acuerdo con el siguiente criterio:
Cada capa del pavimento tendrá una anchura (a) en su cara superior, igual a la de la capa
inmediatamente superior (as) más la suma de los sobreanchos (d) y (s) indicados en la tabla
2B.102-13. El sobreancho (s) podrá aumentarse si existe necesidad de disponer de un apoyo para
la extensión de la capa superior.
112
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
113
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
El tráfico a introducir en los ábacos de dimensionamiento está caracterizado por el valor de KNc
tal que:
Dónde:
número acumulado de vehículos comerciales (en un sentido) que hayan circulado por los
años de servicio utilizados.
y para los pavimentos con vías de circulación con un ancho ≤ 3 m. que serán
ensanchados.
114
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
El valor del número de años de servicio futuro, tiene que ser indicado por la entidad que
administra las vías, en ausencia de tales indicaciones se recomienda estimar en Y = 5 años
(refuerzo preventivo) Y = 10 años (refuerzo curativo) y Y = 15 años para reconstrucción parcial.
Resaltar la sección en zonas en las cuales se destaquen o estén caracterizadas por una
clase de deflexión.
Clase de deflexión característica de 1/100 mm., ejes de 127 KN.
Clase D1 D2 D3 D4 D5 D6 D7 D8 D9 D10
100- 125- 150- 175- 200-
Dc 20-40 40-60 60-80 80-100 125 150 175 200 250 250
Seleccionar una sola clase de deflexión característica a tener en cuenta durante el cálculo
del dimensionamiento; según los casos o se puede seleccionar solo la clase más elevada
sobre otro clase, de manera que el largo total de las zonas subdimensionadas no
sobrepase en un cierto porcentaje el largo de la sección considerada (10-20%) en general.
115
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
El valor del módulo Es del suelo, es indispensable para proceder a los cálculos de
dimensionamiento de refuerzo estructural, él se debe precisar a partir de ensayos efectuados en la
etapa de auscultación puede evaluarse de manera aproximada.
[ ]
A condición de que he cm. esta relación viene representada gráficamente por la Figura
2B.102 - 16
También conociendo la naturaleza del suelo, se puede adoptar los valores de Es, según la tabla
correspondiente.
Figura 2B.102–16 Evaluación del módulo Es del suelo a partir de la deflexión caracteristica
116
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
∑ (cm.)
hi = Espesor de las capas de la estructura existente (cm) que formarán parte de la estructura
reforzada.
ai = Factor de equivalencia.
Material ai +
Revestimiento nuevo o refuerzo de materiales asfálticos 2.70
Revestimiento asfáltico en servicio y que presente el siguiente Aspecto visual
Ausencia de fisuras de azulejos y reparaciones; débiles deformaciones 2.50
eventuales
Fisuras, piel de cocodrilo y/o reparaciones aisladas, Débiles deformaciones 2.00
eventuales
Fisuras, piel de cocodrilo y/o reparaciones aisladas 1.50
Fisuras, piel de cocodrilo y/o reparaciones frecuentes, afectando la mayor parte 1.00
de los trazados; deformaciones importantes y/o frecuentes
Afirmado tratado 1.00
O no enrocamiento 1.00
Adoquinado de mala calidad +++ 1.00
Adoquinado de buena calidad ++ 1.25
Sub fundación en arena o en grueso granulados 0.75
Área drenante 0.87
xx no presenta (Los movimientos al momento del paso de las ruedas xxx presentando de
vehículos comerciales pesados).
Los espesores Hr (cm) de la estructura ficticia son calculados a partir de los parámetros KNc y
Es con la utilización de los ábacos de dimensionamiento para pavimentos nuevos del método.
∑ (cm)
(Ec. 2B.102 – 22)
117
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Una sección de 3150 Km. de longitud de una vía primaria, está sometida a un tráfico diario en
dos sentidos de 6160 vehículos de todas las categorías, comprendiendo 1032 vehículos
comerciales. La sección transversal cuenta con tres vías de circulación de 3.5 m. Cada uno de los
espaldones son estabilizados y tienen 2.0 m. de ancho, luego los terraplenes laterales tienen
1.0m. de ancho, el agua se escurre libremente hacia las cunetas. La estructura del pavimento está
compuesta de 14cm. de revestimiento bituminoso, 30 cm. de base granular, su vida de servicio
transcurrida es de 12 años, durante la cual le ha sido aplicado mantenimiento corriente y
reparaciones localizadas, no hay influencia de las heladas.
a) Solución
Se procede al examen visual y a la medición de las deflexiones con la ayuda del deflectógrafo
LACROIX, lo que nos ha conducido a los resultados siguientes:
1) Examen Visual
2) Capa de Carga
3) Interpretación de Daños
Por otro lado como periodo de duración futura 10 años y 15 años después del refuerzo
curativo (o reconstrucción parcial), por lo tanto, en base del estado visual del revestimiento
tenemos:
118
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
4) El Estado Visual
En base del gráfico, la deflexión característica medida traduce una capacidad de soporte
insuficiente tanto para la vida de servicio futuro de 10 años, como para la de 15.
5) Diagnóstico
Por lo que será conveniente proseguir con las investigaciones considerando de una parte
el análisis de la estructura en tres o cuatro lugares de la sección con el efecto de juzgar y
observar el espesor de las capas y tomar muestras para realizar los ensayos de los
laboratorios.
6) Refuerzo
El tráfico a utilizar con los ábacos de dimensionamiento viene caracterizada por el valor
KNc tal que: (K`=0.4 y K``=0.4 ya que las vías de circulación son más anchas que 8.0m.)
119
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
he = 1.5 * 14 * 1 * 30 = 51
7) Reconstrucción Parcial
he = 1*0.30 = 30 cm.
Es = 45 MPa.
Para KNc = 1.88*10^6
H1 = 14 cm.
H2 = 21 cm.
H3 = 24 cm.
120
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
8) Reconstrucción Total
Alternativa 1
o Capa de rodadura: 14 cm.
o Base: 21 cm.
o Sub-base: 24 cm.
Alternativa 2
o Capa de rodadura: 15 cm
o Base: 20 cm
o Sub-base: 15 cm
Luego se deberá comparar las ventajas e inconvenientes de las diferentes alternativas para lo cual
se prepara un cuadro, el mismo que servirá de base para el establecimiento de costos.
RECONSTRUCCIÓN RECONSTRUCCIÓN
OPERACIÓN REFUERZO
PARCIAL TOTAL
Demolición del
x x
revestimiento existente
Demolición de la
x
cimentación existente
Evaluación de los escombros
x X
y trosas
Terraplenes x
Nueva capa de sub base 24 cm. 15 cm.
Nueva capa de base 21 cm. 20 cm.
Nueva capa de bituminosa 8 cm. 18 cm. 14 cm. 15 cm.
Trabajos diversos
(espaldones, señalización, x x X
etc.)
Drenaje x
Trabajos a realizar Corta duración Larga duración Larga duración
Servicios Futuros 10 15 20
Refuerzo
Efecto probable durante el
reconstructivo a Refuerzo a largo tiempo Refuerzo a largo tiempo
periodo de análisis
mediano tiempo
121
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
Bibliografía
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Madrid – España. 28 de Noviembre del 2003.
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Reyes Lizcano Fredy Alberto. Diseño Recional de Pavimentos. Escuela Colombiana de
Ingeniería. Centro Editorial Javeriano. Bogotá.Colombia. 2003
Center de Recherches Rowtiers. Code de bonne pratique pour le dimencionament
De chaussées á revetemend Hidrocorbonrie – reecomendations CRR-R 49/83- Bruxelles.
Belgica
2B.102. 10 NOMENCLARUTA
ESPALDÓN: A los efectos de esta norma se define como la franja longitudinal contigua a
la calzada, dotada de firme, pero no destinada al uso de vehículos automóviles más que en
circunstancias excepcionales.
CAPA DE BASE: Capa del firme situada debajo de la capa de reduccion cuya misión es
eminentemente estructural.
CARRIL: Franja longitudinal en que puede estar dividida la calzada, delimitada o no por
marcas viales longitudinales, y con anchura suficiente para la circulación de una fila de
automóviles que no sean motocicletas.
CARRIL DE PROYECTO: Carril por el que en una calzada circula el mayor número de
vehículos pesados.
122
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
123
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
PAVIMENTO: Parte superior de un firme, que debe resistir los esfuerzos producidos por la
circulación, proporcionando a ésta una superficie de rodadura cómoda y segura.
124
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
VEHÍCULO PESADO: A los efectos de esta norma se incluye en esta denominación los
camiones de carga útil superior a 3t, de más de 4 ruedas y sin remolque; los camiones con
uno o varios remolques; los vehículos articulados y los vehículos especiales; y los vehículos
dedicados al transporte de personas con más de 9 plazas.
VIDA ÚTIL: Período de tiempo en el que el firme (o la capa del firme considerada) no
presenta una degradación estructural generalizada.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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Kosmatka, Beatrix Kerkhoff, William C. Panaresse y Jussara Tanesi Primera edición 2004
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Instituto Ecuatoriano del Cemento y del Concreto. Nota Técnica escrita por el Ing. José A.
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Normas Técnicas Ecuatorianas
NTE INEN 151 Cemento Hidráulico. Definición de Términos
NTE INEN 152 Cemento portland. Requisitos
NTE INEN 153 Cemento Hidráulico. Muestreo y ensayos
NTE INEN 488 Cemento Hidráulico. Determinación de la resistencia a la compresión de
morteros en cubos de 50 mm de arista
NTE INEN 490 Cemento hidráulico compuesto. Requisitos
NTE INEN 867 Áridos para hormigón. Determinación de la reactividad alcalina potencial
de combinaciones árido – cemento (Método de la barra de mortero)
NTE INEN 1806 Cemento para mampostería. Requisitos
125
Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
NTE INEN 2380 Cemento hidráulico. Requisitos de desempeño para cemento hidráulicos
NTE INEN 694 Hormigón y áridos para elaborar hormigón. Terminología
NTE INEN 695 Áridos. Muestreo
NTE INEN 696 Áridos. Análisis granulométrico en los áridos fino y grueso
NTE INEN 697 Áridos. Determinación del material más fino que pasa el tamiz con
aberturas de 75 um (N° 200), mediante lavado
NTE INEN 698 Áridos para hormigón. Determinación del contenido de terrones de arcilla
y partículas desmenuzables
NTE INEN 699 Áridos. Determinación de partículas livianas
NTE INEN 855 Áridos. Determinación de las impurezas orgánicas en el árido fino para
hormigón
NTE INEN 856 Áridos. Determinación de la densidad, densidad relativa (gravedad
específica) y absorción del árido fino
NTE INEN 857 Áridos. Determinación de la densidad, densidad relativa (gravedad
específica) y absorción del árido grueso.
NTE INEN 860 Áridos. Determinación del valor de la degradación del árido grueso de
partículas menores a 37, 5 mm mediante el uso de la máquina de los ángeles.
NTE INEN 861 Áridos. Determinación del valor de la degradación del árido grueso de
partículas mayores a 19, 5 mm mediante el uso de la máquina de los ángeles.
NTE INEN 863 Áridos. Determinación de la solidez de los áridos mediante el uso de
sulfato de sodio o de sulfato de magnesio.
NTE INEN 872 Áridos para hormigón. Requisitos
NTE INEN 1573 Hormigón de cemento hidráulico. Determinación de la resistencia a la
compresión de especímenes cilíndricos de hormigón de cemento hidráulico.
NTE INEN 1576 Hormigón de cemento hidráulico. Elaboración y curado en obra de
especímenes para ensayo
NTE INEN 1578 Hormigón de cemento hidráulico. Determinación del asentamiento
NTE INEN 1763 Hormigón de cemento hidráulico. Muestreo
NTE INEN 1855-1 Hormigones. Hormigón premezclado Requisito
NTE INEN 1855-2 Hormigones. Hormigón preparado en obra. Requisitos
NTE INEN 2518 Morteros para unidades de mampostería. Requisitos
NTE INEN 2551 Hormigón y mortero. Morteros secos combinados, ensacados para
elaborar hormigón y mortero. Requisitos
NTE INEN 2554 Hormigón de cemento hidráulico. Determinación de la resistencia a la
flexión del hormigón, utilizando una viga simple con carga en los tercios medios.
NTE INEN 2563 Morteros. Evaluación previa a la construcción y durante la construcción,
de morteros para mampostería simple y reforzada.
NTE INEN 2167 Varillas de acero con resaltes, laminados en caliente, soldables,
microaleadas, o termotratadas para hormigón armado. Requisitos
NTE INEN 102 Varillas corrugadas de acero al carbono laminadas en caliente para
hormigón armado. Requisitos.
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Volumen 2 Libro B
Norma para Estudios y Diseño Vial
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MINISTERIO DE TRANSPORTE Y OBRAS
PÚBLICAS DEL ECUADOR
QUITO 2013
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
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2B.202.2.7 (3) Método regional de momentos ponderados por probabilidad ........ 262
2B.202.3 DRENAJE TRANSVERSAL DE LA CARRETERA ..................................................... 264
2B.202.3.1 Aspectos Generales................................................................................................... 264
2B.202.3.1 (1) Definición y Alcance .................................................................................... 264
2B.202.3.1 (2) Antecedentes de terreno necesarios........................................................... 264
2B.202.3.1.(2) a) Características topográficas del lugar ................................................ 265
2B.202.3.1 (2)b) Estudio de la cuenca hidrográfica .......................................................... 265
2B.202.3.1 (2)c) Características del cauce ........................................................................ 265
2B.202.3.1 (2)d) Datos de crecidas .................................................................................... 265
2B.202.3.1 (2)e) Otras estructuras existentes ................................................................... 265
2B.202.3.2 Ubicación, alineación y gradiente de las alcantarillas ............................................... 265
2B.202.3.2 (1) Aspectos generales ..................................................................................... 265
2B.202.3.2(2) Ubicación en planta ...................................................................................... 266
2B.202.3.2(3) Perfil longitudinal ......................................................................................... 268
2B.202.3.2(4) Elección del tipo de alcantarilla .................................................................. 270
2B.202.3.2(4)a) Forma y sección ....................................................................................... 270
2B.202.3.2.(4)b) Materiales ............................................................................................... 270
2B.202.3.3 Diseño Hidráulico .................................................................................................. 271
2B.202.3.3(1) Características del flujo y variables de diseño ......................................... 271
2B.202.3.3.(1)a) Gasto de diseño ....................................................................................... 272
2B.202.3.3.(1)b) Carga hidráulica en la entrada o profundidad del remanso ................ 272
2B.202.3.3.(1)c) Altura de agua a la salida ....................................................................... 273
2B.202.3.3(1)d) Velocidad en la salida .............................................................................. 273
2B.202.3.3(1)e) Formas de la entrada y la salida .............................................................. 274
2B.202.3.3.(1)f) Características de la tubería .................................................................... 274
2B.202.3.3(2) Diseño de entradas y salidas ........................................................................ 274
2B.202.3.3(3) Alcantarillas con control de entrada ......................................................... 276
2B.202.3.3 (3)a) Expresiones analíticas para el cálculo de He en obras con
control de entrada ........................................................................................................... 280
2B.202.3.3.(3) b) Eficiencia hidráulica en alcantarillas con control de entrada .............. 282
2B.202.3.3 (4) Alcantarillas con control de salida ........................................................ 285
2B.202.3.3.(4) a) Salida sumergida .................................................................................... 285
2B.202.3.3.(4)b) Salidas no sumergidas ........................................................................... 288
2B.202.3.3(5) Procedimiento para la selección del tamaño de una alcantarilla ..... 296
2B.202.3.3(6) Problemas hidráulicos especiales .............................................................. 297
2B.202.3.3.(6)a) Sólidos flotantes ..................................................................................... 297
2B.202.3.3 (6)b) Anclaje .................................................................................................. 298
2B.202.3.3 (6) c) Uniones ................................................................................................... 298
2B.202.3.3 (6)d) Inflexiones del eje de la alcantarilla ....................................................... 298
2B.202.3.3 (6)e) Socavación local a la salida .................................................................... 298
2B.202.3.4 Criterios de Instalación .......................................................................................... 298
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El presente Capítulo está orientado al tratamiento de los fundamentos teóricos de los aspectos
hidrológicos e hidráulicos que intervienen en el diseño del drenaje y saneamiento de las obras
viales. Adicionalmente se incorporan los fenómenos de transporte de sedimentos, procesos
fluviales y métodos de análisis, también tratados aquí desde un punto de vista conceptual.
138
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Para cumplir con los fines anteriores El Consultor requiere conocer y aplicar técnicas de
hidrología y de hidráulica que le permitan desarrollar los estudios definidos en la Sección
2B.201.3 “Alcance de los estudios de hidrología e hidraulica en proyectos viales”.
Los estudios hidrológicos relacionados con un proyecto vial tienen por objetivo definir las
crecidas para el diseño de las obras de drenaje transversal y los caudales que deben evacuar las
obras de drenaje y saneamiento de la plataforma. La estimación o selección de las crecidas de
diseño para una obra de infraestructura es un problema que requiere de conocimiento y
experiencia. El problema no tiene un método único de solución y en cada caso particular El
Consultor lo debe enfrentar sin reglas fijas ni predeterminadas, sino que recurriendo a su
conocimiento y experiencia. Las reglas y normas deben ser suficientemente amplias y generales
para dar cabida a un análisis del especialista en aquellos casos que se estime necesario.
El fenómeno se puede caracterizar por diferentes magnitudes medibles, las cuales tienen su
propia forma de afectar a la población y a sus bienes. Entre las magnitudes que se suelen usar
están el caudal máximo, el nivel máximo de aguas en distintos sectores del cauce y de las
zonas inundables, la velocidad del escurrimiento, la duración del fenómeno, la extensión del
área afectada, el volumen de sólidos arrastrado o depositado, la frecuencia con que se produce
la inundación y otras.
Las consideraciones anteriores hacen evidente la dificultad para tratar el problema, ya que la
variable de interés no es siempre la misma y las consecuencias adversas son cambiantes en el
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
tiempo, e incluso dependen de factores antrópicos totalmente ajenos a las causas del evento,
como son, por ejemplo, las políticas de ocupación territorial.
En las últimas tres décadas han sucedido algunos acontecimientos que han influido
sustancialmente en los métodos y técnicas disponibles para estimar crecidas de diseño. Los
hechos principales se relacionan con uso generalizado de la computación que ha ocurrido en
este tiempo, lo cual ha revolucionado tanto las posibilidades de recoger, manipular y tratar la
información hidrológica, como también las alternativas de métodos y técnicas cada vez más
complejas que hoy son posibles gracias al avance ocurrido en los métodos numéricos, a las
facilidades de cálculo computacional y al acceso amplio, simple y económico de equipos y
computadores cada vez más rápidos.
Es importante también mencionar el aporte hecho al tema por el Natural Environment Research
Council del Reino Unido, quien emprendió un amplio y completo estudio sobre los métodos para
estimar crecidas en el Reino Unido, dando origen a un extenso programa de investigación que
culminó con la publicación de un manual de consulta muy completo, que sirve como referencia y
guía de diseño (NERC, 1975).
Los estudios hidráulicos son necesarios para el análisis y diseño de puentes y alcantarillas, para
evaluar los efectos que tienen las obras por proyectar sobre la distribución de velocidades en
los cauces, sobre las alturas de escurrimiento, sobre la estabilidad de los cauces, sobre el régimen
del escurrimiento, sobre el arrastre de sedimentos y sobre la erosión. En general, los principios
hidráulicos rigen el análisis y diseño de las obras de drenaje transversal, de las obras de drenaje
subterráneo y las necesarias para asegurar un adecuado drenaje de la plataforma.
140
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Los avances en computación y métodos numéricos ocurridos en las últimas décadas han abierto
nuevas posibilidades para abordar el diseño en este campo, que tradicionalmente se apoyaba en
muchos procedimientos de tipo empírico con técnicas gráficas. En particular distintas agencias
del gobierno americano, tales como la Federal Highway Administration, el Bureau of
Reclamation, el U.S. Corps of Engineers, el California Division of Highways y otras agencias
estatales, han hecho importantes aportes, tanto metodológicos como de procedimientos y
criterios de diseño.
La erosión es un proceso natural por medio del cual las partículas del suelo se desprenden
debido a la lluvia y son arrastradas por el escurrimiento. Las variables principales que determinan
este proceso son la intensidad, magnitud y duración de la lluvia, las características del
escurrimiento, altura y velocidad, las características del terreno y las propiedades del suelo.
El proceso natural de erosión se puede ver seriamente afectado por las operaciones de
construcción de la obra vial.
Dado que la construcción de una obra vial moderna puede afectar grandes áreas de
terreno, la consideración de los problemas de erosión, sedimentación y arrastre debe ser una
preocupación central del diseño y planificación de las obras viales. Los estudios de erosión y
arrastre deben permitir la construcción y materialización de las obras viales, manteniendo en
niveles aceptables los efectos adversos relativos a estos problemas.
Aun cuando en estas materias también ha habido un avance en los últimos años y se han
desarrollado metodologías para abordar los problemas y se conocen medidas para aminorar los
efectos, todavía se requiere de mayor investigación y datos de terreno para perfeccionar los
procedimientos en uso. Los datos cuantitativos de terreno para caracterizar la erosión y para
calcular el arrastre y depósito en corrientes de agua son escasos y los métodos disponibles
han sido desarrollados para condiciones de laboratorio o de campo con una ampliación y
representatividad muy limitada. Problemas típicos de esta naturaleza en la ingeniería vial son la
colmatación de alcantarillas, la socavación adyacente a las funciones de pilas y estribos en
puentes y la socavación de taludes de terraplenes y riberas de cauces.
tanto que en las pequeñas es necesario recurrir a métodos aproximados para la estimación de
escurrimientos. Sin embargo, el tamaño no es el único factor que define el comportamiento de la
cuenca en el sentido mencionado y, por consiguiente, es difícil dar una definición cuantitativa de
lo que se entiende por cuenca pequeña. En general se supondrá que ella es de un tamaño
tal, que su respuesta ante tormentas intensas de corta duración depende primordialmente de
factores topográficos y de manejo de suelo, pero no de las características del sistema
hidrográfico. En cada uno de los métodos que se incluyen más adelante se indica, en forma
general, el rango de validez del procedimiento.
Entre los factores fisiográficos de la cuenca se distinguen aquéllos que son característicos de la
cuenca y los que representan el sistema hidrográfico. La cuenca influye en el
escurrimiento a través de su geometría (tamaño, forma, pendiente, densidad de drenaje,
distribución de alturas) y a través de factores físicos, tales como uso de suelo, condiciones de
infiltración, tipo de suelo y características geológicas. Las principales características del sistema
hidrográfico que determinan el escurrimiento son su capacidad de conducción (sección, forma,
pendiente, rugosidad) y su capacidad de almacenamiento (presencia de lagos, cauces, lagunas y
embalses).
Todos los elementos anteriores tienen variaciones tanto en el espacio como en el tiempo
y por consiguiente es difícil conseguir relaciones simples que permitan estimar el
escurrimiento con precisión si sólo se consideran algunos de los factores más importantes.
Por lo tanto se considera conveniente aplicar un criterio técnico en las metodologías y
emplear varios procedimientos de estimación si fuese posible, a fin de tomar las decisiones
más adecuadas.
Existen varios procedimientos alternativos para definir la crecida de diseño de una obra
hidráulica, los cuales son más o menos pertinentes en distintas situaciones, dependiendo de la
información hidrológica disponible y de las características de la cuenca. Todos ellos tienen un
mayor o menor grado de subjetividad y suponen distintas hipótesis.
El objetivo del cálculo de la crecida de diseño es asociar una probabilidad de ocurrencia a las
distintas magnitudes de la crecida. Para lograr este fin se cuenta con procedimientos directos,
regionales e indirectos. Los primeros requieren valores de caudales máximos observados en el
punto de interés; los segundos se utilizan cuando no existen observaciones o existen pocas
observaciones de caudales en el lugar del estudio y se justifican las decisiones analizando
los datos de otros lugares similares, y los últimos estiman las crecidas en base a la relación
que existe entre la precipitación u otras variables explicativas y el escurrimiento.
Cualquiera sea el método que se emplee es conveniente tener presente que para conseguir
el fin buscado se requiere contar con información relevante, adecuada y precisa. La calidad
del resultado de los cálculos está ligada estrechamente a la información hidrológica empleada.
Por ello es importante verificar la representatividad, consistencia y precisión de los datos usados.
La utilización de los llamados métodos directos requiere contar con observaciones de caudales o
niveles de agua en el punto de interés. Los registros permiten hacer un análisis de frecuencia de la
variable de interés y entregar como resultado una relación entre la magnitud de la crecida y su
probabilidad de ocurrencia o, en otras palabras, asociar a cada valor de crecida una probabilidad.
Para lograrlo existen métodos gráficos y analíticos.
Los métodos gráficos o empíricos requieren definir una posición de trazado para cada valor de las
muestra en un gráfico entre la crecida y el período de retorno, ya que al dibujar el valor de la
crecida en función del período de retorno o la probabilidad se cumple el objetivo buscado.
Los modelos usuales son el Normal, Log-normal de dos y tres parámetros, el Gama de dos y tres
parámetros y la Distribución de valores extremos. Existen argumentos teóricos que apoyan a
veces la distribución de valores extremos, aun cuando ellos no son concluyentes en todos los
casos y la elección continúa siendo un problema de criterio y de conveniencia que debe ser
resuelto por El Consultor en cada caso particular.
El segundo problema, una vez seleccionado el modelo, es estimar sus parámetros, aspecto que
también puede abordarse por diferentes métodos según sea el criterio estadístico para medir la
bondad del estimador. Los procedimientos más utilizados son el Método de los momentos, el
Método de máxima verosimilitud y el Método de momentos ponderados por probabilidad. El
primero se basa en un teorema de la teoría de muestreo, que establece que un buen estimador de
los momentos del modelo o población son los momentos de la muestra. El segundo método
selecciona el estimador que maximiza la función de verosimilitud que representa la función de
probabilidad conjunta de la muestra, dado el valor de los parámetros del modelo. Este método
tiene mejores propiedades asintóticas que el de momentos cuando el tamaño de la muestra tiende
a infinito, pero puede entregar estimadores sesgados en el caso de muestras reducidas. Por
último, el método de momentos ponderados por probabilidad constituye una generalización del
primero, en el cual cada punto de la muestra se pondera por su probabilidad de excedencia o de no
excedencia y entrega estimadores adecuados para muestras de tamaño finito.
A menudo se cuenta con escasos datos observados y puede ocurrir que no existan registros de
caudal en el punto de interés, no siendo posible entonces recurrir a los procedimientos directos.
En este caso se pueden extender los registros cercanos al punto en cuestión apoyándose en los
llamados métodos regionales, los cuales tienen como objetivo derivar una curva de frecuencia de
crecidas aplicable a cualquier punto dentro de una región hidrológicamente homogénea. Los
enfoques más conocidos son los elaborados por el U.S. Geological Survey y el National
Environment Research Council del Reino Unido.
El análisis regional tiene las siguientes ventajas: analiza en forma integrada una base de
información, compatibilizándola espacial y temporalmente; permite extraer y estudiar la estructura
y dependencia espacial del fenómeno; disminuye la incertidumbre y los errores que puedan existir
en registros individuales; complementa registros puntuales con observaciones de lugares
hidrológicamente similares y permite inferir estimaciones de variables en lugares sin
información.
cinco días, etc.). La curva de frecuencia de crecidas en un punto sin registro ubicado dentro de la
región hidrológicamente homogénea, se obtiene estimando la crecida media anual del lugar en
función de las variables explicativas y posteriormente utilizando dicho valor para convertir las
razones de la curva de frecuencia regional en valores de crecidas.
Los métodos indirectos para el estudio de crecidas son procedimientos que permiten
transformar la precipitación efectiva en escorrentía. Esta herramienta permite a El Consultor
aprovechar la mayor cantidad de información de precipitación para extender registros más escasos
de caudal y mejorar así los métodos para estimar crecidas en aquellos puntos que no cuentan
con información o bien ésta es escasa. Dentro del ámbito de los modelos precipitación-
escorrentía existe gran variabilidad entre los procedimientos disponibles, pues ellos abarcan desde
relaciones empíricas muy simples hasta complejos modelos de simulación que representan las
variaciones espaciales y temporales del proceso de transformación. A medida que aumenta la
complejidad del método se incrementan también las necesidades de información básica para
aplicarlo.
El método racional es ampliamente usado y tiene la ventaja de ser aparentemente muy simple,
ya que expresa que el caudal máximo es proporcional a la lluvia caída en el área
multiplicada por un coeficiente que se denomina coeficiente de escurrimiento. Es apropiado
para ser usado en áreas pequeñas, preferentemente impermeables. Sus limitaciones
principales se relacionan con el hecho de suponer un coeficiente de escorrentía constante
independiente de las condiciones de humedad de la cuenca y la hipótesis de igualar el período de
retorno de la tormenta al de la crecida.
El hidrograma unitario propuesto por Sherman en 1932 fue el hito que marcó el
nacimiento de la hidrología moderna y es un método que en la actualidad se usa extensamente.
Es bastante intuitivo, simple de aplicar y supone una linealidad entre el estímulo y el resultado.
Su aplicación es confiable en cuencas relativamente pequeñas.
En los casos en que los datos de caudales son escasos se puede recurrir a los métodos de
hidrogramas unitarios sintéticos para estimar las características principales del hidrograma en
función de propiedades geomorfológicas de la cuenca.
Finalmente, los métodos hidrometeorológicos se utilizan para estimar las crecidas de diseño
de obras cuya falla acarrearía efectos desastrosos y en las cuales sería necesario definir obras
asociadas a períodos de retorno muy superiores a la longitud de los registros observados,
145
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
siendo entonces muy poco precisa la extrapolación. El método consiste en estimar la crecida
máxima probable (CMP) aplicando las técnicas de análisis hidrológicos usuales a la precipitación
máxima probable (PMP).
La PMP se deriva analizando los factores que inciden en las mayores tormentas registradas y
ajustando las condiciones de humedad ambiental, movimiento de masas de aire y secuencias
posibles de ocurrir para obtener la envolvente superior de las tormentas hidrológicas y
meteorológicamente posibles. Posteriormente se transforma esta tormenta mediante el
hidrograma unitario o algún otro modelo precipitación-escorrentía para producir la crecida
máxima probable. Los problemas principales de este método son la falta de estandarización de
los procedimientos y la dificultad para asociar una probabilidad de ocurrencia a la crecida
resultante.
Una tormenta es un conjunto de intervalos de lluvia que ocurren en un lugar debido a una
determinada situación meteorológica y presenta una intensidad de lluvia esencialmente
variable en el espacio y en el tiempo. La tormenta queda caracterizada para el propósito del
diseño por su duración, magnitud, intensidad, variaciones de la intensidad en el tiempo y en
el espacio y la probabilidad de ocurrencia de la tormenta. Conviene también tener presente,
que aun cuando se seleccionen valores para todos los parámetros que caracterizan una tormenta,
existirán varios temporales con iguales características, pero que presenten otras diferencias que
pueden dar origen a escurrimientos bastante distintos entre sí.
No existen criterios claros para definir las propiedades de los temporales de diseño, pero
existen antecedentes que demuestran la trascendencia de cada uno de los factores
nombrados en la onda de la crecida. La dificultad de contar con información adecuada para
abordar el problema en forma precisa, hace recomendable analizar el comportamiento de la
cuenca frente a distintas situaciones y posteriormente seleccionar una tormenta o una crecida de
diseño, teniendo en vista los resultados obtenidos y la sensibilidad de la respuesta frente a
cambios en la tormenta.
Un asunto muy ligado a éste es la obtención de la lluvia efectiva una vez definida la tormenta
total. Los métodos para calcular las pérdidas por infiltración son muy variados; prácticamente
no existe información de terreno para definir los parámetros del suelo que se requieren y
tampoco es posible validar los resultados, sino en forma muy global. Estos factores dificultan
enormemente las decisiones y nuevamente es necesario recurrir a un conocimiento adecuado y
a la experiencia.
146
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Entre los efectos sociales se pueden mencionar las pérdidas de vidas humanas, la erradicación de
habitantes de sus viviendas, los daños sicológicos asociados a la pérdida de familiares y/o a la
destrucción de bienes. Estos efectos negativos son muy importantes y difícilmente evaluables en
términos económicos y en consecuencia es complejo incorporarlos en una evaluación cuantitativa.
Sin embargo, siempre deben ser considerados en el análisis del riesgo.
Los efectos económicos incluyen los costos directos de reposición de las obras destruidas y los
costos asociados a los daños adicionales producidos en los bienes públicos y privados.
Normalmente se generan también costos indirectos, producto de las consecuencias que tiene la
falla de la obra sobre la vida económica del área afectada.
Dentro de los aspectos políticos se incluyen el deterioro de la imagen del gobierno o de las
instituciones públicas responsables de la obra, los problemas estratégicos o de seguridad
nacional que se generan, los costos e inconvenientes asociados a los cambios en los planes
de inversión pública para hacer frente a las soluciones de emergencia, lo que ocasiona que
ciertas inversiones programadas sean atrasadas o bien dejadas de lado.
147
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Elegido el valor adecuado para la probabilidad de falla de la estructura o riesgo, y fijada la vida
útil de la obra, es posible relacionar ambos conceptos con el fin de determinar el período de retorno
de la crecida de diseño. Para determinar la magnitud de la crecida de diseño normalmente se
utiliza la llamada serie anual de datos hidrológicos, constituida al elegir del registro de
información observada o simulada el mayor evento ocurrido en cada año. Es pues razonable
suponer, o bien elegir, la información de modo que cada uno de los puntos de la muestra, sea
probabilísticamente independiente, y suponer también que las características de la serie observada
son invariables en el tiempo. Aceptando las dos hipótesis anteriores, se aplican conceptos
probabilísticos para relacionar períodos de retorno, vida útil y riesgo de falla.
Un evento de una magnitud dada tiene un período de retorno de n años, si este evento en
promedio, es igualado o superado una vez cada n años. Es importante tener presente que la
noción de período de retorno y su inverso, la probabilidad de excedencia, es un valor medio,
vale decir, el suceso con período de retorno de n años será excedido en promedio un vez cada n
años si la serie se repite un número grande de veces. Así entonces, la probabilidad de excedencia
en un año cualquiera, para un evento con período de retorno de 10 años es 0,1 y, en
consecuencia, la probabilidad que el suceso no sea excedido es 0,9. Al considerar la
independencia entre lo que ocurre en un año con lo que sucede en el siguiente, se puede
establecer que la probabilidad que este mismo suceso no sea excedido en una serie de 10 años es
0,9 elevado a 10, o sea 0,35. Quiere decir entonces que la probabilidad de excedencia de un suceso
de período de retorno de 10 años en el transcurso de 10 años es 0,65, lo que implica que es bastante
probable que dicha magnitud sea sobrepasada una o más veces en el período.
⁄
(Ec.2B.201-01)
Tabla 2B.201-01 Período de retorno para distintas vida útil y riesgo de falla
148
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La tabla indica, por ejemplo, que si se considera aceptable tener un riesgo de 0,10 para una obra
que tiene una vida útil de 50 años, entonces la crecida de diseño para esta estructura debe estar
asociada a un período de retorno de 475 años. Por otra parte, si se trabaja con un período de
retorno igual a la vida útil de la obra, la expresión anterior establece que el riesgo de falla es
aproximadamente 64% para vidas útiles en el rango entre 5 y 100 años.
Calculado el período de retorno que se debe usar en el diseño para tener un riesgo compatible
con la importancia y vida útil de la obra, queda la última fase del proceso que consiste en
cuantificar la magnitud de la crecida asociada al período de retorno seleccionado. Este paso
constituye lo que se conoce como análisis de frecuencia de crecidas y se cuenta con varios
métodos para realizarlo.
Para zonas con climas que varían de desérticos a lluviosos, en cada una de estas situaciones se
requiere de metodologías con características propias e idealmente de un grado de información
diferente. Por ejemplo, las características áridas o de semiaridez de un sector con escasos
temporales durante el año, hace especialmente difícil la estimación de las condiciones de
infiltración que pueden presentarse durante un temporal. Por otra parte, en las zonas con lluvias
más distribuidas a lo largo del año, las variables hidrológicas, que son aleatorias, tienden a ser
menos asimétricas con respecto a los valores medios y en consecuencia los métodos
hidrológicos se comportan mejor.
El objetivo del análisis de frecuencia de cualquier variable aleatoria es asociar a cada valor de la
variable una probabilidad de ocurrencia. Ello se logra representando la variable con un
determinado modelo probabilístico y estimando los parámetros de dicho modelo. Logrado este
objetivo se construye un modelo probabilístico del fenómeno, pudiendo obtenerse estimados de los
149
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Sin embargo el estimado del valor asociado a un período de retorno o probabilidad, es también una
variable aleatoria, por ser una función de variables aleatorias y, por consiguiente, se puede asociar
a dicha estimación no sólo un valor puntual, sino también un error de estimación y un intervalo de
confianza.
Cualquier función matemática es una posible función probabilidad de masa siempre que
cumpla las siguientes dos propiedades que se derivan directamente de los axiomas de
probabilidad. En primer lugar, su valor debe estar comprendido entre 0 y 1 ya que representa una
probabilidad y, en segundo término, la sumatoria para todos los posibles valores de x debe ser
unitaria (evento universal).
Se define función distribución acumulada (FDA) a la función que establece la probabilidad que la
variable aleatoria X tome valores menores o iguales a un valor dado en la realización del
experimento.
(Ec.2B.201-02)
Esta función es siempre positiva, está comprendida entre 0 y 1 y es creciente, debido a los
axiomas de probabilidad y a las propiedades de la función probabilidad de masa.
El valor esperado de una función biunívoca de una variable aleatoria X es la sumatoria para
todos los posibles valores de X del producto de la función por la FPM evaluada en el mismo punto
que la función.
150
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
{ } ∑
(Ec.2B.201-03)
En particular son importantes algunos casos especiales de la función g(x), como el valor esperado
de potencias enteras de x, los cuales se denominan momentos de x. Se puede definir también la
potencia centrada con respecto al valor esperado o momento central n-ésimo de x. El primer
momento de x se conoce también como valor esperado o promedio de x (E(x)) y el segundo
momento central se conoce como varianza de x (sx2):
∑
(Ec.2B.201-04)
∑
(Ec.2B.201-05)
{ ( ) } ∑( )
(Ec.2B.201-06)
Para definir las funciones de probabilidad para la variable continua se procede en forma idéntica
al caso discreto, salvo que las sumatorias son reemplazadas por integrales.
(Ec.2B.201-07)
Donde: fx(x) = la función densidad de probabilidades.
y∫
(Ec.2B.201-08)
151
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Es importante recalcar que en este caso la probabilidad de un evento está asociada al área bajo la
curva de la función densidad de probabilidades y no al valor de la función, lo cual implica que
siendo X una variable continua, la probabilidad asociada a un valor específico es nula y sólo se
puede hablar de probabilidad asociada a un intervalo de la variable.
(Ec. 2B.201-09)
Fx (+∞) = 1 Fx (-∞) = 0
(Ec. 2B.201-10)
(Ec. 2B.201-11)
Los valores esperados y los momentos se calculan mediante la integración del producto de la
función densidad de probabilidades por la función para todo el rango de la variable aleatoria.
152
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Norma para Diseño Vial
( ) ∫
(Ec. 2B.201-12)
En la Tabla 2B.201-02 adjunta se resumen las expresiones para las funciones densidad de
probabilidades o funciones de distribución acumulada para los modelos de uso habitual en los
estudios hidrológicos.
153
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Se define como función de verosimilitud de n variables aleatorias x1, x2, x3,… xn a la función
densidad de probabilidad conjunta de las n variables, g(x1, x , x3,… xn, Q). La función de
verosimilitud entrega entonces la probabilidad que las variables aleatorias tomen valores
particulares x1, x ,… xn. En particular si x1, x2,x3,… xn es una muestra aleatoria de la función
densidad f(x,Q), entonces la función verosimilitud es:
El cálculo de los parámetros de los modelos por este procedimiento es más complejo que por otros
métodos, pues generalmente se debe resolver la ecuación resultante por métodos iterativos. El
cálculo de los parámetros requiere estimar el valor de los parámetros que maximizan la función
logarítmica presentada. Este cálculo requiere resolver el sistema de ecuaciones que se forma al
igualar a cero la primera derivada de la función de verosimilitud o del logaritmo de dicha función,
con respecto a cada uno de los parámetros. En la Tabla 2B.201-03 se muestran las expresiones para
el logaritmo de la función de verosimilitud de varios modelos probabilísticos.
154
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Norma para Diseño Vial
Este método se apoya en un teorema fundamental de la teoría de muestreo que expresa que los
momentos de la muestra son buenos estimadores de los momentos de la población o universo. En
consecuencia este método establece que dado un conjunto de observaciones x1, x2, x3,… xn de la
variable aleatoria x, un buen estimador del promedio del universo es el promedio de la muestra:
∑ (Xbar = promedio x)
(Ec. 2B.201-13)
(Ec. 2B.201-14)
Se pueden encontrar ecuaciones similares para los momentos de orden superior, siendo los dos
primeros momentos suficientes para las distribuciones de dos parámetros. No siempre se cumple
que los parámetros de una distribución sean exactamente iguales a los dos primeros momentos.
Sin embargo, los parámetros son siempre funciones de los momentos y puede resolverse el sistema
de ecuaciones resultante para encontrar los parámetros.
155
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Donde:
(Ec. 2B.201-15)
[ ]∑( )
(Ec. 2B.201-16)
En el caso del modelo Gumbel o Valores extremos tipo I se puede incorporar una corrección por el
tamaño de la muestra. Si se supone que la muestra es de tamaño grande o infinito, los parámetros se
estiman con las expresiones indicadas en la Tabla 2B.201-04 adjunta. Si se quiere incorporar una
corrección debido al tamaño de la muestra se ocupan las siguientes relaciones en función de los
estadígrafos anteriores, del valor medio (ybar) y desviación estándar (σn) de la variable reducida:
(Ec. 2B.201-17)
(Ec.2B.201-18)
Los valores promedio ybar y desviación estándar σ n de la variable reducida se calculan a partir
de la variable ym ordenada de mayor a menor:
156
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
[( )]
(Ec. 2B.201-19)
√
( )
(Ec. 2B.201-20)
En el Numeral 2B.201.2.4(2)b) se ilustra el empleo del método de los momentos para estimar los
parámetros de las distribuciones Log-normal-2, Valores extremos tipo I y Pearson III.
Greenwood y otros autores (1979) recomiendan estimar los parámetros de diversas distribuciones
mediante el método de momentos ponderados por probabilidad (MPP), ya que este procedimiento
tiene características preferibles al de máxima verosimilitud o de momentos convencionales
cuando el tamaño de la muestra es limitado. Los momentos ponderados por probabilidad se
definen como el valor esperado del producto de tres términos: la variable aleatoria (x), la
función de distribución acumulada (F(x)) y el complemento de esta función. De esta forma el
MPP de orden i, j, k se calcula mediante la siguiente expresión:
[ ] ∫
(Ec. 2B.201-21)
Los momentos convencionales constituyen un caso especial de los MPP, ya que en ellos el
exponente i es unitario y los otros dos exponentes son nulos.
Para facilitar el cálculo de los MPP se usan valores particulares para los exponentes. Por ejemplo,
para la distribución Wakeby se recomienda usar un valor unitario para el exponente i y nulo para el
exponente j. En este caso se denomina M1.0.k al MPP de orden k, y se designa simplemente por
Mk (Greenwood et al., 1979). Para las distribuciones de valores extremos generalizados y tipo I
se recomienda un exponente unitario para i y nulo para k.
Landwehr y otros autores (1979) recomiendan calcular estimadores de los MPP a partir de la
muestra, utilizando la siguiente expresión, que entrega MPP sesgados para k positivo, en función
del tamaño de la muestra (n), de los valores de caudales ordenados en forma creciente (xi) y del
número de orden (i) de cada valor en la lista:
157
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
∑ [ ]
(Ec. 2B.201-22)
Los autores nombrados también exploraron el empleo de estimadores insesgados para los MPP.
Sin embargo, reportan que los estimadores moderadamente sesgados proporcionan mejores
resultados, particularmente al estimar los valores de los cuantiles superiores, lo cual es
especialmente relevante en el contexto del análisis de frecuencia de crecidas.
Para encontrar estimadores con este método, se debe establecer una igualdad entre los
momentos ponderados del modelo y los correspondientes de la muestra, formándose un sistema de
ecuaciones con tantas ecuaciones como parámetros hay que estimar. En el caso de la distribución
EV1 se forma un sistema de 2 ecuaciones igualando los momentos de la muestra y del modelo
para j=0 y j=1. En el caso de distribución Wakeby se forma un sistema de 5 ecuaciones para K=0
...K=4, procediendo de igual modo.
Los momentos de la muestra se calculan ponderando cada valor por la probabilidad Fi:
(Ec. 2B.201-23)
(Ec. 2B.201-24)
O bien:
(Ec. 2B.201-25)
Los momentos ponderados del universo o población dependen del modelo probabilístico que se
emplee. A continuación se incluyen en la Tabla 2B.201-05 las expresiones para diferentes
modelos.
158
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Fuera de estas nociones cualitativas deben considerarse ciertos aspectos cuantitativos. A saber,
pueden calcularse los momentos de orden superior de la distribución y compararlos con los
valores calculados a partir de la muestra. Sin embargo, es preciso tener presente que el error
medio cuadrático cometido en la estimación de dichos momentos, aumenta al incrementar el
orden de momento y por ello disminuye la precisión en los estimadores. También se recomienda
comparar las probabilidades observadas con las calculadas con el modelo.
Entre los métodos para seleccionar modelos probabilísticos se distinguen los procedimientos
gráficos y losanalíticos.
159
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
modelo y los datos, ya sea utilizando la función densidad de probabilidad, o bien, la distribución
acumulada. En ambos casos la comparación gráfica permite una visualización rápida del ajuste
del modelo, e indica las zonas en las cuales el ajuste es deficiente. Ello permite decidir sobre la
bondad del ajuste, estimar los distintos percentiles de la distribución y los parámetros del
modelo.
Una etapa útil en el análisis es dibujar los datos en forma de un gráfico de barras. Al graficar las
frecuencias observadas para cada intervalo de la variable se obtiene el histograma, en el cual la
altura de cada barra es proporcional al número de observaciones en ese intervalo. Este gráfico
entrega a El Consultor un cuadro inmediato de las frecuencias observadas en cada intervalo y su
comparación con el modelo propuesto.
Para estudiar el ajuste de los datos al modelo, se procede a graficar la curva de distribución
acumulada. Para facilitar la decisión se acostumbra a usar un papel especial de modo que el
modelo probabilístico se representa en él por una recta. Para ello se deforma la escala de las
abscisas de modo de estirar los extremos de la distribución. Existen papeles de probabilidad para
los modelos de distribución Normal, Log-Normal y Valores extremos.
(Ec. 2B.201-26)
Donde:
m número de orden en ordenamiento creciente.
n número de datos.
Se utiliza también el concepto de período de retorno que se define como el tiempo para el cual en
promedio se produce un evento igual o superior al considerado.
Es decir,
160
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.201-27)
O bien:
(Ec. 2B.201-28)
iv. Si los puntos graficados se ajustan a una recta, entonces el modelo elegido representa un
buen ajuste y se traza la recta en forma visual. Si los puntos no representan una
tendencia lineal, entonces el modelo elegido no es adecuado. Una desviación
sistemática indica un ajuste pobre.
Los métodos anteriores permiten juzgar en forma gráfica la bondad del ajuste de los datos a un
determinado modelo probabilístico. Sin embargo, en ciertas ocasiones es preferible
contar con procedimientos cuantitativos que permitan una decisión objetiva sobre el ajuste.
A continuación se describen dos procedimientos cuantitativos: el test chi-cuadrado y el test
Kolmogorov-Smirnov.
Los tests de hipótesis sobre modelos de distribución cuentan con las siguientes etapas
generales:
Debe hacerse notar que este procedimiento permite rechazar un modelo por no ser adecuado,
pero no permite probar que el modelo probabilístico elegido sea el correcto.
(a) Test Chi-Cuadrado. Es el test más usado para medir la bondad de ajuste de un modelo y
es aplicable estrictamente a cualquier tipo de distribución, siempre que los
parámetros de ella hayan sido estimados mediante el método de máxima
verosimilitud. No obstante para aplicaciones prácticas de hidrología, es posible utilizar
este test, aunque los parámetros de la distribución hayan sido estimados por otros
métodos, como por ejemplo, el método de los momentos. El test consiste en
comparar, en intervalos previamente definidos de la variable aleatoria, el número
de casos observados en ese intervalo con el teórico, el cual es función del modelo
probabilístico en estudio.
161
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Si O1, O2,…. Ok son las frecuencias absolutas observadas y E1, E2, … Ek son las frecuencias
teóricas en cada una de las clases, se define un estadígrafo.
(Ec. 2B.201-29)
La variable X2 tiende a tener una distribución chi-cuadrado con K-S-1 grados de libertad,
siendo K el número de clases o intervalos definidos y S el número de parámetros estimados en el
modelo.
Para que el ajuste de la distribución a la muestra sea aceptable, se requiere que el valor chi-
cuadrado sea menor o, a lo sumo, igual al valor teórico que toma la distribución chi-cuadrado
para un cierto nivel de significación (normalmente 5%). Las tablas de la distribución chi-
cuadrado permiten conocer el valor teórico de chi en función de los grados de libertad y del nivel
de probabilidad deseado.
Se recomienda elegir un número reducido de clases de modo que el valor teórico de casos
observados en cada clase sea por lo menos igual a 5.
{[ ]}
(Ec. 2B.201-30)
La prueba es rechazar la hipótesis nula si D es mayor o igual que un valor crítico que depende de
n y del nivel de significancia. Se cuenta con tablas de los valores críticos (Hollander y Wolfe,
1973). Una de ellas se incluye en la Tabla 2B.201-06 adjunta.
162
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Tamaño
Nivel de significancia
muestra
n 0,20 0,15 0,10 0,05 0,01
1 0,90 0,93 0,95 0,98 0,99
2 0,68 0,73 0,78 0,84 0,93
3 0,57 0,60 0,64 0,71 0,83
4 0,49 0,53 0,56 0,62 0,73
5 0,45 0,47 0,51 0,56 0,67
6 0,41 0,44 0,47 0,52 0,62
7 0,38 0,41 0,44 0,49 0,58
8 0,36 0,38 0,41 0,46 0,54
9 0,34 0,36 0,39 0,43 0,51
10 0,32 0,34 0,37 0,41 0,49
11 0,31 0,33 0,35 0,39 0,47
12 0,30 0,31 0,34 0,38 0,45
13 0,28 0,30 0,33 0,36 0,43
14 0,27 0,29 0,31 0,35 0,42
15 0,27 0,28 0,30 0,34 0,40
16 0,26 0,27 0,30 0,33 0,39
17 0,25 0,27 0,29 0,32 0,38
18 0,24 0,26 0,28 0,31 0,37
19 0,24 0,25 0,27 0,30 0,36
20 0,23 0,25 0,26 0,29 0,35
25 0,21 0,22 0,24 0,26 0,32
30 0,19 0,20 0,22 0,24 0,29
35 0,18 0,19 0,21 0,23 0,27
40 0,17 0,18 0,19 0,21 0,25
45 0,16 0,17 0,18 0,20 0,24
50 0,15 0,16 0,17 0,19 0,23
n>50 1,07/√n 1,14/√n 1, /√n 1,36/√n 1,63/√n
El promedio y la varianza de la muestra son, a su vez, variables aleatorias y, como tales, puede
estudiarse su valor medio, su varianza y su distribución. En especial, es importante la relación entre
ellos y el valor esperado de la variable x. Se puede demostrar, utilizando el teorema del límite
central, que el valor esperado del promedio de la muestra es igual al promedio de la variable aleatoria
x, y que la varianza del promedio o error medio cuadrático es σ2/n. Una estimación puntual de un
parámetro es a veces poco conveniente, ya que rara vez coincide con el parámetro, por esta razón se
prefiere, a veces, realizar una estimación mediante un intervalo (i, s) en el cual i es el límite inferior y s
es el límite superior del intervalo. Este intervalo se denomina intervalo de confianza o de significación
del estimador.
163
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
√
(Ec. 2B.201-31)
La expresión anterior es una forma general de expresar el valor asociado a un período de retorno T,
siendo el factor de frecuencia una función del período de retorno y de los parámetros del modelo
seleccionado. El error estándar del estimado representa la falta de precisión en la estimación,
proveniente del hecho que los parámetros del modelo de probabilidad no se conocen con certeza,
sino que sólo se cuenta con un valor estimado de ellos, calculado en base a una muestra de longitud
limitada de la variable aleatoria. La obtención de la varianza del estimado, se puede alcanzar
expresando la varianza de una función de variables aleatorias como la suma de las varianzas y de
las covarianzas de las variables. En general, si el valor asociado a un cierto período de retorno es
función de k momentos centrados y del período de retorno, se tiene (Kite, 1978):
(Ec. 2B.201-32)
∑[ ] ∑ ∑ ( )( ) ( )
(Ec. 2B.201-33)
Esta expresión entrega un valor para el error estándar o la varianza del estimado en función de los
momentos centrados, de funciones de ellos y del factor de frecuencia. El cálculo de la varianza del
estimado dependerá del método empleado para estimar los momentos de la distribución. En general
se acostumbra a expresar ST en función de un coeficiente, de la varianza de la variable aleatoria y del
tamaño de la muestra, de acuerdo con la expresión siguiente (Kite, 1978):
√
(Ec. 2B.201-34)
Finalmente, el intervalo de confianza del estimado se obtiene, usualmente, bajo el supuesto que la
variable estimada se distribuye normalmente y se expresa según la relación siguiente en función
de la estimación puntual, del error estándar del estimado y de una variable estandarizada normal
correspondiente al nivel de significancia del intervalo. Cuando se especifica el intervalo de
confianza correspondiente a una significancia del 95%, el valor de z es 1,96.
(Ec. 2B.201-35)
164
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En la Tabla 2B.201-07 se indica el valor de δ para diferentes períodos de retorno para los
modelos normal, log-normal y valores extremos tipo I, suponiendo en este último caso que el
tamaño de la muestra es infinito.
En la Tabla 2B.201-08 se muestran los valores de δ para la distribución Pearson Tipo III para
diferentes períodos de retorno y valores del coeficiente de asimetría.
165
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para aplicar el método WAK-PWM (distribución Wakeby con parámetros calculados mediante
momentos ponderados) en una región homogénea, es necesario calcular los cinco primeros
momentos de las series anuales de crecidas en cada sitio; normalizar los momentos, dividiendo
cada uno de ellos por el primero (crecida media); obtener un estimador regional para los
momentos, ponderando los momentos estandarizados de cada sitio por el número de datos de
cada uno y, finalmente, estimar los parámetros regionales de la distribución Wakeby válida para
la región, utilizando el método de momentos ponderados por probabilidad para los estimadores
regionales estandarizados.
Los parámetros son estimados resolviendo el sistema de ecuaciones que se obtiene al igualar los
primeros cinco momentos de la muestra a los cinco primeros momentos expresados en función
de los parámetros de la distribución.
Una vez que la distribución de probabilidades regional ha sido calculada, para la estimación de
frecuencia de crecidas se requiere del uso de la distribución regional y de una estimación de la
crecida media en el sitio. Esta estimación, generalmente se obtiene estableciendo una ecuación
de regresión entre la crecida media anual en los lugares con información hidrológica en función
de variables explicativas, tales como el área de la cuenca aportante, la pendiente del cauce
principal, la lluvia máxima en 24 horas, la latitud, la longitud, la altura media y otras.
La mayoría de las estaciones existentes son de propiedad del Instituto Nacional de Meteorología e
Hidrología (INAMHI), institución que cuenta con listados de los registros e indican la ubicación de
la estación y sus características principales.
Previo a usar la información recogida en una de las estaciones es indispensable asegurarse que los
registros sean precisos, representativos y confiables. Es necesario ser conscientes que la lluvia
medida es una muestra recogida en una pequeña superficie y sujeta a problemas de viento, y
exposición debido a la posible obstrucción por árboles, edificios u otros elementos, así como a
la precisión intrínseca de los instrumentos utilizados para su recolección y registro. Quien usa
la información debe emplear un criterio adecuado y las técnicas recomendadas para asegurar que
la información cumpla algunos requisitos mínimos para asegurar su representatividad. La
166
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Una tormenta es un conjunto de intervalos de lluvia producido por una situación meteorológica
favorable; el número de horas sin lluvia que separa una tormenta de otra es un valor arbitrario,
pero típicamente se supone que lapsos del orden de seis a ocho horas sin lluvia determinan
eventos diferentes. Las características principales de este episodio, desde la perspectiva de usar
la información para diseñar sistemas de drenaje urbano o rural, son su duración, magnitud total,
variación de la intensidad en el tiempo y variación de la lluvia en el espacio.
2B.201.2.6(2) a) Duración
Una de las primeras decisiones de El Consultor es escoger la duración de la tormenta por utilizar,
entendiendo por duración al total de intervalos de lluvia. La importancia de la duración de la
lluvia es evidente ya que la intensidad media de la tormenta decrece con la duración y el área
aportante de la cuenca crece al aumentar la duración de la tormenta.
La selección de la duración de la tormenta de diseño está influenciada por factores del clima de
la región en estudio y por aspectos propios del área aportante, tales como su tamaño, pendiente y
rugosidad superficial.
Es usual que la duración de diseño sea igual al tiempo de concentración del área aportante,
definido como el tiempo necesario para que la gota más alejada llegue a la salida. Otros criterios
tienden a seleccionar duraciones de tormentas más o menos largas, en el rango entre 24 horas y
48 horas, ya que es usual que las crecidas importantes ocurran en temporales de duraciones
significativas. Sin embargo, en este caso es necesario tener presente que implícitamente se
está incluyendo la probabilidad de ocurrencia de dicha tormenta, valor que se desconoce.
Una vez establecida la duración total del temporal se debe tomar una decisión sobre la
magnitud de la lluvia, o total de agua caída durante el temporal. Existe una relación entre duración,
magnitud y probabilidad de ocurrencia, la cual normalmente se estudia y se representa en
familias de curvas intensidad-duración-frecuencia (IDF) o precipitación-duración-frecuencia
(PDF).
167
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La distribución en el tiempo de la lluvia total caída durante un temporal es, sin lugar a dudas, un
factor primordial en la determinación del escurrimiento de respuesta de la cuenca y, en
consecuencia, debe ser considerado en la definición de una tormenta de diseño. Sin embargo,
aun cuando es conocida la influencia del hietograma en la forma y magnitud de la onda de
crecida, es usual que se proceda utilizando hipótesis bastante simplificadas.
Algunos estudios que se pueden consultar para definir distribuciones en el tiempo para las
tormentas de diseño son los siguientes:
Huff, F.A. (1967) Time distribution of rainfall in heavy storms. Water Resources
Research, Vol. 3, pp 1007-1019.
National Environment Research Council (1975) Flood Studies Report. Whitefriars Press,
Londres.
Stappung, C. (1999) Lluvias de Diseño de Sistemas de Aguas Lluvias en Chile. XIV
Congreso Chileno de Ingeniería Hidráulica, Soc. Chilena de Ingeniería Hidráulica, 3-5
Noviembre, Santiago.
Varas, E. (1985) Hietogramas de Tormentas de Diseño. VII Congreso Nacional de
Ingeniería Hidráulica, Soc. Chilena de Ingeniería Hidráulica,7-9 Noviembre, Concepción.
Por lo dicho anteriormente, es difícil contar con la información necesaria para caracterizar y
168
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El diseño hidráulico de las obras de drenaje requiere el uso de las llamadas curvas intensidad-
duración-frecuencia de lluvias (IDF). Estas relaciones presentan la variación de la intensidad de
la lluvia de distintas duraciones, asociadas a diferentes probabilidades de ocurrencia, y son
necesarias para estimar indirectamente el escurrimiento proveniente de cuencas pequeñas
esencialmente impermeables, en función de la lluvia caída.
Para determinar estas curvas se necesita contar con registros pluviográficos de lluvia en el lugar de
interés y seleccionar la lluvia más intensa de diferentes duraciones en cada año, con el fin de
realizar un estudio de frecuencia con cada una de las series así formadas. Es decir, se deben
examinar los hietogramas de cada una de las tormentas ocurridas en un año y de estos
hietogramas elegir la lluvia correspondiente a la hora más lluviosa, a las dos horas más
lluviosas, a las tres horas más lluviosas y así sucesivamente. Con los valores seleccionados se
forman series anuales para cada una de las duraciones elegidas. Estas series anuales están
formadas eligiendo, en cada año del registro, el mayor valor observado correspondiente a cada
duración, obteniéndose un valor para cada año y cada duración. Cada serie se somete a un
análisis de frecuencia asociando modelos probabilísticos, así se consigue una asignación de
169
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Debe destacarse que formar las series anuales es un proceso largo y laborioso, que involucra el
examen cuidadoso de los rollos pluviográficos, la lectura de los valores, la digitación de la
información, la contrastación y verificación de los valores leídos con los registros pluviométricos
cercanos y el análisis de las tormentas registradas para encontrar los máximos valores
registrados para cada una de las duraciones seleccionadas.
Para facilitar el trabajo de El Consultor, a continuación se presentan los resultados del último
estudio realizado por el INAMHI (Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología) de Ecuador el
año 1999. Presentándose en la Figura 2B.201-02 la zonificación del país y en la Tabla 2B.201-09 y
en la Tabla 2B.201-10 las ecuaciones determinadas para cada una de las 35 zonas identificadas por
el indicado estudio.
El trabajo elaborado por el Departamento de Hidrometría del INAMHI para la determinación de los
valores máximos de intensidades correspondientes a diferentes períodos de retorno utilizó los
paquetes estadísticos FLOOD y SAFARHY, desarrollados por la Universidad de Chihuahua
(México) y la ORSTOM (Francia) empleando las leyes de distribución Normal, Log Normal, Gama
de dos y tres parámetros, Log Pearson III y Type I de Fisher – Tippett o de Gumbel.
170
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Para retornos mayores a 100 años (por ejemplo 200 y 500 años para puentes) se recomienda
extrapolar los valores de Id mediante el uso de papel semilogarítmico aplicando el método de
Gumbel para las precipitaciones máximas diarias (Pd) registradas en la estación meteorológica
representativa para un proyecto vial específico, de tal manera que al graficar dichos valores se
obtiene una recta.
Este método propuesto por Mulvaney en 1850, ha tenido y tiene bastante aplicación para estimar
el caudal de diseño en cuencas urbanas y rurales pequeñas, debido a su evidente lógica, aún
cuando tiene limitaciones teóricas. Ha sido recomendado para cuencas del orden de 1.000 hás,
(10 km2) pero se reportan casos de aplicación a cuencas del orden de 3.000 hás. (30 km2); en
consecuencia, la aplicación de este método se limitará a cuencas cuyas áreas no superen las
2.500 hás. (25 km2). Si el área de la cuenca supera los 15 km2 se recomienda subdividir el área
aportante en zonas homogéneas.
Este método establece que el caudal máximo es proporcional a la lluvia de diseño y al tamaño de la
cuenca aportante. Es decir el caudal máximo asociado a un determinado período de retorno se
calcula con la siguiente expresión:
(Ec.2B.201-36)
Donde:
Q caudal en m3/s
C coeficiente de escorrentía
i intensidad de la lluvia de diseño en mm/h
A área aportante en km2
La intensidad de la lluvia de diseño corresponde a aquélla con una duración igual al tiempo de
concentración del área y con una frecuencia o período de retorno compatible con la importancia y
trascendencia de la obra. El tiempo de concentración se define como el tiempo que demora el agua
hidráulicamente más alejada en llegar al punto de salida. Su estimación se realiza en base a
fórmulas empíricas desarrolladas para distintos casos particulares. Es usual que estas expresiones
empíricas al ser aplicadas a una situación particular produzcan resultados bastante diferentes, y El
Consultor deberá usar su experiencia y criterio para seleccionar el valor más adecuado. En la
Tabla 2B.201-11 se presentan algunas de estas fórmulas.
El coeficiente de escorrentía depende de las características del terreno, uso y manejo del suelo,
condiciones de infiltración y otros factores difíciles de cuantificar. Para elegir el valor más apropiado
se recurre a tablas y a la experiencia y criterio de El Consultor.
Al aplicar este procedimiento es preciso tener presente sus hipótesis y limitaciones. El método
supone que el coeficiente de escorrentía es constante para las distintas tormentas, lo cual es más
valedero para tormentas intensas donde una gran parte de la superficie tiende a saturarse y a
comportarse como área impermeable. Se supone que la frecuencia de la lluvia de diseño es
igual a la frecuencia del escurrimiento máximo, lo cual supone que el coeficiente de escorrentía
es constante. Se supone que la situación de lluvia más crítica es aquélla con duración igual al
tiempo de concentración. La importancia de esta restricción puede analizarse simulando los caudales
estimados para varias situaciones. La estimación del tiempo de concentración mediante fórmulas
empíricas extrapoladas a situaciones diferentes a las condiciones en que ellas se derivaron,
puede originar errores significativos.
Donde:
Tc tiempo de concentración, min
Ls longitud de escurrimiento superficial, m
L longitud del cauce, km
S gradiente, m/m
H diferencia de alturas en la cuenca, m
i intensidad de lluvia, mm/h
C coeficiente de escorrentía
CN número de curva (curve number)
n rugosidad superficial de Manning
Este método es una extensión del procedimiento racional para lluvias que tengan una duración
mayor que el tiempo de concentración del área, y tiene como objetivo contar con un hidrograma
y no sólo con una estimación del gasto al pico. De esta forma se puede emplear el procedimiento
180
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
racional en situaciones que necesitan hidrogramas, por ejemplo para dimensionar embalses de
retención de las aguas lluvia.
Se supone que la forma del hidrograma es trapecial con rectas de ascenso y de recesión con
duraciones iguales al tiempo de concentración. De esta manera el hidrograma aumenta
linealmente hasta alcanzar el gasto máximo para el tiempo igual al de concentración. Luego el
caudal permanece constante hasta el instante en que termina la lluvia. La última rama es lineal y
el caudal disminuye hasta un valor nulo. Procediendo de esta manera se calculan hidrogramas
para diferentes duraciones de lluvia, dado que para cada duración se utiliza la intensidad de
lluvia correspondiente a dicha duración seleccionada de la curva IDF. Cuando la duración elegida
es igual al tiempo de concentración el hidrograma se transforma en un triángulo isósceles.
Otro procedimiento recomendable para estimar los gastos máximos en cuencas rurales y
urbanas, así como en la forma del hidrograma correspondiente, es el desarrollado por el Soil
Conservation Service de Estados Unidos, método conocido como procedimiento de la curva
número (CN). Esta metodología cuenta con dos etapas o pasos: calcular el volumen escurrido o
lluvia efectiva y estimar el caudal máximo y la forma del hidrograma de la crecida.
El volumen escurrido, expresado en unidades de altura de agua (pulgadas), o lluvia efectiva (Q),
se calcula en función de la lluvia (P), del potencial máximo de retención de agua (S) y de las
pérdidas iniciales (Ia), las cuales se estiman en un 20% del potencial máximo, por medio de la
siguiente expresión:
(Ec. 2B.201-37)
El potencial máximo de retención de agua es función de la curva número y se calcula como sigue:
(Ec. 2B.201-38)
El factor CN o curva número depende del tipo de suelo, de la naturaleza y cobertura del suelo
y de las condiciones previas de humedad. El Soil Conservation Service ha publicado extensas y
amplias investigaciones sobre este factor y presenta tablas para seleccionar el valor más
representativo de cada situación. La Tabla 2B.201-12 incluye las condiciones rurales y urbanas
más corrientes.
181
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En Ecuador aún está pendiente la tarea de investigar los valores de CN para las condiciones locales
en Costa, Sierra, Oriente y Región Insular de suelos, cobertura vegetal y condiciones previas de
humedad para una mayor precisión en la aplicación del método.
La infiltración del terreno varía bastante en función de la permeabilidad del suelo y las
condiciones de la superficie. El método distingue 4 tipos de suelos (A, B, C y D). El suelo de tipo
A corresponde a suelos arenosos o limo-arenosos con bajo potencial de escurrimiento. Son suelos
con buen drenaje y conductividades hidráulicas del orden de 7 mm/h. Los suelos tipo B tienen
tasas de infiltración moderadas y son de tipo limoso. Sus conductividades hidráulicas son del
orden de 3 a 6 mm/h. Los suelos C tienen baja capacidad de infiltración cuando están
saturados y son limos arcillosos con algo de arena. Finalmente los suelos tipo D tienen un alto
potencial de escurrimiento y pequeña infiltración. Están formados fundamentalmente por suelos
finos arcillosos o limosos, con conductividades hidráulicas del orden de 1 mm/h.
El Soil Conservation Service propone también el uso de un hidrograma triangular que se asemeja
a una curva de hidrograma adimensional derivado a partir de muchos hidrogramas calculados.
Esta simplificación permite estimar el valor máximo del caudal, el tiempo de base y el tiempo al
pico, lo cual define totalmente la forma del hidrograma y su valor máximo. Este hidrograma tiene
182
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
una zona de ascenso que corresponde aproximadamente al 37% del volumen escurrido. El tiempo de
base y el tiempo al pico se pueden estimar en base al tiempo de concentración de la cuenca. Las
expresiones propuestas son las siguientes:
(Ec. 2B.201-39)
(Ec.2B.201-40)
(Ec. 2B.201-41)
Donde:
qp caudal al pico
Tc tiempo de concentración
Tb tiempo de la base del hidrograma
Tp tiempo al píco
Q volumen escurrido expresado en altura de agua
Las expresiones anteriores permiten calcular la forma del hidrograma conocido el volumen
escurrido y el tiempo de concentración.
Se denomina hidrograma a la curva que expresa la variación del caudal con el tiempo. Esta curva
sintetiza la respuesta de la cuenca frente a la acción conjunta de las características geomorfológicas
y climatológicas sobre ella. Este hidrograma de escurrimiento puede dividirse en dos componentes
principales, la respuesta rápida o escurrimiento directo, y la respuesta lenta asociada al agua
subterránea. El primero representa el agua que escurre superficialmente hacia el cauce natural,
la cual se incorpora rápidamente al río poco después de la lluvia. El segundo constituye el aporte
del agua subterránea a la sección del río que define la cuenca y representa la escorrentía que se
mantiene durante el período sin lluvias.
183
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
efectiva, o sea la cantidad de agua que realmente escurre y, por consiguiente, calcular la
proporción de la lluvia que se infiltra. Para ello es necesario definir la capacidad de infiltración o
cantidad máxima de agua por unidad de tiempo, que el suelo es capaz de absorber bajo ciertas
condiciones, la cual, en general, disminuye con el tiempo para una lluvia dada. Un suelo
inicialmente seco tiene una alta capacidad de infiltración, y al humedecerse la capacidad de
infiltración disminuye, tendiendo a un valor constante.
Para estimar la escorrentía a partir de la lluvia se utilizan métodos indirectos, constituidos por
tres etapas secuenciales de transformación, cada una de las cuales representa un fenómeno físico
del proceso. La primera representa el proceso de infiltración para estimar la lluvia efectiva a
partir de la precipitación total, la segunda corresponde a la transformación de la lluvia efectiva
en escorrentía directa o superficial, y la tercera requiere estimar la escorrentía subterránea o base
para agregar al escurrimiento directo y obtener el hidrograma total.
Las hipótesis principales del método del hidrograma unitario son las siguientes. En primer lugar,
supone que el hidrograma de la crecida correspondiente a una cierta lluvia, refleja todo el
conjunto de características físicas de la cuenca (forma, tamaño, gradiente, suelos, vegetación,
etc.), las cuales se suponen invariantes en el tiempo. En segundo lugar, supone una distribución
homogénea de la lluvia tanto en el espacio como en el tiempo. Por último, supone la constancia
del tiempo base del hidrograma unitario para lluvias efectivas de la misma duración, así como la
proporcionalidad entre las ordenadas del hidrograma y el volumen escurrido.
Las hipótesis anteriores no se satisfacen plenamente en las condiciones reales. En primer lugar
hay una variación estacional de la vegetación que puede cambiar la infiltración sustancialmente.
El mismo efecto tiene el manejo del suelo en zonas agrícolas. La variación espacial de la lluvia
efectiva puede producir cambios apreciables en la forma del hidrograma resultante y, por
consiguiente, los hidrogramas unitarios para lluvias de la misma duración, distribución en el
tiempo y magnitud, pero de distribución espacial distinta, son diferentes. En cuencas con
régimen de precipitación principalmente orográfico, aunque la distribución espacial de la lluvia
no sea uniforme, la configuración general se mantiene constante de una tormenta a otra y ello
minimiza estos efectos. Lo anterior lleva a limitar la aplicación del método a cuencas con áreas
menores de 4.000 km2 (Linsley, 1977) con el fin de conseguir minimizar el efecto de los
inconvenientes señalados.
184
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La cuarta hipótesis establece que el tiempo base del hidrograma de escorrentía directa es
prácticamente constante para lluvias efectivas de la misma duración. Es importante recalcar, sin
embargo, que el tiempo base de un hidrograma de escorrentía directa es difícil de determinar
exactamente, ya que depende del método empleado para separar los componentes del hidrograma.
El tiempo base de un hidrograma unitario variará directamente con la duración de la lluvia
efectiva, a una mayor duración de la lluvia corresponderá un menor gasto máximo para el mismo
volumen unitario de escorrentía. Por ello, teóricamente, es necesario calcular un hidrograma
unitario para cada duración posible de lluvia efectiva. Sin embargo, desde un punto de vista
práctico, el efecto de las variaciones de duración no es tan significativo y se puede aceptar una
tolerancia de +- 25% en la duración establecida para el hidrograma unitario, es decir, si se tiene un
hidrograma unitario de una duración de 4 horas, el mismo hidrograma puede ser usado para lluvias
efectivas con duraciones comprendidas entre 3 y 5 horas (Espíldora, 1987).
Desde un punto de vista teórico, las únicas hipótesis necesarias para la teoría general del hidrograma
unitario son las de linealidad y las de invariabilidad, no siendo las demás hipótesis tan esenciales al
método. Como las características físicas de la cuenca hidrográfica se suponen constantes,
(hipótesis de invariabilidad) se puede esperar que tormentas semejantes den origen a
hidrogramas unitarios parecidos.
Si se calcula el hidrograma unitario en base a una sola tormenta existe una incertidumbre en la
estimación, por lo cual es aconsejable promediar varios hidrogramas unitarios provenientes de
tormentas que tengan la misma duración. Por ello, para obtener el hidrograma unitario
representativo de la cuenca, se calcula el caudal máximo como el promedio de los valores
máximos de los hidrogramas unitarios elegidos y el tiempo promedio de los máximos de los
hidrogramas unitarios, dibujándose un hidrograma unitario promedio siguiendo la forma de los
otros hidrogramas y pasando por el punto máximo calculado.
Esta sección describe dos procedimientos para calcular el hidrograma unitario. El primero supone
una tormenta de intensidad constante en el tiempo y el segundo es apropiado para tormentas con
intensidad variable en el tiempo. Una dificultad para la aplicación de ambos métodos es la
obtención de la lluvia efectiva, la cual es esencialmente variable en el espacio y en el tiempo, no
contándose normalmente con información suficiente para estimarla adecuadamente.
185
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Una buena estimación de las ordenadas del hidrograma unitario puede derivarse del sistema de
ecuaciones que minimiza la suma de los cuadrados de las desviaciones entre las ordenadas del
escurrimiento superficial y las calculadas mediante la aplicación del hidrograma unitario a la
lluvia efectiva en los distintos intervalos. El procedimiento se puede plantear en forma matricial y
las ordenadas del hidrograma unitario se obtienen como solución de un sistema de ecuaciones,
análogo al denominado ecuaciones normales del problema de regresión por mínimos cuadrados.
Adicionalmente, en este caso, a la matriz de coeficientes se suma a una matriz identidad
amplificada por un factor, con el objeto de amortiguar las oscilaciones que tienden a producirse.
Cuando se tienen valores para tiempos discretos de la precipitación efectiva, del caudal superficial
observado y de las ordenadas del hidrograma unitario, la relación de convolución se expresa
mediante la siguiente sumatoria:
∑ i = 1, , ….n
(Ec.2B.201-42)
Donde:
Qj caudal observado en instante j
pi precipitación efectiva en instante i
uj ordenada del hidrograma unitario en instante j
Esta relación da origen a un conjunto de ecuaciones lineales para determinar las ordenadas del
hidrograma unitario conociendo la lluvia efectiva y el caudal superficial observado. Las
ecuaciones pueden presentarse en una forma matricial para facilitar la solución del sistema de
ecuaciones (Bruen y Dooge, 1984).
En estricto rigor, el número de elementos del vector que representa las ordenadas del hidrograma
unitario debe ser igual al número de ordenadas del caudal superficial observado menos el número
de intervalos de lluvia efectiva más uno. Así la base del hidrograma unitario será consistente con
la duración del hietograma de lluvia efectiva y con el tiempo base del hidrograma superficial
observado.
En la práctica, el cálculo de las ordenadas del hidrograma unitario se complica debido a errores
inherentes a la medición de lluvias y caudales, y debido a las aproximaciones e incertidumbre de
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
los métodos para estimar la lluvia efectiva y para calcular el escurrimiento superficial a partir de
los registros observados. Si el sistema de ecuaciones fuese absolutamente consistente, bastaría con
seleccionar un subconjunto de ecuaciones para encontrar todas las componentes del vector
incógnita. Sin embargo, por las razones mencionadas, es necesario contar con un número mayor de
ecuaciones y formular un problema de optimización sin restricciones.
Una forma típica de obtener una solución a este problema es imponer la condición de minimizar la
suma de los cuadrados de los errores entre el caudal superficial observado y el calculado. De esta
manera, el vector solución se puede obtener multiplicando el inverso de la matriz PTP por el
vector PTQ.
Es frecuente que la matriz P TP tenga una condición numérica poco adecuada, lo que tiende a
producir inestabilidades y valores negativos en el vector solución, hecho sin una realidad física.
Para amortiguar este problema y eliminar las oscilaciones y valores negativos, Kunchment (1967)
sugirió incorporar un factor amortiguador en las ecuaciones normales y obtener una solución
sesgada, pero estable, de modo que las ordenadas del hidrograma son la solución del siguiente
sistema de ecuaciones:
(Ec. 2B.201-43)
En general, existen rutinas de cálculo que resuelven el problema y entregan las ordenadas del
hidrograma unitario.
En las últimas décadas han aparecido muchos modelos de simulación del ciclo hidrológico de
variado grado de complejidad. El rango va desde el método racional hasta el modelo SHE
(Sistema Hidrológico Europeo) desarrollado como un esfuerzo conjunto de grupos de
investigación daneses, ingleses y franceses. Este modelo incluye ecuaciones de flujo no
permanente en la zona saturada y no saturada del suelo para representar el flujo superficial, y
permite reflejar las variaciones espaciales de la precipitación, de la evaporación y de las
características de infiltración del suelo. Lamentablemente, por su misma complejidad, requiere
información detallada de terreno, la cual normalmente no está disponible.
La mayor parte de las estructuras hidráulicas que se presentan en una carretera o camino
tienen una condición de flujo en conductos abiertos. Este tipo de escurrimiento se caracteriza
por tener una superficie libre, es decir sujeta a presión atmosférica como uno de los bordes del
escurrimiento. Este hecho complica la solución de los problemas hidráulicos, debido a que la
velocidad, altura de agua y caudal son funciones de la gradiente de fondo y de la superficie
libre.
Adicionalmente, dependiendo de la razón entre las fuerzas de inercia, las de gravedad y las
viscosas, se pueden distinguir otros tipos de comportamiento. Al considerar la razón entre las
fuerzas debidas a la viscosidad del fluido y las inerciales puede definirse el número de
Reynolds, y hablarse de flujos laminares, de transición o turbulentos. La mayor parte de los
flujos que se producen en las obras viales son turbulentos. Por último si se considera la
razón entre las fuerzas de gravedad y las de inercia, se puede definir el llamado número de
Froude, dado por Q2L/gΩ3 según se define más adelante, parámetro que permite distinguir
entre los flujos de río o subcríticos (F<1,0), los críticos (F=1,0) y los torrenciales o super
188
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
críticos (F >1,0).
De acuerdo a su origen los cauces pueden ser naturales o artificiales. Los primeros tienen una
sección recta irregular y los segundos son normalmente de sección geométricamente regular,
prismáticos y tienen una sección recta de forma rectangular, trapecial, triangular, circular o
parabólica. Para calcular las propiedades del escurrimiento en un cauce se deben calcular o
expresar algunas características geométricas en función de la altura de agua, o distancia vertical
desde el punto más bajo de la sección recta a la superficie libre. Las características de interés son
el área (Ω, superficie de la sección recta medida normalmente al flujo), el ancho superficial (L,
ancho de la sección recta en la superficie libre), el perímetro mojado (χ, longitud de la
intersección de la superficie mojada en el lecho con la sección recta), el radio hidráulico (R,
razón entre el área y el perímetro mojado), y la profundidad media o profundidad hidráulica
(D, razón entre el área y el ancho superficial). En las corrientes naturales las magnitudes
anteriores deben calcularse en función de las coordenadas que definen la sección recta del
escurrimiento. Las características de secciones en forma de arco, herradura u ovoides pueden
obtenerse de Domínguez (1974).
Este tipo de flujo se caracteriza por las siguientes propiedades: la energía específica es mínima
para un caudal dado (energía por unidad de peso referida al fondo); el caudal es un máximo
para un nivel de energía específica dado; la altura de velocidad (V2/2g) es igual a la mitad de la
profundidad hidráulica; la velocidad media del flujo es igual a la velocidad de propagación de
ondas elementales de traslación y el número de Froude es unitario. En general, la presencia del
escurrimiento crítico se refiere a una sección recta específica de la canalización, o sección
crítica, sin embargo en ciertos casos se puede dar que un tramo del canal escurra con flujo
crítico. El escurrimiento cerca de la condición de energía mínima es inestable y un pequeño
cambio en la energía específica provoca un cambio significativo en la altura de aguas, y por
consiguiente, en la velocidad del escurrimiento. Por ello, se recomienda que los diseños estén
alejados al menos en 10% de la condición de crisis.
189
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En el escurrimiento crítico, las alturas de agua y las velocidades medias están ligadas por la
condición de que el número de Froude sea unitario, lo cual implica que se cumplan las relaciones
siguientes entre el caudal (Q), el ancho superficial (L), el área de sección (Ω) y la aceleración de
gravedad (g):
(Ec. 2B.201-44)
190
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.201-45)
luego:
(Ec. 2B.201-46)
Dado que el área y el ancho superficial son funciones de la altura de aguas, la expresión anterior
entrega una relación entre la altura de aguas y el caudal. Las condiciones críticas se obtienen al
establecer la relación anterior para las diversas secciones analizadas en la Tabla 2B.201-13 adjunta.
El flujo uniforme se desarrolla cuando las fuerzas de fricción en el lecho de la canalización, que son
aquéllas que se oponen al movimiento, se equilibran con la componente paralela al fondo de las
fuerzas de gravedad, que son aquéllas que producen el movimiento. En estos casos la velocidad
media y la altura de agua permanecen inalteradas a lo largo de la canalización y la pendiente de la
línea de energía es paralela al fondo del conducto. Por consiguiente el flujo uniforme se caracteriza
por cumplir con las siguientes propiedades:
a) La profundidad, área de la sección recta, velocidad media y caudal son constantes en cada
sección del canal.
b) La línea de energía, la gradiente del eje hidráulico y la gradiente de fondo son paralelas.
En el escurrimiento uniforme la velocidad media (V) cumple la llamada ecuación de Manning con
el área de la sección (Ω), el radio hidráulico (R), la gradiente de fondo (i) y el coeficiente de
rugosidad de Manning (n):
(Ec. 2B.201-47)
Se entiende por movimiento permanente gradualmente variado (MPGV) aquél en el cual las
condiciones de escurrimiento (sección, velocidad media) son constantes en el tiempo, pero varían
en forma paulatina a lo largo de la canalización, de modo que rija la ley hidrostática en cada
sección. Las principales hipótesis para establecer las ecuaciones que rigen este tipo de escurrimiento
son:
Las pérdidas de carga (o la gradiente de la línea de carga) se puede estimar como si el
movimiento fuera uniforme utilizando las fórmulas de Chezy, Manning u otros. Aún
cuando este hecho no está demostrado, la práctica y la validación experimental han
confirmado su uso.
El cauce es prismático, siendo en consecuencia, constante la forma y alineación del lecho.
Gradiente del canal pequeña, lo que implica que la vertical y la altura de agua coinciden,
por lo tanto no hay factores de corrección para la presión ni incorporación de aire en el
escurrimiento.
La forma de la distribución de velocidades en las distintas secciones es constante, de modo
que el coeficiente de energía cinética o de Coriolis se mantiene constante.
El factor de rugosidad es constante y no depende de la altura de agua.
Considerando el coeficiente de Coriolis constante y una gradiente de fondo pequeña, de modo que
la altura de agua medida verticalmente sea igual a la altura perpendicular al fondo, se puede
expresar la energía por unidad de peso y su variación a lo largo de la canalización. En este caso, la
variación de la carga total (energía por unidad de peso) según la dirección del flujo referida a un
plano horizontal es:
( )
(Ec. 2B.201-48)
Esta derivada es igual, con signo negativo, a la pérdida de carga por unidad de longitud, y
corresponde a la gradiente de la línea de carga (J). Reemplazando en la expresión anterior la
variación del fondo en función de la gradiente y la variación de la velocidad en función de
variaciones en el caudal (Q), se obtiene la ecuación básica que, una vez integrada, entrega las
variaciones de la altura de agua (h) con la dirección del flujo. Interviene en la ecuación además el
área (Ω), el ancho superficial (L) y la aceleración de gravedad (g).
192
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.201-49)
2B.201.2.15(2) Trazado del eje hidráulico
Consiste en integrar la ecuación del movimiento permanente gradualmente variado de tal forma de
conocer, en cualquier punto de la corriente, la altura de agua con que ésta escurre para un gasto
dado en un lecho de forma conocida. Para el trazado de un eje hidráulico se acostumbra seguir la
siguiente pauta:
Dibujar el perfil longitudinal del canal distorsionando las escalas vertical y horizontal. Dado
que un canal es una obra esencialmente lineal se deberá tener una escala vertical mucho
mayor que la horizontal para hacer apreciables las fluctuaciones del eje hidráulico.
En el perfil longitudinal se deben diferenciar los distintos tramos que se presentan,
calculándose las respectivas alturas normales y críticas procediéndose a graficarlas en el
perfil. Estos tramos deberán ser suficientemente largos, de tal manera que no constituyan una
singularidad.
Ubicar posibles secciones de control, entendiéndose como tales aquellas secciones donde la
altura de agua depende de consideraciones distintas a las del movimiento gradualmente
variado y que determinan puntos conocidos del eje hidráulico. Para los tramos en gradiente
fuerte se ubicarán controles aguas arriba y para tramos en gradiente suave los controles se
ubicarán aguas abajo.
Una vez separados los tramos, se traza cualitativamente el eje hidráulico, pues se conocerá
el tipo de perfil en cada caso ayudándose de los puntos de control.
El cálculo propiamente tal se efectúa por alguno de los métodos que se verán a
continuación, calculándose en cada tramo las alturas de agua asociadas a cada punto para
un gasto dado. Para el cálculo del eje hidráulico se han desarrollado diversos métodos,
los que se pueden clasificar como métodos gráficos, de integración directa y numéricos.
Los puntos de control y de partida constituyen condiciones de borde para la integración de las
ecuaciones. Las secciones de control o puntos de control son aquellas secciones en que la altura
de agua se calcula por consideraciones distintas a la ecuación del movimiento gradualmente
variado. Los puntos de partida inicial son aquellas secciones de control en que independiente de
lo que pase aguas arriba o aguas abajo producen una altura conocida del eje hidráulico, es decir
representan los únicos puntos desde los cuales puede comenzar el cálculo. Los puntos de
partida secundarios son puntos de control en los cuales su comportamiento hidráulico
depende del eje hidráulico en otros puntos y que, en consecuencia, se transforman en puntos de
partida una vez que se conocen las condiciones que influyen en su funcionamiento. (Por ejemplo,
existe una compuerta con resalto rechazado o ahogado).
En general, los puntos de control están ligados a singularidades en el cauce. Estas imponen al
193
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Uno de los tipos de secciones de control interesantes y que no constituyen una singularidad
propiamente tal, son las secciones donde se producen el cambio de gradiente o rugosidad del
lecho, o ambas, entre dos tramos consecutivos de un canal de idéntica forma. Desde el punto
de vista hidráulico en estas secciones solo se produce un cambio en la altura normal al pasar de
un tramo a otro. Se define gradiente suave cuando la altura normal es mayor que la altura crítica y
gradiente fuerte es aquella cuya altura normal es menor que la altura crítica.
Si se supone que los tramos que siguen y anteceden a la sección de cambio son lo suficientemente
largos como para que no existan otras interferencias, se pueden presentar los siguientes casos:
Para determinar la altura que impone una sección de este tipo basta considerar el hecho que
los ríos dependen de aguas abajo y los torrentes sólo de aguas arriba. De tal manera que cuando
en el primer tramo hay una pendiente suave la altura de agua en la sección de control la impone el
tramo de aguas abajo. Cuando en el segundo tramo hay una pendiente fuerte la altura la impone el
tramo de aguas arriba.
Existen varios procedimientos para calcular el trazado de un eje hidráulico una vez que se ha
analizado su forma general y determinado los puntos de control y partida. Estos métodos pueden
ser analíticos, gráficos o numéricos. Sin embargo, hoy en día prevalecen los enfoques numéricos
para integrar la ecuación diferencial.
Existen diversos métodos que permiten integrar en forma numérica la ecuación del MPGV. La
aplicabilidad o conveniencia de cada uno depende de las características de la situación particular a
resolver. Los métodos de integración numérica más utilizados son el directo por etapas y el método
por etapas fijas.
(b1) Método directo por etapas. Este método es especialmente aplicable al caso de
canalización de características regulares, con pendiente y sección transversal constante, que es
el caso típico de los canales. Básicamente en él se trata de obtener en cada etapa del cálculo la
194
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Si se considera un tramo de canal con dos secciones separadas entre sí una distancia Dx, las
pérdidas por fricción en el tramo se evalúan multiplicando la distancia entre las secciones
consideradas por la pendiente promedio de la línea de energía en el tramo. En consecuencia, la
diferencia entre las energías por unidad de peso entre las dos secciones está relacionada con la
distancia entre ellas, la caída del fondo (i) y la caída promedio de la línea de energía (Jm):
(Ec. 2B.201-50)
Ecuación que permite calcular la distancia ∆x desde una sección con características conocidas hasta
otra en que se produce una altura de agua también conocida (h2).
(Ec. 2B.201-51)
Si la distancia es positiva se habrá avanzado hacia aguas abajo y si es negativa hacia aguas arriba.
(b2) Método de etapas fijas. Este método básicamente consiste en calcular la cota de agua que tiene
el eje hidráulico a una distancia determinada y fija de una sección conocida. En estas
condiciones es un método que se adapta fundamentalmente al cálculo de ejes hidráulicos en
canalizaciones de sección irregular y en cauces naturales, donde sólo se conocen las propiedades
de las secciones ubicadas a distancias fijas y determinadas. Es corriente en los lechos naturales tener
información de las características de la sección en algunas estaciones, y suponer que ellas son
representativas del cauce en esa zona. Para estos casos en lugar de calcular la altura de agua en
cada sección es preferible determinar la cota del eje hidráulico referida a un sistema horizontal fijo.
El problema básico se puede plantear en los siguientes términos: para un gasto dado se conoce en
195
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
una sección del cauce la cota del eje hidráulico y se desea conocer la de una sección contigua. En
todas las secciones es posible calcular el área, perímetro, perímetro mojado y radio hidráulico en
base a la información del perfil transversal. Se supone conocido también el coeficiente de rugosidad
del lecho.
En la sección inicial (1) se conocen las características del escurrimiento y, por lo tanto, la
cota de la línea de energía (H1) y su gradiente (J1)
(Ec.2B.201-52)
(Ec.2B.201-53)
Darse un valor de prueba para la cota del eje hidráulico en la sección 2, (z2 + h2) con el cual
es posible calcular las propiedades del escurrimiento en esa sección en base a la información
del perfil correspondiente. Se calcula:
(Ec.2B.201-54)
(Ec.2B.201-55)
Calcular y comprobar los valores de la cota de la línea de energía en base a la altura de agua y
en base a la pérdida de energía en el tramo.
(Ec.2B.201-56)
(Ec.2B.201-57)
Si ambos valores coinciden el cálculo es el correcto, si no se debe probar con otro valor para
la cota del eje hidráulico en la sección 2.
Con el objeto de evitar demasiados tanteos hasta dar con el valor correcto (aquél para el cual las
energías coinciden), Henderson (1966) propone calcular la corrección de la altura de agua en la
segunda sección en función del error de las energías (He).el número de Froude en la sección 2 (F2),
196
Volumen 2B
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la distancia entre las secciones, el radio hidráulico (R2)y la pendiente de la línea de energía (J2) en
la segunda sección.
(Ec. 2B.201-58)
2B.201.2.16 Singularidades
Las singularidades en conductos abiertos constituyen un caso de flujo rápidamente variado. En este
tipo de flujo existe una curvatura pronunciada de las líneas de flujo. Se producen cambios
importantes en la altura de aguas y en la velocidad en un corto trecho, caracterizándose en general
este tipo de escurrimiento por una gran turbulencia.
En los métodos de análisis del flujo rápidamente variado se pueden distinguir tres casos: se aplica el
principio de conservación de energía en aquellos casos en que es posible determinar las pérdidas de
energía; se usa el principio de cantidad de movimiento o el de momenta cuando es posible calcular
las fuerzas externas aplicadas sobre el volumen de control y, por último, muchos casos se
resuelven por métodos experimentales que se generalizan aplicando los principios de análisis
dimensional y semejanza hidráulica.
Los principales casos de flujo rápidamente variado incluyen los resaltos hidráulicos en lechos
rectangulares, trapeciales y circulares en gradientes horizontales con y sin cambio de gradiente;
los vertederos de pared delgada, gruesa, laterales y curvos; las compuertas planas, de sector o
laterales; los cambios de sección, ya sea de forma, ensanches, estrechamientos bruscos o paulatinos,
los ensanches bruscos o paulatinos, las gradas de bajada o subida, etc.
El tratamiento de los múltiples casos que pueden presentarse escapan al alcance de este Manual,
pero se pueden consultar en los libros de Domínguez (1974), Chow (1959) y Henderson (1966),
197
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Estas singularidades consisten en una reducción brusca del ancho de la sección recta, similar a la
que puede producirse con las pilas de un puente. La obstrucción es similar al concepto anterior,
pero se producen dos o más secciones parciales. El efecto que tiene esta reducción de la sección en
el escurrimiento depende de la geometría de la singularidad, del caudal que escurre y del tipo de
flujo. El fenómeno no tiene una solución analítica, pero se han encontrado soluciones
particulares por medios experimentales. Cuando el flujo es tranquilo, de río o sub-crítico, la
restricción de la sección produce un remanso que se desarrolla hacia aguas arriba de la
singularidad. En la sección contraída del escurrimiento puede o no existir una sección de control
con escurrimiento crítico, dependiendo de la relación entre la energía específica normal y la
crítica. Cuando el escurrimiento es de torrente, la constricción afecta solamente en la zona
cercana a la singularidad. En este tipo de singularidades las mayores pérdidas de energía se
concentran en la zona donde la sección se expande, posteriormente a la restricción. Chow (1959) y
Domínguez (1974) entregan gráficos para resolver diferentes geometrías y casos particulares de
restricciones de sección.
Las alcantarillas constituyen casos especiales de restricción de la sección recta, y cuentan además
con una contracción de la sección a la entrada. El flujo en una de estas estructuras es complejo y
depende de la geometría de la entrada, de la forma de la alcantarilla, del largo, de la gradiente y
rugosidad, de las condiciones del escurrimiento a la entrada y a la salida. Por ello existen
experiencias de laboratorio y de terreno para determinar las condiciones del flujo. Diversos
investigadores americanos como Yarnell, Nagler, Woodward, Mavis, Straub, Morris,
Shoemaker, Clayton y otros, han estudiado numerosos casos que cubren la mayoría de las
situaciones de la práctica.
El escurrimiento en una alcantarilla ocurre a boca llena cuando la salida está sumergida, o bien
cuando la carga a la entrada es alta y la alcantarilla es larga. El escurrimiento será con sección
parcial cuando la carga a la entrada es menor que un valor crítico, siempre que la salida no esté
sumergida. Este valor crítico es del orden de 1,2 ó 1,5 veces la dimensión de la altura total de la
alcantarilla.
Para efectos prácticos se acostumbra a distinguir 6 casos o tipos de escurrimiento diferentes. Salida
sumergida (tipo 1), salida no sumergida, con carga a la entrada mayor que el valor crítico y
alcantarilla larga (tipo 2); salida no sumergida, carga a la entrada mayor que el valor crítico y
alcantarilla corta (tipo 3); carga a la entrada menor que el valor crítico con altura de aguas a la
salida mayor que la altura crítica (tipo 4); carga a la entrada menor que el valor crítico con altura
de aguas a la salida menor que la altura crítica en pendiente suave (tipo 5) y carga a la entrada
198
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
menor que el valor crítico con altura de aguas a la salida menor que la altura crítica con pendiente
fuerte (tipo 6).
Los primeros dos casos constituyen situaciones de flujo a presión o en conducto cerrado y los
otros son casos de escurrimiento en conductos abiertos. En el tipo 3 la alcantarilla actúa como un
orificio, con un coeficiente de gasto que varía entre 0,45 y 0,75. En los últimos tres casos la
alcantarilla actúa como un vertedero con coeficientes de gasto entre 0,75 y 0,9 dependiendo de
las condiciones a la entrada.
2B.201.2.17(3) Puentes
El flujo bajo un puente constituye también un caso de restricción de la sección, el cual ha sido
estudiado experimentalmente por diversos investigadores. Yarnell ha efectuado un cuidadoso
análisis de la literatura técnica al respecto y ha efectuado también numerosos experimentos en
laboratorio. Las expresiones más utilizadas son las de Nagler y las de D’Aubuisson. La fórmula
de Nagler entrega el caudal (Q) en función de un coeficiente empírico, el ancho de la sección
contraída (b2) la altura de aguas abajo (y3), la velocidad de aguas abajo (V3), la pérdida de energía
(h3), la velocidad aguas arriba (V1) y dos coeficientes empíricos (β, θ). El coeficiente empírico θ
disminuye cuando la contracción disminuye, normalmente tiene un valor del orden de 0,30. El
coeficiente β varía con la razón de estrechamiento (b2/b1). La expresión de Nagler es la siguiente:
√ ( ) √( )
(Ec. 2B.201-59)
√
(Ec. 2B.201-60)
Razón de estrechamiento
Forma de la pila 0,90 0,80 0,70
KN KA KN KA KN KA
Rectangular 0,91 0,96 0,87 1,02 0,86 1,02
Extremos semicirculares 0,94 0,99 0,92 1,13 0,95 1,20
Extremos triangulares 0,95 0,94 0,92
Par de cilindros 0,91 0,89 0,88
Forma lenticular 0,95 1,00 0,94 1,14 0,97 1,22
199
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El desarrollo de este tema tiene como objetivo definir la terminología y establecer las definiciones y
conceptos básicos utilizados comúnmente en los estudios de transporte de sedimentos y de
hidráulica y mecánica fluvial. En lo específico se aborda la caracterización de los sistemas
fluviales y cursos naturales atendiendo a la identificación y clasificación de los distintos tipos
de cauces, lo cual depende de su morfología y del material del cual está constituido su
lecho. Además se incluye la descripción de los fenómenos de transporte de sedimentos y procesos
asociados que ocurren tanto a nivel de cuenca, como aquéllos que se originan debido a la
interacción directa entre el material constitutivo del lecho y el escurrimiento. Se caracterizan
asimismo los procesos de erosión y sedimentación de los suelos de una cuenca y los fenómenos de
transporte de sedimentos y los procesos asociados de socavación y sedimentación que se verifican
en un cauce. Finalmente se incluyen descripciones detalladas de los diferentes tipos de enfoques y
métodos utilizados para el estudio de los fenómenos de transporte de sedimentos, acompañados de
comentarios de cada uno y comparaciones entre ellos.
Todo lo que se presenta en esta sección constituye el fundamento conceptual general que
sustenta los procedimientos y técnicas de hidráulica y mecánica fluvial que se describen en el
Volumen N° 2 Sección 2B.202.7 del Manual NEVI-12-MTOP.
Los materiales que conforman los lechos de los ríos son en general sedimentos que abarcan un
amplio rango de tamaños en variadas proporciones, incluyendo: arcillas, limos, arenas, gravas,
bolones y fragmentos de roca. A lo largo de los cauces estos materiales tienden a distribuirse
ordenados espacialmente por rangos de tamaños dominantes, generalmente con una tendencia
hacia la disminución de dichos tamaños y un aumento de la redondez de sus partículas en la
medida que aumenta la distancia desde las cabeceras a las desembocaduras. Por ejemplo, los
sedimentos que dominan típicamente en las desembocaduras de los ríos en el mar son las arenas
y limos, en cambio en sectores montañosos y conos de deyección dichos sedimentos abarcan
tamaños mayores y de mayor dispersión granulométrica, desde fragmentos de roca y gravas
angulosas hasta arenas y finos, con un tamaño medio más cercano al representativo de las
fracciones gruesas de la distribución.
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
pueden ser de sinuosidad baja a media, dependiendo de la constitución geológica de los suelos. La
segunda es una zona de transferencia de los sedimentos, la cual se caracteriza por gradientes
intermedias con lechos escasamente sinuosos o bien trenzados cuando existe una tendencia a
formar depósitos inestables de material, como en los conos de deyección. La tercera corresponde
a la zona de almacenamiento o acumulación de los sedimentos en donde las gradientes y
velocidades del escurrimiento son más bajas, por lo que el material fino tiende a depositarse
aquí. Son cauces de sinuosidad media a alta que pueden derivar en la formación de meandros.
Atendiendo al material predominante del cual están constituidos sus lechos y a las características
morfológicas asociadas, para fines de la ingeniería los cauces pueden ser descritos como sigue:
Los lechos arenosos son lechos móviles que se caracterizan por deformarse con el paso del agua
generando ondulaciones de fondo, cuyas formas y características dependen del tamaño del
sedimento, de las propiedades físicas del agua (densidad y viscosidad) y de las propiedades
mecánicas del escurrimiento (velocidad, altura, etc). La presencia de las ondas sedimentarias en un
lecho arenoso es determinante en el comportamiento hidráulico y mecánico fluvial, pues
condiciona la resistencia al escurrimiento del lecho y, por lo tanto, la pérdida de carga. Los
cauces con lechos móviles se denominan cauces aluviales.
En algunos cauces, producto de las bajas gradientes de las llanuras y de la constitución geológica
de los suelos en que se desarrollan, se generan meandros los que se caracterizan por una sucesión
de curvas más o menos regulares y periódicas, conectadas por tramos relativamente rectos
conocidos como cruces o atraviesos. En las curvas el escurrimiento tiende a socavar la orilla
externa, produciéndose un avance natural de la curva tanto hacia aguas abajo como hacia afuera.
El material socavado es depositado en una proporción importante, en los cruces o en el lado interno
de la siguiente curva, formándose de este modo dunas o barras que tienden a avanzar hacia el
interior del cauce y hacia aguas abajo, todo lo cual se traduce en un proceso de migración del
meandro.
Corresponden a los cursos naturales que se desarrollan en las zonas de cabecera y medias de las
cuencas. Poseen mayores gradientes que los cauces arenosos por lo que las velocidades del
escurrimiento son más altas y los sedimentos constitutivos del lecho son típicamente de
granulometría extendida, con predominio de las fracciones de material más grueso incluyendo
fragmentos de roca, bloques, bolones y grava gruesa con partículas más angulosas en la medida que
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
se alcanzan las zonas de cabecera. Debido a las altas velocidades que desarrolla el escurrimiento, el
material más fino (gravas finas, arenas, limos y arcillas) es arrastrado con mayor facilidad hacia
las zonas más bajas, produciéndose una tendencia a mantener en el lecho el material de mayor
tamaño, el cual normalmente forma una capa de material uniforme y grueso conocida como
coraza. Por lo anterior, los sectores de gradientes altas corresponden a sectores generadores o
productores de sedimentos y los sectores de gradientes medias corresponden a sectores de
transferencia.
Los lechos con sedimentos gruesos se deforman en barras o se mantienen relativamente planos, por
lo que la pérdida de carga está determinada principalmente por la aspereza de los granos de
sedimento. Cuando la altura del agua relativa al tamaño del sedimento es pequeña se está en
presencia de un flujo macrorrugoso. Esto sucede típicamente en los torrentes de montaña. Los
cauces con este tipo de lechos pueden considerarse cauces aluviales o cauces de lecho fijo
dependiendo de la inestabilidad del lecho.
Estos cauces pueden presentarse con escasa sinuosidad para los niveles de aguas máximas,
confinados por riberas rocosas o de alta resistencia a la erosión. Para niveles bajos se desarrollan
barras que hacen que la línea de máxima profundidad de las secciones (thalweg) oscile a lo ancho
del lecho. En general, los cauces rectos constituyen un estado transicional que precede a los
cauces con meandros o a los cauces trenzados. Los cauces no confinados tienden a desarrollar
brazos con facilidad y a evolucionar hacia un cauce trenzado.
Los suelos constituidos por materiales cohesivos que forman el cauce de un curso natural se
caracterizan por formar conglomerados consolidados, en que las fuerzas de unión entre partículas
son principalmente de origen electroquímico. Los cauces que poseen lechos de este tipo admiten
inicialmente flujos con mayores velocidades (antes de que las fuerzas de roce rompan la estructura
del suelo), en comparación a velocidades equivalentes que movilizan material granular de
granulometría fina o gruesa. Sin embargo, una vez que la estructura del suelo cede, éste colapsa en
forma abrupta y masiva.
Los cauces donde el lecho presenta material cohesivo se ubican generalmente en depósitos
glaciares (morrenas) y en desembocaduras o entradas de agua afectadas por mareas.
Los procesos relacionados con la erosión y sedimentación pueden tener gran importancia en obras
hidráulicas. En efecto, existen dispositivos, obras y sistemas hidráulicos en los que el sedimento
juega un rol fundamental, pues muchas veces éste no sólo determina su diseño y
dimensionamiento, sino además tiene incidencia directa en su operación. Por este motivo resulta
importante disponer en la práctica de medios que permitan cuantificar el volumen de sedimento a
que darán origen procesos naturales o acelerados de erosión.
203
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Norma para Diseño Vial
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Norma para Diseño Vial
sedimentación, es usual muchas veces utilizar como sinónimo de sedimentación también la palabra
erosión. De este modo, se entiende tácitamente que en ausencia de erosión los restantes procesos, y
por lo tanto la sedimentación misma, son inexistentes.
La erosión puede ser natural o acelerada. En el primer caso existe un equilibrio dinámico
caracterizado por una tasa de formación del suelo por descomposición de rocas similar a la tasa de
remoción, siendo este proceso relativamente lento. La erosión acelerada, en cambio, se caracteriza
por un rompimiento de este equilibrio natural lo que se manifiesta a través de una pérdida
creciente de suelo que no se ve compensada por la formación de nuevo suelo.
En problemas que atañen más propiamente a la ingeniería fluvial, los sedimentos se clasifican
atendiendo a su origen en dos grupos, que desde el punto de vista de su remoción y transporte
presentan diferentes comportamientos: sedimentos que tienen su origen directo en los suelos de la
cuenca y sedimentos que provienen directamente del cauce aluvial.
Los sedimentos que provienen de la superficie de la cuenca aparecen en los cursos naturales junto
con la escorrentía superficial. Corresponden a materiales finos, usualmente en el rango de arenas
finas, limos y arcillas, que se encuentran presentes en el lecho sólo en cantidades menores. Se ha
sugerido utilizar el límite 10% (en peso) para diferenciar estos materiales de los propiamente
constitutivos del lecho. En la terminología del arrastre de sedimentos se utiliza el término
inglés “washload” o carga de sedimento asociada al lavado de los suelos de la cuenca, para
denotar al material que proviene de la erosión de la cuenca.
Entre los factores que condicionan los procesos de erosión, transporte y sedimentación a nivel de
cuenca, se incluyen la gradiente del terreno, el régimen de precipitaciones, la cobertura vegetal,
las formaciones superficiales y los factores antrópicos, o sea, factores ligados a la actividad del
hombre, tales como actividad agrícola, pecuaria, industrial, minera, etc.
Desde el punto de vista de los principales agentes que intervienen en él, es posible distinguir tres
grandes procesos en la naturaleza: el hídrico, el eólico y el de remoción en masa. El primero dice
relación con la acción fundamental que ejerce el agua y puede subdividirse a su vez en erosión
pluvial, erosión por escurrimiento difuso, erosión por escurrimiento difuso intenso, erosión laminar
y erosión por escurrimiento concentrado o lineal. El segundo proceso está vinculado a la acción
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Norma para Diseño Vial
del viento, en tanto el tercero a la acción combinada de la gravedad y del agua, principalmente.
La erosión pluvial se debe al impacto de las gotas de lluvia que desprenden partículas de suelo,
dejándolas disponibles para el transporte; este impacto también produce una compactación e
impermeabilización parcial del suelo por sellado de los poros superficiales.
La erosión por escurrimiento difuso está asociada a la formación de hilillos de agua que siguen
cursos convergentes y divergentes los cuales producen desprendimiento local de material y su
posterior transporte a cortas distancias. Ocurre incluso bajo la cubierta vegetal, pero en este
caso su capacidad de remoción de suelo es limitada.
La erosión por escurrimiento difuso intenso corresponde a una intensificación del proceso anterior,
en el cual los hilillos se convierten en pequeños cursos que recorren distancias mayores, llegando
incluso a profundizarse con lluvias posteriores.
La erosión por escurrimiento concentrado o lineal ocurre cuando los hilos de agua tienen
capacidad de arrastre suficiente como para transformarse en surcos o cárcavas que se profundizan
con cada lluvia. Contrariamente a lo que sucede con la erosión difusa, la erosión concentrada
aporta gran cantidad de material y de variada granulometría.
Los procesos de erosión eólica ocurren en regiones muy secas durante períodos suficientemente
largos que permiten que las partículas pierdan su cohesión, o en suelos granulares no cohesivos,
como en el caso de dunas en zonas costeras o desérticas. En general la existencia de una cobertura
vegetal aminora o impide la erosión eólica.
Los sedimentos que provienen del lecho y del cauce de inundación son movilizados por el agua,
proceso que va íntimamente asociado con las características hidráulicas del curso. Estos materiales
son el resultado de la continua interacción entre el lecho móvil y el escurrimiento. Por su origen,
en la literatura inglesa se ha adoptado el término “bed material load” o “bed load” para denotar la
carga de sedimento o gasto sólido de fondo que tiene su origen en el material movilizado por el
flujo desde el lecho, el cual da origen a los procesos de socavación y sedimentación de cauces
aluviales.
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Se define como socavación al descenso local que experimenta un lecho móvil con respecto a
su nivel natural, debido a un desbalance localizado entre la capacidad erosiva de una corriente y el
suministro de sedimento en una zona específica. Este descenso afecta a pilas y estribos de puentes,
como a toda estructura cuya fundación esté inserta en un lecho móvil en que se produzca este
desbalance.
La socavación local debida a la presencia de un puente puede ocurrir por las siguientes causas:
Debido a la contracción local causada por los estribos y pilas del puente que significan
mayores velocidades locales del escurrimiento y, por lo tanto, mayor capacidad localizada
de arrastre. Esta mayor capacidad es suplida por el material proveniente del lecho en las
vecindades de la contracción, lo cual se traduce en socavación de la sección (socavación
general).
Por la obstrucción que representan para el escurrimiento los estribos y pilas, lo cual genera
torbellinos locales que aumentan la capacidad erosiva del flujo en torno a estas estructuras.
Por la obstrucción producida por enrocados u obras destinadas a proteger localmente
estructuras contra la socavación. La práctica de amontonar roca suelta en torno a pilas, como
elementos de protección, puede resultar contraproducente al generarse grandes hoyos de
socavación en particular en las cercanías de las pilas.
Debido a alteraciones en el patrón local del escurrimiento (cambios de dirección y
aceleramiento) producidas por las pilas, los estribos o los terraplenes de acceso al puente.
Estas alteraciones son características de cauces inestables con tendencias a la oscilación
transversal, los cuales por no haber sido encauzados mediante obras especiales tienden a ser
modificados por la presencia de puentes.
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Norma para Diseño Vial
arrastre, se origina una profundización localizada del lecho, es decir, socavación local.
Avance de ondas sedimentarias. Producto del transporte de los sedimentos, los lechos
móviles se deforman en ondas cuasi-periódicas las cuales presentan características que
dependen del tamaño del sedimento y de las condiciones físicas del agua y mecánicas del
escurrimiento. Estas ondas tienen distintas formas y comportamientos y han sido
identificadas como rizos, dunas, rizos sobre dunas, antidunas, sistemas formados por
sucesiones de pozas y rápidos, y barras alternadas. La migración de estas ondas hace
aparecer localmente al lecho como descendiendo, una vez que ha pasado la cresta de la onda
de crecida.
Socavación de riberas y migración lateral de cauces. Pese a que localmente estos
fenómenos pueden aparecer como aleatorios, muchas veces los cambios que experimenta el
cauce obedecen a procesos de largo plazo como formación de valles, migración de meandros,
etc. El problema se presenta agudizado en ríos jóvenes, con cauces trenzados e inestables que
escurren en pequeños y múltiples canales sin deformación significativa durante los
períodos de estiaje, pero que tienden a migrar u oscilar lateralmente en forma brusca
durante las crecidas.
Se entiende por degradación al descenso paulatino que experimenta un lecho aluvial cuando se
producen alteraciones en el equilibrio sedimentológico de un río. Las siguientes son posibles
causas de degradación:
Implantación de una presa. Cuando se construye una presa, conjuntamente con el embalse de
agua se atrapa sedimento. Al realizar entregas controladas de agua al río, la capacidad de
arrastre del agua limpia descargada genera un déficit que es suplido por sedimento
proveniente del lecho que no se repone, lo cual conduce a una profundización del cauce.
Dependiendo de los caudales en el río, de la morfología del cauce y de la granulometría del
sedimento, el proceso puede tomar varios años o decenas de años hasta que se vuelve a una
nueva situación de equilibrio.
Entrega o restitución localizada de caudales. Si en una sección de un río se realizan entregas
concentradas de caudal, a partir de ese punto se aumenta la capacidad de arrastre de ese río.
Si los aportes de sedimento de aguas arriba al punto de entrega no aumentan, se genera una
profundización gradual o degradación que cambia la gradiente del lecho.
Explotación de áridos. La explotación no controlada o no planificada puede producir
degradación tanto hacia aguas arriba como hacia aguas abajo de la zona de extracción de
material.
Remoción de un control natural de niveles del lecho. El perfil de equilibrio de un río puede
ser alterado durante faenas de regularización de cauces, por ejemplo cuando se elimina un
afloramiento rocoso o se modifica un control natural del lecho. En ese caso puede
producirse degradación aguas arriba del control o socavación regresiva.
Modificación en las secciones de la desembocadura de un río, producida por ejemplo por el
descenso permanente de los niveles de agua de un lago que influencian las condiciones del
escurrimiento hacia aguas arriba.
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Norma para Diseño Vial
El sedimento que transporta una corriente se compone de material de diversos orígenes. Desde un
punto de vista mecánico se acostumbra a diferenciarlos atendiendo a su forma de transporte en dos
grupos: sedimentos transportados en suspensión y sedimentos transportados por el fondo. Los
materiales más finos son transportados en suspensión por fluctuaciones turbulentas del
escurrimiento, proceso que se caracteriza matemáticamente como uno de difusión. Los sedimentos
gruesos, en cambio, son transportados por arrastre de la corriente manteniendo un contacto
continuo, aunque intermitente, con el lecho.
Tal como lo indica su nombre, en el transporte de sedimentos en suspensión las partículas más finas
tienden a permanecer suspendidas dentro del medio fluido en movimiento, debido a la acción de
fuerzas de origen turbulento, cuyas magnitudes son suficientes como para contrarrestar el peso
sumergido de dichas partículas. La velocidad que adquieren las partículas en su movimiento en
suspensión es prácticamente la velocidad local del flujo en todo punto.
Por otra parte, en el transporte de sedimentos por el fondo las partículas tienden a mantener un
contacto continuo e íntimo con el lecho granular. Se da en general para las partículas de mayor
tamaño, en las que el peso sumergido sobrepasa a las fuerzas hidrodinámicas de sustentación. El
movimiento se efectúa por la acción de fuerzas hidrodinámicas de arrastre, que son preferentemente
en la dirección del escurrimiento. Este movimiento se caracteriza por ser intermitente; las partículas
se mueven y se detienen continuamente. Los períodos de reposo son en general mucho mayores
que los de movimiento. Sin embargo, a medida que aumenta la capacidad de arrastre del flujo,
estos períodos de reposo se van haciendo cada vez menores. En general, la velocidad media de
movimiento de las partículas es mucho menor que la del flujo, por lo que puede despreciarse
frente a esta última.
En este modo de transporte se distinguen tres tipos de movimientos básicos o elementales: rodante,
resbalante o deslizante y saltante.
El movimiento rodante consiste en el avance de las partículas por medio de una rotación en torno a
un punto de contacto, lo cual es generado por un torque local.
El movimiento resbalante ocurre cuando las partículas al ser movilizadas se encuentran apoyadas
sobre una superficie suficientemente plana de modo que no existe un punto de apoyo en torno al
cual rotar.
El tercer tipo corresponde a lo que se denomina saltación; en este tipo de movimiento las
partículas son elevadas transitoriamente desde el lecho por la turbulencia del flujo para luego
volver a él, lo que se traduce en saltos intermitentes que alcanzan unos pocos diámetros de
partícula. Es un movimiento que se da principalmente en flujos gaseosos o de aire, pero siempre
se da en flujos de agua bajo ciertas condiciones. En el caso de corrientes de agua, el transporte de
saltación se observa en los escurrimientos a superficie libre llamados macrorrugosos, donde el
tamaño del sedimento es grande en relación a altura de la corriente, lo cual es característico de
los flujos torrenciales en lechos pedregosos.
211
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Norma para Diseño Vial
La distinción entre los movimientos por el fondo y suspensión es compleja y difícil de hacer,
especialmente cuando se trata de las partículas de menor tamaño. Desde el punto de vista
matemático sin embargo, es importante hacer una diferenciación en tal sentido, puesto que el
transporte de fondo constituye una condición de borde de las ecuaciones diferenciales que
describen el movimiento en suspensión de las partículas sólidas.
En lo que sigue se describen los distintos tipos de modelamiento utilizados en la actualidad para
representar y reproducir los procesos mecánico e hidráulico fluviales que tienen interés en
ingeniería civil.
En general puede señalarse que los ríos aluviales (con lecho móvil) son de naturaleza variable y
que, en lapsos relativamente cortos, pueden experimentar cambios significativos en su
profundidad, ancho, alineamiento y estabilidad. Los mayores cambios en un río se deben en
general a fenómenos como la degradación, sedimentación y migración lateral.
Tanto la naturaleza, con los fenómenos antes señalados, como el hombre, a través de la
intervención de cauces y riberas, generan frecuentemente cambios en un río que pueden dar
inicio a respuestas que se propagan en tiempos variables, a distancias importantes tanto hacia
aguas arriba como hacia aguas abajo del punto de intervención.
Un desarrollo apropiado del uso de los ríos y de sus recursos de agua requiere de un conocimiento
completo y profundo del sistema y de los procesos que lo afectan. Estos objetivos pueden ser
alcanzados mediante una comprensión adecuada de los procesos físicos que gobiernan las
respuestas de un cauce a través de la utilización de técnicas de modelación.
Básicamente es posible distinguir tres tipos de análisis de los fenómenos relacionados con la
hidráulica y mecánica fluvial: aquéllos basados en la modelación teórica-empírica, en la
modelación numérica y en la modelación física.
212
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La mayor parte de las fórmulas o métodos de cálculo se pueden evaluar sin necesidad de recurrir al
uso de recursos computacionales costosos, pero en algunos casos es conveniente programar los
métodos para agilitar los cálculos. En ningún caso se requiere resolver ecuaciones diferenciales.
Por otro lado, la mayoría de las fórmulas y métodos de cálculo, principalmente aquéllos más
antiguos, son exclusivamente empíricos, lo cual hace necesario poner atención a las condiciones
para las cuales fueron desarrollados con el fin de evitar su aplicación a condiciones muy
distintas. En general, se recomienda desconfiar de fórmulas o métodos que no trabajen en
términos de parámetros adimensionales. Es común que modelos alternativos para un mismo
fenómeno entreguen magnitudes de las variables que lo describen extremadamente distintas. Los
modelos más recientes son casi todos del tipo semi-teóricos. Es decir, tienen una base teórica
sólida, pero requieren de la calibración de ciertos parámetros o coeficientes a partir de resultados
obtenidos en estudios de laboratorio o de terreno. Por tal motivo para estos modelos resulta
conveniente verificar que los rangos de las variables para las cuales el modelo fue desarrollado,
coincidan o no difieran significativamente con aquéllos de las condiciones para las cuales se
requiere aplicarlo.
Dentro de los fenómenos que pueden cuantificarse utilizando este tipo de modelación pueden
mencionarse fenómenos relacionados con aspectos hidráulicos tales como:
Coeficiente de rugosidad y pérdida de carga en cauces bajo condiciones de lecho fijo,
rugoso y macrorrugoso.
Pérdidas de carga y propiedades del flujo en torno a singularidades tales como pilas y estribos
de puentes, estrechamientos y expansiones, gradas y obras hidráulicas en general.
213
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Norma para Diseño Vial
Este tipo de modelación se refiere a la utilización de ecuaciones diferenciales para describir las
variaciones espaciales y/o temporales de las características del flujo y/o de la geometría del lecho
en cauces naturales, ante condiciones permanentes o transitorias de la corriente. Prácticamente en
todos los casos las ecuaciones diferenciales deben resolverse recurriendo a métodos numéricos, tales
como diferencias finitas, elementos finitos, volúmenes finitos, etc.
Los modelos numéricos utilizados pueden ser en una, dos o tres dimensiones y son aplicables a
condiciones sólo permanentes, o bien permanentes y transitorias. Los modelos numéricos pueden
considerar condiciones de lecho fijo o móvil (cauce aluvial).
Los modelos bidimensionales que se aplican al estudio de la estructura vertical del flujo, se emplean
cuando se requiere conocer la distribución de velocidades en torno a obras hidráulicas u obstáculos
que presentan homogeneidad transversal. También se utilizan en casos en que el flujo es impulsado
por los esfuerzos de corte inducidos por el viento en la superficie libre o en que el flujo se
presenta estratificado en la vertical, por ejemplo en el caso de estuarios. Estos modelos
214
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
requieren un modelo de cierre de la turbulencia para estimar el valor de los esfuerzos turbulentos
de Reynolds. Eventualmente, estos modelos pueden usarse en conjunto con la ecuación
unidimensional de continuidad de sedimento para modelar problemas de socavación local al pie
de obras u obstáculos con homogeneidad transversal.
Los modelos bidimensionales aplicados al estudio de la estructura transversal del flujo, se utilizan
en cauces anchos con características no homogéneas en la dirección transversal. Es el caso, por
ejemplo, de cauces trenzados con presencia de islas, o cauces con variabilidad alta del ancho y de
la geometría de las secciones transversales. Es el caso también de flujos en torno a obstáculos u
obras hidráulicas que usan parte de la sección de escurrimiento, como por ejemplo, espigones,
estribos de puentes, etc. Este tipo de modelos se utiliza cuando se requiere conocer la distribución
en la transversal de las velocidades medias del flujo, la distribución de caudales asociada, las
corrientes de circulación horizontal existentes, etc.
Los modelos anteriores son modelos promediados sobre la turbulencia. No obstante, existen también
modelos que permiten resolver totalmente la turbulencia o, al menos, parte de su espectro. Estos
modelos son los llamados de Simulación Numérica Directa y de Simulación de Grandes Vórtices.
Este último permite resolver sólo parte del espectro de la turbulencia, por lo que es menos
demandante en cuanto a recursos computacionales que el primero. Si bien la Simulación Directa no
tiene aún aplicaciones ingenieriles, la Simulación de Grandes Vórtices está comenzando a ser
aplicada en problemas relevantes para la ingeniería civil y es probable que en el futuro se
convierta en la generación siguiente a los modelos k- en la simulación numérica en hidráulica
fluvial.
Este tipo de modelación se refiere al estudio experimental en modelos físicos a escala de obras
hidráulicas. En el pasado, antes del advenimiento de la modelación numérica tridimensional en el
ámbito ingenieril, la modelación física constituía la única forma de afinar los diseños de obras
hidráulicas complejas.
Desde el punto de vista del diseño de obras hidráulicas, los modelos físicos se utilizan para
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Norma para Diseño Vial
perfeccionar el diseño de obras de importancia, cuando dichas obras presentan una complejidad
en su geometría o en cuanto a sus condiciones de operación, tal que los métodos de cálculo
tradicionales no permiten realizar el diseño con seguridad. Los estudios en modelos físicos son
relativamente caros y de larga duración y, por lo tanto, su utilización se justifica cuando el
presupuesto del estudio en modelo es una fracción pequeña del presupuesto de construcción de la
obra prototipo.
La selección de la escala de un modelo físico es el aspecto más importante en este tipo de estudios.
Desde el punto de vista de la economía del estudio (disponibilidad de espacio de laboratorio,
caudales de alimentación y facilidad en la operación del modelo), conviene seleccionar una escala
tal de lograr un modelo lo más pequeño posible. Por otro lado, desde el punto de vista de la
semejanza dinámica que debe cumplir el modelo, la escala debe propender al modelo de mayor
tamaño posible. La selección de la escala se realiza primero identificando en el prototipo las
principales fuerzas que determinan el comportamiento del flujo, lo cual implica identificar los
principales parámetros adimensionales que gobiernan el problema en estudio. La semejanza
dinámica se logra si en el modelo y en el prototipo dichos parámetros adimensionales conservan
el mismo valor. Debe comprobarse además que el flujo ocurra en el mismo régimen hidrodinámico
en el modelo y en el prototipo, evitando por ejemplo que en el modelo los efectos viscosos y de
tensión superficial alcancen una importancia relativa alta si en el prototipo ellos son despreciables.
En el caso de modelos físicos de obras en cauces naturales, lo usual es utilizar la semejanza del
número de Froude, verificando que el régimen de escurrimiento en el modelo sea turbulento e
hidrodinámicamente rugoso.
Los modelos pueden ser geométricamente similares o distorsionados. En este último caso se
introduce un factor de distorsión entre las escalas horizontales y verticales, de manera de ampliar
las variaciones verticales de los perfiles transversales del cauce. La distorsión se introduce
principalmente en el caso de cauces muy anchos, con relaciones entre la altura de escurrimiento y el
ancho del cauce muy pequeñas.
Por otro lado, los modelos pueden ser de contorno fijo o de lecho móvil. En el caso de modelos con
contorno fijo, un problema importante lo constituye la semejanza de la resistencia hidráulica,
particularmente la reproducción a escala de la rugosidad originada por las partículas de
sedimentos. Aún cuando se logre reproducir el tamaño del sedimento a escala, no es posible
conseguir la semejanza de la resistencia hidráulica dado que ella no sigue la condición de semejanza
de Froude. Por este motivo es necesario agregar elementos de rugosidad adicionales al lecho, lo que
implica realizar una calibración de manera de reproducir la relación caudal-nivel de escurrimiento
existente en el prototipo. Para ello se debe contar con mediciones de terreno de dicha relación, las
cuales son normalmente complementadas con resultados de modelación numérica de ejes
hidráulicos, de modo de extrapolar los resultados de terreno hacia condiciones de crecida no
medidas en el prototipo.
Los modelos de lecho móvil o con transporte de sedimento orientados al estudio de cauces
aluviales, pueden ser de dos tipos: (1) de contorno fijo y con alimentación de sedimento de modo de
formar un lecho de pequeño espesor; (2) de contorno completamente móvil formado por un lecho
de material granular. En el último caso, la modelación es compleja dado que en la naturaleza las
216
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Norma para Diseño Vial
riberas del cauce tienden a tener propiedades geomecánicas distintas a las del lecho, las cuales les
dan una mayor estabilidad y resistencia a la erosión. Desde este punto de vista es casi
imposible realizar modelos con el contorno completamente móvil y en la práctica se opta por
rigidizar al menos las riberas, de modo de fijar el cauce de acuerdo a la topografía del prototipo.
Un análisis dimensional, un razonamiento físico y una inspección del problema son acercamientos
esenciales para la selección de los criterios de similitud que gobiernan el problema si el uso de
más de un criterio resulta necesario.
Para establecer las similitudes entre un prototipo y un modelo físico a escala deben cumplirse dos
condiciones básicas:
Para cada punto, tiempo y proceso en el prototipo, debe corresponder un único punto,
tiempo y proceso en el modelo.
La razón de correspondencia entre magnitudes físicas del prototipo y el modelo es constante
para cada tipo de variable.
Basado en todo lo anteriormente expuesto, puede decirse que la modelación física es una
herramienta muy útil para el diseño de obras hidráulicas insertas en cauces naturales pero, tal
como en la modelación numérica, hay que tener conciencia que ella representa sólo una
aproximación a la realidad. Desde el punto de vista de las propiedades del flujo, el estudio en
modelos físicos entrega en la mayoría de los casos, resultados suficientemente precisos que
permiten diseñar adecuadamente las obras hidráulicas analizadas. Por otro lado, desde el punto de
vista de los procesos de transporte de sedimento, sin embargo, la precisión de los resultados de un
modelo físico es probablemente inferior, lo cual significa que los resultados que pueden
217
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
obtenerse con él tienen un valor más bien cualitativo, pero que sin embargo pueden contribuir
significativamente a mejorar el diseño de las obras estudiadas. Dadas las dificultades de la
modelación numérica en este tipo de problemas, la modelación física sigue siendo una herramienta
importante y valiosa para el diseño de obras hidráulicas complejas o de importancia insertas en
cauces naturales con lecho móvil.
En esta Sección se describe en detalle el alcance que deben tener los estudios de hidrología e
hidráulica en los distintos niveles del estudio, ya sea en proyectos de nuevos trazados o en los de
rehabilitación y cambio de estándar. En las Tablas 2B.201-15 y 2B.201-16 adjuntas se han
resumido los distintos resultados que deben obtenerse en cada etapa, tanto en términos de los
estudios hidrológicos como también en el dimensionamiento hidráulico de las obras.
En esta etapa los estudios de hidrología e hidráulica contribuyen a valorizar en forma preliminar
las rutas posibles y aportan antecedentes que permiten descartar rutas no factibles, ya sea
técnica o económicamente ayudando al Proyectista a precisar y limitar el número de las rutas por
estudiar a nivel preliminar.
Los resultados que deben lograrse en esta etapa son: identificar los cauces de mayor
importancia y su ubicación relativa respecto de la ruta; cuantificar en forma aproximada los
caudales de estos cauces; señalar las zonas pantanosas que puedan requerir de drenaje
subterráneo para ser saneadas; y precisar los problemas hidrológicos e hidráulicos que será
necesario abordar durante las etapas posteriores del estudio.
En este nivel del estudio sólo se realizarán estimaciones de magnitudes de caudal en forma
preliminar para los cauces importantes con los antecedentes disponibles, sin efectuar cálculos
hidrológicos ni hidráulicos detallados.
Una vez definidas las características generales de la obra vial y sus rutas aproximadas, se deberá
realizar un reconocimiento de terreno. En esta visita es aconsejable preparar un informe detallado
218
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
de los cauces naturales de cierta importancia que cruzará la vía, su ubicación aproximada, identificar
estos cauces con los indicados en la cartografía, medir la magnitud de su sección recta en la zona
del cruce, y realizar un cálculo estimativo del caudal y de la pendiente longitudinal del cauce. Se
deberá anotar también cualquier obstrucción o singularidad en el cauce que pueda represar al agua.
En este informe se indicarán los sectores que de acuerdo con la inspección visual, requieran
saneamiento para eliminar el exceso de agua subterránea o deprimir la napa freática,
cuantificando en forma aproximada la magnitud del problema.
219
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Posteriormente en gabinete, con los antecedentes cartográficos y con los datos recogidos en
terreno, pueden cuantificarse los caudales previstos en los cauces principales. A nivel de los
220
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
estudios pre-preliminares sólo cabe preocuparse de la estimación de los caudales en las cuencas
importantes, es decir ríos, esteros y cuencas con un área aportante mayor de 5 km2 pues son los
costos de las obras de cierta envergadura los que pueden definir las preferencias por una u otra
alternativa. En esta etapa del estudio puede suponerse que el costo de las obras menores de drenaje
será similar en todas las alternativas.
El estudio a nivel preliminar tiene como meta definir con una buena aproximación las
características y costos de cada alternativa de trazado, y reunir la información necesaria para
seleccionar la mejor de ellas. En este contexto, los aspectos de hidrología e hidráulica deben
permitir dimensionar mediante métodos aproximados, los puentes y alcantarillas mayores;
establecer los caudales de diseño de las obras de drenaje transversal de cada alternativa y definir las
obras de saneamiento en las zonas pantanosas.
Para cumplir con los fines anteriores se requiere complementar los antecedentes reunidos en la
etapa de estudios pre-preliminares en los siguientes aspectos:
a) Recopilar la información de caudales máximos diarios y máximos instantáneos en todos
aquellos puntos que puedan ser útiles como base de la metodología de estimación que se proponga
usar en los puntos de interés. Se deben tomar las precauciones necesarias para asegurar la
representatividad, consistencia y precisión de la información recopilada.
b) Recopilar la información pluviométrica o pluviográfica de lluvias máximas en 24 horas o de
lluvias horarias en estaciones representativas de las áreas que recorre el trazado, a fin de calcular
las curvas intensidad-duración-frecuencia de las precipitaciones de diseño, ya sea mediante
cálculo directo o bien usando coeficientes de duración y de frecuencia.
c) Realizar las pruebas de terreno necesarias para estimar la permeabilidad y conductividad
hidráulica de las zonas pantanosas y reunir los antecedentes geológicos y de suelos que permitan
definir las obras de saneamiento necesarias para drenarlas en cada alternativa.
A nivel preliminar el estudio hidrológico debe ser definitivo en cuanto a los caudales de diseño de
las obras en cauces de cierta importancia y en cuanto al estudio de las precipitaciones que
definirán las secciones del drenaje menor de la vía.
Los caudales de diseño para las obras de drenaje transversal se calcularán en gabinete,
utilizando los antecedentes cartográficos, hidrológicos y datos recogidos en terreno. En la
estimación de caudales pueden distinguirse varios procedimientos que se aplican a situaciones
distintas. Como regla general es conveniente realizar las estimaciones de caudal por varios
métodos, a fin de compatibilizar estimaciones, o bien utilizar la experiencia y criterio de El
Consultor para seleccionar el valor más apropiado. En las metodologías se distinguen básicamente
dos casos: cauces que drenan cuencas mayores de 3.000 hás.y cauces que drenan cuencas
pequeñas. En cuencas mayores, si el cauce tiene registros de caudales, es necesario efectuar un
estudio de frecuencia de ellos para encontrar el valor de diseño que corresponda a un período de
retorno concordante con la vida útil de la obra y con su importancia.
caudales de diseño en base a los valores registrados en estaciones hidrométricas cercanas que
controlen cuencas de características similares, o bien utilizar hidrogramas unitarios sintéticos que
pueden calcularse en base a las características geográficas y topográficas de la cuenca. Si se
establece una correspondencia entre cuencas similares, es preciso afectar los caudales observados
por factores que tomen en consideración las diferencias de tamaño, de precipitación y si es
posible, de características geomorfológicas y de vegetación que puedan tener ambas cuencas. Si se
usan las técnicas del hidrograma unitario sintético, es necesario recopilar información
pluviográfica a fin de estimar una tormenta de diseño, a la cual se aplica el hidrograma calculado.
En general, este último procedimiento es más elaborado y se aconseja preferir el primero, salvo en
aquellos casos en los cuales no se tienen cuencas similares con caudales registrados.
Otra técnica, en general apropiada para casos con información escasa, es el análisis regional de
crecidas, pues permite extrapolar información de zonas hidrológicamente similares.
En las cuencas con superficies aportantes del orden de 3.000 hás. y menores, es muy poco
frecuente encontrar observaciones de caudales que permitan calcular valores de diseño. En estos
casos se recurre, por lo general, al método racional. Este procedimiento implica estimar un
coeficiente de escorrentía, el área aportante y la intensidad de la lluvia de diseño. El coeficiente
de escorrentía se puede seleccionar con las recomendaciones contenidas en las observaciones
y notas efectuadas durante la visita a terreno. El área aportante se mide de la cartografía disponible.
La lluvia de diseño corresponde a la intensidad de lluvia con frecuencia de ocurrencia compatible
con la obra y con duración igual al tiempo de concentración de la cuenca. Ella puede estimarse en
base a las curvas intensidad-duración-frecuencia de las precipitaciones. Esta familia de curvas se
calcula realizando un estudio de frecuencia de tormentas de distintas duraciones, representativas de
la zona del estudio. La duración de la lluvia de diseño es igual al tiempo de concentración de la
cuenca, el cual se estima en base a relaciones empíricas en función del tamaño del área, gradiente
de la cuenca y longitud del cauce.
Los caudales preliminares de diseño para las alcantarillas de la vía en esta etapa del estudio se
obtienen con el método racional, agrupando las cuencas con características similares. A nivel
preliminar será necesario diseñar hidráulicamente los puentes y obras mayores del drenaje, pues
son estas obras las que pueden influir en la elección de una u otra alternativa de trazado. En la
estimación de alturas de aguas máximas y de velocidades en la sección del puente se deberá
considerar la singularidad que introduce la estructura, estimándose el peralte por la contracción
de la sección libre. Es probable que en esta etapa se necesite analizar el comportamiento
hidráulico de varias estructuras alternativas y definir las características de la solución más
recomendable desde el punto de vista hidráulico. Se debe también efectuar un análisis
preliminar de posibles problemas de socavación y/o protección de riberas que sean necesarios.
Estos estudios se ejecutarán a partir del plano de levantamiento disponible para el estudio del
trazado, el que debe cubrir un área por lo general más amplia en la zona de emplazamiento de
puentes.
El cálculo y dimensionamiento de los subdrenes que eliminan el exceso de agua en zonas con
napas superficiales, debe abordarse con las recomendaciones de la Sección 2B.202.6 del Manual
NEVI-12-MTOP. En general la solución de este problema es compleja y necesitará del concurso
222
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En esta etapa se afinan y complementan los cálculos realizados para la alternativa final
seleccionada. La determinación y cálculo de caudales de diseño se efectuó en el nivel de
anteproyecto para las obras de drenaje transversal más importantes. Corresponde en el estudio
definitivo calcular los caudales que evacuarán las obras de drenaje de la plataforma, alcantarillas
menores, canales longitudinales y cunetas. Para determinar estos caudales se recomienda el uso del
método racional. La lluvia de diseño se determinará de las curvas intensidad-duración-frecuencia
calculadas en el anteproyecto. Para las obras de drenaje de la plataforma y para las cunetas de
coronación se utilizará una lluvia de diseño de 10 minutos de duración, salvo que las áreas
aportantes a canales longitudinales sean de una magnitud tal, que según el Tc calculado
justifiquen el uso de un tiempo de concentración mayor.
En cuanto al cálculo hidráulico de las obras de drenaje transversal, en esta etapa es necesario
dimensionar las alcantarillas menores que no se calcularon a nivel preliminar y completar los
cálculos efectuados para las obras mayores, incorporando cualquier cambio que hubiera sufrido la
alternativa seleccionada.
En esta etapa se debe realizar un levantamiento topográfico especial en los cauces donde se
proyectarán puentes y obras de arte mayor. Este levantamiento entregará una planta y permitirá
obtener un perfil longitudinal y perfiles transversales hacia aguas arriba y hacia aguas abajo de la
sección del puente. El Consultor podrá en cada caso precisar la extensión y características
específicas del levantamiento, cuyos antecedentes se requieren para calcular el eje hidráulico
correspondiente al gasto de diseño, lo que permitirá elaborar el proyecto hidráulico definitivo
de la estructura considerando las socavaciones y protección de riberas.
Las condiciones que deben cumplir las alcantarillas propiamente tales desde el punto de vista
hidráulico son tres: la capacidad de la obra debe ser igual o superior al gasto de diseño; la carga
hidráulica a la entrada de la obra debe ser menor que la carga máxima admisible; la velocidad
media a la salida debe ser inferior a los máximos admisibles en los distintos tipos de terreno. El
cálculo es diferente dependiendo del régimen hidráulico del escurrimiento, hecho no fácilmente
previsible de antemano, por ello se acostumbra calcular estas obras suponiendo escurrimiento
con control de entrada y con control de salida, adoptando posteriormente como valor de carga a
la entrada de la obra el mayor valor determinado.
Se debe proceder suponiendo primero control hidráulico de entrada y verificando que la carga
hidráulica a la entrada de la obra sea menor que el valor admisible. Posteriormente se debe
verificar que la velocidad a la salida no supere los valores máximos permitidos. Enseguida se
calcula la obra suponiendo control hidráulico en la sección de salida, lo que implica en primer
lugar calcular la altura de agua de salida. Este nivel puede corresponder a la altura normal en el
cauce aguas abajo de la obra, a la altura crítica en el conducto, o bien a una altura de aguas
definidas por el cálculo de eje hidráulico desde aguas abajo. Por lo general, el cauce hacia aguas
223
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En los planos de drenaje del trazado se indicarán las cunetas de coronación y canales interceptores,
incluyendo su trazado hasta los puntos de descarga en cauces naturales u obras de drenaje
transversal.
Se incluirán secciones tipo que muestren las dimensiones y formas de cada una de estas obras,
autorizándose en aquellos casos en que el terreno presenta pendiente uniforme y la obra tiene una
sección media ≤ 0,70 m2 su cubicación por metro lineal sobre la base de una sección media
representativa. La memoria de cálculo consignará las hipótesis adoptadas para verificar la capacidad,
velocidad de escurrimiento, etc. Para secciones medias > 0,70 m2 o cuando la pendiente general del
terreno es menor que 1% o, por el contrario, cuando se trata de terreno escarpado con cambios
bruscos de pendiente, se deberán incluir el perfil longitudinal y los perfiles transversales para
justificar el diseño y las cubicaciones.
Los estudios preliminares para esta categoría de proyectos pueden tener énfasis diferentes,
dependiendo del tipo de recuperación de estándar que se pretenda realizar: recuperación de la
calzada, complementación o recuperación del sistema de saneamiento y drenaje o recuperación
de sectores dañados por fallas en la infraestructura básica.
En cualquier caso, el primer paso en estos estudios será realizar un diagnóstico del problema. Para
ello se deberá realizar una inspección en terreno preparando un informe con la ubicación,
características y estado de conservación de las obras de drenaje transversal y de drenaje
longitudinal de la plataforma. En este informe se deben anotar los problemas de funcionamiento
que se detecten y las causas probables que originan el mal funcionamiento de las obras. El
informe permitirá efectuar un diagnóstico de la situación y aclarará los pasos a seguir en el
desarrollo del estudio de drenaje vial. Especial cuidado debe ponerse para detectar los problemas
224
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Es imprescindible realizar una cuidadosa inspección de las obras en terreno, pues ello
determinará las obras que es necesario verificar. La inspección de campo debe complementarse
con la experiencia del MTOP en lo relativo a la conservación del trazado.
Dentro del estudio preliminar se debe seleccionar el período de retorno por usar en el diseño
o en la verificación de las obras de arte. También se debe examinar si las hipótesis de diseño
empleadas en el proyecto original son aún válidas, o si existen nuevos antecedentes que aconsejen
un cambio en los criterios de diseño. En todo caso se contará con nuevos datos hidrológicos que
pueden corroborar y complementar la información utilizada en el proyecto original.
Se deberá verificar el cálculo hidráulico de todas las obras menores de drenaje transversal o de la
plataforma que hayan presentado problemas en el pasado, o bien cuyas condiciones de diseño hayan
cambiado.
Cuando el proyecto vial cruce por poblaciones con servicios de infraestructura sanitaria, se deberá
evaluar su funcionamiento hidráulico y si el caso lo amerita proponer intervenciones para mejorar
sus condiciones de servicio. Para ello se deberán respetar las Normas existentes para el diseño de
sistemas de agua potable y alcantarillado elaboradas por el IEOS (Instituto Ecuatoriano de Obras
Sanitarias), entidad adscrita al Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI).
225
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En cuanto al trazado y a las obras existentes, los estudios en esta etapa seguirán las líneas generales
de lo descrito en el párrafo sobre recuperación de estándar.
En el caso de obras nuevas que se proyecten en variantes al trazado, el alcance de los estudios
debe corresponder a lo descrito para proyectos de nuevos trazados.
226
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Al igual que lo señalado para el caso de recuperación de estándar, cuando el proyecto vial cruce
por poblaciones con servicios de infraestructura sanitaria, se deberá evaluar su funcionamiento
hidráulico y si el caso lo amerita proponer intervenciones para mejorar sus condiciones de
servicio. Para ello se deberán respetar las Normas existentes para el diseño de sistemas de agua
potable y alcantarillado elaboradas por el IEOS (Instituto Ecuatoriano de Obras Sanitarias),
entidad adscrita al Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (MIDUVI).
En los estudios hidrológicos es usual que El Consultor enfrente situaciones en que la información
estadística es escasa o deba aplicar metodologías de cálculo en condiciones algo diferentes a las
consideradas en su deducción. Por ello se requiere analizar y comparar los resultados obtenidos,
previo a recomendar soluciones y valores de diseño.
A El Consultor le interesa en general la lluvia máxima diaria asociada a algún período de retorno.
Para ello conforma la serie anual de lluvias máximas diarias, eligiendo del registro el mayor valor
diario observado en cada año y con esta muestra realiza el análisis de frecuencia que tiene por
objeto asociar a cada valor de lluvia diaria una probabilidad de ocurrencia o un período de retorno.
El método consiste en asignar a cada lluvia máxima diaria de la serie anual un período de retorno
227
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
en forma empírica. El resultado del ajuste gráfico debido a la definición de la escala del papel en
el modelo se representa por una recta.
El ajuste analítico puede realizarse empleando uno o varios de los modelos probabilísticos
propuestos en el Numeral 2B.201.2.4, por ejemplo ajustando al registro observado de lluvias
máximas diarias seleccionado a los modelos probabilísticos Log normal de dos parámetros, de
valores extremos tipo I y Pearson III.
En este párrafo se presenta la aplicación de dos procedimientos para calcular el hidrograma unitario.
El primero supone una tormenta de intensidad constante en el tiempo y el segundo es apropiado
para tormentas de intensidad variable. El desarrollo conceptual de ambos métodos se aborda en
los acápites 2B.201.2.10 (1)a) y 2B.201.2.10(1)b).
El método convencional supone que el hidrograma se obtiene a partir de una tormenta de intensidad
uniforme.
228
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para ello es necesario estimar los volúmenes de escorrentía directa Q1, Q2, ..., Qn en períodos
sucesivos durante la tormenta y relacionarlos en forma matricial con las precipitaciones
registradas en los intervalos de tiempo definidos.
Una vez determinado el hidrograma unitario, éste se puede utilizar para calcular los hidrogramas
de escorrentía directa y de caudal a partir de un hietograma de exceso de lluvia empleando la
relación de convolución señalada en el Numeral 2B.201.2.10(1) b). El intervalo de tiempo utilizado
para definir las ordenadas del hietograma de exceso de lluvia debe ser el mismo que el especificado
para el hidrograma unitario.
No en todas las ocasiones El Consultor dispone de registros para construir el hidrograma unitario, en
cuyo caso debe recurrir a otro tipo de métodos en aquellas cuencas en las cuales no se dispone de
mediciones. Para ello puede hacer uso de relaciones ya existentes entre las características físicas de
la cuenca y el hidrograma resultante, las cuales constituyen la base conceptual del hidrograma
unitario sintético.
Trabajando con cartas a escalas 1:250.000 ó 1:50.000 se miden el área de la cuenca aportante (A), la
longitud del cauce principal (L) y la longitud desde el centroide de la cuenca al punto de control
(Lg). Por último, trabajando con los valores de las curvas de nivel se calcula la gradiente media de
la cuenca (S).
Con esta información se pueden realizar los cálculos del tiempo de retraso (tp), tiempo unitario (tu),
valor máximo del hidrograma unitario (qp), caudal máximo instantáneo (Qp) y base del hidrograma
(B).
Esta sección presenta los cálculos hidráulicos necesarios para dimensionar las obras de drenaje
usuales, tales como canales, cunetas, alcantarillas y puentes. Con este objetivo se aborda el
cálculo del escurrimiento crítico, el escurrimiento uniforme y el escurrimiento gradualmente
variado a fin de trazar con propiedad el eje hidráulico. El fundamento teórico de los procedimientos
aquí presentados se desarrolla en el numeral 2B.201.2.
229
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para un ducto o una alcantarilla de sección geométrica simple, el escurrimiento crítico se puede
determinar algebraicamente utilizando la condición de crisis:
(Ec. 2B.201-61)
Donde:
Q caudal
L ancho superficial
G aceleración de gravedad
Ω área de la sección
Utilizando las relaciones entregadas en la Tabla 2B.201-13, la sección trapecial se puede caracterizar
en función de la altura de agua (h) y el talud (z) de la siguiente forma:
(Ec. 2B.201-62)
(Ec. 2B.201-63)
Dado que la solución del problema pasa por un procedimiento de tanteo, es conveniente elaborar
una tabla para las distintas iteraciones. Con ese fin se ha confeccionado la Tabla 2B.201-17
adjunta.
En la primera columna se indica el valor tentativo de h. Con este valor y empleando la ecuación
antes citada, se calcula tanto el valor del área en la columna (2), como el ancho superficial de la
230
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
columna (3). A partir de estas dos columnas se calcula el número de Froude indicado en la columna
(4). Dado que en este caso se busca la altura de agua que provoca la condición de crisis, se debe
intentar hallar el valor de h que permita obtener un valor lo más cercano a la unidad en la columna
(4). Si en el primer intento no se logra, se debe probar nuevamente con otro valor de h hasta
alcanzar el grado de precisión deseado en la estimación.
En este ejemplo el proceso de iteración se inicia con un h = 0,600 m, con el cual se obtiene un
número de Froude igual a 0,038; el cual es menor que uno lo que indica una condición sub-crítica
o de río. Luego, la altura de agua debe disminuir para aumentar el número de Froude y acercarse a
la condición de crisis. De esta forma, al cabo de 5 pasos se obtiene un valor de 1,000 en la columna
(4). Por lo tanto, la altura crítica es de 0,247 m y se produce cuando el escurrimiento se desplaza a
una velocidad media de 1,36 m/s.
En el caso de las secciones circulares la mayoría de los elementos geométricos son función del
ángulo θ que se proyecta desde el centro de la sección a los bordes del perímetro mojado. Para
ilustrar el cálculo de la profundidad crítica en este tipo de condiciones se determina a
continuación el valor de hc en una alcantarilla circular de 1,0 m de diámetro que evacúa un caudal
de 0,60 m3/s.
(Ec. 2B.201-64)
(Ec. 2B.201-65)
Donde el término Do corresponde al diámetro de la sección.
Empleando estas relaciones se elabora la Tabla 2B.201-18 adjunta. En este caso es conveniente
utilizar como variable de entrada el ángulo θ, calculando el valor de L en la columna y de Ω en la
columna 3. Con los valores de L y Ω se calcula el número de Froude. Si con el valor de θ
empleado no se logra un valor cercano a la unidad en la última columna, el procedimiento de
repite con un nuevo valor de θ, hasta alcanzar un grado de precisión aceptable.
231
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
uno se debe aumentar el ángulo del centro con el fin de incrementar la altura de agua y disminuir el
número de Froude para acercarse a la condición de crisis.
De esta forma y luego de sucesivos tanteos, se llega a que un ángulo de 166° permite alcanzar la
máxima precisión en la estimación del número de Froude. La altura de agua que genera ese ángulo
se obtiene mediante la siguiente relación:
( )
(Ec. 2B.201-66)
Por lo tanto, la altura crítica es de 0,436 m, y se produce cuando el escurrimiento tiene una
velocidad media de 1,81 m/s.
El escurrimiento uniforme es aquél que toma lugar cuando las fuerzas de fricción en el lecho de
la canalización se equilibran con la componente paralela al fondo de las fuerzas de gravedad, que
son aquéllas que producen el movimiento.
En la práctica gran parte de los cálculos que se desarrollan en relación a este tipo de escurrimiento
apuntan a determinar la profundidad normal y la velocidad de escurrimiento o las gradientes a las
cuales se produce el escurrimiento normal. Por este motivo y con fines de diseño, a continuación se
aborda el cálculo de dichas variables.
Al momento de evaluar o diseñar una determinada obra, habitualmente El Consultor debe estimar la
profundidad a la cual va a escurrir el agua y la velocidad con la cual se va a desplazar. El
procedimiento a seguir para dicha estimación se describe a continuación.
En el caso de las obras con secciones geométricamente simples el cálculo se puede realizar en
forma directa a través de la resolución algebraica de la ecuación de Manning. El empleo de este
procedimiento se ilustra con el siguiente ejemplo.
232
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
la Tabla 2B.201-13, el radio hidráulico (R) y el área de una sección triangular (Ω) se expresan en
términos de la profundidad de la siguiente manera:
√
(Ec. 2B.201-67)
(Ec. 2B.201-68)
(Ec. 2B.201-69)
(Ec. 2B.201-70)
( )
√
(Ec. 2B.201-71)
( )
√
(Ec. 2B.201-72)
El cálculo del flujo gradualmente variado se realiza básicamente para conocer en cualquier punto
de la corriente, la altura de agua con que ésta escurre para un caudal dado en una sección de forma
conocida. Para ello se pueden emplear procedimientos numéricos, tales como el método directo por
etapas y el método de etapas fijas. El empleo de ambos procedimientos y la conveniencia de utilizar
uno u otro de acuerdo al tipo de diseño se ilustra a continuación. Mayor detalle en términos de los
fundamentos matemáticos sobre los cuales descansa cada método y los supuestos normalmente
empleados, se puede encontrar en el Numeral 2B.201.2.15.
233
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Un canal trapecial de 6 m de base y taludes 2:1 (H:V) debe conducir un gasto de 11 m3/s. El
coeficiente de Manning tiene un valor de n = 0,025 y la gradiente de fondo es uniforme e igual a i =
0,0016. Con fines de diseño se debe calcular el eje hidráulico en el tramo de influencia de un
dique que mantiene el agua a una profundidad de 1,52 m inmediatamente aguas arriba de la
obra.
Con el fin de desarrollar los cálculos por etapas es conveniente construir un cuadro como el que se
indica en la Tabla 2B.201-19 empleando los datos del ejemplo. Los valores en cada columna se
explican a continuación.
234
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Tabla 2B.201-19 Cálculo del eje hidráulico por el método directo por etapas
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) (14) (15)
H Ω χ R V V2/2g H F2 F2medio ∆H J Jmedia i - Jmedia ∆x Σ∆x
1,520 13,74 12,80 1,07 0,801 0,0327 1,5527 0,0575 0,00036 0
1,463 13,06 12,54 1,04 0,842 0,0362 1,4992 0,0657 0,0616 -0,0535 0,00042 0,00039 0,00121 -44 -44
1,402 12,34 12,27 1,01 0,891 0,0405 1,4426 0,0761 0,0709 -0,0566 0,00049 0,00046 0,00114 -50 -94
1,341 11,64 12,00 0,97 0,945 0,0455 1,3866 0,0888 0,0825 -0,0559 0,00058 0,00054 0,00106 -53 -146
1,280 10,96 11,73 0,93 1,004 0,0514 1,3315 0,1043 0,0965 -0,0551 0,00069 0,00063 0,00097 -57 -203
1,219 10,29 11,45 0,90 1,069 0,0583 1,2775 0,1232 0,1138 -0,0540 0,00082 0,00076 0,00084 -64 -267
1,158 9,63 11,18 0,86 1,142 0,0665 1,2247 0,1468 0,1350 -0,0527 0,00099 0,00091 0,00069 -76 -344
1,128 9,31 11,04 0,84 1,181 0,0712 1,1989 0,1607 0,1537 -0,0258 0,00110 0,00104 0,00056 -46 -390
1,097 8,99 10,91 0,82 1,223 0,0763 1,1736 0,1763 0,1685 -0,0253 0,00121 0,00115 0,00045 -57 -447
1,082 8,83 10,84 0,82 1,245 0,0791 1,1611 0,1849 0,1806 -0,0125 0,00127 0,00124 0,00036 -35 -482
1,067 8,68 10,77 0,81 1,268 0,0819 1,1487 0,1939 0,1894 -0,0124 0,00134 0,00131 0,00029 -42 -524
1,058 8,58 10,73 0,80 1,282 0,0837 1,1414 0,1996 0,1968 -0,0073 0,00138 0,00136 0,00024 -31 -555
1,049 8,49 10,69 0,79 1,296 0,0856 1,1341 0,2055 0,2026 -0,0073 0,00143 0,00140 0,00020 -37 -592
1,042 8,43 10,66 0,79 1,305 0,0869 1,1293 0,2096 0,2076 -0,0048 0,00146 0,00144 0,00016 -31 -622
1,036 8,37 10,63 0,79 1,315 0,0881 1,1245 0,2138 0,2117 -0,0048 0,00149 0,00147 0,00013 -38 -660
235
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Columna 1: Distancia desde la sección de origen del cálculo al punto de interés x, según
ejemplo del Párrafo 2B.201.4.7(1).
Columna 2: Elevación de la superficie del agua en la sección de interés Z. Un valor de tanteo es
ingresado primero en esta columna el cual será verificado o rechazado sobre la base
de las comparaciones hechas en las restantes columnas de la Tabla. Para el primer
paso esta elevación debe ser dada o supuesta. Cuando el valor de tanteo en el
segundo paso ha sido verificado, se constituye en la base para la verificación del
valor de tanteo en el próximo paso, y así sucesivamente. A modo de ejemplo se
presentan en la Tabla los valores tentativos empleados para Z (x = 44). El primer
tanteo se realizó con un valor Z = 1,525, con el cual se obtiene un valor H’ = 1,56
y H’’ = 1,571. Luego de la quinta iteración se logran igualar los valores de H’ y H’’.
Columna 3: Altura de agua h, correspondiente a la elevación de la superficie del agua en la
columna 2.
Columna 4: Area mojada de la sección Ω, correspondiente a h en la columna 3.
Columna 5: Velocidad media V, igual al caudal dado dividido por el área mojada en la columna
4.
Columna 6: Altura de velocidad V2 / 2g, calculada a partir de la velocidad indicada en la
columna 5.
Columna 7: Altura total H’, igual a la suma de Z en la columna y la altura de velocidad en la
columna 6.
Columna 8: Perímetro mojado χ, correspondiente al área de la sección dado en la columna 4.
Columna 9: Radio hidráulico R, correspondiente a h en la columna 3.
Columna 10: Gradiente de la línea de energía J = V2n2 / R4/3, calculada según la ecuación de
Manning.
Columna 11: Gradiente promedio de la línea de energía en el tramo Jmedia, aproximadamente
igual a la media aritmética de la gradiente de la línea de energía calculada en la
columna 10 y aquélla en el paso previo.
Columna 12: Longitud del tramo entre las secciones, ∆x.
236
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Columna 13: Pérdida de carga por fricción en el tramo J12, igual al producto de los valores en las
columnas 11 y 12.
Columna 14: Altura de la línea de energía H’’, la cual se calcula adicionando el valor de J12
calculado en la columna 13 a la elevación en el extremo inferior del tramo, el cual
se encuentra en la columna 14 del tramo anterior.
237
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Tabla 2B.201-20 Cálculo del eje hidráulico por el método de etapas fijas
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13) (14)
2
x z h Ω V V /2g H’ χ R J J media ∆x J 12 H’’
0 1,520 1,520 13,74 0,801 0,0327 1,553 12,80 1,07 0,00036 1,553
44 1,525 1,454 12,95 0,849 0,0368 1,562 12,50 1,04 0,00043 0,00040 44 0,018 1,571
44 1,527 1,456 12,98 0,848 0,0366 1,564 12,51 1,04 0,00043 0,00040 44 0,018 1,571
44 1,531 1,460 13,03 0,845 0,0364 1,567 12,53 1,04 0,00042 0,00039 44 0,017 1,571
44 1,533 1,462 13,05 0,843 0,0362 1,569 12,54 1,04 0,00042 0,00039 44 0,017 1,570
44 1,534 1,463 13,06 0,842 0,0362 1,570 12,54 1,04 0,00042 0,00039 44 0,017 1,570
94 1,552 1,402 12,34 0,891 0,0405 1,593 12,27 1,01 0,00049 0,00046 50 0,023 1,593
146 1,575 1,341 11,64 0,945 0,0455 1,621 12,00 0,97 0,00058 0,00054 53 0,028 1,621
203 1,606 1,280 10,96 1,004 0,0514 1,658 11,73 0,93 0,00069 0,00063 57 0,036 1,658
267 1,647 1,219 10,29 1,069 0,0583 1,706 11,45 0,90 0,00082 0,00076 64 0,048 1,706
344 1,708 1,158 9,63 1,142 0,0665 1,775 11,18 0,86 0,00099 0,00091 76 0,069 1,775
390 1,752 1,128 9,31 1,181 0,0712 1,824 11,04 0,84 0,00110 0,00104 46 0,049 1,824
447 1,812 1,097 8,99 1,223 0,0763 1,889 10,91 0,82 0,00121 0,00115 57 0,065 1,889
482 1,853 1,082 8,83 1,245 0,0791 1,933 10,84 0,82 0,00127 0,00124 35 0,043 1,933
524 1,905 1,067 8,68 1,268 0,0819 1,988 10,77 0,81 0,00134 0,00131 42 0,055 1,988
555 1,945 1,058 8,58 1,282 0,0837 2,029 10,73 0,80 0,00138 0,00136 31 0,042 2,029
592 1,996 1,049 8,49 1,296 0,0856 2,082 10,69 0,79 0,00143 0,00140 37 0,052 2,082
622 2,038 1,042 8,43 1,305 0,0869 2,126 10,66 0,79 0,00146 0,00144 31 0,044 2,126
660 2,092 1,036 8,37 1,315 0,0881 2,181 10,63 0,79 0,00149 0,00147 38 0,055 2,181
238
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
239
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.201-73)
Donde:
h altura de agua
x distancia en el sentido del escurrimiento
i variación del fondo en función de la gradiente
J gradiente de la línea de energía
Q caudal
L ancho superficial
g aceleración de gravedad
Ω área de la sección
El método de Euler permite obtener una estimación del valor de h en cada paso (∆x) en función
del valor actual de h y de una estimación de la gradiente, de la siguiente forma:
(Ec. 2B.201-74)
La condición inicial de esta relación esta dada por h(xo) = ho que es el dato de partida.
Para ilustrar el método de Euler se emplea el mismo ejemplo anterior, pero en esta ocasión en
vez de utilizar un procedimiento de tanteo se utiliza directamente este método numérico.
240
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.201-75)
Por otra parte, las principales funciones geométricas de la sección trapecial son las siguientes:
Area:
(Ec. 2B.201-76)
Perímetro mojado: √
(Ec. 2B.201-77)
Radio hidráulico: √
(Ec. 2B.201-78)
Ancho superficial:
(Ec.2B.201-79)
Reemplazando entonces las ecuaciones (Ec. 2B.201-75) a la (Ec. 2B.201-79) en la ecuación del
escurrimiento gradualmente variado (Ec. 2B.201-73), es posible expresar la función dh/dx
exclusivamente en términos de h y trabajar con esa única variable. Al respecto es necesario
recordar que cuando el análisis del eje hidráulico se realiza hacia aguas abajo (condición de
torrente) el valor de ∆x debe llevar signo positivo. De igual forma, cuando se realiza hacia
aguas arriba (condición de río) se debe utilizar un signo negativo. En este caso se ha adoptado
un valor de ∆x = -50 m.
241
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Tabla 2B.201-21 Cálculo del eje hidráulico por el método de etapas fijas con método de
Euler
(1) (2) (3) (4) (5) (6) (7) (8) (9) (10) (11) (12) (13)
X h Ω V V2/2g L χ R J i-J Q L/g Ω3
2
dh/dx ∆x.dh/dx
0 1,52 13,79 0,798 0,0324 12,10 12,82 1,08 0,00036 0,00124 0,0569 0,00131 -0,06570
-50 1,46 13,00 0,846 0,0365 11,83 12,52 1,04 0,00043 0,00117 0,0664 0,00126 -0,06291
-100 1,40 12,27 0,897 0,0410 11,58 12,24 1,00 0,00050 0,00110 0,0774 0,00119 -0,05955
-150 1,34 11,58 0,950 0,0460 11,34 11,97 0,97 0,00059 0,00101 0,0900 0,00111 -0,05555
-200 1,28 10,96 1,004 0,0514 11,12 11,73 0,93 0,00069 0,00091 0,1042 0,00102 -0,05086
-250 1,23 10,40 1,058 0,0570 10,92 11,50 0,90 0,00080 0,00080 0,1198 0,00091 -0,04547
-300 1,18 9,91 1,110 0,0629 10,74 11,29 0,88 0,00092 0,00068 0,1362 0,00079 -0,03950
-350 1,14 9,49 1,160 0,0686 10,58 11,12 0,85 0,00104 0,00056 0,1529 0,00066 -0,03314
-400 1,11 9,14 1,204 0,0739 10,45 10,97 0,83 0,00116 0,00044 0,1689 0,00053 -0,02674
-450 1,08 8,86 1,242 0,0786 10,34 10,85 0,82 0,00126 0,00034 0,1834 0,00041 -0,02068
-500 1,06 8,65 1,272 0,0825 10,26 10,76 0,80 0,00135 0,00025 0,1957 0,00031 -0,01533
-550 1,05 8,49 1,296 0,0856 10,19 10,69 0,79 0,00143 0,00017 0,2055 0,00022 -0,01094
-600 1,04 8,38 1,313 0,0879 10,15 10,64 0,79 0,00148 0,00012 0,2129 0,00015 -0,00754
-650 1,03 8,30 1,325 0,0895 10,12 10,61 0,78 0,00152 0,00008 0,2182 0,00010 -0,00507
242
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Se abordan en primer término los aspectos relativos a hidrología o cálculo del caudal que
puede llegar a escurrir por una sección determinada de una cuenca hidrográfica asociado a un
período de retorno dado. Se presentan varios métodos según sea el tipo de información
estadística disponible y se señala cuando la complejidad del problema supera el ámbito del
Manual NEVI-12-MTOP y es aconsejable la participación de otros especialistas. Se precisan
los períodos de retorno a emplear en el diseño según el tipo de obra, asociándolos al riesgo
de falla correspondiente según la vida útil asignada a la obra.
2B.202.1.1 Objetivos
El drenaje de una vía busca eliminar el exceso de agua superficial sobre la franja del
camino, restituir la red de drenaje natural, la cual puede verse afectada por el trazado y evitar
243
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El Capítulo se encuentra dividido en ocho secciones: Aspectos generales, Hidrología del área,
Drenaje transversal de la carretera, Drenaje de la plataforma, Diseño de canales, Drenaje
subterráneo, Procedimientos y técnicas de hidráulica y mecánica fluvial, y Diseño de
obras de defensas fluviales. En cada una de estas secciones se entregan recomendaciones de
diseño hidráulico de las obras, incluyendo los antecedentes técnicos necesarios para su
aplicación y se especifican normas y criterios de diseño. En el Capítulo B . 01.1 “Ingeniería
básica: Aspectos de hidrología e hidráulica” del Volumen N° Libro B, se desarrollaron los
aspectos básicos y conceptuales de los procedimientos cuya aplicación se incluye en el actual
Capítulo 2B.202.
La Sección 2B.202.2 “Hidrología del área” incluye los criterios para seleccionar una
probabilidad de diseño y los antecedentes para aplicar procedimientos con el fin de estimar los
caudales superficiales provenientes de las tormentas. Se discute el análisis probabilístico de
variables hidrológicas, el método racional, los procedimientos de hidrogramas unitarios y el
análisis regional de crecidas. Se dan también informaciones generales sobre modelos
hidrológicos de acceso público.
La Sección 2B.202.3 “Drenaje transversal de la carretera” contiene una descripción de
los aspectos generales y antecedentes necesarios para la ubicación y dimensionamiento de las
alcantarillas, analizando la ubicación, alineación y pendiente de estas obras en los
distintos casos que pueden presentarse; los métodos de diseño hidráulico para las
alcantarillas con control en la entrada y en la salida; los criterios de instalación y las
condiciones de servicio de estas obras de arte.
244
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La Sección 2B.202.6 “Drenaje subterráneo” presenta una descripción de los tipos de drenes y
de los antecedentes de terreno necesario para su proyecto, el diseño hidráulico de los
subdrenes y sus condiciones de instalación.
La Sección 2B.202.8 “Diseño de obras de defensas fluviales” incluye los elementos de diseño
de obras de defensa longitudinales y transversales a las riberas, criterios de diseño de
protecciones para pilas y estribos de puentes, y obras de retención de sedimentos.
Esta Sección tiene por objeto presentar las metodologías y criterios para estimar los caudales
de diseño de las obras de drenaje transversal de la carretera (alcantarillas y puentes) y de
las obras de drenaje superficial y subsuperficial de la franja del camino. Se dan los criterios
de diseño, se explicitan las hipótesis, posibilidades de aplicación y limitantes de los
métodos presentados, con el fin de ayudar a El Consultor a seleccionar el enfoque más
apropiado en cada ocasión.
Las obras de drenaje en una carretera abarcan desde pequeñas alcantarillas y cunetas
longitudinales hasta obras de drenaje importantes y puentes de gran costo. Cada una de ellas
245
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
requiere de algún tipo de análisis hidrológico cuya extensión y alcance dependerá del
nivel del estudio y de la importancia de la obra.
Se presentan en este tópico cinco procedimientos para estimar los caudales de diseño. Cada
uno de ellos tiene características inherentes a los métodos hidrológicos y por consiguiente El
Consultor debe utilizarlos con criterio. Es frecuente que un método permita complementar los
resultados obtenidos usando otro enfoque y se recomienda emplear esta complementación y
confrontación cuando sea posible. Los métodos que se presentan en 2B.202.3 y 2B.202.8.1
implican el uso de registros hidrométricos y por tanto son adecuados para usar en aquellos
cursos de aguas permanentes que tienen registros históricos. Los métodos que figuran en
2B.202.4, 2B.202.5 y 2B.202.6 son métodos empíricos representativos de las situaciones
similares a las usadas en su desarrollo y deben por lo tanto ser aplicados utilizando el buen
criterio y experiencia de El Consultor. Los métodos incluidos en 2B.202.5, 2B.202.6 y
2B.202.7 utilizan información pluviométrica para estimar las crecidas y por lo tanto son
métodos indirectos que permiten abordar aquellos casos en los cuales no se poseen registros
de los caudales observados.
Existen varios programas computacionales que ayudan a El Consultor a realizar los cálculos
hidrológicos e hidráulicos necesarios para diseñar las obras de drenaje. Entre ellos se puede
mencionar el HEC-1 Flood Hydrograph Package, el HEC-RAS River Analysis System y
el HEC-FFA Flood Frequency Analysis del U.S. Corps of Engineers, el HYDRAIN de la
Federal Highway Administration y el CAP Culvert Analysis Program desarrollado por el US
Geological Survey. El HEC-1 permite realizar los cálculos relacionados con la hidrología
de crecidas basadas en eventos aislados provenientes de tormentas registradas o pseudo
históricas, tales como hidrogramas unitarios o sintéticos, métodos de onda cinemática,
propagación de crecidas y otros. El HEC-FFA realiza los cálculos de frecuencia de crecidas
siguiendo los procedimientos recomendados por el Water Resources Council en su
Bulletin 17B. El HYDRAIN está formado por 4 módulos que ayudan al cálculo hidráulico de
alcantarillas, a la generación de los hidrogramas de diseño, a la propagación de crecidas en
cauces y a los cálculos de disipación de energía a la salida de las obras.
La confiabilidad del diseño, representada por la probabilidad que no falle la estructura durante
el transcurso de su vida útil, considera el hecho que no ocurra un evento de magnitud superior
a la utilizada en el diseño durante la vida útil, es decir no debe presentarse un evento de
246
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
( )
(Ec. 2B.202-01)
Esta expresión se encuentra tabulada para algunos valores en la Tabla 2B.202-1 que se presenta a
continuación.
Teniendo presente los conceptos antes analizados, así como la experiencia nacional e
internacional se deberán emplear para el diseño de las diferentes obras de drenaje vial, como
mínimo los períodos de retorno de diseño que se señalan en la Tabla 2B.202-02 adjunta. Dichas
obras se verificarán también mediante los períodos de retorno de verificación, aceptando en ese
caso alturas de agua superiores a las de diseño (Ver notas al pie de la Tabla para puentes y
numeral 2B.202.3 para alcantarillas), pudiendo en los casos de terraplenes bajos ser necesario
aumentar la sección útil de la obra para evitar daños en la superestructura de la vía.
En aquellas obras de grandes dimensiones, cuya eventual falla ante eventos extraordinarios
pueda involucrar el colapso de la infraestructura de la vía poniendo en peligro la seguridad de
los usuarios y/o puedan causar daños considerables en las zonas aledañas, El Consultor deberá
considerar para el diseño al menos los períodos de retorno de verificación.
247
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La Tabla 2B.202-02 indica también el riesgo de falla de las distintas obras suponiendo una vida
útil como la indicada, supuesto que es bastante representativo de las condiciones usuales. Es
importante recalcar que un valor de diseño correspondiente a un período de retorno de 50 años,
tiene en promedio una probabilidad de ser igualado o superado igual a 0,02 en un año cualquiera,
sin embargo la probabilidad que sea igualado o sobrepasado en un período de 10 años sube a
0,18; en un período de 25 años sube a 0,38 y en un período de 50 años sube a 0,64. Es decir, se
requiere usar en el diseño un período de retorno alto para contar con una seguridad de
funcionamiento razonable de la obra durante su vida útil.
Este numeral presenta procedimientos generales para el estudio de las probabilidades asociadas
a una serie de datos hidrológicos (caudales o lluvias) registrados en un punto. En consecuencia,
aún cuando las indicaciones están redactadas para el análisis de crecidas, ellas son aplicables al
estudio de lluvias u otros datos hidrológicos. Se debe tener presente que el desarrollo
248
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Las observaciones y registros de terreno pueden ser: mediciones de caudal en una estación
hidrométrica; medidas de marcas de agua de crecidas importantes, geometría, gradiente y
estimación de rugosidad de los cursos de agua y análisis del comportamiento de obras
existentes. Estas últimas dos observaciones de tipo indirecto, permiten mediante principios
hidráulicos tener estimaciones de la magnitud de las crecidas.
El análisis de frecuencia de las crecidas registradas utiliza la información histórica para predecir
los eventos futuros. Este análisis es esencial en obras de importancia y en cursos de agua con
régimen permanente y registros de caudal. La curva de frecuencia de crecidas que asocia a
cada crecida una probabilidad de ocurrencia, puede abordarse por ajuste gráfico a los puntos
observados o por el uso de modelos de distribución de probabilidades.
La información necesaria para realizar este análisis está constituida por la crecida máxima
instantánea o máxima diaria observada en cada uno de los años de registro, denominándose a
la muestra en este caso, serie anual. Para utilizar este análisis de frecuencia es deseable contar
con un mínimo de 20 años de registro. En situaciones de registros más cortos se recurre al uso
de las llamadas series parciales, las cuales se forman seleccionando todas las crecidas mayores
que un cierto límite fijado arbitrariamente. Tanto el análisis de series parciales como anuales,
exige que los eventos seleccionados sean estadísticamente independientes entre sí (no
pertenezcan a la misma crecida) y que se compruebe debidamente la calidad y
representatividad de la información. Los resultados utilizando series anuales o parciales son
prácticamente coincidentes para períodos de retorno superiores a 10 años.
La representatividad, calidad y consistencia de los datos es esencial para que los valores usados
representen observaciones ciertas y precisas. Por tal motivo, antes de iniciar el estudio
probabilístico, la información de crecidas debe someterse a un cuidadoso escrutinio que
asegure que las curvas de descarga utilizadas sean válidas, que no existan cambios en
los puntos de referencia o desplazamiento del limnígrafo o sección de aforo, y que no
hayan existido construcciones de presas o canales que cambien el régimen del flujo.
249
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El procedimiento consiste en ordenar los datos de las crecidas seleccionadas para formar la
serie anual, en orden decreciente en magnitud y asociar a cada crecida un período de retorno
dado por la expresión siguiente:
(Ec. 2B.202-02)
Donde:
n número de años
m número de orden de crecida máxima anual en el ordenamiento dccreciente
T período de retorno en años.
El paso siguiente es dibujar un gráfico de los valores de crecidas en función del período de
retorno calculado usando un papel de probabilidades. Se debe emplear para estos gráficos
un papel de probabilidades que deforma la escala de las abscisas (período de retorno o
probabilidades) de tal manera de conseguir que la curva de frecuencia, normalmente en forma
de S, se transforme en una recta para así facilitar la extrapolación moderada del registro
observado. Se entiende por moderada una extrapolación que no supere el 50% de la longitud
de la muestra registrada. Si se presentan puntos de inflexión, o bien el conjunto de puntos no
permite trazar una curva representativa, no se recomienda la extrapolación, ya que los errores
pueden ser considerables.
Otro enfoque para asociar a cada crecida un período de retorno es utilizar un modelo
probabilístico que represente adecuadamente la muestra. Los modelos aconsejados para
estos efectos son el modelo de valores extremos Tipo I (distribución de Gumbel), la
distribución Log-Pearson III o Pearson III y las distribuciones de probabilidad normal y
log-normal. Los parámetros de estos modelos de distribución se estiman en base a los
estadísticos de la muestra.
250
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
No obstante lo anterior, existen algunos elementos que ayudan a seleccionar los modelos más
adecuados en un caso particular. Los argumentos se apoyan en la naturaleza de los
datos, en los resultados de tests estadísticos, en representaciones gráficas de la distribución
de frecuencia acumulada y en la comparación de los histogramas.
Adicionalmente, en ciertos casos existen situaciones especiales que hacen que determinados
modelos no sean aplicables, por producirse contradicciones entre la muestra y los algoritmos
de cálculo o la esencia de la naturaleza del modelo de distribución. Algunos de estos casos
son, por ejemplo, no usar transformaciones o modelos de tipo logarítmico cuando la muestra
tiene valores nulos. En consecuencia, en estos casos no se aconseja el uso de los modelos log-
normal, gama, Gumbel, de valores extremos generalizados y log-Pearson tipo III. Si el
estimador del coeficiente de asimetría es superior a 2 en valor absoluto, no se pueden
calcular los parámetros de la distribución log-normal-III y Pearson tipo III por el método
de máxima verosimilitud.
251
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
252
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
253
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para determinar estas curvas se necesita contar con registros pluviográficos de lluvia en el
lugar de interés y seleccionar la lluvia más intensa de diferentes duraciones en cada año con
el fin de realizar un estudio de frecuencia con cada una de las series así formadas. Es decir,
se deben examinar los hietogramas de cada una de las tormentas ocurridas en un año y de
estos hietogramas elegir la lluvia correspondiente a la hora más lluviosa, a las dos horas más
lluviosas, a las tres horas más lluviosas y así sucesivamente. Con los valores seleccionados se
forman series anuales para cada una de las duraciones elegidas. Estas series anuales están
formadas eligiendo en cada año del registro, el mayor valor observado correspondiente a
cada duración, obteniéndose un valor para cada año y para cada duración. Cada serie se
somete a un análisis de frecuencia, asociándole modelos probabilísticos. Así se
consigue una asignación de probabilidad para la intensidad de lluvia correspondiente a
cada duración, la cual se acostumbra a representar en un gráfico único de intensidad versus
duración, teniendo como parámetro la frecuencia o período de retorno.
Debe destacarse que formar las series anuales es un proceso largo y laborioso que involucra el
examen cuidadoso de los rollos pluviográficos, la lectura de los valores, la digitación de la
información, la contrastación y verificación de los valores leídos con los registros
pluviométricos cercanos y el análisis de las tormentas registradas para encontrar los máximos
valores registrados para cada una de las duraciones seleccionadas.
Las curvas anteriores se pueden resumir expresándolas en términos sin dimensión. Para
ello, se acostumbra a emplear los llamados coeficientes de duración y de frecuencia. El
coeficiente de duración se define como la razón entre la lluvia caída en una determinada
duración y la lluvia caída en 24 horas, ambas para la misma frecuencia. El coeficiente de
frecuencia se define como la razón entre la lluvia asociada a un cierto período de retorno y la
lluvia asociada a 10 años de período de retorno. Estos coeficientes permiten expresar la
familia de curvas en un lugar en términos sin dimensión y son útiles para generalizar o
254
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-03)
Donde:
PTt lluvia con período de retorno de T años y duración t horas.
P10D lluvia diaria (7AM a 7AM) con 10 años de período de retorno obtenida de una
estación pluviométrica.
CDt coeficiente de duración para t horas.
CFT coeficiente de frecuencia para T años de período de retorno.
K coeficiente de corrección para la lluvia máxima P10D medida entre 7 AM y 7 AM respecto
de las 24 horas más lluviosas de la tormenta.
(Ec. 2B.202-04)
Donde:
Q caudal en m3/s;
C coeficiente de escorrentía, adimensional (ver Tablas 2B.202-05 y 2B.202-06 adjuntas);
255
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Las Tablas 2B.202-03 y 2B.202-04 adjuntas resumen las expresiones que se han propuesto
para estimar el tiempo de concentración en distintos casos. Por ser este tipo de expresiones
producto de resultados empíricos, obtenidos bajo ciertas condiciones particulares, es necesario
tener presente que debe juzgarse cualitativamente la factibilidad física del resultado entregado,
previo a su aceptación. Como norma general, el tiempo de concentración no debe ser inferior a
10 minutos, salvo que se tengan mediciones en terreno que justifiquen adoptar valores
menores. La Tabla 2B.202-03 entrega expresiones válidas en cuencas propiamente tales donde
el flujo escurre en una red de cauces o secciones bien definidas; la Tabla 2B.202-04 presenta
expresiones desarrolladas para tiempos de concentración de superficies aportantes relativamente
planas tales como aeropuertos, áreas adyacentes a la plataforma de la vía, áreas de servicio,
estacionamientos y similares, donde el escurrimiento se produce en forma difusa como una
lámina extendida y de pequeña altura.
Donde:
Tc tiempo de concentración en minutos;
L longitud del cauce en km;
S gradiente longitudinal en m/m;
A área de la cuenca en km²;
Hm diferencia de nivel entre la cota media de la cuenca y la cota de salida, en m;
H diferencia de nivel total entre cotas extremas de la cuenca, en m;
CN número de curva (Curve Number), adimensional.
256
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Donde:
Tc tiempo de concentración en minutos;
Ls longitud de escurrimiento superficial en m;
L longitud del cauce en km;
S gradiente longitudinal en m/m;
i intensidad de la lluvia en mm/hora;
C coeficiente de escorrentía, adimensional;
n rugosidad superficial de Manning, adimensional.
Adoptada una frecuencia o período de retorno de diseño para la obra de arte y determinado el
tiempo de concentración, debe obtenerse la intensidad de la lluvia de diseño utilizando la
familia de curvas IDF aplicable en la zona en estudio. Estas curvas se deben calcular
empleando la información histórica, o bien estimarse en forma aproximada empleando
datos de lluvias máximas diarias cuando no existan registros pluviográficos en la zona de
interés, siguiendo los procedimientos explicados en el numeral 2B.202.4.
Los coeficientes de escorrentía dependen de las características del terreno, uso y manejo del
suelo y condiciones de infiltración, requiriéndose un criterio técnico adecuado y experiencia
de El Consultor para seleccionar un valor representativo. En la Tabla 2B.202-05 adjunta
se entregan antecedentes con rangos usuales de este coeficiente para diversos tipos de
situaciones.
257
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
258
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Se asume que el período de retorno de la lluvia de diseño es igual al del caudal máximo. Las
diversas fórmulas desarrolladas para la determinación del tiempo de concentración a veces
dan estimaciones bastante diferentes, lo que refleja la precisión de estas fórmulas empíricas.
Supone también que la tormenta tiene distribución e intensidad constante en toda la cuenca.
Para estimar la escorrentía a partir de la lluvia en cuencas mayores a 25 km² sin control
hidrométrico, se utilizan métodos indirectos constituidos por tres etapas secuenciales de
transformación, cada una de las cuales representa un fenómeno físico del proceso. La
primera representa el proceso de infiltración para estimar la lluvia efectiva a partir de la
precipitación total, la segunda corresponde a la transformación de la lluvia efectiva en
escorrentía directa o superficial y la tercera requiere estimar la escorrentía subterránea o
base para agregar al escurrimiento directo y obtener el hidrograma total. El hidrograma
unitario es un procedimiento para abordar la segunda etapa de esta transformación.
259
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los procedimientos regionales de frecuencia de crecidas surgen como una forma de mejorar la
confiabilidad de los resultados al considerar el conjunto de la información recogida
en una región homogénea con el punto de interés, y a la vez permiten realizar estimaciones
de crecidas en puntos con poca o sin información hidrométrica. El procedimiento regional
consiste en ajustar un modelo probabilístico a los máximos valores de la crecida
adimensionalizados al dividirlos por una crecida índice, normalmente la crecida media anual.
Las series adimensionales se agrupan y se combinan para formar una sola muestra a la cual se
ajusta un modelo probabilístico.
260
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
escogido es homogéneo. Los registros de las estaciones son la variable de entrada para una
prueba de homogeneidad regional, la que permite concluir si existe evidencia estadística para
aceptar la hipótesis alternativa, es decir que las estaciones no conforman un grupo
homogéneo.
Las regiones usualmente se definen con base en criterios de delimitación geográfica, aunque
también ha habido intentos por identificar regiones usando métodos distintos,
clasificándolas en función de la distribución de probabilidades de las crecidas, o bien
mediante una clasificación basada en las características de la cuenca o de las crecidas. En
estos casos, una zona homogénea puede ocasionalmente estar conformada por conjuntos
de estaciones separadas geográficamente. Ambas aproximaciones representan diferentes
filosofías de clasificación, pero emplean los mismos algoritmos manteniéndose la necesidad
de una dócima estadística de homogeneidad regional y destacando también que la aplicación
de una dócima de este tipo es un requisito previo a cualquier análisis regional de lluvias o
crecidas.
Los límites se calculan en función del tamaño efectivo de la muestra, siendo éste la suma de la
longitud de registro observado más la mitad del registro que se haya rellenado por
correlación con otra estación hidrométrica. Los límites se incluyen en la Tabla 2B.202-07
adjunta. El período de retorno de la crecida igual al producto de la crecida media anual de
cada estación por la razón promedio (Q10/Qmedio) para el grupo de estaciones, debe caer en el
rango indicado para que la estación pueda ser considerada como homogénea con el grupo.
261
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
los Estados Unidos de América, teniendo la ventaja de ser de fácil aplicación y uso.
El método requiere además una relación entre la crecida media anual y el tamaño de la cuenca
aportante para poder estimar las crecidas medias anuales en los lugares sin registros.
Este método usa la distribución Wakeby propuesta por Houghton (1977, 1978a, 1978b)
como un modelo probabilístico adecuado para representar los caudales de crecidas máximas
diarias o instantáneas en una región. Varias razones avalan esta recomendación: en primer
lugar se ha demostrado que los valores generados por este modelo no adolecen de la llamada
condición de separación (Matalas et al., 1975) que se observa en valores provenientes de
otros modelos probabilísticos y en consecuencia, su comportamiento en este sentido es
262
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
análogo al que tienen las series históricas. En segundo término es un modelo que cuenta
con cinco parámetros, lo que le confiere gran flexibilidad para representar muestras que
exhiben distinto comportamiento. En tercer lugar se ha determinado experimentalmente que
algunos parámetros pueden ser estimados regionalmente con buena aproximación.
Este método de regionalización según Cunnanne (1988) es tan superior a otros que merece
ser un punto de partida para la estimación de la crecida de diseño de todo proyecto vial.
Una de las ventajas de esta distribución es la posibilidad de utilizarla regionalmente con buenos
resultados, ya que tiene mucha flexibilidad, debido al número de parámetros. Para ello se
requiere verificar en primer lugar la homogeneidad de la región. Posteriormente se
divide cada uno de los valores observados en cada estación por la crecida media anual
correspondiente a ese lugar para tener registros adimensionales y poder combinarlos para
formar una sola muestra. Se calculan los momentos ponderados de cada una de las muestras
adimensionales y se calculan momentos adimensionales regionales, ponderando los
momentos adimensionales por la longitud de cada registro. Usando los momentos
regionales adimensionales se ajusta un modelo Wakeby calculándose los parámetros
regionales. El resultado constituye el modelo regional válido para dicha zona homogénea.
263
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Este método regional para ser aplicado en puntos sin información requiere contar, además, con
una relación para predecir la crecida media anual en función del tamaño de las
cuencas, de las precipitaciones o de otras variables geomorfológicas o topográficas.
Se entiende por alcantarilla una estructura de drenaje cuya luz mayor, medida paralela al eje
de la carretera sea de hasta 6 m. Losas de luces mayores se tratarán como puentes en lo
relativo a su cálculo hidráulico. La alcantarilla debe ser capaz de soportar las cargas del
tránsito en la carretera, el peso del terraplén sobre ella y las cargas durante la
construcción, es decir, también debe cumplir requisitos de tipo estructural.
264
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Además del levantamiento topográfico necesario para definir la obra misma, debe levantarse
un perfil longitudinal del cauce en al menos 30 m aguas arriba y 30 m aguas abajo de la obra
de arte con perfiles transversales cada 50 ó 20 m, según lo irregular del cauce. En el caso de
un cauce de gradiente baja los efectos pueden reflejarse hasta una distancia mayor hacia aguas
arriba.
Debe describirse en forma exacta la cuenca hidrográfica que se drenará para así poder
establecer los efectos de las crecidas. Debe indicarse la superficie, gradiente, forma, relieve,
tipo de vegetación y de terreno, el uso que se le está dando y los cambios que han sido
hechos por el hombre, tales como embalses, ya que pueden alterar significativamente las
características del flujo.
Debe incluir todas sus características físicas. Para los efectos de diseño se requiere secciones
transversales, perfiles longitudinales y alineación del cauce o canal pricipal. El perfil debe
extenderse lo suficiente de tal modo de poder definir en forma exacta su gradiente y las
irregularidades que pudieran existir en él. Además será necesario incluir características del
lecho del cauce tales como tipo de terreno, vegetación, sedimentos, sólidos flotantes y otros
factores que pudieran afectar el tamaño y la durabilidad de la alcantarilla.
Se procederá según lo expuesto en "Hidrología del área" y sólo en el caso de no existir los
datos mínimos indispensables, se analizarán las marcas de crecidas que pudieran existir,
contrastándolas con los testimonios de los habitantes del sector.
El comportamiento de otras estructuras aguas arriba o aguas abajo del cauce puede también
ser útil en el diseño, no sólo para verificar el dimensionamiento dado a la obra de arte, sino
que también para analizar su funcionamiento durante las crecidas y observar si se ha
producido erosión, abrasión, corrosión, acumulación de sedimentos u otros efectos que deban
ser tomados en cuenta en el nuevo proyecto.
265
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En la instalación de una alcantarilla deberán anticiparse todos estos cambios para defenderse
contra ellos. No pueden sacrificarse ciertas características hidráulicas sólo con el fin de
reducir los costos. Sin embargo, a menudo las alcantarillas colocadas siguiendo el cauce
natural resultan de gran longitud debido al fuerte esviaje del cauce respecto del eje del
camino, condición que dá por resultado un alto costo que eventualmente puede ser rebajado.
En estos casos será necesario estudiar el cambio de dirección y gradientes naturales dentro
de lo posible. Al introducir cambios, la comparación de costos debe incluir posibles
estructuras especiales de entrada y salida para disipación de energía, cambios en el cauce
natural, revestimientos, gastos adicionales de mantenimiento y posibles daños por el hecho
de alterar las condiciones naturales. En los numerales 2B.202.3.1 y 2B.202.3.2 se dan
algunas reglas generales para instalación de alcantarillas en ciertas situaciones de orden
general. Sin embargo, la ubicación, alineación y gradiente que se elija para cada caso
dependerá del buen juicio de El Consultor, quien deberá estudiar los aspectos hidrológicos,
hidráulicos y estructurales para obtener finalmente la solución que compatibilice los aspectos
de costo, servicio y seguridad de la obra de arte menor.
Desde el punto de vista económico el reemplazo de la ubicación natural del cauce por otra
normal o casi normal al eje del camino, implica la disminución del largo del conducto, el
acondicionamiento del cauce y la construcción adicional de un canal de entrada y/o de
salida. Estos cambios deben ser diseñados en forma cuidadosa para evitar una mala
alineación del canal natural y los problemas de erosión o de depósito de sedimentos,
266
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Las distintas soluciones que podrían darse en el caso general de un cauce con fuerte esviaje
aparecen en la Figura 2B.202-03 adjunta.
Figura 2B.202-03 Cauces con fuerte esviaje respecto del eje de la carretera
Caso 1: Se conserva la entrada y salida del canal natural (en general, si este es muy sinuoso
aguas abajo de la carretera conviene hacer la alcantarilla recta). Esta solución dá la longitud
máxima de alcantarilla. Colocando la alcantarilla ligeramente a un lado del canal natural se puede
obtener por lo general una mejor funci6n, siendo necesario desviar la corriente.
Caso 2: La entrada se coloca en el canal natural y la salida se desplaza para tener una alcantarilla
casi normal at eje de la carretera. Como en este caso se ha alargado la línea de flujo, esto será a
costa de reducir la gradiente. Las estructuras de entrada y de salida y la alimentacion del canal
deben hacerse de tal modo de minimizar los efectos de cambios bruscos de dirección. Ello podría
aumentar la secci6n de la alcantarilla comparada con la de la solución anterior. En los costos será
necesario considerar estructuras especiales de entrada y salida, la construcción del canal a la
salida y su mantenimiento.
267
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La mayoría de las alcantarillas se colocan siguiendo la gradiente natural del cauce, sin
embargo en ciertos casos puede resultar aconsejable alterar la situación existente. Estas
modificaciones de gradiente pueden usarse para disminuir la erosión en el o en los tubos de la
alcantarilla, inducir el depósito de sedimentos, mejorar las condiciones hidráulicas, acortar las
alcantarillas o reducir los requerimientos estructurales. De todas maneras las alteraciones de la
gradiente deben ser estudiadas en forma cuidadosa de tal modo que no se produzcan efectos
indeseables.
En general, al cambiar la gradiente en cada uno de estos casos debe tenerse especial
cuidado que el terreno de fundación de la alcantarilla no permita asentamientos, debiendo
ser terreno natural firme o relleno estructural debidamente compactado, caso contrario
las fuerzas de corte causadas por el asentamiento de terraplenes importantes pueden causar el
colapso total de la estructura.
268
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
269
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El diámetro para alcantarillas de caminos vecinales o de desarrollo deberá ser al menos 1,00
m si la longitud de la obra es mayor a 10 m. En las demás categorías de caminos y
carreteras el diámetro mínimo será de 1,20 m.
Las alcantarillas de cajón cuadradas o rectangulares pueden ser diseñadas para evacuar
grandes caudales y pueden acomodarse con cambios de altura a distintas limitaciones que
puedan existir, tales como alturas de terraplén o alturas permisibles de agua en la
entrada. Como generalmente se construyen en el lugar deberá considerarse el tiempo de
construcción al compararlas con las circulares prefabricadas.
En los cauces naturales que presentan caudales de diseño importantes y la rasante es baja
respecto del fondo del cauce, se suelen ocupar alcantarillas múltiples. Sin embargo cuando se
ensancha un canal para acomodar una batería de alcantarillas múltiples, se tiende a producir
depósito de sedimentos tanto en el canal como en la alcantarilla, situación que deberá tenerse
muy presente.
En las zonas donde existe escasa vegetación, las tormentas intensas producen un importante
arrastre de sólidos mezclados con vegetación seca, los cuales tienden a obstruir las
alcantarillas, en especial si estas disminuyen la velocidad del flujo en el cauce natural. Esta
situación es más grave cuando la sección de escurrimiento se divide usando alcantarillas
múltiples. En estos casos se recomienda seleccionar obras con la mayor sección
transversal libre sin subdivisiones, aun cuando la obra sea de costo mayor. Por igual
motivo conviene instalarlas con una gradiente tal que acelere el flujo, aunque ello obligue a
revestir el cauce a la entrada y a la salida de la obra de arte.
La separación de los tubos en instalaciones múltiples medidas entre las superficies externas,
deberá ser igual a la mitad del diámetro del tubo con un máximo de 1,00 m y un mínimo de
0,40 m a fin de facilitar la compactación del material de relleno.
2B.202.3.2.(4)b) Materiales
Los materiales más usados para las alcantarillas son el hormigón (armado in situ o
prefabricado) y el acero corrugado. En la elección del material de la alcantarilla se deben tomar
en cuenta la durabilidad, resistencia, rugosidad, condiciones del terreno, resistencia a la
corrosión, abrasión y estanqueidad. No es posible dar reglas generales para la elección del
270
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
material ya que depende del tipo de suelo, del agua y de la disponibilidad de los materiales
en el lugar.
El costo de las alcantarillas está altamente influenciado por la selección del material,
forma y sección de ellas. En la elección del tipo de alcantarilla se considerarán los siguientes
factores:
a) Factores físicos y estructurales:
durabilidad
altura disponible para la alcantarilla
carga de tierra sobre ella
condiciones de apoyo
rigidez de la alcantarilla
resistencia al impacto
tipo de terreno existente
b) Factores hidráulicos:
caudal de diseño
forma, gradiente y área de del cauce
velocidad de aproximación
carga hidráulica total admisible
arrastre de sedimentos
condiciones de entrada y salida
gradiente de la alcantarilla
rugosidad del conducto
longitud y tamaño de la alcantarilla
sección transversal
c) Factores de construcción y mantenimiento:
accesibilidad del lugar
disponibilidad de materiales
d) Costos de la obra de arte.
271
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Corresponde a la profundidad del agua en la entrada medida desde el punto más bajo (umbral
de la alcantarilla). Esta obra al limitar el paso libre del agua, causará un aumento de nivel
hacia aguas arriba y en consecuencia puede ocasionar daños a la carretera o a las propiedades
vecinas. Se limitará la carga hidráulica máxima con el fin de proteger la vida de los usuarios o
vecinos, proteger la estabilidad del terraplén, no producir inundaciones a los terrenos
adyacentes, proteger el curso de agua y las planicies adyacentes, no producir daños a la
alcantarilla y a la vía, no causar interrupciones al tránsito y no sobrepasar los límites de
velocidad de agua recomendados en las alcantarillas y en el cauce a la salida. Dado que la
velocidad en la zona del remanso es pequeña, en los cálculos hidráulicos se acostumbra a
suponer que la altura de agua corresponde al nivel de energía total disponible. Consideraciones
importantes a tener en cuenta en el diseño son el posible daño a la carretera y a las
propiedades vecinas. Si las alturas de terraplén son bajas, la carga a la entrada puede inundar
la carretera y causar problemas y demoras al tránsito, lo que puede ser especialmente grave
dependiendo del nivel de circulación.
Aun cuando las grandes alturas de terraplén dan la posibilidad de crear un efecto de embalse
temporal del agua disminuyendo los caudales de crecida, estos diseños deben evitarse,
considerando los efectos de una posible falla catastrófica del dique y el eventual
bloqueo de la obra por arrastre de sedimentos o vegetación, razón por la cual la carga
máxima de diseño a la entrada se limita según se indica en la Tabla 2B.202-01.
Tanto para alcantarillas con control de entrada como de salida, los tubos, cajones y losas se
diseñarán hidráulicamente respetando una carga máxima He, según se trate de canales o cauces
naturales permanentes o no permanentes. En los canales la carga máxima de diseño será igual a
272
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para el caudal de verificación la carga máxima admisible será 0,30 m menor que el
borde superior del cabezal, situación que se considera especialmente para terraplenes bajos en
que se desea evitar que el agua pueda llegar a sobrepasar la calzada o incluso saturar la
estructura del pavimento. En todo caso la He máxima de verificación se limitará según se
indica en la Tabla 2B.202-08 y siempre alcanzando como máximo la cota del borde superior
del cabezal menos 0,30 m.
Corresponde a la profundidad del agua medida desde el punto más bajo de la alcantarilla en
la sección de salida. Queda determinada por el cauce hacia aguas abajo cuando existe
obstrucciones que remansan el agua.
273
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los principales factores que afectan a esta velocidad son la gradiente y rugosidad de la
alcantarilla, no influyendo la forma y tamaño significativamente, salvo en los casos en que se
produce flujo a sección llena. La velocidad a la salida de alcantarillas escurriendo con control
de entrada puede obtenerse en forma aproximada, calculando la velocidad media de la sección
transversal de escurrimiento en el conducto empleando la fórmula de Manning.
(Ec. 2B.202-05)
Donde:
Ω sección de escurrimiento que iguala ambos términos de la ecuación (m2)
n coeficiente de rugosidad de Manning
R radio hidráulico (m) (Ω/perímetro mojado)
J gradiente longitudinal (m/m).
Las velocidades de salida obtenidas por este método suelen ser algo mayores que las reales
debido a que la profundidad normal, supuesta al aplicar la fórmula de Manning, rara vez se
alcanza en la corta longitud de la mayoría de las alcantarillas.
En el caso con control de salida, la velocidad media en la salida de la alcantarilla será igual al
caudal de descarga dividido por el área de la sección transversal de la corriente en dicho lugar.
Esta área de escurrimiento puede ser la correspondiente a la profundidad crítica, o la
correspondiente al nivel de la superficie libre en la salida (siempre que este nivel caiga por
debajo de la cota del dintel del conducto) o de la sección transversal llena del conducto.
Influyen en las pérdidas de energía que se producen en estas secciones. Las recomendaciones
de diseño se presentan en el numeral 2B.202.3.2.
Incluyen la rugosidad, la longitud, la gradiente, la forma y el tamaño del conducto. Las tres
primeras a menudo determinan si la alcantarilla tendrá escurrimiento con control en la entrada o
en la salida. Estas características se analizan en los numerales 2B.202.3.3 y 2B.202.3.4.
Generalmente se dan formas especiales a los extremos de las alcantarillas con el fin de
reducir la erosión y el socavamiento, retener el relleno del terraplén, mejorar el aspecto y el
comportamiento hidráulico y lograr la estabilidad de los extremos del conducto. La entrada
debe guiar el flujo hacia la alcantarilla con el mínimo de contracción posible y la salida
debe restablecer las condiciones naturales del flujo hacia aguas abajo.
274
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En el caso especial de velocidades de salida que sobrepasen los límites admisibles indicados
en la Tabla 2B.202-09, será necesario dar tratamiento especial a la salida con el fin de
proteger el cauce aguas abajo y disipar la energía.
Otros elementos que se usan en combinación con las aristas mencionadas anteriormente en los
extremos de las alcantarillas son los siguientes:
e) Conducto con extremos alabeados. Esta forma de terminar las alcantarillas se produce
formando en cada lado una pared que parte desde la sección del tubo y va alabeándose
hasta tomar la forma del cauce natural. Aun cuando este tipo de transición mejora las
condiciones de escurrimiento, este tipo de entrada es más costoso y difícil de construir.
f) Muros de cabecera y muros de ala. Los primeros parten desde el dintel de la
alcantarilla ya sea inclinados con el ángulo de la gradiente del terraplén o verticales. Los
verticales son más eficientes desde el punto de vista de su funcionamiento hidráulico. Los
muros de ala parten de los lados de la boca de la alcantarilla formando un ángulo
determinado con el eje del conducto y ayudan a guiar el flujo hacia la alcantarilla. Tanto los
muros de ala como los de cabecera son generalmente de hormigón y se agregan no sólo
porque mejoran la eficiencia hidráulica, sino además porque retienen el material e impiden
la erosión del terraplén, dan estabilidad estructural a los extremos de la alcantarilla al actuar
como contrapeso para una posible fuerza de empuje hacia arriba cuando la alcantarilla está
sumergida, colaborando a evitar la cavitación. El fenómeno de cavitación ocurre como
resultado de aumentos de velocidades locales que reducen la presión hasta la presión de vapor
del agua; se forman así burbujas que son arrastradas a zonas de presión más alta
donde colapsan bruscamente y así se somete al material del conducto a golpes de presión que
pueden ocasionar su falla.
275
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Las relaciones entre la carga hidráulica de entrada, tamaño y forma de la alcantarilla y caudal
de diseño para varios tipos de alcantarillas usuales escurriendo con control de entrada se
presentan en las Figuras 2B.202-05 a 2B.202-07. Estos gráficos están basados en ensayos de
laboratorio y verificaciones en terreno, incluyéndose las instrucciones de uso en cada uno de
ellos. La Figura 2B.202-05 permite calcular la carga hidráulica a la entrada para tubos
circulares de hormigón conocidas las condiciones de entrada, tamaño y caudal de diseño. La
Figura 2B.202-06 se refiere a las cargas hidráulicas a la entrada para tubos de acero corrugado.
La Figura 2B.202-07 permite diseñar las alcantarillas de cajón conocidas las condiciones de
entrada, tamaño y caudal.
.
276
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Norma para Diseño Vial
277
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Norma para Diseño Vial
[ ]
(Ec. 2B.202-06)
Donde:
He carga a la entrada (m)
a..., f coeficientes de regresión
F = Q/D5/2 en alcantarillas circulares, o bien Q/(BD3/2) en alcantarillas de cajón
Q caudal (m3/s)
D altura de la alcantarilla (m); diámetro en el caso de tuberías
B ancho de la alcantarilla (m)
i gradiente longitudinal (m/m)
z = 1,81130889 (factor de conversión para unidades métricas)
La Tabla 2B.202-10 entrega los coeficientes de regresión para cada uno de los tipos de obra.
280
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282
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Norma para Diseño Vial
En este caso la carga H, o energía necesaria para hacer circular un gasto dado por la
alcantarilla, se emplea en vencer las pérdidas de entrada, pérdidas por frotamiento evaluadas
con la ecuación de Manning y altura de velocidad en la salida. Por consiguiente, se calcula con
la siguiente relación:
[ ]
(Ec. 2B.202-07)
Donde:
Ke Coeficiente de pérdida de carga en la entrada (Tabla 2B.202-11);
n Coeficiente de rugosidad de Manning (Tabla 2B.202-12);
L Longitud de la alcantarilla, m;
R Radio hidráulico (razón entre área y perímetro mojado), m;
V Velocidad media en la alcantarilla, m/s.
La Tabla 2B.202-11 entrega coeficientes de pérdida de carga en la entrada para los distintos
tipos de entrada en alcantarillas que escurren llenas o parcialmente llenas con control de
salida. Este coeficiente al ser multiplicado por la altura de velocidad, entrega la pérdida
de energía debida a la singularidad que produce la entrada a la obra.
285
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
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Norma para Diseño Vial
Materiales n
a) Hormigón 0,012
b) Metal corrugado:
- Ondulaciones estándar (68 mm x 13 mm) 0,024
- Revestido en un 25% 0,021
- Totalmente revestido 0,012
- Ondulaciones medianas (76 mm x 25 mm) 0,027
- 25 % revestido 0,023
- totalmente revestido 0,012
- Ondulaciones grandes (152 mm x 51 mm) variable
- 25 % revestido 0,026
- totalmente revestido 0,012
Calculada la carga H, el nivel de aguas a la entrada (He) se calcula sumando la carga al nivel
de aguas a la salida de la alcantarilla. En la determinación de este último pueden
presentarse dos situaciones. Si a la salida el cauce tiene una sección transversal, gradiente y
287
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La situación presentada para el caso B de la Figura 2B.202-10 ocurre para caudales altos,
capaces de producir un escurrimiento con altura crítica igual al diámetro o altura de la
alcantarilla en la salida. En este caso la línea piezométrica en la salida coincide con el dintel
de la alcantarilla para todo caudal igual o superior al que produce una altura crítica igual a
la altura del conducto. Para calcular el nivel de aguas a la entrada se sumará la carga
hidráulica a la altura del dintel en la salida. Las alturas críticas en secciones rectangulares y
circulares se calculan siguiendo el procedimiento y las expresiones indicadas en el Tópico
2B.201.4.5 del Manual NEVI-12-MTOP.
El cálculo de la altura crítica también puede realizarse con la ayuda del gráfico de la Figura
2B.202-15 para tuberías circulares y del gráfico de la Figura 2B.202-16 para tuberías
abovedadas.
Cuando la profundidad crítica cae bajo el dintel de salida, la superficie libre tiene la
forma indicada en el caso C de la Figura 2B.202-10, dependiendo de la magnitud del
caudal. En estas condiciones, la determinación exacta de la profundidad de agua en la
entrada requeriría del cálculo del eje hidráulico. Este cálculo requiere bastante tiempo y puede
conseguirse un diseño aproximado siguiendo el procedimiento que se detalla a continuación.
288
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-08)
donde V es la velocidad media para la sección transversal llena del conducto; Ke la pérdida de
carga en la entrada y D la altura interior de la alcantarilla.Si la profundidad de agua en la
entrada es menor que el valor precedentemente consignado, la corriente presentará una
superficie libre en toda la longitud del conducto, caso D en Figura 2B.202-10 adjunta.
289
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
290
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Norma para Diseño Vial
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Norma para Diseño Vial
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Norma para Diseño Vial
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Norma para Diseño Vial
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Norma para Diseño Vial
295
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para los fines del diseño, este método es generalmente satisfactorio para profundidades del
remanso de entrada mayores a 0,75 veces la altura del conducto.
Calculada la carga (H), la profundidad del agua en la entrada medida desde el umbral (He)
puede expresarse por una sola relación para todas las condiciones de escurrimiento con control
en la salida. Esta ecuación es la siguiente:
(Ec. 2B.202-09)
Donde:
He profundidad de agua en la entrada (m);
H carga de la alcantarilla (m);
L longitud de la alcantarilla (m);
i gradiente de la alcantarilla (m/m);
H1 cota piezométrica en la salida medida desde el umbral de la salida de la alcantarilla (m).
La altura crítica para un gasto Q (m3/s) en una sección rectangular o cuadrada, está dada por
(Ec. 2B.202-10)
Donde:
hc profundidad crítica (m);
Q gasto (m3/s);
B ancho de la obra (m).
296
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los sólidos, basuras y ramas arrastradas por el agua son muy perjudiciales si se acumulan a
la entrada de la alcantarilla y afectan significativamente el funcionamiento hidráulico de la
obra. Esta situación produce efectos adversos importantes en la obra, en la vía y en las zonas
adyacentes. Es indispensable en consecuencia, contar con un buen mantenimiento para
identificar los puntos con potencial de obstrucción y contar con las medidas adecuadas para
evitar estos problemas. Existen dos alternativas para tratarlos, diseñar una obra para que
pasen los sólidos, basuras y ramas o diseñar obras para interceptar los sólidos flotantes. Debe
hacerse un estudio económico entre la solución de pasar los sólidos flotantes por la alcantarilla
(lo cual generalmente tiene un mayor costo de construcción) y la solución de retener los
sólidos aguas arriba de la entrada por medio de un dispositivo especial, solución que
generalmente requiere de altos gastos de mantenimiento. Para retener las ramas y objetos
flotantes puede instalarse una cámara, que es una extensión vertical de la alcantarilla que
permite la limpieza cuando la entrada principal está obstruida. Esto implica aumentar la
carga de entrada, por lo que deberán considerarse las precauciones tendientes a impedir el
desarrollo de velocidades y presiones excesivas que pudieran ocasionar filtraciones en la
alcantarilla.
297
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Durante las crecidas se producen en las entradas de las alcantarillas vórtices y remolinos
que socavan y erosionan el relleno del terraplén. Se producen fuerzas de empuje que,
especialmente en los casos de tuberías de metal corrugado, con conducto cortado a bisel de
acuerdo al talud del terraplén, o prolongados fuera de ésta, pueden producir la falla de la
entrada.
Cuando el eje de la alcantarilla no es recto, ya sea en planta o perfil, los cambios de dirección
deben hacerse en la forma más gradual y uniforme que permita el lugar. Para estos casos debe
considerarse el paso de sólidos flotantes y el depósito de sedimentos. Si la alcantarilla opera
con control de salida deberá tomarse en cuenta las pérdidas de carga debidas al cambio en
la dirección del eje, las cuales son generalmente pequeñas, pero en casos importantes será
necesario calcularlas.
298
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Las principales fuerzas que actúan sobre la tubería son las cargas vivas, el peso del material
de relleno, las fuerzas debidas al movimiento del suelo y los posibles esfuerzos de flexión
debido a la erosión o socavación del terreno. Debe considerarse también que durante la
construcción, el conducto puede verse sometido a esfuerzos mayores que aquellos que tendrá
durante su vida de servicio una vez construido el pavimento.
2B.202.3.5(1) Mantenimiento
299
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
condiciones cambian con respeto a las que había en el momento en que se diseñó la
alcantarilla. Por ejemplo, la urbanización de la zona, los cambios en la cuenca
hidrográfica y la canalización del cauce alteran las condiciones de diseño y deberán
tomarse las medidas correctivas del caso.
2B.202.3.5(2) Abrasión
En alcantarillas de metal se puede construir una solera pavimentada cuando estén expuestas a
un excesivo deterioro a causa de la acción de los elementos abrasivos del flujo o cuando las
alcantarillas son utilizadas como paso de ganado. La solera pavimentada deberá extenderse
sobre el tercio inferior de la circunferencia de la tubería y deberá proporcionar un
recubrimiento adecuado por encima de las crestas de las corrugaciones.En el caso de
alcantarillas de metal también se puede utilizar espesores adicionales de plancha. Sin
embargo, cuando se presenta corrosión combinada con abrasión, otros tipos de alcantarilla
resultan generalmente más económicos que las tuberías metálicas de gran espesor.
2B.202.3.5(3) Corrosión
300
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El agua salada causa intensa corrosión a corto plazo en el acero. En general, cualquier
material de alcantarilla expuesto al agua de mar requiere algún tipo de protección para
asegurar una adecuada vida útil. Lo mismo sucede con los ácidos producidos por minas de
carbón y otras operaciones mineras.
La experiencia ha demostrado por otra parte, que los metales se corroen en suelos con gran
contenido de productos orgánicos.
La duración de las tuberías de hormigón puede ser afectada por concentración de ácidos,
cloruros y sulfatos en el suelo y en el agua. En relación a la acidez de suelos y aguas si el pH
es menor de 5,5 no se recomienda el empleo de tuberías de hormigón armado sin un
revestimiento protector.
301
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los extremos de las alcantarillas deben estar ubicados al exterior del máximo sobreancho
de la calzada. En el caso de cámaras que deban situarse próximas a la calzada de tránsito, tales
como sumideros, se deberán emplear rejillas de protección. Sin embargo, antes de considerar
esta solución deberá estudiarse su capacidad hidráulica y la posibilidad de que sean
obstruidas por sólidos flotantes. Para aquellos casos en que sea imposible sacar los extremos
de la alcantarilla totalmente fuera del máximo sobreancho de la calzada, deberán construirse
barreras protectoras.
Debido a los fenómenos de abrasión y corrosión antes mencionados, la vida útil de los
materiales constituyentes de las alcantarillas debe ser mayor que la vida útil económica de la
carretera, considerando el tipo de pavimento que ésta posea. La determinación de la vida de
servicio de alcantarillas metálicas se hará en base a los análisis de pH y resistividad del medio
circundante y teniendo presente las recomendaciones que luego se citan.
La Tabla 2B.202-14 constituye una guía para predecir la vida de servicio de tuberías metálicas
revestidas. Estas cifras recomendadas al igual que las indicadas en la Tabla 2B.202-13 para
tuberías de hormigón podrán modificarse si las observaciones en terreno de instalaciones
similares existentes demuestran que pueden adaptarse otros valores más apropiados.
Las medidas que con mayor frecuencia se utilizan para prolongar la vida útil de las
alcantarillas son:
302
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
a) Materiales del canal: a falta de alcantarillas en servicio en el lugar, puede suponerse que el
canal es potencialmente abrasivo si existen en él arena y/o rocas. La presencia de limo, arcilla
o vegetación espesa puede indicar un flujo no abrasivo. Para flujo continuo, la vida de la
protección de la solera puede suponerse igual a la mitad de los valores dados en la Tabla
2B.202-14.
b) Revestimiento asfáltico. La necesidad de proveer un recubrimiento asfáltico se
determinará considerando las condiciones hidráulicas, la experiencia local y el aspecto
económico. El recubrimiento en combinación con el galvanizado, puede considerarse en
las siguientes situaciones:
• Tratándose de agua estancada o de pantanos, o en zonas de vegetación densa
donde la descomposición de la materia orgánica puede producir ácidos orgánicos;
• Cuando la falta de gradiente o una obstrucción pudieran ocasionar depósitos, humedad
permanente, o ambas cosas simultáneamente; y
• En condiciones de flujo continuo o permanente. En suelos alcalinos muy drenados y
normalmente secos.
303
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
De acuerdo a la altura que alcanza la corriente aguas arriba de la alcantarilla respecto al dintel de
la misma, se distinguen dos casos:
De acuerdo a la altura que alcanza la corriente aguas abajo de la alcantarilla respecto al dintel de
la misma, se distinguen dos casos:
Según el nivel que alcancen las aguas en el interior de la alcantarilla, también se distinguen dos
casos:
De las posibles combinaciones que puedan realmente lograrse con las condiciones recién
descritas, se aceptan para el diseño las que aparecen esquematizadas en las Figuras 2B.202-17 y
2B.202-18 adjuntas.
304
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
305
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El caso identificado como I corresponde a cauces con fuerte gradiente (i>ic). En ellos se dan
generalmente las condiciones 2B.202.3.6 (1) a), 2B.202.3.6(2) a) y 2B.202.3.6(3) a).
El caso II se puede presentar como consecuencia del remanso producido por una estructura
insuficiente localizada aguas abajo, por una gradiente reducida del canal de salida o por efecto de
una corriente tansversal. En este caso las condiciones involucradas serían 2B.202.3.6(1)b),
2B.202.3.6(2)b) y 2B.202.3.6(3)b).
El caso III se presenta en cauces muy anchos con escasa gradiente longitudinal o grandes
planicies donde el calado correspondiente al régimen uniforme es menor que el crítico (hs < hc).
En este caso se cumplen las condiciones 2B.202.3.6 (1) a), 2B.202.3.6(2) a) y 2B.202.3.6(3) a).
Por último, el caso IV corresponde a los cursos de agua en régimen subcrítico en cauces
estrechos donde el calado uniforme hs resulta mayor que hc (hs > hc). En este caso se cumplen
las condiciones 2B.202.3.6 (1) a), 2B.202.3.6(2) a) y 2B.202.3.6(3) a).
Se utiliza para alcantarillas pequeñas con gradientes longitudinales suaves, cuando el eje del flujo
coincide con el eje de la alcantarilla. (Con coeficientes de entrada Ke = 0,50 para aristas vivas y
Ke = 0,40 para aristas redondeadas).
Se utiliza en cauces bien definidos copn abundante arrastre y altas velocidades de llegada. Tiene
la ventaja de orientar el arrastre facilitando su paso a través del conducto. (Con coeficientes de
entrada Ke = 0,30 para aristas vivas y Ke = 0,20 para cantos redondeados).
Son constructivamente los más económicos y sencillos, pero hidráulicamente los más ineficaces.
Pueden utilizarse en alcantarillas pequeñas donde las velocidades de salida son bajas o el cauce
306
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
307
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El objetivo último del diseño de las obras de drenaje de la plataforma es mantener las pistas
de tránsito libres de inundación para la probabilidad de la precipitación de diseño. Esta
sección incluye el análisis de los distintos tipos de obras necesarias para recoger y
eliminar las aguas que se acumulan en la plataforma de la carretera, las que pueden
provenir de aguas lluvias que caen directamente sobre la franja de expropiación de la
carretera, aguas superficiales que provienen de áreas vecinas fuera de la franja de
expropiación, que no son interceptadas y llegan a la carretera, así como también aguas
superficiales que llegan a la carretera en los cruces de caminos.
308
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Las gradientes longitudinales mínimas recomendables son de 0,25% para parterres de tierra y
de 0,12% para parterres con cauces pavimentados. Cuando las velocidades son excesivas
para las condiciones del terreno (ver Tabla 2B.202-12), deberán tomarse las precauciones
correspondientes para evitar la erosión.
309
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Las cunetas y demás obras de drenaje de la plataforma se proyectarán para satisfacer las
finalidades señaladas y se diseñarán para confinar las inundaciones dentro de los límites
descritos en la Tabla 2B.202-15 adjunta.
La gradiente longitudinal mínima sugerida para las cunetas revestidas será de 0,12% y de
0,25% en aquellas sin revestir.
(Ec. 2B.202-11)
Donde:
Q gasto, m3/s;
n coeficiente de rugosidad de Manning, adimensional;
Ω área de la sección, m2;
i gradiente longitudinal, m/m.
2B.202.4.2(2) Canales
En el caso de los canales interceptores en cortes, si las aguas recogidas por los taludes de
cortes que viertan hacia el camino dan lugar a la erosión o a deslizamiento de los mismos se
proyectará un contrafoso o zanja protectora sobre la coronación del corte para recoger las
aguas que bajan por las pendientes naturales y conducirlas hacia la quebrada o descarga
más próxima del sistema general de drenaje. Se recomienda no colocar estas zanjas paralelas
a la vía, porque los tramos finales del canal quedan con una pendiente excesiva, sino que, por
el contrario, se conducirá el trazado del canal hacia el interior de la cuenca, siguiendo las
gradientes admisibles para el tipo de terreno o revestimiento correspondientes.
310
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La velocidad de las aguas deberá limitarse para evitar la erosión, sin reducirla tanto que pueda
dar lugar a depósito o sedimentación. La velocidad mínima aconsejable es de 0,25 m/s,
siendo las velocidades máximas admisibles las que se indican en las Tablas 2B.202-12
para obras sin revestir y 2B.202-17 para las revestidas.
311
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La finalidad de este tipo de obra es proteger contra la erosión los taludes de terraplenes y
cortes, transfiriendo a cauces ubicados al pie de estos taludes las aguas recogidas por los
canales laterales e interceptores.
Los tipos de bajantes de agua más comúnmente empleadas son las bajantes de tubería,
las bajantes en canaleta y los vertederos. Sus principales requisitos de empleo se describen a
continuación.
Para las bajantes de agua en canaleta se emplean conductos de metal corrugado de sección
transversal semicircular provista de un embudo de entrada. Estos se adaptan mejor en
taludes con declives de razón 2:1 (H:V) o menores; en pendientes de valor equivalente a la
razón 1½H:1V se recomienda limitar su longitud a un máximo de 20 m. Igualmente deberá
evitarse los cambios bruscos de alineación y gradiente. Deberán colocarse enterrados de
modo que la parte superior de ellas coincida con la superficie del talud.
En el caso de los vertederos, éstos podrán ser proyectados con carácter permanente o
provisional. Los vertederos permanentes pavimentados sólo deben usarse en faldeos con
declive de razón 4H:1V o menores. En caso de gradientes más pronunciadas es recomendable
usar bajantes de tubería.
312
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Además se deberá tener presente que los vertederos estarán provistos de un aliviadero
constituido por una solera que contribuirá a confinar las aguas dentro del vertedero mismo.
Los embudos se emplearán en la entrada de todas las bajantes de agua. Cualquiera sea la
forma de entrada que se considere ella deberá diseñarse con una depresión local de 0,15 m
por lo menos, con respecto a la cota inferior en ese punto del espaldón o canal aportador.
Las tuberías y canaletas que se emplean en bajantes de agua serán de acero corrugado. Para los
efectos del diseño (determinación de espesores mínimos y la adopción de medidas de
protección como espesores adicionales y recubrimientos) las tuberías y canaletas
deberán satisfacer los requisitos de durabilidad que se indican a continuación.
La vida de servicio de diseño será de 30 años para las bajantes de agua enterradas bajo
recubrimiento superior a 0,90 m que forman parte de proyectos en los que se considera
una durabilidad de 30 años para las alcantarillas. En otras condiciones, como en el caso
de bajantes descubiertas o superficiales, éstas se diseñarán para una vida de servicio de
10 años. Serán aplicables a las bajantes de agua en tuberías y canaletas de acero
corrugado las cifras prescritas en la Tabla 2B.202-14 que sirven de orientación para la
predicción de la vida de servicio adicional que es posible lograr mediante un recubrimiento
bituminoso.
Para los efectos de este manual se definen así los sistemas de conductos subterráneos y
sistemas colectores destinados a drenar la calzada que fluyen hacia un solo punto de descarga.
313
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El método más usado en este caso para calcular los caudales a desaguar es el método
racional, pero podrán utilizarse otros métodos si se cuenta con los antecedentes hidrológicos
requeridos por ellos.
Excepto en el caso de instalaciones que incluyen bombeo de las aguas, deberá asegurarse el
acarreo a través del sistema de colectores de toda materia flotante recogida en la superficie
por las aguas lluvia. Los sumideros de admisión en soleras y paredes, que limitan el tamaño
de los sólidos flotantes, sirven bien a este propósito. En casos especiales donde se requiere
excluir materias flotantes, como en el caso de instalaciones de bombeo, se dispondrá una
rejilla en todas las aberturas en soleras y paredes de sumideros tributarios.
314
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los sumideros laterales en solera poseen una abertura de admisión dispuesta en la solera,
paralelamente a la dirección del escurrimiento. Este tipo se adapta para instalaciones con
solera y cuneta. Las aberturas de entrada en solera son efectivas en la admisión de flujos que
conducen basuras flotantes. Su capacidad interceptora decrece a medida que la gradiente de
la cuneta de aproximación aumenta, siendo conveniente emplearlos en la intercepción de
escurrimientos por cauces de gradientes longitudinales menores al 3 %.
En el caso de los sumideros horizontales de rejilla, la admisión se verifica por una abertura
horizontal practicada en el fondo de la cuneta o curso de agua, provista de una o más rejillas
dispuestas en serie o en paralelo. Una de sus características es su efectivo funcionamiento
dentro de un amplio rango de variación de la gradiente longitudinal de la cuneta de
aproximación. Su mayor desventaja radica en el hecho de que las rejillas se obstruyen
fácilmente con las hojas o basuras arrastradas por la corriente. En todo caso, se preferirán a
los laterales de solera cuando la gradiente del conducto de aproximación exceda de un 3 %.
Los sumideros mixtos están provistos a la vez de entrada lateral en solera y horizontal en
rejilla, poseyendo una gran capacidad de admisión al reunir las ventajas de ambos tipos.
315
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El espaciamiento entre los sumideros en ningún caso se fijará en forma arbitraria, por el
contrario se determinará mediante un análisis racional de los factores indicados
anteriormente en este mismo numeral. En el espaciamiento de sumideros ubicados en
parterres hundidos, El Consultor deberá considerar la permeabilidad del suelo y su
erosionabilidad. Por razones de economía, los sumideros a menudo se ubican en las
cercanías de alcantarillas y conductos de desagüe del sistema de drenaje de aguas lluvia.
316
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Además de todas estas variables que influyen en el diseño hidráulico, para la determinación en
la capacidad de un sumidero debe considerarse el tamaño de la abertura de entrada
(influyendo en ésta la disposición de las barras de la rejilla que se utilicen), la velocidad y
profundidad del flujo sobre la rejilla, la gradiente transversal de la cuneta inmediatamente
aguas arriba de la admisión y la magnitud de la depresión de la abertura de entrada por
debajo de la línea de flujo del cauce aportador. En cualquier solución que se adopte debe
considerarse un factor de seguridad importante como prevención de la obstrucción parcial
de la rejilla por basuras flotantes.
Para los efectos de diseño de los sumideros mixtos se considerará sólo la capacidad de la
rejilla horizontal. La abertura auxiliar de solera, bajo condiciones normales, implica un
pequeño o ningún incremento de la capacidad, ésta se comporta más bien como un aliviadero
en el caso de obstrucción de la rejilla.
La relación entre la altura de agua sobre la rejilla y el caudal cumple con la relación
siguiente, cuando el sumidero se comporta como vertedero:
(Ec. 2B.202-12)
Donde:
Q gasto, m3/s;
C coeficiente experimental de gasto, adimensional;
317
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Al utilizar esta expresión es necesario tener presente que las experiencias americanas se
realizaron con el sumidero colocado en una depresión y que las ranuras de la rejilla eran más
largas y anchas que los sumideros locales. Asimismo, se recomienda usar la mitad del perímetro
a fin de considerar la obstrucción parcial del perímetro de la rejilla por ramas o basuras.
Los quiebres debidos a deflexiones del alineamiento deberán tomarse con curvas circulares.
Las deflexiones de alineamiento en los puntos de quiebre no excederán de 10°, caso contrario
deberá emplearse una cámara de registro en ese punto.
Los diámetros mínimos de las tuberías serán los indicados en la Tabla 2B.202-18 adjunta.
Los requisitos de resistencia para tuberías metálicas y de hormigón son los mismos
consignados en la Sección 2B.202.3 para las alcantarillas.
En la selección del tipo de tubería, en general son aplicables a los colectores de aguas lluvia
de tubería las mismas consideraciones que para la selección del tipo de alcantarillas
(Sección 2B.202.3).
318
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Un registro es una estructura subterránea que provee acceso desde la superficie a un conducto
subterráneo continuo con el objeto de revisarlo, conservarlo o repararlo. Consiste en una
cámara subterránea al fondo, de suficiente amplitud para permitir el trabajo de un
hombre y de un pozo que proporciona acceso directo desde la superficie.
Las ubicaciones más frecuentes para los registros son en la convergencia de dos o más
tuberías, en puntos intermedios de tuberías muy largas, donde los conductos cambian de
tamaño, en curvas o deflexiones de alineamiento aunque no es necesario colocarlos en cada
una de ellas o en puntos donde se produce una brusca disminución de la gradiente. Si el
conducto es de dimensiones suficientes para el desplazamiento de un operario no será
necesario un registro. En tal caso prevalecerá el criterio del espaciamiento.
Los registros deben ubicarse fuera de la calzada, excepto cuando se instalan en caminos de
servicio o en vías urbanas, en cuyo caso deberá evitarse su ubicación en las intersecciones.
Con respecto a los pozos de acceso, para colectores de diámetro menor que 1,20 m el pozo
de acceso estará centrado sobre el eje longitudinal del colector. Cuando el diámetro del
conducto sea superior al diámetro del pozo, éste se desplazará hasta hacerla tangente a uno de
los lados de la tubería para mejor ubicación de los escalones del registro. En colectores de
diámetro superior a 1,20 m con llegadas laterales por ambos lados del registro, el
desplazamiento se efectuará hacia el lado del lateral menor.
Frente a la disposición de los laterales, para evitar pérdidas innecesarias de carga en caso de
laterales que llegan a un punto con flujos opuestos, éstos se harán converger formando un
ángulo con la dirección del flujo principal. Si la conservación de la carga es crítica,
deberá proveerse canales de encauzamiento en la solera de la cámara.
Son cámaras subterráneas utilizadas en los puntos de convergencia de dos o más conductos,
pero que no están provistas de acceso desde la superficie. Se diseñan para prevenir la
319
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los ensanches pavimentados de cuneta unen el borde exterior del espaldón con las bocas de
entrada de vertederos y bajantes de agua. Estas depresiones permiten el desarrollo de una plena
capacidad de admisión en la entrada de las instalaciones mencionadas, evitando una
inundación excesiva de la calzada. La línea de flujo en la entrada deberá deprimirse como
mínimo en 15 cm bajo el nivel del espaldón. Deberá cuidarse de no introducir en su forma
modificaciones que pudieran implicar una depresión del espaldón. Normalmente se
considera suficiente un ensanchamiento de 3,00 m de longitud medidos aguas arriba de la
bajante de agua. En gradientes fuertes o ubicaciones críticas la longitud del ensanche podrá
exceder a 3,00 m.
En cunetas y canales laterales, cualquiera que sea el tipo de admisión, los sumideros de
tubería instalados en una cuneta o canal exterior a la calzada, tendrán su abertura de entrada
ubicada de 10 a 15 cm bajo la línea de flujo del cauce afluente y la transición pavimentada
del mismo se extenderá en una longitud de 1,00 m aguas arriba de la entrada. En el caso de
cunetas con solera, éstas deben ser cuidadosamente dimensionadas en longitud, ancho,
profundidad y forma.
Para conservar su forma, las cunetas con solera deberán construirse de hormigón de acuerdo a
las especificaciones del pavimento de la calzada. Sólo podrán variarse el ancho y la
profundidad con las limitaciones que se indican a continuación. El ancho será preferentemente
de 1,20 m, no obstante podrá variar de 0,60 a 1,80 m en el caso de flujos pequeños o muy
extendidos y cuando se trate de una serie de sumideros con escasa separación podrá llegar
hasta 2,00 m dependiendo del ancho de la berma el cual no podrá excederse. La profundidad
está limitada por consideraciones de seguridad y comodidad del tránsito. Se emplea
normalmente una profundidad de 3 cm. Se adoptará un máximo de 8 cm en las depresiones de
longitudes mayores de 5 m colocados en gradientes mayores de 4%.
Con respecto al tipo de pavimento, las depresiones locales exteriores a la calzada se revestirán
con pavimento asfáltico de 5 cm de espesor o un revestimiento de piedras pegadas con
mortero de 10 cm de espesor.
En términos globales, y como norma general de diseño, salvo por razones de seguridad de
tránsito, todo sumidero deberá estar provisto de una depresión en la entrada.Si el tamaño de la
320
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-13)
A la que se asocia un gasto:
(Ec. 2B.202-14)
Donde:
V velocidad media, m/s;
n coeficiente de rugosidad de Manning, adimensional;
R radio hidráulico (razón entre área y perímetro mojado), m;
i gradiente de fondo, m/m;
Q gasto, m3/s;
Ω área de la sección transversal de escurrimiento, m2.
La elección de un coeficiente de rugosidad adecuado requiere del conocimiento de los factores
que lo afectan y de alguna experiencia. Los elementos que influyen en este coeficiente son la
rugosidad superficial dada por la forma y tamaño de las partículas que constituyen el
lecho, la vegetación, las irregularidades en obstáculos en el cauce, el tamaño y forma de la
sección, la altura de agua y el gasto. Los valores usuales para canales en diferentes materiales se
indican en la Tabla 2B.202-19. Una buena guía es la publicación Water Supply Paper 1949 del
US Geological Survey que presenta fotografías de diferentes corrientes naturales, indicando en
cada caso el valor del coeficiente de rugosidad de Manning, calibrado con mediciones de terreno.
321
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
necesarios para satisfacer las condiciones de este tipo de escurrimiento. Desde el punto de
vista del diseño de canales en flujo uniforme, las metodologías se refieren a dos situaciones
diferentes: canales revestidos suficientemente estables que no sufren erosión y canales
erosionables.
322
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para el diseño de canales en esta condición deben considerarse los siguientes aspectos:
323
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
2B.202.5.2(1) Revestimiento
La elección del material para revestir el canal debe considerar la disponibilidad y costo,
los métodos constructivos y el objetivo del revestimiento, el cual puede ser para evitar la
erosión y/o las filtraciones del canal. Los materiales usuales son hormigón, albañilería de
piedra o bloques y losetas de hormigón.
2B.202.5.2(3) Taludes
La forma más usada en canales es la trapecial, con taludes que dependen del terreno en el
cual el canal será excavado. Las recomendaciones usuales se entregan en la Tabla 2B.202-20.
El valor máximo está limitado a la velocidad que produce erosión en el revestimiento. Esta
erosión depende del material en suspensión en el agua. Para revestimientos no armados
se recomiendan velocidades menores de 2,50 m/s para evitar que los revestimientos se
levanten por sub-presión. Si el revestimiento cuenta con armadura la velocidad se deberá limitar
sólo en función de la erosión probable.
La revancha de la sección debe ser suficiente para evitar que las fluctuaciones del nivel de
agua o las ondas del canal sobrepasen sus bordes. En general, la revancha varía entre un 5 % y
un 30 % de la altura de agua. El U.S.B.R.ha preparado las curvas de diseño que se incluyen en
la Figura 2B.202-20, las que pueden usarse considerando las condiciones particulares de cada
caso. En general se recomienda que la revancha no sea menor de 0,20 m.
324
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
325
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Norma para Diseño Vial
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Norma para Diseño Vial
El flujo en un canal erosionable no puede caracterizarse sólo por las fórmulas que describen el
flujo uniforme, debido a que el diseño debe considerar la estabilidad de la sección, la cual es
función no sólo de la hidráulica del escurrimiento, sino de las propiedades del material que
forma el lecho. Para estos canales se distinguen dos metodologías de cálculo: el método de la
velocidad máxima permisible y el de la fuerza tractiva.
(*) Por partículas coloidales se entienden aquellas de diámetro menor a 2 micrones, en las cuales los efectos
de las fuerzas de superficie prevalecen sobre los de las fuerzas gravitacionales.-
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Este procedimiento consiste en determinar la sección del canal, de modo que se produzca
una igualdad entre las fuerzas que tienden a desplazar las partículas del lecho y aquellas que
tienden a mantener a las partículas en su lugar. Las primeras se deben al arrastre producido
por el flujo en el canal y las segundas son debidas al peso y al roce entre las partículas que
constituyen el lecho. La fuerza tractiva permisible se define como el valor máximo de tensión
que no causaría una erosión significativa en la zona horizontal del lecho. El U.S. Bureau of
Reclamation ha realizado experimentos para determinar los valores de fuerza tractiva en
suelos no cohesivos, los cuales se resumen en la Figura 2B.202-23. El USBR recomienda para
suelos no cohesivos gruesos una fuerza tractiva en kg/m², igual a 0,80 veces el diámetro de la
partícula (en cm), tal que el 25 % del material en peso tiene diámetro mayor. En suelos finos,
la fuerza tractiva queda especificada en términos de la mediana del diámetro, es decir el
diámetro tal que el 50 % de las partículas en peso tiene un diámetro menor. En este caso se
presentan 3 curvas, dependiendo del contenido de sedimentos finos en suspensión en el agua.
Los valores anteriores de fuerza tractiva crítica son válidos en una superficie horizontal
(fondo del canal). Los valores de fuerza tractiva crítica en el talud se obtienen multiplicando
los anteriores por un factor función de la inclinación del talud y del ángulo de reposo del
material que forma el lecho, según la expresión siguiente:
(Ec. 2B.202-15)
Donde:
τs fuerza tractiva crítica en el talud;
τf fuerza tractiva en el fondo;
Φ ángulo del talud con la horizontal;
Θ ángulo de reposo del material.
En suelos cohesivos y en los suelos finos no cohesivos las fuerzas de cohesión son mucho más
importantes que las fuerzas de gravedad y por consiguiente esta última se desprecia. En este caso
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
τf = τl. En suelos no cohesivos más gruesos, el ángulo de reposo puede estimarse utilizando la
Figura 2B.202-25 en función del tamaño de la partícula (diámetro para el cual sólo el 25 % del
material en peso es mayor) y de su forma.
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Norma para Diseño Vial
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Norma para Diseño Vial
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Norma para Diseño Vial
Debe considerarse que la fuerza tractiva no es constante a lo largo del perímetro mojado
de la sección. En general, en las secciones trapeciales usuales, el valor máximo se produce
en el fondo, teniéndose en los taludes un valor igual a aproximadamente 0,76 veces el del
fondo. La fuerza tractiva en el fondo es igual a:
(Ec. 2B.202-16)
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Donde:
τf fuerza tractiva en el fondo, kg/m2;
γ peso específico del agua, kg/m3;
R radio hidráulico, m;
i gradiente de fondo, m/m.
2B.202.5.4 Revestimiento
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Norma para Diseño Vial
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El propósito del drenaje subterráneo es eliminar el exceso de agua del suelo a fin de garantizar
la estabilidad de la plataforma y de los taludes de la carretera. Ello se consigue
interceptando los flujos subterráneos y haciendo descender el nivel freático.
También es necesario un estudio del agua subterránea del área a fin de determinar el nivel de
la napa freática en la zona y su fluctuación a lo largo del año, la determinación de la
extensión y características del acuífero y la estimación de los caudales que es
necesario evacuar. Esto debe ir acompañado de un examen detallado del suelo (hasta
una profundidad de 3 a 4 m) para definir su estructura, porosidad y conductividad
hidráulica, etapa que requerirá normalmente de ensayos de laboratorio y pruebas de terreno.
Será necesario también desarrollar un estudio geológico general del área en relación al agua
subterránea, identificación de los posibles puntos de descarga y recarga, ubicación de
los estratos impermeables y características físicas de los acuíferos.
Se deberá considerar la realización de una inspección de cortes y taludes en las áreas vecinas a
fin de recopilar antecedentes respecto a su estabilidad. Las exploraciones de terreno deben
realizarse a fines de la época de lluvias, si es posible, o en las situaciones más críticas con el
objeto de determinar correctamente las condiciones de diseño.
Los tipos más utilizados son los que se describen a continuación. La selección del tipo de
336
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
dren a usar dependerá de la función que debe cumplir, de aspectos económicos y de la seguridad
del diseño.
Pueden ser superficiales o profundos y tienen por objeto infiltrar el exceso de agua de estratos
superficiales o capas permeables profundas, o bien producir el alivio de los acuíferos para
entregar a sistemas de drenaje superficial, ya sea gravitacionalmente o por bombeo.
Son normalmente zanjas de sección trapecial, con taludes generalmente en la razón 1:1 (H:V),
cuya profundidad depende de la posición de la napa que se desea drenar o interceptar. La
zanja excavada, incluidos los taludes, se rellena con una capa de material de alta permeabilidad
y se alinea en forma paralela al eje de la carretera.
337
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El diámetro mínimo de los tubos será de 150 mm para longitudes iguales o menores a 150
m. Este diámetro es suficiente para la mayor parte de los suelos. Si la longitud del subdrén
lateral o colector es superior a 150 m, el diámetro mínimo será de 200 mm. En el caso de
drenes dispuestos en forma de espina de pescado, el diámetro mínimo será de 50 mm.
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En condiciones de flujo permanente, el caudal de agua que debe eliminar un dren está
esencialmente determinado por la recarga de la napa subterránea, ya que otros volúmenes
que inicialmente pueden encontrarse sobre el nivel de equilibrio, serán eliminados por el dren
en un tiempo relativamente corto y constituyen por lo tanto un efecto transitorio.
La recarga de la napa depende de la precipitación, no siendo sin embargo igual a ella, pues
influyen otros factores tales como los que se indican a continuación:
a) Existen pérdidas por intercepción en las zonas cubiertas por vegetación y en las áreas
impermeables.
b) Ocurren pérdidas por infiltración hacia acuíferos más profundos.
c) Se presentan afloramientos de agua subterránea proveniente de otros estratos permeables.
d) Parte de la lluvia escurre superficialmente y no contribuye a la recarga del agua
subterránea.
e) Se producen en todo instante pérdidas por evaporación de agua desde las zonas de
almacenamiento superficial, o bien, evapotranspiración de la humedad en el suelo.
f) Se produce una disminución de la velocidad o tasa de infiltración en el tiempo con lo
cual disminuye también la contribución de la lluvia al agua subterránea.
g) Existe asimismo, una variación importante de los factores anteriores en el espacio y en el
tiempo.
En este último caso, debe elegirse una precipitación de diseño que tome en cuenta tanto la
probabilidad de ocurrencia como la duración. La duración de la lluvia debe ser lo
suficientemente larga para que efectivamente contribuya al agua subterránea, y por otra
parte, lo suficientemente corta para que constituya una situación crítica de diseño. Se
recomienda utilizar la intensidad media diaria correspondiente a una tormenta con un período
de retorno de 5 a 10 años. Este valor se determina realizando un análisis probabilístico con
los valores de lluvia caída en los siete días consecutivos más lluviosos de cada año (sin que
necesariamente lluevan los siete días). A la muestra así formada, utilizando todos los años de
registros, se le aplican los procedimientos de análisis de frecuencia presentados en el numeral
2B.202.2.4(1). Una vez calculada la tormenta de siete días con el período de retorno
deseado, se determina la intensidad media diaria que ella representa expresándola en
mm/día.
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Existen métodos para calcular el espaciamiento de los drenes que consideran la situación de
flujo en régimen permanente y no permanente. Se recomienda utilizar la siguiente expresión
para el espaciamiento, la cual supone régimen permanente:
(Ec. 2B.202-17)
Donde:
k componente horizontal media de la conductividad hidráulica del terreno medida in situ o
en laboratorio (mm/día).
h altura máxima deseada para la napa entre 2 drenes consecutivos medida sobre el fondo de
las zanjas donde van ubicados los drenes (m).
I intensidad media diaria de la lluvia de diseño que define la recarga (mm/día).
E espaciamiento de los drenes (m).
d distancia en metros entre el estrato impermeable y el fondo de las zanjas de los drenes. Si
la distancia d es mayor a 0,50 m debe calcularse una distancia ficticia d' reducida
para tomar en cuenta la convergencia de las líneas de corriente del escurrimiento en la
zona vecina a los drenes. Esta altura ficticia d' llamada de Hooghoudt, depende de la
distancia real d, del espaciamiento de los drenes y del diámetro de ellos. Se incluye el
gráfico de la Figura 2B.202-26 que permite el cálculo de la distancia ficticia d' para
drenes de 400 mm de diámetro. Dado que no existen mayores antecedentes
experimentales para otros diámetros se recomienda el uso de este gráfico en los casos de
subdrenes y zanjas de drenaje.
El cálculo con la distancia ficticia d' implica una solución por aproximaciones sucesivas, dado
que esta distancia es función del espaciamiento que se quiere determinar.
También puede obtenerse la conductividad hidráulica con una simple prueba de terreno
consistente en cavar un agujero en el suelo que sea más profundo que el nivel freático del
terreno y permitir que se alcance un equilibrio entre el nivel del agua en la perforación y
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-18)
Donde:
K conductividad hidráulica, m/día.
a radio de la perforación, m.
∆t tiempo transcurrido para que el nivel cambie de Y0 a Y1, segundos.
Y0 profundidad inicial del nivel de agua medida desde la superficie, m.
Y1 profundidad final del nivel de agua, m.
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Esta expresión supone que la napa no se deprime alrededor del sondaje al bombear el agua en su
interior, condición que se satisface en los primeros momentos luego de bombeada el agua, pero
no se cumple si esta operación se repite varias veces. Otra suposición es que el flujo de agua
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
es horizontal a través del manto del sondaje y vertical a través de su fondo. Aun cuando
esta prueba entrega una estimación puntual, su ejecución es simple y puede realizarse en
varios lugares para obtener valores representativos de la conductividad.
El rango usual de valores de conductividad hidráulica para distintos tipos de suelos se indica en
la Tabla 2B.202-24 que se presenta a continuación.
El cálculo de los diámetros de los drenes se realiza utilizando la fórmula de Manning con
un coeficiente de rugosidad adecuado al material de las tuberías (Tabla 2B.202-19). En todo
caso deben respetarse las recomendaciones de diámetros mínimos para asegurar un
funcionamiento adecuado del sistema, siendo en general estos valores superiores a los necesarios
desde el punto de vista hidráulico.
Los materiales usuales para construcción de subdrenes incluyen material granular permeable,
filtros de geotextil, geocompuestos, arena limpia o material arcilloso, tuberías de plástico
rígido o corrugado, tuberías de hormigón comprimido, tuberías metálicas corrugadas u otros
materiales sintéticos o de cerámica, debiendo ser las tuberías perforadas, ranuradas o
porosas.
La vida de diseño de las instalaciones debe ser compatible con la carretera, debiendo
cumplir con las recomendaciones que aquí se indican. Los subdrenes bajo la calzada deben
tener la misma vida de servicio exigida para las alcantarillas. Los subdrenes ubicados fuera
de la calzada se deben diseñar para una vida útil de 25 años. La vida de servicio de las
tuberías metálicas se determinará considerando el pH y resistividad del medio y las
características del agua a drenar.
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Norma para Diseño Vial
Las zanjas requeridas para la construcción de subdrenes serán de paramentos verticales si las
condiciones del terreno lo permiten, estando su profundidad definida por los requerimientos
del sistema de drenaje.
El relleno de las zanjas necesita precauciones especiales y tiene gran importancia pues de
ello depende el funcionamiento de los subdrenes. La disposición del material granular
permeable, del geotextil filtrante o del geocompuesto drenante y el uso de arena limpia o de
material arcilloso en la parte superior, dependen del tipo y de la ubicación del subdrén a
construir. Los geotextiles y geocompuestos deben resistir las solicitaciones de construcción
y deben cumplir ciertos requisitos para impedir el arrastre de finos del suelo que pueden
obstruir las perforaciones o ranuras de las tuberías, o bien penetrar al interior de las tuberías.
En esta Sección se describen los procedimientos y técnicas que resultan apropiados para el
desarrollo de estudios de hidráulica y mecánica fluvial en cauces naturales. Ello incluye la
identificación y caracterización de la información básica necesaria para el cálculo hidráulico y
la estimación de las tasas de arrastre de sedimentos y de la profundidad de socavación en
cauces naturales, y la descripción de los correspondientes procedimientos o métodos de
cálculo.
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Norma para Diseño Vial
345
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Norma para Diseño Vial
La longitud del perfil transversal del cauce es también variable, pudiendo ir de unos pocos
metros o decenas de metros en el caso de cauces menores y esteros, hasta varios cientos de
metros en cauces importantes, y además abarcar más de un brazo o subcauce.
Si el objetivo del estudio es determinar las áreas de inundación asociadas a las crecidas, los
perfiles transversales se deben extender de tal manera de cubrir la zona que
históricamente ha sido afectada por las crecidas.
Las coordenadas de los perfiles pueden ser locales o referirse a algún sistema de referencia
altimétrico y planimétrico, como por ejemplo el sistema de coordenadas UTM para un Datum
especificado. En cada sector donde se realice este tipo de levantamiento se deben
monumentar como mínimo BM’s para el posterior replanteo de los perfiles y de las obras
proyectadas.
Existen diversos métodos posibles de emplear, los cuales dependen de las características del
material y de los objetivos del análisis. Cuando el sedimento es relativamente fino y uniforme
346
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Pueden emplearse métodos alternativos cuya elección depende de las características del
sedimento a muestrear y de los fines que persiga el análisis granulométrico a efectuar.
Para caracterizar las partículas de gran tamaño, se emplean sus dimensiones triaxiales
individuales o bien, su promedio (geométrico o aritmético) o una de ellas, por ejemplo la
dimensión triaxial intermedia.
347
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Cuando el material del lecho es grueso y bien graduado, y por lo tanto la distribución
granulométrica incluye también fracciones de D>1/ ”, se procede realizando el análisis
granulométrico “in situ” para los sedimentos de tamaño superior a 6 y 8 mm
aproximadamente, y en laboratorio para los sedimentos de tamaño menor. El tamizado
en terreno debe efectuarse usando mallas con aberturas adecuadas para lograr una buena
caracterización de todo el espectro de tamaños de la fracción gruesa del material.
A partir de los datos obtenidos se elaboran curvas granulométricas integradas por capas
(empleando conjuntamente el análisis “in situ” y el de laboratorio) y también puede
interesar elaborar una curva integral del lecho muestreado en profundidad en todas las
capas de la calicata.
Con las curvas granulométricas, integrada y por capas, es posible identificar el grado de
acorazamiento que posee un lecho constituido por sedimento grueso bien graduado,
mediante la comparación de las curvas granulométricas de la capa superficial y de las más
profundas.
348
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
A partir de las distribuciones encontradas se obtiene en forma sencilla una serie de parámetros
granulométricos que son fundamentales en la cuantificación de los fenómenos de transporte de
sedimentos. Se puede elegir como tamaño representativo de la distribución cualquier D i,
en que el i (%) indica el porcentaje en peso de las fracciones de las partículas cuyo tamaño es
menor o igual a ese diámetro Di.
(Ec. 2B.202-19)
Donde ∆pi es el porcentaje en peso del material cuyo tamaño cae dentro del intervalo cuya
marca de clase es Di para i = 1….n intervalos.
Los antecedentes hidrológicos necesarios para realizar el diseño de una obra que puede
ubicarse tanto en el lecho como en las riberas de un cauce, dependen del objetivo de dicha obra.
Por ejemplo, para obras viales de cruce como un puente u obras de defensa de riberas
necesarias para proteger poblados u otras obras, se debe realizar un estudio hidrológico
destinado a determinar los caudales en condiciones de crecida. Para lo cual se utilizan
estadísticas de caudales máximos instantáneos donde exista esta información, o caudales de
crecida sintetizados a partir de métodos aplicables a cuencas que poseen sólo información
pluviométrica. Estos últimos métodos se denominan métodos indirectos o métodos
349
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los caudales máximos anuales dan origen a series a partir de las cuales se definen curvas de
frecuencias. De esta manera se determinan caudales de crecida asociados a períodos de
retorno específicos, relacionados a un determinado riesgo de falla y a una vida útil de la obra.
En el numeral 2B.202.2 se entregan valores para el riesgo de falla determinados en función del
período de retorno de la crecida y de la vida útil de la obra.
En el caso que sea necesario realizar estimaciones de gastos sólidos destinados a fines
distintos de los de una caracterización mecánico fluvial durante crecidas, como por ejemplo
para el diseño de obras de retención de sedimentos en cauces o faenas de extracción de áridos,
puede ser aconsejable considerar series de caudales medios diarios que permitan describir
de una forma más adecuada el régimen de escurrimiento normal, incluyendo condiciones de
escurrimiento no sólo máximas sino también medias y mínimas. Generalmente las series de
caudales medios diarios se ordenan y sistematizan mediante una curva de duración general de
este tipo de caudal. A partir de dicha curva se sintetizan curvas de duración general del gasto
sólido.
Para realizar un estudio hidráulico y mecánico fluvial se deben conocer, además de las
características de la geometría hidráulica del tramo en estudio (secciones de escurrimiento,
gradiente de fondo y parámetros geométricos de cada sección tales como área, perímetro
mojado y radio hidráulico), el coeficiente de rugosidad o n de Manning de la sección o del
tramo en estudio.
Respecto del coeficiente de rugosidad, puede decirse que no existe un método exacto o único
para determinarlo y que, en general, se requiere de experiencia para hacer estimaciones
muchas veces apoyadas también en tablas y/o antecedentes específicos disponibles. Es
inusual contar con información hidráulica que permita deducir directamente coeficientes de
rugosidad de un cauce.
Para canales naturales considerados de lecho fijo (canales no aluviales), existen numerosos
factores que pueden condicionar la elección de un valor determinado del coeficiente de
rugosidad como los indicados en la Tabla 2B.202-26 propuestos por Ven Te Chow, lo cual
puede hacer bastante subjetiva su estimación. Para minimizar esta dificultad en los canales
naturales, se puede emplear el método de Cowan según el cual el cálculo del coeficiente de
rugosidad n se realiza como sigue:
(Ec. 2B.202-20)
Donde:
n0 rugosidad base para un canal recto, uniforme, prismático y con rugosidad homogénea.
350
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-21)
Cuando las secciones del escurrimiento no presentan una rugosidad homogénea, la rugosidad
global o rugosidad compuesta de la sección varía con la altura de agua, lo que se debe a que
a distintas profundidades intervienen zonas de la sección con diferentes rugosidades. Este es
el caso de los cursos naturales donde el lecho está constituido de un cierto tipo de material y
las márgenes por otro, usualmente con presencia de vegetación en las zonas de inundación.
Para aplicar las leyes de resistencia hidráulica o de pérdida de carga, en los casos de
secciones con rugosidad no homogénea, se precisa diferenciar el lecho de las márgenes o
subsecciones de distinta rugosidad. Existen métodos alternativos para evaluar la
rugosidad compuesta de una sección con rugosidad no homogénea, como se describe más
adelante.
351
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
352
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Antes de realizar el diseño definitivo de una obra que puede afectar el escurrimiento en un
cauce, conviene conocer todas las estructuras existentes en él que pudieran afectar o determinar
el diseño. Esto con el fin de verificar que la obra proyectada no provoque alteraciones en el
funcionamiento de las obras ubicadas en el área influenciada hidráulicamente por la obra, o
bien que la presencia de obras existentes no influya sobre la operación de la nueva estructura.
En general, las obras que existen con mayor frecuencia en un cauce son bocatomas,
descargas de alcantarillado combinado y pluvial, defensas fluviales longitudinales y
transversales, puentes, pasarelas y cruces de tuberías.
Se debe considerar que no se realizan catastros en forma sistemática y que por lo tanto la
información existente es escasa y parcializada, o bien los catastros existentes pudieran ser
antiguos y desactualizados.
La etapa de recopilación de información representa la primera etapa dentro de un catastro, ya
que toda información reunida debe ser verificada y apoyada con un detallado recorrido de
terreno. Con el fin de lograr un manejo adecuado y fácil de la información recabada,
tanto en los catastros como en terreno, se recomienda confeccionar fichas que contengan la
información necesaria para el proyecto. Por ejemplo, en el caso de una defensa, dicha ficha
puede incluir su ubicación geográfica, geometría (croquis), material y año de construcción.
Adicional a los catastros puede ser necesario conocer ciertas características locales o
específicas del curso de agua, sean éstas áreas inundables, puntos críticos de inundación,
frecuencia de inundación, puntos críticos de erosión y sedimentación, o cualquier otra
información necesaria para llevar a cabo los estudios fluviales. El objeto principal de esta
información es formarse una visión completa del tramo en estudio, ya sea para ubicar obras
nuevas o para proteger las obras existentes.
En el caso de régimen permanente (invariante en el tiempo) con lecho fijo, las ecuaciones de
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Saint-Venant se reducen a la ecuación clásica del eje hidráulico, la cual permite determinar
la variación a lo largo del cauce del nivel o altura de escurrimiento y de la
correspondiente velocidad media en la sección, para un caudal y una condición de borde
dadas. Dicha condición se especifica en la sección extrema de aguas arriba o de aguas
abajo del tramo de cauce analizado, dependiendo de si el régimen es supercrítico (torrente) o
subcrítico (río), respectivamente.
Un software actualmente muy utilizado para calcular ejes hidráulicos en cauces naturales que
aplica un modelo como el previamente descrito, corresponde al HEC-2, desarrollado
originalmente por el Corp of Engineers de Estados Unidos, cuya versión actual se denomina
HEC-RAS.
En el caso de flujo transitorio (variable en el tiempo) con lecho fijo, las ecuaciones de
Saint-Venant permiten realizar el rastreo de crecidas a lo largo de un tramo de cauce
en estudio. Estas ecuaciones denominadas también de onda dinámica, suelen
simplificarse generando distintos tipos de modelos: los llamados de onda no inercial, que se
obtienen de despreciar los términos inerciales (que son los advectivos que le dan el carácter
no lineal a la ecuación de cantidad de movimiento), y los llamados de onda cinemática, que
se obtienen de suponer flujo cuasi-uniforme en todo punto del canal para cada instante de
tiempo. Los modelos simplificados son más fáciles de resolver numéricamente, pero
también son menos precisos. En general, los modelos de onda cinemática predicen que una
onda de crecida se traslada sin atenuación a lo largo de un tramo de río, lo cual puede
suponerse aceptable en tramos cortos o en ciertos casos en que la gradiente del flujo domina
sobre los efectos inerciales y de los gradientes de presión, que tienden a dispersar y a atenuar
la onda de crecida. En caso que sea importante predecir la atenuación de dicha onda en tramos
de río suficientemente largos, se deben utilizar los modelos de onda dinámica completos.
En el caso de régimen permanente, los métodos para determinar tanto el eje hidráulico como
las condiciones asociadas en un cauce natural, se basan en una serie de suposiciones que hacen
posible la utilización de ecuaciones simples de resolver mediante la implementación de
programas computacionales. Existen tres tipos de métodos dependiendo del régimen espacial
de escurrimiento al cual se apliquen: régimen uniforme, régimen cuasi-uniforme y régimen
gradualmente variado.
354
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En el caso de flujo unidimensional con lecho móvil, además de las ecuaciones de cantidad
de movimiento y continuidad del flujo promediadas en la sección de escurrimiento, se debe
incluir en el cálculo la ecuación de continuidad del sedimento movilizado desde el lecho,
aplicada en la dirección longitudinal del flujo. Esta ecuación permite estimar la variación en el
tiempo de la elevación del lecho a lo largo del cauce en estudio, resultando útil también para
estudiar procesos de degradación o sedimentación en tramos específicos de cauces
naturales. Esta ecuación requiere de una relación de cierre consistente en una ecuación o
fórmula para el cálculo de gasto sólido de fondo.
Es usual que para el caso de una corriente a caudal constante, las ecuaciones del flujo y de
continuidad del sedimento movilizado se resuelvan de forma desacoplada. Es decir, inicialmente
se calculan las propiedades del escurrimiento para un perfil longitudinal del lecho dado
(válido para un intervalo de tiempo) y luego estas mismas propiedades se usan para avanzar el
cálculo de la deformación del lecho en el intervalo de tiempo establecido, en lugar de resolver
simultáneamente la variación de las propiedades del flujo y la deformación del lecho. La
solución desacoplada se basa en la hipótesis de un proceso mecánico-fluvial cuasi-estático, en
el cual el tiempo en que la corriente se adapta a un perfil longitudinal del lecho es mucho
menor que el que tarda el lecho en deformarse. La hipótesis cuasi-estática es aplicable a
procesos de degradación o sedimentación relativamente lentos, pero no es aplicable a casos de
erosión acelerada del lecho, como por ejemplo durante los primeros instantes de un proceso de
socavación o en casos en que el desbalance del gasto sólido de fondo entre dos secciones del
cauce sea significativo.
En el caso que el sedimento del lecho tenga una distribución granulométrica extendida, y por lo
tanto presente una tendencia al acorazamiento, puede ser necesario aplicar una ecuación de
continuidad del sedimento que describa además los procesos de transferencia de masa al interior
de las distintas capas y fracciones granulométricas que conforman el sedimento del lecho.
En estos casos la variación de la elevación del lecho influencia las propiedades
granulométricas de la coraza y del sustrato, lo cual a su vez afecta la resistencia hidráulica y las
tasas de transporte de sedimento, y éstas a su vez afectan los cambios de elevación del lecho.
355
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los factores de microescala, por otro lado, se refieren a todos aquellos otros aspectos de la
resistencia al flujo cuyo efecto se manifiesta en forma distribuida y relativamente uniforme a lo
largo de todo el cauce. La pérdida de energía se produce en una forma semejante a la clásica
pérdida por frotamiento en canales o ductos de contorno fijo. Los factores de microescala
son los asociados con la rugosidad o macrorrugosidad de las partículas sólidas del lecho,
con la macroaspereza de las ondas sedimentarias y con la vegetación que crece distribuida a
lo largo de planicies de inundación o de riberas de cauces principales.
Las relaciones hidráulicas para escurrimientos con lechos móviles (cauces aluviales) se
refieren en general a secciones o tramos cortos de un curso y por lo tanto, toman en cuenta
principalmente el efecto de los factores de microescala. Este aspecto es
indudablemente el de mayor interés en aplicaciones en ingeniería civil, ya que la
mayoría de los problemas prácticos se refieren a obras cuyo diseño depende básicamente de
las características locales del escurrimiento.
356
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Debido a las altas gradientes (en condiciones naturales ellas van desde 5 % hasta 20 % o más)
estos cauces presentan escurrimientos de alta velocidad y baja profundidad, y sedimentos de
gran calibre, normalmente muy bien graduados. Como consecuencia de estas características, el
número de Froude alcanza valores cercanos o mayores que la unidad y la profundidad relativa
es del orden de uno ( h / D ≈ R / D ≈ 1), lo que confiere típicamente al escurrimiento el carácter
de flujo macro-rugoso. Además, las deformaciones que experimenta el lecho son
principalmente del tipo de barras u ondas de gran longitud, lo cual hace que la pérdida de
carga sea principalmente por rozamiento sobre la superficie granular, lo que es diferente al
fenómeno que presentan los cauces arenosos que se deforman en trenes de ondas.
357
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Una de las líneas de investigación seguida por diversos investigadores ha sido el enfoque de
Keulegan, basado en la aplicación de la teoría de la capa límite a canales, la cual conduce a
las conocidas relaciones hidráulicas logarítmicas. Algunos investigadores han orientado sus
esfuerzos a ajustar a datos disponibles ecuaciones del siguiente tipo:
( )
(Ec. 2B.202-23)
La razón permite evaluar directamente el factor de resistencia del escurrimiento, puesto que se
cumple:
√ y √
(Ec. 2B.202-24)
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
( )
(Ec. 2B.202-25)
Las expresiones anteriores pueden utilizarse para evaluar el coeficiente de Manning en lechos
macro-rugosos, igualando la velocidad media a aquella obtenida de la propia ecuación de
Manning, lo que conduce a la siguiente expresión para n que refleja la dependencia de este
coeficiente con la altura relativa o radio hidráulico relativo..
( )
√ ( ) ( )
(Ec. 2B.202-26)
En esta expresión basta con remplazar los factores numéricos dados para las constantes A, B y C
en la Tabla 2B.202-27 para determinar el valor n / Dx1/6 en unidades métricas (R y Dx en metros).
La razón n / Dx1/6 = St se denomina coeficiente de Strickler y puede ser comparada con el valor
constante dado para superficies hidrodinámicamente rugosas por varios investigadores:
359
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-27)
Estas expresiones deben emplearse con sumo cuidado por cuanto solo son aplicables para el
rango de los datos a partir de los cuales fueron desarrollados.
Los modelos bidimensionales pueden ser de dos tipos: los que permiten resolver el flujo en
un plano vertical orientado longitudinalmente, es decir describen la estructura vertical del
flujo, y aquellos otros que resuelven el flujo en las direcciones transversal y longitudinal,
promediando sus propiedades locales en la vertical.
Las ecuaciones que gobiernan el problema en este caso resultan de promediar en la vertical
las ecuaciones tridimensionales de continuidad y cantidad de movimiento del flujo. Se
obtienen las llamadas ecuaciones de Saint-Venant bidimensionales, las cuales requieren una
ley de cierre para la resistencia del flujo. Esta puede estar basada en un coeficiente de
rugosidad de Manning o algún otro tipo de factor de fricción.
La solución numérica de estas ecuaciones se basa en la aplicación de métodos de elementos
finitos, diferencias finitas y volúmenes finitos.
Existen varios modelos comerciales que permiten resolver las ecuaciones de Saint-Venant
bidimensionales con lecho fijo. Un modelo desarrollado en el pasado por el Corp of Engineers
de los EEUU denominado STREAMER hoy en día se comercializa con un nombre distinto.
Otros modelos comerciales para este tipo de problema son AQUADYN, AQUASEA, e
incluso el MIKE21, aunque este último es bastante caro y complejo, y sus aplicaciones
están más por el lado de problemas de hidráulica marítima.
Para casos en que el análisis requiere considerar el lecho móvil, además de las ecuaciones de
Saint-Venant en dos dimensiones, debe considerarse la ecuación de continuidad de
sedimento en dos dimensiones. El problema puede tratarse acoplado o desacoplado, tal
360
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los modelos bidimensionales de lecho móvil se han utilizado principalmente para analizar
aspectos morfodinámicos tales como la formación de barras y otras ondas sedimentarias
tridimensionales en cauces rectos o meándricos. Desde el punto de vista ingenieril, este
tipo de análisis puede ser de interés para estudiar problemas de interacción de barras o
depósitos de sedimentos con obras hidráulicas, principalmente en bocatomas y obras de
captación. Actualmente no existen modelos comerciales que permitan resolver este tipo de
problema. Los modelos descritos en la literatura pertinente han sido desarrollados
principalmente con fines académicos y/o para investigación aplicada.
Todos estos métodos están basados en teorías o antecedentes experimentales que persiguen
describir de modo simplificado fenómenos complejos. Por esta razón en su aplicación deben
considerarse sus limitaciones y hacer una utilización juiciosa de sus resultados,
complementándolos con la experiencia de El Consultor.
La acción de la corriente sobre un lecho móvil se traduce en una deformación de éste que se
manifiesta en la forma de ondas regulares y semi-periódicas, las cuales dependiendo de las
características del escurrimiento y del sedimento, presentan una variedad de formas y tamaños.
Las ondas sedimentarias revisten importancia en\\ los fenómenos de transporte de sedimentos
por cuanto condicionan en gran medida el escurrimiento y éste a su vez, determina la forma y
tamaño de las ondas en un ciclo que significa un alto grado de acoplamiento y complejidad.
361
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
362
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los distintos tipos de ondas descritos arriba, aparecen ilustrados en la Figura 2B.202-27 adjunta
Figura 2B.202-27 Ondas sedimentarias en cauces aluviales (lecho móvil fino arenoso)
363
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En efecto, según lo visto en numerales anteriores, algunos de los métodos que se utilizan para
predecir curvas de descarga en lechos móviles requieren de la identificación, sino del tipo
exacto de ondas, al menos del régimen del lecho al que pertenecen.
Uno de los métodos para la identificación de ondas sedimentarias más completos en cuanto a
la base de datos que emplea, es el de Vanoni. Este método se basa en un conjunto
abundante de observaciones de laboratorio y de terreno, las cuales han sido ordenadas de
acuerdo a la relación funcional adimensional siguiente:
( )
(Ec. 2B.202-28)
Donde Reg es un número de Reynolds del grano basado en el diámetro mediano de las partículas
D50; la altura relativa de escurrimiento a ese mismo diámetro D50,y F el número de Froude de
la corriente. El primer y último parámetro se definen como sigue:
(Ec. 2B.202-29)
√
(Ec. 2B.202-30)
364
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
bien graduados con σg > 1,5 a 2 ( √ ⁄ . Es este tipo de sedimentos el que revela en
365
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
grandes, y el diámetro medio de la coraza irá también aumentando hasta alcanzar un valor
máximo. Si el flujo tiene aún capacidad para mover las partículas de diámetro máximo, éstas
a su vez serán arrastradas dejando al descubierto a las partículas finas que estaban
protegiendo con lo cual el diámetro medio de la coraza podrá disminuir transitoriamente.
De lo anterior se concluye que el esfuerzo de corte máximo (esfuerzo crítico) que puede resistir
un material de granulometría no uniforme y extendida es aquel que corresponde a la
condición de flujo que deja en la superficie del lecho una coraza con una distribución
granulométrica tal, que su diámetro medio es máximo.
Desde un punto de vista morfológico fluvial puede señalarse que, aun cuando el proceso de
acorazamiento vaya acompañado de transporte de sedimentos, el acarreo de partículas
no causará prácticamente erosión del fondo ni modificará la gradiente del cauce. En tal
situación se dice que el cauce acorazado es estable. Sin embargo, si los esfuerzos cortantes
del flujo son tales que sobrepasan el esfuerzo de corte máximo que puede resistir el material
que constituye el cauce, éste dejará de ser estable pues todo el material de la superficie estará
en movimiento. Si esto acontece y no hay continuidad en el acarreo de sedimentos, habrá
erosión continua del fondo hasta que el esfuerzo de corte del flujo se reduzca por disminución
de la gradiente o por aumento del área hidráulica, y de este modo se iguale con el que
puede resistir el material del cauce. Por el contrario, si hay continuidad en el transporte de
sedimentos o de gasto sólido, en promedio no ocurrirá ni erosión ni depósito, y sólo se
tendrá un transporte continuo de sedimentos hasta que la profundidad disminuya por
reducción del gasto líquido.
366
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
367
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
368
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Figura 2B.202-30 Diagrama para identificación de rizos y dunas del régimen inferior
(Vanoni)
La probabilidad (q) que una partícula de tamaño específico no sea arrastrada por la corriente
viene dada por la ecuación:
( )
∫ ( )
(Ec. 2B.202-31)
369
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-32)
Donde Po es la función de frecuencias y por otro lado la función de frecuencias del material de
la coraza del lecho está dada por:
(Ec. 2B.202-33)
Donde C es un valor que se determina de la condición que el área bajo la curva de frecuencias
relativas de tamaños sea la unidad:
∫ ∫
(Ec. 2B.202-34)
La función de frecuencias acumuladas del material de la coraza Pa viene dada por lo tanto por la
siguiente expresión:
∫
∫
(Ec. 2B.202-35)
370
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
material de la coraza y del material transportado por el flujo. A partir de la curva granulométrica
de la coraza se determina el diámetro medio Dmc asociado al esfuerzo de corte τo. Con el
propósito de facilitar la búsqueda del máximo valor de Dmc y por lo tanto del esfuerzo de corte
máximo τcmax, se recomienda graficar los valores obtenidos para este parámetro Dmc en función
del esfuerzo de corte τo.El esfuerzo de corte máximo τcmax obtenido corresponde a la condición
de arrastre crítico del lecho.
Una vez definida la condición crítica de arrastre para el diseño de canales sin revestimiento, se
recomienda que el valor del esfuerzo de corte crítico calculado sea disminuido por un factor de
seguridad equivalente a 1,3. Sin embargo, algunos investigadores han encontrado que el método
sobrestima el valor de τc por lo que recomiendan usar como factor de seguridad el valor 1,5.
El procedimiento a seguir consiste en fijar la condición hidráulica (determinando τo) para la cual
se desea analizar la estabilidad del sedimento cuya curva granulométrica es conocida. Esta curva
se discretiza en intervalos y para cada tamaño representativo de estos intervalos (D) se calcula
τc(D), con lo cual se determina la probabilidad de no arrastre asociada q(D) y la curva
granulométrica de la coraza. Con esta última se obtiene finalmente su diámetro medio Dmc.
Si el cálculo se repite para otra condición hidráulica (τo), se va definiendo una relación entre τo y
Dmc, de la cual se determina el τo máximo asociado al mayor valor de Dmc. Tal valor constituye el
esfuerzo crítico que define el umbral de arrastre, el que para diseño debe dividirse por un factor
de seguridad, tal como se ha explicado antes.
Desde el punto de vista de la Dinámica, corresponde a una situación en la cual las fuerzas que
se oponen al movimiento de las partículas, igualan a las fuerzas hidrodinámicas de sustentación
y arrastre de la corriente. En el caso de suelos granulares, las fuerzas de resistencia dependen
principalmente del peso sumergido de las partículas, mientras que en los suelos cohesivos
éstas son dependientes de las fuerzas electroquímicas de cohesión y adhesión.
El estudio del transporte incipiente o inicio del transporte tiene interés tanto teórico como
práctico. Desde el punto de vista teórico, da la oportunidad de analizar y cuantificar aspectos
relativamente más sencillos del movimiento de sólidos generado por el flujo de un líquido o
gas. Desde el punto de vista práctico es importante por cuanto existe una diversidad de
problemas de ingeniería que están relacionados con este aspecto particular del transporte de
371
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
sólidos que requieren ser analizados y evaluados con fines de análisis operacional o de diseño de
obras.
Existen en la actualidad básicamente dos enfoques o criterios alternativos para el estudio del
problema:
Criterio de la velocidad crítica de arrastre.
Criterio de la tensión tangencial o del esfuerzo de corte crítico.
El criterio de la tensión tangencial crítica, por otro lado, cobró por un tiempo
relativamente mayor popularidad que el de la velocidad crítica. Como la capacidad de
arrastre está directamente relacionada con los esfuerzos cortantes en las cercanías del lecho,
que son evaluables en forma directa de las propiedades globales del flujo (gradiente y altura
de escurrimiento), es relativamente menos incierto definir una condición crítica en base a
estos esfuerzos que en base a la velocidad.
El transporte incipiente o inicio del arrastre no es una condición claramente delimitada, por
cuanto al alcanzar la capacidad de arrastre del flujo un cierto nivel, sólo algunas partículas
se ponen en movimiento. Siendo este movimiento intermitente y difícil de establecer
mediante observaciones, existe bastante incertidumbre y subjetividad en la definición
experimental de la condición límite o umbral del movimiento.
Algunos investigadores definen la condición crítica como aquella en que comienzan a moverse
algunas partículas. En lechos de granulometría extendida se ha sugerido que el arrastre
comienza cuando se inicia el movimiento de aquellos granos de tamaño medio. Otros autores
en cambio, definen el esfuerzo de corte asociado al comienzo del transporte a partir de una
curva de gasto sólido versus esfuerzo de corte del fondo, extrapolando dicha curva para gasto
sólido de fondo nulo. El valor del esfuerzo de corte asociado a este gasto de sólidos nulo, se
define como esfuerzo de corte crítico.
Las observaciones de numerosos investigadores han demostrado que las partículas sólidas se
mueven cuando se producen verdaderos estallidos o pulsaciones del flujo turbulento cerca del
lecho. Por esta razón el proceso es aleatorio. Hoy en día existe consenso de que en paredes
hidrodinámicamente lisas (en lechos constituidos por materiales finos) dichas pulsaciones se
deben a intrusiones de flujo turbulento hasta la pared misma, las que están asociadas con
inestabilidades cuasi-periódicas de la subcapa viscosa.
372
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
mismas del flujo turbulento. Es por eso que uno de los enfoques del problema del transporte
incipiente se basa en la cuantificación de las fuerzas de sustentación, las cuales se
consideran el mecanismo fundamental en el movimiento de los sólidos.
Desde un punto de vista histórico, este enfoque fue el primero que se utilizó en el análisis
del problema. Como se indicó antes, consiste en establecer una relación entre la velocidad
máxima (crítica) que produce la condición de movimiento incipiente y las propiedades de las
partículas sólidas.
Brahms (1753) propuso por primera vez una relación denominada "Ley de la Sexta Potencia"
según la cual el mayor peso de la partícula que puede arrastrar una corriente, es
proporcional a la sexta potencia de la velocidad local del flujo en las cercanías del grano.
La adopción de una velocidad local en las cercanías de la pared como velocidad crítica de
fondo, tiene la dificultad que también requiere conocer la distribución vertical de las
velocidades y además definir un criterio para establecer la distancia al lecho a la cual se calcula
dicha velocidad local.
Una relación de arrastre crítico basada en la velocidad media ha sido propuesta por Neill. Este
investigador experimentó con sedimentos uniformes de diámetros comprendidos entre 6 y
30 mm. Sin embargo, a estos datos agregó los de otros investigadores, lo cual permitió derivar
la siguiente relación que sería aplicable a sedimento natural para rangos de tamaño de 3≤ D ≤
140 mm y rangos de altura relativa de ≤ h / D ≤100:
( )
√
(Ec. 2B.202-36)
Esta fórmula corresponde a la ecuación de la envolvente de todos los datos experimentales que
el autor reunió, lo que la hace desde el punto de vista del diseño, una curva conservadora. Para
sedimento natural s = 2,65 lo cual hace que en tal caso el factor numérico del lado derecho de la
ecuación tome el valor 1,81.
373
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-37)
Donde τc es el esfuerzo de corte crítico, K una constante que engloba las características de
forma y puntos de aplicación que intervienen en el equilibrio de la partícula que está a
punto de ser desestabilizada, γs – γ es el peso específico sumergido de la partícula, D su
diámetro y θ el ángulo de reposo del sedimento.
De o anterior se evidencia el hecho que el material de fondo será más estable a la acción de
la corriente mientras mayor sean el ángulo de reposo (θ), el tamaño de las partículas (D) y
el peso específico de los sólidos (γs), ya que mayor resulta también el esfuerzo requerido
para iniciar la movilización de las partículas.
(Ec. 2B.202-38)
2B.202.7.3(3)d) Diagrama de Shields
⌊ ⌋
(Ec. 2B.202-39)
Donde es un número de Reynolds de la pared, el cual refleja sus características
hidrodinámicas.
374
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Posteriores experiencias con materiales finos demostraron, sin embargo, que la curva de mejor
ajuste para Re en este rango tiene una gradiente bastante menor. White con datos
experimentales que abarcan diámetros comprendidos entre 2,2 mm y 0,016 mm, propuso la
curva que se indica con línea llena, la cual tiene un rango de validez comprendido entre 0,04 ≤
Re ≤ 4.
Estas curvas separan el espacio graficado en uno inferior que corresponde al de condiciones
hidráulicas que no producen movimiento de sedimento, de uno superior en que ocurre lo
contrario.
Un flujo macro rugoso es aquel que se desarrolla sobre una superficie de alta rugosidad
relativa. Este tipo de superficie se presenta asociada a altas asperezas de fondo, usualmente
determinadas por sedimento de granulometría de gran calibre (torrentes de montaña) o
enrocados o pedraplenes de protección (rip-rap), en conjunto con escurrimientos de baja
profundidad de modo que la razón altura de escurrimiento diámetro del sedimento es comparable
a la unidad y en todo caso menor que 10 (1 ≤ h / D ≤ 10).
375
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El estudio de la condición hidráulica asociada al transporte incipiente para flujos macro rugoso
ha sido abordado experimentalmente por varios investigadores siguiendo los enfoques de
velocidad media crítica y esfuerzo de corte crítico.
El conjunto de fórmulas basadas en la velocidad media crítica que han sido propuestas y que
son aplicables en mayor o menor medida a flujos macro rugosos, puede agruparse en tres
categorías. El primer conjunto corresponde a fórmulas del tipo general que tienen la forma
siguiente:
( )
√
(Ec. 2B.202-40)
La siguiente fórmula derivada por Ayala y Campos para flujo rugoso permite determinar una
banda de arrastre crítico:
( ) ( )
√
(Ec. 2B.202-41)
376
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para ningún movimiento del lecho K ≤ 0,0 , en tanto que para movimiento incipiente
generalizado del lecho K ≥ 0,06.
Por otro lado, el límite h/D <6 determina la frontera superior de la región que corresponde a
escurrimientos macro rugosos, en tanto h/D ≥ 6 determina aquella de escurrimientos rugosos.
El transporte sólido asociado al material movilizado del lecho, cuya tasa se expresa como
gasto (gasto sólido), depende de las características del sedimento constitutivo de la sección de
escurrimiento (cauce o lecho), de las propiedades físicas del agua y de la capacidad de
transporte de la corriente. Su origen se explica por la interacción entre el fluido, el flujo y el
lecho, por lo cual su granulometría está íntimamente vinculada a la del cauce. El gasto sólido
puede visualizarse integrado por dos componentes: en suspensión y por el fondo.
El gasto sólido en suspensión como su nombre lo indica, está constituido por aquellos
sedimentos que debido su peso (partículas más finas) y a la turbulencia del escurrimiento, se
mantienen incorporados en forma relativamente permanente en el seno de la corriente como
material en suspensión. Este sedimento proviene del lecho y es distinto del “washload” o
carga de sedimento proveniente de la erosión de la cuenca, que también es un material que es
transportado en suspensión por el flujo.
El gasto de fondo se caracteriza por incluir sólo sedimento que se mueve en permanente
contacto con el lecho. El material transportado por el fondo está constituido por partículas que
se desplazan por la acción de los esfuerzos de corte del escurrimiento, rodando, resbalando o
realizando pequeños saltos intermitentes. Estos esfuerzos se transmiten a los granos en la
forma de esfuerzos viscosos, si la pared es hidrodinámicamente lisa o a través de fuerzas netas
de presión debido a la separación del flujo alrededor de las partículas, en el caso de paredes
hidrodinámicamente rugosas.
377
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
A continuación se describen por separado los dos componentes del gasto sólido y se detallan
algunos métodos de cálculo empleados para cuantificar dicho gasto sólido.
Sin embargo, no todas las partículas que se mueven en suspensión presentan igual
comportamiento, porque las más pesadas tienden a caer más rápidamente que las livianas,
por lo que la distribución vertical de la concentración de partículas de distintos tamaños,
es también diferente. Esto provoca que las partículas más finas presenten una distribución
vertical más uniforme que las más gruesas, vale decir, los gradientes verticales de
concentración de las últimas son mayores.
378
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La superposición de ambos procesos explica por qué un volumen inicial de una especie
experimenta simultáneamente un desplazamiento y un cambio de volumen al ser
transportado por una corriente. Por ejemplo, al inyectar tinta en un escurrimiento turbulento
se observa que la nube original se desplaza y aumenta su volumen. Asociado con este
desplazamiento y cambio de volumen existe un cambio de concentración que se visualiza
porque la tinta se diluye a medida que transcurre el tiempo.
(Ec. 2B.202-42)
379
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-43)
( )
(Ec. 2B.202-44)
Cabe señalar que valores pequeños del parámetro z llevan asociados valores altos de V y
pequeñas velocidades de sedimentación V s, lo que explica por qué escurrimientos más
rápidos y/o sedimentos más finos tienden a generar una distribución de concentraciones en la
vertical más uniforme. Cuando z excede el valor 3, se puede aceptar que la mayor parte del
sedimento se mueve como gasto sólido de fondo.
El gasto sólido en suspensión que transporta una corriente se calcula integrando todos los
380
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-45)
Donde c(y) está dado por la ecuación que describe la variación de la concentración de
sedimento en la vertical anteriormente escrita y por otro lado u(y) está dado por las
ecuaciones que describen las distribuciones logarítmicas de velocidad para los distintos tipos
de paredes hidrodinámicas (lisa, rugosa o en transición de lisa a rugosa).
El problema que surge en este cálculo es elegir una altura de referencia y = a donde se
conozca c = ca. Este problema puede salvarse si se impone como condición de borde la
concentración asociada con el gasto sólido de fondo, contenido este último dentro de una capa
de espesor proporcional al tamaño del sedimento arrastrado. Usualmente se adopta a = 2D,
donde D es el tamaño representativo de este sedimento arrastrado por el fondo.
2B.202.7.3 (4)b) Métodos de cálculo del transporte de sedimentos para lechos finos
Por otro lado, todos estos métodos están orientados a estimar la capacidad de arrastre de un
canal o cauce, capacidad que refleja el potencial de arrastre o de movilización de sedimentos.
La capacidad de arrastre o transporte potencial es el máximo valor que podría alcanzar la
capacidad de arrastre real del cauce. La diferencia se debe a que los modelos no toman en
cuenta distintos factores que condicionan el arrastre de sólidos y que además son complejos y
difíciles de evaluar, tales como la morfología y sinuosidad del cauce, movilidad real del
material del lecho y de las riberas, entre otros.
Un ejemplo de ello lo constituyen los ríos de montaña y de piedemonte, los cuales poseen
cauces angostos, profundos y poco sinuosos debido a la existencia de riberas rocosas o
altamente resistentes. En ellos, la capacidad de arrastre o transporte potencial no es
normalmente satisfecha por los sedimentos del lecho, produciéndose un déficit que se
manifiesta a través del acorazamiento, el que deja inactivo el lecho hasta la ocurrencia de una
crecida importante.
Aguas abajo de los sectores de montaña, los cauces tienden a ensancharse, lo que
381
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La socavación y transporte ocurren en zonas donde existen corrientes con altas velocidades,
en tanto en aquellas con flujos de bajas velocidades el movimiento de sedimentos es mínimo
o inexistente. Durante inundaciones, sin embargo, muchas zonas pueden quedar expuestas a
flujos de alta velocidad y por lo tanto, sujetas al transporte de grandes cantidades de
material, principalmente dentro del río pero también ocasionalmente en las zonas de
inundación, pudiendo ser éstas incluso erosionadas y el material resultante movilizado hacia
aguas abajo. El depósito de sedimentos ocurre durante la fase de disminución de la velocidad
del flujo, o en zonas en que el cauce principal o las zonas de inundación mantienen un flujo
lento o recirculatorio (zonas de aguas muertas).
Los ríos están rara vez en equilibrio respecto de los caudales líquidos y sólidos, constatándose
que el ajuste en la sección transversal, en el perfil longitudinal y en las planicies de
inundación, ocurre lentamente posterior a los procesos de cambio inducidos por cambios en
la corriente. Si un cauce es demasiado angosto para una corriente y condición de sedimento
dadas, la socavación de las riberas puede agrandarlo y reducir la velocidad del flujo,
disminuyendo así su capacidad de arrastre.
382
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los cauces pueden también ajustarse rápidamente a las condiciones que tenían antes de una
crecida. El tiempo que le toma a un río retornar a su forma original después de un cambio
inducido por una crecida en ríos de clima templado, es usualmente corto en relación al
período de retorno de las inundaciones, con una rápida revegetación que es un importante
componente del proceso de recuperación. Por ejemplo, la socavación en un cauce causada
por una crecida puede incrementar su ancho, pero posteriormente, los caudales medios más
bajos que producen flujos más lentos, pronto reducirán el ancho por sedimentación a lo largo de
las riberas. Algunos de los ajustes de la forma de los cauces ocurren a largo plazo dependiendo
del clima o de los cambios inducidos sobre el régimen sedimentológico del río.
Consecuentemente, procesos que tuvieron lugar en el pasado pueden también ser
importantes en la determinación de la morfología actual de un cauce.
En los ríos el mayor trabajo formativo del cauce es producido por eventos de crecidas que
ocurren en promedio, entre dos veces por año y una vez cada cinco años. Por lo tanto, el
concepto de caudal dominante se relaciona con la idea de que los ríos ajustan la forma de
su cauce de modo de conducir crecidas moderadas entre sus riberas. Desde este punto de
vista, el caudal formativo resulta ser similar en magnitud al caudal denominado de cauce lleno
y resulta ser menor que aquel asociado a crecidas extremas o de baja frecuencia de ocurrencia.
El caudal de cauce lleno se ha relacionado en un gran rango de ríos distintos, con períodos de
retorno que van entre 1 a 3 años, con un valor medio de alrededor de 1,5 años.
383
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para la socavación que experimenta el lecho de un río en una contracción brusca, puede
usarse la fórmula de Straub siguiente:
( )
(Ec. 2B.202-46)
Donde:
S socavación, m;
B ancho del río, m;
ho profundidad del flujo aguas arriba de la contracción, m
384
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
( ) para
(Ec. 2B.202-47)
Donde:
S Socavación en la curva (m)
ho Altura media del escurrimiento no perturbado (m)
r Radio de curvatura de la curva (m)
B Ancho superficial del cauce (m)
Donde: √ ( )
( ) √
(Ec. 2B.202-48)
Con:
R Radio hidráulico del escurrimiento no perturbado (m).
ks Rugosidad equivalente del lecho (m) que vale D90 para flujo rugoso y 2 D50 para flujo
liso.
385
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para estimar la socavación que se produce aguas abajo de una confluencia se puede utilizar la
relación de Breusers y Randkivi siguiente:
(Ec. 2B.202-49)
Donde:
ho profundidad del flujo promedio de los dos brazos que confluyen (m).
θ ángulo que forman los brazos expresado en radianes.
La degradación del lecho, que no sólo acarrea consigo descensos del fondo sino también
disminución de gradientes y engrosamiento del tamaño de los sedimentos, puede llegar a
386
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
afectar las fundaciones de obras existentes en el río aguas abajo de la barrera, tales como
bocatomas de canales, pilas de puentes, descargas, obras de defensa fluvial y obras de
cruce de ríos, y muy especialmente condicionar el diseño de obras futuras que se construyan
en el cauce o en sus cercanías, aguas abajo de la barrera.
Para cuantificar la degradación se emplean básicamente dos tipos de métodos: modelos físicos a
escala reducida y modelos de simulación matemática (numérica). Los modelos numéricos han
alcanzado un mayor desarrollo y su uso se ha generalizado por ser más flexibles, rápidos y
más económicos. Estos modelos tienen su origen en ecuaciones básicas similares: una ecuación
de continuidad para el sedimento ligada con una ecuación de gasto sólido, con la cual se realiza
un balance de masas en un tramo del cauce del río, en el cual el descenso del lecho por unidad
de tiempo compensa la diferencia entre el gasto sólido de salida del tramo y aquel que entra al
mismo.
En la Figura 2B.202-36 adjunta se muestra un esquema del perfil del lecho degradado que se
obtendría mediante este cálculo simplificado.
387
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Como parte de los diseños de las obras de cruce de un cauce natural se incluyen a
continuación algunas fórmulas y criterios conocidos para estimar la socavación local al
pie de pilas y estribos de puentes y otras obras hidráulicas, así como también la socavación
generalizada del cauce. En la aplicación de estas fórmulas hay que tener claro que se trata de
herramientas técnicas basadas en modelos aproximados o idealizados de fenómenos
complejos, por lo tanto los resultados que se obtengan deben ser empleados con criterio y en
lo posible, con respaldo de la experiencia de El Consultor.
388
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
capacidad de arrastre de sedimento desde aguas arriba hacia la fosa (capacidad de alimentación
de la fosa), que en este caso es nula. En este manual se presentan fórmulas aplicables a este
tipo de condición extrema.
Finalmente hay que señalar que la socavación reviste características distintas según se trate de
un lecho aluvial fino (arenoso) o de uno grueso uniforme o bien graduado. En este último caso,
dentro de la fosa se produce un acorazamiento que reduce la efectividad de la corriente
socavante por lo que la fosa tiende a ser menos profunda que la de un lecho fino, a igualdad de
condiciones geométricas del obstáculo e hidráulicas de la corriente.
Existen numerosas fórmulas que han sido propuestas para determinar la profundidad
máxima de la fosa o cavidad de socavación alrededor de una pila. A continuación se
presenta un grupo de fórmulas que reflejan la información más completa o actualizada sobre
el fenómeno, referido a una pila cilíndrica de sección circular inserta en un lecho de arena y
sujeta a “socavación en aguas claras”. Seguidamente se incluyen factores de corrección
para considerar efectos de forma de la sección de la pila, agrupación de pilas y lecho no
arenoso.
389
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
A continuación se detallan las principales fórmulas utilizadas para estimar la socavación al pie
de pilas de sección circular en un lecho de arena. Como ha sido señalado previamente,
dichas fórmulas son aplicables a las condiciones más desfavorables desde el punto de vista
de la socavación, esto es, socavación en aguas claras.
En la Figura 2B.202-37 adjunta se presenta un corte y una vista en planta de una pila
cilíndrica de sección circular ubicada en el lecho, en donde se definen las distintas
variables consideradas en el fenómeno de socavación.
Para estimar la socavación máxima al pie de una pila de sección circular inserta en un lecho de
arena se recomienda emplear cualquiera de las expresiones siguientes:
( )
(Ec. 2B.202-50)
( ) para
para
(Ec. 2B.202-51)
( )
(Ec. 2B.202-52)
Al aplicar las fórmulas anteriores se podrá apreciar que los resultados obtenidos con la fórmula
envolvente de datos experimentales (EDE) supera en un 25 % a 35 % a aquellos de Breusers,
Nicollet y Shen (BNSh) para h / b ≥ 1; para valores de h / b < 1 la diferencia se incrementa,
pudiendo superar el 100 %. Por otro lado, la fórmula de Richardson (R) entrega resultados
parecidos de BNSh para números de Froude cercanos a 0,5 y semejantes a los de la fórmula
390
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
EDE para números de Froude cercanos a 0,9. Esto permite recomendar que cuando se empleen
estas fórmulas, para rangos de números de Froude menores o cercanos a 0,5 se privilegie el
uso de la fórmula de BNSh y para números de Froude mayores que 0,7 se prefiera el uso de la
fórmula EDE.
Para considerar los efectos de la forma de la pila, presencia de varias pilas, de dispersión
granulométrica del material del lecho (cuando éste no es uniforme) se utiliza un coeficiente
de corrección K. Dicho coeficiente multiplica la socavación obtenida para una pila
cilíndrica de sección circular fundada en un lecho de arena uniforme, para obtener la
socavación de una o varias pilas agrupadas, con sección no circular, con o sin base de
fundación expuesta al flujo, inserta en un lecho de arena no uniforme o material más grueso:
(Ec. 2B.202-53)
(Ec. 2B.202-54)
391
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
( )
(Ec. 2B.202-55)
El factor que considera la dispersión granulométrica de sedimento no uniforme del lecho cuando
éste es arena o gravilla viene dado por la Figura 2B.202-37 en función de ⁄ y de la
razón entre la velocidad de corte (V*) y la velocidad crítica de corte (V*c) de las partículas ⁄ .
En esta Figura es necesario puntualizar lo siguiente:
La curva de D50 ≤ 0,7 mm está definida en el rango sin arrastre del lecho no perturbado,
pero sí cercano a éste: 0,8 ≤ ⁄ < 1.
La curva de D50 ≤ 0,7 mm abarca teóricamente un rango de D84 de 0,7 mm hasta 42 mm.
La curva de 0,7 < D50 < 4,1 mm es similar a la anterior, salvo en el rango de σs de 1 a 2.
Esta curva extendería el rango de aplicación de Kg hasta un D84 de 24,6 mm.
392
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Alternativamente a las curvas del gráfico de la Figura 2B.202-39 puede emplearse el factor Kg
recomendado por Johnson, el que se expresa por la relación siguiente:
(Ec. 2B.202-56)
Esta relación entrega valores más altos que el de la Figura 2B.202-39, por lo que su aplicación a
lechos graduados debe considerarse como un elemento conservador a introducir para considerar
el efecto de la dispersión granulométrica de los sedimentos.
393
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Tabla 2B.202-31 Factor de grupos de pilas de sección circular (Kgr) para pares de pilas
Cabe señalar que según lo muestran las pocas experiencias consignadas en la literatura
especializada, la profundidad de socavación crece cuando las fosas de dos o más pilas se
superponen. Existe cierta evidencia experimental que indica que al considerar las pilas
alineadas transversalmente al eje del flujo y siendo el espaciamiento entre las pilas mayor a
cuatro veces su diámetro (e > 4b), la influencia que ejerce el bulbo de socavación de una sobre
otra, puede considerarse despreciable.
Una alternativa para estimar el factor de influencia de una pila de sección circular sobre la
socavación de otra pila de igual sección, alineadas perpendicular al flujo y separadas por
una distancia entre ejes igual a 2b, es la propuesta por Kothyari et al, para e > b:
( )
(Ec. 2B.202-57)
En el caso de pilas rectangulares en que la socavación deja a la vista la zapata de fundación, las
investigaciones realizadas por Ayala y Kerrigan indican que es recomendable utilizar un factor
adicional KR, el cual considera el afloramiento de la base de fundación sobre el lecho. En la
Figura 2B.202-40 se encuentra graficado este factor en función de la altura de
afloramiento (a) para dos situaciones: B/b = 4 y B/b = 2, donde B es el ancho de la base
de fundación y b el ancho de la pila. Tanto la base de fundación como la pila son en este
caso de sección rectangular. Un criterio alternativo de evaluación del efecto generado por
la presencia de bases de fundación expuestas sobre la socavación es aquel basado en el
cálculo de un ancho de pila equivalente definido como:
394
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
( ( ) )
(Ec. 2B.202-58)
Tabla 2B.202-32 Factor Kr efecto de la base de fundación para pilas de sección circular
Para tomar en cuenta la influencia del tamaño relativo del sedimento al tamaño de la pila,
sobre la socavación local por medio de un factor Kd, Raudkivi y Ettema establecieron la
395
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
siguiente clasificación para el tamaño de sedimento que permite distinguir entre sedimentos
finos y gruesos uniformes:
Sedimento fino ⁄
Sedimento intermedio ⁄
Sedimento grueso ⁄
Socavación no observable ⁄
( )
(Ec. 2B.202-59)
( ) ( )
(Ec. 2B.202-60)
En la Tabla 2B.202-33 adjunta se consignan los valores que toma Kd para las dos
ecuaciones anteriores limitados al rango de b/D50 ≥ 8.
396
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
De acuerdo a la función que cumplen o para las cuales se diseñan los estribos de puentes y
los espigones, éstas son estructuras distintas. Los primeros son utilizados para soportar y
empalmar la superestructura de un puente con la ribera, en tanto que los segundos se utilizan para
controlar la erosión de riberas y la divagación del flujo dentro de un cauce.
Desde el punto de vista hidráulico, sin embargo, las dos estructuras tienen el mismo
comportamiento puesto que ambas introducen un estrechamiento en el flujo. Este último se
acelera al pasar por la estructura y se desacelera aguas abajo de ella producto de la expansión de
la sección.
En la zona del estrechamiento es donde se produce la socavación general del lecho, debido al
aumento de la velocidad media del flujo, pero a ello se agrega la socavación local que se
origina en la punta o cabeza de la estructura, resultante de los torbellinos o vórtices que se
generan en este lugar.
(Ec. 2B.202-61)
397
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Figura 2B.202-41 Vista en planta y corte de un estribo o espigón afectado por socavación
local
398
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La influencia que produce el ángulo de esviaje (φ) del estribo con respecto al flujo, se traduce
en la incorporación del coeficiente Kφ, el cual viene dado en función del ángulo que forma el eje
del estribo con la línea de la ribera, medido por aguas arriba, en la Tabla 2B.202-34.
La relación de Froelich que se indica a continuación, permite estimar valores similares por lo
cual también se han incluido en la tabla anterior:
( )
(Ec. 2B.202-62)
Para propósitos de cuantificación del factor de forma de los estribos, se han identificado cuatro
tipos de estructuras: de pared vertical, de pared vertical con nariz semicircular, de pared
vertical con alas y paredes tendidas. Estos dos últimos a su vez generan otros tipos de estribos
que dependen del ángulo de inclinación de sus paredes, definido como α. En el esquema de la
Figura 2B.202-43 adjunta se puede observar un detalle de cada uno de ellos.
El coeficiente que considera la forma del estribo o espigón K F viene dado en la Tabla
2B.202-35 de acuerdo al tipo antes señalado.
399
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El factor de profundidad del flujo Kh está directamente relacionado con los factores de
forma del estribo KF y de ángulo de esviaje Kφ.
De esta manera los tres factores quedan dados por la siguiente relación envolvente de
datos experimentales propuesta por Melville, la cual es válida para una sección de
escurrimiento de forma rectangular:
( )
(Ec. 2B.202-63)
Cuando la penetración del estribo compromete la llanura de inundación y parte del cauce
principal, para L/h ≥ 5, la socavación máxima al pie del estribo se reduce
significativamente, pudiendo resultar en la práctica un 30% a 40% del valor dado por la
última de las fórmulas anteriores.
( )
(Ec. 2B.202-64)
400
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Por otro lado, si F = 0,9 las diferencias entre ambas fórmulas se reducen, aunque siempre la
fórmula Me sobreestima la socavación en relación a la LUCh, excepto para razones L/h ≤ 5 en
que ambas dan resultados prácticamente iguales. Lo anterior permite recomendar que se
privilegie el empleo de la fórmula Me cuando los números de Froude del flujo no perturbado
sean ≥ 0,7 - 0,9.
No debe olvidarse que estas fórmulas son aplicables a lechos de arena, situación que en
cauces naturales se vincula a escurrimientos subcríticos normalmente asociados a números
de Froude bajos (< 0,5).
Cuando el lecho es grueso y de granulometría extendida, la socavación que dan las fórmulas
anteriores puede ser excesivamente conservadora al no considerar efectos de acorazamiento y
de tamaño relativo del sedimento con respecto al ancho del estribo o espigón. Dado que no
existen estudios sistemáticos de este fenómeno y que la sobreestimación puede conducir a
recomendaciones de diseño irreales, se sugiere incorporar el efecto de acorazamiento por
medio de relaciones como las del numeral 2B.202.7.4(2)b.3), aplicables a pilas.
Para considerar el efecto sobre la socavación que tiene un flujo sin arrastre (condición en
agua clara) y con transporte incipiente, se introduce el coeficiente K I, Melville
recomienda utilizar la siguiente relación:
(Ec. 2B.202-65)
401
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Puede apreciarse que si la velocidad media del flujo está por debajo de la velocidad crítica de
arrastre, la socavación debe afectarse de un factor menor que la unidad, con lo cual la
profundidad de socavación disminuye. En todo caso, la condición de socavación más
desfavorable es la que está asociada al régimen de transporte incipiente (KI = 1)
La extensión lateral “e” del bulbo de socavación definida según la figura adjunta, se puede
calcular según la fórmula de Laursen verificada también con datos obtenidos por Ayala, Durán
y De Jourdan:
(Ec. 2B.202-66)
402
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Dentro de este caso quedan incluidas obras de pequeña altura (menores de 2 a 3 m) que
obstruyen parcialmente el paso del agua en un canal o cauce natural sin producir una detención
del flujo, sino a lo más su reducción de velocidad.
Para estimar la socavación máxima al pie de la barrera, suponiendo que desde aguas arriba no
existe aporte de sedimento, se recomienda emplear la fórmula genérica siguiente:
(Ec. 2B.202-67)
Donde:
S socavación máxima al pie de la barrera (m).
hd altura del escurrimiento aguas abajo de la fosa (m).
H carga o diferencia entre el nivel de aguas arriba de la barrera y de aguas abajo de la
corriente (m).
403
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Aquí quedan incluidas básicamente las presas de embalse, cuyas descargas en general
comprometen caídas de varias decenas de metros.
(Ec. 2B.202-68)
Donde:
S socavación máxima al pie de la presa (m).
hd altura del escurrimiento aguas abajo de la fosa (m).
H carga o diferencia entre el nivel de aguas arriba de la presa y de aguas abajo de la
corriente (m).
404
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Este fenómeno ocurre en la discontinuidad producida entre una solera y un lecho móvil.
Los estudios realizados se han enfocado principalmente hacia torrentes generados al pie de
compuertas, tal como se muestra en el esquema de la Figura 2B.202-46 adjunta.
La fórmula genérica para estimar la profundidad máxima de la fosa para el caso de torrentes
plenamente desarrollados (torrentes libres) y torrentes con resaltos ahogados (torrentes
ahogados) es la siguiente:
405
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-69)
Donde:
S socavación máxima al pie de la solera (m).
hd altura del escurrimiento aguas abajo de la fosa (m).
H carga o diferencia entre el nivel de aguas arriba de la compuerta y de aguas abajo de
la corriente (m).
q caudal por unidad de ancho (m3/s/m).
D90 diámetro 90 % que pasa del sedimento del lecho (mm).
c altura de la grada (m).
A factor según Tabla 2B.202-38.
x, y, z, w exponentes según Tabla 2B.202-38.
Otras fórmulas alternativas a las anteriores para torrentes ahogados donde interviene en forma
explícita la altura del torrente, pueden expresarse genéricamente como sigue:
(Ec. 2B.202-70)
Donde:
S socavación máxima al pie de la solera (m).
q caudal por unidad de ancho (m3/s/m).
406
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
( )
(Ec. 2B.202-71)
Donde hd es la altura de aguas abajo pegada a la barrera y λ toma en cuenta el efecto del
tamaño del sedimento de acuerdo con la Tabla 2B.202-40 adjunta.
407
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
2B.202.7.4 (4) b.2) Socavación al pie de soleras producida por ríos (régimen subcrítico)
Este fenómeno es análogo al de torrentes, solo que se verifica para régimen de río.El caso
graficado en la Figura 2B.202-47 es el de una solera que se sumerge con un ángulo α en el
lecho, estructura que a su vez presenta un desnivel o caída, c, con respecto al nivel de aguas
abajo.
Para el caso graficado en la Figura 2B.202-47 se han propuesto las siguientes dos fórmulas:
Fórmula de Bormann y Julien:
( ) [ ]
(Ec. 2B.202-72)
Donde:
q caudal por unidad de ancho (m3/s/m);
U1 velocidad del flujo al término de la solera (m/s);
D90 diámetro característico del lecho (mm);
c desnivel entre la estructura y el lecho (m);
g aceleración de gravedad (m/s2);
θ ángulo de inclinación de la napa vertiente en el borde de la caída medida con respecto
a la horizontal (°).
Fórmula de Fahibusch – Hoffmans:
√
(Ec. 2B.202-73)
Donde las variables tienen el mismo significado que en la fórmula anterior y λ se obtiene
de la Tabla 2B.202-40 presentada anteriormente.
408
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-74)
Donde:
S socavación (m);
d diámetro del ducto (m);
Q caudal total descargado (m3/s);
σg desviación estándar de sedimento del lecho erosionable = √ ⁄
D50 diámetro 50% que pasa (mm);
A, B, x, y, z, w parámetros definidos en la Tabla 2B.202-41 adjunta.
409
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-75)
Ancho de la fosa, Bs (m):
(Ec. 2B.202-76)
Las variables y dimensiones de estas fórmulas son las mismas de la fórmula de socavación.
y
(Ec. 2B.202-77)
Donde S (m) es la socavación máxima determinada según la ecuación 2B.202-72.
410
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-78)
Se dice que un cauce fluvial experimenta un proceso de socavación general cuando ocurre
una profundización de su lecho en un determinado tramo debido a un desequilibrio entre la
tasa de salida de sedimento desde dicho tramo y la tasa de entrada de sedimento al mismo.
Este desequilibrio ocurre por un aumento local del arrastre provocado por
estrechamientos de sección donde la corriente se acelera. Estos estrechamientos pueden
ser naturales o artificiales, donde estos últimos son causados por obras construidas en el
cauce.
En un cauce natural, el desbalance entre salida y alimentación de sedimento en un tramo varía
de acuerdo con los cambios que experimenta el caudal. Usualmente el mayor desbalance
ocurre asociado al mayor caudal de una crecida, es decir al caudal pico del hidrograma.
Debido a las complejidades que tiene el fenómeno de socavación general en cauces aluviales
411
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
arriba señaladas, para fines de estimaciones con propósito de diseño en ingeniería es usual
adoptar un criterio conservador que consiste en calcular la condición de máxima
profundización posible del lecho, bajo una condición hidráulica dada.
2B.202.7.4(5)b.1)Método de Neill
En este método se emplea como fórmulas de velocidad crítica de arrastre una de las que se
indica a continuación, haciendo notar que ellas han sido derivadas para lechos granulares
planos:
Para sedimentos finos (arenosos):
( ) ( )
√
(Ec. 2B.202-79)
Para sedimentos gruesos:
( )
√
(Ec. 2B.202-80)
Donde:
Vc velocidad crítica de arrastre (m/s);
hc altura de escurrimiento para la condición de arrastre crítico (m);
D diámetro representativo del sedimento del lecho (m);
ks aspereza o rugosidad determinante de la pérdida de carga;
g aceleración de gravedad (m/s2).
Para sedimentos finos (arenosos) se utiliza ks = D65 y D = D50 ó D = Dm, en tanto que para
sedimentos gruesos de granulometría extendida que presentan tendencia al acorazamiento, se
412
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
utiliza D = D84, D = D90 ó D = D95 según la mayor dispersión granulométrica que presente la
distribución. Aquí Dx con x = 50, 65, 84, 90 o 95 representa el diámetro x% que pasa
determinado tamaño de la curva granulométrica del lecho y Dm el diámetro medio.
Figura 2B.202-49 Esquema para cálculo de socavación general según método de Neill
(Ec. 2B.202-81)
Donde la altura de la franja socavada es hcj y de la franja original sin socavar es hj. Igualando los
caudales de las dos expresiones anteriores, reemplazando Vcj en las ecuaciones
correspondientes de velocidad crítica anteriormente indicadas, se despeja hcj resultando las
siguientes expresiones:
Sedimentos finos:
( )
√
(Ec. 2B.202-82)
Sedimentos gruesos:
( )
√
(Ec. 2B.202-83)
413
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Donde qj es el caudal por unidad de ancho asociado a la franja j que se obtiene de la siguiente
expresión:
( )( ) ( )
(Ec. 2B.202-84)
El método es aplicable globalmente a una sección, pero puede utilizarse para realizar el cálculo
en franjas, similar a lo esquematizado en la Figura 2B.202-49. Para cada franja se determina
la profundidad máxima de escurrimiento, incluyendo la de la situación socavada de acuerdo
con las relaciones siguientes:
Sedimentos no-cohesivos:
( )
(Ec. 2B.202-85)
Sedimentos cohesivos:
( )
(Ec. 2B.202-86)
Donde:
414
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
415
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
( )
(Ec. 2B.202-87)
Tabla 2B.202-44 Valores del coeficiente X para suelos cohesivos y suelos no cohesivos
416
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
• El método de Neill supone que la socavación máxima se produce cuando para una
condición hidráulica dada, se genera la condición de transporte incipiente o arrastre
crítico. El método de Litschvan-Levediev aparentemente no considera esta condición
extrema.
• En general, puede esperarse que el método de Neill dé socavaciones
significativamente mayores que el método de Litschvan-Lebediev. En tales situaciones
puede resultar aconsejable utilizar para el diseño valores intermedios.
• Para lechos cohesivos el método de Neill no es aplicable.
• Estos métodos permiten estimar las socavaciones por franjas, de modo que dan una
idea de la distribución de los descensos del lecho a lo largo de la sección.
• En caso que la zona más profunda de la sección tienda a migrar lateralmente, es
preciso desplazar esta zona a lo largo de la sección cuando se calculen socavaciones
locales.
• En la aplicación del método de Lischtvan - Levediev, que aparece como formalmente
más completo, debe considerarse lo siguiente:
o Su origen y verificación experimental o de terreno es desconocida.
o Se desconoce el origen de las relaciones sobre las que se basa el método, lo
mismo que las correcciones que se aplican.
417
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Se define como obra de defensa fluvial a toda obra destinada a dirigir o a regularizar la
corriente en un cauce con el fin de proteger estructuras implantadas en él, o bien defender
sus riberas y planicies adyacentes donde existan asentamientos humanos, terrenos agrícolas e
instalaciones industriales o de otro tipo que pudiesen ser dañadas por el agua.
En lo específico, las obras de defensa fluvial son aquellas obras destinadas a satisfacer alguno
de los siguientes objetivos:
Mantener una cierta capacidad de conducción de agua en un cauce.
Proteger estructuras, instalaciones, terrenos agrícolas o poblados que puedan ser
afectados por el escurrimiento.
Desviar las aguas de un cauce para diversos usos.
Modificar la hidrología natural de la cuenca, de modo de limitar el gasto máximo para
un cierto período de retorno.
En esta sección se incluye una descripción de los distintos tipos de obras de defensa fluvial
utilizadas frecuentemente para la protección de riberas y obras de infraestructura implantadas
en cauces fluviales.
Dentro de las protecciones de riberas más usadas se cuentan las defensas longitudinales y
transversales al cauce. Las primeras son utilizadas tanto para prevenir inundaciones de
terrenos aledaños al cauce, como para evitar la erosión y dar estabilidad a las riberas
sometidas al ataque de la corriente. Este tipo de defensa es también utilizado, aunque en un
menor grado, para encauzar un río o estero de manera de mejorar las condiciones locales de
escurrimiento en algún punto en particular.
418
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
manera significativa el ancho del cauce, sobre todo cuando se protegen ambas riberas.
Las defensas longitudinales, por su parte, tienen la ventaja de fijar la orilla protegida en forma
definitiva, además que se diseñan de manera de no reducir el área hidráulica original o área
del cauce primario. Sin embargo, en el caso de cauces con riberas o cauce primario poco
definido, el trazado de las defensas longitudinales debe ser avalado por un estudio hidráulico
y mecánico fluvial, de manera que la reducción del área de escurrimiento no provoque
descensos excesivos en el nivel del lecho (socavación general) producto del aumento de
velocidades del flujo.
419
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
420
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
421
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En el caso de las pilas, el principal factor a considerar para su protección es la socavación local,
producto de los torbellinos que se generan en esta zona, los que aumentan la capacidad erosiva
del flujo en torno a estas estructuras. Para prevenir este tipo de problemas es posible considerar
algunas de las siguientes alternativas que permiten minimizar los efectos asociados a la
socavación:
Ubicar la base de la fundación de las pilas bajo los niveles de socavación máxima,
dejando un margen de seguridad apropiado.
Ubicar la base de las pilas bajo los niveles de socavación general, diseñando una capa
de protección contra los efectos de socavación local y/o un muro guardasolera aguas
abajo de las pilas. Esta solución puede resultar pertinente en puentes existentes
que han experimentado problemas de socavación.
Apoyar las pilas sobre pilotes hincados bajo los niveles de socavación máxima,
dejando margen a la posibilidad que el extremo superior de estos pilotes quede
eventualmente expuesto por socavación local.
Construir las pilas como una hilera de pilotes o columnas, hincándolas a
profundidades suficientes compatibles con la socavación máxima y la capacidad de
soporte del terreno.
Al igual que las pilas, los estribos de un puente quedan directamente expuestos a los
embates de la corriente siendo necesario muchas veces construir obras de protección que
minimicen los efectos erosivos y de socavación en los accesos de los puentes. Entre las obras
de protección para estribos de puentes posibles de emplear se encuentran:
Revestimientos de cauces y taludes conformados por enrocados, gaviones,
revestimientos rígidos o flexibles de hormigón que se usan para prevenir erosión de las
orillas de los taludes o del lecho en las cercanías de los estribos de un puente.
Muros guía que consisten en obras paralelas a la corriente, construidas para encauzar el
río de manera de mejorar las condiciones de aproximación de la corriente hacia el
puente.
422
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
423
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Mediante estas obras es posible minimizar la socavación local al pie de estribos al encauzar la
corriente y mejorar las condiciones locales de escurrimiento. En la Figura 2B.202-54 se ilustra
un ejemplo del uso de muros guías para la protección de estribos de puentes.
424
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Existe una gran variedad de obras e instalaciones que por ubicarse en los cauces o en las
vecindades de éste, requieren de algún tipo de protección, la que dependerá entre otros
factores, de la importancia y el tipo de obra que se quiera proteger. En general, en estos casos
será necesario realizar un análisis específico que permita definir y cuantificar el daño
susceptible de ocurrir y proponer la obra de protección más adecuada al problema que en
particular se quiera solucionar.
Los problemas más frecuentes que presentan las obras o estructuras insertas en un cauce o en
las cercanías de éste son:
• Falla de las fundaciones por erosión y socavación.
• Inundaciones o anegamientos.
• Embanque por arrastre de fondo y en suspensión.
En los dos primeros casos son aplicables soluciones y obras de protección similares a las
mencionadas en los numerales (1) y (2) precedentes, es decir protecciones o defensas
longitudinales y transversales, y en general obras que minimicen los efectos erosivos y de
socavación directos sobre las estructuras a defender.
En relación a los problemas derivados del arrastre de material de fondo, existen estructuras
que pueden resultar seriamente dañadas por el impacto de este tipo de material, por lo que en
estos casos se hace necesario utilizar obras de protección específicas para solucionar este
problema. Un ejemplo muy típico se presenta en los cruces de ductos o tuberías bajo el fondo
de cauces de alta gradiente, en los que el arrastre de material de gran tamaño, junto con las
socavaciones generalizadas del lecho, podrían dejar expuestas estas estructuras y
eventualmente hacerlas colapsar.
En el caso del arrastre de material sólido en suspensión, si bien el tamaño de las partículas es
mucho menor en comparación con el arrastre de fondo, sus efectos podrían causar
425
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
serios daños en distintos tipos de estructuras e instalaciones. Ejemplo de esto son las
bocatomas en donde el ingreso de material fino puede ocasionar embanque de canales y
pérdida de capacidad de conducción de éstos. También resulta altamente inconveniente la
presencia de material fino en suspensión en los canales de aducción a plantas generadoras de
energía hidroeléctrica en donde este material puede causar el desgaste prematuro de las álabes
de las turbinas. En todos estos casos será necesario disponer de las medidas y obras de
protección que permitan minimizar estos efectos.
Una solución alternativa para prevenir inundaciones, pero que debido a su alto costo sólo se
justifica si se emplea también con otros propósitos, son las obras de regulación, las cuales
reducen el gasto máximo de la crecida y en ocasiones su volumen. Estas pueden ser dispuestas
en forma aislada o en serie a lo largo del cauce.
La mayoría de los ríos y cauces presentan una alta gradiente en su origen, la que va
disminuyendo hacia su descarga. Lo anterior deriva en que, desde un punto de vista mecánico
fluvial, los ríos y esteros presenten generalmente un régimen torrencial en las zonas altas y
medias con una gran capacidad de arrastre de sedimentos. Muchas veces se hace necesario
controlar este arrastre con el objeto de evitar su depósito descontrolado en las zonas de
menores gradientes, lo cual puede ocasionar la pérdida de la capacidad de conducción o
migración lateral del cauce hacia zonas no deseadas con los consiguientes daños.
Existen dos alternativas de solución que permiten disminuir la fracción sólida acarreada en un
cauce por una crecida. La primera de ellas consiste en retener los sedimentos con obras
tipo pozas o piscinas decantadoras construidas directamente en el cauce. Estas obras
requieren del espacio suficiente como para poder retener todo o gran parte de los sólidos
generados en la crecida y de su mantenimiento periódico para asegurar que su capacidad
de retención esté efectivamente disponible cuando ocurra el evento para el cual fueron
diseñadas. En general este tipo de obras debe ubicarse en sectores donde la gradiente del
cauce no sea muy pronunciada.
426
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Un aspecto determinante del diseño tiene que ver con la altura de las barreras, la cual es
función del espaciamiento y éste último a su vez depende de la gradiente del cauce. La altura
de la barrera es un parámetro esencial por cuanto también determina la socavación al pie
que pueda producir el flujo vertiente, aspecto central del diseño de la fundación de la obra.
Para los diferentes tipos de obras fluviales existen distintos tipos de elementos
constructivos que es posible utilizar como material base para la materialización de la coraza de
protección de la obra. La elección del tipo de protección a utilizar corresponde a un análisis
técnico - económico que debe considerar factores tales como inversión inicial, costos de
mantenimiento, vida útil, disponibilidad de materiales y facilidades constructivas, entre otros.
Los enrocados pueden ser más económicos que otros tipos de elementos y además presentar
ventajas como las siguientes:
• Ser elementos versátiles que permiten la construcción de estructuras flexibles, las que
aceptan mejor los asentamientos.
• Ser más fácilmente reparables frente a daños locales.
• Ser más fáciles de construir, salvo excepciones, pues no requieren disponer de equipos
especializados o de sistemas constructivos complejos para su colocación.
• Su apariencia es natural, por lo cual no altera el paisaje en forma significativa.
• El crecimiento de vegetación entre las rocas ayuda a su apariencia natural y
consolidación.
427
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los gaviones son elementos con forma de paralelepípedo rectangular, fabricados con malla
hexagonal en alambre de acero galvanizado o recubierto con una película plástica y que se
rellenan con piedras.
Estos elementos se emplean para conformar estructuras, normalmente muros, que protegen
riberas y obras del embate directo de las aguas.En ocasiones se emplean como elementos de
protección de taludes y lecho, para lo cual el paralelepípedo adquiere la forma de una sábana.
428
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Otro elemento que puede ser utilizado para protección directa de riberas corresponde a
tablestacas de hormigón, acero o plástico, que son muy útiles en cauces profundos arenosos o
arcillosos y cuyas riberas son más o menos verticales o de taludes pronunciados, y para
protecciones de emergencia en zonas donde no hay roca ni grava.
Aunque el uso de otros materiales distintos a los mencionados antes no es muy frecuente,
también es posible utilizar madera y troncos para protección temporal de riberas o para la
construcción de diques transversales estabilizadores de gradiente, también de carácter
temporal. En general, el uso de estos materiales queda restringido a casos en que no es posible
429
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
disponer de otro tipo de material y cuando la vida útil de la estructura que se desea proteger
resulta comparable con la de este tipo de obra, o bien cuando se trata de obras de carácter
provisional. Ello indudablemente responde a una decisión de tipo técnico-económico que
justifique el uso de protección de bajo costo como el asociado a este tipo de material. La
utilización de madera puede ser una buena alternativa debido a su bajo costo en zonas donde
este elemento se encuentra en abundancia.
Entre los tipos de corazas más usuales pueden encontrarse las siguientes:
• Conglomerado fluvial: se trata de una protección de bajo costo, ya que para su
materialización se emplea el material pétreo existente en el lugar o una fuente de
préstamo. En general el material debe ser seleccionado para eliminar los tamaños
menores que pueden ser fácilmente arrastrados por la corriente. Este tipo de
elemento no dá buenos resultados como protección permanente, ya que tiende a ser
arrastrado con facilidad en eventos de crecidas.
• Enrocado: son elementos cuyo tamaño y peso se diseñan para proteger el talud de
una defensa para las condiciones del escurrimiento de la crecida de diseño. Provienen
de la explotación de canteras, de manera tal que se obtengan bloques con aristas vivas y
de un peso mínimo preestablecido. La roca debe ser sana y sin señales de
descomposición (meteorización) o grietas. Una coraza de enrocado normalmente estará
conformada por 2 capas superpuestas y con bloques trabados entre sí.
• Gaviones: son canastillas de alambre galvanizado armadas in situ y rellenas con
piedras, usualmente disponibles en el lecho del río. Con la superposición de
estos elementos se conforman muros a gravedad autosoportantes. Este elemento
puede resultar recomendable cuando el tamaño del enrocado de diseño resulta
extremadamente grande y surgen dificultades tales como altos costos de explotación,
traslado y colocación. Comercialmente se encuentran disponibles en dimensiones
estandarizadas, lo cual debe compatibilizarse con los requerimientos de altura
requerida para la defensa.
430
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Se designa con este nombre a la parte más alta con la cual culmina superiormente una
obra de defensa fluvial. En el caso de una obra de defensa longitudinal y de espigones, la cota
o nivel que debe tener el coronamiento queda determinado por la altura máxima de
escurrimiento, calculada para la crecida de diseño del tramo, más una revancha, mediante los
procedimientos de cálculo que se encuentran expuestos en este Manual en el numeral
2B.202.7.2(1)
431
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En algunos casos particulares de obras, como por ejemplo en las barreras vertedoras y en
cierto tipo de diques transversales donde se permite el escurrimiento por sobre el
coronamiento, deben considerarse las protecciones apropiadas que eviten la erosión y pérdida
de material desde esta zona de la obra hacia aguas abajo de ella.
El coronamiento mínimo de una obra de defensa queda definido por el espesor de una capa
doble de enrocado, de acuerdo al tamaño determinado para las condiciones hidráulicas.
Usualmente el coronamiento considera un ancho mínimo tal que permita la construcción y
posterior inspección de la obra, pudiendo incluso tener un ancho suficiente para la circulación
de vehículos y maquinaria.
432
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La profundidad mínima que deben tener las zarpas o dentellones queda determinada
por la profundidad de socavación general y local estimadas, dependiendo del tipo de estructura
a la cual protege.
Es recomendable que junto con el dentellón se utilice algún otro tipo de protección
contra la erosión, como por ejemplo enrocado, de modo de evitar que la fosa de socavación
alcance su profundidad máxima en las proximidades de la obra.
Se designa con este nombre a las estructuras flexibles o rígidas dispuestas en el lecho de un
cauce natural destinadas a protegerlo de la acción erosiva del escurrimiento, ya sea de tipo
local o generalizada. Su materialización permite fijar la cota y gradiente del tramo revestido.
Su conexión con el lecho, tanto por aguas arriba como por aguas abajo, debe protegerse
mediante la construcción de zarpas o dentellones terminales. Su construcción puede
realizarse con los mismos elementos descritos para el caso de corazas de protección.
Para tal efecto se detallan las etapas a seguir y la información requerida para el desarrollo de
un proyecto de defensas fluviales. Se incluyen los requerimientos y alcances de la
información necesaria para realizar el diagnóstico del problema, y la información básica
requerida para realizar el dimensionamiento de la obra. Finalmente se señalan algunos
requerimientos específicos y aspectos constructivos, ambientales y de mantenimiento de las
obras.
Previo al diseño de una obra de defensa fluvial es necesario realizar un diagnóstico que
permita calificar cualitativa y cuantitativamente la naturaleza y magnitud del problema a
resolver. Este diagnóstico debe enfocarse a identificar y caracterizar el tipo de riesgo que se
desea salvar, de modo de establecer adecuadamente la finalidad de la obra, ya sea para el
433
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Como parte del diagnóstico se deben establecer los principales parámetros hidráulicos y
mecánicos fluviales que condicionan el diseño de la obra de defensa; también se deben
recopilar todos aquellos antecedentes que permitan caracterizar desde distintos puntos de
vista la zona en estudio y que tengan relación con las obras a estudiar y proteger.
Mucha información de carácter más general puede estar disponible en estudios anteriores o
encontrarse en instituciones que como parte del quehacer que les es propio, miden, recopilan
y procesan sistemáticamente información básica de tipo aerofotogramétrico, meteorológico,
hidrológico y/o sedimentológico. Dentro de esta categoría se encuentran instituciones tales
como el Instituto Geográfico Militar (IGM), el Instituto Nacional de Meteorología e
Hidrología (INAMHI) y empresas eléctricas, sanitarias, mineras o agroindustriales.
434
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
A continuación, se detallan los datos e información específica que quedan incluidas dentro
de cada categoría, lo mismo que las fuentes de información a las que es posible acudir
en un estudio determinado para obtener cada tipo de datos.
Se deben recopilar todos los antecedentes existentes que puedan aportar información
inicial importante para el proyecto en estudio. Dicha información podrá ser obtenida tanto
de la revisión de estudios anteriores como directamente en organismos e instituciones.
Algunos de los antecedentes e información que deben ser recabados son los siguientes:
• Cartográficos y aerofotogramétricos.
• Hidrometeorológicos.
• Hidráulicos y mecánico fluviales.
• Geológicos y geotécnicos.
• Identificación de sectores críticos (por inundación, erosión de riberas, u otros) y áreas
afectadas.
• Antecedentes periodísticos (crecidas importantes y sus consecuencias).
• Obras existentes en el cauce.
• Daños generados por inundaciones.
Corresponde a todos los datos, antecedentes o estudios existentes que pueden necesitarse
para la etapa inicial del diseño hidráulico de una obra de defensa. En esta etapa es preciso
definir por ejemplo, ubicaciones posibles de emplazamiento de las obras, lo cual implica
evaluar preliminarmente problemas hidráulicos (reales o potenciales) asociados con las
distintas alternativas de solución estudiadas.
435
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Como parte del estudio hidrológico puede resultar de interés en algunos casos incluir
información sedimentométrica. Esta información se refiere al arrastre de sedimentos que se
mide en los ríos o cursos de agua correspondiente a material en suspensión, ya que el material
de fondo por su dificultad de medirlo, en la práctica sólo se estima en forma aproximada.
Los datos de arrastre de sedimentos sirven en aquellos casos donde, producto de cambios
importantes en el uso y manejo de recursos naturales de la cuenca aportante, se originan
alteraciones en su régimen sedimentológico. Dichas alteraciones se manifiestan en
embancamiento del cauce, socavación generalizada y ataques a riberas que pueden afectar
las diferentes obras existentes en un río.
Entre los antecedentes de terreno que es preciso reunir y los estudios a realizar se cuentan:
• Levantamientos topográficos.
• Nivelaciones.
• Información sobre marcas de agua (huellas de crecidas).
• Estimaciones de la rugosidad de los cauces, apreciación de las condiciones locales de
escurrimiento y de la estabilidad del lecho.
• Muestreo y análisis granulométrico del lecho.
436
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
• Determinación del peso específico del sedimento del lecho y peso específico aparente
o peso volumétrico del material de arrastre (o porosidad).
• Antecedentes sobre el funcionamiento de obras existentes vecinas a la zona de
ubicación de la obra futura.
Toda esta información conforma la base de datos fundamentales para el estudio hidráulico,
mecánico fluvial y de socavación requerido para el diseño de una obra de defensa.
Así, los datos topográficos permiten definir la geometría hidráulica de las secciones del
río en el tramo en estudio; la rugosidad se utiliza para el cálculo de niveles, velocidades y
distribución de caudales en las secciones; las marcas de agua y otros antecedentes
cualitativos sirven para verificar los cálculos teóricos o establecer cotas superiores a dichos
cálculos; los datos granulométricos y demás propiedades físicas del sedimento constitutivo
del lecho se requieren para los cálculos de transporte de sedimento y de socavación.
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Aunque es difícil dar una norma específica para fijar la longitud del tramo, conviene
tener presente lo siguiente: como la idea es nivelar un tramo representativo para efectuar
posteriormente los cálculos hidráulicos, resulta lógico para la fijación de su longitud, estimar
a priori la extensión de la zona de influencia de la obra de defensa, tanto hacia aguas arriba
como hacia aguas abajo. Así por ejemplo en los puentes, en el caso ideal de una contracción
con régimen de río, el peralte máximo a esperar, por concepto de la obstrucción de pilas y
estribos, ocurre a una distancia aproximadamente igual a una vez el ancho de la sección
contraída en el puente hacia aguas arriba. Por lo tanto, la nivelación hacia aguas arriba debería
extenderse en este caso a lo menos 2 veces esta distancia, o bien 3, 4 ó 5 veces o más,
según las características propias del tramo. Si el régimen es supercrítico en la sección o la
gradiente hidráulicamente fuerte, esta distancia puede resultar insuficiente. En esos casos
será preciso reevaluar el problema estableciendo las características particulares que puede
presentar el eje hidráulico en las vecindades del puente.
Los perfiles transversales deben tomarse en el mismo tramo de nivelación longitudinal tratando
de que ellos representen en la mejor forma posible las condiciones medias del cauce. El
número de perfiles transversales a tomar es variable, dependiendo ello de la uniformidad
de las secciones y de la prismaticidad del tramo. En todo caso, se debe tener presente que con
los perfiles transversales se persigue representar el cauce como un canal donde sea aplicable la
teoría del escurrimiento gradualmente variado o escurrimiento uniforme, vale decir que sea lo
más prismático posible según lo explicado en el Tópico 2B.202.7.2 del Manual NEVI-12-
MTOP.
438
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Usualmente para el diseño de una obra de defensa será necesario realizar un estudio
hidrológico de crecidas en base al cual se establecerá el caudal de diseño asociado a un
determinado período de retorno. Las metodologías a seguir en este caso son las indicadas en la
sección 2B.202.2 de este Manual.
La identificación de las zonas de desborde a lo largo del cauce en el tramo en estudio se debe
realizar en base a la identificación de los perfiles transversales, en los cuales el nivel de
agua para la crecida de diseño supera la cota más alta de la ribera. La información así
obtenida permitirá cuantificar la extensión que deberá tener la obra de defensa así como la
altura necesaria para evitar los desbordes.
La caracterización del régimen sedimentológico tiene por objeto identificar para el tramo en
estudio las zonas con tendencia al depósito de material (zonas de embanque) y las zonas
con tendencia a la socavación. Este análisis resulta particularmente importante cuando la
presencia de la obra induce nuevas y distintas condiciones hidráulicas en el cauce que
pueden alterar su régimen sedimentológico natural, provocando daños a la infraestructura
439
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Es necesario que desde la concepción del proyecto de una obra de defensa sean
considerados algunos factores específicos, que en mayor o menor medida pueden influir en la
toma de decisiones acerca del tipo de defensa a proyectar. Para una mejor comprensión de este
tema se detallan a continuación algunos de los principales factores que es necesario tener
presente, relativos a aspectos constructivos, ambientales y operacionales.
440
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los aspectos operacionales de una obra se refieren a todos aquellos aspectos relacionados con
la serviciabilidad esperada durante su vida útil. En este contexto deben tenerse presente
consideraciones tales como las siguientes:
• Debe resolverse el problema futuro de los accesos adecuados a las obras para facilitar
las labores de mantenimiento.
• La adecuada incorporación de las obras al entorno o paisaje natural podría
requerir incorporar elementos estéticos ajenos a la funcionalidad propia de una
obra de defensa, tales como terrazas, parques y áreas verdes.
• La existencia de obras en el entorno inmediato o en la propia zona de
emplazamiento de la obra de defensa, requiere informarse de las características de
su operación de manera de evitar posibles interferencias o limitaciones al normal
desarrollo de las actividades del sector. Puede señalarse, por ejemplo, la necesidad
de dejar los accesos y las facilidades para la construcción de canales de captación
en el caso de bocatomas.
A continuación se describen los criterios básicos que se deben considerar para el diseño de una
obra de defensa fluvial. Para una mejor comprensión se han abordado los distintos
componentes de la obra por separado, especificando en cada caso las consideraciones y
criterios para dimensionar adecuadamente cada una de sus partes.
441
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para ubicar los espigones en planta lo primero que se requiere es definir el eje del río tal como
quedará una vez que él sea rectificado (véase las Figuras 2B.202-53 y 2B.202-54 adjuntas) o
bien establecer el eje existente si sólo se van a proteger sus orillas, sin efectuar ningún cambio
a la geometría del cauce ni a la dirección de la corriente. Ello permitirá conocer el radio o
radios que forman cada curva y la longitud de los tramos rectos.
Posteriormente se deberá trazar dos líneas paralelas al eje, separadas entre sí a una distancia
igual al ancho que tendrá el río una vez protegido, tal como se muestra en las Figuras (a)
a (d) de las Figuras 2B.202-55 y 2B.202-56 adjuntas. Todos los espigones deberán nacer en
las riberas y llegar hasta una de esas dos líneas, por lo que la longitud final de cada espigón
será función del nuevo ancho del río a proyectar. La separación entre las dos líneas
extremas de defensa podrá ser igual al ancho estable del río, teniendo en cuenta el cambio de
gradiente que se introducirá cuando el tramo en estudio sea rectificado y además si el tramo
se diseñará como navegable o no. Se entenderá por ancho estable el que tiene un tramo de
río cuando en él no hay islas o bifurcaciones y las riberas son sensiblemente paralelas.
En caso que se desee rectificar un tramo de río o defender sus curvas y si las riberas son
arenosas o ligeramente limosas, los radios de curvatura medidos hasta el eje del río conviene
que estén comprendidos entre los siguientes límites: B ≤ r ≤ 8B; donde B es el ancho medio
de la superficie libre del río en los tramos rectos y r el radio de curvatura del eje del río.
Con esta recomendación se logra que las mayores profundidades siempre se encuentren
cercanas a la orilla exterior de la curva y que en ésta no se formen islas o bancos de arena
cercanos a la orilla cóncava. En grandes ríos, en general mayores de 150 m de ancho, es posible
alcanzar razones r/B de hasta 20.
442
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Las relaciones r/B posiblemente dependan de los gastos líquidos y sólidos transportados por el
río, de los materiales y resistencia de la ribera, de la velocidad del flujo y distribución anual
de los gastos mencionados; sin embargo, aún no se establece una relación entre los parámetros
señalados para una amplia gama de ríos.
Figura 2B.202-55 Trazado del eje del río y líneas extremas de defensa en una
rectificación de cauce
443
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Por lo anterior, cuando se desea proteger un tramo de río conviene conservar los radios de
curvatura de las curvas, modificando aquellas cuyo r/B sea menor que 2. En cambio,
cuando se desea efectuar una rectificación, se deben observar las curvas estables del río
aguas abajo y aguas arriba del tramo a intervenir, o de algún curso semejante cercano. Esto
último presupone que los caudales, gradientes y materiales de ambas corrientes sean
semejantes.
444
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Si r/B es menor que 8 la distancia entre los espigones decrece y desde el punto de vista
económico puede ser preferible construir una defensa longitudinal. En cambio si r/B es mayor
que 8, el río puede llegar a formar un cauce con radio menor que el de la curva, pudiendo
ocurrir que no todos los espigones trabajen eficientemente y aguas abajo de la curva la
corriente incida en lugares no previstos y por lo tanto, queden desprotegidos.
Si se trata una curva con varios radios de curvatura, es recomendable que el tamaño de
dichos radios disminuya hacia aguas abajo, a fin de evitar que el flujo pueda separarse de la
ribera exterior (véase figuras (c) y (d) de la Figura 2B.202-56) dando lugar a la formación de
bancos de arena cercanos o adyacentes a la ribera cóncava.
Cuando se protege una curva trazada con un radio de curvatura único y la ribera exterior es
uniforme, todos los espigones tendrán una longitud y ángulo de orientación similar, al
igual que la separación entre ellos.Por otro lado, si la ribera es uniforme en una curva que
se define con dos o más radios de curvatura, lo único que variará es la separación entre los
espigones, la que será constante dentro de los segmentos con igual radio de curvatura. Esta
separación será menor cuanto menor sea el radio.
Cuando se desea proteger la ribera de un río, la línea extrema de defensa deberá trazarse lo
más uniforme y paralela posible a esa ribera, cuidando que los radios de curvatura no crezcan
hacia aguas abajo. Dado que la ribera actual puede tener entrantes y salientes o zonas más
erosionadas que otras, la longitud de todos los espigones puede ser diferente (ver figura (d) de
la Figura 2B.202-56).
Al proteger la curva de un río se debe asegurar que las riberas de las curvas situadas aguas
arriba no puedan ser erosionadas y por lo tanto, hay que tener la seguridad de que la
corriente incidirá aproximadamente con la misma dirección contra la ribera protegida. Si esto
último no ocurre, en pocos años el río escurrirá por otro sitio, abandonando completamente los
espigones que fueron colocados allí. Por esto en ríos de planicie que tienden a migrar
lateralmente o que sufren erosión constantemente en sus curvas, se deben proteger tramos
completos.
La longitud total L de un espigón queda definida por la longitud de trabajo Lt, que es aquella
que está dentro del cauce y la longitud de empotramiento Le que está inserta dentro de la
ribera, tal como se muestra en la Figura 2B.202-57 adjunta.
(Ec. 2B.202-88)
La longitud de trabajo de los espigones está dada por la distancia entre el cruce de la ribera
con el coronamiento del espigón y la línea extrema de defensa. Se recomienda acotarla entre
los siguientes límites:
445
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-89)
Donde h es la profundidad del cauce asociada al gasto formativo (a cauce pleno) en el sitio
donde se construirá el espigón. En los ríos de planicie este parámetro es igual a la diferencia
entre la cota de la ribera y la cota del fondo del río en el sitio donde se colocará la cabeza del
espigón, es decir en el extremo ubicado hacia el centro del cauce.
Los espigones pueden empotrarse en la ribera o bien terminar en contacto con ella (Le = 0),
aunque esto último no es en general recomendable. La máxima longitud de anclaje
recomendada es igual a un cuarto de la longitud de trabajo.
Para anclar o empotrar un espigón se recomienda excavar un ancho igual al de la base del
espigón, hasta alcanzar la cota del fondo del río en esa sección. Como el procedimiento
indicado es costoso no resulta conveniente en general empotrar los espigones, justificándose
sólo cuando no se puede permitir que falle ninguno de ellos.
Al diseñar la defensa de un tramo de río, los espigones de aguas arriba se diseñan como se
indica en la figura (a) de la Figura 2B.202-56 adjunta. Para ello, en el tramo recto aguas arriba
de la primera curva la línea extrema de defensa se prolonga hacia aguas arriba hasta unirla con la
ribera. La línea de la ribera y la línea extrema de defensa forman un ángulo γ, que varía entre
8° y 10°. Respetando las recomendaciones ya explicadas se obtiene la localización, longitud
y separación de los espigones en el tramo en que convergen la línea extrema de defensa y la
ribera.
La gradiente longitudinal del coronamiento de estos espigones debe ser la misma que la de los
espigones normales de la protección, tal como se muestra en la figura (b) de la Figura 2B.202-58
adjunta. Con la colocación de estos primeros espigones se evita un cambio brusco de la
dirección del flujo al llegar al primer espigón de la defensa propiamente dicha.
Los espigones pueden ser construidos con coronamiento longitudinal horizontal o teniendo
una gradiente descendente hacia el centro del río. Los espigones horizontales se
recomiendan, en general, cuando se desea reducir artificialmente el ancho del
escurrimiento. En cambio, cuando el propósito es proteger una ribera o rectificar un
tramo de cauce, el coronamiento del espigón debe tener una gradiente longitudinal con
inclinación hacia el interior del río, tal como se muestra en la Figura 2B.202-59 adjunta.
La altura del punto de arranque de un espigón puede considerarse igual a la elevación de la
ribera en donde se encuentra empotrada dicha obra. En ríos de planicie y en zonas
intermedias o de montaña, dicha elevación es igual a la altura del agua que corresponde al
446
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
gasto formativo, tal como se muestra en las Figuras 2B.202-57 y 2B.202-59 adjuntas.
Al seleccionar la gradiente longitudinal del espigón conviene tener presente que resulta
recomendable ubicar el extremo del espigón, que se encuentra dentro del río, a una elevación
de unos 50 cm por sobre el fondo del cauce. Esto es posible en ríos que casi no llevan agua en
la época de estiaje.
En ríos con escurrimiento permanente, dicho extremo se recomienda dejarlo con una elevación
similar a la del agua durante el momento de la construcción. Naturalmente que debe
447
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Como recomendación general para el diseño de los espigones, debe considerarse que los
espigones construidos con gradiente longitudinal igual o mayor que un 10 % tienen las siguientes
ventajas:
• Presentan una tendencia más favorable al depósito de sedimentos entre ellos, respecto
de aquellos con un coronamiento horizontal.
• Cuando los espigones tienen paredes verticales, como ocurre con los construidos con
tablestacado, se presenta una tendencia a la erosión al pie del talud de aguas arriba.
Cuando el espigón tiene taludes, como ocurre con aquellos construidos con enrocados,
la tendencia es a depositar los sedimentos en el talud de aguas arriba lo que ayuda a
proteger al espigón.
• Son más económicos, ya que cada espigón requiere entre el 40% y 70% del material
que necesita el mismo espigón con coronamiento horizontal. Los mayores ahorros se
obtienen en espigones construidos con enrocados o gaviones y el menor ahorro con los
construidos con tablestacados.
• La socavación local del lecho es menor frente al extremo del espigón.
El ancho de coronamiento de los espigones depende de los materiales con que se construyen y
del procedimiento de construcción empleado. Así por ejemplo, si el espigón se construye con
enrocado, el ancho del coronamiento debe ser tal que permita el acceso de camiones de
volteo, los cuales entrarán en reversa para descargar la roca, la que será posteriormente
empujada por un tractor. Un ancho típico en este caso es de 4 m.
Los espigones pueden estar orientados hacia aguas abajo, hacia aguas arriba o ser
perpendiculares a la dirección del flujo. Su orientación está dada por el ángulo α que forma el
eje longitudinal del espigón con respecto a la tangente trazada a la línea extrema de defensa en
el punto de unión con el espigón, medido hacia aguas abajo, como se muestra en la Figura
2B.202-62 adjunta. El ángulo de orientación conviene que esté comprendido entre 60º ≤ α ≤ 90º.
En curvas con riberas uniformes se recomienda α = 70°. En curvas con riberas irregulares
conviene, en ocasiones, variar el ángulo de orientación de alguno de los espigones; esto ocurre
sobre todo cuando una curva tiene un radio menor que 2B. En situaciones extremas en que el
ángulo recomendable es de 30°, puede ser preferible proteger la ribera con una defensa
longitudinal.
Orientaciones con ángulos mayores de 90° requieren distancias menores entre espigones y por
tanto, un mayor número de ellos para proteger la misma longitud de río. Experimentalmente
se ha encontrado que espigones con orientaciones de 120° y con gradiente longitudinal en
su coronamiento, no trabajan satisfactoriamente y aun más, cuando un espigón falla, la
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
erosión de la ribera es mayor que la que se produce cuando los espigones tienen ángulos
entre 60° y 70°.
449
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En el caso de los espigones, la socavación local más importante es la que se produce al pie en
el extremo que se encuentra dentro del agua. Cuando los espigones se construyen en ríos que
no presentan escurrimiento durante la época de estiaje, no existe socavación durante el período
450
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
de construcción. Si además se les da una pendiente longitudinal y su extremo final queda casi a
la elevación del fondo, tampoco experimentarán socavaciones importantes durante su vida útil.
En ríos que llevan agua todo el año, a medida que se construye el espigón se produce una
socavación en su extremo y por lo tanto, al continuar la construcción también se tiene que ir
rellenando la depresión que se forma por efecto de esa socavación, tal como se muestra en la
Figura 2B.202-60 adjunta. Si dicha socavación se desea minimizar durante la
construcción, conviene considerar en el diseño la colocación de una capa de fragmentos de
enrocado o bloques de roca de un tamaño tal que asegure que los elementos no sean
arrastrados por la corriente y que ocupen toda la base del futuro espigón. El volumen de
este enrocado debe estar considerado en el diseño.
La forma en planta de los espigones puede ser recta, inclinada hacia aguas arriba o inclinada
hacia aguas abajo, en forma de L con el brazo también dirigido hacia aguas arriba o hacia
aguas abajo y en forma de T (ver la figura (a) de la Figura 2B.202-61 adjunta).
Los más usuales son los rectos por su facilidad constructiva y por ser más económicos. Los
espigones con forma de L o T son los más costosos, ya que su parte extrema debe
construirse en la zona más profunda del río.
La distancia entre espigones se mide a lo largo de la ribera entre los puntos medios de los
arranques de cada espigón y depende de la longitud del espigón de aguas arriba y de su
orientación, así como de la configuración de la ribera.
Para calcular la separación entre dos espigones es necesario considerar que la expansión teórica
que sufre la corriente al pasar frente al extremo del espigón se considera regularmente entre 9° y
11° (ver figura (b) de la Figura 2B.202-61 adjunta. Dicho ángulo β se mide en la punta
del espigón, con respecto a la tangente a la línea extrema de defensa.
Las fórmulas y recomendaciones que a continuación se presentan son válidas para 60º < α <
90º siendo α el ángulo de orientación del espigón definido entre la tangente a la línea extrema de
defensa medido en la punta del espigón y el eje del espigón.
451
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
únicamente a obras que son utilizadas para defender las riberas. Si se construyen para
reducir el ancho de la superficie libre del agua e incrementar la profundidad en ríos navegables,
las separaciones deben ser menores.
452
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-90)
(Ec. 2B.202-91)
453
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-92)
En curvas, la separación entre espigones depende del radio de curvatura. A menor radio de
curvatura, menor separación. En algunas curvas con radios menores de 1,5 B los espigones
pueden llegar a quedar tan juntos y tan orientados hacia aguas abajo que por economía, es
preferible sustituirlos por una defensa longitudinal.
Cuando una curva tiene un radio igual o mayor a 4 veces el ancho del río, la práctica usual
consiste en colocar los espigones con una separación igual a o menor que 4Lt.
Al diseñar una protección con espigones, el primero puede colocarse libremente en cualquier
parte y todos los restantes quedarán situados siguiendo el procedimiento descrito. Si la ribera
y la línea extrema de defensa son paralelas, la longitud de trabajo de los espigones es la misma
cualquiera que sea el lugar donde se ubique el primer espigón. Esto no ocurre si la ribera es
muy irregular, por lo que conviene proyectar dos o tres opciones para seleccionar al final la
más económica.
Siempre conviene que una de las alternativas considere la colocación del primer espigón en la
zona en la que la distancia entre la ribera y la línea extrema de defensa es menor, es decir, donde
la ribera se acerca más a esa línea extrema de defensa, ya que ello se puede deber a que la
ribera sea localmente más resistente en ese sitio. Posteriormente la colocación de los espigones
situados tanto aguas abajo como aguas arriba se obtendrá gráficamente.
454
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Tal como se mencionó anteriormente, estas obras consisten en colocar directamente sobre
la ribera un material natural o artificial que no pueda ser arrastrado por la corriente, evitando
el contacto directo del escurrimiento con la ribera.
Si lo que se desea es rectificar el cauce del río, lo primero que se deberá hacer es trazar el eje
del río tal como quedará una vez que éste sea rectificado, o bien establecer el eje existente si
sólo se van a proteger las riberas. A partir de los ejes anteriores se dibuja el eje de la
defensa el que en la mayoría de los casos será paralelo al eje del cauce.
Es conveniente que además del eje también se represente el coronamiento y las líneas
extremas del talud tanto hacia el lado del cauce como hacia la ribera. Lo anterior con el objeto de
verificar la posible interferencia de la defensa proyectada, ya sea con propiedades o
infraestructura existente en la ribera, como también para verificar la interferencia con el cauce.
No existe una norma en cuanto al radio de curvatura que deben tener los trazados en planta de
las defensas longitudinales, aceptándose en general cualquier valor. No obstante lo anterior,
dentro de lo posible se deberán considerar curvas suaves con ángulos no mayores a 90°.
Cuando únicamente se desea evitar los movimientos laterales de un río, sin reducir el ancho
del cauce, las defensas longitudinales se colocan en las riberas cóncavas de las curvas y se
prolongan hacia aguas arriba y aguas abajo en los tramos rectos, de tal forma que donde termina
la protección de una ribera se inicia la protección de la ribera opuesta. Debido a que las
prolongaciones señaladas son costosas, conviene reducir su longitud, lo cual es posible cuando se
protegen todas las curvas de un tramo largo de un río, ya que se logra uniformizar la dirección
general del flujo y con un poco de experiencia se visualizan en planta las zonas de los tramos
rectos, que con seguridad no serán atacadas por la corriente y que por lo tanto no requieren
protección.
La indicación anterior no es válida cuando la defensa longitudinal tiene por objeto proteger
contra inundaciones una o ambas riberas de un cauce. En este caso necesariamente la defensa se
debe extender a lo largo de todo el tramo de ribera que se desea proteger.
455
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Taludes cercanos a 2H:1V tienen ventajas constructivas cuando las riberas se protegen con
losas de concreto o colchonetas con malla metálica y rellenos con grava o bolones. Taludes
más tendidos como 3H:1V pueden emplearse en ríos grandes y sobre todo cuando son
similares al talud natural de las riberas.
Como se mencionó antes, cuando se requiere proteger tramos de ríos que atraviesan
poblaciones, en ocasiones se diseñan con taludes verticales con objeto de ganar terreno al río
o bien, para no destruir construcciones que estén cerca de la ribera. Para ello se puede
recurrir a tablestacados de diferentes materiales, como muros de concreto o mamposterías
y, en ocasiones, muros formados con gaviones. Estas estructuras deberán resistir los
empujes de tierra y por tanto, pueden requerir de la construcción de muertos de concreto y
colocación de cables de anclaje.
Los principales parámetros que definen el coronamiento son su cota y su ancho. La cota de
coronamiento dependerá de la función y objetivo que cumpla la obra de defensa. De este modo
si la defensa se utiliza para proteger las riberas contra la erosión, la cota de coronamiento
podrá ser la misma de la ribera e incluso menor.
Por otro lado, cuando la defensa longitudinal tiene por objeto proteger, ya sea una determinada
obra o infraestructura o bien sectores poblacionales contra inundaciones, la cota de
coronamiento deberá ser tal que para el caudal de diseño no se produzcan reboses. En este
último caso para definir la cota de coronamiento de la defensa se debe determinar el nivel
de escurrimiento mediante el cálculo del eje hidráulico de acuerdo a la metodología descrita
en el numeral 2B.202.7.2(2) de este Manual. La comparación del nivel de escurrimiento con
el de las riberas permite definir la altura y la extensión de la defensa. Para lo anterior es
recomendable dibujar un perfil longitudinal con las cotas asociadas tanto al nivel de
escurrimiento como a las riberas.
Una vez definida la altura mínima de la defensa, correspondiente a la altura del nivel de
escurrimiento para el caudal de diseño, es necesario considerar una “revancha” que dé mayor
seguridad a la obra. No existe una norma en cuanto al valor que debe tener la revancha en una
obra de defensa fluvial, no obstante es necesario destacar que dicha revancha dependerá en
456
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La fundación de una obra de defensa queda definida por el nivel de la socavación tanto
local como generalizada del lecho. La metodología y criterios para su cálculo se encuentran
detallados en el numeral 2B.202.7.2(2), de este Manual. A partir de estos cálculos se
determina el nivel de fundación mínimo que deberá tener la defensa. Debido a que este
cálculo se realiza en las distintas secciones transversales del tramo en estudio, se obtendrá
un perfil longitudinal con los niveles de fundación el que usualmente se presenta junto con el
perfil longitudinal del coronamiento de la defensa. En la Figura 2B.202-62 se ilustran algunas
formas de proteger una defensa longitudinal contra la socavación del fondo. La Figura (a)
muestra el caso de una defensa en que su talud se extiende hasta un nivel igual o inferior al
del nivel de socavación o erosión del lecho. Por otro lado, la Figura (b) muestra una
fundación que se rellena con enrocado que no pueda ser arrastrado por el escurrimiento. En
este caso si se produce erosión del fondo ocurrirá un reacomodo de algunos elementos de la
457
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Cabe señalar que desde el punto de vista constructivo, pudiera resultar más sencillo controlar
la cubicación de los enrocados en un perfil uniforme. En tal caso se podrá aceptar el uso de un
enrocado único en el perfil transversal, siempre y cuando se adopte para el talud el enrocado
especificado para la fundación, es decir, el de mayor tamaño o peso.
Es necesario destacar que, tal como se indicó en el numeral 2B.202.7.2(2), de este Manual,
el cálculo de la socavación generalizada del lecho se realiza por subsecciones, resultando
usualmente una de ellas la más desfavorable, en la que se obtienen las máximas socavaciones
(thalweg). Esto último puede traer como resultado que las subsecciones más próximas a la
ubicación de la defensa en la ribera del cauce, no sean las que arrojen las mayores
socavaciones. No obstante lo anterior, debido a la posible migración lateral del cauce,
usualmente se recomienda considerar el nivel de máxima socavación y suponer que éste se
puede dar en la ubicación de la fundación de la defensa.
La coraza de protección de una obra de defensa fluvial puede ser impermeable o permeable,
dependiendo del tipo de material usado en su construcción. En el primer caso el material más
usual es hormigón, asfalto y tablestacas de madera o metal. El dimensionamiento de este tipo
de estructuras se realiza considerando aspectos fundamentalmente estructurales, geotécnicos y
constructivos. En el cálculo se deben tomar en cuenta las recomendaciones y procedimientos
indicados en las normas tanto nacionales como extranjeras de uso común en el país (ACI,
ASSHTO, ASTM, BS, CEB, DIN, ISO, USAC y USBR), así como también las propiedades
y parámetros relativos a las características del suelo de las zonas de emplazamiento de las
obras.
En el caso de corazas de protección permeables los elementos más usados son enrocados,
gaviones y losetas de hormigón. El uso de gaviones queda condicionado fundamentalmente
a la disponibilidad del material para su construcción o también como elemento alternativo al
enrocado, cuando el dimensionamiento de este último arroja como resultado unidades
extremadamente grandes que hacen muy difícil su obtención y posterior manipulación. En
este último sentido los gaviones al ser elementos unidos entre sí trabajan como una sola
estructura aceptando solicitaciones mayores que los enrocados. Sin embargo, se deben
considerar las restricciones o limitaciones que presentan el uso de estos elementos a causa de
la incerteza en la vida útil de las mallas de alambre, según lo señalado en el numeral
458
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
459
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La principal característica del enrocado es su trabazón, que depende de la forma de las rocas y
de su colocación. Estos factores se reflejan en el ángulo de reposo. En la Figura 2B.202-63
adjunta se muestran los ángulos de reposo que presentan materiales sin cohesión de diferentes
tamaños colocados por volteo. Se consiguen mejores ángulos con enrocados de cantera
colocados en forma ordenada, pudiendo llegar hasta un ángulo de 70°.
460
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Figura 2B.202-63 Angulo de reposo para material no cohesivo colocado por volteo
Para dimensionar el peso del enrocado de la coraza de una defensa longitudinal en una ribera
puede emplearse la fórmula del California Highway Division (CHD) de los EEUU, definida
como sigue:
[ ]
(Ec. 2B.202-93)
Donde:
W peso del enrocado (kg); aproximadamente el 70 % de las unidades debe tener un peso
igual o mayor que W.
s peso específico o densidad relativa al agua del enrocado (2,65 máximo).En el caso que
el agua contenga sedimento en suspensión o sea salina, el peso específico del agua γs
> 1 ton/m3.Por ejemplo si γs = 2,65 ton/m3 y γa = 1,1 ton/m3, entonces s = 2,65/1,10 =
2,41.
V velocidad media de escurrimiento (m/s).
Φ ángulo de reposo del enrocado (°).
θ ángulo de inclinación del talud (°) medido con respecto a la horizontal (< 90°).
461
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Las rocas que forman parte de la fundación de la defensa deberán tener un peso un 50% a
100% superior al de la roca del talud.
2B.202.8.3 (2) e.1.2) Corazas de defensas costeras o defensas fluviales sujetas a oleaje.
[ ]
(Ec. 2B.202-94)
Donde:
W peso mínimo de las rocas (ton).
h profundidad máxima del agua al pie de la defensa (m) considerando el lecho
socavado.Para defensas marítimas esta profundidad se calcula como la diferencia entre
el nivel medio del mar más el 50% de la amplitud de marea y el nivel del lecho
socavado.
s densidad o peso específico relativo del enrocado (referido al agua; en el caso de agua
de mar considerar γa = 1,0265 ton/m3, por lo que si el enrocado tiene γs = 2,65 ton/m3,
entonces s = 2,65/1,0265 = 2,58).
Φ ángulo de reposo del enrocado (°).
θ ángulo de inclinación del talud (°) medido con respecto a la horizontal (< 90°).
[ ]
(Ec. 2B.202-95)
Donde las variables tienen el mismo significado de la fórmula precedente, salvo H que
representa la altura de ola significante (promedio de las olas 33% más altas). H se expresa en m.
462
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Nota: Con respecto al peso mínimo de las unidades de roca, es posible emplear rocas de 100 kg siempre y cuando
este peso sea el de menor proporción en el perfil, siendo el peso de diseño superior a éste. La experiencia
demuestra que el peso mínimo de diseño es generalmente 300 kg.
En relación al espesor de la coraza se recomienda que el espesor normal del enrocado sea a lo
menos de dos capas traslapadas para que si hay pérdidas de material, no se produzca una falla
masiva o catastrófica de la protección.
Como procedimiento general estándar debe emplearse bajo las 2 capas de enrocado que
conforman la coraza, un filtro inverso o geotextil para evitar succión del material fino entre los
elementos por acción de la subpresión que genera la corriente.
463
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Si las velocidades, alturas de presión y oleaje resultan importantes, puede ocurrir que el
tamaño del enrocado necesario para resistir la acción de la corriente u oleaje sea
extremadamente grande y por lo tanto, práctica y económicamente inconveniente. En general,
sucede que unidades cuyos volúmenes exceden 1 m 3 o cuyos pesos exceden las 2 ton
resultan inaceptables por las grandes dificultades que significa su obtención en canteras, carga,
transporte y colocación en la obra.
Una solución que surge como alternativa a enrocados de gran tamaño es la de amarrar entre si
unidades de menor tamaño o reemplazarlas por otro tipo de soluciones como es del caso de los
gaviones. Sin embargo, como factor de decisión para seleccionar este tipo de elemento para la
protección de una ribera, debe considerarse que una de las principales desventajas que
presentan los gaviones es su restringida vida útil, directamente ligada a la vida útil de las
mallas de alambre, puesto que éstas quedan expuestas a rotura por golpes, corrosión,
oxidación y abrasión. Si bien existen métodos modernos para proteger los alambres
(mediante galvanizado o el empleo de recubrimientos de PVC), el problema de asegurar
una cierta durabilidad de las mallas no puede considerarse todavía resuelto. Por esta razón,
es posible que en ciertas aplicaciones específicas esta desventaja sea suficiente como para
desechar el uso de este tipo de solución.
464
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La mayoría de las obras insertas en un lecho necesitan de algún tipo de protección al pie que
minimice la socavación regresiva que se origina en dicho sector por efecto del
escurrimiento. En este punto se aborda el dimensionamiento del enrocado usado para
este tipo de protección, no obstante lo cual existen otros materiales que también pueden ser
usados. Tal es el caso de colchones de gaviones, pero para esta solución no existe una
metodología específica para su dimensionamiento, siendo suficiente con darle las
dimensiones adecuadas que cubran todo el sector que eventualmente puede ser afectado por la
erosión y seguir las recomendaciones dadas por los fabricantes de mallas.
Para el cálculo del tamaño del enrocado al pie de obras pueden utilizarse las relaciones que
involucran el concepto de velocidad crítica de arrastre, es decir, la velocidad a partir de la cual
comienza el movimiento de las partículas. Las relaciones a emplear están descritas en la
sección 2B.202.7 y con ellas es posible calcular el diámetro del enrocado y posteriormente el
peso de la roca haciendo la equivalencia con una esfera de igual volumen (diámetro nominal).
En estas últimas relaciones es posible despejar el diámetro del enrocado (D) imponiendo una
socavación “S”. De esta forma una condición de diseño podría ser imponer socavación nula
al pie de la estructura (S = 0) y determinar el tamaño del enrocado de protección que cumpla
con esta condición. Si el tamaño de la roca así calculado resulta muy grande, es posible
diseñar la protección en una fosa presocavada, asignándole este valor a la socavación “S”
de las relaciones anteriores.
En algunas ocasiones resulta necesario complementar las obras de defensa con obras
adicionales que permitan controlar el escurrimiento durante el paso de crecidas, como en el
caso de las barreras vertedoras de enrocado, las que dispuestas en forma transversal al río,
pueden ser utilizadas para escalonar pendientes o generar volúmenes de regulación
para crecidas menores.
Este tipo de obras no presenta grandes problemas de erosión al pie por cuanto el
escurrimiento sobre el paramento de aguas abajo tiene una velocidad límite, que es la de un
flujo normal con gran fricción entre el enrocado de la coraza y el agua. Un inconveniente de
estas obras en cambio, es que requieren de un talud de aguas abajo muy tendido, lo que
implica el empleo de un gran volumen de enrocado. Esto ha limitado su uso a alturas no
superiores a 8 ó 10 m.
465
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.202-96)
Donde:
q caudal por unidad de ancho (m3/s/m);
D diámetro nominal de la coraza (m);
s densidad relativa de las rocas referidas a la del agua;
i gradiente del talud (m/m).
Este aspecto puede tratarse con el mismo tipo de relaciones descritas en el numeral
2B.202.7.2(3) de este Manual.
En general las obras de retención de sedimentos se utilizan en los sectores de cabecera de los
cauces principales con el fin de contener parte del flujo y de los sedimentos (normalmente las
fracciones mas gruesas de sedimentos y bloques de roca) y en algunos casos cumplen con la
función de disminuir localmente la gradiente para reducir la energía y capacidad de arrastre de la
corriente. En este último caso las obras consisten en barreras dispuestas transversalmente al
cauce conformando un sistema estabilizador de su perfil longitudinal. También existe la
posibilidad de dar alojamiento a la totalidad o parte del material de arrastre en hondonadas o
pozas de decantación o en áreas abiertas que no representan peligro para los sectores urbanos o
agrícolas adyacentes, para ser limpiadas periódicamente.
466
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
aproximación, que lo encauza para disminuir los posibles efectos de socavación u otros efectos
indeseados.
Los elementos que es posible considerar son los mismos señalados en el numeral
2B.202.8.1(2) de este Manual. Es del caso señalar que algunos de los elementos
alternativos a utilizar se ven más desfavorecidos en las obras tipo barreras, puesto que
deben ser capaces también de soportar el vertimiento de aguas y sedimentos sobre ellos.
467
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Como parte del proceso constructivo de una obra de defensa fluvial, se debe considerar que
resultará necesario introducir modificaciones temporales y permanentes en el cauce.
Las modificaciones permanentes serán las establecidas como parte del proyecto de protección
o de regularización del cauce y corresponderán al estado final del río materializado y operado
las obras proyectadas.
En todos los casos señalados deben tomarse los debidos resguardos de manera que dichas
obras temporales no afecten el comportamiento global del río y que cumplan la función de
resguardar la zona de obras durante el paso de las crecidas frecuentes en el período utilizado
para la construcción de las defensas. Para ello deben considerarse las solicitaciones y
desarrollar los diseños hidráulicos adecuados al tipo de obra que se analiza. Debe
asegurarse además que todos los elementos utilizados sean retirados una vez concluida las
obras.
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
471
MINISTERIO DE TRANSPORTE Y OBRAS
PÚBLICAS DEL ECUADOR
CAPÍTULO 2B.300
DISEÑO DE PUENTES Y ESTRUCTURAS
QUITO 2013
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
473
Volumen 2B
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474
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475
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El presente capítulo tiene como objetivo principal la inclusión de una guía con procedimientos y
recomendaciones para el diseño y el cálculo estructural de los puentes de carretera en Ecuador.
Esta guía está orientada a facilitar la labor del Consultor en el desarrollo de proyectos con un
estándar mínimo en los diseños de los puentes tradicionales y estructuras afines, tales como
viaductos, pasos a desnivel, pasarelas, muros de contención y alcantarillas.
No obstante lo aquí señalado para el diseño de puentes y estructuras afines, podrán utilizarse
análisis racionales alternativos basados en teorías y ensayos aceptados y probados por la práctica
profesional. En tal caso se deberá tener en cuenta que cualquier modificación a las disposiciones
contenidas en este documento deberá ser previamente aprobada por el MTOP.
Sin perjuicio de las disposiciones anteriores, y mientras no entre en vigencia las especificaciones
AASHTO LRFD, se utilizará la Norma AASHTO STANDARD HB-17 en toda su extensión y
como se la acoge en estos Volúmenes. Esta Norma provisional será, durante este periodo
transitorio, de aplicación obligatoria, excepto si se utiliza anticipadamente las especificaciones
AASHTO LRFD.
Si bien el objetivo del capítulo es entregar un apoyo al Consultor para desarrollar los proyectos
estructurales de los puentes de carretera dentro de un estándar mínimo, en ningún caso el
contenido de esta sección reemplaza el conocimiento de los principios básicos de la ingeniería y
sus técnicas, tampoco el adecuado criterio profesional; por lo tanto, los usuarios de la presente
guía de procedimientos y recomendaciones para el diseño y cálculo estructural no están eximidos
de la responsabilidad que conlleva la interpretación de un texto a la luz del buen juicio, la
experiencia y la responsabilidad profesional.
El Consultor deberá revisar los mapas topográficos, incluyendo el de diseño vial, las secciones
transversales del cauce en la ubicación seleccionada, las fotografías aéreas, y toda la información
sobre el comportamiento de otros puentes cercanos en servicio en la zona de estudio.
483
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El Consultor recibirá también información suficiente sobre los niveles de agua máximas
extraordinarias (NAME) con su fecha de ocurrencia; datos sobre materiales flotantes; estabilidad
del cauce; factores varios que afecten el nivel de las aguas (avenidas de otras corrientes,
embalses, remansos y obras hidráulicas existentes de control). Estos temas se tratan en detalle en
el Volumen 2, Sección 2B.201.
El Consultor de puentes recibirá las recomendaciones de los estudios del diseño vial que
comprende la sección transversal, la planimetría, la altimetría de la vía y las cotas en los puntos
de conexión con la estructura, con la finalidad de que exista una perfecta integración con el
diseño vial.
El Consultor de puentes recibirá las recomendaciones de los estudios del impacto ambiental que
comprenden aspectos descriptivos del entorno del proyecto; aspectos socio-económicos y de
impactos potenciales. Todas estas recomendaciones deberán tomarse en cuenta en el diseño
estructural, en la programación de los procesos constructivos de la obra y en su aspecto estético
final.
484
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El principio básico que todo Consultor deberá tener presente respecto del ancho libre del tablero
de un puente es que su dimensión será igual a la del ancho de la calzada más los espaldones de la
carretera de la cual forman parte. Este principio es fundamental, pues garantiza mantener las
mismas condiciones de capacidad de tránsito y velocidad de diseño, así como las condiciones de
seguridad, emergencia y comodidad que ofrece la carretera.
Se entiende por gálibo al espacio libre necesario del que se deberá disponer para facilitar la
circulación vehicular y peatonal.
En puentes sobre tierra el gálibo horizontal será igual al ancho total de la calzada de la carretera
inferior incluyendo las zonas de seguridad, los elementos de drenaje longitudinal y un espacio
adicional a juicio del Ingeniero Vial para facilitar futuras ampliaciones. El gálibo vertical será de
por lo menos 6.00 m. medido sobre la rasante de la calzada inferior, dejando cierta tolerancia
para una re-pavimentación futura. Cuando se trate de pasos sobre líneas férreas, el gálibo
mínimo será igual a 7.5 m.
En cuanto al gálibo sobre el agua, en creciente máxima, el gálibo mínimo será de 2 m. Sin
embargo, este podrá aumentarse hasta los 3 m, de pendiendo de la zona de ubicación del puente,
los caudales probables del curso de agua y de los materiales de arrastre. Para establecer este
gálibo se considerará también el grado de importante y la luz del puente.
En puentes sobre agua, el gálibo vertical medido desde el nivel de las aguas máximas
extraordinarias (NAME) y el borde inferior de la superestructura no deberá ser menor que 2.00
m. Este gálibo deberá incrementarse en 0.50m, en zonas donde existan materiales de arrastre
importantes, con el objeto de dar espacio suficiente para su paso sin que perjudique la estabilidad
de la estructura. Cuando se tenga un canal navegable, el gálibo vertical deberá ser mayor que la
altura de la embarcación de diseño, más cierta tolerancia, a criterio del Ingeniero.
En todo puente deberá conservarse esta zona, no sólo por la seguridad de los conductores,
peatones y ciclistas, la comodidad y la emergencia para el uso de los vehículos accidentados o
detenidos, sino también con el objeto de evitar la disminución de la velocidad de circulación y de
la capacidad de tránsito de la carretera. Los anchos de los espaldones de puentes están ya
incluidos en la especificación del ancho libre del tablero y no serán reducidos.
485
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
A fin de reducir la severidad del impacto en caso de colisiones de los vehículos contra la
estructura del puente, se colocarán barreras de seguridad de acuerdo a lo indicado en la Figura
2B.301-03, que consistirán de perfiles de acero en forma de W, montados en postes metálicos
tipo H espaciados cada 2.00 m y empotrados en el terreno.
Las barreras de seguridad descritas anteriormente, podrán ser sustituidas por aceras en puentes
urbanos y cuando las autoridades locales así lo solicitaren, las cuales serán diseñadas con las
suficientes seguridades para los peatones y los vehículos.
Inicialmente la carga muerta que se asume actuará sobre un puente, se determinará en base a un
diseño preliminar proveniente de la optimización de la geometría de los elementos de la
superestructura y de la infraestructura.
Los demás tipos de cargas que actúan sobre la estructura se regirán por las normativas de
AASHTO STANDARD HB-17 (AASHTO LRFD 2010). La filosofía de estas cargas se detalla
a continuación.
Consistirá en el peso de las cargas móviles de los camiones, autos y peatones. Las cargas vivas a
considerarse sobre la calzada de los puentes se basan en las normas establecidas en la Sección 3,
3.4, 3.5, 3.6, y 3.7. ASSHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 3), pero con las
siguientes modificaciones. La carga HS20-44, cuando predomine el camión Estándar, será
incrementada por un factor de mayoración igual a 1.375. Si predomina la carga distribuida con la
concentrada adicional, este factor será igual a 1.25. Esta carga modificada se denomina
CAMION-MTOP (antes HS-MOP).
La carga HL-93, consiste en la aplicación simultánea del camión estándar HS20-44 y la carga
distribuida. Se utilizará solamente para el diseño con la especificación AASHTO-LRFD. La
Figura 2B.301-01 detalla la carga descrita.
487
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
488
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El diseño de los puentes se comprobará, además, con la carga militar alternativa consistente en
un camión de dos ejes (Tandem) distanciados 1.20 m entre sí y de 10.8 Ton por eje. La Figura
2B.301-03, contiene estos detalles.
Si un puente también soporta vehículos que transitan sobre rieles, el Ingeniero deberá especificar
las características de la carga ferroviaria que transitará sobre el puente y la interacción que se
anticipa entre el tránsito sobre rieles y el tráfico vial de carretera.
Cuando un puente deba estar sujeto a estas cargas eventuales extra-pesadas, se hará un estudio
suficientemente exacto para determinar los menores efectos que estas cargas puedan causar en la
estructura, tomando en consideración la posición más apropiada de dichas cargas y la velocidad
minimizada con el objeto de disminuir o anular el impacto.
Si las cargas extra-pesadas causaren esfuerzos excesivos, a criterio del Ingeniero o del Consultor,
se procederá al reforzamiento provisional de la estructura, de ser posible, apuntalándola o
creando apoyos adicionales, esto siempre y cuando la reversibilidad de esfuerzos no perjudique a
la estructura. De otra manera, se buscarán otras soluciones idóneas provisionales que impidan el
desarrollo de tensiones peligrosas. Por expreso requerimiento del MTOP, el Consultor emitirá su
criterio sobre la seguridad de la estructura ante la presencia de estas cargas. El MTOP
proporcionará la magnitud y geometría de las cargas en forma detallada.
En lo que respecta a las pruebas de carga de los puentes, las cargas equivalentes estáticas
deberán limitarse de tal manera que los esfuerzos producidos en la estructura, provenientes de
estas cargas, no sobrepasen a los esfuerzos que se originan con las cargas de diseño. Si la prueba
se hace con vehículos en movimiento, deberá considerarse también el impacto. En los puentes de
hormigón deberá evitarse el fisuramiento del material más allá del previsto con las cargas de
diseño. En las estructuras metálicas los esfuerzos se limitarán a los del diseño.
489
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Las cargas vivas serán incrementadas al analizar los elementos estructurales para prevenir los
efectos dinámicos, vibratorios y de impacto. Se aplicará el efecto del impacto a la
superestructura, incluyendo las columnas y en todos los elementos que se prolongan hasta la
cimentación principal, incluyendo las partes de los pilotes que sobresalgan del nivel del terreno y
que se hallen rígidamente conectados a la superestructura.
No se aplicará el factor de impacto a los estribos, muros de contención, pilotes (exceptuando los
descritos en el grupo anterior), y a las cimentaciones. La siguiente ecuación muestra la fórmula
para determinar el factor de impacto de acuerdo a las especificaciones contenidas en la Sección
3. Numeral 3.8. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 3).
(Ec. 2B.301-01)
(Ec. 2B.301-02)
Longitudes de segmento de la luz libre que está sometido a la carga viva que produce los
esfuerzos máximos en el elemento (m).
Las estructuras sobre curvas se diseñarán considerándolas sometidas a una fuerza horizontal
radial igual a un porcentaje de la carga viva, sin impacto en todos los carriles de tránsito, de
acuerdo con la siguiente ecuación:
(Ec. 2B.301-03)
La fuerza centrífuga en % de la carga viva sin impacto
La velocidad de proyecto en Km/h
El radio de la curva en metros
Sobre los carriles de circulación se ubicarán las cargas vivas que se ilustran en la Figura 2B.301-
02, de tal forma que se produzcan los mayores esfuerzos para el diseño. Se aclara además que no
se permitirá el uso de algún factor de reducción de intensidad de carga.
490
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
2B.301.2.8 (10) Acortamiento por Compresión (R), Retracción del Hormigón (S), y Esfuerzos
por Variación de Temperatura (T) (AASHTO LRFD-SECCIÓN 3)
Los cambios de temperatura y los acortamientos elásticos (por compresión) y de retracción del
hormigón se traducen en variaciones de las dimensiones de los elementos que podrán originar
esfuerzos de considerable magnitud cuando los apoyos están restringidos en su movimiento.
Para evitar la acción de estos esfuerzos se sugiere la colocación de apoyos móviles. Cuando por
la forma de la estructura no es posible proveer de esta condición, es necesario tomar en cuenta
estas acciones en el diseño.
Las pilas y demás elementos que estén sujetos al empuje de la corriente de agua y de materiales
de arrastre deberán diseñarse para resistir los máximos esfuerzos debido a este efecto.
Las estructuras destinadas a contener los rellenos de tierra, se diseñarán para resistir las presiones
obtenidas por medio de la Teoría de Coulomb.
No obstante, se estipula que ninguna estructura sometida a un empuje de tierra se diseñará para
una presión menor que la equivalente a la de un fluido con un peso de 500 kg/m3.
491
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Cuando los vehículos que transitan por el camino puedan llegar a quedar dentro de una distancia
horizontal igual a la mitad de la altura de la estructura, medida desde la parte superior, la presión
se incrementará con una presión debida a la sobrecarga viva equivalente a un relleno de tierra de
no menos de 0.60 m. Esta sobrecarga viva no será necesaria si se proyecta colocar una losa de
acceso de hormigón armado, debidamente diseñada, que se ubicará apoyada en los extremos del
puente. Todos los diseños deberán incluir el drenaje adecuado y suficiente en los rellenos, a la
manera de agujeros de filtración, filtros de piedra triturada o grava, tubos para drenar, drenes de
grava o drenes perforados.
Las estructuras deberán diseñarse para resistir los movimientos sísmicos tomando en
consideración la relación entre el sitio y las zonas sísmicas de las fallas activas, la respuesta
sísmica del suelo en el sitio y las características de la respuesta dinámica de toda la estructura, de
acuerdo a los criterios contenidos en la División I-A. Diseño Sísmico. AASHTO Standard HB-
17, (AASHTO LRFD).
Cada componente de la estructura o cimentación sobre la cual se apoye, se diseñará para resistir
con seguridad todos los grupos de combinaciones de esas fuerzas que puedan aplicarse a dicho
elemento en particular.
Los grupos de combinaciones de cargas, considerando el diseño por cargas de servicio (esfuerzos
permisibles) y el diseño por factores de carga (resistencia última) serán obtenidos a través de la
fórmula 3-10 y de acuerdo a la Tabla 3.22.1A de la Sección 3.22, AASHTO Standard HB-17,
(AASHTO LRFD-SECCIÓN 3).
En el diseño de las estructuras de grandes luces por el método de resistencia última, los factores
especificados para este método representan condiciones generales y podrían ser modificados si a
juicio del Consultor y el Ingeniero, el caso lo ameritare.
capacidad de carga de diseño de todas las vigas en conjunto de un tablero deberá ser por
los menos igual que la requerida para soportar el total de las cargas en ese claro.
a) Longitud del Tramo. Para puentes de un solo tramo, la longitud de diseño será la
distancia entre los ejes de apoyo, pero sin que exceda la suma del claro libre más el
espesor del diafragma horizontal (losa). Para calcular la distribución de las cargas y los
momentos flectores en losas continuas con dos o más apoyos, se utilizará el claro libre
como la longitud efectiva en losas monolíticas con vigas o muros (sin acartelamiento); y
en losas apoyadas sobre vigas de acero, se utilizará la distancia entre los bordes de las
alas más la mitad del ancho del ala de la viga.
b) Distancia de la Baranda a la Carga de Rueda. Para el diseño de las losas se deberá
considerar que la línea del centro de la carga máxima de rueda se ubica a 0.30 m de la
baranda.
c) Momento Flector. El momento flector se calculará para los dos sentidos: el refuerzo
principal requerido perpendicular al tránsito y el refuerzo principal requerido paralelo al
tránsito, de acuerdo a los métodos especificados en la Sección 3.24.3. AASHTO Standard
HB-17 (AASHTO LRFD-SECCIÓN 5). Podrán optarse métodos más exactos.
d) Losas en voladizo. Cuando existan volados laterales, la sección en voladizo se diseñará
de acuerdo a lo especificado en la Sección 3. Numeral 3.24.5. AASHTO Standard HB-17
(AASHTO LRFD-SECCIÓN 5).
e) Vigas Longitudinales de Borde. Se diseñarán vigas de borde en todas las losas que
tengan el refuerzo principal paralelo al tránsito, conformadas por una sección de la
misma losa adicionalmente armada, por una viga de mayor altura que la losa o por una
sección armada y constituida por una parte de la losa y la acera o bordillo. La viga de
borde deberá resistir el siguiente momento flector por carga de tránsito: 0.10*P*S; donde
P es la carga de la rueda trasera del camión de diseño y S, la longitud del tramo. En losas
continuas estos valores podrán reducirse en un 20%, a no ser que reducciones mayores
provengan de un análisis más exacto.
f) Bordes Transversales Sin Apoyo. Las consideraciones de diseño asumidas en estas
secciones no toman en cuenta el efecto de las cargas en la proximidad de los bordes sin
493
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
apoyo. Por lo tanto, en los extremos y en los puntos internos del puente donde se
interrumpa la continuidad de la losa, se colocarán diafragmas o vigas verticales. Estos
elementos serán diseñados para resistir el momento y el esfuerzo cortante total producido
por las cargas de rueda que puedan actuar sobre ellos.
g) Distribución del Acero de Refuerzo. Para lograr una adecuada distribución lateral de las
cargas vivas concentradas, el acero de refuerzo deberá colocarse transversalmente a la
dirección del refuerzo principal en la parte inferior de la losa.
494
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
495
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los modelos de análisis planteados para Fundaciones, podrán ser reemplazados por otros
publicados en la literatura técnica, siempre y cuando tengan un respaldo teórico válido y cuenten
con la aprobación del MTOP.
Las fundaciones directas son aplicables a situaciones en las que el suelo competente, o el nivel
de socavación esperada se encuentra, por lo general, a una profundidad bajo la superficie del
terreno no mayor a 1 a 2 veces el lado menor de la fundación y donde no existan condiciones
difíciles para agotar la napa.
El suelo competente bajo el replantillo de fundación para una fundación directa corresponderá a
aquel que presenta, en un espesor no inferior a dos veces el lado menor de la fundación, una
rigidez y resistencia al corte adecuada al nivel de solicitaciones trasmitidas por las fundaciones,
de modo de garantizar la capacidad de soporte y de mantener los asentamientos y giros de
fundación bajo los niveles admisibles exigidos por el proyecto estructural.
496
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
a) Zapatas.
(Ec. 2B.301-04)
Dónde:
Momento de inercia por unidad de longitud de la fundación (m3)
Altura o espesor de la fundación en (m);
Módulo de deformación del material constitutivo de la fundación en (tonf / m2);
Constante de balasto por asentamiento entre la fundación y el suelo en (tonf / m3);
Longitud de cálculo expresada en (m)
(Ec. 2B.301-05)
497
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Dónde:
Factor que depende de las características del suelo y que varía con el
desplazamiento de la fundación; y
Resistencia última o resistencia pasiva propiamente tal que actúa en la altura, h, que
se desarrolla a partir de la profundidad de socavación o el inicio del suelo competente,
eligiéndose la altura menor.
Se establecen los valores de Fr para suelos arenosos y se define la altura, h, sobre la cual
actúa la resistencia pasiva. Para otros tipos de suelos tales como suelos cementados,
arcillas duras, etc, se podrán utilizar los factores Fr para suelos arenosos densos
(Densidad Relativa DR ≥ 70%). No se deberá considerar resistencia pasiva si la
fundación se encuentra embebida en suelos granulares sueltos o de compacidad media
(Densidad Relativa DR < 70%), y en suelos finos con resistencia a la compresión no
confinada inferior a 1.0 kgf/cm2, determinada para el contenido de humedad más
desfavorable que pueda alcanzar el suelo durante la vida útil de la fundación.
Para simplificar los análisis en los que se incorpore la resistencia pasiva, se considerará F r
= 0.50, es decir que la resistencia pasiva movilizada es igual a la mitad de la resistencia
pasiva Ep. La adopción de Fr = 0.50 se introduce para tener en cuenta que los
desplazamientos horizontales de una fundación bien diseñada, son muy inferiores a los
requeridos para desarrollar la resistencia pasiva. El empleo de Fr > 0.50 deberá
respaldarse calculando el desplazamiento del muro, P.
b) Desplazamientos por Solicitaciones Sísmicas. Corresponden a desplazamientos
elásticos generados por las cargas cíclicas (sísmicas) a los que se adicionan las
deformaciones no recuperables que se acumulan ciclo a ciclo. La determinación de estos
desplazamientos considera que las tensiones de contacto normales al replantillo de
fundación no superan los valores admisibles y que no hay deslizamiento entre la
fundación y el suelo. Para estimar los desplazamientos se utilizarán las constantes de
balasto para solicitaciones estáticas las que se multiplicarán por los factores de rigidez
sísmica establecidos en la Tabla 2B.301-02.
498
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(*) Valor inferior si la constante de balasto para solicitación estática se determina con la
deformación no drenada del suelo. Valor superior si la constante de balasto se
determina con la deformación del suelo que incluye la deformación no drenada más la
deformación del suelo que incluye la deformación no drenada más la deformación por
consolidación.
a) Área de Compresión.
499
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Arenas densas y suelos finos con resistencia a la compresión no confinada ≥ 1,5 kgf/cm
para la condición más desfavorable de humedad. 70%
Gravas y arenas de compacidad media y suelos finos con resistencia a la compresión no
confinada inferior a 1,5 kgf/cm2 para la condición más desfavorable de humedad
80%
b) Resistencia al Deslizamiento
Condición drenada
̅
(Ec. 2B.301-06)
Condición no drenada
(Ec. 2B.301-07)
Dónde:
Si el suelo natural de fundación es un suelo fino con consistencia media o superior, se adoptará
= 30°.
500
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La incorporación de cohesión o valores de φb mayores a los propuestos deberá ser avalado por
un estudio geotécnico.
El factor de seguridad estático al deslizamiento FSED deberá ser igual o superior a 1,5,
mientras que el factor de seguridad sísmico al deslizamiento FSSD deberá ser igual o superior a
1,3.
c) Fundaciones en laderas
El factor de seguridad para solicitaciones estáticas deberá ser FSE ≥ 1,50 y para solicitaciones
sísmicas FSS ≥ 1,10. Si no se verifican estas condiciones la fundación deberá reemplazarse por
detrás de la superficie potencial de deslizamiento, de modo de duplicar, a nivel de replantillo, la
distancia existente entre el talud y la superficie potencial de deslizamiento.
En caso de apoyo sobre el talud o cercano a éste, se necesitará la aprobación del Ingeniero, pero
deberán cumplirse las siguientes condiciones:
d) Asentamientos
501
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Respecto de los asentamientos por consolidación, para cimientos en suelos cohesivos saturados o
casi saturados, podrán estimarse determinando inicialmente la historia de esfuerzos del sitio; esto
es, el esfuerzo efectivo actual (σ’c) y el máximo esfuerzo de preconsolidación al cual haya sido
sometido el suelo (σ’p) en base a ensayos de laboratorio, o a relaciones empíricas con pruebas
índice o de resistencia.
El período de diseño definido para el cálculo de asentamientos para los puentes del país será de
50 años.
Los movimientos tolerables tanto verticales como horizontales dependerán del tipo de estructura,
de su función y las consecuencias de estos movimientos en la generación de daños a la estructura
y a su funcionalidad.
La cimentación sobre pilotes podrá ser considerará cuando no se podrá cimentar dentro de una
profundidad razonable sobre roca, suelo granular o suelo cohesivo firme. También deberá ser
considerada en sitios en que se espera una importante socavación y además, cuando los
asentamientos esperados para cimientos superficiales son inaceptables.
Los pilotes pueden ser de acero estructural (perfiles o tubos); de hormigón prefabricado o
presforzado; de madera; o una combinación de materiales.
La penetración del pilote dependerá de la capacidad requerida a cargas verticales y/o laterales.
En general, la penetración para cualquier pilote en suelo cohesivo firme o granular denso, no será
menor a 3 m, ni menor a 6 m en suelos cohesivos blandos o granulares sueltos. Cuando la
profundidad a un suelo granular denso o roca es menor a 3.0 m, el Consultor podrá considerar el
uso de una cimentación superficial.
502
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los pilotes no deberán penetrar estratos superficiales suaves o sueltos sobreyacentes a un estrato
firme o denso a menos que éstos penetren en el material firme lo suficiente para fijar la punta
contra los movimientos laterales.
Deberá considerarse en los casos de puentes importantes o de sitios en los que existen dudas
sobre las características del subsuelo. Con estos pilotes se podrán determinar las características
de instalación, evaluar la variación de su capacidad con la profundidad y definir la longitud
necesaria de los pilotes a construir de una mejor manera. Los pilotes testigos podrán ser
probados por carga estática, dinámica, en base a estudios de hincabilidad o una combinación
entre estos métodos.
Los pilotes serán clasificados como pilotes de fricción, pilotes de punta o una combinación de
ambos, de acuerdo a la manera en que se desarrolla la transferencia de carga.
503
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En los casos en que la resistencia lateral del suelo alrededor del pilote sea insuficiente para
contener las fuerzas horizontales transmitidas a la cimentación o cuando se requiera incrementar
la rigidez del sistema estructural, se podrá considerar el uso de pilotes inclinados. Deberá
evitarse cuando se espere fricción negativa.
Las propiedades que definen la resistencia y las características de compresibilidad del terreno de
cimentación serán determinadas por los estudios geotécnicos previos.
La capacidad de diseño del pilote es la máxima carga que el pilote podrá soportar con
movimientos verticales y horizontales tolerables. Para su determinación, se considerará tanto la
capacidad portante del material (suelo y/o roca) de cimentación como la capacidad estructural
del pilote.
La capacidad axial última (qult) de los pilotes será determinada, a menos que los estudios
geotécnicos indiquen lo contrario, por los métodos tradicionales de análisis estático para estimar
las capacidades por fuste (qs) y punta (qp) basados en la interacción de suelo/estructura. La
capacidad así estimada se verificará con pruebas de carga a los pilotes, análisis de la ecuación de
onda, uso del analizador dinámico del pilote, o el uso de fórmulas dinámicas.
504
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
505
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La capacidad axial última (qult) en suelos cohesivos se calculará, dependiendo de las condiciones
de carga, por varios métodos.
Para condiciones de carga no drenada, deberá utilizarse un método basado en esfuerzos totales,
como el de Tomlinson, (1957), Poulus (1975) o similar.
Para condiciones de carga drenada (suelos cohesivos muy duros) deberá utilizarse un método
basado en esfuerzos efectivos, como el de Meyerhof, (1976), Vesic (1975), o similar.
La capacidad axial última también podrá calcularse utilizando métodos basados en pruebas in
situ, como el de Schmertmann (1978) para la penetración del cono, o el de Baguelin, (1978) para
la prueba del presiómetro, entre otros.
La capacidad axial última (qult) en suelos granulares se calculará para condiciones de carga
drenada, esto es, utilizando un método basado en esfuerzos efectivos. Entre estos existen
métodos teóricos como los de Caquot-Kerisel (1956), Brinch-Hansen (1961), Beresantsev
(1961), o similar; métodos semi--empíricos como los de Nordland (1963), Meyerhof (1976),
Vesic (1975) o similares; y métodos puramente empíricos, como la variante presentada por
Meyerhof (1976). Al igual que para suelos cohesivos, existen métodos basados en pruebas in situ
como el cono de Schmertmann (1978); o el presiómetro de Baguelin (1978).
Para pilotes hincados cuya punta se apoyará en roca competente (calidad I-II), la capacidad
estructural del pilote será la que generalmente gobierna en el diseño. Si la punta del pilote llega a
una roca débil (calidad IV-V) especialmente en lutitas, arcillolitas, limolitas meteorizadas, se
recomienda realizar una prueba de carga estática en un pilote testigo.El relajamiento del pilote
deberá considerarse en ciertos tipos de roca cuando se efectúen las pruebas de carga. Para rocas
de muy mala calidad, la capacidad se determinará para la masa de suelo equivalente.
506
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La selección del factor de seguridad a utilizar en la capacidad axial última, dependerá del nivel
de estudios previos y del grado de control durante la construcción según se indica la siguiente
Tabla 2B.301-03.
507
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los asentamientos de pilotes aislados y de un grupo de pilotes por cargas axiales de trabajo
deberán estimarse utilizando el método elástico, el de transferencia de cargas y/o técnicas de
elementos finitos como los métodos de Vesic (1977); Poulus & Davis (1980). Para pilotes
aislados podrán también utilizarse métodos empíricos como el de Vesic (1975). Los
asentamientos estimados no excederán los límites tolerables de la estructura.
La capacidad de un grupo de pilotes deberá determinarse como el producto del número de pilotes
en el grupo por la capacidad del pilote aislado y por la eficiencia del grupo. En general, un valor
de eficiencia de grupo de 1.0 podrá ser usado, excepto para pilotes de fricción en suelos
cohesivos, para los cuales un factor de 0.7 deberá utilizarse para pilotes espaciados, entre
centros, menos de 3 veces su ancho. Espaciamientos entre centros de pilotes inferiores a 2.5
veces su ancho, no son recomendados.
El diseño de pilotes cargados lateralmente está generalmente controlado por los movimientos
laterales tolerables y deberá considerar la interacción suelo/roca/estructura (Reese, 1984).
Métodos de análisis para evaluar la capacidad de deflexión de pilotes cargados lateralmente
como el de Broms (1964) y Single (1971) podrán utilizarse para diseño preliminar con el fin de
obtener la sección apropiada del pilote.
508
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Alternativamente, la capacidad de un pilote que trabaje con cargas hacia arriba podrá
determinarse por la prueba de carga ASTM D – 3689, en cuyo caso la carga hacia arriba no
deberá superar el 50% de la capacidad obtenida en la prueba de carga. Para un grupo de pilotes,
la capacidad de carga hacia arriba será la menor de los siguientes valores: (a) la capacidad del
pilote aislado multiplicado por el número de pilotes del grupo, (b) dos tercios del peso efectivo
del grupo de pilotes y del suelo comprendido en el grupo hasta la punta de los pilotes, y (c) la
mitad del peso efectivo del grupo de pilotes y del suelo comprendido en el grupo hasta la punta
de los pilotes más la mitad del fuste del bloque que contiene al grupo de pilotes.
Se considerarán las fuerzas externas que actúan sobre un pilote debido a movimientos verticales
del terreno. Para propósitos de diseño se considerará el máximo movimiento vertical esperado.
La fuerza externa hacia abajo que actúa sobre un pilote, debido al asentamiento del suelo
compresible a su alrededor conocido como fricción negativa o fuste negativo, podrá ser evaluada
mediante un método de transferencia de carga que determina el “punto neutral” o el punto de
cero desplazamiento relativo y la distribución de la carga a lo largo del fuste como los indicados
por Fillenius (1984), Reese & O’Neill (1988). Debido a la variación de los asentamientos con el
tiempo, el análisis deberá considerar el efecto del tiempo en la transferencia de carga entre el
suelo y el fuste del pilote para determinar la máxima carga axial que se produzca en cualquier
tiempo sobre el pilote y utilizarla en el diseño. Si las cargas esperadas por fricción negativa
podrán producir asentamientos intolerables, podría reducirse su magnitud, colocando una
sustancia viscosa (bitumen o similar) en el fuste de los pilotes, antes de su instalación.
Los pilotes hincados en suelos expansivos podrán estar sometidos a una fuerza externa hacia
arriba por el hinchamiento del suelo en la zona de cambio de humedad.
Los pilotes deberán instalarse dentro del suelo subyacente con humedad estable a la suficiente
profundidad de tal forma que la capacidad por fuste en esta zona contrarreste la fuerza hacia
arriba por el hinchamiento del suelo superficial expansivo. Adicionalmente, deberá dejarse entre
el suelo expansivo y la superficie inferior de los elementos estructurales de la cimentación
(plintos, zapatas, riostras, etc), para evitar el empuje hacia arriba. También podría reducirse el
efecto, hidratando el suelo expansivo antes de la instalación de los pilotes y/o colocando un
relleno granular grueso sobre el geotextil, por debajo de los elementos estructurales de la
cimentación (plintos, zapatas, riostras, etc).
El diseño dinámico y sísmico será similar al de cimientos superficiales, es decir, utilizando las
recomendaciones de Lam & Martin(1986).
En pilotes instalados en suelos ácidos con bajo pH y en ambientes marinos, deberá realizarse un
estudio de resistividad eléctrica en el campo, o muestreos aleatorios con ensayos de resistividad
y determinación del pH, tanto en el suelo como en el agua del terreno para determinar el
potencial de corrosión.
509
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los pilotes de hormigón se deteriorarán debido a la presencia de sulfatos en el suelo, agua del
terreno o agua de mar; clorhídricos en suelos y desechos químicos, agua del terreno ácida y
materia orgánica ácida.
Muestreo aleatorio en el sitio y ensayos de laboratorio, será suficiente para el estudio de sulfatos
y pH. Cuando se sospeche la presencia de desechos químicos, se deberá realizar un análisis
químico completo.
Para pilotes de madera, deberá considerarse su deterioro por los procesos de humedecimiento y
secado, especialmente en zonas de variación de mareas; y el efecto de insectos o de animales
marinos “perforadores”. Estos pilotes se podrán proteger por métodos como el tratamiento de
presión con creosote u otro tipo de preservante.
La hincabilidad de los pilotes podrá ser evaluada utilizando un programa de análisis de ecuación
de onda como WEAP o similar. El análisis se utilizará para seleccionar el equipo que permita la
instalación del pilote a la profundidad requerida desarrollando la capacidad última necesaria a
esfuerzos admisibles con la sección de diseño y además en un tiempo de instalación prudencial.
Los esfuerzos permisibles máximos de instalación no deberán exceder los siguientes límites:
510
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los esfuerzos durante la instalación podrán ser estimados por el análisis de ecuación de onda o
similar; o podrán ser medidas (fuerza y aceleración en la cabeza del pilote) durante su
instalación.
Los desplazamientos tolerables en dirección axial y lateral deberán definirse por el Consultor en
función del tipo de estructura, soportes, vida de servicio, y consecuencia de estos movimientos
en la estructura. Estas deformaciones podrán estimarse según lo indicado por Meyerhof (1976),
Poulus (1977) para pilotes aislados o en grupo. Las deformaciones tolerables serán similares a
las indicadas para cimentos superficiales.
El efecto de la presión hidrostática será considerado en el diseño al reducir el peso efectivo del
pilote en la cimentación.
Los cabezales deberán permitir una distancia mínima entre centros de pilotes de 0.75 m o 2.5
veces el ancho del pilote, el que sea mayor. La distancia mínima entre la cara de cualquier pilote
y el extremo más cercano del cabezal, no podrá ser menor a 0.22 m.
La cabeza del pilote deberá proyectarse una distancia no menor a 0.3 m dentro del cabezal de
hormigón, luego de remover todo el material del pilote dañado durante la instalación.
Cuando una viga de hormigón fundida en sitio sea utilizada como cabezal soportado por pilotes,
el recubrimiento a los costados de los pilotes deberá ser como mínimo de 0.15 m. Los pilotes
deberán proyectarse dentro por lo menos 0.15 m y preferiblemente 0.22 m dentro del cabezal.
Los pilotes de hormigón podrán proyectarse una distancia menor dentro del cabezal, siempre y
cuando el traslape del acero de refuerzo de los pilotes, sea suficiente para proporcionar una unión
adecuada.
Los pilotes hincado podrán ser clasificados por su material y el proceso constructivo en pilotes
de hormigón prefabricado, fundidos en sitio, presforzados, de acero tipo H o tubular, de madera.
Los pilotes prefabricados de hormigón deberán tener un tamaño adecuado y podrán ser de
sección uniforme o variable. En general, los pilotes de sección variable no deberán ser utilizados
sobre el nivel del suelo, o en general, cuando vayan a actuar como columnas (no cortas).
En general, los pilotes de hormigón deberán tener una sección transversal mínima (sin considerar
la punta) de 632 cm2, y en agua salada de 903 cm2. Si se utiliza una sección cuadrada deberá
achaflanarse las esquinas con un bisel de por lo menos 2 cm.
El diámetro mínimo del pilote, incluyendo la reducción en la punta, deberá ser de 20 cm. Como
diámetro deberá considerarse la mínima dimensión que pasa por el centro de la sección.
Los pilotes deberán fundirse con una reducción de sección en la punta para facilitar su
instalación, especialmente cuando existan estratos resistentes. En estos casos podrá considerarse
511
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
la utilización de una punta metálica. Si se esperan obstáculos menores durante la hinca será
preferible no tener superficies inclinadas en el pilote que provoquen un desplazamiento lateral
mayor, por lo que deberán evitarse las reducciones de sección, aún en la punta.
Los pilotes podrán dividirse en tramos, asegurándose que el empate entre tramos le permite al
pilote desarrollar su capacidad máxima, una vez instalado los empates deberán detallarse en los
planos de construcción. Los esfuerzos en los pilotes debido al manipuleo deberán incrementarse
en un 50% para considerar los efectos de impacto para el diseño.
Los pilotes de hormigón fundidos en sitio se fabricarán en camisas metálicas que se hincarán o
vibrarán previamente y se quedarán permanentemente en el sitio.
El espesor de las camisas permanentes debe provenir de un diseño que tome en cuenta el valor de
la carga dinámica de hincado y de los estratos subyacentes que deben penetrar dichas camisas.
Como una orientación se sugieren los siguientes espesores mínimos:
En cuanto a pilotes con camisas recuperables, éstos son aplicables cuando las paredes de las
perforaciones no logran estabilizarse, por lo cual hay que aplicar fango estático, bentonita o gel.
El equipo montado sobre una oruga debe tener suficiente potencia y las adaptaciones necesarias
para introducir las camisas metálicas acoplables entre sí hasta llegar, girando, a la profundidad
especificada.
Una vez lleno el pilote, deberá retirarse la camisa produciendo un giro o con pequeños golpes de
extracción. Luego se irán desacoplando las camisas hasta sacarlas totalmente.
Sin embargo, otro tipo de pilotes fundidos en sitio con o sin refuerzo, con o sin camisa, podrán
ser utilizados si las condiciones del suelo lo permiten y si su diseño y proceso de instalación es
satisfactorio. Estos pilotes podrán ser de sección uniforme o variable en cualquier porción.
El área mínima antes de la reducción de sección en la punta del pilote será de 645 cm2 y el
diámetro mínimo o dimensión menor en la punta será de 0.2 m. Sobre el nivel de la punta, el
tamaño mínimo del pilote será similar al especificado para pilotes prefabricados. Podrán
construirse empates, siempre que éstos desarrollen la capacidad total del pilote.
2B.301.3.2 (6) Pilotes Presforzados.
Los pilotes presforzados serán generalmente de sección octogonal, cuadrado o circular. Cuando
vayan a estar sujetos a procesos de hidratación y secado (variación de mareas) deberán
construirse en hormigón con aire entrapado.
512
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El hormigón en pilotes presforzados deberá tener una resistencia mínima a la compresión simple
(f’c) de 350 Kg/cm2, podrán ser sólidos o alivianados. En pilotes alivianados se deberá tomar
medidas para prevenir su rotura debido a las presiones del agua generadas durante la hinca y
presiones del gas que se origina por la descomposición del material utilizado para el
aligeramiento.
El mínimo espesor de las paredes en pilotes preesforzados alivianados será de 12.5 cm. Al igual
que los otros tipos de pilotes, estos podrán ser empatados pero el empate deberá tener la
capacidad de desarrollar la máxima resistencia del pilote y deberá detallarse en los planos de
construcción.
Los pilotes de acero estructural tendrán un espesor mínimo de 1cm, y las placas de empate no
podrán ser menores de 3/8” de espesor. No se requerirá cabezales para pilotes H de acero,
embebidos en hormigón. Si deberán atravesar estratos de boleos, cantos rodados, rellenos
gruesos o se anticipa la presencia de obstáculos, su punta deberá reforzarse con formas
estructurales o puntas prefabricadas de hierro fundido. (ASTM A-27).
Para un diámetro exterior menor a 0.35 m deberá utilizarse un espesor mínimo de 6.3mm. Para
diámetros mayores a 0.35 m, el espesor mínimo del tubo deberá ser 8.5 mm. Podrán ser
divididos en tramos siempre que los empates desarrollen la capacidad máxima del pilote. Los
empates serán generalmente soldados y deberán ser detallados en los planos de construcción.
Los pilotes tubulares podrán hincarse con la punta abierta o cerrada. Las placas no deberán
extenderse por fuera del perímetro del pilote. Cuando estos pilotes actúen como columna o
cuando se espere una socavación importante que exponga una porción del pilote deberán ser
calculados como columna hasta la profundidad que se estime su empotramiento.
Los pilotes de madera deberán cumplir con las especificaciones para productos de madera
indicadas en la norma AASHTO M-168. Estos pilotes deberán ser tratados según se indique en
los planos de construcción.
Estos lineamientos deberán aplicarse en el diseño de pilotes barrenados cargados axial y/o
lateralmente, instalados totalmente en suelo, o a través del suelo y apoyados en roca. Este tipo de
pilotes podrá ser considerado cuando no sea posible utilizar cimientos superficiales por la
inexistencia de estratos portantes a profundidades razonables, y cuando los pilotes hincados no
513
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
También podrán utilizarse en lugar de los cimientos superficiales, cuando se esperen problemas
mayores de socavación y, en general, para resistir cargas laterales importantes o cargas hacia
arriba y donde la tolerancia de deformaciones sea pequeña.
Los pilotes barrenados serán de hormigón fundido en sitio e incluir acero de refuerzo
longitudinal, secciones de acero estructural y/o camisa de acero permanente, según lo requerido
en el diseño. El hormigón podrá fundirse en sitio utilizando el método seco, camisa o el método
húmedo (bajo agua) o una combinación de métodos.
Los pilotes barrenados a través de terraplanes deberán extenderse un mínimo de 3.0 m dentro del
terreno natural a menos que se encuentre a menor profundidad el estrato de suelo portante o la
roca competente. El material utilizado para la construcción del terraplén no deberá tener objetos
o partículas que puedan obstruir la construcción del pilote hasta la profundidad requerida.
Las propiedades en suelo y roca que definen la resistencia y compresibilidad del material de
cimentación serán requeridos para el diseño. El Consultor podrá asumir valores presuntivos de
capacidad portante permisible en los suelos y rocas como diseño preliminar o diseño de
estructuras temporales; pero, estos valores presuntivos deberán basarse en los resultados de las
pruebas de campo y laboratorio utilizadas para la identificación de los suelos y rocas de
cimentación. El diseño final que incluye estabilidad de la cimentación y análisis de
deformaciones deberá realizarse en base a propiedades de los suelos y rocas de cimentación
obtenidas directamente de las pruebas de campo y laboratorio.
a) Diseño Geotécnico. Los pilotes barrenados deberán diseñarse para soportar las cargas de
diseño con adecuada capacidad portante y estructural, y con movimiento tolerables similares a
los indicados para pilotes hincados (Sección 2B.301.3.2 (1)). Además, se deberá evaluar la
respuesta de los pilotes barrenados sujetos a cargas dinámicas y sísmicas.
514
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los métodos de diseño aquí presentados para la determinación de la capacidad de carga axial
asumen pilotes barrenados de sección constante, verticales, con carga axial concéntrica y una
superficie del terreno relativamente horizontal (condición geoestática). El efecto de
ensanchamiento en la punta, acción de grupo y superficie de terreno inclinado son aspectos
tratados separadamente.
(Ec. 2B.301-08)
(Ec. 2B.301-09)
Capacidad por fuste
Capacidad por punta
Peso del pilote (considerar sumergido)
Qall = Qult / FS
(Ec. 2B.301-10)
Factor de seguridad (generalmente 3).
Los pilotes barrenados en suelos cohesivos podrán diseñarse con métodos de análisis basados en
esfuerzos totales y efectivos para condiciones de carga no drenada y drenada, respectivamente; y
en suelos granulares (no cohesivos), se deberán diseñar con métodos de esfuerzos efectivos para
una condición de carga drenada.
Para pilotes barrenados en suelos cohesivos, cargados en condiciones no drenadas, esto es, sin
tiempo suficiente para que se produzca disipación importante de los excesos de presión de poros
debido a la carga, la resistencia última por fuste (Qs) deberá estimarse utilizando la ecuación
2B.301-11.
∑
(Ec. 2B.301-11)
Dónde:
Perímetro del pilote
515
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Dónde:
La carga unitaria última transferida en resistencia al fuste (fsi) en cualquier estrato de espesor
( Zi) es igual al producto del coeficiente ( ) y de la resistencia no drenada (Sui) del estrato. El
valor de depende de la deformación lateral final que tenga el suelo con respecto a su condición
inicial (Ko), luego de la instalación del pilote.
Para condiciones normales de construcción, esto es, que no se produzcan deformaciones laterales
del suelo alrededor del pilote, mediante la adecuada utilización de camisa o fluido de perforación
(mezcla de agua con bentonita o polímero), los valores de y fsi dependerán principalmente de
su ubicación en el pilote, tal como lo indican Reese & O’Neill (1988).
Desde la superficie del terreno hasta una profundidad de 1.5 m, se despreciarán los valores de
y fsi, es decir que el tramo superficial no contribuye al fuste, salvo cuando existan suelos
expansivos superficiales o se produzca una deflexión sustancial del terreno alrededor del pilote
por carga lateral. Tampoco contribuye al fuste la punta del pilote en una distancia igual al ancho
del pilote. Los pilotes con ensanchamiento (campana, bulbo), no contribuyen al fuste ni el
ensanchamiento, ni el pilote en una distancia igual a su ancho (diámetro del pilote) sobre el
ensanchamiento.
En todos los demás sitios a lo largo del pilote, es igual a 0.55 y fsi no deberá superar las 27
Ton/ m2.
Para obtener la resistencia al fuste en suelos cohesivos, bajo condiciones de carga drenada deberá
utilizarse el método indicado para suelos granulares. Adicionalmente, en los estratos en que
ocurran cambios de su resistencia en el tiempo debido a procesos de consolidación,
hinchamiento u otros, deberá estimarse el fuste por métodos de esfuerzos efectivos.
Para pilotes barrenados en suelos no cohesivos o para análisis de esfuerzos efectivos en suelos
cohesivos bajo condiciones de carga drenada, la resistencia al fuste última (Qs) podrá estimarse
en base a la ecuación 2B.301-12.
∑
(Ec. 2B.301-12)
El valor de al igual que para los suelos cohesivos dependerá del nivel de deformaciones
laterales que se produzcan en el suelo alrededor del pilote durante su instalación. Para
condiciones de construcción normales en que prácticamente no se produzcan deformaciones
laterales, el valor de se podrá estimar en base a la Ecuación 2B.301-13.
(Ec. 2B.301-13)
El valor de γi que es el peso unitario que produce incremento de esfuerzos efectivos deberá
determinarse de mediciones en muestras no disturbadas a lo largo del pilote, o en base a
516
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
correlaciones empíricas con pruebas de campo, como la de penetración estándar (SPT) y el cono.
La carga última transferida en resistencia al fuste (fsi) a cualquier profundidad será igual al
producto de βi y el esfuerzo efectivo vertical a esa profundidad (σ’ vi). El valor límite de fsi para
pilotes barrenados en suelos no cohesivos, será de 20 Ton/m2.
(Ec. 2B.301-14)
Dónde:
El área de punta
La resistencia no drenada del suelo en punta
La resistencia unitaria última de la punta (Max 400T/m2)
El factor de capacidad de carga, que se define con la Ecuación 2B.301-15.
( ( ))
(Ec. 2B.301-15)
Dónde:
Para pilotes barrenados en suelos cohesivos bajo condiciones de carga drenada, Qp podrá
estimarse según las indicaciones para pilotes hincados.
Para pilotes barrenados en suelos no cohesivos o para análisis de esfuerzos efectivos en pilotes
instalados en suelos cohesivos bajo condiciones de carga drenada, la capacidad última por punta
(Qp) podrá estimarse utilizando la ecuación 2B.301-16:
(Ec. 2B.301-16)
517
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El valor de la resistencia unitaria por punta (qp) podrá determinarse de los resultados de la
prueba de penetración estándar (SPT) utilizando el número de golpes (N) no corregido de dicha
prueba obtenido a la profundidad de la punta o hasta B bajo la punta. Reese & O’Neill (1988)
recomiendan para valores de N (SPT) sin corregir menores de 75 golpes, que qp en T/m2 se
obtengan de multiplicar N (SPT) por un factor de 5.9; y para valores de N (SPT) sobre 75 golpes,
se recomienda un valor de qp igual a 440 Ton/m2. Los valores de qp así obtenidos representan el
valor último que se obtiene con un asentamiento del 5% del ancho o diámetro de la base.
Si el ancho de la punta (Bp) es mayor a 1.3 m y no se evaluarán los asentamientos del pilote, el
valor de qp deberá reducirse a qTR como sigue:
(Ec. 2B.301-17)
Para pilotes barrenados que atraviesan suelos blandos comprensibles hasta llegar a un suelo
firme o roca en la punta deberá considerarse el efecto de fricción negativa debido a la
consolidación del suelo alrededor del pilote. Donde la punta del pilote podría apoyarse sobre un
estrato firme de poco espesor, que sobreyace a un estrato más blando, el pilote deberá extenderse
a través del suelo blando para eliminar la posibilidad de falla por punzonamiento en el estrato
más blando, o asegurarse que el máximo incremento de esfuerzos totales (Δσv) provocado por el
pilote en el nivel superior del suelo blando sea inferior a 3 veces la resistencia no drenada de
dicho suelo. Además, se deberá considerar el más alto nivel freático esperado.
Ensanchamiento en la punta (campana o bulbo) podrá ser utilizado en pilotes apoyados sobre
suelo cohesivos firmes para incrementar el área de la punta y reducir la carga unitaria sobre el
suelo, o para proveer resistencia adicional a fuerzas de tracción.
La capacidad de punta en una base ensanchada deberá determinarse asumiendo que toda el área
de ésta es efectiva transfiriendo la carga; aunque esto deberá permitirse únicamente cuando se
especifique una correcta limpieza del fondo del barrenado, que deberá ser aceptablemente
ejecutada antes del hormigonado. Para estimar la capacidad de fuste de un grupo de pilotes se
asumirá que el efecto de fricción negativo es despreciable.
518
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para un grupo de pilotes con un cabezal en contacto firme con el suelo, la capacidad total última
(Qult) podrá ser calculada como la menor de la suma de las capacidades individuales de cada
pilote en el grupo ó, la capacidad de una pila equivalente definida en el área del perímetro del
grupo.
Para la pila equivalente, la resistencia del suelo no deberá ser reducida por ningún factor (como
α) para determinar la capacidad por fuste (Qs), y el área total de la pila equivalente deberá usarse
para determinar la capacidad por punta (Qp), y la capacidad adicional del cabezal deberá
ignorarse.
Si un grupo de pilotes está empotrado en un depósito de suelo firme que sobreyace a un depósito
de suelo más débil (no cohesivo o cohesivo), deberá considerarse la posibilidad de falla por
punzonamiento de la punta dentro del suelo más débil. La capacidad unitaria por punta de la pila
equivalente (qE) podrá obtenerse en función de las capacidades unitarias por punta de la pila
equivalente apoyada tanto en el estrato más débil subyacente (qLO) como en el estrato más firme
sobreyacente (qup); y del menor ancho del grupo (B1) y de la profundidad desde la punta del
grupo hasta el estrato más débil (H) por la ecuación 2B.301-18.
(Ec. 2B.301-18)
La posibilidad de que cargas adicionales externas actúen sobre un pilote barrenado debido al
movimiento vertical del suelo a su alrededor, como cargas hacia abajo por fricción negativa
debido al asentamiento del suelo comprensible o cargas hacia arriba por hinchamiento de suelos
expansivos, deberá ser considerada como parte del diseño. El Consultor deberá asumir que la
magnitud total de los posibles movimientos verticales del terreno sí ocurrirán.
519
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Debido a la posible dependencia del tiempo asociada con el movimiento vertical del terreno, el
análisis deberá considerar el efecto del tiempo en la transferencia de carga entre el terreno y el
pilote, y el análisis deberá realizarse para el período de tiempo relacionado con la máxima
transferencia de carga al pilote.
Los pilotes barrenados diseñados y construidos en suelos expansivos, deberán extenderse a una
profundidad suficiente dentro del suelo con humedad estable para proveer un anclaje adecuado
para resistir los movimientos hacia arriba. Además, suficiente espacio deberá proveerse entre la
superficie del terreno y los elementos de cimentación (cabezales, riostras) para evitar la
aplicación de fuerzas hacia arriba en la corrección pilote – cimentación cuando el suelo se
expanda. Por esto, el Consultor considerará que la capacidad a la tracción de los pilotes
dependerá solamente de su resistencia al fuste.
c) Capacidad Axial en Roca. Los pilotes barrenados son introducidos en la roca para limitar
los desplazamientos axiales, para incrementar la capacidad de carga, fijar el pilote e incrementar
su resistencia a cargas laterales. Para determinar la capacidad axial de pilotes barrenados
empotrados en roca, la resistencia al fuste de los estratos de suelos sobreyacentes podrá ser
ignorada. Generalmente, la carga de compresión axial es soportada únicamente por el fuste en la
roca hasta que se produce un asentamiento total del pilote (ps) del orden de 10mm, en que se
suaviza la resistencia última por fuste (QSR) y se produce un movimiento relativo entre el
hormigón y la roca. Como resultado de este deslizamiento cualquier carga adicional es
transferida a la punta.
La resistencia última por fuste (QSR) para pilotes barrenados empotrados en roca podrá
determinarse utilizando la ecuación 2B.301-19.
(Ec. 2B.301-19)
Dónde:
520
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La resistencia unitaria por fuste (qSR) podrá obtenerse de relaciones con la resistencia a la
compresión sin confinar de la roca o el hormigón del pilote, la menor, como la presentada por
Horvath (1983). Para fuerzas de tracción, la capacidad última por fuste deberá limitarse al 70%
de QSR.
La evaluación de la resistencia última por punta (QPR) para pilotes barrenados empotrados en
roca deberá considerar la influencia de las discontinuidades del macizo rocoso pudiendo
utilizarse la Ecuación 2B.301-20.
(Ec. 2B.301-20)
La resistencia a la compresión de la roca sana (Co) deberá determinarse de ensayos de laboratorio
en testigos de roca obtenidos dentro de 2B de la punta del pilote. Si existen estratos rocosos de
diferente resistencia, deberá utilizarse la roca de menor resistencia para la estimación de QPR.
Para rocas de mala calidad (clasificación III-IV-V), el valor QPR no podrá ser menor que la
capacidad última por punta (Qp) del suelo equivalente.
Si la punta de un pilote barrenado se apoya en un estrato de poco espesor de roca rígida sobre un
estrato de menor resistencia, el pilote deberá extenderse por debajo del estrato débil para
eliminar la posibilidad de falla por flexión o punzonamiento del estrato fino de roca rígida.
Cuando los pilotes barrenados se apoyen sobre un estrato de roca inclinada se los deberá
extender a una profundidad suficiente para asegurar que la totalidad de la punta se apoye sobre la
roca.
d) Lineamientos de Diseño. Los pilotes barrenados en suelo o empotrados en roca deberán
diseñarse para un factor de seguridad de 2 contra la falla por capacidad portante (capacidad por
punta, fuste o combinada) cuando el diseño se base en los resultados de pruebas de carga
realizadas en el sitio.
De otra forma, los pilotes barrenados deberán diseñarse para un factor mínimo de 2.5. Estos
valores mínimos de factores de seguridad se basan en un nivel normal de control de calidad en el
521
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Donde el nivel de esfuerzos sea alto, se deberán considerar métodos de análisis de transferencia
de carga. Para pilotes barrenados en suelos, los asentamientos deberán estimarse para las cargas
de diseño o de trabajo.
En suelos cohesivos, los asentamientos a corto plazo podrán ser estimados utilizando los
métodos de transferencia de carga como el presentado por Reese & O’Neill (1988). Dicho
método presenta varias curvas en las que se indica la proporción de la resistencia última por fuste
(Qs) y la resistencia última por punta (Qp) movilizadas a varias magnitudes de asentamiento. La
carga axial total (Q) es igual a la suma de las resistencias movilizadas por fuste (Qs) y punta
(Qp). Estas curvas son presentadas como 4.6.5.5.1.1.A y B. AASHTO Standard HB-17
(AASHTO LRFD-SUB.SEC. 5.13).
(Ec. 2B.301-21)
La carga axial total al pilote
El área del pilote
El módulo de elasticidad del pilote
Para pilotes con ensanchamiento en la base apoyada en suelo cohesivos, el ancho o diámetro de
la base (Bb) deberá utilizarse en la Figura 4.6.5.5.1B. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO
LRFD-SECCIÓN 5) para estimar el asentamiento del pilote en la punta.
Para estimar los asentamientos por consolidación de pilotes instalados en suelos cohesivos y
granulares, deberán seguirse los procedimientos indicados para cimientos superficiales.
En suelos granulares, los asentamientos a corto plazo de pilotes barrenados podrán estimarse
utilizando figuras similares a las de suelos cohesivos obtenidos por el mismo método (Reese &
O’Neill. 1988) y presentados como 4.6.5.5.1. .A y B. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO
LRFD-SECCIÓN 10) en el manual para el diseño de cimentaciones de puentes. Dichas curvas
indican las proporciones de las resistencias últimas por fuste (Qs) y punta (Qp) movilizadas a
522
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
varias magnitudes de asentamientos. La carga axial total (Q) en el pilote, es igual a la suma de
las resistencias últimas movilizadas por fuste y punta.
Para pilotes empotrados en roca, la resistencia a la deformación que proveen los depósitos de
suelo sobreyacente podrá ser ignorada. El asentamiento de pilotes totalmente empotrados en roca
(ps) podrá determinarse utilizando la ecuación 2B.301-22.
{ }
(Ec. 2B.301-22)
El valor del coeficiente para asentamiento elástico de pilotes barrenados en roca (Ips) se lo podrá
obtener de los gráficos de Pells & Turner (1979).
El desplazamiento hacia arriba (pu) de los pilotes barrenados totalmente empotrados en roca
podrá determinarse utilizando la Ecuación 2B.301-23.
{ }
(Ec. 2B.301-23)
El valor del coeficiente elástico para desplazamientos hacia arriba por tracción de pilotes
barrenados totalmente en roca (Ipu) se lo podrá obtener de los gráficos de Pell & Turner (1979).
El módulo de elasticidad del macizo rocoso (Em) deberá determinarse en base a resultados de
pruebas in situ (ie., presiómetro), o estimando desde resultados de pruebas de laboratorio en las
cuales se obtiene el módulo de la roca intacta (Eo).
523
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Si se espera una gran socavación, se deberá considerar el diseño como columna del tramo del
pilote que va a estar expuesto. En cualquier caso, la longitud del pilote deberá determinarse de
tal forma que la carga de diseño estructural pueda ser soportada íntegramente por la longitud del
pilote que quede bajo el nivel esperado de socavación o de cualquier otro factor que reduzca el
soporte lateral del suelo (ie., licuefacción, etc.)
Para grupos de pilotes que no cumplan con estos espaciamientos, el efecto de la interacción entre
pilotes deberá considerarse. Como guía general, la Tabla 2B.301-04 muestra el efecto de la
acción de grupo para pilotes cargados en línea con espaciamiento entre centros menor a 8 veces
su ancho (B).
524
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El comportamiento que en general han tenido los muros cantilever de hormigón armado en un
país de alta sismicidad como es Ecuador, ha sido satisfactorio. Por tal motivo, las disposiciones
que se tratan en la presente sección se refieren a este tipo de muros y a muros gravitacionales. El
empleo de muros anclados, muros de tierra estabilizados mecánicamente (TEM) y muros de
módulos prefabricados deberán contar con bases de diseño aprobadas expresamente por el
MTOP, sin perjuicio de cumplir con las disposiciones establecidas en la Sección 5.
Numerales 5.7, 5.8 y 5.9. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 11).
Los modelos de análisis para Muros de Contención podrán ser reemplazados por otros
publicados en la literatura técnica, siempre y cuando tengan un respaldo teórico válido y cuenten
con la aprobación del MTOP.
Para el caso particular en que el suelo retenido presente un talud quebrado, se modificará
primeramente la geometría del talud, para posteriormente definir la altura, H.
Los muros de contención que retienen laderas con una inclinación, i, se analizarán con la
metodología expuesta en este Capítulo, la cual será aplicable cuando el suelo fallare localmente
en la vecindad del muro. Ello presupone que la estabilidad global de la ladera, especialmente
para una condición sísmica, es adecuada. De lo contrario, se requerirá un análisis diferente que
deberá ser efectuado por un especialista Geotécnico.
525
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
a) Resistencia al Deslizamiento.
Por otra parte, según sea la deformación horizontal normalizada, ∆/Hm, que experimente el muro
en su coronación, el par base c* - φ* definido en la Figura B.301-08 se corregirá para obtener el
par c-φ de diseño a utilizar en las expresiones del empuje. La corrección se efectuará mediante el
coeficiente Cr empleando las relaciones siguientes:
(Ec. 2B.301-24)
(Ec. 2B.301-25)
(Ec. 2B.301-26)
Dónde:
526
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En efecto, si el coeficiente Cr obtenido con la Ecuación 2B.301-24 resulta mayor que 1,0, su
valor para definir la cohesión de diseño, c, toma valores inferiores a 1,0.
Esta disminución depende del tipo de suelo y se torna más relevante a medida que aumente el
desplazamiento horizontal normalizado en la coronación del muro, ∆/Hm. Por lo anterior, si el
muro va a estar sometido a solicitaciones sísmicas, el desplazamiento, ∆, en su coronación debe
incluir, además, los corrimientos horizontales inducidos por dichas solicitaciones sísmicas.
527
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
528
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
529
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para determinar el empuje estático se utilizarán las expresiones establecidas en las Figuras
2B.302-09 y 2B.302-10, las que serán tanto más válidas en tanto se verifique i < φ. Si i > φ
hacer φ = i, lo que implica sobrevalorar el empuje ya que, para que se verifique i > φ, el suelo
debe presentar cohesión, la cual no se incluye en la expresión del coeficiente de empuje estático
Ke. En estricto rigor, si i >φ el empuje estático se debe determinar mediante un análisis de
530
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
estabilidad, empleando métodos tales como Bishop modificado, Janbu, Spencer u otro método
aceptado por la práctica profesional, en los que se incluya la cohesión del suelo.
(Ec. 2B.301-27)
∑
∑
(Ec. 2B.301-28)
Para evaluar los factores de seguridad las fuerzas Te1, Te2 y Ee se tratarán como fuerzas
solicitantes. Así por ejemplo, el efecto de Te1 y Te2 en el cálculo de FSEV se incorporará como
un momento volcante negativo, que se incluye con signo negativo en el denominador, y no como
un momento resistente incluido con signo positivo en el numerador. El efecto del resto de las
fuerzas tales como Wm, Ws, Wq y ωs se tratará como momento volcante resistente. Los
momentos volcantes resistentes y solicitantes se evaluarán con respecto al punto O indicado en
las Figuras 2B.301-09 y 2B.301-10.
FI CS . . RI
(Ec. 2B.301-29)
Dónde:
531
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Independientemente que para determinar los factores de seguridad FSSD y FSSV se utilice un
coeficiente sísmico sobre la base de corrimientos permanentes preestablecidos.
Peso del suelo sobre la zarpa trasera en (tonf/m); y
RI Factor de carga.
532
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
533
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.301-30)
en que σer se expresa en (tonf/m2) si el peso unitario del relleno, γr, se expresa en (tonf/m3), la
sobrecarga, q, en (tonf/m2), la profundidad, z, en (m) y el ángulo de fricción del relleno en (º).
(Ec. 2B.301-31)
Considerando que se trata de muros con desplazamiento nulo, para todo efecto el coeficiente
sísmico de diseño, Cs, corresponderá al valor de A’0.
Habida cuenta que el diseño se efectúa con Cs = A’0, el porcentaje mínimo de área en
compresión, podrá reducirse a la mitad. Por la misma razón, los esfuerzos que se obtengan en los
elementos estructurales del muro corresponden a valores que no requieren ser mayorados.
534
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Figura 2B.301-11 Parámetros generales para el Diseño de un Muro con Anclaje Activo.
En efecto, si el muro pantalla de contención está arriostrado en profundidad por varios niveles de
anclajes, al excavar para pasar de un nivel donde ya se han colocado al inmediatamente inferior,
se generarán desplazamientos en la entibación que conducen hacia una condición de empuje
activa. Sin embargo, las mediciones efectuadas indican que el estado activo pleno en el suelo no
se alcanza, recomendándose en estos casos utilizar el ángulo de fricción corregido Ø y la
cohesión corregida c.
535
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para los casos en que los desplazamientos laterales no afecten estructuras o vías vecinas, se
puede diseñar un muro anclado permanente con un coeficiente sísmico Cs = 0.5 A’0, lo que
puede implicar que durante un evento sísmico de gran intensidad, pueden existir instantes en que
la solicitación estática más sísmica deforme el anclaje, provocando que alcance su punto de
fluencia, generando desplazamientos horizontales permanentes en él, lo cual conduce a una
condición activa en el suelo retenido.
En los muros anclados, construidos de arriba hacia abajo, el empuje estático del suelo puede ser
determinado de acuerdo a lo especificado en la Sección 11. Numerales 11.9.5. y 3.11.5.7.
AASHTO LRFD 2010, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 11).
Otros parámetros como la rigidez del muro, la inclinación de los anclajes y espaciamiento
vertical influyen en el patrón de deformación, el cual es más complejo y no es consistente con el
desarrollo de la teoría de presiones de suelo de Rankine o Coulomb. En los muros anclados en un
suelo competente las presiones laterales del suelo son mayores cerca de la ubicación de los
anclajes y se generan pequeñas presiones en la porción embebida del muro.
a) Suelos no Cohesivos.
El empuje del suelo sobre muros anclados temporales o permanentes construidos en suelos
no cohesivos se puede determinar utilizando la Figura 2B.301-12, para la cual la máxima
ordenada del diagrama de empuje, Pa, se calcula de la siguiente manera:
536
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec. 2B.301-32)
-
(Ec. 2B.301-33)
Dónde:
537
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Reacción a ser resistida por la subrasante (es decir, debajo de la base de excavación)
(Ton/m)
b) Suelos Cohesivos.
La distribución del empuje de diseño en los suelos cohesivos está relacionado con el número de
estabilidad, Ns, el cual se define como:
(Ec. 2B.301-34)
Dónde:
(Ec. 2B.301-35)
Para muros anclados permanentes en suelos cohesivos de rígidos a duros se pueden utilizar las
distribuciones de empuje de diseño, basando Ka en el ángulo de fricción del suelo cohesivo
drenado. En el caso de muros permanentes se deberá utilizar la distribución, permanente o
temporaria, que provoque la máxima fuerza total.
(Ec. 2B.301-36)
Dónde:
√ ( )
(Ec. 2B.301-37)
538
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El valor de d se toma como el espesor de suelo cohesivo blando a medianamente rígido debajo
de la base de la excavación, hasta un valor máximo de Be / √ , siendo Be el ancho de la
excavación.
Figura 2B.301-13 Distribución del Empuje de Diseño del Suelo para Muros Anclados
construidos de arriba hacia abajo en Suelos Cohesivos Blandos a medianamente Rígidos
Las alcantarillas son estructuras enterradas que sirven para regular el nivel de las aguas de
inundación en ambos lados del terraplén de una carretera o para reducir el nivel de inundación de
un lado del terraplén.
Estas estructuras pueden tener diferentes formas geométricas y ser construidas con diferentes
materiales como mampostería, hormigón, acero, etc.
Las alcantarillas en terraplenes están sometidas a las cargas de tráfico que soporta la carretera, a
más de las presiones laterales de tierra y el relleno sobre la losa superior. En ciertos casos la losa
superior puede quedar al nivel de la calzada, en este caso la exposición a las cargas de tráfico es
más directa.
539
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Una alcantarilla puede ser de una o más celdas, dependiendo del diseño hidráulico obligado que
proviene del volumen de agua que debe desalojar.
Las cargas que solicitan a estas estructuras deben ser evaluadas con mucho criterio tomando en
consideración, por ejemplo. Para el coeficiente de empuje lateral de tierras sobre las paredes la
condición estructural de rigidez, por cuanto el empuje activo que se aplica a los muros de
contención puede ser muy deferente que a que debe aplicarse a la alcantarilla por su condición
estática de deformación nula. En los muros de contención es suficiente pequeñas deformaciones
para que sea aplicable a estos elementos la erosión de empuje activo de la tierra.
Las alcantarillas están muy cerca a la condición de reposo, por lo que, por consideraciones
prácticas el coeficiente de presión activo de la tierra puede considerarse aproximadamente, como
algunos autores lo aconsejan, igual a 0.5 para un relleno con un ángulo de fricción interna de
30º.
Para el diseño de la losa superior de las alcantarillas en forma de cajón, las cuales tienen mayores
ventajas que las de otra geometría, hay que considerar un ancho efectivo de diseño, con mayor
razón cuando n existe un relleno superior que hace de amortiguador de las cargas vivas.
Básicamente el ancho efectivo de la losa es la parte que está afectada por la carga de tráfico y
tiende a deformarse por este concepto. Este ancho efectivo alcanza su mayor valor cuando la
carga está en el centro y disminuye conforme la carga se acerca a los apoyos. Por esta razón los
esfuerzos por corte pueden aumentar significativamente hacia las paredes de la alcantarilla.
El efecto vertical y el efecto de frenado de la carga viva sobre la losa superior que proviene de la
carga viva pueden afectar el funcionamiento de la estructura en cajón. En ausencia de una
disposición específica en los códigos en este respecto, el mismo ancho efectivo considerado en
AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 12) puede utilizarse para el análisis de
estos dos efectos concomitantes.
En todo caso en la Sección 3. Numeral 3.8.1.2. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-
SECCIÓN 12), se especifica que estos efectos no serán incluidos en alcantarillas que tengan un
relleno de por los menos 1 m sobre la losa superior.
540
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
A continuación se enuncian tres estados de carga que deberían considerarse en el diseño de estas
estructuras:
Celda vacía de agua. Carga viva y carga de relleno sobre la losa superior.
Celda interior llena de agua. Carga viva y carga de relleno sobre la losa superior.
Cela interior sin agua. Empujes de tierra laterales, carga viva sobre la losa superior, sin
relleno sobre la losa.
En cuanto a los rellenos sobre la losa superior que hace de amortiguador de la carga viva,
AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 12), considera en la Tabla 3.11.6.4-1,
y Tabla 3.11.6.4-2, una altura equivalente de suelo para la carga vehicular.
Se hacen las siguientes observaciones sobre las ventajas de las alcantarillas en forma de cajón:
a) Son más ventajosas para ser construidas en terraplenes que una alcantarilla constituida
por una losa superior y simplemente apoyada sobre muros extremos.
b) Son fáciles de agregar longitud en caso de ensanchamiento de la carretera.
c) Tienen una estructura muy fuerte, rígida y segura.
d) No necesitan ninguna fundación adicional, puede ser fácilmente colocadas sobre una base
suave mediante el aumento de la losa inferior con voladizos laterales, para no sobrepasar
las presiones admisibles del suelo.
e) Se pueden cimentar dentro de un terraplén, en cualquier nivel, mediante la variación del
relleno superior.
f) Pueden tener ejes oblicuos respecto del eje de la vía, según se requiera para el paso de los
flujos de agua.
g) Pueden ser de una o varias celdas, de acuerdo a los requerimientos hidráulicos, y su
comportamiento estructural seguirá siendo fuerte rígido y seguro. El número de celdas
permite la disminución de la altura en terraplenes bajos.
Se comprende como infraestructura de puentes, a todos los elementos estructurales (ie., pilas,
estribos, muros de retención, y cimientos) diseñados para soportar cargas trasmitidas por la
superestructura (ie., cargas muertas, de montaje, vivas, de viento); cargas debido a la corriente, a
los efectos de temperatura y contracción; y cargas laterales debido a presiones de tierra, de agua,
por causas de colisión, y por causas sísmicas. Para estos elementos se recomienda el uso de
hormigones de alta resistencia (f´c > 350 kg/cm2).
2B.301.3.5 (1) Pilas.
541
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Las pilas tipo muro macizo se diseñan como si se tratara de columnas para las fuerzas y
momentos que actúan respecto del eje débil y como si se tratara de pilares para las fuerzas y
solicitaciones que actúan respecto del eje resistente. Estas pilas pueden tener su extremo superior
articulado, empotrado o libre, pero habitualmente están empotradas en la base. Sin embargo,
muchas veces las pilas cortas y robustas se articulan en la base para eliminar los elevados
momentos que se desarrollarían por causa del empotramiento. Anteriormente los diseños más
macizos eran considerados pilas de gravedad.
Las pilas de doble muro consisten en dos muros independientes separados en la dirección del
tráfico para proveer apoyo en el intradós continuo de las secciones de superestructura tipo cajón.
Estos muros son integrales con la superestructura y también se deben diseñar para los momentos
de la superestructura que se desarrollan debido a las sobrecargas y condiciones de montaje.
Las pilas tipo caballete consisten en dos o más columnas de secciones transversales macizas
separadas transversalmente. Estas pilas se diseñan considerando acción de pórtico para las
fuerzas que actúan respecto del eje resistente. En general estas pilas están empotradas en la base
542
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
y no son integrales ni con la superestructura ni con un cabezal en la parte superior. Las columnas
pueden estar soportadas por una zapata ensanchada o una zapata sobre pilotes; también pueden
ser prolongaciones de los pilotes por encima del nivel del terreno.
Las pilas de una sola columna, también conocidas como pilas " T" o pilas "tipo martillo,"
generalmente son soportadas en su base por una zapata ensanchada, una zapata sobre pilotes
perforados o una zapata sobre pilotes hincados, y puede ser integral con la superestructura o bien
proveerle a la estructura un apoyo independiente.
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Su sección transversal, puede tener diferentes formas y la columna puede ser prismática o
acampanada ya sea para formar el cabezal o para mejorar la unión con la sección transversal de
la superestructura. Este tipo de pila permite evitar las complejidades de los apoyos oblicuos si se
construyen de forma que sean integrales con la superestructura, y su apariencia reduce la
masividad que muchas veces presentan otros tipos de estructuras.
e) Pilas Tubulares.
Sección de núcleo hueco que puede ser de acero, hormigón armado u hormigón pretensado. Su
sección transversal le permite soportar las fuerzas y momentos que actúan sobre los elementos.
Debido a su vulnerabilidad frente a las cargas laterales, el espesor de pared de las pilas tubulares
deberá ser suficiente para soportar las fuerzas y momentos para todas las situaciones de carga
que corresponda. Las pilas de con figuración prismática se pueden prefabricar por secciones o
pretensar a una vez que ya están instaladas.
Las pilas tubulares de sección transversal con el núcleo hueco podrán ser de acero, hormigón
armado, prefabricado, o presforzado, cuya sección transversal sea resistente a la acción de las
fuerzas y momentos actuando sobre ella. Debido a la alta vulnerabilidad de este sistema a las
cargas laterales, el espesor de la pared será suficiente para que la pila pueda resistir las fuerzas y
momentos para todas las condiciones de cargas que sean aplicables.
Las pilas deberán ser protegidas contra una posible colisión del tráfico (pasos elevados) y de
embarcaciones o de palizadas y cuerpos flotantes (puentes sobre agua), y contra la socavación.
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Cuando exista la posibilidad de colisión con el tráfico de las autopistas, caso de pasos elevados,
o del tráfico del río, se deberá hacer un análisis completo de riesgo para determinar el grado de
resistencia al impacto que debe ser implementado y/o la disposición de un adecuado sistema de
protección.
Respecto a la socavación, ésta deberá ser determinada, tanto local como general, y el diseño de la
pila será desarrollado para mitigar la falla debido a esta condición. En las corrientes que lleven
cuerpos flotantes la arista del parte-aguas se diseñará para resistir los efectos de los choques. En
estas condiciones, se puede extender la vida útil de la pila colocando defensas.
En general, el diseño de las pilas estará sujeto a las disposiciones contenidas en la Sección 7,
parte B o, alternativamente parte C. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN
11).
El diseño de las pilas de hormigón armado seguirá los lineamientos contenidos en la Sección 8.
AASHTO Standard HB-17, . (AASHTO LRFD-SECCIÓN 11)
El diseño de las pilas de acero seguirá los lineamientos de la Sección 10. AASHTO Standard
HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 11).
Los estribos se diseñarán para resistir el empuje de tierra, el peso propio del estribo mismo y de
la superestructura, la carga viva sobre la superestructura o relleno de acceso, fuerzas de viento y
fuerzas longitudinales. Cuando los apoyos son fijos y fuerzas longitudinales debido a la
resistencia a la fricción o cortante de los apoyos, el diseño será realizado para la combinación de
esas fuerzas que generarán la condición de carga más desfavorable.
Se diseñarán para resistir las presiones dadas por la teoría de Coulomb y otras consideraciones
contenidas en la Sección 3, Numeral 3.20. AASHTO Standard HB-17. Los coeficientes de
empuje activo y pasivo se determinarán de acuerdo a la Sección 5. Parte B, Numeral 5.5.
AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 3).
Por efecto de la carga vehicular, la presión de la tierra se incrementará con una carga equivalente
a un relleno no menor a los 0.60 m. Esta sobrecarga viva no será necesaria si se proyecta colocar
una losa de acceso de hormigón armado debidamente diseñada que se ubicará apoyada en los
extremo del puente.
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Se tomará en cuenta las fuerzas de inercia del estribo. Se incluirán también las cargas sísmicas
que la superestructura transfiera a través de los de apoyo, excepto cuando aquellos se comporten
como aisladores sísmicos.
Las dimensiones y la geometría de la estructura del estribo serán tales que proporcionen una
estabilidad adecuada contra los posibles modos de falla: deslizamiento, volcamiento y capacidad
portante del suelo, de acuerdo a los requisitos geotécnicos y con los factores de seguridad
normativos según sea el caso.
El diseño estructural de cada uno de los elementos del estribo se hará de acuerdo al método de
resistencia última para hormigón armado, contenido en contenidas en la Sección 7, parte B o,
alternativamente parte C. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 10)
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Norma para Diseño Vial
La parte posterior o talón de la losa y la losa misma de cimentación se diseñará para resistir todas
las cargas superpuestas, siempre de acuerdo a lo estipulado en AASHTO Standard HB-17,
(AASHTO LRFD-SECCIÓN 10).
Los elementos verticales de los estribos se diseñarán como voladizos empotrados en la base.
Serán diseñados para la combinación de carga axial (incluidos el peso propio del muro y la
fricción debida al relleno posterior actuando sobre el muro) y el momento debido a las cargas
verticales excéntricas, sobrecargas, empuje de tierra de agua y empuje sísmico.
Para prevenir las grietas causadas por los cambios de temperatura y contracciones, se colocará un
refuerzo mínimo horizontal con varillas horizontales de 2.65 cm²/ml, cerca de las superficies
expuestas, que no lleven algún otro tipo de refuerzo.
De ser necesario se colocará acero de refuerzo a tensión en el fondo de la losa del talón, con el
fin de resistir los esfuerzos de carga muerta del muro y otras cargas aplicadas previo a la
colocación del relleno.
El refuerzo del muro se prolongará más allá del punto donde los cálculos indiquen que no se
necesita refuerzo, en una distancia mínima igual a la profundidad efectiva de la sección o 15
veces el diámetro de las varillas, la que sea mayor, pero no menos de 30 cm.
El material de relleno detrás del estribo deberá drenar libremente el agua, por medio de drenes de
tubos colocados en el muro vertical a intervalos convenientes en longitud y altura. Los drenes no
permitirán la salida de material que no deberá ser expansivo, ni arcilloso, ni sedimentario.
Los estribos llevarán muros de ala a los costados como elementos de protección contra la erosión
y la socavación. Estos muros pueden ser independientes o monolíticos con el estribo. Los muros
de ala tendrán la longitud suficiente para contener el material de relleno, e igualmente, deberá
contar con drenes que no permitan la salida del material de relleno.
El Consultor deberá analizar y resolver sobre el tipo de unión a implementar entre el estribo y los
muros de ala. Si la decisión es por el uso de una junta vertical no monolítica, el Consultor deberá
garantizar que por estas juntas no saldrán ni el agua, ni el material de relleno; y para lo cual,
deberá considerar el uso de algún material flexible tipo membrana que permita cumplir con los
requerimientos de diseño. Si la decisión es por el uso de un nudo rígido monolítico, el
comportamiento de esta unión deberá estar contemplado tanto en el análisis como en el diseño de
estos elementos.
547
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Norma para Diseño Vial
Los muros de ala deberán ser orientados adecuadamente de tal manera que cumplan con la
función para la cual son construidos. Una orientación inadecuada los haría fácilmente
vulnerables a fallas por acción de la corriente.
En general, el diseño de los estribos estará sujeto a las disposiciones contenidas en la Sección 7,
parte B o, alternativamente parte C. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN
10).
El diseño de los estribos de hormigón armado seguirá los lineamientos contenidos en la Sección
8. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 10).
2B.301.3.6 Superestructura.
La superestructura comprende todos los elementos estructurales superiores, losa, vigas y otros
que están soportados por partes de la infraestructura sean estas últimas cabezales, pilas o
estribos. Dentro de la superestructura se encuentran también los elementos complementarios
tales como bordillos, aceras (en zonas urbanas), espaldones de puentes, barandas, etc. A la
superestructura se la define también como el tablero del puente.
Existe una gran variedad de tipos de superestructura, dependiendo del material, proceso de
fabricación y sistema estructural, siendo las más importantes las que corresponden a elementos
de hormigón y de acero. La elección del tipo de superestructura estará sujeta a los requisitos
técnicos provenientes de los estudios hidrológicos & hidráulicos, y sobre todo a los aspectos
económicos y de estabilidad de la obra.
Dentro de los tipos de superestructura de hormigón se mencionarán dos tipos principales que
obedecen al proceso constructivo:
Corresponden a elementos de hormigón armado colado en sitio, soportados sobre las pilas y los
estribos, y cuya unión podrá darse a través de apoyos simples, dispositivos especiales, o de
elementos unidos monolíticamente. Los tipos más usuales son los siguientes:
Tableros de losas llenas o alivianadas, cuyos tramos podrán ser simples o continuos. El espesor
de la losa es constante. La Figura 2B.301-19 presenta un ejemplo típico de la sección transversal
y comentarios.
Tableros de losa sobre vigas de hormigón armado, rigidizados por diafragmas en los extremos.
Por lo general se diseñan en tramos simples de construcción monolítica. El espesor de la losa y la
altura de las vigas son constantes.
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Vigas Cajón, o vigas huecas, conformado por dos o más vigas (nervios), una placa superior
(placa de piso), una placa inferior (placa de fondo). Los tramos podrán ser simples o continuos,
y la altura de la viga podrá ser constante o variar longitudinalmente. (Ver Figura 2B.301-20)
En algunos casos las técnicas tradicionales de hormigón fundido en sitio se pueden combinar con
técnicas de postensado.
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Norma para Diseño Vial
Figura 2B.301-20 Tablero Simple o Continuo con Vigas Cajón. Hormigón Postensado-
Fundido en Sitio.
b) Hormigón prefabricado.
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Norma para Diseño Vial
La fuerza de tensión se la aplicará a los cables con gatos hidráulicos, luego se fundirá el
hormigón y cuando este alcance cierta resistencia los cables serán destensados y la fuerza se
transferirá al hormigón por adherencia entre cables y hormigón. La ventaja de este sistema está
en la rapidez y el excelente control durante la elaboración.
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La técnica del postensado consiste en aplicar la fuerza de presforzado después del vaciado del
hormigón a través de un grupo de cables o torones dispuestos en toda su longitud dentro de
ductos corrugados y empotrados en sus extremos por medio de anclajes especiales. Una vez que
el hormigón adquiere cierta resistencia, la fuerza de tensión, por medio de gatos hidráulicos, se
aplica a los cables y éstos paulatinamente la transfieren al hormigón. Posteriormente, se cuela un
mortero de fluidez elevada (grout) en el interior de los ductos para reducir la probabilidad de
deslizamiento de los cables, y con ello las pérdidas de presfuerzo y para garantizar la durabilidad
de los cables y de su adherencia con el elemento.
Por lo general, se los diseñará para trabajar simplemente apoyados con espesores
constantes de losa y de vigas; y donde la losa no solamente trabajará para distribuir las
cargas verticales a las vigas, sino que además trabajará como un diafragma horizontal de
unión. La Figura 2B.301-21 presenta un esquema de una sección transversal típica.
Vigas-T o Vigas-I prefabricadas, por lo general son tramos simples, donde se deberá
disponer de una losa superior de espesor mínimo que trabajará como un diafragma de
unión y servirá para limitar los desplazamientos diferenciales de las vigas.
Los tipos de superestructura de acero estructural consisten, por lo general, en tableros de losa de
hormigón armado, fundido en sitio, sobre vigas de acero de secciones establecidas que a su vez
descansan sobre los elementos de la infraestructura. Existen además variantes en donde las vigas
de acero descansan sobre grandes armaduras de acero tipo cercha o arcos de acero, así mismo
otros sistemas son los de losa sobre vigas cajón de acero en construcción compuesta y Vigas-
cajón con placas ortotrópicas.
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Norma para Diseño Vial
El sistema más empleado es una losa de hormigón armado sobre vigas de acero estructural a
manera de una construcción compuesta. Los tramos pueden ser simples o continuos, y la altura
de las vigas puede ser constante o variable. Por lo general se utilizan apoyos simples, pero
pueden utilizarse también apoyos especiales.
Las secciones de las vigas podrán ser de perfiles normalizados laminados en caliente de ala
ancha o vigas construidas de placas de acero con alma llena o celosía. Las vigas serán
debidamente arriostradas por medio de diafragmas o celosías de acero. La Figura 2B.301-22
presenta un esquema de esta solución.
Las ventajas principales que ofrecen los elementos de acero radican especialmente en el poco
peso de las estructuras y la diversidad de formas que se pueden conseguir; por esto son ideales
para puentes curvos. Su ejecución es rápida y se podrá optimizar los procesos de diseño y
construcción para conseguir ahorro de materiales.
Sus desventajas consisten en el mantenimiento que se necesitará en todos sus elementos así
como también el alto grado de detalle y control durante la construcción en sus conexiones y
uniones, sean éstas soldadas, remachadas o empernadas.
En general, se estima que los puentes sobre vigas metálicas podrán abarcar luces de hasta 75 m,
mientras que aquellos en celosía o cerchas podrán sobrepasar luces de 100 m; y los puentes en
arco hasta los 200 m, para cubrir grandes luces es competitivo a partir de los 250 m de luz.
A manera de guía, se incluye la Figura 2B.301-23 (adaptada de Varela & Aguiar, 1998) donde se
muestra en forma esquemática la variación de los costos de puentes con respecto a la longitud de
los tramos por tipo de superestructura. De la gráfica se podrá intuir un rango de selección.
553
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Norma para Diseño Vial
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Norma para Diseño Vial
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Las especificaciones de esta sección son propuestas para el diseño de elementos de hormigón
armado (no presforzado) para estructuras de puentes.
A continuación se tratarán sobre los siguientes temas:
Hormigón,
Acero de refuerzo,
Análisis,
Expansión y contracción,
Rigidez,
Módulo de elasticidad y relación de Poisson,
Longitud de tramos,
Control de deflexiones,
Vigas,
Cálculo de deflexiones,
Diafragmas, y
Metodología de diseño.
La resistencia a la compresión simple del hormigón f’c, de cada parte de la estructura, deberá
aparecer en todos los planos de detalles. Los requisitos para f’c serán comprobados a través de
pruebas de cilindros de acuerdo a las especificaciones técnicas.
La resistencia a la fluencia del acero de refuerzo Fy, deberá aparecer en todos los planos de
detalles. Las varillas de refuerzo que necesiten ser soldadas, deberán ser indicadas claramente en
los planos con su respectivo tipo y proceso de soldadura a utilizarse, si la circunstancia así lo
requiere se utilizarán conectores. No deberán utilizarse, en el diseño, varillas de refuerzo con una
resistencia a la fluencia Fy que exceda de 413,685 MPa.
Todos los miembros continuos y estructuras de marcos rígidos, deberán ser diseñados para los
máximos efectos de las cargas especificadas.
Provisiones por los cambios de temperatura deberán ser hechos en tramos simples cuando
excedan los 12 metros.
En puentes continuos, el diseño proveerá para esfuerzo térmico o para el acomodamiento del
movimiento térmico con rodillos, placas de deslizamiento, apoyos elastoméricos u otros medios.
556
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Norma para Diseño Vial
El coeficiente de expansión y contracción térmica para hormigones de peso normal podrá ser
tomado como 0.000011 por ºC; mientras que el coeficiente de retracción para hormigones de
peso normal podrá tomarse como 0,0002. Los coeficientes térmicos y de retracción para
hormigones de peso ligero deberán ser determinados por el tipo de agregado ligero utilizado.
Cualquier suposición razonable podrá ser adoptada para calcular la rigidez relativa flexionante y
torsional de los miembros continuos. Las suposiciones hechas serán coherentes en todo el
análisis. Al determinarse los momentos y diseñar los elementos deberán considerarse el efecto
de acartelamiento.
El modulo de elasticidad, Ec, para hormigones podrá ser tomado como Wc1.5. para valores de Wc
entre 1.440 y 2.480 kg/m3. Para hormigones de peso normal (Wc= 2.320 kg/ m3., Ec podrá ser
considerado como 4.729,77√f´c.
El modulo de elasticidad, Es, para acero de refuerzo no presforzado podrá ser tomado como
199.948 MPa; mientras que la relación de Poisson´s podrá ser asumida como 0,2.
Las longitudes de los tramos de miembros que no son construidos íntegramente con sus soportes
serán considerados el tramo libre más la altura del miembro pero no necesita exceder la distancia
entre los centros de apoyos. En el análisis de elementos continuos y marcos rígidos, las
distancias de los centros geométricos de los miembros serán usadas en la determinación de los
momentos. Los momentos en la cara de los apoyos podrán ser usados para el diseño de
miembros.
Cuando se fabriquen uniones a 45 grados o más con el eje de un miembro continuo o una
restricción será construida monolíticamente con el miembro y el apoyo. La cara del apoyo podrá
ser considerada en una sección donde el espesor del miembro y la unión sea al menos una y
media veces el espesor del miembro.
Los miembros flexionantes de una estructura de puente serán diseñados para tener una adecuada
rigidez para deflexiones límites o cualquier deformación que pueda alterar adversamente los
esfuerzos o la servicialidad de la estructura bajo cargas de servicio más impacto.
Los espesores mínimos estipulados en la Tabla 8.9.20. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO
LRFD-SECCIÓN 5) son recomendados a menos que el cálculo de las deflexiones indicadas sea
menor que el espesor a ser usado sin causar efectos adversos.
Cuando se realizan los cálculos para deflexión, son recomendados los siguientes criterios:
557
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los miembros que tienen tramos simples o continuos preferiblemente deberán ser
diseñados de tal manera que la deflexión debida a cargas vivas de servicio más impacto
que no exceda 1/800 del tramo, excepto en puentes en áreas urbanas usados en parte por
peatones en el cual la relación preferiblemente no excederá 1/1000.
Las deflexiones de voladizos debidas a cargas vivas de servicio más impacto
preferiblemente serán limitadas a 1/300 de voladizos excepto para los casos que incluyan
uso peatonal, donde la relación preferiblemente deberá ser 1/375.
El ancho total efectivo de la losa usada como ala de las vigas-T no excederá ¼ de la longitud del
tramo de la viga. El ancho efectivo del ala en cada lado del alma no excederá 6 veces el espesor
de la losa ó la mitad de la distancia libre a la siguiente alma.
Para vigas que tienen losas en un solo lado, el ancho efectivo del ala no excederá 1/12 de la
longitud del tramo de viga, 6 veces el espesor de la losa, ó la mitad de la distancia libre a la
siguiente alma.
Vigas-T aisladas, en las que solamente se utilice la forma T para proveer con el ala un área de
compresión adicional, el ala tendrá un espesor no menor que la mitad del ancho del alma de la
viga y un ancho efectivo no mayor que cuatro veces el ancho del alma de la viga.
Para el refuerzo transversal total el ancho efectivo del ala a cada lado del refuerzo transversal del
alma no excederá 6 veces el menor espesor de losa, o 1/10 de la longitud del tramo del refuerzo
transversal. Para el refuerzo transversal de voladizos, la longitud del tramo podrá ser tomado
como 2 veces la longitud del tramo del voladizo. Sección 8. Numeral 8.10. AASHTO Standard
HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 5).
El espesor de las losas de piso será diseñado en concordancia con la Sección 3. Numeral
3.24.3.AASHTO Standard HB-17, pero no será menor que el especificado en la Sección 8.
Numeral 8.11. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 4).
El espesor de la losa inferior de una viga cajón no será menor que 1/16 de la luz libre entre almas
de vigas o 140 mm, excepto que el espesor necesario no será más grande que el espesor de la
losa superior a menos que se requiera por diseño.
Cuando se requiera por diseño, cambios en el espesor del alma de las vigas será reducido para
una distancia mínima de 12 veces la diferencia en el espesor del alma.
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Norma para Diseño Vial
Diafragmas verticales deberán ser utilizados en los extremos de los tramos de vigas T y vigas
cajón a menos que otros recursos sean provistos para resistir las fuerzas laterales y mantener la
sección geométrica del tablero.
Diafragmas verticales intermedios suelen especificarse, aunque se establece que podrán ser
omitidos donde pruebas o análisis estructurales demuestren que existe una adecuada distribución
y resistencia sin su inclusión.
Vigas cajón rectas y curvas de puentes con un radio interior de 244 m o más grandes no
requieren diafragma intermedio. Para vigas cajón curvas que tienen un diámetro interior menor
que 244 m, diafragmas intermedios son requeridos a menos que de otro modo se demuestre por
prueba o análisis estructural. Para tal viga cajón curva, un máximo espaciamiento de diafragma
de 12 m es recomendado para resistir la 5.13.).
El cálculo de las deflexiones estará basado en las propiedades de la sección transversal del total
de la superestructura excluyendo barandas, bordillos, aceras, o cualquier elemento no colado
monolíticamente con la superestructura fácilmente removible.
Las deflexiones por carga viva podrán basarse sobre la suposición que los miembros flexionantes
de la superestructura actúan juntos y tienen igual deflexión. La carga viva consistirá de todas las
líneas de tráfico totalmente cargada, con reducción en la intensidad de carga permitida. La carga
viva será considerada uniformemente distribuida para todos los miembros flexionantes
longitudinales.
Cuando se calculen las deflexiones, aquellas que ocurran inmediatamente por la aplicación de la
carga se deberán calcular mediante los métodos o fórmulas usuales para las deflexiones elásticas.
A menos que los valores de rigidez se obtengan por medio de un análisis más completo, la
deflexión inmediata se deberá calcular tomando el módulo de elasticidad del hormigón, Ec y
tomar tomando el momento de inercia total, Ig, o el momento de inercia efectivo, Ie, calculado a
través de las (Ec. 8-1 y 8-2) Sección 8. Numeral 8.13. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO
LRFD-SECCIÓN 5).
Para elementos continuos, el momento de inercia efectivo se podrá tomar como el promedio de
valores obtenidos de la (Ec. 8-1) para las secciones críticas de momento positivo y negativo. Para
miembros prismáticos, el momento de inercia efectivo se podrá tomar como el valor obtenido
por la ecuación mencionada a la mitad del claro para tramos simples y continuos, y en el punto
de apoyo para voladizos.
A menos que los valores se obtengan por un análisis más completo, las deflexiones a largo plazo
tanto para elementos sometidos a flexión de hormigones de peso normal y ligero será la
deflexión inmediata causada por la carga sostenida considerada multiplicada por uno de factores:
559
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Donde la deflexión inmediata ha sido basada en Ig, el factor de multiplicación para deflexiones
de largo plazo será tomado como 4. Donde la deflexión inmediata ha sido calculada en base aIe,
el factor de multiplicación para deflexión de largo plazo será tomado como:
(Ec. 2B.301-38)
El diseño de miembros de hormigón armado será hecho por cualquiera de los dos métodos con
referencia a los factores de carga y esfuerzo como en el diseño por resistencia última o,
alternativamente con referencia a las cargas de servicio o esfuerzos permisibles como en el
diseño por cargas de servicio.
Los miembros en construcción compuesta completos o partes de ellos podrán ser utilizados para
resistir el cortante y el momento. Los elementos individuales serán investigados para todos los
estados críticos de carga y serán diseñados para soportar todas las cargas introducidas desde el
inicio hasta el desarrollo total de la resistencia de diseño del miembro. El refuerzo será provisto
tal como sea necesario para prevenir la separación de los elementos individuales.
Cuando un miembro completo es asumido para resistir el corte vertical, el diseño estará de
acuerdo con los requerimientos de las secciones de AASHTO Standard HB-17, para un miembro
colado monolíticamente de la misma forma de sección transversal
El refuerzo por cortante será anclado totalmente dentro de los elementos interconectados de
acuerdo con la Sección 8. Numeral 8.27. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-
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Norma para Diseño Vial
SECCIÓN 5) El acero de refuerzo por cortante, anclado y prolongado podrá ser en forma de
anillos para tomar el cortante horizontal.
Todos los aspectos del diseño de elementos de hormigón armado estarán de acuerdo a AASHTO
LRFD, CAPITULO 5, para los métodos de cargas de servicio y factores de carga
respectivamente.
Los detalles del acero de refuerzo a colocarse en los miembros de hormigón armado estarán de
acuerdo con los siguientes numerales de la Sección 8. AASHTO Standard HB-17: Elementos a
flexión, 8.17. Elementos a compresión, 8.18. Refuerzo a constante, 8.19. Refuerzo para
contracción y temperatura, 8.20. Espaciamiento del refuerzo, 8.21. Recubrimientos, 8.22.
Ganchos y Dobleces, 8.23Desarrollo del refuerzo a flexión, 8.24, 8.25, 8.26, 8.27, 8.28, 8.29,
8.30, 8.31 y 8.32. (AASHTO LRFD-SECCIÓN 5)
Las especificaciones de esta sección son propuestas para el diseño de miembros de hormigón
presforzado para puentes.
La resistencia a la compresión especificada, f´c, del hormigón para cada parte de la estructura
deberá ser indicada en los planos.
Los requerimientos para f´c deberán ser basados en ensayos de cilindros según la Sección 7.
Estructuras de Hormigón. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 5).
Alambres, torones o varillas deberán estar conforme a una de las siguientes especificaciones:
561
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los miembros serán dimensionados para una adecuada resistencia usando estas especificaciones
como guías mínimas. Las vigas continuas y otras estructuras estáticamente indeterminadas serán
diseñadas para tener una resistencia adecuada y un comportamiento satisfactorio.
El comportamiento será determinado por el análisis elástico tomando en cuenta las reacciones,
momentos, cortantes, fuerzas axiales producidas por el presforzado, el efecto de temperatura,
fluencia, retracción, deformación axial, restricciones de elementos estructurales unidos, y
asentamiento de la cimentación.
En todos los puentes, se deberá considerar en el diseño la resistencia a los esfuerzos térmicos
inducidos, o se proveerán medios necesarios para controlar el movimiento causado por los
cambios de temperatura.
Los movimientos que no han sido previstos, incluyendo el acortamiento durante el presforzado,
serán controlados por medio de columnas articuladas, mecedoras, placas de deslizamiento,
placas elastoméricas u otros dispositivos.
Las longitudes efectivas del tramo de vigas simplemente apoyadas no excederán la longitud del
claro libre más la altura de la viga.
La longitud de tramo de losas de piso, continuas o restringidas, y vigas será la distancia libre
entre la cara de los soportes.
Cuando existan cartelas con ángulos de 45º o más con el eje de la losa continua o restringida, y
sean construidas monolíticamente con la losa y soportes; el tramo será medido desde la sección
donde el espesor combinado de la losa y el filo es al menos una y media veces el espesor de la
losa. El momento máximo negativo será considerado actuando en los extremos del tramo, tal
como se definió anteriormente. Ninguna porción de la cartela será considerada como parte del
espesor efectivo.
Los efectos de momentos secundarios debido al presfuerzo serán incluidos en los cálculos de los
esfuerzos cuando actúan las cargas. En los cálculos por resistencia última, los momentos
secundarios y cortantes inducidos por el presfuerzo serán agregados algebraicamente a los
momentos y cortantes debido a cargas muertas y vivas factorizadas.
Cuando la continuidad estructural es asumida en los cálculos de cargas vivas más impacto y
momentos por cargas muertas compuestas.
562
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Las provisiones serán hechas en el diseño para los momentos positivos que podrán desarrollar en
la región de momento negativo debido al efecto combinado de fluencia y retracción en las vigas
y losas de piso y debido al efecto de carga viva más el impacto en tramos apartados. Retracción y
acortamiento elástico del estribo será considerado cuando sea significativo.
Los refuerzos de momento negativo serán proporcionados por diseño por resistencia con factores
de carga en concordancia con la Sección 9. Numeral 9.14. AASHTO Standard HB-17,
(AASHTO LRFD-SECCIÓN 5).
El momento negativo resistente último, será calculado usando la resistencia a la compresión del
hormigón de la viga sin tomar en cuenta la resistencia de hormigón del diafragma
Análisis elásticos y teoría de vigas podrán ser usados en el diseño de vigas cajón segmentadas en
estructuras.
En el análisis de puentes con vigas cajón segmentadas precoladas, ninguna tensión será
permitida a través de cualquier junta entre segmentos durante cualquier estado de izado o de
cargas de servicio.
El diseño transversal de vigas cajón segmentadas por flexión considerará los segmentos como
marcos de cajón rígidos. Las losas superiores serán analizadas como secciones con espesores
considerando los filos entre las losas superiores y las almas. Las cargas por rueda estarán
localizadas para proveer los momentos máximos, y análisis elásticos serán usados para
determinar la distribución longitudinal efectiva de las cargas por rueda para cada localización de
carga. El presfuerzo transversal de losas superiores es generalmente recomendado.
563
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Norma para Diseño Vial
Para construcciones compuestas preesforzadas donde losas o patines son asumidas para actuar
integralmente con la viga, el ancho del ala efectivo se conformará a la provisión para patines de
vigas T.
Para el diseño pretensado monolítico de vigas aisladas el ancho del ala no excederá 15 veces el
ancho del alma y será adecuado para todas las cargas de diseño.
Para vigas cajón coladas en sitio con tramos de losas normales y espaciamiento normales de
vigas, donde las losas son consideradas una parte integral de la viga, el ancho total de la losa
deberá ser asumido para ser efectivo en compresión.
Para vigas cajón de inusuales proporciones incluyendo las vigas cajón segmentadas, métodos de
análisis que consideren el retroceso del cortante será usado para determinar los esfuerzos en la
sección transversal debido a flexiones longitudinales.
Filos adecuados serán provistos en las intersecciones de todas las superficies dentro de la celda
de una viga cajón, excepto en la unión del alma y del ala inferior donde no son requeridas.
Para hormigón presforzado compuesto donde losas o patines son asumidos para actuar
integralmente con vigas precoladas el ancho efectivo del alma de la viga precolada será el menor
de (1) seis veces el máximo espesor del ala (excluyendo los filetes) sobre cada lado del alma más
el alma y los filetes, y (2) El ancho total del ala superior
El ancho del ala efectivo de una sección compuesta será el menor de (1) ¼ de la longitud del
tramo de la viga, (2) seis (6) veces el espesor de la losa en cada lado del ancho efectivo del alma
así determinado en el art. por el art. 9.8.3.1 más el ancho efectivo del alma, y (3) ½ la distancia
del claro en cada lado del ancho efectivo del alma más el ancho efectivo del alma.
El espesor mínimo del ala superior será 1/30 de la distancia del claro entre los bordes o almas
pero no menor que 15 cm., excepto que el espesor podrá ser reducido para elementos pretensados
precolados producidos en fabrica a 14 cm.
El espesor mínimo del ala inferior será 1/30 de la distancia del claro entre los bordes o almas
pero no menor que 14 cm., excepto que el espesor podrá ser reducido para elementos pretensados
precolados producidos en fabrica a 13 cm.
564
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El espesor del alma de la viga se adelgazará para una distancia mínima de 12 veces la diferencia
en el espesor del alma.
Los diafragmas verticales serán provistos de acuerdo con la Sección 9. Numeral 9.10.2 y 9.10.3.
AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 5) excepto que el diafragma podrá ser
omitido donde ensayos o análisis estructurales demuestren una adecuada resistencia.
Los diafragmas u otros medios serán usados en los extremos de tramos para resistir los bordes
libres de la losa (diafragma horizontal) y para transmitir fuerzas laterales a la infraestructura.
Diafragmas verticales intermedios pudieran ser requeridos.
Para vigas cajón extendidas, diafragmas verticales serán colocados dentro del cajón y entre los
cajones en extremos del tramo y en los puntos de máximo momento para tramos mayores de 24
m.
Para puentes con vigas cajón prefabricadas múltiples, los diafragmas verticales son requeridos
solo si se necesita para los apoyos de extremos de losas o para contener o resistir los anillos de
tensión transversales.
Para vigas cajón fundidas en el sitio, diafragmas verticales u otros medios serán usados en los
extremos de los tramos para resistir las fuerzas laterales y mantener la geometría de la sección
Los diafragmas verticales intermedios no son requeridos en puentes con radio de curvatura
interior mayores a los 240 m.
Para vigas cajón segmentadas, diafragmas verticales serán colocados dentro del cajón en los
extremos del tramo. Los diafragmas intermedios no son requeridos en puentes con radio interior
de curvatura mayor a los 240 m.
Para todos los tipos de cajones presforzados en puentes con un radio de curvatura interior menor
que 240 m, diafragmas verticales intermedios pudieran requerirse y el espaciamiento y la
resistencia de éstos será dada con consideraciones especiales en el diseño de la estructura.
Los cálculos de deflexiones considerarán carga muerta, carga viva, presforzado, cargas por izado
fluencia y retracción del hormigón, y relajación del acero.
Las deflexiones serán calculadas previo al colado de segmentos y serán basadas anticipadamente
al plan de colado e izado. Las deflexiones calculadas serán usadas como guías que se
compararán con las mediciones de las deflexiones actuales.
565
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
a) Los miembros que tienen tramos simples o continuos. Serán preferiblemente diseñados
para que la deflexión debida a carga viva de servicio más impacto no exceda 1/800 del
tramo, excepto en puentes para áreas urbanas usados en parte por peatones en los cuales
la relación no deberá exceder 1/1000.
b) Las deflexiones del volado. Debido a cargas vivas de servicio más impacto
preferiblemente serán limitadas a 1/300 del voladizo excepto para los casos que se
incluya uso peatonal, donde la relación preferiblemente será 1/375.
Los paneles de piso prefabricados y presforzados usados como formas permanentes colocadas
entre las vigas longitudinales podrán ser diseñados conjuntamente con la porción fundida en sitio
de la losa para soportar cargas muertas adicionales y cargas vivas.
Los paneles serán analizados asumiendo el peso propio de los soportes, cualquier carga de
construcción, y el peso del hormigón fundido en sitio, y serán analizados asumiendo la acción
compuesta con hormigón fundido en sitio para soportar los momentos debido a cargas muertas
adicionales y cargas vivas.
Los miembros deberán cumplir los requisitos de resistencia especificados en este apartado.
El diseño será hecho por resistencia (Diseño con Factores de Carga) y por el comportamiento
bajo condiciones de servicio (Diseño por esfuerzos admisibles) para todas las condiciones de
carga que puedan ser críticas durante la vida de la estructura desde el momento en que se aplica
el presfuerzo.
566
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Cuando un miembro completo vaya a resistir la fuerza cortante vertical, el diseño será acorde
con los requerimientos de AASHTO Standard HB-17. El diseño deberá asegurar transferencia
completa de fuerzas cortantes horizontales en las superficies de contacto de elementos
interconectados. El diseño para resistir la cortante horizontal se hará en concordancia con los
requerimientos de la Sección 9. Numeral 9.20.4. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-
SECCIÓN 7).
En estructuras con una losa de hormigón fundido en sitio sobre vigas precoladas, la retracción
diferencial tiende a provocar esfuerzos de tracción en la losa y en la parte inferior de las vigas.
Debido a que la retracción por tensión se produce en un intervalo largo de tiempo, el efecto en
las vigas es reducido por la fluencia del hormigón. La retracción diferencial podrá influir en la
carga de agrietamiento y en el perfil deformado de la viga. Cuando estos factores son
significativos, el efecto de la retracción diferencial deberá ser incluido entre los efectos de las
cargas.
Los mecanismos de apoyo para estructuras de hormigón presforzado serán diseñados de acuerdo
con la Sección 6. Numeral 6.14. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 7).
Las especificaciones dadas en esta sección son aplicables al diseño de elementos de acero
estructural para puentes.
Estará conforme a los materiales indicados en la Tabla 10.2 A. Sección 10. Numeral 10.2.
AASHTO HB-17.
567
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para todos los grados de acero estructural se tomará como 29.000.000 psi (200.000 MPa) y el
coeficiente de expansión será 0.0000011 por ºC.
Serán considerados de acuerdo a la Tabla 10.2 B. Sección 10. Numeral 10.2. AASHTO HB-17.
.
2B.301.3.9 (4) Sujetadores (remaches y pernos).
Los sujetadores podrán ser pernos de aceros al carbón A 307; remaches de acero A 502, grado 1
o grado 2; o pernos de alta resistencia A 325 o A409.
Respecto a la soldadura, se aplicarán los requisitos de las normas ANSI AASHTO, AWS para
soldadura de puentes.
Se deberán considerar aspectos importantes tales como los ciclos de carga, la resistencia
“Charpy” a la rotura por impacto en las ranuras en “V” y el cortante debido al paso de un solo
camión.
Para efectos de cálculo y diseño, se tomará como longitud del tramo, la distancia entre centro de
apoyos o de otros puntos de soportes.
Vigas: 1/25.
Vigas compuestas (incluye losa): 1/25.
Vigas Compuestas (sola) : 1/30.
Armaduras : 1/10.
Para tramos continuos se deberá considerar como longitud del tramo a la distancia entre los
puntos de inflexión por carga muerta. Estos requisitos para vigas de puentes podrán ampliarse a
juicio del Consultor.
568
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para este caso se entiende por “deflexión” al valor calculado de acuerdo a las suposiciones de
carga cuando se calcula el esfuerzo en determinado miembro.
a) Tramos simples o continuos. La deflexión por carga viva más impacto será limitada a
1/800 de la longitud del tramo, para puentes en áreas urbanas que son utilizados por
peatones la deflexión deberá limitarse a 1/1000.
b) Tramos de vigas en voladizo. La deflexión por carga viva más impacto será limitada a
1/300, si se considera para peatones será 1/375 de la longitud del tramo en voladizo.
Para miembros a compresión, kl/r ≤ 1 0, para miembros principales, 140 para miembros
secundarios. El radio de giro (r) y el área efectiva se calcularán para la sección transversal con
mayor número de agujeros (cubre placas perforadas).
Los elementos de aceros expuestos a ambientes corrosivos tendrán un espesor mayor o estar
debidamente protegidos.
Los espesores mínimos, en general, están contenidos en la Sección 10. Numeral 10.8. AASHTO
Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 6).
2B.301.3.9 (11) Área efectiva de los ángulos y secciones “T” sujetas a la tensión.
El área efectiva de elementos sujetos a tensión, formado por un solo ángulo o por una sección
“T”, y la de cada ángulo de un elemento doble a tensión, donde los ángulos están conectados
espalda con espalda sobre el mismo lado de la placa del nudo, se tomará como área efectiva el
área neta del ala o ala conectado más la mitad del área del ala que sobresale.
569
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Cuando se conecta un miembro a tensión, con sección “T” o formado por dos ángulos espalda
con espalda a caras opuestas de la placa del nudo, el área efectiva será el área neta total de la
SECCIÓN
Cuando los ángulos están conectados a placas de nudos separados, como en armaduras con alma
doble, y los ángulos están conectados entre sí mediante placas de unión localizadas lo más cerca
posible a las placas de nudo, se considerará como área efectiva al área neta total de los dos
ángulos. Caso contrario se tomará solo el 80% del área neta como área efectiva.
Los requerimientos están contenidos en la Sección 10. Numeral 10.9. AASHTO Standard HB-
17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 6).
Los ángulos serán considerados como efectivos para la transmisión de esfuerzos sí el número de
remaches o pernos que los conecte sobre pase en un 1/3 a la cantidad requerida.
El ancho del ala sobresaliente de ángulos sujetos a compresión (excepto los reforzados por
placas) no deberá exceder lo siguiente:
Los requerimientos están contenidos en la Sección 10. Numeral 10.10. AASHTO Standard HB-
17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 6).
Para el diseño, se considerarán los esfuerzos térmicos inducidos, así como los momentos
causados por la dilatación y contracción por los cambios de temperatura.
Se deberán prevenir también los cambios de longitud por efecto de los esfuerzos por carga viva.
Para tramos mayores de 91 m, se deberá proveer a la estructura de dispositivos necesarios para la
dilatación y contracción del piso. El extremo para dilatarse se sujetará debidamente para
restringir los movimientos laterales.
Los requerimientos están contenidos en la Sección 10. Numeral 10.11. AASHTO Standard HB-
17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 6).
Los miembros a flexión se diseñarán usando el módulo de sección elástico, excepto cuando se
emplean secciones compactas en el diseño por resistencia última (factores de carga).
570
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los requerimientos están contenidos en la Sección 10. Numeral 10.12. AASHTO Standard HB-
17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 6).
La longitud de cualquier cubreplaca que se agregue a una viga laminada no será menor que 2
veces el peralte de la viga más 92 cm.
El espesor de la cubreplaca no excederá 2 veces el espesor del ala en que se coloque. El espesor
total de las cubreplacas no excederá 2 ½ veces el espesor del ala.
Los requerimientos están contenidos en la Sección 10. Numeral 10.13. AASHTO Standard HB-
17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 6).
Las vigas llevarán una contraflecha para compensar las de flexiones debido a la carga muerta
además deberán tener curvatura para que los patines queden paralelos.
Los requerimientos están contenidos en la Sección 10. Numeral 10.14. AASHTO Standard HB-
17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 6).
Se refiere a las vigas laminadas o construidas de placas soldadas, que serán curvadas en caliente
para obtener una curvatura horizontal. Para este proceso se utilizarán aceros con un límite de
fluencia no mayor a 50ksi. (345 MPa). El radio de curvatura no será menor de 45 m ni menor
que los valores más altos calculados de acuerdo a las Ecuaciones (10-1) y (10-2). Sección 10.
Numeral 10.5.2. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 6).
Además el radio no será menor que 305 m cuando el espesor del ala exceda de 76 mm o cuando
el ancho del mismo exceda de 762 mm.
Para compensar la posible pérdida de contraflecha en las vigas curvadas en caliente al disiparse
los esfuerzos residuales, el total de la contraflecha en mm en cualquier sección a lo largo de la
viga será el calculado por las Ecuaciones (10.3). Sección 10. Numeral 10.15.3. AASHTO HB-
17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 6).
2B.301.3.9 (18) Celosías.
Los requisitos de diseño para armaduras estarán de acuerdo a la Sección 10.16. AASTHO
Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 6).
571
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los requisitos de diseños para torres estarán de acuerdo a la Sección 10. Numeral 10.17.
AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 6).
Los empalmes se podrán realizar usando remaches, pernos de alta resistencia soldaduras. Los
empalmes ya sean a tensión, compresión o esfuerzo cortante, se diseñarán por lo menos para
promedios entre el esfuerzo calculado en el punto del empalme y la resistencia del miembro en
dicho punto, si existe cambio de sección en el punto se tomará la sección de menor resistencia.
Las conexiones se diseñarán para el promedio entre el esfuerzo calculado y la resistencia del
elemento, pero en ningún caso se diseñarán para menos del 75% de la resistencia del elemento.
En cuanto sea posible, las conexiones serán simétricas respecto a los ejes de los elementos,
excepto para barras de celosías que tendrán mínimo dos sujetadores o su equivalente en
soldadura.
Todos los elementos incluidos los de contraventeo, se unirán de tal manera que sus ejes se
intercepten en un punto; se deberán evitar las conexiones excéntricas, de no ser posibles los
elementos tendrán dimensiones tales que los esfuerzos combinados no excedan el esfuerzo axial
de diseño permisibles.
Los tramos formados por vigas laminadas o vigas de placas soldadas llevarán marcos
transversales o diafragmas en sus extremos, así como en las partes intermedias espaciados a no
más de 7.60 m.
La altura de los diafragmas será mínimo 1/3 de la altura de la viga pero preferible que sea de ½
de dicha altura; en el caso de vigas de placas soldadas esta relación será ½ pero con preferencia
¾.
Las dimensiones de los diafragmas extremos serán tales que puedan transmitir adecuadamente
todas las fuerzas laterales a los apoyos. Se pondrá especial interés al diseño de diafragmas para
572
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
puentes con curvatura horizontal, estos se diseñarán como miembro principales y serán capaces
de transmitir las fuerzas laterales de los patines de las vigas.
Los diafragmas intermedios del tipo cruz o tipos “V”; se dispondrán perpendiculares a las vigas
principales cuando la estructura de soporte tenga un esviaje no mayor a 20 ºC.
Para detalles particulares sobre este tema remitirse a la Sección 10. Numeral 10.20. AASHTO
Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 6).
Se deberá aplicar una carga de 50 lb/pie² sobre el área lateral de la superestructura, la mitad de
esta fuerza será aplicada en el plano de cada ala (superior e inferior). Los esfuerzos inducidos
serán calculados de acuerdo a la Sección 10.20.21. AASHTO HB-17, (AASHTO LRFD-
SECCIÓN 6)
De ser necesario se colocarán sistemas de contraventeo lateral entre los diafragmas o marcos
transversales; estos serán colocados en cerca del plano del ala a contraventear.
El sistema de contraventeo estará formado por ángulos, otros perfiles laminados o por secciones
soldadas. La sección mínima de los ángulos a emplearse será de 8 x 6 cm y cada conexión
extrema se hará con dos pernos o remaches, o por la soldadura equivalente. Cuando se use un
sistema doble de contraventeo, se asumirá que ambos actúan simultáneamente si los elementos
satisfacen los requerimientos de tensión y compresión. Estos serán conectados en su intersección
El contraventeo lateral de cuerdas sujetas a compresión, tendrá la misma altura de dichas cuerdas
y estará conectado firmemente a ambos patines.
De ser posible, se evitarán las secciones cerradas y cavidades o depresiones que puedan retener
agua. De ser necesario toda cavidad tendrá orificios para su drenaje o se rellenará con material
impermeable.
Los detalles de la estructura serán de tal manera que eviten los efectos destructivos producidos
por nidos de aves, acumulación de tierra o cualquier materia extraña. Los lados verticales de
ángulos, sencillos o dobles se proyectarán hacia abajo.
Los detalles particulares del proceso de soldadura, tales como tamaño máximo y mínimo de
soldaduras de filetes, longitud, vueltas en los extremos y soldadura de replantillo, estarán de
acuerdo con la Sección 10. Numeral 10.22. AASHTO HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 6).
573
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para fines de diseño, el diámetro de diseño de los remaches o pernos se refiere al diámetro
nominal, salvo que se indique lo contrario.
Todos los pernos, excepto los de alta resistencia, llevarán tuercas de seguridad o doble tuerca.
Las juntas que resistan cortantes entre las partes que conectan, podrán ser del tipo “de fricción” o
del tipo “de aplastamiento”.
Las conexiones a cortantes sujetas a esfuerzos reversibles, cargas de alto impacto, vibración
severa o donde los esfuerzos debido al deslizamiento puedan ser perjudiciales a la utilidad de la
estructura, se las considerará del tipo de fricción. Las conexiones del tipo de aplastamiento con
pernos de alta resistencia, solo se usarán en elementos sujetos a compresión y elementos
secundarios. El área efectiva del perno o remache será determinada por el producto de su
diámetro por el espesor de la placa en que se apoya.
En placas con espesor menor que 9.5 mm se considerará que los remaches o pernos avellanados
no tienen capacidad para transmitir esfuerzos. En las placas cuyo espesor es igual mayor que 9.5
mm solo deberá considerarse la mitad del peralte avellanado del perno al calcular el área de
aplastamiento.
Aspectos particulares para el diseño de pernos y remaches estarán de acuerdo con la Sección 10.
Numeral 10.23. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 6).
En elementos a tensión conectados mediante pasadores, que no sean barras de ojo, la sección
neta a través del agujero para el pasador no será menor del 140% de la sección neta requerida del
elemento, y la sección neta detrás del agujero no será menor del 100% de la sección mencionada.
La relación entre el ancho neto (a través del agujero y transversalmente al eje del elemento) y el
espesor de esa parte del elemento no será mayor de 8. Cuando los patines no se apoyen en el
pasador, el área de los patines no será considerada en la sección neta a través del agujero.
Los detalles particulares para los pasadores, tales como localización, dimensión, placas y tuercas,
estarán en concordancia con la Sección 10. Numeral 10.25. ASSHTO Standard HB-17,
(AASHTO LRFD-SECCIÓN 6).
Los extremos roscados de barras y varillas deberán engrosarse de tal manera que se tenga una
sección en la raíz de rosca que exceda por lo menos en un 15% a la sección neta del cuerpo del
elemento.
Las barras de ojo tendrán un espesor uniforme sin ningún refuerzo en los agujeros del pasador.
El espesor no será menor que 1/8 del ancho o 12.7 mm y no mayor de 50.8 mm. La sección de la
cabeza a través del centro del agujero del pasador excederá en un 35% a la sección neta
requerida del cuerpo de la barra. La sección neta detrás del agujero no será menor de un 75% del
área requerida en el cuerpo del elemento. El radio de la transición entre la cabeza y el cuerpo de
la barra será igual o más grande que el ancho de la cabeza a través del centro del agujero.
Los apoyos para tramos menores a 15 m se diseñarán sin tomar en cuenta la deflexión, de tal
manera que los elementos se deslicen sobre placas de acero con superficie cepilladas. Los apoyos
para tramos de 15m o más se proyectarán como rodillos, mecedoras o placas de apoyo que
cumplan las necesidades de dilatación, estos podrán ser articulaciones, placas de apoyo con
superficies curvas o dispositivos con pasadores. En sustitución de los requisitos anteriores
podrán usarse apoyos elastoméricos. Los detalles particulares de apoyos de bronce, cobre,
rodillos, placas de asiento, apoyos sobre mampostería, pernos de anclaje y pedestales estarán de
acuerdo con la Sección 10. Numeral 10.29. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-
SECCIÓN 14).
Todo lo referente a los sistemas de piso estará de acuerdo con la Sección 10.30. AASHTO
Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 14).
Todos los detalles del diseño de elementos de acero estructural estarán de acuerdo a las partes C
y D. Sección 10. Numeral 10.30. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 6),
para los métodos de cargas de servicio y factores de carga, respectivamente.
ligadas a las capas elastoméricas superior e inferior. Se diseñarán de acuerdo a la Sección 14.
Numeral 14.4. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 14).
Las juntas de Dilatación son dispositivos que permiten los desplazamientos relativos entre dos
partes de una estructura. En algunos proyectos de puentes se interrumpen los tableros para
garantizar los desplazamientos reológicos como cambios de temperatura, efectos de retracción o
flujo plástico, acortamientos por pretensado, cargas de tráfico, asentamientos diferenciales o
tolerancias requeridas, compatibles con las condiciones de apoyo.
Deben asegurar que los desplazamientos totales del puente, se cumplan sin golpear o
deteriorar los elementos estructurales.
Deben garantizar la continuidad de la capa de rodadura del puente, para dar mayor
confort a los usuarios.
Deben ser Impermeables y evacuar las aguas sobre el tablero en forma rápida y segura.
No deben producir ruidos, impactos y vibraciones al soportar las cargas del tráfico.
Ancho de Apoyo.
Es evidente que no hay una junta capaz de resistir desplazamientos que provengan de la falla de
elementos estructurales como tableros, pilas o estribos.
Por ser la primera junta conocida, se encuentran en puentes viejos de corta luz. Su ventaja es el
costo inicial de construcción relativamente bajo. Da paso al agua y a elementos que traban el
funcionamiento de la junta, lo que ocasiona la necesidad de reparaciones costosas en los
elementos circundantes
576
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Son fáciles de construir al colocar en el fondo de la ranura un tope o manguera de soporte, luego
poliestireno expandido y después un sello plástico o masilla negra de consistencia semi-dura,
resinas plastificantes y fibra de asbesto.
Deben ser conformadas por 2 guardacantos hechos con un mortero epóxico a ambos lados de la
ranura, rellenas con una manguera perdida y un elastómero vaciado en sitio, adherido solo a las
paredes laterales de los guardacantos. Son impermeables, de alta resistencia a los impactos de la
carga viva sobre la superficie. El elastómero se desgasta con la aplicación de cargas cíclicas, se
endurece y se despega.
577
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Deben diseñarse para trabajar bajo desplazamientos no mayores que 70mm; tienen la misma
conformación estructural que la junta de mortero epóxico, experimentan los mismos problemas
que la anterior al despegarse el elastómero por fatiga del material. Los guardacantos tienden a
fallar por corte, bajo cargas cíclicas y también por efectos de la retracción.
Deben diseñarse para soportar desplazamientos no mayores de 50mm. Los guardacantos son
ampliados hasta unirse con el acero del elemento estructural. El problema es la falla del
elastómero y se requiere de tiempo suficiente para el curado del mortero, antes de poner en
servicio el puente.
Son llamadas juntas elásticas que se utilizan como juntas de reposición en grandes viaductos
para desplazamientos de hasta 60 mm, pero no resisten a desplazamientos verticales. Son de
rápida instalación y completamente impermeables. El espesor mínimo de esta junta es de 80 mm.
Son juntas rellenas de una manguera de apoyo y un material de silicone que hace las veces de
sello ó elastómero. Se utilizan para trabajar en puentes cuyas juntas no excedan desplazamientos
de 40 mm. El silicón es utilizado cuando las temperaturas no son mayores que 32°C y menores
que 4°C.
2B.301.3.11 (1) b) 7) Juntas rellenas Armada con Tope de Acero y Sello Elastomérico.
Los guardacantos deben ser reforzados con un Angulo "L" de 10cmx10cmx1cm, en toda su
longitud, como refuerzo para resistir las cargas vehiculares. Deben ser diseñadas para
desplazamientos hasta de 55 mm.
2B.301.3.11 (1) b) 8) Juntas rellenas Armada con Cubrejuntas y Sello Elastomérico.
Es una junta con guardacantos paralelos de hormigón de resistencia f’c= 300 kg/cm². Contienen
un Angulo de 10cm x10cmx1cm soldado a una cubrejunta que debe moverse con holgura, de 25
mm de espesor.
Estas juntas deberán absorber desplazamientos de hasta 100 mm, por su configuración
mecánica. Se sella la ranura con un perfil de neopreno en forma de "V", pegado con un adherente
epóxico. Son de fácil instalación y mantenimiento.
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Esta es una alternativa para el cambio de juntas existentes en puentes de tramo medio y largo.
Los desplazamientos totales van hasta los 330 mm. La ventaja de esta junta se basa en que las
placas metálicas estriadas están puestas de cara a la calzada bajo el sello. Es apta para resistir las
cargas de fricción y el desgaste. Los problemas se presentan comúnmente por filtraciones.
Son juntas muy utilizadas, con sello de neopreno, y soporta desplazamientos hasta de 25 mm.
Son juntas relativamente impermeables, de fácil instalación y bajo costo, pero es muy sensible al
ozono.
Debe ser utilizada en puentes de tramos medianos y largos. Se adaptan a desplazamientos totales
de hasta 600 mm. La acumulación de tierra y desechos perjudican el buen funcionamiento de
esta junta y, por lo tanto, su durabilidad.
Las losas macizas de hormigón armado son de fácil ejecución y, en condiciones de construcción
normales, son utilizadas para vencer claros isostáticos aproximadamente de 12 m;
excepcionalmente, la luz puede llegar a los 15 m. Las especificaciones de diseño están
contenidas en la Sección 3. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD 2010).
Las losas alivianadas de hormigón armado, en condiciones de construcción normales, con celdas
ortogonales o circulares pueden vencer claros isostáticos de hasta 25 m. Las celdas pueden
conformarse por medio de formaletas, encofrado de madera o, en el caso de las celdas circulares,
con tubos de hormigón.
579
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Las losas reticulares de hormigón armado, en condiciones de construcción normales, sirven para
vencer claros isostáticos similares a los anteriores. Es de aclarar que este tipo de estructura
demanda mayor trabajo para la configuración de las nervaduras.
Para las losas alivianadas y reticulares no existe una normativa particular. Su diseño se hará de
acuerdo al buen criterio del Consultor, apoyado sobre bases técnicas suficientemente probadas.
LOSA MACIZA
LOSA ALIVIANADA
LOSA RETICULAR
Figura 2B.301-26 Puentes Losa.
580
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Como una variante de las vigas-cajón o celulares se tiene la sección con celdas trapezoidales.
Esta geometría especial tiene, más bien, un carácter estético antes que ventajas estructurales en
relación con la sección anterior. El diseño puede hacerse como una aplicación de lo establecido
en la Sección 8. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD 2010).
VIGAS MACIZAS
CON CELDAS
ORTOGONALES
VIGAS-CAJÓN O CELULARES
CON CELDAS
TRAPEZOIDALES
SUBDIVISIÓN POSIBLE
Las vigas compuestas con vigas prefabricadas de hormigón armado y losa superpuesta del
mismo material deben ser utilizadas con precaución, por cuanto pueden presentarse dificultades
constructivas durante el lanzamiento. Estas vigas merecen un diseño especial, ya que el refuerzo
581
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Estas vigas compuestas están conformadas por vigas prefabricadas de hormigón presforzado y
losa de hormigón superpuesta. La forma geométrica de las vigas es múltiple y puede obtenerse
de los manuales publicados por el PCI. Esta geometría estandarizada tiene su propia
denominación y es de mucha utilidad para realizar el diseño definitivo. Las especificaciones de
diseño se encuentran en la Sección 9. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD 2010).
582
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La capacidad de este tipo de vigas para vencer claros isostáticos, depende más bien de la
disponibilidad de grúas para su lanzamiento. En todo caso se recomienda no sobrepasar luces
mayores de 35 m.
Las vigas T de hormigón presforzado son apropiadas para vencer claros isostáticos mayores que
las vigas I, por cuanto el ala otorga a la sección mayor resistencia a la torsión; por lo cual durante
el proceso de lanzamiento su estabilidad al volcamiento hace más segura esta operación.
Los claros isostáticos que pueden vencer estas vigas T dependen también de la disponibilidad de
grúas para el montaje. En todo caso se recomienda no sobrepasar luces isostáticas mayores de 45
m. El número de vigas depende del ancho de vía.
La forma geométrica de las vigas T es múltiple y puede obtenerse de los manuales publicados
por el PCI. Esta geometría estandarizada tiene su propia denominación y es de mucha utilidad
para realizar el diseño definitivo. Las especificaciones de diseño se encuentran en la Sección 9.
AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD 2010).
Cuando se necesita vencer claros muy grandes y la capacidad portante de las vigas compuestas
de hormigón antes mencionadas es insuficiente, entonces se recurre a la utilización de las vigas
armadas hormigón-acero, cuya fabricación proviene de la utilización de placas y perfiles que,
racionalmente combinados, lleguen a constituir un elemento estructural capaz de resistir su peso
propio y las cargas de tráfico terrestre.
Las propiedades requeridas para una viga armada pueden resumirse de la siguiente manera:
Los refuerzos del alma son los denominados rigidizadores o atiezadores, verticales y
horizontales, consistentes en placas adicionales que dividen a la placa que constituye el alma, en
paneles de dimensiones provenientes principalmente de la relación altura-espesor del alma y de
la magnitud de las tensiones.
Las luces isostáticas que pueden vencer este tipo de vigas pueden llegar hasta los 100 m o más,
dependiendo de su configuración estructural.
583
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
HORMIGÓN - ACERO
LOSA DE HORMIGÓN
VIGAS - I METÁLICAS
LOSA DE HORMIGÓN
PERFIL
METÁLICO
CON CELDAS
ORTOGONALES
LOSA DE HORMIGÓN
SUBDIVISIÓN
POSIBLE
PERFIL
CON CELDAS METÁLICO
TRAPEZOIDALES
En cuanto a vanos que pueden vencer las diferentes estructuras descritas anteriormente, siempre
nos hemos referido a tramos isostáticos. Cuando se trata de vigas continuas las luces pueden
incrementarse en un 20%, en promedio.
En lo que hay que insistir es en que el Consultor debe realizar, por sobre todo, proyectos que
sean ejecutables en concordancia con los lugares de trabajo, seleccionando primeramente el
material, luego la estructuración, también la magnitud de la estructura y la posibilidad de ser
ejecutada de acuerdo a los planos presentados. La inejecutabilidad de un proyecto significa
pérdidas económicas, retraso en los servicios y muchos problemas posteriores derivados de la
imprevisión.
584
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Hiperestático continuo
de sección constante.
Hiperestático continuo de
sección variable.
585
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Aporticado de sección
constante o variable, con
columnas verticales y
diferentes condiciones de
apoyo.
Aporticado de sección
constante o variable, con
columnas inclinadas y
diferentes condiciones de
apoyo.
2B.301.3.12 (2) i) Arco con tablero inferior, que generalmente hacer de tensor.
Es posible que el tablero se coloque entre la clave y el arranque, conformando, entonces, un arco
con tablero intermedio.
2B.301.3.12 (2) j) Arco con tablero superior, de sección constante o variable y de diferentes
condiciones de apoyo.
Pueden ser alternativas para luces pequeñas. Con macizos de anclaje en los extremos de los
cables o , en su defecto, autoanclados. Los puentes más grandes del mundo, en cuanto a la luz,
son colgantes.
586
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los puentes constituidos por elementos reticulares (celosías), tienen conformaciones estructurales
semejantes a las anteriores.
Puente colgante de un tramo o continuo, torres metálicas o de hormigón, tablero metálico para grandes
luces y de hormigón presforzado, como alternativa para luces menores. Con macizos de anclaje en los
extremos de los cables o, en su defecto, auto anclados.
Los puentes mas grandes del mundo, en cuanto a la luz, son colgantes.
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Puentes provisionales o emergentes. Puentes definitivos de luces cortas para carga vehicular baja
y media. Aptos para caminos de penetración y vecinales de cuarto orden. Su duración depende
del tratamiento y protección de la madera..
Puentes definitivos, isostáticos e hiperestáticos de luces cortas y medianas, para carga vehicular
pesada y media y carreteras de todo orden. El costo de mantenimiento es muy bajo.
Puentes definitivos, isostáticos e hiperestáticos de luces cortas y medias y grandes, para carga
vehicular generalmente pesada y carreteras de diferente orden, dependiendo del grado de
dificultad constructiva
La norma AASHTO cubre el diseño de estructuras para puentes de hasta 150 m de luz. Puentes
especiales, arcos, atirantados, colgantes, etc., su estructuración proviene de la necesidad de
vencer grandes luces que sobrepasa el límite establecido por AASHTO. Por esta razón queda al
criterio del Consultor la decisión de hacer uso, sea de esta misma norma o de otras
especificaciones contenidas en la literatura técnica especializada y suficientemente sustentada y
justificada a través de teorías reconocidas internacionalmente y ensayos de laboratorio cuyos
resultados concuerden satisfactoriamente con los provenientes de la teoría utilizada.
588
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
La teoría de segundo orden es un instrumento muy poderoso para el diseño de estas estructuras
especiales. Esta teoría es llamada también “de la Deflexión”, porque toma en cuenta los efectos
de las deformaciones de los elementos estructurales, deformaciones que son despreciadas por la
teoría de primer orden.
Estas especificaciones establecen las disposiciones para el diseño y construcción de puentes para
minimizar su vulnerabilidad a los efectos provenientes de los terremotos. Estas disposiciones se
aplicarán a los puentes convencionales, de acero y hormigón cuyas luces no sobrepasen los 150
metros. Los puentes colgantes, atirantados y tipo arco no están cubiertos por esta norma. El
diseño sísmico por lo general no se requiere para estructuras enterradas tipo alcantarilla.
No es necesario un análisis sísmico detallado para puentes isostáticos de un solo tramo o para
aquellos considerados dentro de la Categoría A. En estas estructuras deberá considerarse lo
siguiente: que las conexiones entre los estribos y el tramo del puente deberán ser diseñadas para
resistir el peso tributario en el estribo, multiplicado por el coeficiente de aceleración y el
coeficiente del sitio. Esta fuerza se considerará actuando horizontalmente en cada dirección de
análisis.
Para la aplicación de esta norma, el país ha sido clasificado en seis zonas sísmicas que se indican
en la Figura 2B.301-34. La Tabla 2B.301.08 contiene los coeficientes de aceleración horizontal
máxima del terreno en roca expresados como una fracción de la aceleración de la gravedad.
589
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Se diseñarán los puentes para una vida útil de 50 años con un período de retorno de 475 años y
una probabilidad de excedencia del 10%.
Sin embargo, para el diseño de aquellas estructuras que se encuentren muy cerca de una falla
activa, o donde se esperen duraciones largas de terremotos y amplificaciones generadas por
accidentes topográficos, licuefacción de arenas, y donde la importancia de la obra sea tal que
amerite consideraciones especiales, se recomienda al Consultor realizar estudios específicos de
peligrosidad sísmica.
Una clasificación de Importancia Internacional (IC) se asignará a todos los puentes con un
coeficiente de aceleración mayor que 0,29 para el propósito de determinar el comportamiento
sísmico por Categoría (SPC) en la Sección 3. Numeral 3.4. AASHTO Standard HB-17, de la
siguiente manera:
Puentes esenciales-IC=I.
Otros puentes-IC=II. (AASHTO LRFD-SECCIÓN 3).
A cada puente se asignará una de las cuatro categorías sísmicas, entre A y D, basadas en el
coeficiente de aceleración (A) y la clasificación (IC).
COEFICIENTE DE CLASIFICACIÓN DE
ACELERACIÓN IMPORTANCIA (IC)
A I II
A ≤ 0.09 A A
0.09 < A ≤ 0.19 B B
0.19 < A ≤ 0. 9 C C
0.29 < A D C
El coeficiente (S) se determinará de acuerdo a los efectos provenientes de las condiciones del
lugar de implantación del puente, que se basa en los perfiles típicos del suelo que están definidos
en el Numeral 3.5. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 3).
591
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El coeficiente de sitio toma en cuenta aproximadamente las condiciones de efecto del suelo sobre
el coeficiente de respuesta elástica o sobre el espectro.
I II III IV
El coeficiente de respuesta sísmico que se presenta en este artículo define la carga sísmica a ser
utilizada en el análisis elástico.
Estos requisitos pueden ser reemplazados por un espectro de respuesta, desarrollado por un
profesional calificado, para un 5% de amortiguamiento. Este espectro incluirá los efectos
sísmicos y las condiciones del suelo locales.
Las fuerzas sísmicas de diseño para los elementos individuales y conexiones de puentes
clasificados en las categorías B, C, D, se determinan dividiendo las fuerzas elásticas para el
factor de respuesta (R) contenido en la Tabla 3.7 y tomando en consideración lo especificado en
la Sección 6 y 7. Numerales 6.2 y 7.2. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN
4).
Para los puentes clasificados como categoría B, C, D las fuerzas elásticas y los desplazamientos
se determinarán de forma independiente, según lo especificado en la Sección 3. Numeral 3.8 y
seleccionando el método de análisis de acuerdo a la Sección 4, Numeral 4.2. AASHTO Standard
HB-17, (AASHTO LRFD-SECCIÓN 4).
Una combinación ortogonal de las fuerzas sísmicas es utilizada para tomar en cuenta la
incertidumbre direccional de los movimientos del terremoto y las acciones simultáneas de las
592
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
fuerzas sísmicas. Sección 3. Numeral 3.9. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD-
SECCIÓN 4)
Los cuatro procedimientos posibles que contempla AASHTO Standard HB-17, (AASHTO
LRFD 2010) para el análisis sísmico de los puentes, son los siguientes:
Todos los requerimientos para la utilización de estos métodos están contenidos en la División I-
A, Sección 4. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD 2010).
Los requerimientos de diseño sísmico para los puentes clasificados en la categoría C y D están
contenidos en la Sección7. AASHTO Standard HB-17, (AASHTO LRFD 2010).
Estas secciones contienen las especificaciones para el diseño de varios elementos constitutivos
de los puentes: fundaciones, estribos, columnas, pilas y conexiones. También hace distinciones
para el caso de puentes de hormigón y puentes de acero.
2B.301.5.1 Generalidades.
593
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El diseño para puentes y obras afines normalmente es desarrollado como un capítulo especial en
el estudio de una carretera o camino; o bien, como un proyecto independiente. En ambos casos el
estudio constituirá una unidad que se desarrolla en forma independiente, una vez que se ha
definido su ubicación.
Cuando las estructuras sean parte del estudio de un camino, estos proyectos deberán figurar en
los planos planta-perfil del Diseño Geométrico del Camino, a fin de mostrar su ubicación y
principales características; pero el desarrollo de su solución se presentará en láminas separadas, y
a escalas convenientes. El detalle referido a las cantidades de obra para el puente u obra afín se
cuantificará y se presentará de manera separada a las del camino; por lo tanto, es fundamental
definir, en los planos del proyecto del puente, entre qué puntos rigen estas cantidades, a fin de
evitar doble ubicación o la omisión de ciertos ítems de construcción.
Los textos se desarrollarán en procesadores de palabra compatibles con el programa "Word". Las
Tablas y Gráficos se elaborarán mediante planillas de cálculo compatibles con el programa
"Excel" y los Planos deberán ser elaborados en formato s compatibles con "Autocad". Asimismo,
para la difusión del proyecto, deberá editarse una versión del proyecto en formato PDF. Este
último formato de presentación se empleará para el caso de documentos elaborados mediante
software técnico especializado.
594
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Con todos estos antecedentes, se procederá a estudiar las posibles alternativas de ubicación y
emplazamiento de la obra. En los casos de puentes, se hará una primera aproximación de
su longitud total y altura de rasante, derivadas de la conformación del cauce y caudales
aproximados en crecida, para el Período de Retorno correspondiente, según la importancia de la
ruta y de la estructura. En los casos de pasos a desnivel, serán la sección transversal y el ángulo
de cruce de ambas vías las que determinarán normalmente la longitud total y altura de rasante de
la obra. Estos estudios previos deben permitir desarrollar propuestas de estructuración general de
la obra.
El Informe del Perfil deberá describir la geomorfología del terreno en el lugar de emplazamiento
de las obras, los niveles de crecidas alcanzados por el río o quebrada según los informes
proporcionados por lugareños, y la apreciación personal del especialista estructural, en todo lo
que se refiere a las posibilidades de estructuración de la obra, tipo de fundación probable, luces
de tramos, etc.
Sobre la base de toda esta información, se deberán desarrollar las propuestas de estructuración
general de la obra.
Todo lo anterior, deberá permitir una evaluación de alternativas para el proyecto, que se podrá
ejecutar sobre la base de costos por m2 o m. de estructuras similares.
El Perfil de Proyecto, debe establecer el alcance de los Estudios de Ingeniería Básica que se
deberán realizar en el siguiente nivel propuesto y definir si es posible pasar directamente al Nivel
de Estudio de Identificación, Técnico Social y Ambiental (El + TESA), o si por el contrario,
dado el número de alternativas comparables, por motivos de orden socioeconómicos o por
procedimientos del Organismo Financiador, se debe pasar al Nivel de Estudio de Identificación
(El).
En general, los proyectos de puentes, y estructuras afines para un El, deberán desarrollarse a
partir de los datos del levantamiento ejecutado para el estudio general del trazado de la vía, a no
ser que éste sea insuficiente y los TDR's especifiquen un levantamiento de mayor detalle en la
595
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
zona de emplazamiento de las obras. Algo similar sucede respecto de la información geotécnica
para este nivel de estudio. Es por ello fundamental, según sean la importancia y complejidad del
proyecto, que los TDR's especifiquen que estudios geotécnicos deben realizarse para esta etapa.
Los estudios de ingeniería básica desarrollados permitirán ejecutar los anteproyectos de las
estructuras de las distintas alternativas. Estos estudios, conjuntamente con sus conclusiones,
serán incluidos en el Informe Final, el que incluirá además, planos generales de las distintas
estructuras estudiadas y un análisis de costos para cada alternativa. Con todo esto se podrá
concluir finalmente qué alternativa pasa al nivel TESA.
El Informe Final del El definirá con todo detalle la cantidad y tipo de Ingeniería Básica que se
ejecutará en la etapa del TESA de la alternativa seleccionada, considerando que la información
obtenida en la etapa del El pudiera ser adecuada y suficiente, o que por el contrario, se requiriera
complementarla, para levantar las indeterminaciones que pudieran existir.
Esta etapa comprende el diseño detallado de proyecto, desarrollado en base a los antecedentes de
Ingeniería Básica recopilados y analizados con grados crecientes de detalle a lo largo de los
distintos niveles de estudio y en los indicados en los TDR's para este nivel; contando finalmente
con datos de terreno tomados específicamente para el proyecto. En esta etapa, además, se
realizará el Estudio de Evaluación de Impacto Ambiental (EEIA).
El estudio concluye con el desarrollo de todos los Planos, Informes y Documentos Anexos,
definidos en este capítulo, más aquellos que se pudiesen haber establecido en los TDR' s. Las
escalas y grado de detalle serán los adecuados, considerando que el proyecto será empleado para
la licitación de la construcción de la obra, permitiendo su expedita materialización, seguimiento
y control.
2B.301.5.4 Planos.
596
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Eventualmente la Supervisión del Estudio podrá autorizar el uso del formato A-0 cuyas
dimensiones se detallan en la Tabla 2B.301-12.
Las tarjetas de los proyectos de puentes y estructuras afines se muestran en la Figura 2B.301-29.
Planos indispensables que requiere un estudio de puente u obra afín, según el nivel de estudio
que se esté desarrollando.
2B.301.5.4 (3) Contenido de los planos según el nivel de Estudio.
En este nivel del estudio no se requiere la presentación de planos y solo basta que se incluyan en
el informe, esquemas que ilustren el tipo de proyecto que se prevé será necesario desarrollar.
597
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Figu
ra
2B.3
01-
35
Tarjetas para proyectos viales.
598
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los resultados del EI se mostrarán en los siguientes planos a las escalas convenientes.
Este plano deberá contener: vista en planta, elevación principal, secciones transversales típicas
del puente, resumen global de cantidades, croquis de ubicación que incluyan curvas de nivel,
dirección de la corriente, cotas de fundación de la infraestructura, cotas de la rasante en puntos
notables del puente, progresivas de los puntos notables del puente, niveles de agua (NAME,
NAm, etc.) y la ubicación y profundidad de los sondeos realizados, notas técnicas, que
incluyan: la carga viva considerada, descripción de la superestructura y de la
infraestructura, características de los materiales de construcción, unidades de las
dimensiones, así como otra información que el Ingeniero Proyectista considere relevante.
Estos planos deberán contener detalles de las dimensiones generales del tablero y su
sistema estructural, en planta, elevación secciones transversales detalles y secciones necesarios
de todos los elementos de la superestructura, detalle del sistema de barreras de protección,
barandas, detalle de juntas de dilatación, detalle del drenaje de la calzada, resumen de cantidades
y otros detalles que se considere necesarias, además, notas técnicas que incluyan: la carga viva
considerada, descripción de la superestructura, características de las juntas y barreras, unidades
de las dimensiones, así como otra información que el Ingeniero Proyectista considere relevante.
Las dimensiones de los elementos de hormigón se expresarán en metros, salvo que en las notas
técnicas se indique expresamente lo contrario. El diámetro del acero de refuerzo para
hormigones se especificará en milímetros y sus separaciones en centímetros. Las dimensiones de
las estructuras de acero, pernos de anclaje y otros elementos se especificarán en milímetros en
los planos de estructuras de acero, aun cuando en los planos de hormigón se especifiquen en
centímetros. Los niveles de referencia o coordenadas respecto a un cero se expresarán
preferentemente en metros, salvo indicación contraria en planos.
A continuación se señalan los aspectos más importantes que deberá contener cada plano.
Esta lámina mostrará el lugar de emplazamiento de la estructura y su relación con los caminos de
acceso. Si el puente o estructura afines un proyecto especial que está inserto en un proyecto más
amplio de un camino, los límites entre ambos se fijarán claramente en este plano.
599
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
En esta lámina se mostrará en la parte superior, la planta con el levantamiento topográfico del
sector a escala 1:500. Esta planta mostrará el lugar de emplazamiento de la obra, el trazado de
los caminos de acceso y antecedentes tales como, posición de los sondajes, calicatas, BM’s
topográficos, etc. Se mostrará además en esta planta las obras complementarias de la estructura
tales como muros de contención, obras de protección de márgenes, bajadas de agua, etc. En la
parte inferior de la lámina se mostrará el perfil longitudinal de los caminos de acceso y el puente,
en la zona de emplazamiento de éste.
En estos planos se mostrarán los detalles constructivos especiales, ubicación y detalles de obras
de protección y encauce así como esquemas de procesos constructivos, cuando el proyecto sea
un proyecto especial.
600
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los estudios de puentes y obras afines, cualquiera sea su nivel, requieren de informes parciales o
de avance y de un informe final que permita, conjuntamente con los planos del proyecto, una
clara comprensión de los objetivos y resultados del estudio realizado.
Los informes parciales y finales de los estudios se presentarán en formato A4, de 297 mm de
alto por 210 mm de ancho, tamaño final cortado. Los márgenes serán de 25 mm en el extremo
superior y en el lado izquierdo, 20 mm en el extremo inferior y 15 mm en el lado derecho. Los
documentos gráficos se presentarán en láminas formato A4 con un margen izquierdo de 20 mm
por el lado izquierdo y 5mm por los otros tres lados, o en múltiplos de 297 x 190 mm, para poder
plegarlas manteniendo el tamaño del formato. La redacción del documento será impersonal. Las
unidades se presentarán en conformidad a lo dispuesto en el punto 1.4.2 de la presente Guía.
En general, el informe de un proyecto estructural estará conformado por cuatro partes, a saber:
Resumen.
Informe.
Conclusiones.
Anexos.
En este capítulo se desarrollará una exposición sintética de los objetivos y alcances del estudio,
así como también, una descripción somera de las características geomorfológicas, hidrológicas y
geotécnicas del área de emplazamiento del proyecto. Se incluirá además una síntesis de las
alternativas estudiadas, con una breve descripción de la estructuración final adoptada y, por
último, una versión resumida del presupuesto final de la obra.
Este Informe, también denominado Memoria del Proyecto, comprenderá los siguientes aspectos:
Memoria Descriptiva. Ingeniería Básica.
Memoria de Cálculo de las Estructuras. Especificaciones Técnicas.
Cantidades de Obra.
Análisis de Precios y Presupuesto. Cronograma de Ejecución.
Equipo Mínimo.
601
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
señalando las causas y parámetros analizados para definir la estructuración elegida. Se revisará la
consistencia de la estructura diseñada con los antecedentes obtenidos en los Estudios de
Ingeniería Básica, los cuales se analizarán en detalle en el segundo capítulo del Informe. Se
incluirán además en esta parte del Informe, descripciones detalladas de los proyectos
complementarios tales como los de protección y mejoramiento del cauce, defensas de riberas e
infraestructura, proyecto de evacuación de aguas de lluvias, etc. Finalmente se incluirán las
conclusiones y recomendaciones derivadas del proyecto, que pudieran ser relevantes considerar
durante la construcción y operación de la obra.
En la segunda parte del Informe se hará una recopilación de la Ingeniería Básica que desarrolló
en el proyecto. Por lo general, el estudio del puente u obra afín, es un proyecto especial dentro
del estudio más amplio de un camino, por lo que, los estudios de Ingeniería Básica se encuentran
insertos en otros volúmenes del proyecto. En este caso, en este capítulo se harán las citas
necesarias a los volúmenes donde se encuentra la información, no obstante lo cual, es
recomendable que las partes pertinentes se reproduzcan y se inserten como anexo al Informe del
Proyecto. Todo esto, con el objeto claro de facilitar la comprensión y revisión del proyecto.
En la tercera parte del Informe se incluirá la Memoria de Cálculo Estructural del Proyecto,
comenzando por detallar las bases del diseño y las referencias completas a la normativa
empleada. Esta es la única parte del Informe que con la aprobación de la Entidad
Contratante, se podrá presentar de forma manuscrita, con letras tipo imprenta, clara y legible.
En caso de tratarse de un estudio específico para puentes, en la cuarta parte del Informe se
incluirán las Especificaciones Técnicas Generales y Especiales. En caso de ser este un capítulo
del estudio de una carretera o camino, las Especificaciones constituyen un volumen
independiente.
Finalmente, en las partes quinta y sexta del Informe se incluirá un detalle de las cantidades de
obra, análisis de precios, presupuesto, Cronograma de ejecución y equipo mínimo. En estudios
de identificación, se deberá dejar establecido en el Informe las bases bajo las cuales se hicieron
la estimación de cantidades de obra y, en particular, las cuantías ocupadas para determinar la
cantidad de acero para hormigones.
En esta parte del informe se incorporará toda aquella documentación que ha sido relevante
durante el desarrollo del estudio, sobre todo, aquella que haya tenido una importancia
significativa en la toma de decisiones para alcanzar la solución final; entre éstas se pueden citar
las siguientes:
602
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Todo estudio o proyecto debe, al menos identificar los problemas que puedan presentarse en
especial los que pueden suponer riesgos laborales, como la presencia de gases tóxicos o
explosivos causantes de graves accidentes, filtraciones de agua, derrumbes etc.
La evolución que han sufrido en los últimos tiempos las técnicas de reconocimiento del terreno,
diseño y construcción de obras subterráneas exige una apuesta al día y revisión de las mismas,
recogiendo no solo el estado del arte actual sino incluso las tendencias del futuro.
Las instrucciones de diseño que se exponen en los numerales siguientes solo corresponden a
directrices básicas, orientativas de lo que se considera primario, en un diseño de una obra
subterránea. Cada obra subterránea de por si es especial, diferente y única, en donde pueden ser
necesarias técnicas específicas, mixtas y variables de un proyecto a otro. Un túnel es una obra de
alto costo que debe ser estudiada y acondicionada a las situaciones particulares del contexto vial
del que forma parte, el tipo de servicio que deberá prestar, así como de las características
geográficas y geológicas propias del emplazamiento.
Antes que se inicie el diseño de un túnel es esencial llevar a cabo estudios de Ingeniería Básica,
teniendo especial relevancia las investigaciones geológicas preliminares.
Hay un criterio diferente para la investigación de cada fase del proceso de diseño.
Es importante señalar que los ancho de calzadas a utilizar dentro de los tunes deberán guardad
concordancia con los anchos de las vías que conducen a dichas estructuras.
La clasificación de túneles abarca diferentes aspectos los cuales pueden ser modificables en el
tiempo. Se considera que toda excavación vial cerrada, ya sea excavada directamente en roca y/o
suelo o excavada como trinchera y luego cubierta, corresponde a la denominación genérica de
túnel. La longitud se mide desde el inicio al fin de la estructura cubierta lo cual hace que se
incluyan, en la longitud, los denominados túneles falsos.
Para los efectos de clasificar un túnel se establecerán los siguientes criterios generales
603
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
a) Según Ubicación.
Los túneles, según su ubicación en relación a las ciudades, pueden ser definidos como:
Rurales:- son túneles ubicados fuera del entorno urbano y que , en general , están destinados a
atravesar obstáculos físicos tales como montañas o cuerpos de agua que resultan difíciles o
inconvenientes de cruzar mediante puentes.
Los túneles rurales habitualmente tienen pocas restricciones espaciales. Por otra parte, ellos
suelen ser más costosos por temas de abastecimientos de agua y electricidad para la operación de
los sistemas de incendio, iluminación, ventilación, controles y comunicaciones que puedan
requerirse. En general, estos túneles son excavados en roca, suelos residuales o suelos
transportados.
Urbanos.- Son túneles emplazados dentro de los límites de la ciudad y están fuertemente
constreñidos espacialmente por las redes de servicios propios de las urbes modernas, como son:
redes de alcantarillado, redes de agua potable, redes de gas, redes de alimentación eléctrica,
teléfonos, fibra óptica, etc.
Los túneles según sus características estructurales y de construcción pueden ser definidos como:
Túneles en Roca
Túneles en suelo
Túneles falsos (construidos en hormigón armado y luego cubiertos con suelo.
Generalmente se construyen antes de la entrada a los túneles en roca, para proteger a los
vehículos de la caída de materiales rocosos.
Toda obra localizada en altura considerable y en un clima lluvioso o sectores con filtraciones
mayores, requerirá el diseño especial de canaletas conductoras evacuadoras de aguas, las cuales
deberán ser calculadas, dimensionadas y localizadas de manera que cumplan con el objetivo de
mantenerlas pistas secas.
604
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los túneles difieren de otras vías, tales como caminos de superficie, en los siguientes aspectos.
Estas condiciones indican que el diseño de ciertos elementos en un túnel difiere de diseños que
se aplican a caminos normales de superficie, sin embargo el diseño geométrico del trazado se
hará siguiendo la misma pauta que se utiliza en las carreteras de superficie.
Para efectos de diseño la velocidad máxima de circulación dentro de un túnel será la que
corresponde a la velocidad de proyecto del trazado geométrico de la respectiva carretera en
superficie, reducida en 20 km/h.
Así mismo la velocidad mínima de circulación dentro de un túnel será la misma mínima
establecida para la carretera exterior correspondiente, si ésta se encuentra definida. En todo caso
será deseable que los vehículos comerciales no experimenten un descenso de su velocidad de
operación mayor que a 25 km/h, como máximo, respecto de la velocidad máxima señalizada en
el túnel, a causa de la pendiente longitudinal, siendo esto especialmente importante en los túneles
bidireccionales en que se prohíbe el adelantamiento. De lo anterior se deriva la importancia en
cuanto a limitar las pendientes en túneles largos.
El diseño del trazado en planta de un túnel está sujeto a las mismas limitaciones y
recomendaciones generales aplicables al diseño geométrico de un camino, excepto algunas
particularidades específicas de los túneles. El hecho de que los túneles se diseñen con un ancho
de aceras limitado y que sus paredes sean verticales o semi verticales, tiene una consecuencia
importante en cuanto a la disminución de la visibilidad, en especial cuando se tiene curvas
horizontales hacia la derecha, en el sentido del avance del vehículo, o bien curvas a la izquierda
en ductos unidireccionales con un paramento central. De aquí resulta la necesidad de utilizar
radios de curva suficientemente grandes para que se mantenga siempre la visibilidad mínima de
parada, ante un obstáculo en la calzada.
605
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
conseguir el efecto buscado es diseñar curvas suaves a la entrada y a la salida de los túneles. Sin
embargo, el mismo resultado puede obtenerse a través de la geometría del trazado en alzado
como puede verse en el punto siguiente.
El diseño del trazado de un túnel está sujeto a las mismas limitaciones y recomendaciones
generales aplicables al diseño geométrico de un camino. Sin embargo, resulta necesario tener
presentes algunas situaciones que son específicas de los túneles. Uno de los problemas que debe
estudiarse en forma más cuidadosa, en el diseño de un túnel, es su saneamiento, ya que es
frecuente que en su interior aparezcan filtraciones de agua permanentes u ocasionales. A fin de
evitar acumulaciones de agua que pueden ser graves y peligrosas se debe hacer el diseño en
alzado dejando pendientes hacia las bocas del túnel no menores de 0,3% a 0,5% y no haciendo
curvas cóncavas que podrían embalsar localmente las aguas.En esta forma el saneamiento del
túnel se podrá hacer siempre conduciendo las aguas por gravedad hacia el exterior. Coincidiendo
con las directrices enunciadas se puede, en algunos casos, obtener una buena solución a la
recomendación de evitar la vista directa a las bocas de salida haciendo curvas convexas en uno o
ambos extremos según las condiciones de las rasantes de aproximación.
Si por alguna razón, relativa a interferencias con obras existentes, singularidades geológicas u
otras causas, resultará inevitable hacer curvas cóncavas dentro del túnel, se deberá prestar
especial atención a la limitación de visibilidad (debido al techo del túnel o al cielo falso si lo
hay) y a asegurar la evacuación de las aguas hacia el exterior.
La pendiente longitudinal de los túneles es una variable crítica que influye sobre la velocidad de
operación del conjunto de vehículos, en especial en túneles bidireccionales en que se prohíbe el
adelantamiento, quedando la velocidad controlada por la de los camiones. Por otra parte, a mayor
pendiente, mayor producción de gases tóxicos y de humos, lo que requiere de sistemas de
ventilación de mayor costo.
Como criterio general puede decirse que la capacidad de operación de un túnel es directamente
proporcional al número de carriles que tiene la vía. En cambio, el costo de excavación,
fortificación y riesgo geológico de un túnel crece en forma mucho mayor que linealmente con
respecto al ancho del túnel.
Se considera que se deben seguir como mínimo las siguientes condiciones de diseño para un
túnel.
En los túneles que formen parte de Autopistas con Velocidad de Proyecto ≥ 100 km/h, el ancho
de las espaldones deberá ser de 2,5 m.
Se ilustra a continuación, a modo de ejemplo, una figura básica de sección transversal, que
muestra los principales elementos que la definen, la que deberá ser adaptada a las particulares
condiciones de cada proyecto, en especial las relativas a ventilación.
607
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Figura.2B.302-02Nichos de Emergencia
Al considerar un proyecto con túneles paralelos deberá establecerse claramente las condiciones
geológico - geotécnicas del área, dado que de ellas se deberá deducir el criterio de separación
mínima entre los ejes de los túneles.
En aquellos túneles excavados como zanjas o trincheras que posteriormente serán cubiertas, la
separación entre ejes de túneles puede ser de sólo 1 diámetro, es decir, en este caso se entiende
que ambos túneles estarán compartiendo un muro común.
608
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Antes que se inicie el diseño de un túnel es esencial llevar a cabo estudios de Ingeniería Básica,
teniendo especial relevancia las investigaciones geológicas preliminares.
Hay un criterio diferente para la investigación de cada fase del proceso de diseño.
El responsable de la planificación debe estipular oportunamente el alcance de la investigación
para cada fase planificada. A esto va vinculada una estimación del costo efectivo de la
investigación que se llevará a cabo.
Todo trabajo topográfico para el estudio de Túneles deberá cumplir con las exigencias
señaladas en el Capítulo 2A.300 del Volumen N° 2 del NEVI-12, (Estudios de Geodesia y
topografía)
Investigación de terreno
Esta investigación normalmente debe incluir la siguiente información (que puede cambiar de
acuerdo a las condiciones particulares de cada zona):
609
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Hidrogeología
Lineamientos
Riesgos (deslizamientos, otros)
Grado y profundidad de meteorización
Materiales de empréstito, tipos y volúmenes
Relaciones con el medio ambiente.
Esta etapa considera planos de superficie a lo largo del túnel dependiendo de la longitud del
túnel y planos del área de portales La escala del levantamiento geológico dependerá de la
longitud del túnel, complejidad geológica, altura de sobrecarga y otros factores..
Las principales prospecciones son las que se efectúa con métodos tales como:
a) Sondajes a rotación
b) Técnicas geofísicas
c) Calicatas
610
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los sondeos requeridos para evaluar un túnel serán localizados de acuerdo a los estudios
geológicos y básicamente tendrán como objetivo definir espesores y características de sobrecarga
y calidad geotécnica del macizo rocoso. Estos sondajes se localizarán en zonas de portales y en
aquellos sectores del eje del túnel proyectado que presenten singularidades geológico-
geotécnicas de importancia para la obra.
Los sondeos tendrán a lo menos las siguientes características:
Los sondajes deben ser ejecutados y procesados de acuerdo a la normativa vigente para este
efecto.
En caso de ser posible esta técnica de investigación debe plantearse como una herramienta previa
a la ejecución de sondajes y debe considerar la alternativa de ser reinterpretarle luego de
ejecutadas las prospecciones con sondajes.
611
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Estas calicatas, debido a su relativo bajo costo de ejecución, son un complemento eficaz para
establecer la profundidad de cobertura sedimentaria y las características de meteorización de la
roca basal en su contacto con los depósitos de cobertura.
Inundaciones
Deslizamientos o remociones en masa
Aludes o avalanchas de nieve
Volcanismo
Sismicidad
El estudio fotogeológico y foto satelital permitirán definir preliminarmente los tipos de riesgos
geológicos naturales y las zonas afectadas por éstos en relación al área del proyecto.
Los principales factores de riesgo que deben ser analizados, a los cuales pueden ser
adicionados otros específicos que se apliquen a áreas especiales, son los que se indican a
continuación:
612
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
d) Volcanismo: Este estudio deberá indicar la distribución de los centros volcánicos cercanos a
la obra proyectada en caso que éstos se encuentren en un radio aproximado menor a 50 km
de ella.Adicionalmente se deberá indicar la periodicidad de la actividad de los centros
volcánicos y se analizará la posibilidad de impacto en el área de proyecto (lluvia de ceniza,
corrientes de lava, lahares, sismicidad relacionada, etc.,)
En este tópico se describen en general las condiciones y alcances que debe tener cada etapa de
desarrollo de un proyecto de túnel vial.Las indicaciones que se entreguen son sólo una guía de
los alcances esperados dado que como ha sido planteado, cada obra de tunelería es una condición
especial en donde se conjugan múltiples factores de diferente índole los cuales hacen que los
requerimientos para cada proyecto tengan diferentes alcances técnicos, sociales, económicos, de
seguridad y de prioridades de inversión.
Los estudios se efectuarán sobre cartas topográficas existentes, con reconocimientos geológicos
preliminares basados en bibliografía, estudios anteriormente ejecutados, examen de fotografías
aéreas y reconocimiento general del terreno, reconocimiento básico del área de portales;
generando bosquejos y definiendo la potencialidad del sitio para la ejecución de la obra.
Se definirán zonas, corredores o ejes posibles para la obra. Así mismo se entregará una
evaluación de las necesidades de exploración en cada alternativa seleccionada.
613
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Esta Fase incluirá los estudios a nivel de anteproyecto de geología, geotecnia, evaluación del
macizo, prospecciones, topografía es decir aquellos estudios definidos en la Sección 2B.302.3
“Estudio de Ingeniería Básica”.
Todas las alternativas irán evaluadas económicamente, correspondiendo en esta etapa estimar un
costo con una precisión dentro de un rango ±15%.
Este costo de inversión debe ir respaldado por un itemizado en el cual se indiquen las partidas de
cada ítem o tópico del proyecto. Para la valorización de la inversión se deberá contar con precios
actualizados de obras semejantes.
El costo que se entregue deberá estar absolutamente justificado y deberá incluir todas las partidas
de cada ítem considerado. Este costo corresponderá al costo referencial de construcción que
manejará el Mandante.
Se deberá contar con proyectos específicos en lo relativo a sistemas de control exterior e interior,
telefonía, señalización, velocidad, red de incendio.
614
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los sistemas descritos serán analizados para cada obra específica definiendo en cada caso su
importancia, necesidad y alcance del proyecto.
En general, en todos los túneles en que se requiera abastecimiento de energía eléctrica, deben
consultarse dos fuentes de suministro, en donde una de ellas debe ser un grupo electrógeno de
emergencia de potencia adecuada para alimentar la carga en condiciones de emergencia.
Adicionalmente, debe existir un sistema de respaldo de energía instantáneo (baterías o UPS) en
aquellos túneles que requieren respaldo instantáneo para equipos que no admiten el retardo de la
partida del grupo electrógeno, donde se conectarán por ejemplo: sistemas de control y
comunicaciones, iluminación de emergencia anti pánico, etc.
Las canalizaciones y aislaciones de cables en interiores de túneles, deben ser de materiales cuya
combustión produzca gases de baja toxicidad.
Así mismo para túneles como los descritos se debe contar con un sistema de agua para control de
incendio y lavado interior, el cual básicamente debe consistir en un estanque elevado que
permita, por gravedad, contar con los caudales y presiones requeridas.El dimensionamiento de
este reservorio será definido de acuerdo a cada proyecto.En túneles urbanos el abastecimiento de
agua puede provenir de la red pública si se cuenta con el caudal y presión necesarios.
Las recomendaciones indicadas son orientativas debiendo analizarse en cada proyecto los
requerimientos específicos de energía y agua.
El equipamiento eléctrico debe estar constituido a lo menos por los siguientes equipos:
Canalizaciones:
o Ductos
o Bandejas porta conductores
o Escalerillas porta conductores
Cables:
o Cables de control
o Cables de comunicaciones
Montaje de equipos
o Soportes y anclajes
o Izado e instalación
El equipamiento hidráulico debe estar constituido a lo menos por los siguientes equipos:
Ventilación natural
Ventilación forzada longitudinal
Ventilación forzada semi - transversal
Ventilación forzada transversal o cruzada
616
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El diseño del sistema de ventilación de un túnel debe ser hecho por un especialista que deberá
tomar en consideración, entre otros, los siguientes antecedentes para su análisis:
En cualquier caso y sin que la enumeración sea taxativa, el proyecto de ventilación debe abordar
los siguientes aspectos:
Producción de CO
Opacidad
Efecto pistón
Características de crecimiento y composición del parque
Características del ducto de aire
o Área transversal
o Longitud
o Pérdidas por fricción
o Otras pérdidas
o Presión en extremo del ducto
o Densidad del aire
o Rendimiento de los equipos
Condiciones de operación en caso de incendio
Efecto de los vientos externos
El diseño final deberá considerar la interacción de todos los parámetros enumerados y de otros
que pudieren ser necesarios incorporar al análisis según las particulares características del
proyecto.
617
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Normativa a Aplicar.A fin de aplicar criterios sancionados por su aceptación internacional y uso
prolongado se adopta integralmente la normativa indicada en el Technical Report."Guide for the
Lighting of Road Tunnels and Underpasses de la Internacional Commission on Illumination”
Publication CIE 88-1990.
El proyecto de la especialidad debe indicar los sistemas con que se detectarán los eventuales
incendios y/o siniestros equivalentes, estableciendo el tipo, la cantidad, localización e
interconexión de los elementos sensores o detectores (calor y humo) y del control de la
información (Central de Detección de Incendio) como asimismo de la red de transmisión.
Del mismo modo se deberá abordar el proyecto de los elementos de indicación y operación
(detectores de apertura de puertas, detectores de posición de válvulas, de niveles de estanques, de
flujo de agua en cañerías matrices de combate de incendio, pulsadores manuales dentro de
gabinetes, etc.) Debe indicarse también, la tecnología con que debe procesarse la información,
siendo recomendable que en este aspecto el proyecto se ajuste a la norma NFPA.
El proyecto debe dimensionar los sistemas con que se pretenden combatir los incendios.
Incluyendo al menos, los siguientes:
618
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El cálculo de la red debe hacerse conforme a alguna norma establecida para este evento, por
ejemplo, la NFPA.
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los sistemas y sensores que normalmente se requieren en un Túnel Tipo C, son al menos los
siguientes:
A fin de tener todas las zonas túnel bajo control, se debe instalar cámaras de video al interior y
en los accesos del túnel, éstas deben estar distribuidas de forma tal que no queden zonas fuera de
observación.
El sistema debe permitir una transmisión y recepción eficiente de imágenes a fin de mantener
una señal permanente y clara de cada uno de los puntos del túnel.
En túneles de más de 500 m, se deben incluir nichos cada 250 m que contengan equipos y
elementos que permiten al usuario comunicarse con el Centro de Control en caso de necesidad.
620
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para ello estos deben ubicarse tanto al interior del túnel como en cada uno de sus accesos, a fin
de obtener y mantener una inmediata comunicación. Este sistema debe permitirle al operador la
comunicación con múltiples usuarios a la vez. Cada uno de éstos debe tener incorporado un
detector que indique a la sala de control desde donde se origina el llamado.
Central Telefónica
Aparatos telefónicos en los nichos
Parlantes de una potencia y en localizaciones tales que no produzcan reverberación,
fenómeno de difícil control dentro de un túnel.
Este sistema estará compuesto por equipos de recogida de datos y equipos de activación y
control.
Los equipos de recogidas de datos son: detectores de CO, CO2, NOx, opacímetros, controladores
de velocidad y dirección del viento.
El control del sistema de ventilación tiene como objetivo permanente mantener por debajo de
unos mínimos admisibles el porcentaje de CO y la opacidad del aire dentro de los túneles, todo
ello minimizando el consumo de energía eléctrica y como objetivos eventuales, participar en el
control de incendios, en situaciones de congestión por averías, etc.
El proyecto debe especificar y detallar los equipos de monitoreo y los de activación y operación
del sistema de control, su instalación y procedimientos de puesta en servicio y verificación de su
funcionamiento.
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El Ecuador es un país de alto riesgo sísmico, caracterizado por sismos tectónico, de subducción y
de origen volcánico, que han demostrado ser una amenaza para el desarrollo nacional, debido a
la destrucción causada en la infraestructura vial de carreteras y puentes. En este marco
sismogénico, para mitigar los daños sísmicos en la infraestructura vial, se ha desarrollado la
presente Normativa que es aplicable en todo el territorio del Ecuador.
Los movimientos sísmicos y las fuerzas sísmicas indicadas en esta especificación están basadas
en una probabilidad de excedencia de un10% durante la vida útil de un puente o pasarela,
estimada en 50 años, lo que es equivalente a un periodo de retorno medio de 475 años,
incluyendo una saturación a 0.50g de los valores de aceleración sísmica en roca en el litoral
ecuatoriano, caracterizada como zona VI (Z>0.50), reconociendo que dichos valores son en
realidad mayores que 0.50g.
Los puentes y sus componentes que son diseñados para resistir estas fuerzas y que son
construidos de acurdo con los detalles de diseño indicados en estas especificaciones pueden
sufrir daños, pero con una muy baja probabilidad de colapsar debido a la acción sísmica.
Estas especificaciones, aplicada en conjunto con las normas de diseño específicas del Capítulo
2B.300 de la Norma para Diseño Vial Nevi-12-MTOP y la norma AASHTO Guide
Specifications, para cada material, están orientadas a lograr estructuras que:
623
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los aspectos de diseño para puentes viales serán desarrollados según el Comportamiento
Sísmico (SPC) y a un coeficiente de importancia del puente (Cl) que depende de un criterio de
línea vital para el conjunto puente-camino del Capítulo 2B.300 de NEVI-12-MTOP y los niveles
de amenaza sísmica de la aceleración efectiva máxima del suelo A0, según el Mapa para diseño
sísmico de la Norma ecuatoriana de la Construcción NEC-11, Capitulo 2, figura 2.1.
Como consecuencia de ello un puente intermedio con carácter de esencial deberá funcionar
durante y después de un terremoto. Un puente será definido como esencial sobre la base de
aspectos tanto económicos, como sociales, de mitigación del desastre sísmico y de defensa.
El riesgo sísmico del Ecuador adoptado para este estudio tiene como base el Capítulo 2 de la
Norma ecuatoriana de la Construcción NEC-11, así como los criterios referentes a la
peligrosidad sísmica del Ecuador, actualizados al 2011, con las consideraciones sobre los
criterios de uniformidad del riesgo de ciertas zonas del Ecuador, la importancia de la protección
de la infraestructura vial, la irregularidad en la curva de definición de zonas sísmicas, suavizado
de zonas de límites inter-zonas y la compatibilidad con mapas de peligro sísmico de los países
vecinos.
El riesgo sísmico del NEC-11, reconoce el peligro sísmico de la subducción de la plana de Nazca
dentro de la plana Sudamericana como la principal fuente de generación sísmica y el complejo
sistema de fallamientos superficiales locales como causante de importantes sismos en el
territorio ecuatoriano.
624
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
.
Figura 2B.303-01 Zonificación sísmica del Ecuador de la Norma Ecuatoriana de la
Construcción 2011, NEC-11
Las zonas sísmicas del Ecuador asociadas a la red vial nacional, fueron establecidas en base al
mapa de riesgo del Capítulo 2 de NEC-11 actualizado, considerando que los criterios de
zonificación corresponden al comportamiento sísmico esperado para las estructuras de puentes.
Las disposiciones normativas establecidas para este estudio también considera el
comportamiento satisfactorio que han demostrado los puentes diseñados según la práctica
ecuatoriana, basada en las normativas AASHTO de las décadas anteriores frente a sismos
subductivos y las actualizaciones, no contempladas expresamente en la normativa AASHTO.
En el Ecuador, debido al torrente de los ríos de montaña, la socavación extrema tiene regular
probabilidad de ocurrencia durante la vida útil del puente, que una vez ocurrida, es conservada
por el rio, afectando permanentemente el nivel de empotramiento original de la infraestructura
del puente, que agrava la vulnerabilidad sísmica de la estructura del puente para resistir sismos
extremos. Por este motivo la socavación será siempre un condicionante del diseño sísmico.
625
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El mapa referido en la Figura 2B.303-02, contiene una sobreposición del mapa de la red vial
nacional en el mapa de riesgo sísmico NEC-11, para establecer los límites de la zonas de riesgo
(Z) y la aceleración efectiva máxima (A0) con respecto al trazado de la red vial y la división
zonal administrativa de MTOP.
Estas normativas establecen los requisitos sísmicos mínimos para el diseño de puentes,
viaductos, pasos desnivelados y pasarelas peatonales. Ellas se aplican a estructuras menores y
medianas con tramos conformados por vigas de acero y concreto cuyas luces libres no excedan
de 70 metros. En consecuencia ellas no son aplicables a puentes mayores con grandes luces y
con tipologías estructurales especiales tales como puentes colgantes, atirantados o en arco.
SIMBOLOGÍA
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los valores de aceleración efectiva máxima del suelo corresponde a valores teóricos que, siendo
menores que la aceleración máxima del suelo que se mide con los acelerógrafos durante los
terremotos permite construir espectros elásticos de diseño, calibrados por el comportamiento
sísmico observado de las estructuras en los grandes sismos.
La aceleración efectiva máxima del suelo A0se determina de la Tabla 2B.303-1de acuerdo con la
zonificación sísmica de NEC-11, figura 2A-1 Esta zonificación es igual a la considerada por la
norma NEC-11, Diseño Sísmico de Edificios.
Las fuerzas obtenidas a partir de estas aceleraciones efectivas máximas tienen una probabilidad
de excedencia de 10% en 50 años, lo cual corresponde a un periodo de retorno aproximado de
475 años.
La aceleración máxima del suelo corresponde al valor promedio que miden los acelerógrafos en
suelo duro que tienen una probabilidad de excedencia de 10% en 50 años, lo cual corresponde a
un periodo de retorno aproximado de 475 años.
La aceleración máxima del suelo a0se determina de la Tabla 2B.303-02 de acuerdo con la
zonificación sísmica NEC-11.
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Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Tabla 2B.303-02 Valor de aceleración máxima del suelo a0 comparación con valor
aceleración Efectiva máxima A0.
Zona Sísmica ao Ao
I 0,30 0,20
II 0,35 0,25
III 0,40 0,30
IV 0,45 0,35
V 0,50 0,40
VI >0,50 >0,50
Los valores de aceleración máxima a0para suelos diferentes de suelos duros pueden obtenerse
multiplicando por el factor de amplificación de suelo S de la tabla 2B.303-02
Se distinguen seis zonas sísmicas en el territorio nacional, zona I, II, III… y VI, cuyos valores
van en aumento con el peligro sísmico. Ellas se indican en la Figura 2B.303-02, (Mapa de riesgo
sísmico para el diseño de puentes), para la zonificación sísmica de la red vial nacional, con
información del riesgo sísmico de los tramos viales contenidos dentro de los límites provinciales
según la zonificación sísmica del NEC-11, el riesgo según la regionalización administrativa del
Ministerio de Transporte y Obras Públicas deberá sujetarse a los límites provinciales de las zonas
asignadas.
Los grados de peligro de socavación sísmica (PSS) que deben considerarse en el diseño sísmico
de los puentes y estructuras afines, serán los indicados en la Tabla 2B.303-03 considerando que
el peligro de socavación sísmica 0 (cero) corresponde a estructuras que no están sometidas a este
fenómeno, tales como pasos desnivelados, pasarelas urbanas, etc.
629
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Para establecer el grado de peligro de socavación sísmica (PSS) se deberá calcular, conforme se
señala en el Numeral 2B.303.3.2 (1) de la presente Sección, el nivel de socavación total estimado
para un periodo de retorno de 25 años. Según el porcentaje que representa dicha socavación
máxima determinada para el periodo de diseño, en la Tabla 2B.303-03 se determinara el peligro
de socavación sísmica PSS y el porcentaje de la socavación máxima a considerar en el diseño.
630
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Los efectos del comportamiento dinámico del suelo de fundación de pasos menores, pasarelas y
puentes intermedios durante sismos será determinado empleando un coeficiente de Suelo (S) que
depende del tipo de perfil de suelo definido en la Tabla 2B.303-05
Los coeficientes de suelo (S) permiten incorporar el efecto del suelo en los coeficientes sísmicos
y espectros de diseños. Sus valores se indican en la Tabla 2B.303-05
Tabla 2B.303-06 Definición de los tipos de suelos de fundación (solo para ser usada con la
tabla 2B.303-05)
Tipo de Descripción
suelo
- Roca: Material natural, con velocidad de propaganda de onda de corte v s in-situ igual o mayor
que 800m/s, o bien resistencia de la compresión uniaxial de probetas intactas (sin fisuras)
igual o mayor que 10 MPa y RQD igual o mayor que 50%
I Si el espesor de la roca es inferior a 20 m,el suelo se clasificara como del tipo del suelo
subyacente a la roca
- Suelo con velocidad de propagación de ondas de corte vs in-situ igual o mayor que 400 m/s en
los 10m superiores, y creciente con la profundidad; o bien.
- Grava densa, con peso unitario seco γdigual o mayor que 20kN/m3 o índice de densidad ID
(DR) (densidad relativa) igual o mayor que 75%, o grado de compactación mayor que 95%
del valor Proctor Modificado o bien:
- Arena densa, conID(DR) mayor que 75%, o índice de Penetración Estándar N mayor que 40
(normalizado a la presión efectiva de sobrecarga de 0,10 Mpa), o grado de compactación
superior a 95% del valor Proctor Modificado; o bien, Suelo cohesivo duro, con resistencia al
corte no drenado Sµ igual o mayor que 0.10 MPa(resistencia de la compresión simple qµ
II igual o mayor 0,20 MPa) en probetas sin fisuras.
En todos los casos, las condiciones indicadas deberán cumplirse independientemente de la
posición del nivel freático y el espesor mínimo del estrato debe ser de 20m
Si el espesor sobre la roca es menor que 20m, el suelo se clasificara como tipo I.
Si el espesor del suelo tipo II sobre suelo tipo III o IV es inferior a 20m, el suelo se clasificara
como del tipo del suelo subyacente, esto es tipo III o tipo IV , según corresponda
- Arena permanente no saturada, con ID (DR)entre 55 y 75%, o N > 20 (sin normalizar a la
presión efectiva de sobrecarga de 0,10 MPa; o bien,
- Grava o arena no saturada, con grado de compactación menor que el 95% dl valor
ProctorModificado; o bien, Suelo cohesivo con Sµ comprendido entre 0,025 y 0,10 MPa(qµ
entre 0,05 y 0,20 MPa) independientemente del nivel freático; o bien
- Arena saturada con N comprendido entre 20 y 40 (normalizado a la presión efectiva de
III sobrecarga de 0,10 MPa)
Espesor mínimo estrato: 10,.Si el espesor del estrato sobre la roca o sobre suelo
correspondiente al tipo II es menor que 10m, el suelo de clasificara como tipo II. Si el espesor
del suelo III sobre suelo IV es inferior a 25m, se clasificara como tipo IV
631
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Suelo cohesivo saturado con Su igual o menor que 0,025 MPa (quigualo o menor que 0,050
MPa).
Espesor mínimo del estrato:10m.
IV Si el espesor del estrato sobre el suelo correspondiente a algunos de los tipos , I, II o III es
menor que 10m, el suelo se clasificara como tipo III
Para determinar las cargas sísmicas a ser usadas en el análisis elástico de los efectos sísmicos se
describen a continuación cinco métodos:
Los dos primeros métodos consideran coeficientes de respuesta sísmica y el tercero, un análisis
modal espectral basado en un espectro de aceleración de diseño. Los últimos dos son métodos
mas rigurosos de análisis que podrán ser requeridos por la Dirección de Vialidad para puentes
que considere estructuras críticas o para aquellas estructuras de geometría compleja o próximas a
fallas geológicas activas superficiales (Las Melosas, Cajón del Maipo).
Los tres primeros métodos se refieren al análisis sísmico de la estructura de puentes tradicionales
y estructuras afines, constituida por la superestructura o infraestructura, sin incluir los estribos,
los cuales se consideran para esto efectos, solo como apoyos. Los métodos de análisis consideran
que la superestructura es libre de vibrar sísmicamente sobre los apoyos elastoméricos o similares
de los estribos, sin restricciones significativas para los desplazamientos horizontales,
considerando para esto las juntas de expansión adecuadas
Las disposiciones y recomendaciones generales de diseño sísmico para el análisis de los estribos
de un puente o estructura afín, considerando las fuerzas de incremento sísmico de los empujes de
tierra, las fuerzas inducidas por los efectos inerciales de los muros y la transferencia de fuerzas
sísmicas de la superestructura. Se revisan en este Numeral las disposiciones referentes a estribos
independientes auto-estables (gravitacionales o muro cantiléver) y estribos monolíticos en los
que existe continuidad entre el tablero y el estribo.
Este método se aplicara pasarelas, pasos desnivelados y puentes simplemente apoyados de hasta
dos tramos, con luces libres que no superen los 70 metros, en los cuales la diferencia de cotas
entre la mesa de apoyo de la elevación de la infraestructura y el nivel de socavación considerado
en el diseño no supere los 12 metros, con curvaturas en planta que permitan su reemplazo por la
poligonal de los tramos.
632
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
El coeficiente sísmico horizontal de diseño Khse obtendrá de la siguiente formula, con un valor
mínimo de 0,10.
(Ec.2B.303-01)
Dónde:
En este método los valores de los factores de modificación de respuesta (R) del Numeral
2B.303.4.5. (1) serán todos iguales a 1.0
El coeficiente sísmico especificado en ec. 2B.303.(2) esta sección será aplicable a puentes
simplemente apoyados de más de dos tramos y puentes continuos, con luces libres que no
superen los 70 metros, en los cuales a diferencia de cotas entre la mesa de apoyo de la elevación
de la infraestructura y el nivel de socavación considerando en el diseño ver Numeral 2B.303.3.2
(1), no supere los 25 metros
Tn < T1
Kh(Tn) = 1.5 . K1 . S . A0/g
(K1.K2.S.A0)/g.Tn2/3 T1 < Tn
(Ec. 2B.303-02)
633
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Las fuerzas sísmicas de diseño para miembros individuales de puentes, así como sus
correspondientes conexiones serán obtenidas dividiendo por adecuados factores R de
modificación de la respuesta, los valores de las fuerzas elásticas determinadas con el presente
método. Los factores R se encuentran en el Numeral 2B.303.4.5 (1)
En el Numeral 2B.303.4.5 (2) se establece el valor mínimo que deberá verificar el esfuerzo de
corte basal total del puente, determinado con el coeficiente sísmico definido en el presente
método. Si el corte basal 6total es inferior a ese límite mínimo las solicitaciones de los elementos
estructurales deberán amplificarse por un factor tal, que dicho esfuerzo de corte alcance el valor
mínimo señalado.
634
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
Este método se aplicara a puentes altos simplemente apoyado y continuos, con tramos con luces
libres no superiores a 70 metros y en los cuales la diferencia de cotas entre la mesa de apoyo de
la mesa de apoyo de la elevación de la infraestructura y el nivel de socavación considerado en el
diseño, no supere los 50m.
El valor espectral de aceleración absoluta, Sa(Tm) correspondiente al modo “m”, se obtendrá
del siguiente espectro de aceleración de diseño:
𝑲 Tm < T1
Sa(Tm) = 𝑲 𝑲
T1 < Tm
(Ec.2B.303-03)
Donde Tm es el periodo del modo m, K1 esta definido en la Tabla 2B-303-06 y T1; y K2 en Tabla
2B-303-07
S =√∑ ∑
(Ec.2B.303-04)
En que las sumas ∑ ∑ son sobre los modos considerados, los coeficientes de acoplamiento
modal Pij deben determinarse de acuerdo a la siguiente expresión.
635
Volumen 2B
Norma para Diseño Vial
(Ec.2B.305-05)
Dónde:
r=
Ti y Tj = Periodos modales
ξ = Razón de amortiguamiento uniforme para todos los modos de vibrar, que debe tomarse igual
a 0,05
Se incluirá en el análisis todos los modos normales ordenado según valores crecientes de las
frecuencias propias, que sean necesarios para que la suma de las masa equivalentes, para que en
cada unas de las dos direcciones del análisis sísmico, sea mayor o igual a un 90% de la masa
total
Las fuerzas sísmicas de diseño para miembros individuales de puentes, asi como sus
correspondientes conexiones serán obtenidas dividiendo por adecuados factores R de
modificación de la respuesta, los valores de las fuerzas elásticas determinadas con el presente
método. Los factores R se encuentran especificados en el Numeral 2B.303.4.5. (1)
En el Numeral 2B.303.4.5 (2) se establece el valor mínimo que deberá verificar, en el presente
método, el esfuerzo resultante del corte basal total del puente. Si este es inferior a ese límite
mínimo, las solicitaciones de los elementos estructurales deberán amplificarse por un factor tal,
que dicho esfuerzo de corte alcance el valor mínimo señalado
La Dirección de Vialidad, para puentes que considere especiales, podrá solicitar el análisis de
puente considerando el método modal espectral, en que el espectro de diseño a considerar es el
resultado de un estudio de riesgo sísmico específico para el lugar de emplazamiento del puente
Las fuerzas sísmicas de diseño para miembros individuales de puentes, así como sus
correspondientes conexiones serán obtenidas dividiendo los valores de las fuerzas básicas
elásticas por adecuados factores de modificación de respuesta (R ) .Los valores de los Factores R
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de Modificación de Respuesta para determinar las fuerzas de diseño sísmicas para miembros
individuales de puentes, fundaciones y sus correspondientes conexiones, se indican en la Tabla
2B.303-09.
Estos factores serán empleados solo en los métodos del coeficiente sísmico modificado por la
respuesta estructural y en el método espectral.
El corte basal total del puente se define como la suma de las reacciones horizontales elásticas
establecidas según los métodos señalados en 2B.303.4.2 o 2B.303.4.3, divididas por el
correspondiente factor de modificación de respuestas (R ) de las elevaciones, determinando
según la Tabla 2B.303-09.A.El corte basal total no podrá ser inferior a los siguiente valores
(Ec.2B.303-06)
(Ec.2B.303-07)
Dónde:
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En el Numeral 7.4 de la División I-A de la norma AASHTO se entregan los requerimientos para
el diseño de los estribos de los puentes o estructuras afines, los que deberán ser respetados en su
totalidad en los estudios a desarrollarse en Ecuador, considerando las modificaciones o
complementos que se incluyen a continuación.
El diseño de los estribos deberá considerar las fuerzas de incremento sísmico de los empujes de
tierra, las fuerzas inducidas por los efectos inerciales de los muros y en particular, el mecanismo
de transferencia de las fuerzas sísmicas de la superestructura. Desde este último punto de vista,
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En estos estribos, la máxima presión de tierras que puede actuar sobre los muros de la estructura
puede asumirse que es igual a la máxima fuerza sísmica longitudinal que puede transferir la
superestructura al estribo. El estribo deberá diseñarse para resistir la máxima presión pasiva que
sea capaz de movilizar el relleno posterior del estribo, el cual será tanto mayor cuanto mayor sea
la fuerza sísmica que transfiera el estribo a la superestructura.
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Se considera una combinación de las fuerzas sísmicas ortogonales para tomar en cuenta tanto la
incertidumbre en la dirección del movimiento sísmico, así como, la ocurrencia simultánea de
valores máximos en dos direcciones horizontales perpendiculares. Las fuerzas y momentos
sísmicos elásticos resultantes del análisis en dos ejes perpendiculares indicados en el Numeral
2B.303.4 deberán combinarse considerando los dos siguientes estados de carga:
Estado de carga I: Las fuerzas y momentos sísmicos para cada uno de los miembros en
cada eje principal serán obtenidos de la suma del 100 por ciento del valor absoluto de
las fuerzas y momentos elásticos resultante del análisis de una de las direcciones
perpendiculares ( longitud) al 30 por ciento del valor absoluto de las correspondientes
fuerzas y momentos elásticos de los elementos resultantes del análisis en la segunda
dirección perpendicular (trasversal).NOTA: Se usan los valores absolutos en atención a
que las fuerzas sísmicas pueden ser positivas o negativas.
Estado de carga II: Las fuerzas y momentos sísmicos para cada uno de los miembros
en cada eje principal serán obtenidos de la suma del 100 por ciento del valor absoluto de
las correspondientes fuerzas y momentos elásticos de los elementos resultantes del
análisis en la segunda dirección perpendicular ( transversal) al 30 por ciento del valor
absoluto de las correspondientes fuerzas y momentos elásticos de los elementos
resultantes del análisis en la primera división perpendicular (longitudinal).
[ ]
(Ec.2B.303-08)
[ ]
(Ec.2B.303-09)
Dónde:
L = Longitud en metros del tablero del puente a la próxima junta de expansión o al extremo del
tablero el puente. Para rotulas dentro de un tramo, L será la suma de L1 y L2, las longitudes de
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los tramos del tablero a cada lado de la rotula. Para puentes un vano, L es igual al largo del
tablero del puente. Estos largos se muestran esquemáticamente en la Figura 2B.303-3.
α = Angulo de esviaje de los apoyos medidos en grados a partir de una línea perpendicular a luz.
H = Para estribos H= 0 para puentes de un vano.
H= Altura promedio en metros, de las columnas soportantes del tramo de tablero hasta la
próxima junta de expansión.
Para cepas H=altura de la cepa en metros
Para rotulas H=altura promedio en metros, de las dos cepas adyacentes
Para el diseño de puentes de un tramo se empleara el método del coeficientes sísmico del
Numeral 2B.303.4.1. Las fuerzas sísmicas se consideran actuando horizontalmente en cada una e
las direcciones restringidas. La conexión entre el tablero y el estribo deberá diseñarse para el
peso tributario sobre el estribo multiplicado por el coeficiente sísmico. Para este caso no se
consideran las reducciones indicadas en el Numeral 2B.303.4.5 (1) por factores de modificación
de la respuesta.
Las fuerzas modificadas de diseño serán calculadas según lo indicado en 2B.303.4.5 (9) y
2B.303.4.5 (10) Notar que para el caso de columnas deberá calcularse una fuerza axial máxima
y una mínima para cada estado de carga teniendo en cuenta que la fuerza axial sísmica es
positiva y negativa.
(Ec.2B.303-10)
Dónde:
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D = Peso muerto
B = Boyante
SF =Fuerza debido al escurrimiento
E= Empuje de tierra
EQM= Fuerza sísmicas elásticas para el estado de carga I o Estado de Carga
II dividiendo por el correspondiente factor R.
Cada componente estructural deberá diseñarse para resistir las fuerzas resultantes para cada
combinación de carga de acuerdo a la División I de la Norma AASHTO
Las fuerzas de diseño sísmico para las fundaciones incluyendo fundaciones directas , cabezal de
pilotes y pilotes serán las fuerzas elásticas obtenidas del Estado de Carga I y del Estado de Carga
II del Numeral 2B.303.4.5 (5) por facto de modificación de respuesta indicado más abajo. Estas
fuerzas sísmicas modificadas serán combinadas independientemente con las fuerzas
correspondientes a otras cargas, tal como se señala en el siguiente grupo de combinación de
carga para determinar dos combinaciones de cargas alternativas para las fundaciones.
(Ec.2B.303-11)
Dónde:
B, E y SF son definidos en 2B.303.4.5 (9) y EQF = fuerzas sísmicas elásticas para el Estado de
Carga I o Estado de Carga II, dividida por un factor R =1
Cada componente de la fundación deberá ser diseñada para resistir las fuerzas resultantes de cada
una de las combinaciones de carga consideradas en la división I de la Norma AASHTO y los
requisitos adicionales del artículo 7.2.6 de la División I-A de la Norma AASHTO.
2B.303.5.1 General
Serán las correspondientes a los de la Sección 6.6.2 de la División de la Norma AASHTO para
puentes con categoría de comportamiento sísmico a y b y los de la sección 7.6.2 para puentes con
categoría de comportamiento sísmico c y d
Serán las correspondientes a los de la sección 7.6.3 de la División I-A de la Norma AASHTO.
Serán las correspondientes a los de la Sección 7.6.4 de la División I-A de la Norma AASHTO.
Serán las correspondientes a los de la Sección 7.6.5 de la División I-A de la Norma AASHTO
Las fuerzas resultantes del desarrollo de rotulas plásticas en el extremo superior y/o inferior de
columnas será calculado después que el diseño preliminar de las columnas se haya terminado.
Las fuerzas resultantes del desarrollo de rotulas plásticas se recomienda para determinar las
fuerzas de diseño para la mayoría de los elementos estructurales tales como columnas y conjunto
de columnas, cepas, conexiones y fundaciones
En forma alternativa se pueden calcular fuerzas más conservadoras si las fuerzas obtenidas del
desarrollo de rotulas plásticas no son consideradas.
El procedimiento para calcular estas fuerzas para el caso de columnas simple y columnas huecas
y conjunto de dos o más columnas se indican en el párrafo 7.2.2 de la División I-A de la Norma
AASHTO.
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REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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