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DESARROLLO HISTORICO
Empírico
El arte de la fermentación, definido técnicamente en su sentido más amplio como la
transformación química de compuestos orgánicos con la ayuda de enzimas (sobre todo
los producidos por microorganismos), es muy antiguo. La capacidad de las levaduras
para producir alcohol en forma de cerveza la conocían ya los Sumerios y Babilonios
antes del año 6000 a.c. Más tarde, aproximadamente hacia el año 4000 a.c., los Egipcios
descubrieron que el CO2 generado por la acción de las levaduras (Saccharomyces) podía
fermentar el pan. Referencias al vino, otro antiguo producto de fermentación, se hallan
en el Génesis, donde consta que Noé consumía algo más de lo debido.
Hacia el siglo XIV d.c., la destilación de bebidas alcohólicas a partir de grano
fermentado, práctica originaria de China, era común en muchas zonas del mundo
(Francia-Brandy; Escocia-Whisky). Los microorganismos proporcionaron alimentos y
bebidas durante más de 8000 años, sin que se tuviera noción de su existencia.
Leeuwenhoek, en el siglo XVIII, fué la primera persona que los describió en detalle al
observar, a través de su propio microscopio simple, el sedimento de vinos. Sin embargo,
estas observaciones no condujeron a ninguna investigación acerca de las posibles
actividades de los microorganismos descritos.
El papel de las levaduras como agentes fermentadores no fué reconocido hasta mediados
del siglo XIX por Pasteur que descubrió que las levaduras transforman el azúcar en
alcohol en ausencia de aire. A este proceso anaeróbico se le conoce como fermentación
alcohólica.
A finales del siglo XIX y gracias al desarrollo de las técnicas de cultivos puros, se aisla
y distribuye la primera cepa de levadura vínica, la Steinberg 92, para su uso comercial
en la producción del vino. Anteriormente, en 1883, Emil Christian Hansen obtuvo el
primer cultivo puro de levadura cervecera que denominó Saccharomyces carlsbergensis.
Con estos trabajos y los de Pasteur, la fermentación pasa de ser un arte (resultados
imprevisibles) a ser una ciencia (resultados previsibles).
Científico
Los progresos realizados en investigación bioquímica básica a partir del descubrimiento
de los enzimas por Buchner en 1897 fué considerable, pero no comenzaron a aplicarse
en la fermentación industrial hasta la primera guerra mundial (1914).
En el lado alemán, la obtención de glicerol para la fabricación de explosivos se convirtió
en una necesidad urgente. El bloqueo marítimo británico cortó la importación de aceites
vegetales, la materia prima tradicional en la producción de glicerol. Pero algunos años
antes, el bioquímico alemán Carl Neuberg había vuelto a considerar cierta observación
de Pasteur: en la fermentación alcohólica se solían originar pequeñas cantidades de
glicerol (fermentación gliceropirúvica -----> lágrima del vino). Avanzando en su estudio,
Neuberg descubrió que la adición de bisulfito sódico al tanque de fermentación
favorecía la producción de glicerol a expensas de la de alcohol. Este descubrimiento fué
desarrollado rápidamente por los alemanes en una fermentación industrial que producía
1000 toneladas de glicerol al mes.
Los ingleses, por su parte, andaban escasos de acetona para la fabricación de
municiones. Dificultad de la que salió al paso un químico de origen ruso, Chain
Weizmann. Weizmann desarrolló la fermentación butanol-acetona que depende de la
bacteria anaerobia Clostridium acetobutylicum. El descubrimiento de Weizmann jugó un
papel determinante en el desarrollo de la guerra. Al finalizar ésta, rehusó todos los
honores que le propuso el gobierno Británico. Sin embargo, utilizó su influencia para
que el gobierno Británico ayudará a establecer el estado Judio en Palestina. En 1949,
Weizmann fué elegido el primer presidente de Israel.
El proceso alemán de obtención de glicerol desapareció de la escena al final del
conflicto. Destino que no sufrió el proceso butanol-acetona; éste persistió como fuente
de acetona durante muchos años, hasta que al principio de los 50 lo desplazaron otros
procesos que se fundamentan en el petróleo.
La producción de ácido cítrico por microorganismos también tiene su origen en la
primera guerra mundial. Hasta entonces el ácido cítrico se extraía de los cítricos, siendo
Italia el mayor productor. Cuando los hombres fueron llamados a filas, los cultivos se
desatendieron y al final del conflicto la industria estaba en ruina aumentando el precio
del ácido cítrico. Todo esto favoreció la introducción en 1923 de un proceso microbiano
para su obtención. El organismo usado para la obtención de ácido cítrico, Aspergillus
niger, es un aerobio obligado, por lo que debe cultivarse en presencia de oxígeno, justo
lo contrario de Clostridium acetobutylicum. Para ello se desarrollaron los cultivos en
superficie y así poder mantener al microorganismo en contacto con el aire.
En 1928, Alexander Fleming observó que el hongo Penicillium notatum mataba sus
cultivos de la bacteria Staphylococcus aureus. Tras cultivar el hongo en medio líquido y
separar el líquido de las células, encontró que el líquido celular podía inhibir el
crecimiento de muchas especies bacterianas. Llamó al ingrediente activo del líquido con
el nombre de penicilina, aunque no continuó los estudios debido a que no poseía
conocimientos químicos (era médico) para aislarla. En la década de 1930, cierto número
de químicos británicos intentaron aislar la penicilina. Pero fracasaron debido a su
inestabilidad. Por último, un estudio comenzado en 1939 en la Universidad de Oxford
por Howard Florey, Ernst Chain y colaboradores condujo a la preparación con éxito de
una forma estable de penicilina y a la demostración de su impresionante actividad
antibacteriana, primero en cobayas y después en el hombre. El primer ensayo clínico con
una preparación de penicilina se llevó a cabo el 12 de Febrero de 1941. El paciente era
un policía de Oxford que se estaba muriendo por una infección con Staphylococcus
(septicemia). Al administrarle penicilina se observó un mejoramiento espectacular, pero
5 días después, cuando se les acabó la penicilina, la infección volvió a emerger y el
paciente murió. Este ensayo clínico falló debido a que no se podía obtener una
producción a gran escala de penicilina. En este punto (1940-1941), los británicos estaban
inmersos en la segunda guerra mundial. Florey y su colega Heatley consideraron que las
condiciones de una Inglaterra en guerra no eran las adecuadas para el desarrollo de un
proceso industrial de producción del antibiótico. Y así fué como se trasladaron a los
Estados Unidos, en 1941, en busca de apoyo. Con la ayuda del Departamento de
Agricultura y de varias compañías farmacéuticas y Universidades se hizo posible la
producción a gran escala de Penicilina un año después.
Al igual que Aspergillus niger, microorganismo utilizado en la producción de ácido
cítrico, Penicillium notatum es aerobio obligado y por lo tanto debía ser crecido en
cultivos en superficie, lo que favorecía la contaminación y por lo tanto disminuía el
rendimiento de penicilina. La necesidad de utilizar técnicas asépticas llevó al desarrollo
de los fermentadores con agitación que actualmente son los que más se utilizan para
cultivar a gran escala los microorganismos. Las condiciones asépticas se conseguían
esterilizando todo el equipo con vapor antes de la inoculación y manteniendo la presión
del interior del fermentador superior a la atmosférica. El oxígeno se introducía a través
de aire estéril y se distribuía en el medio por agitación.
Otra contribución al desarrollo de la biotecnología moderna que se realizó dentro del
programa de la penicilina fué el desarrollo de las técnicas de selección de cepas. El
Penicillium notatum original producía 2 mg de penicilina por litro de cultivo. El
muestreo de diferentes Penicillium llevó a la identificación de una cepa superproductora
de Penicilina, Penicillium chrysogenum. Para incrementar el rendimiento de esta cepa,
se sometió posteriormente y de una forma sistemática a una variedad de agentes
mutágenos, de tal manera que los supervivientes superproductores se seleccionaban y se
sometían a otra ronda de mutaciones. Combinando las mejoras en la fermentación con el
uso de mutantes, hoy en día el rendimiento se ha incrementado hasta los 20 g/L.
El advenimiento de la penicilina señaló el comienzo de la era de los antibióticos.
Siguieron pronto los descubrimientos de Selman Waksman quien aisló Streptomyces
gryseus que produce estreptomicina. A partir de entonces se hizo práctica estándar el
muestreo de un gran número de aislamientos del suelo, consiguiéndose obtener
numerosos antibióticos nuevos a partir fundamentalmente de un grupo de bacterias
denominadas Actinomicetos.
Ingeniería Genética
Después de la introducción de la fermentación de la penicilina no hubo prácticamente
ningún desarrollo significativo en la microbiología industrial durante 30 años. La
mayoría de las compañías se dedicaban a la búsqueda de microorganismos que
produjeran metabolitos o actividades deseadas, para posteriormente, realizar una
selección de cepas superproductoras y desarrollar la fermentación.
Al final de los 60 se generó cierto revuelo ante las expectativas de utilizar las células
microbianas (biomasa) como una fuente de proteínas, lo que se denomina Single Cell
Protein (SCP). Sin embargo, la introducción de la SCP no tuvo el éxito esperado debido
a que coincidió con un rápido incremento del precio del petróleo y con el desarrollo de
variedades de cultivos con alto rendimiento con lo que los países desarrollados no
necesitaban SCP y los países subdesarrollados no podían construir plantas industriales
para obtener SCP. El desarrollo en Biotecnología, como en otras áreas, está sujeto a
presiones políticas y económicas (en el mundo de los negocios existe poco altruismo).
En 1973 Stanley Cohen, Herbert Boyer y sus colaboradores desarrollaron la metodología
necesaria para transferir la información genética (genes) de un organismo a otro. El
desarrollo de la tecnología del DNA recombinante ha cambiado la naturaleza de la
biotecnología ya que la ingeniería genética provee la capacidad para crear (más que
aislar) cepas superproductoras.
El 15 de Octubre de 1980, a los 20 minutos de comenzar la sesión en la bolsa de Nueva
York, las acciones de la compañía Genentech subieron de 35 $ a 89 $. Fué, hasta la
fecha, la mayor subida de acciones en la historia de la bolsa de Nueva York. Era la
primera vez que esta compañía cotizaba en bolsa. Científicos de esta compañía, 2 años
antes (1978), habían conseguido producir insulina humana en la bacteria Escherichia
coli con lo que podía ser usada por aquellos diabéticos que eran alérgicos a la insulina
disponible hasta la fecha (Insulina de cerdo).
FUTURO
Las perspectivas futuras pueden llevar a los siguientes beneficios:
· Diagnóstico, prevención o cura de enfermedades infecciosas y genéticas.
· Aumento del rendimiento de cultivos creando plantas resistentes a insectos,
hongos y virus.
· Desarrollo de microorganismos que producirán compuestos químicos, polímeros,
aminoácidos, enzimas y varios aditivos de alimentos.
· Facilitar la eliminación de contaminantes y residuos tóxicos del medio ambiente.
Aunque es importante enfatizar los aspectos positivos de los nuevos avances, también es
necesario considerar las consecuencias sociales que pueden derivarse del uso de esta
tecnología:
¿Puede ser algún organismo modificado genéticamente perjudicial para otros
organismos o el medio ambiente?
¿Puede el desarrollo y uso de los organismos modificados genéticamente reducir
la diversidad genética natural?
¿Deben modificarse genéticamente a los hombres?
¿Los nuevos diagnósticos invadirán la privacidad de las personas?
¿Deben tener propietario los organismos creados por ingeniería genética?
1.- Levaduras
Las levaduras se vienen utilizando desde hace miles de años para la fabricación de pan y
bebidas alcohólicas. La levadura que sin duda fué la primera y aún hoy en día sigue
siendo la más utilizada por el hombre es Saccharomyces cerevisiae de la que se emplean
diferentes cepas para la fabricación de cerveza, vino, sake, pan y alcoholes industriales.
Kluyveromyces fragilis es una especie fermentadora de la lactosa que se explota en
pequeña escala para la producción de alcohol a partir del suero de la leche. Yarrowia
lipolytica es una fuente industrial de ácido cítrico. Trichosporum cutaneum desempeña
un importante papel en los sistemas de digestión aeróbica de aguas residuales debido a
su enorme capacidad de oxidación de compuestos orgánicos, incluídos algunos que son
tóxicos para otras levaduras y hongos, como los derivados fenólicos.
3.- Bacterias
Entre las especies bacterianas de interés industrial están las bacterias del ácido acético,
Gluconobacter y Acetobacter que pueden convertir el etanol en ácido acético. El género
Bacillus es productor de antibióticos (gramicidina, bacitracina, polimixina), proteasas e
insecticidas. Del género Clostridium cabe destacar Clostridium acetobutylicum que
puede fermentar los azúcares originando acetona y butanol. Las bacterias del ácido
láctico incluyen, entre otras, las especies de los géneros Streptococcus y Lactobacillus
que producen yogur. Corynebacterium glutamicum es una importante fuente industrial
de lisina. El olor característico a tierra mojada se debe a compuestos volátiles
(geosmina) producidos por Streptomyces aunque su principal importancia radica en la
producción de antibióticos como anfotericina B, kanamicina, neomicina, estreptomicina,
tetraciclina, etc.
De todos los productos tradicionales obtenidos por fermentación, los más importantes
para la salud humana son los metabolitos secundarios. Donde se incluyen, además de los
antibióticos, ciertas toxinas (micotoxinas), alcaloides (ácido lisérgico), factores de
crecimiento vegetal (giberelinas) y pigmentos.
Los metabolitos secundarios mejor conocidos son los antibióticos, de los que se han
descubierto más de 5000, cifra que aumenta a razón de una media aproximada de 300
por año, aunque la mayoría carecen de utilidad pues son tóxicos para los organismos
vivos. Aproximadamente el 75% de los antibióticos conocidos son producidos por
actinomicetos. Algunas especies son excepcionales productores de antibióticos, por
ejemplo Streptomyces gryseus produce al menos 40 antibióticos diferentes.
INCREMENTO DE LA PRODUCCION DE METABOLITOS
SECUNDARIOS
La mayoría de los controles descritos en este capítulo se eliminan mediante
manipulación ambiental o mediante la obtención de mutantes mal regulados.
FERMENTADORES INDUSTRIALES
El objetivo de la biotecnología es obtener productos metabólicos útiles a partir de
materiales biológicos. La biotecnología comprende dos fases distintas: la fermentación
y la recuperación de los productos. Para el cultivo de microorganismos en
condiciones óptimas, así como para la producción, por parte de los microorganismos, de
los metabolitos o los enzimas deseados, deben ser desarrollados procedimientos de
fermentación como son el desarrollo de cepas mediante manipulación genética y/o la
regulación del metabolismo mediante la optimización del medio de cultivo así como el
control adecuado de los factores físico-químicos que afectan al rendimiento de las
fermentaciones industriales (02, Tª, pH, etc.). La recuperación del producto o
"procesamiento posterior" (del inglés downstream processing) conlleva la extracción y
purificación de los productos biológicos. La recuperación en los procesos bioquímicos
difiere de la recuperación química, principalmente, en que los materiales biológicos son
frecuentemente mucho más lábiles. Por lo tanto, la producción de productos metabólicos
útiles a partir de microorganismos conlleva una íntima relación entre la Ciencia y la
Tecnología. por un lado se deben desarrollar los microorganismos de interés industrial y
por otro se debe asegurar que estos microorganismos puedan crecer en gran cantidad
bajo aquellas condiciones que originen el mejor rendimiento posible del producto.
A simple vista uno puede pensar que aquellas condiciones que se han encontrado ser las
más efectivas a pequeña escala deberían ser igual de efectivas a larga escala y que para
conseguir este objetivo únicamente es necesario usar un recipiente mayor con el
correspondiente incremento de volumen del medio. Nada más lejos de la realidad. Por
ejemplo, se puede conseguir un buen crecimiento de un microorganismo aerobio en un
matraz de 200 mL mediante agitación en un incubador usando un rotor de 300 w. Si
nosotros simplemente ampliamos este sistema, un único fermentador de 10.000 litros
requeriría un agitador con un motor de 15 megawatios. Dicho motor debería ser tan
grande como una casa y el calor generado durante la agitación herviría a los
microorganismos.
TIPOS DE FERMENTACIONES
1.- Oxígeno
Uno de los factores más críticos en la operación de fermentación a gran escala es el
suministro de un intercambio de gases adecuado. El oxígeno es el sustrato gaseoso más
importante para el metabolismo microbiano y el anhídrido carbónico es el producto
metabólico más importante. El oxígeno no es un gas muy soluble ya que una solución
saturada de oxígeno contiene aproximadamente 9 mg / L de este gas en agua. debido a la
influencia de los ingredientes del cultivo, el contenido máximo de oxígeno realmente es
más bajo de lo que debería ser en agua pura. El suministro se logra pulverizando aire en
el fermentador durante el proceso.
La ley de Henry describe la solubilidad del oxígeno en soluciones de nutrientes en
relación a la presión parcial del oxígeno en la fase gaseosa:
En las fermentaciones que se llevan a cabo con organismos unicelulares como bacterias
o levaduras, el factor más importante que controla la velocidad de transferencia es la
resistencia en la interfase entre la burbuja de gas y el líquido. Las células microbianas
próximas a la burbuja de gas pueden absorber directamente el O2 a través de la interfase
aumentando la transferencia del gas a estas células. En los aglomerados de células o en
las bolitas de micelio, la transferencia de gas dentro del aglomerado puede ser un factor
limitante.
Por último indicar la concentración crítica de oxígeno que es el término utilizado para
expresar el valor de la velocidad específica de absorción de oxígeno que permite la
respiración sin impedimentos. Esta concentración crítica de oxígeno suele tener unos
valores concretos para cada microorganismo oscilando de forma general entre el 5% y el
25% de los valores de saturación de oxígeno en los cultivos.
2.- Temperatura
La temperatura es otro de los parámetros esenciales para el éxito de una fermentación.
Los microorganismos que crecen a una temperatura inferior a la óptima tienen retardado
su crecimiento y por lo tanto reducida la producción celular, es decir su productividad.
Por otro lado, si la temperatura es demasiado alta, pero no letal, se puede inducir una
respuesta de estrés al choque térmico con la consiguiente producción de proteasas
celulares que ocasionan una disminución en el rendimiento de los productos proteicos. A
fin de obtener rendimientos óptimos, las fermentaciones deben ser llevadas a cabo en un
margen estrecho de temperatura y a ser posible constante. La velocidad de producción
de calor debida a la agitación y a la actividad metabólica de los microorganismos no se
ve compensada por las pérdidas de calor que resultan de la evaporación, por lo que se
debe recurrir a sistemas de refrigeración. Dentro de éstos, los más utilizados en las
fermentaciones industriales son las camisas de agua.
3.- pH
La mayor parte de los microorganismos crecen óptimamente entre pH 5,5 y 8,5. Pero
durante el crecimiento en un fermentador, los metabolitos celulares son liberados al
medio, lo que puede originar un cambio del pH del medio de cultivo. Por lo tanto se
debe controlar el pH del medio de cultivo y añadir un ácido o una base cuando se
necesite para mantener constante el pH. Por supuesto que esta adición del ácido o base
debe ser mezclada rápidamente de tal manera que el pH del medio de cultivo sea el
mismo en todo el fermentador.
AGITACION Y MEZCLADO
La agitación es la operación que crea o que acelera el contacto entre dos o varias fases.
Una fermentación microbiana puede ser considerada como un sistema de tres fases, que
implica reacciones líquido-sólido, gas-sólido y gas-líquido.
1.- La fase líquida contiene sales disueltas, sustratos y metabolitos. Puede existir,
en algunos casos, una segunda fase líquida si existe un sustrato inmiscible en agua
como por ejemplo los alcanos.
2.- La fase sólida consiste en células individuales, bolitas de micelio, sustratos
insolubles o productos del metabolismo que precipitan.
3.- La fase gaseosa proporciona un reservorio para el suministro de oxígeno, para
la eliminación del CO2 o para el ajuste del pH con amonio gaseoso.
Bajo estas premisas se podría concluir que cuanto mayor sea la agitación, mejor será el
crecimiento. Sin embargo, la agitación excesiva puede romper las células grandes e
incrementar la temperatura lo que ocasiona un descenso en la viabilidad celular. Por lo
tanto, se debe conseguir un balance entre la necesidad del mezclado y la necesidad de
evitar el daño celular.
Los diferentes tipos de agitación que se utilizan en las fermentaciones se incluyen dentro
de las siguientes clases:
1.- Agitadores rotativos, los cuales tienen un sistema interno mecánico de
agitación.
2.- Columnas de burbujas, la agitación se realiza mediante la introducción de aire
a sobrepresión.
3.- Sistema aero-elevado (airlift), que pueden tener un circuito interno o externo.
La mezcla y circulación de los fluidos son el resultado de las corrientes de aire
introducido, las cuales causan diferencias en la densidad dentro de las diferentes
partes del fermentador.
De estos tres tipos el más utilizado es el primero ya que es más flexible en las
condiciones de operación, es más fácil de conseguir comercialmente, provee una
eficiente transferencia de gases a las células y es el tipo con el que se tiene más
experiencia.
Actualmente están siendo reemplazados por filtros de cartuchos que utilizan membranas
plegadas. Las ventajas de estos filtros es que son sustancialmente más pequeños, debido
a la construcción de los cartuchos es fácil reemplazar los elementos filtrantes utilizados,
al poseer una estructura membranosa (ésteres de celulosa, polisulfona o nylon) tienen un
efecto de filtros absolutos. La desventaja de la mayor parte de los sistemas instalados
actualmente es que no existen todavía, para uso industrial, filtros absolutos para
bacteriófagos. Los bacteriófagos pueden ocasionar el fallo total de un sistema como por
ejemplo en la producción de ácido glutámico por Corynebacterium glutamicum o al
trabajar con Escherichia coli.
El aire que sale del fermentador también debe ser esterilizado, sobre todo si se trabaja
con organismos recombinantes. No sólo como medida de seguridad, sino también para
prevenir que las cepas industriales se liberen al medio ambiente y por lo tanto estén
disponibles de una forma gratuita para los competidores. De nuevo, se utiliza la
filtración.
RECUPERACION DE PRODUCTOS
El término recuperación (downstream processing) es un término colectivo, útil para
todas las etapas que se requieren a fin de recuperar los productos útiles de cualquier tipo
de proceso industrial. Cuando se discute la recuperación del producto se debe distinguir
entre los conceptos de purificación y concentración. Una etapa de recuperación cambia
la pureza y/o la concentración de un metabolito. En el proceso ideal de recuperación se
optimizan ambos parámetros.
En los primeros tiempos de la Microbiología Industrial las técnicas utilizadas en la
recuperación de productos (extracción, destilación, diálisis, cristalización, precipitación,
desecación) se tomaron más o menos directamente de la ingeniería química sin más que
un intento aproximado para adaptarlas a los materiales biológicos. Sin embargo,
gradualmente se comprendió que había que perfeccionar procesos específicos de
purificación para materiales biológicos ya que los bioproductos son frecuentemente
compuestos muy lábiles cuyas estructuras activas pueden sobrevivir solamente bajo
condiciones definidas y limitadas de pH, temperatura, fuerza iónica, etc. También
resultó claro que no existe una operación única, ideal o universal, ni siquiera secuencias
de operaciones que puedan ser recomendadas; las operaciones individuales unitarias
deben ser combinadas de la forma más adecuada para cada problema particular.
Si el metabolito que se va a aislar es intracelular, éste debe ser liberado de las células
antes de proceder a las siguientes etapas. Una vez el metabolito ha sido separado de las
células, la selección de etapas adicionales de purificación dependerá del producto
deseado. La transparencia resume varios procesos de purificación, ordenados de acuerdo
con los principios de separación para partículas de varios tamaños, peso, carga, etc. Las
últimas etapas en la recuperación implican precipitación, cristalización y/o desecación.
2.- Filtración
Lo más frecuente es que la primera etapa en el proceso de recuperación se lleve a cabo
por algún tipo de proceso de filtración. Los dos principales tipos de filtros son los
denominados filtros en profundidad y filtros en superficie; en ambos casos la fuerza
motriz es la presión, sea creada por sobrepresión o por vacío.
Una mejora considerable en el flujo que pasa por el filtro se consigue por filtración en
contracorriente, en la cual los sólidos que no pasen a través del filtro son mantenidos en
suspensión mediante un flujo turbulento a través de la membrana o ajustando palas
móviles o mediante un impulsor en el interior del filtro. El filtrado pasa a través de la
membrana y la biomasa se separa del filtro y se transfiere con el material que se retiene.
Con el método de contracorriente puede obtenerse un aumento de la velocidad de
filtración de 100 veces en comparación con la filtración estática.
Dependiendo del tamaño de las partículas que sean filtradas se reconocen tres tipos
principales de procesos de filtración:
La centrifugación no sólo se utiliza para separar partículas sólidas de la fase líquida sino
también para la separación de fluido/fluido. Si bien la separación fluido/partícula es de
la mayor importancia, la separación fluido/fluido también es importante como es el caso
en la producción de penicilina para la separación del solvente que extrae el antibiótico
de la fase acuosa mediante una contracorriente continua en dos etapas con acetato de
amilo o de butilo a 0-3°C y pH: 2,5-3,0.
La lisis bacteriana mediante el uso de álcalis puede llevarse a cabo a gran escala y con
bajo coste siempre y cuando el producto sea estable a pH: 10,5-12,5. Por ejemplo, la
hormona de crecimiento humano recombinante se libera fácilmente de Escherichia coli
por tratamiento con hidróxido sódico a pH: 11. El tratamiento con solventes orgánicos es
un tratamiento sencillo y barato que se utiliza en el aislamiento de enzimas en levaduras.
No obstante, se corre el riesgo de que el tratamiento desnaturalice las proteínas por lo
que se debe chequear con antelación. Los detergentes permeabilizan las células
bacterianas al solubilizar las membranas celulares. Como consecuencia de esta actividad
se originan agujeros por los que salen al exterior las proteínas y otras moléculas.
desgraciadamente los detergentes son caros, desnaturalizan la mayoría de las proteínas y
a menudo aparecen como contaminantes en el proceso subsecuente de purificación. Para
la extracción de células de levadura se utiliza la plasmólisis que se consigue mediante la
adición de una concentración alta de cloruro sódico.
C. Métodos de aislamiento
Una vez que se han lisado las células, los restos celulares se retiran bien por
centrifugación de gran capacidad a baja velocidad o por filtración en membrana. Al final
obtenemos un líquido libre de células que es el que sufre los tratamientos posteriores
para aislar y en su caso purificar el producto de interés.
1.- Cromatografía
Algunas de las etapas más caras en la recuperación del producto implican el uso de
métodos cromatográficos. Tales métodos son de especial valor para la purificación de
materiales biológicos sensibles y encuentran un amplio uso en la preparación de
materiales farmacéuticos, reactivos de diagnóstico y reactivos para investigación. Los
distintos métodos cromatográficos que existen según su mecanismo de separación son:
filtración en gel (peso molecular), cromatografía de adsorción (interacciones
hidrofóbicas), cromatografía de intercambio iónico (carga), cromatografía de afinidad
(actividad biológica) y electroenfoque (punto isoeléctrico).
2.- Extracción
La extracción, cuando se aplica a los bioproductos, tiene tanto la función de separación
como la de concentración. El caldo acuoso de fermentación que contiene el producto
deseado se mezcla con un solvente inmiscible en el que se disuelva preferentemente y
del que pueda ser más fácil y específicamente recuperado. Una vez se ha concentrado el
producto deseado en la fase solvente puede ser adicionalmente purificado. La extracción
con solventes ha sido utilizada ampliamente en la industria de antibióticos, como la
penicilina, utilizando solventes como el acetato de amilo o de butilo. Para la separación
de enzimas en estado activo no pueden ser utilizados los solventes orgánicos pero sí
pueden ser utilizados sistemas acuosos en fase múltiple preparados en una solución de
sales con polímeros hidrofílicos (polietilenglicol-dextrano). En ambas fases el agua es el
componente principal, pero ambas fases no son miscibles por lo que los enzimas pueden
separarse fácilmente sin pérdida de actividad.
4.- Desecación
El secado del material biológico es en muchos casos el método final por el que los
productos son llevados a una forma estable adecuada para su manejo y almacenamiento.
La sensibilidad al calor de la mayor parte de los productos biológicos significa que los
únicos métodos que pueden ser utilizados son los que conducen a la eliminación de agua
con elevación mínima de la temperatura. En algunos casos, la termoestabilidad de los
productos, como enzimas o preparaciones farmacéuticas, es mejorada por la adición de
azúcares u otros estabilizantes inertes. La liofilización es el método de desecación más
suave debido a que el agua es sublimada a partir de una masa congelada. Muchos
productos farmacéuticos son liofilizados como vacunas, fracciones de plasma, hormonas
y preparaciones de enzimas, así como ingredientes muy lábiles y caros para diagnosis.
También se utiliza la liofilización cuando el producto final es un cultivo microbiano
vivo (cultivos para inoculación en las industrias lácteas).
D. Rendimiento
Las pérdidas en la recuperación dependen de la sensibilidad de las sustancias al proceso
y del número de etapas de purificación. El promedio de pérdidas atribuidas a la
purificación está en torno al 20% pero en casos extremos, con ciertos tipos de
metabolitos intracelulares, puede llegar a ser el 90%. En la transparencia se muestran los
datos para la purificación de ácido glutámico donde se observa la extensión en la que
deben ser combinados y optimizados los métodos de recuperación. El rendimiento final
es sólamente un factor, ya que el coste de los productos químicos, el equipo y los
salarios deben ser considerados en el cálculo global.