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Ley Forestal N° 1700

Escrito por Super User


LEY FORESTAL N° 1700
TITULO I
OBJETIVOS Y DEFINICIONES

ARTICULO 1. (Objeto de la ley)


La presente ley tiene por objeto normar la utilización sostenible y la protección de los bosques y tierras forestales en
beneficio de las generaciones actuales y futuras, armonizando el interés social, económico y ecológico del país.
ARTICULO 2. (Objetivos del desarrollo forestal sostenible)
Son objetivos del desarrollo forestal sostenible:

1. Promover el establecimiento de actividades forestales sostenibles y eficientes que contribuyan al


cumplimiento de las metas del desarrollo socioeconómico de la nación.
2. Lograr rendimientos sostenibles y mejorados de los recursos forestales y garantizar la conservación de los
ecosistemas, la biodiversidad y el medio ambiente.
3. Proteger y rehabilitar las cuencas hidrográficas, prevenir y detener la erosión de la tierra y la degradación
de los bosques, praderas, suelos y aguas, y promover la aforestación y reforestación.
4. Facilitar a toda la población el acceso a los recursos forestales y a sus beneficios, en estricto cumplimiento
de las prescripciones de protección y sostenibilidad.
5. Promover la investigación forestal y agroforestal, así; como su difusión al servicio de los procesos
productivos, de conservación y protección de los recursos forestales.
6. Fomentar el conocimiento y promover la formación de conciencia de la población nacional sobre el manejo
responsable de las cuencas y sus recursos forestales.

ARTICULO 3. (Definiciones)
Para los efectos de la presente ley y su reglamentación entiéndase por:

1. Dictamen:Opinión especializada de carácter técnico y técnico-jurídico cuyo alcance no obliga o vincula


mandatoriamente al órgano de administración asesorado, pero, si se aparta de lo aconsejado, debe
fundamentar cuidadosamente su decisión, asumiendo plena responsabilidad por las consecuencias.
2. Plan de Manejo Forestal: Instrumento de gestión forestal resultante de un proceso de planificación racional
basado en la evaluación de las características y el potencial forestal del área a utilizarse, elaborado de
acuerdo a las normas y prescripciones de protección y sostenibilidad y debidamente aprobado por la
autoridad competente, que define los usos responsables del bosque, las actividades y prácticas aplicables
para el rendimiento sostenible, la reposición o mejoramiento cualitativo y cuantitativo de los recursos y el
mantenimiento del equilibrio de los ecosistemas.
3. Protección:La no utilización de la cobertura arbórea y del suelo en las tierras y espacios destinados para tal
fin y el conjunto de medidas que deben cumplirse, incluyendo, en su caso, la obligación de arborizar o
promover la regeneración forestal natural.
4. Recursos forestales:El conjunto de elementos actual o potencialmente útiles de los bosques,
convencionalmente denominados productos forestales maderables y no maderables.
5. Régimen Forestal de la Nación:El conjunto de normas de orden público que regulan la utilización
sostenible y protección de los bosques y tierras forestales y el régimen legal de otorgamiento a los
particulares, con clara determinación de sus derechos y obligaciones.
6. Uso integral y eficiente del bosque: La utilización sostenible de la mayor variedad posible, ecológicamente
recomendable y comercialmente viable, de los recursos forestales, limitando el desperdicio de los recursos
aprovechados y evitando el daño innecesario al bosque remanente.
7. Utilización sostenible de los bosques y tierras forestales:El uso y aprovechamiento de cualquiera de sus
elementos de manera que se garantice la conservación de su potencial productivo, estructura, funciones,
diversidad biológica y procesos ecológicos a largo plazo.

TITULO II
DEL RGIMEN FORESTAL DE LA NACION
CAPITULO I
PRINCIPIOS FUNDAMENTALES
ARTICULO 4. (Dominio originario, carácter nacional y utilidad pública)
Los bosques y tierras forestales son bienes del dominio originario del Estado sometidos a competencia del gobierno
nacional. El manejo sostenible y protección de los bosques y tierras forestales son de utilidad pública e interés general
de la nación. Sus normas son de orden público, de cumplimiento universal, imperativo e inexcusable.
ARTICULO 5. (Limitaciones legales)
Para el cumplimiento del Régimen Forestal de la Nación el Poder Ejecutivo podrá disponer restricciones
administrativas, servidumbres administrativas, prohibiciones, prestaciones y demás limitaciones legales inherentes al
ordenamiento territorial, la protección y sostenibilidad del manejo forestal.
Cualquier derecho forestal otorgado a los particulares está sujeto a revocación en caso de no cumplirse efectivamente
las normas y prescripciones oficiales de protección, sostenibilidad y demás condiciones esenciales del otorgamiento.
ARTICULO 6. (Revocatoria de derechos)
El Poder Ejecutivo podrá disponer la revocación total o parcial de derechos de utilización forestal otorgados a los
particulares cuando sobrevenga causa de utilidad pública. Dicho acto administrativo únicamente procederá mediante
Decreto Supremo fundamentado y precedido del debido proceso administrativo que justifique la causa de utilidad
pública que lo motiva y los alcances de la declaratoria y conlleva la obligación de indemnizar exclusivamente el daño
emergente.
ARTICULO 7. (Tutela efectiva del Régimen Forestal de la Nación)
Cuando la autoridad competente lo requiera, conforme a ley, las autoridades políticas y administrativas, los órganos
jurisdiccionales de la República, la Policía Nacional y, en su caso las Fuerzas Armadas, tienen la obligación de
coadyuvar al efectivo cumplimiento del Régimen Forestal de la Nación, mediante intervenciones oportunas, eficaces
y ajustadas a derecho.
ARTICULO 8. (Participación ciudadana y garantía de transparencia)

1. Toda persona individual o colectiva tiene derecho a ser informada veraz, oportuna y suficientemente sobre
asuntos vinculados al Régimen Forestal de la Nación, así como a formular peticiones y denuncias o
promover iniciativas ante la autoridad competente.
2. Las concesiones, autorizaciones y permisos forestales, planes de manejo y demás instrumentos de gestión
forestal, así como los informes de cumplimiento, declaraciones juradas, pliegos de cargo y
recomendaciones, informes y dictámenes de auditorías forestales y otros relativos a los fines de la presente
ley, son instrumentos abiertos al acceso público. La autoridad competente publicará periódicamente un
resumen suficientemente indicativo de tales documentos, incluyendo la repartición pública en que se
encuentran disponibles.
3. El reglamento establecerálos procedimientos y mecanismos que garanticen el ejercicio efectivo y rápido de
este derecho ciudadano, incluyendo los actos que ameriten audiencias públicas, así como las normas que
garanticen la seguridad documentaria y los derechos reservados por ley.

En todos los casos, los actos de licitación tienen carácter de audiencia pública y deberán celebrarse en locales
apropiados para tal efecto.
ARTICULO 9. (Principio precautorio)
Cuando hayan indicios consistentes de que una práctica u omisión en el manejo forestal podrían generar daños graves
o irreversibles al ecosistema o cualquiera de sus elementos, los responsables del manejo forestal no pueden dejar de
adoptar medidas precautorias tendentes a evitarlos o mitigarlos, ni exonerarse de responsabilidad, invocando la falta
de plena certeza científica al respecto o la ausencia de normas y ni aun la autorización concedida por la autoridad
competente.
ARTICULO 10. (Progresividad en el uso integral del bosque y el valor agregado de los productos)

1. Los titulares de derechos forestales Otorgados por el Estado deben procurar avanzar progresivamente hacia
el uso integral del bosque, evidenciando esfuerzos consistentes y continuados en tal sentido y reflejándolos
en la medida de lo posible en los planes de manejo y sus actualizaciones.
Asimismo los centros de procesamiento de productos forestales procurarán la diversificación industrial y el
incremento del valor agregado de sus productos.La exportación en troncas sólo está permitida en estricta
sujeción a las normas reglamentarias, las que especificarán los recursos maderables a ser exportados, bajo
pleno cumplimiento de los planes de manejo.
2. Los responsables del manejo forestal deben incorporar progresivamente las tecnologías ambientalmente
más recomendables que estén disponibles en el mercado y sean económicamente accesibles y socialmente
benéficas. El Estado promoverá el acceso en términos concesionales a dichas tecnologías.

ARTICULO 11. (Relación con instrumentos internacionales)


La ejecución del Régimen Forestal de la Nación se efectuará en armonía con los convenios internacionales de los que
el Estado boliviano es signatario, particularmente, el Convenio de la Organización Internacional de Maderas
Tropicales (CIMT) ratificado por Ley N° 867 del 27 de mayo de 1986, el Convenio 169 de la Organización
Internacional del Trabajo ratificado por Ley N? 1257 del 11 de julio de 1991, el Convenio sobre Diversidad Biológica
ratificado por Ley N? 1580 del 15 de junio de 1994, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) ratificado por Ley N? 1255 del 5 de julio de 1991, la Convención
Marco sobre el Cambio Climático ratificado por Ley N? 1576 del 25 de julio de 1994 y la Convención de las
Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación y la Sequía ratificado por Ley N? 1688 del 27 de marzo de 1996.
CAPITULO II
DE LAS CLASES DE TIERRAS Y SU PROTECCIÓN JURÍDICA
ARTICULO 12. (Clases de tierras)
Se reconocen las siguientes clases de tierras en función del uso apropiado que corresponde a sus características:

1. Tierras de protección;
2. Tierras de producción forestal permanente;
3. Tierras con cobertura boscosa aptas para diversos usos;
4. Tierras de rehabilitación;
5. Tierras de inmovilización.

Las tierras deben usarse obligatoriamente de acuerdo a su capacidad de uso mayor, cualquiera sea su régimen de
propiedad o tenencia, salvo que se trate de un cambio de uso agrícola o pecuario a uso forestal o de protección.
ARTICULO 13. (Tierras de protección)

1. Son tierras de protección aquellas con cobertura vegetal o sin ella que por su grado de vulnerabilidad a la
degradación y/o los servicios ecológicos que prestan a la cuenca hidrográfica o a fines específicos, o por
interés social o iniciativa privada, no son susceptibles de aprovechamiento agropecuario ni forestal,
limitándose al aprovechamiento hidroenergético, fines recreacionales, de investigación, educación y
cualquier otro uso indirecto no consuntivo. Las masas forestales protectoras que son del dominio del Estado
serán declaradas y delimitadas como bosques de protección. Por iniciativa privada podrán establecerse
reservas privadas del patrimonio natural que gozan de todas las seguridades jurídicas de las tierras de
protección.
2. Todas las tierras, franjas y espacios en predios del dominio privado que según las regulaciones vigentes a la
fecha de promulgación de la presente ley y las que se establezcan por su reglamento estén definidas como
de protección y, en su caso, sujetas a reforestación protectiva obligatoria, constituyen servidumbres
administrativas ecológicas perpetuas, y serán inscritas como tales en las partidas registrales del Registro de
Derechos Reales, por el mérito de los planos demarcatorios y de las limitaciones que emita la autoridad
competente mediante resolución, de oficio o por iniciativa del propietario.
Las áreas de protección de las concesiones forestales constituyen reservas ecológicas sujetas a las mismas
limitaciones que las servidumbres.
3. El reglamento establecerá un sistema de multas progresivas y acumulativas, a fin de garantizar el no uso de
las tierras de protección, así como el cumplimiento de la reforestación reprotectiva obligatoria. Esta
obligación se reputará satisfecha mediante el acto exprofeso de promover el establecimiento de la
regeneración natural en dichas tierras.
4. La reiterada o grave desobediencia a los requerimientos escritos de la autoridad competente o la falta de
pago de las multas no obstante mediar apercibimiento expreso, dará lugar a la reversión de las tierras o la
revocatoria de la concesión. Cuando proceda la expropiación, conforme a la ley de la materia, el importe
acumulado de las multas se compensará en la parte que corresponda con la respectiva indemnización
justipreciada.
5. Por el sólo mérito de su establecimiento se presume de pleno derecho que las servidumbres administrativas
ecológicas y reservas privadas del patrimonio natural están en posesión y dominio del propietario, siendo
inviolables por terceros e irreversibles por causal de abandono.

ARTICULO 14. (Tratamiento jurídico de las ocupaciones de hecho)

1. Las normas de este artículo rigen para todos los usuarios del recurso tierra, sean propietarios o no, en
cuanto resulten aplicables.
2. La ocupación de hecho de tierras de protección del dominio fiscal o privado no permite adquirir la
propiedad por usucapión. La acción interdicta para recuperar la posesión de dichas tierras es
imprescriptible.
3. Cualquiera que a partir de la vigencia de la presente ley ocupe de hecho tierras de protección, áreas
protegidas o reservas forestales, o haga uso de sus recursos sin título que lo habilite, será notificado por la
autoridad administrativa competente para que desaloje las mismas. La resolución administrativa contendrá
necesariamente las medidas precautorias a que se refiere el artículo 46?. La resolución podrá ser impugnada
por la vía administrativa.
4. Sin perjuicio de las disposiciones legales del caso, las áreas ocupadas de hecho en tierras de protección con
anterioridad a la vigencia de la presente ley en ningún caso podrán ser ampliadas, quedando sujeta
cualquier ampliación a lo dispuesto en el parágrafo III del presente título. En caso de reincidencia, el
desalojo se producirá respecto del total del área ocupada.
5. Las áreas efectivamente trabajadas en tierras de protección en virtud de dotaciones legalmente otorgadas
con anterioridad a la vigencia de la presente ley, estarán sujetas a las limitaciones y prácticas especiales de
manejo a establecerse en el reglamento, debiendo mantenerse intacta la cobertura arbórea de las áreas aún
no convertidas, bajo causal de reversión del Area total dotada, sin perjuicio de las medidas precautorias
establecidas en el Artículo 46?.
6. No se reputarán ocupaciones de hecho las áreas de asentamiento tradicionalmente ocupadas por los pueblos
indígenas, así como las tierras sobre las que hayan tenido inveterado acceso para el desarrollo de su cultura
y subsistencia.
7. Son aplicables las disposiciones del presente artículo a los artículos 15?, 16?, 17? y 18?.

ARTICULO 15. (Tierras de producción forestal permanente)


Son tierras de producción forestal permanente aquellas que por sus características poseen dicha capacidad actual o
potencial de uso mayor, sean fiscales o privadas.
ARTICULO 16. (Tierras con cobertura boscosa aptas para diversos usos)

1. Son tierras con cobertura boscosa aptas para otros usos aquellas, debidamente clasificadas, que por su
capacidad potencial de uso mayor pueden ser convertidas a la agricultura, ganadería u otros usos. Esta
clasificación conlleva la obligatoriedad de cumplir las limitaciones legales y aplicar las prescripciones y
prácticas de manejo que garanticen la conservación a largo plazo de la potencialidad para el uso mayor
asignado.
2. Las tierras dotadas con fines de conversión agrícola y/o ganadera que se mantengan con bosques no serán
revertidas por abandono cuando el propietario los destina a producción forestal cumpliendo un plan de
manejo aprobado y los demás requisitos establecidos para la producción forestal sostenible.
3. El proceso de conversión se sujetará estrictamente a las regulaciones de la materia sobre aprovechamiento
de la cobertura forestal eliminada, así como el mantenimiento en pie de la cobertura arbórea para cortinas
rompevientos, franjas ribereñas, bolsones de origen eólico, suelos extremadamente pedregosos o
superficiales o afectados por cualquier otro factor de fragilidad o vulnerabilidad tales como pendientes de
terreno, laderas de protección y demás servidumbres ecológicas.
4. Las franjas, zonas o áreas que según las regulaciones o por su naturaleza estén destinadas a protección, así
como las áreas asignadas a producción forestal, que fueran deforestadas después de la promulgación de la
presente ley, están sujetas a reforestación obligatoria, sin perjuicio de las sanciones de ley.

ARTICULO 17. (Tierras de rehabilitación)

1. Son tierras de rehabilitación las clasificadas como tales en virtud de haber perdido su potencial originario
de uso por haber sido afectadas por deforestación, erosión u otros factores de degradación, pero que son
susceptibles de recuperación mediante prácticas adecuadas. Se declara de utilidad pública y prioridad
nacional la rehabilitación de tierras degradadas. Las tierras degradadas en estado de abandono serán
revertidas al dominio del Estado conforme a las disposiciones legales vigentes.
2. Toda persona individual o colectiva que se dedique a la rehabilitación forestal de tierras degradadas,
siempre que cumpla el plan aprobado, podrá beneficiarse con uno o más de los siguientes incentivos, cuya
aplicación se establecerá en el reglamento:
1. Descuento de hasta el 100% de la Patente Forestal.
2. Obtención del derecho de propiedad de las tierras rehabilitadas siempre que sean fiscales.
3. Descuento de hasta un 10% del monto anual efectivamente desembolsado con destino a la
rehabilitación, con lo cual se modificará el cálculo del Impuesto a las Utilidades de las Empresas.
4. Asistencia técnica e insumos especializados para los trabajos de rehabilitación.

ARTICULO 18. (Tierras de inmovilización)

1. Son tierras de inmovilización las declaradas como tales por causa de interés nacional o en virtud de que el
nivel de evaluación con que se cuenta no permite su clasificación definitiva, pero poseen un potencial
forestal probable que amerita su inmovilización en tanto se realicen mayores estudios.
2. Las únicas actividades permitidas durante el estado de inmovilización son las de protección, así como las de
producción forestal iniciadas con anterioridad a la declaratoria y siempre que cuenten con el respectivo plan
de manejo aprobado y cumplan las normas de régimen de transición de la presente ley. En ningún caso las
actividades deberán interferir con los estudios de clasificación.
CAPITULO III
DEL MARCO INSTITUCIONAL
ARTICULO 19. (Marco institucional)
El Régimen Forestal de la Nación está a cargo del Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente como
organismo nacional rector, la Superintendencia Forestal como organismo regulador y el Fondo Nacional de
Desarrollo Forestal como organismo financiero. Participan en apoyo del Régimen Forestal de la Nación las
Prefecturas y Municipalidades conforme a la presente ley.
ARTICULO 20. (Atribuciones del Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente)

1. El Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente es el encargado de formular las estrategias,


políticas, planes y normas de alcance nacional para el cabal cumplimiento del Régimen Forestal de la
Nación. De manera enunciativa mas no limitativa, le corresponde:
1. Clasificar las tierras según su capacidad de uso mayor, evaluar el potencial de sus recursos
forestales y presentar a la Superintendencia Forestal el programa de las áreas a ser licitadas de
oficio y de las áreas reservadas para agrupaciones sociales del lugar. Dicha programación evitará
superposiciones con áreas dotadas o con tierras comunitarias de origen debidamente reconocidas.
2. Establecer las listas referenciales de precios de los productos forestales en estado primario
(madera simplemente aserrada) más representativos y reajustar el monto mínimo de las patentes
forestales, las que no podrán ser inferiores a los fijados en la presente ley.
3. Planificar y supervisar el manejo y rehabilitación de cuencas.
4. Promover y apoyar la investigación, validación, extensión y educación forestal.
5. Gestionar asistencia técnica y canalizar recursos financieros externos para planes, programas y
proyectos forestales.
2. Dentro de las estrategias, políticas y normas que establezca el Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio
Ambiente como órgano rector de conformidad con esta ley, el Ministerio de Desarrollo Económico
cumplirá su atribución de promover la inversión, producción y productividad de la industria forestal, así
como la comercialización interna y externa de productos forestales.

ARTICULO 21. (Creación del Sistema de Regulación de Recursos Naturales Renovables y de la


Superintendencia Forestal)

1. Créase el Sistema de Regulación de Recursos Naturales Renovables (SIRENARE) cuyo objetivo es regular,
controlar y supervisar la utilización sostenible de los recursos naturales renovables.
2. El Sistema de Regulación de Recursos Naturales Renovables (SIRENARE), bajo la tuición del Ministerio
de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, estará regido por la Superintendencia General e integrado por
Superintendencias Sectoriales, de acuerdo a lo establecido en la presente ley y otras leyes sectoriales.
La Superintendencia General y las Superintendencias Sectoriales, como órganos autárquicos, son personas
jurídicas de derecho público con jurisdicción nacional, con autonomía de gestión técnica, administrativa y
económica.
3. Son aplicables al Superintendente General y a los Superintendentes Sectoriales las disposiciones sobre
nombramiento, estabilidad, requisitos, prohibiciones y demás disposiciones relevantes establecidas en la
Ley No 1600 del 28 de octubre de 1994. El Superintendente General y los Superintendentes Sectoriales
serán nombrados por un periodo de seis años.
Asimismo son aplicables al Sistema de Regulación de Recursos Naturales Renovables (SIRENARE) las
disposiciones sobre recursos financieros, funciones, controles internos y externos y demás relevantes de la
citada ley
4. Créase la Superintendencia Forestal como parte del Sistema de Regulación de Recursos Naturales
Renovables (SIRENARE).
Mediante estatuto, a ser aprobado por Decreto Supremo, se tomará en cuenta la desconcentración territorial
de funciones de la Superintendencia Forestal, estableciendo unidades técnicas en las jurisdicciones
territoriales de municipios o mancomunidades municipales donde se genera el aprovechamiento forestal, en
coordinación con las prefecturas y gobiernos municipales.

ARTICULO 22. (Atribuciones de la Superintendencia Forestal)

1. La Superintendencia Forestal, tiene las siguientes atribuciones:


1. Supervigilar el cabal cumplimiento del Régimen Forestal de la Nación, disponiendo las medidas,
correctivos y sanciones pertinentes, conforme a la presente ley y su reglamento.
2. Otorgar por licitación o directamente, según corresponda, concesiones, autorizaciones y permisos
forestales, prorrogarlos, renovarlos, declarar su caducidad, nulidad o resolución; aprobar los
planes de manejo y programas de abastecimiento y procesamiento de materias primas,
supervigilar el cabal cumplimiento de las condiciones legales, reglamentarias y contractuales, así
como aplicar y efectivizar las sanciones correspondientes, conforme a la presente ley y su
reglamento.
3. Imponer y exigir el cumplimiento de las limitaciones legales referidas en el artículo 5? de la
presente ley, así como facilitar la resolución de derechos conforme al artículo 6? y las acciones a
que se refieren los artículos 13? y 14? de la presente ley.
4. Llevar el registro público de concesiones, autorizaciones y permisos forestales, incluyendo las
correspondientes reservas ecológicas.
5. Efectuar decomisos de productos ilegales y medios de perpetración, detentar su depósito,
expeditar su remate por el juez competente de acuerdo a la reglamentación de la materia y
destinar el saldo líquido resultante conforme a la presente ley.
6. Ejercer facultades de inspección y disponer medidas preventivas de inmediato cumplimiento,
aplicar multas y efectivizarlas, destinando su importe neto conforme a la presente ley. Las multas
y cualquier monto de dinero establecido, así como las medidas preventivas de inmediato
cumplimiento, constituyen título que amerita ejecución por el juez competente.
7. Disponer la realización de auditorías forestales externas, conocer sus resultados y resolver como
corresponda.
8. Cobrar y distribuir mediante el sistema bancario, y verificar el pago y distribución oportunos de
las patentes forestales, de acuerdo a ley.
9. Delegar, bajo su responsabilidad, las funciones que estime pertinentes a instancias municipales
con conocimiento de las prefecturas.
10. Conocer los recursos que correspondan dentro del procedimiento administrativo.
11. Otras señaladas por ley.
2. Sin perjuicio de la acción fiscalizadora que corresponde al Legislativo, el Superintendente Forestal deberá
rendir obligatoriamente a la Contraloría General de la República, un informe semestral circunstanciado
sobre los derechos forestales otorgados, valor de las patentes forestales y su correspondiente estado de
pago, planes de manejo y de abastecimiento de materia prima aprobados y su estado de ejecución,
inspectorías y auditorías forestales realizadas y sus correspondientes resultados, así como las demás
informaciones relevantes sobre el real y efectivo cumplimiento del Régimen Forestal de la Nación. Sobre el
mismo contenido presentará un informe anual de la gestión pasada hasta el 31 de julio de cada año al
Presidente de la República, con copia al Congreso Nacional, acompañado con la auditoría anual
independiente y calificada sobre las operaciones de la Superintendencia Forestal requerida por la
Contraloría General de la República.

ARTICULO 23. (Fondo Nacional de Desarrollo Forestal)

1. Créase el Fondo Nacional de Desarrollo Forestal (FONABOSQUE) como entidad pública bajo la tuición
del Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, con personalidad jurídica de derecho público
con autonomía técnica, administrativa, económica y financiera, con la finalidad de promover el
financiamiento para la utilización sostenible y la conservación de los bosques y las tierras forestales. Su
organización estará determinada en sus estatutos, a ser aprobados mediante Decreto Supremo. Sus recursos
sólo pueden destinarse a proyectos manejados por instituciones calificadas por la Superintendencia
Forestal.
2. Son recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Forestal;
1. El porcentaje de las patentes forestales que le asigna la presente ley, así como el importe de las
multas y remates.
2. Los recursos que le asigne el Tesoro General de la Nación.
3. Las donaciones y legados que reciba.
4. Los recursos en fideicomiso captados, provenientes de líneas de crédito concesional de la banca
multilateral, de agencias de ayuda oficial para el desarrollo y organismos internacionales.
5. Las transferencias financieras en términos concesionales o condiciones de subsidio que se le
asignen en el marco del Convenio sobre Diversidad Biológica y la Convención Marco sobre el
Cambio Climático.

ARTICULO 24. (Participación de las Prefecturas)


Las Prefecturas, conforme a ley, tienen las siguientes atribuciones:

1. Formular y ejecutar los planes de desarrollo forestal departamental establecidos en las estrategias, políticas,
normas y planes a nivel nacional, en coordinación, cuando sea del caso, con otros departamentos,
compatibles con los planes a nivel de cuenca.
2. Formular y ejecutar programas y proyectos de inversión pública en investigación y extensión técnico-
científica en el campo forestal y de la agroforestería.
3. Formular y ejecutar programas y proyectos de inversión pública en rehabilitación de cuencas y tierras
forestales, aforestación y reforestación, conservación y preservación del medio ambiente, que promuevan el
efectivo cumplimiento del Régimen Forestal de la Nación en sus respectivas jurisdicciones con la
participación o por intermedio de los municipios.
4. Desarrollar programas de fortalecimiento institucional de los Municipios y Mancomunidades Municipales a
fin de facilitar su apoyo efectivo al cabal cumplimiento del Régimen Forestal de la Nación en sus
respectivas jurisdicciones.
5. Ejecutar las atribuciones de carácter técnico-administrativo que les delegue, el Ministerio de Desarrollo
Sostenible y Medio Ambiente, el Ministerio de Desarrollo Económico y la Superintendencia Forestal,
tendentes a mejorar y fortalecer la eficiencia y eficacia del Régimen Forestal de la Nación en sus
respectivas jurisdicciones.
6. Disponer el auxilio oportuno y eficaz de la fuerza pública que soliciten, la Superintendencia Forestal y los
jueces competentes, para el cumplimiento real y efectivo del Régimen Forestal de la Nación.

ARTICULO 25. (Participación municipal)


Las Municipalidades o Mancomunidades Municipales en el Régimen Forestal de la Nación, tienen conforme a Ley,
las siguientes atribuciones:

1. Proponer al Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente la delimitación de áreas de reserva por
el 20% del total de tierras fiscales de producción forestal permanente de cada jurisdicción municipal,
destinadas a concesiones para las agrupaciones sociales del lugar, pudiendo convenir su reducción el
Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente y el Municipio.
2. Prestar apoyo a las agrupaciones sociales del lugar en la elaboración e implementación de sus planes de
manejo.
3. Ejercer la facultad de inspección de las actividades forestales, sin obstaculizar su normal desenvolvimiento,
elevando a la Superintendencia Forestal los informes y denuncias.
4. Inspeccionar los programas de abastecimiento y procesamiento de materia prima.
5. Proponer fundamentadamente a la Superintendencia Forestal la realización de una auditoría calificada e
independiente de cualquier concesión, la misma que deberá efectuarse de manera obligatoria, no pudiendo
solicitarse una nueva auditoría sobre la misma concesión sino hasta después de transcurridos tres años.
6. Inspeccionar el cabal cumplimiento in situ de los términos y condiciones establecidos en las autorizaciones
de aprovechamiento y los permisos de desmonte, sentar las actas pertinentes y comunicarlas a la
Superintendencia Forestal.
7. Disponer medidas preventivas de inmediato cumplimiento ante hechos flagrantes que constituyan
contravención evidente, siempre que la consumación del hecho implique un daño grave o irreversible,
poniéndolas en conocimiento de la Prefectura y de la Superintendencia Forestal en el término de 48 horas.
8. Solicitar a la autoridad competente el decomiso preventivo de productos ilegales y medios de perpetración
en circunstancias flagrantes y evidentes, siempre que la postergación de esta medida pueda ocasionar un
daño irreversible o hacer imposible la persecución del infractor, debiendo poner el hecho en conocimiento
de la Superintendencia Forestal.
9. Desempeñar las demás facultades que específicamente les sean delegadas previo acuerdo de partes
conforme a la presente ley y su reglamento.

CAPITULO IV
DEL OTORGAMIENTO Y CONTROL DE LOS DERECHOS FORESTALES
ARTICULO 26. (Origen y condicionalidad de los derechos forestales)
Los derechos de aprovechamiento forestal sólo se adquieren por otorgamiento del Estado conforme a ley y se
conservan en la medida en que su ejercicio conlleve la protección y utilización sostenible de los bosques y tierras
forestales, de conformidad con las normas y prescripciones de la materia.
ARTICULO 27. (Plan de manejo y programa de abastecimiento y procesamiento de materia prima)

1. El Plan de Manejo es un requerimiento esencial para todo tipo de utilización forestal, es requisito
indispensable para el ejercicio legal de las actividades forestales, forma parte integrante de la resolución de
concesión, autorización o permiso de desmonte y su cumplimiento es obligatorio. En el plan de manejo se
delimitará las áreas de protección y otros usos. Sólo se pueden utilizar los recursos que son materia del Plan
de Manejo.
2. Los Planes de Manejo deberán ser elaborados y firmados por profesionales o técnicos forestales, quienes
serán civil y penalmente responsables por la veracidad y cabalidad de la información incluida. La ejecución
del Plan de Manejo estará bajo la supervisión y responsabilidad de dichos profesionales o técnicos, quienes
actúan como agentes auxiliares de la autoridad competente, produciendo los documentos e informes que
suscriban fe pública, bajo las responsabilidades a que se refiere la presente ley y su reglamento.
3. Para el otorgamiento y vigencia de la autorización de funcionamiento de centros de procesamiento primario
de productos forestales se deberá presentar y actualizar anualmente un programa de abastecimiento de
materia prima en el que se especifiquen las fuentes y cantidades a utilizar, las que necesariamente deberán
proceder de bosques manejados, salvo los casos de desmonte debidamente autorizados. Dicha autorización
constituye una licencia administrativa cuya contravención da lugar a la suspensión temporal o cancelación
definitiva de actividades, sin perjuicio de las sanciones civiles y penales a que hubiese lugar.
ARTICULO 28. (Clases de derechos)
Se establece los siguientes derechos de utilización forestal:

1. Concesión forestal en tierras fiscales.


2. Autorización de aprovechamiento en tierras de propiedad privada.
3. Permisos de desmonte.

ARTICULO 29. (Concesión forestal)

1. La concesión forestal es el acto administrativo por el cual la Superintendencia Forestal otorga a personas
individuales o colectivas el derecho exclusivo de aprovechamiento de recursos forestales en un área
específicamente delimitada de tierras fiscales. El régimen de tratamiento a la vida silvestre, la
biodiversidad, los recursos genéticos y cualquier otro de carácter especial, se rige por la legislación
específica de la materia.
2. Para la utilización de determinados recursos forestales no incluidos en el Plan de Manejo del concesionario
por parte de terceros el concesionario podrá, o deberá si así lo dirime la autoridad competente conforme a
reglamento, suscribir contratos subsidiarios, manteniendo el concesionario la calidad de responsable por la
totalidad de los recursos del área otorgada. Tratándose de las agrupaciones del lugar y pueblos indígenas
sólo procederán los contratos subsidiarios voluntariamente suscritos, mas no así el arbitraje impuesto por la
Superintendencia Forestal. El reglamento determinará las reglas para la celebración de contratos
subsidiarios, los que serán de conocimiento y aprobación de la Superintendencia Forestal.
3. Tratándose de áreas en que los recursos no maderables son predominantes desde el punto de vista comercial
o tradicional, la concesión se otorgará para este fin primordial gozando sus titulares del derecho exclusivo
de utilización de los productos maderables. En estos casos, para la utilización de recursos maderables se
requerirá de la respectiva adecuación del Plan de Manejo. Asimismo, cuando el fin primordial de la
concesión sea la utilización de recursos maderables, la utilización de recursos no maderables por parte de su
titular requerirá de la misma adecuación, y de autorización expresa por cada nuevo derecho que se otorgue
respecto de dichos recursos.
4. La concesión forestal:
1. Se constituye mediante resolución administrativa que determinará las obligaciones y alcances del
derecho concedido. Además contendrá las obligaciones del concesionario, las limitaciones legales
y las causales de revocación a que está sujeto, conforme a los artículos 5°, 6° y 34° de la presente
ley.
2. Se otorga para el aprovechamiento de los recursos forestales autorizados en un área sin solución
de continuidad, constituida por cuadrículas de 100 metros por lado, medidas y orientadas de norte
a sur, registradas en el catastro forestal del país y cuyos vértices están determinados mediante
coordenadas de la proyección Universal y Transversa de Mercator (UTM), referidas al sistema
geodésico mundial WGS-84 adoptado por el Instituto Geográfico Militar.
3. Se otorga por un plazo de cuarenta (40) años, prorrogable sucesivamente por el mérito de las
evidencias de cumplimiento acreditadas por las auditorías forestales.
4. Se sujeta a registro de carácter público, cuyos certificados otorgan fe plena sobre la información
que contienen.
5. Es susceptible de transferencia a terceros, con autorización de la Superintendencia Forestal,
previa auditoría de cumplimiento, conforme al procedimiento especial a establecerse
reglamentariamente, en cuyo caso el cesionario asume de pleno derecho todas las obligaciones
del cedente.
6. Establece la obligatoriedad del pago en efectivo de la patente forestal anual en tres cuotas
pagaderas de la siguiente manera: el 30% al último día hábil de enero, 30% al último día hábil de
julio y 40% al último día hábil de octubre. Las áreas de protección y no aprovechables
delimitadas por el Plan de Manejo debidamente aprobado y efectivamente conservadas están
exentas del pago de patentes forestales, hasta un máximo del 30% del área total otorgada. La falta
de protección efectiva de dichas áreas o la utilización en ellas de recursos forestales, es causal de
revocatoria de la concesión
7. Establece la obligatoriedad de proteger la totalidad de la superficie otorgada y sus recursos
naturales, incluyendo la biodiversidad, bajo sanción de revocatoria.
8. Es un instrumento público que amerita suficientemente a su titular para exigir y obtener de las
autoridades administrativas, policiales y jurisdiccionales el pronto amparo y la eficaz protección
de su derecho, conforme a la presente ley y su reglamento.
9. Permite la renuncia a la concesión, previa auditoría forestal externa calificada e independiente
para determinar la existencia o no de incumplimiento del Plan de Manejo, debiendo asumir el
renunciante el costo de dicha auditoría y en su caso, las obligaciones emergentes.
10. Las demás establecidas por la presente ley y su reglamento.

ARTICULO 30. (Reglas para la concesión forestal)


1. La Superintendencia Forestal convocará a licitación pública para otorgar cada concesión, sobre la base
mínima de patente forestal anual y la lista de precios referenciales establecida por el Ministerio de
Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente, adjudicándose la concesión por acto administrativo a la mayor
oferta. Entre la convocatoria y la presentación de ofertas deberá mediar por lo menos un plazo de 6 meses,
de los cuales como mínimo 3 meses deberán corresponder a la época seca. Se facilitará la participación del
mayor número de agentes económicos.
2. El proceso de licitación puede iniciarse a solicitud de parte interesada o por iniciativa de la
Superintendencia Forestal. Cuando es a solicitud de parte, el proceso se efectuará previa certificación de la
entidad nacional responsable de Reforma Agraria a fin de evitar superposiciones con áreas dotadas o con
tierras comunitarias de origen debidamente reconocidas.
3. Como requisito indispensable para la iniciación de las operaciones forestales el concesionario deberá contar
con el respectivo plan de manejo aprobado. El titular del derecho deberá informar anualmente hasta el mes
de marzo con respecto a la gestión pasadade la ejecución del plan de manejo y actualizarlo por lo menos
cada cinco años.

ARTICULO 31. (Concesión forestal a agrupaciones sociales del lugar)

1. Las áreas de recursos de castaña, goma, palmito y similares serán concedidas con preferencia a los usuarios
tradicionales, comunidades campesinas y agrupaciones sociales del lugar.
2. Las comunidades del lugar organizadas mediante cualquiera de las modalidades de personalidad jurídica
previstas por la Ley No 1551 del 20 de abril de 1994 u otras establecidas en la legislación nacional, tendrán
prioridad para el otorgamiento de concesiones forestales en tierras fiscales de producción forestal
permanente. El Ministerio de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente determinará áreas de reserva para
otorgar concesiones a dichas agrupaciones, de conformidad con lo prescrito en el inciso a) del Artículo 25?
de la presente ley.
3. La Superintendencia Forestal otorgará estas concesiones sin proceso de licitación, por el monto mínimo de
la patente forestal. Los demás requisitos y procedimientos para la aplicación de este parágrafo serán
establecidos en el reglamento.
4. Las prerrogativas de los parágrafos anteriores no exoneran de las demás limitaciones legales y condiciones,
particularmente de la delimitación de las áreas de aprovechamiento, elaboración, aprobación y
cumplimiento de los planes de manejo y de la obligación de presentar hasta el mes de marzo de cada año un
informe de las actividades desarrolladas en la gestión pasada.

ARTICULO 32. (Autorización de aprovechamiento en tierras de propiedad privada y en tierras comunitarias


de origen)

1. La autorización de utilización forestal en tierras de propiedad privada sólo puede ser otorgada a
requerimiento del propietario o con su consentimiento expreso y está sujeta a las mismas características de
la concesión, excepto las que no le sean aplicables. El titular de la autorización paga la patente mínima
sobre el área intervenida anualmente según el Plan de Manejo aprobado. No está sujeto al impuesto predial
por las áreas de producción forestal y de protección. Es revocable conforme a la presente ley.
2. Se garantiza a los pueblos indígenas la exclusividad en el aprovechamiento forestal en las tierras
comunitarias de origen debidamente reconocidas de acuerdo al artículo 171° de la Constitución Política del
Estado y a la Ley N? 1257 que ratifica el Convenio N? 169 de la Organización Internacional del Trabajo. El
área intervenida anualmente está sujeta al pago de la patente de aprovechamiento forestal mínima. Son
aplicables a estas autorizaciones las normas establecidas en el parágrafo IV del artículo anterior.
3. No requiere autorización previa el derecho al uso tradicional y doméstico, con fines de subsistencia, de los
recursos forestales por parte de las poblaciones rurales en las áreas que ocupan, así como de los pueblos
indígenas dentro de sus tierras forestales comunitarias de origen. Asimismo se garantiza a los propietarios
este derecho dentro de su propiedad para fines no comerciales. La reglamentación determinará los recursos
de protección contra el abuso de este derecho.

ARTICULO 33. (Inspecciones y auditorías forestales)

1. La Superintendencia Forestal efectuará en cualquier momento, de oficio, a solicitud de parte o por denuncia
de terceros, inspecciones para verificar el cabal cumplimiento de las obligaciones legales y contractuales,
incluyendo la debida implementación y aplicación del Plan de Manejo. Para los mismos efectos podrá
contratar auditorías forestales.
2. Cualquier persona individual o colectiva, debidamente asistida por profesionales calificados, podrá hacer
visitas de comprobación a las operaciones forestales de campo, sin obstaculizar el desarrollo de las
actividades, previa obtención de libramiento de visita de la instancia local de la Superintendencia Forestal,
conforme a reglamento.
3. Cada 5 años se realizará una auditoría forestal calificada e independiente de las concesiones forestales por
empresas precalificadas, cuyo costo será cubierto por el concesionario.
4. Las auditorías referidas en este artículo podrán concluir en los siguientes dictámenes, que serán definidos
en el reglamento: a) de cumplimiento, b) de deficiencias subsanables y c) de incumplimiento. Los
dictámenes de cumplimiento, debidamente validados por la Superintendencia Forestal, conllevan el
libramiento automático de prórroga contractual. Los dictámenes de deficiencias subsanables conllevan el
mismo derecho una vez verificadas las subsanaciones por parte de la Superintendencia Forestal y siempre
que las mismas se efectúen dentro del plazo de 6 meses. Los dictámenes de incumplimiento, debidamente
validados, conllevan la aplicación de sanciones según su gravedad, incluyendo la reversión, conforme a la
presente ley y su reglamento.

ARTICULO 34. (Caducidad)

1. La caducidad de la concesión forestal y consecuente reversión procede por cualquiera de las siguientes
causales:
1. Cumplimiento del plazo.
2. Transferencia de la concesión a terceros sin haber cumplido los procedimientos establecidos en el
reglamento.
3. Revocatoria de la concesión y consecuente reversión en favor del Estado, conforme a las
disposiciones legales.
4. Cambio de uso de la tierra forestal.
5. Falta de pago de la patente forestal.
6. Incumplimientos del Plan de Manejo que afecten elementos esenciales de protección y
sostenibilidad, conforme a la presente ley y su reglamento.
7. Incumplimiento de las obligaciones contractuales sujetas a revocatoria.
2. Rigen para la caducidad de las autorizaciones de aprovechamiento forestal en tierras de propiedad privada,
las causales del parágrafo anterior en cuanto les sean aplicables.

ARTICULO 35. (Permisos de desmonte)


Los permisos de desmonte se otorgarán directamente por la instancia local de la Superintendencia Forestal y con
comunicación a las prefecturas y municipalidades de la jurisdicción, bajo las condiciones específicas que se
establezcan de conformidad con las regulaciones de la materia, y proceden en los casos siguientes:

1. Desmontes de tierras aptas para usos diversos.


2. Construcción de fajas cortafuegos o de vías de transporte, instalación de líneas de comunicación, de energía
eléctrica, realización de obras públicas, o para erradicación de plagas, enfermedades y endemias.

El incumplimiento de las condiciones establecidas en el permiso da lugar a su revocatoria, independientemente de las


multas, las obligaciones que disponga la autoridad competente y demás sanciones de ley.
CAPITULO V
DE LAS PATENTES FORESTALES
ARTICULO 36. (Clases de patentes forestales)
Se establecen en favor del Estado las siguientes patentes por la utilización de recursos forestales, que no constituyen
impuesto, tomando la hectárea como unidad de superficie:

1. La patente de aprovechamiento forestal, que es el derecho que se paga por la utilización de los recursos
forestales, calculado sobre el áreal aprovechable de la concesión establecida por el plan de manejo.
2. La patente de desmonte, que es el derecho que se paga por los permisos de desmonte.

ARTICULO 37. (Monto de las patentes)

1. El monto de la patente de aprovechamiento forestal será establecido mediante procedimiento de licitación,


sobre la base mínima del equivalente en Bolivianos (Bs.) a un Dólar de los Estados Unidos de América
(US$1) por hectárea y anualmente. El valor de la patente de aprovechamiento resultante de la licitación será
reajustado anualmente en función de la paridad cambiaria de dicho signo monetario. Además, cada 5 años
la patente y la base mínima serán reajustadas en función de la variación ponderada entre las listas originales
y actualizadas de precios referenciales de productos en estado primario (madera simplemente aserrada). La
variación ponderada se determinará según el comportamiento de los precios y los volúmenes de producción
nacional.
2. La patente de aprovechamiento forestal por la utilización de bosques en tierras privadas es la establecida en
el parágrafo I del artículo 32? de la presente ley, sujeta al sistema de reajustes previstos en el parágrafo
anterior.
La patente para el aprovechamiento de castaña, goma, palmito y similares es igual al 30% del monto de la
patente mínima, siempre que la autorización se refiera únicamente a dichos productos.
Las Universidades y Centros de Investigación en actividades forestales calificados por la Superintendencia
Forestal que posean áreas forestales debidamente otorgadas, están exentos del pago de patente forestal.
3. Para los permisos de desmonte, la patente será el equivalente a quince veces el valor de la patente mínima
y, adicionalmente, el pago equivalente al 15% del valor de la madera aprovechada en estado primario del
área desmontada, conforme a reglamento. Sin embargo, el desmonte hasta un total de 5 hectáreas en tierras
aptas para actividades agropecuarias está exento de patente. El comprador de la madera aprovechada del
desmonte para poder transportarla debe pagar el 15% de su valor en estado primario, según reglamento.

ARTICULO 38. (Distribución de las patentes forestales)


Las patentes de aprovechamiento forestal y de desmonte, serán distribuidas de la siguiente manera:

1. Prefectura: 35% de la patente de aprovechamiento y 25% de la patente de desmonte, por concepto de


regalía forestal.
2. Las Municipalidades: 25% de la patente de aprovechamiento y 25% de la patente de desmonte, distribuidos
de acuerdo a las áreas de aprovechamiento otorgadas en sus respectivas jurisdicciones para el apoyo y
promoción de la utilización sostenible de los recursos forestales y la ejecución de obras sociales de interés
local, siempre que el municipio beneficiario cumpla con la finalidad de este aporte. La Superintendencia
Forestal podrá requerir al Senado Nacional la retención de fondos, emergentes de la presente ley, de un
municipio en particular en caso de incumplimiento de las funciones detalladas en el Artículo 25? de la
presente ley. Si el Senado Nacional admite la denuncia, quedan suspendidos los desembolsos provenientes
de la distribución de las patentes forestales correspondientes al gobierno municipal denunciado. En tanto el
Senado Nacional resuelva definitivamente la situación, los recursos señalados continuarán acumulándose
en la cuenta del gobierno municipal observado
3. Fondo Nacional de Desarrollo Forestal: 10% de la patente de aprovechamiento forestal más el 50% de las
patentes de desmonte y los saldos líquidos de las multas y remates, para un fondo fiduciario destinado a
aportes de contrapartida para la clasificación, zonificación, manejo y rehabilitación de cuencas y tierras
forestales, ordenamiento y manejo forestal, investigación, capacitación y transferencia de tecnologías
forestales.
4. Superintendencia Forestal: 30% de la patente de aprovechamiento forestal. Cualquier excedente sobre el
presupuesto aprobado por ley pasará al Fondo Nacional de Desarrollo Forestal.

CAPITULO VI
DE LAS PROHIBICIONES, CONTRAVENCIONES, DELITOS Y SANCIONES
ARTICULO 39. (Prohibición de concesión)
Se prohibe adquirir concesiones forestales, personalmente o por interpósita persona, durante el ejercicio de sus
funciones y hasta un año después de haber dejado el cargo a:

1. El Presidente y Vicepresidente de la República, Senadores y Diputados, Ministros de Estado, Presidente y


Ministros de la Corte Suprema de Justicia, Magistrados del Tribunal Constitucional, Contralor General de
la República, Vocales de las Cortes Superiores de Distrito, autoridades ejecutivas de la Reforma Agraria y
miembros de la Judicatura Agraria, Fiscal General de la República, Superintendente General de Recursos
Naturales Renovables, Superintendente Forestal, Prefectos, Subprefectos y Corregidores y Consejeros
Departamentales, Alcaldes y Concejales, servidores públicos del Ministerio de Desarrollo Sostenible y
Medio Ambiente y de la Superintendencia Forestal.
2. Los cónyuges, ascendientes, descendientes hasta el segundo grado de consanguinidad de los servidores
públicos mencionados en el inciso a).

Se salvan los derechos constituidos con anterioridad a la publicación de la presente ley y los que se adquieran por
sucesión hereditaria.
Los que incurran en la prohibición establecida perderán el derecho y se inhabilitarán para un nuevo otorgamiento
durante cinco años, sin perjuicio de las acciones a que haya lugar.
ARTICULO 40. (Prohibiciones a extranjeros)
Las personas individuales o colectivas extranjeras no podrán obtener bajo ningún título derechos forestales dentro de
los cincuenta kilómetros de las fronteras.
ARTICULO 41. (Contravenciones y sanciones administrativas)

1. Las contravenciones al Régimen Forestal de la Nación dan lugar a sanciones administrativas de


amonestación escrita, multas progresivas, revocatoria del derecho otorgado y cancelación de la licencia
concedida, según su gravedad o grado de reincidencia.
2. El reglamento establecerá los criterios y procedimientos para la aplicación de las sanciones administrativas.
La escala de multas se basará en porcentajes incrementales del monto de las patentes de aprovechamiento
forestal o de desmonte, según corresponda, de acuerdo a la gravedad de la contravención o grado de
reincidencia. El incremento no podrá exceder del 100% de la patente respectiva.
3. Constituyen contravenciones graves que dan lugar a la revocatoria del derecho otorgado, las establecidas y
previstas en la presente ley.

ARTICULO 42. (Delitos forestales)

1. Constituyen delitos de resistencia a la autoridad, desobediencia e impedimento o estorbo al ejercicio de


funciones, tipificados en los artículos 159?, 160? y 161? del Código Penal, según correspondan, los actos
ejercidos contra los inspectores y auditores forestales debidamente acreditados por la autoridad competente
y el incumplimiento de las resoluciones de la autoridad forestal, de los pliegos de cargos y
recomendaciones de las inspecciones y de los informes y dictámenes de auditoría debidamente validados.
2. Constituyen circunstancias agravantes de los delitos tipificados en los artículos 198?, 199?, 200? y 203? del
Código Penal según corresponda, cuando los actos de falsedad material o ideológica, o el uso de
instrumentos falsificados, estén referidos al Plan de Manejo y sus instrumentos subsidiarios, programas de
abastecimiento de materia prima, declaraciones juradas, informes y documentos de los profesionales y
técnicos forestales, pliegos de cargo y recomendaciones de las inspecciones forestales, informes y
dictámenes de auditorías forestales y demás instrumentos establecidos por la presente ley y su reglamento.
3. Constituyen circunstancias agravantes del delito previsto en el artículo 206? del Código Penal cuando la
quema en áreas forestales se efectúe sin la debida autorización o sin observar las regulaciones sobre quema
controlada o se afecten tierras de protección, producción forestal, inmovilización o áreas protegidas.
4. Constituyen actos de destrucción y deterioro de bienes del Estado y la riqueza nacional tipificados en el
artículo 223? del Código Penal, la tala o quema de la cobertura arbórea en tierras de protección, producción
forestal o inmovilización y en las áreas protegidas, la tala o quema practicadas en tierras con cobertura
boscosa aptas para otros usos sin la autorización de la autoridad competente o sin cumplir las regulaciones
de la materia, así como el incumplimiento del Plan de Manejo en aspectos que afecten elementos esenciales
de protección y sostenibilidad del bosque.
5. Constituye acto de sustracción tipificado en el artículo 223? del Código Penal la utilización de recursos
forestales sin autorización concedida por la autoridad competente o fuera de las áreas otorgadas, así como
su comercialización.

CAPITULO VII
DE LAS IMPUGNACIONES Y RECURSOS
ARTICULO 43. (Recurso de revocatoria)
Las resoluciones administrativas pronunciadas por el Superintendente Forestal podrán ser impugnadas por quien
resultare afectado, cuando demuestre el perjuicio que le represente en su patrimonio o en sus derechos protegidos por
la ley, interponiendo recurso de revocatoria ante el mismo Superintendente Forestal. Este recurso deberá ser
interpuesto dentro del plazo de 30 días de publicada o notificada la resolución.
ARTICULO 44. (Resolución o silencio administrativo)
El Superintendente Forestal deberá pronunciarse en el plazo de 15 días de presentado el recurso. Vencido dicho plazo
sin que el Superintendente Forestal se haya pronunciado, se presumirá de pleno derecho la negativa al recurso de
revocatoria e interpuesto el recurso jerárquico ante el Superintendente General, ante quien se deberán elevar obrados
de oficio en el plazo máximo de 5 días.
ARTICULO 45. (Recurso jerárquico)
Las resoluciones denegatorias a los recursos de revocatoria pronunciadas por el Superintendente Forestal podrán ser
impugnadas dentro de los 15 días de su notificación, mediante la interposición del recurso jerárquico ante el
Superintendente General del Sistema de Regulación de Recursos Naturales Renovables (SIRENARE), el mismo que
ordenará se eleven obrados en el día. El Superintendente General pronunciará resolución, la que agotará el
procedimiento administrativo, dejando expedita la vía del recurso contencioso-administrativo ante la Corte Suprema
de Justicia.
ARTICULO 46. (Medidas precautorias)
Las resoluciones pronunciadas por el Superintendente Forestal o por otras autoridades administrativas competentes,
que determinen la imposición de medidas precautorias de cumplimiento inmediato en defensa de los recursos
forestales, de la conservación de los ecosistemas, de la biodiversidad y del medio ambiente, sólo admitirán recursos
administrativos o jurisdiccionales en el efecto devolutivo, manteniendo dichas resoluciones sus efectos y vigencia en
tanto no sean revocadas por autoridad superior y con calidad de cosa juzgada.
TITULO III
DISPOSICIONES TRANSITORIAS
PRIMERA.- (Régimen de transición)

1. Concédese, a los titulares de contratos de aprovechamiento forestal vigentes a la fecha de promulgación de


la presente ley el beneficio de conversión voluntaria al régimen de concesiones, hasta el 31 de diciembre de
1996, bajo las siguientes condiciones:
1. Unicamente para el efecto de este beneficio, los contratos de aprovechamiento forestal que se
acojan a la conversión voluntaria se considerarán, por todo mérito jurídico, como asignaciones de
prioridad de área, con el consecuente derecho de preferencia absoluta al otorgamiento de la
concesión.
2. Es procedente la reducción voluntaria de áreas otorgadas para cada contrato y la conversión
parcial al régimen de concesiones siempre que la fracción a convertirse sea una sola unidad, sin
solución de continuidad territorial; revirtiendo el área restante al dominio del Estado.
3. Estar al día en el pago de sus obligaciones forestales.
4. Pagar la patente mínima con los reajustes establecidos en el parágrafo I del Artículo 37? de la
presente ley. Dicha patente será pagada de la siguiente manera:
1. Para la primera anualidad los pagos se harán 50% hasta el último día hábil de 1996 y
50% hasta al último día hábil de julio de 1997.
2. Para las anualidades posteriores 30% hasta el último día hábil de enero, 30% hasta el
último día hábil de julio y 40% hasta el último día hábil de octubre.

La primera anualidad se pagará sobre el total del área convertida al régimen de concesiones. A partir de 1998 se
pagará sobre la extensión efectivamente aprovechable del área convertida, definida en el Plan de Manejo,
debidamente aprobado de conformidad con el inciso f) del parágrafo III del artículo 29? de la presente ley. No hay
derecho de reintegro ni de repetición en casos de superposiciones emergentes.
2. Rige para quienes se acojan a este beneficio el plazo de cuarenta años a partir de la fecha de la conversión, así
como el sistema de renovación sucesiva.Los que se acojan a la conversión voluntaria deberán presentar un Plan de
Manejo a más tardar hasta el 30 de junio de 1997 justificando el área que retienen y las inversiones a realizarse.
Los beneficiarios de la conversión contractual están sujetos a las disposiciones del Régimen Forestal de la Nación.
Quienes no se acojan al beneficio de conversión contractual voluntaria deberán entregar a la Superintendencia
Forestal, durante el mismo plazo establecido en el parágrafo anterior, copia legalizada por la instancia receptora de la
documentación completa que sustente la regularidad en la obtención y conservación de su derecho, a fin de someterla
al respectivo análisis técnico-legal y, en su caso, a la correspondiente auditoría forestal.
La omisión en la presentación de la documentación sustentatoria en el plazo fijado se reputará de pleno derecho como
evidencia de vicios insubsanables, que dará lugar a la declaratoria de nulidad del contrato y a la consecuente
reversión.
El proceso de calificación de los contratos de aprovechamiento forestal será el siguiente:

1. Si el análisis técnico-legal determina la existencia de vicios que implican, conforme a la legislación


entonces vigente, la nulidad de pleno derecho del acto, o el incumplimiento de obligaciones que según
dicha legislación conllevan la resolución contractual, la Superintendencia Forestal expedirá la declaratoria
correspondiente, la misma que se hará mediante instrumento de igual rango al que la concedió.
2. Los casos no comprendidos en el inciso anterior serán sometidos a una auditoría forestal calificada e
independiente para examinar estrictamente, el efectivo cumplimiento de las obligaciones legales,
reglamentarias y contractuales en la ejecución del contrato, en el marco de la legislación entonces vigente.
3. Los dictámenes de las auditorías podrán pronunciarse en cualquiera de los siguientes sentidos:

VIGENCIA DEL DERECHO:


Cuando la auditoría calificada e independiente de la ejecución del contrato sustenta su estricto cumplimiento, tendrá
vigencia por el resto del tiempo del contrato, no pudiendo renovarse el mismo, bajo pena de reversión.
RESOLUCION CONTRACTUAL:
Cuando se encuentre evidenciado el incumplimiento del contrato de aprovechamiento y del Plan de Manejo, lo que
conlleva la declaratoria de resolución del contrato y la reversión automática del derecho otorgado al dominio del
Estado. En este caso, la Superintendencia Forestal expedirá la correspondiente resolución administrativa de
resolución contractual mediante instrumento del mismo rango que el que lo otorgó, contra la que procederán los
recursos de impugnación previstos por la presente ley.
3. Quienes no opten por la conversión voluntaria al régimen de concesiones, deberán presentar hasta el 31 de
diciembre de 1996 un Plan de Manejo actualizado. Para estos casos, la Superintendencia Forestal reajustará
periódicamente las correspondientes obligaciones de pago establecidas en la legislación vigente a la fecha de
suscripción de los respectivos contratos de aprovechamiento.
SEGUNDA.- (Presupuesto)
Autorízase al Ministerio de Hacienda atender los requerimientos presupuestarios de la Superintendencia Forestal para
el presente ejercicio fiscal, incluyendo los gastos incurridos en las auditorías y demás actividades del proceso de
transición del Régimen Forestal de la Nación.
TERCERA.- (Sobre derechos de monte y aprovechamiento)

1. En tanto se establezcan las correspondientes adecuaciones todos los derechos de monte y de


aprovechamiento único, así como los importes de multas y remates serán transferidos a la Superintendencia
Forestal, para su posterior distribución conforme a la presente ley.
2. Autorízase a la Superintendencia Forestal a establecer un régimen transitorio de excepción para los casos de
pequeñas propiedades hasta de 200 hectáreas, que vengan aprovechando bajo la modalidad de contratos
únicos, para continuar cobrando por volumen, hasta que ingresen a modalidades regulares conforme a la
presente ley y su reglamento.

CUARTA.- (Apoyo de las prefecturas)


Las prefecturas departamentales transferirán los bienes muebles e inmuebles que pertenecían a las Unidades Técnicas
Descentralizadas del Centro de Desarrollo Forestal a las reparticiones de la Superintendencia Forestal.
QUINTA.- (Armonización de derechos concurrentes)
La Superintendencia Forestal resolverá, conforme a la presente ley y su reglamento, la armonización de los derechos
de aprovechamiento de productos forestales no maderables que a la vigencia de la presente ley se encuentren
concurriendo en una misma área con derechos de aprovechamiento de productos maderables.
SEXTA.- (Régimen interino)
En tanto se designe al Superintendente Forestal, sus funciones serán desempeñadas por el Secretario Nacional de
Recursos Naturales y Medio Ambiente, contra cuyas resoluciones caben los recursos previstos en los artículos 43?,
44? y 45? de la presente ley, actuando transitoriamente el Ministro de Desarrollo Sostenible y Medio Ambiente como
última instancia administrativa.
Cuando se designe al Superintendente Forestal y hasta que se designe al Superintendente General del Sistema de
Regulación de Recursos Naturales Renovables (SIRENARE) estas funciones serán desempeñadas por el
Superintendente General del Sistema de Regulación Sectorial (SIRESE).
TITULO IV
DISPOSICIONES FINALES
PRIMERA.- (Puestos de control forestal)
Autorízase a la Superintendencia Forestal a establecer puestos de control forestal, que no constituyen trancas,
aduanillas ni retenes y que son exclusivamente para el control del tránsito de recursos y productos forestales
prohibiéndose cualquier cobro.
SEGUNDA.- (Nulidad de pleno derecho)
Es nulo de pleno derecho cualquier subdivisión o transferencia de áreas materia de contratos de aprovechamiento
forestal efectuada antes de la promulgación de la presente ley.
TERCERA.- (Abrogaciones y derogaciones)
Abrógase y derógase todas las disposiciones contrarias a la presente ley.
Pase al Poder Ejecutivo para fines Constitucionales.
Es dada en la Sala de Sesiones del Honorable Congreso Nacional, a los once días del mes de julio de mil novecientos
noventa y seis años.
Fdo. Juan Carlos Durán Saucedo, Guillermo Bedegral Gutiérrez, Walter Zuleta Roncal, Horacio Torres Guzmán,
Edith Gutiérrez de Mantilla, Alfredo Romero.
Por tanto la promulgo para que se tenga y cumpla como ley de la República.
Es dado en el Palacio de Gobierno de la ciudad de La Paz, a los doce días del mes de julio de mil novecientos noventa
y seis años.
FDO. Gonzalo Sanchez de Lozada, José Guillermo Justiniano Sandoval, Moisés Jarmúsz Levy
.
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Revista Latinoamericana de Desarrollo Económico


versión On-line ISSN 2074-4706

rlde n.15 La Paz mayo 2011

ARTICULO ORIGINAL

Deforestación en Bolivia: una aproximación espacial

Deforestation in Bolivia: A Spatial Approach


Jaime Daniel Leguía Aliaga *; Horacio Villegas Quino **
; Javier Aliaga
Lordemann ***

*
Becario (Fellow) de Conservación Estratégica (CSF). La Paz–
Bolivia. dleguia@gmail.com

**
Investigador Asociado del Instituto de Investigaciones Socio Económicas (IISEC-
UCB). La Paz–Bolivia. hvillegas@ucb.edu.bo. Administrador del Proyecto CELA.

***
Director del Instituto de Investigaciones Socio Económicas (IISEC-UCB). La Paz–
Bolivia. jaliaga@ucb.edu.bo

Resumen

Este documento presenta evidencias de que las características ambientales, la


infraestructura vial, los derechos propietarios y los aspectos demográficos son
determinantes de la deforestación en Bolivia. Para ello se realizaron estimaciones
por mínimos cuadrados ordinarios, y posteriormente se comprobó la existencia de
interdependencia entre las regiones examinadas, estimándose en este último caso
un modelo espacial de retardos.

Palabras clave: Deforestación, determinantes, econometría espacial, Modelo


Espacial de Retardos

Abstract

This document presents evidences of which the environmental characteristics, (the


road infrastructure, the proprietary rights and the demographic aspects) are
determining the deforestation in Bolivia. We realized estimations by MLS, verifyng
the existence of interdependence between the examined regions. As a result we
used a lag space model.

Keywords: Deforestation, Determinants, Space Econometry, Space Model of


Retardations

Clasificación / Classification JEL: C31, Q23

1. Introducción
En los últimos años la deforestación se ha constituido en uno de los temas
prioritarios en las agendas nacionales e internacionales, principalmente por sus
efectos sobre la pérdida de biodiversidad, el cambio climático, la reducción de la
oferta de madera y la degradación del suelo, entre otros (Kaimowitz et al., 1998).
Según la FAO (2006), los latinoamericanos deforestaron cinco veces más por
habitante rural que los africanos, y 40 veces más que los asiáticos.

Se estima que en Bolivia la deforestación está provocando la pérdida de cientos de


miles de hectáreas de bosque por año. Las causas de esta deforestación son muy
complejas y varían entre las distintas regiones del país. Sin embargo, se sabe que
la ampliación de la frontera agrícola constituye la principal causa de deforestación
(Pacheco, 2004).

También, se ha detectado que el acceso a infraestructura de carreteras incrementa


la probabilidad de deforestación (Kaimowitz y Angelsen, 1999). Se asume que una
alta densidad y crecimiento poblacional cerca a áreas forestales incrementa la
presión sobre los bosques, y que la tenencia de la tierra y la falta de derechos de
propiedad bien definidos son también causas importantes de este fenómeno. Por
último, existe un conjunto de variables físico-ambientales que influyen fuertemente
en el lugar donde los agentes deforestan (Kaimowitz y Angelsen, 1998)

En este sentido, Bolivia se constituye en un caso fundamental de estudio –


aproximadamente el 50% del territorio tiene vocación forestal– en el que el
modelamiento de este tipo de factores cobra importancia, debido a que existen
complejas relaciones causales. Por lo tanto, este documento pretende medir y
analizar las relaciones que presentan un conjunto de variables (caminos, derechos
propietarios, características físicas y ambientales, población, etc.) en relación a la
deforestación, a partir de una escala de análisis municipal.

Para tal efecto se utiliza un modelo econométrico espacial, el cual nos permite
analizar el efecto de características físico-ambientales sobre la deforestación. El
documento está estructurado de la siguiente manera: en la sección dos se hace una
aproximación conceptual al tema forestal, mientras que en la sección tres se
examina la deforestación en Bolivia. En la cuarta sección se presenta el modelo
econométrico utilizado; en la quinta, los resultados; y en la sexta sección se
muestran las principales conclusiones del estudio.

2. Aproximaciones conceptuales

En esta sección nos enfocaremos en la definición de tres elementos conceptuales.


Primero, la comprensión y delimitación del concepto de deforestación para fines de
nuestro estudio, por tener el mismo diversas acepciones operativas. Segundo,
desarrollaremos las nociones básicas sobre modelos económicos explicativos de la
deforestación. Tercero, en el marco de estos últimos, incidiremos en el desarrollo
teórico de variables clave para el análisis de los procesos de deforestación.

2.1. Deforestación

Según Wunder (2001), el concepto de deforestación está relacionado con varios


términos no totalmente delimitados (pérdida de bosque, fragmentación, conversión
o degradación). Por este motivo, el autor categoriza los diferentes enfoques
predominantes sobre las definiciones de deforestación en visiones “amplia” y
“estrecha”.
Por un lado, la visión “amplia” incluye no sólo la conversión del bosque a otros
usos, sino también diferentes tipos de degradación que reducen la calidad del
bosque en términos de densidad y estructura, servicios ecológicos, biomasa y
diversidad de especies, entre otros. Bajo este enfoque, la tala selectiva se convierte
en uno de los principales factores de deforestación.

Del otro lado, la versión “estrecha” de deforestación se enfoca estrictamente en el


cambio del uso de la tierra forestal y puede implicar una completa destrucción de la
cobertura forestal. Para Kaimowitz y Angelsen (1998), la deforestación describe una
situación de remoción completa de largo plazo de la cobertura forestal. Para la FAO
(2006), el criterio decisivo es la suficiente remoción de cobertura forestal para
permitir usos alternativos de la tierra.

Para el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC por sus siglas en


inglés) existen varias maneras de abordar las definiciones de forestación,
reforestación y deforestación.

La primera se basa en el concepto de cambio de uso de la tierra1 y la segunda en la


densidad de carbono. Según el PNUD (2008), la deforestación es un proceso de
conversión por actividad humana directa de tierras boscosas en tierras no
forestales, mientras que la remoción de bosque genera una pérdida de biomasa y
de captura de carbono.

Finalmente, Wachholtz, et al. (2006) conceptualizan la deforestación de manera


operativa para Bolivia, como la forma de cambio del uso de la tierra forestal a gran
escala a partir del desmonte mecanizado. Otras formas de deforestación, tales
como el aprovechamiento no sostenible de los recursos maderables, chaqueo y
cicatrices de incendios forestales, no son tomadas en cuenta en esta definición.

2.2. Modelos económicos explicativos de la deforestación

Existen dos enfoques predominantes a nivel económico para el análisis de modelos


de deforestación que se han estado desarrollando y adaptando a entornos
específicos en las últimas dos décadas. El primero, elaborado por Kant y Redantz
(1997), pretende captar las complejas interacciones asociadas a la deforestación en
base a una estructura de trabajo multinivel, donde los factores clave que inciden
sobre la deforestación están divididos en variables directas e indirectas. Los efectos
de las causas directas están determinados por la compleja interacción de las causas
indirectas (Yiridoe y Manang, 2001).

El segundo es el enfoque de Kaimowitz y Angelsen (1998), quienes elaboran un


marco conceptual en el cual se realiza una detallada descripción de las variables y
su correspondiente clasificación, así como la relación de dicha ordenación de
variables con la escala de análisis (macro2, meso y micro). De esta forma se cuenta
con una estructura teórica y variables que permiten delimitar las investigaciones de
deforestación según sus objetivos y escala.

A nivel micro se espera que los agentes elijan la asignación de sus recursos dado
un contexto exógeno determinado por precios, condiciones iniciales, preferencias,
políticas, instituciones y alternativas tecnológicas. A nivel meso los agentes poseen
diversas características ecológicas, de estructura agraria, historia política,
instituciones, relaciones comerciales, infraestructura y uso del suelo.Finalmente, a
escala macro se enfatiza el análisis en las relaciones entre las variables
subyacentes, parámetros de decisión y deforestación (Lambin, 1997:1).

2.3. Análisis de variables clave


Para fines de esta investigación, en esta sección nos enfocamos en variables tipo
meso dentro del modelo de Kaimowitz y Angelsen. Empíricamente, en este tipo de
estudios las unidades de medición son estados, regiones o municipios. De igual
manera, se hace énfasis en los parámetros de decisión de los agentes económicos,
considerando algunas variables relacionadas a las variables de decisión; de esta
forma se realiza un análisis de las causas inmediatas de la deforestación. A
continuación explicamos brevemente las principales variables utilizadas a nivel
meso.

Población y deforestación

Se considera que el crecimiento de la población asociado a un cambio demográfico


y sus efectos sobre la deforestación no son lineales ni directos, ya que dependen de
otros factores. Según, Rosero-Bixby y Palloni (1997), existen rutas directas e
indirectas que conectan el crecimiento poblacional con la deforestación. Entre las
rutas directas están, por un lado, la escasez relativa de tierras en áreas
tradicionalmente agropecuarias como consecuencia de la alta densidad de la
población, y, por el otro lado, la creciente demanda de madera y alimentos. Entre
los mecanismos indirectos se encuentran las condiciones que determinan la
accesibilidad al bosque y la desigual distribución de la tierra.

Para Bonilla (1985), Harthshorn (1997) y Pérez y Protti (1978), el eslabón causal
que permite entender cómo la presión demográfica incide sobre la tierra está
relacionado con las políticas de Gobierno que favorecen los asentamientos y
colonización de tierras públicas. En los trabajos elaborados por Southgate (1990) se
argumenta que el crecimiento de la población en áreas forestales ocurre en
respuesta a la construcción de caminos, disponibilidad de suelos de calidad y
crecimiento de la demanda de productos agrícolas.

Derechos propietarios

Según Jaramillo y Kelly (2000), hay tres estratos en la relación existente entre la
tenencia de tierra y la decisión de deforestar. Primero, la seguridad de los derechos
de propiedad individual sobre las tierras agrícolas establecidas y sus efectos sobre
la producción y el empleo agrícola. Segundo, los regímenes de tenencia sobre las
áreas forestadas y sus efectos sobre el manejo sostenible de los recursos. Tercero,
las políticas que inciden sobre el cumplimiento de los derechos propietarios.

Los derechos de propiedad (o su ausencia) de la tierra con bosque y las políticas de


titulación que premian el “desmonte” son los dos factores más importantes para
Rosero-Bixby y Palloni (1997). De otro lado, los intereses económicos y sociales
muchas veces constituyen incentivos más fuertes para la explotación de los
bosques y su conversión que los incentivos derivados de la tenencia (Deininger y
Minten, 1996).

Finalmente, en el caso de los recursos forestales es directo suponer que la tasa de


descuento es alta y que la inestabilidad institucional y los contratos de
arrendamiento a corto plazo constituyen elementos adicionales que generan
incertidumbre sobre la tenencia de la tierra, incentivando un aprovechamiento
selectivo y el desmonte del bosque.

El uso de la tierra

El impacto de la geografía sobre el desarrollo se deriva de la interacción entre las


condiciones físicas y los patrones de asentamiento de la población en el territorio
(BID, 2000). Para Butler y Ogendo (1994), la geografía hace énfasis en las
distribuciones espaciales y ambientales de las actividades económicas. Estos
autores sostienen que la dinámica de la geografía económica y su incidencia en las
actividades económicas y de uso de la tierra contemplan dos enfoques
interrelacionados: el espacial y el ambiental. El primero está referido a las
regularidades espaciales y los esquemas resultantes de las fuerzas económicas,
incluso si el ambiente fuera el mismo. En tanto que el segundo (denominado
ecológico) estudia la ubicación de la actividad económica y cambios en el uso de la
tierra, contemplado aspectos como clima, geología, vegetación y agua.

Factores espaciales

Según von Thünen. (1867), existe una renta asociada a la ubicación de un sitio. En
este sentido, la renta es función del rendimiento, que a su vez depende de manera
positiva del margen de ganancia y de manera negativa del costo de producción y de
la distancia. Parafraseando a este autor, la agricultura (bosque) requiere grandes
cantidades de superficie para cada granja (aprovechamiento forestal), y por lo
tanto es necesario que éstas se sitúen a diferentes distancias. Como consecuencia
de esto, los productos se transportan desde diferentes distancias, lo que provoca
un aumento del coste para los productos más lejanos. Así, un incremento de la
renta, generada bien por el aumento de precio en el mercado, bien por la
disminución del coste de producción, provoca un alejamiento de la distancia al
mercado, y viceversa.

Infraestructura vial

Se establece que, en la medida que existan caminos cerca al bosque, existe una
mayor probabilidad de deforestación; por lo tanto, también existe una relación
positiva entre infraestructura vial y deforestación (Wunder, 2000). La mayoría de
los estudios (Southgate, 1990; Krutilla et al., 1995; Deininger y Minten (1996);
Cropper et al., 1997) que incluyen variables de acceso muestran que la
deforestación es alta en lugares con más caminos y/o proximidad a mercados de
ciudades grandes (Chomitz y Gray, 1996; Alston et al., 1995; Mahar y Schneider,
1994).

Factores ambientales

La teoría de la renta económica desarrollada por David Ricardo en 1817 (incluir en


biblio? )relaciona la calidad (ambiental) de la tierra medida por medio de
parámetros tales como la fertilidad natural de la tierra con el ingreso de la granja.
Esta renta se refiere a aquella parte del producto de la tierra que se paga al
propietario para el uso de las fuerzas originales e indestructibles de la tierra. Dado
que la tierra es fija e inmóvil, es necesario usar una calidad progresivamente más
pobre de tierra conforme se eleva la población y la demanda económica.

En este sentido, la deforestación se ve afectada a medida que se amplían las áreas


de cultivo. Para este autor también importa el factor espacial, dado que “la tierra
más fértil y la más favorablemente ubicada será la primera que se cultive. De esta
manera al cultivar en forma sucesiva tierra de peor calidad o tierra situada
desfavorablemente, la renta se elevaría en la tierra previamente cultivada.

Pendientes y costos de producción

Butler (1994) señala que los costos de producción y transporte están relacionados
con el grado de aspereza del terreno. Las regiones de terrenos ásperos por lo
general presentan costos más altos porque necesitan insumos específicos para la
producción y el transporte de un producto cualquiera. En el caso de la
deforestación, los modelos económicos desarrollados sobre el tema predicen que
mejores suelos y tierra con pendientes bajas o planas permiten un mayor
desmonte, desde que los terratenientes prefieren deforestar las tierras más
productivas (Kaimowitz y Angelsen, 1998).

3. Antecedentes de la deforestación en Bolivia

A continuación presentamos elementos de contexto sobre la evolución de la


deforestación en Bolivia, con el propósito de aportar elementos clarificadores que
serán de gran utilidad el momento de comprender las conclusiones a las que arriba
este documento. En este sentido, en esta sección desarrollamos, primero, una
tipificación sobre las características geográficas de Bolivia, para luego enfatizar los
elementos fundamentales sobre el estado de situación de la deforestación en el
país.

3.1. Tipificación geográfica de Bolivia3

En este acápite se pretende mostrar de manera panorámica la diversidad y riqueza


de la estructura en pisos ecológicos que tiene Bolivia (más de nueve sistemas
climáticos), en cuanto abarca territorios que van desde tierras altas (a más de
4.000 m.s.n.m.) hasta zonas tropicales muy cercanas a la selva amazónica
brasilera. Para este fin seguimos el desarrollo que se detalla a continuación.

Primero, la Amazonía, que abarca los bosques que se encuentran en la cuenca del
Amazonas. Ésta se constituye en una de las zonas más complejas y más ricas en
especies de plantas y animales, y registra temperaturas promedio anuales entre 24
y 30º C. En general el clima es seco, con precipitaciones que van de 1.800 a 2.200
mm al año. En cuanto al uso del suelo, éste generalmente se usa para
aprovechamiento de madera, goma, castaña, frutas silvestres y agricultura en
pequeña escala.

Segundo, la Gran Chiquitanía, que es uno de los bosques secos más ricos en
especies de plantas a nivel global. El clima se caracteriza por tener precipitaciones
entre 600 y 1300 mm anuales, y una temperatura promedio anual que varía entre
21 y 30º C. El uso del suelo es generalmente para agricultura industrializada,
ganadería en escala grande, aprovechamiento de madera y transporte de productos
petroleros.

Tercero, la zona “Central Norte Integrado”, constituida por bosques situados en


paisajes de llanura con topografía casi plana. Su altitud varía entre 150 y 250
msnm. Esta zona registra una temperatura media anual de 26ºC y una
precipitación anual promedio de 1347 mm. Las tierras de esta zona son aptas para
agricultura y ganadería en una menor proporción.

Cuarta, la región del Chaco, que es un complejo de bosques bajos, matorrales


espinosos, sabanas secas y tierras húmedas. Las precipitaciones varían desde 500
mm hasta 1000 mm. La época seca abarca de 5 a 9 meses. Le temperatura media
anual se encuentra entre 22 y 26º C. En cuanto al uso del suelo, la zona es apta
para la ganadería, extracción de madera, carbón y explotación petrolera.

Quinto, las sabanas del Beni, que se caracterizan por tener un clima húmedo con
precipitaciones que van de 1100 a 5500 mm año, con una temperatura promedio
de 22 a 29º C. En cuanto al uso del suelo, es destinado generalmente a ganadería y
actividades agrícolas menores.

Sexto, la zona de los Yungas, cubierta de bosques que van desde los denominados
“bosques nublados4” (entre 2800 y 3600 msnm), pasando por el “bosque húmedo
montañoso” (entre 1200 y 2800 msnm) para terminar en el bosque de pie de
monte (a menos de 1200 msnm). Esta particular configuración geográfica es única
en el mundo y genera un microclima característico de zona tropical a 2000 msnm,
con temperaturas medias de 24º C. El uso del suelo en esta zona está destinado
generalmente a la agricultura y la coca.

Séptimo, el Bosque Tucumano Boliviano, que es una zona seca con precipitaciones
que fluctúan entre los 1000 y los 1700 mm por año y temperaturas promedio que
oscilan entre 10 y 23º C. En cuanto al uso del suelo, esta zona se caracteriza por
ser apta para el aprovechamiento de madera, actividad agrícola y pastoreo.

Octavo, la Puna de los Andes Centrales, que se caracteriza por contar con niveles
de precipitación de 900 a 1400 mm por año, con una temperatura promedio anual
de 11º C y una altitud de 3376 m.s.n.m. Está zona además presenta niveles de
pendientes arriba del 80 por ciento, lo cual dificulta el desarrollo de actividades
agrícolas y ganaderas extensivas.

3.2. La deforestación en Bolivia

En los últimos decenios Bolivia ha registrado un incremento exponencial de la


deforestación. Para el período 1975 a 1993 se determinó una tasa de deforestación
del 0.3 por ciento, equivalente a 168.012 hectáreas por año (Wachholtz 2006: 34).
Entre 1993 y 2000, el promedio se incrementó en 89 por ciento, llegando a
270.000 hectáreas por año (Rojas et al., 2003: 10). Para los años 2004 y 2005 en
áreas iguales o mayores a 5.3 hectáreas se registraron 276.000 y 281.283
hectáreas deforestadas, respectivamente. Si se considera el resto de desmontes
menores, se estima que la cifra puede alcanzar hasta medio millón de hectáreas
(Muñoz, 2006: 1), como se puede ver en el Gráfico 1.

Las áreas donde se registra la mayor cantidad de deforestación anual es la


Chiquitanía5. En segundo lugar se encuentra la región Central Norte Integrado,
conformada por 18 municipios. Por su parte, los Yungas6 y la Amazonía7 -regiones
con la mayor cantidad de municipios-representan solo el 13.5 por ciento del total
de deforestación promedio del período. En el caso del Chaco se registra el 11 por
ciento de la deforestación promedio del período, mientras que en las sabanas del
Beni la deforestación representa el 5 por ciento promedio del período (Gráfico 2).

En todas las zonas el mayor porcentaje de deforestación es ilegal, únicamente en


las regiones de la Gran Chiquitanía, Chaco y Central Norte Integrado existe un
porcentaje mínimo de deforestación legal. De igual manera, en todas las zonas
existe un porcentaje de deforestación realizado en Tierras de Producción Forestal
Permanente, lo que significa que existen cambios de uso de suelo en tierras que
por sus características tienen capacidad de mayor uso forestal.

El Mapa 1 permite observar en qué rango de deforestación se encuentra cada


municipio y en qué departamento se registra el mayor nivel de deforestación. Es
evidente que el departamento de Santa Cruz (Gran Chiquitanía), en color guindo,
presenta el mayor nivel de deforestación, mientras que el nivel más bajo de
deforestación se encuentra en el departamento de La Paz, en color verde agua.

Derechos de propiedad
Al agrupar los diferentes tipos de derecho por propiedad privada, propiedad
comunal y Tierra Comunitaria de Origen8 (TCO) -para cada eco región- se
encuentra que, a excepción del Central Norte Integrado y del Bosque Tucumano
Boliviano, todas las demás regiones -entre el 56 y el 90 por ciento del área-
cuentan con alguna titulación bajo denominación de TCO.

Las áreas donde se evidencia una mayor titulación de propiedad privada son el
Central Norte Integrado, el Bosque Tucumano Boliviano, el Chaco y, en menor
medida, la Gran Chiquitanía. Por su parte, los títulos de propiedad comunal se
concentran significativamente en las regiones de la Amazonía, Bosque Tucumano
Boliviano y Chaco (Véase, Gráfico 3).

En la Amazonía existe una significativa titulación por uso agropecuario (77 por
ciento) y una elevada tenencia de la tierra bajo propiedad comunitaria y TCO. Este
aspecto explica en alguna medida los menores niveles de deforestación, ya que las
actividades agropecuarias en la zona son generalmente de pequeña escala y de
subsistencia (PNUD, 2009). Confirmar año)

En el Chaco existe un 30 por ciento de propiedad privada en la tenencia de la


tierra; las haciendas, principalmente en el área chaqueña de Santa Cruz, realizan
actividades pecuarias extensivas. Por su parte las sabanas del Beni se caracterizan
por contar con un alto porcentaje de tierras tituladas bajo la modalidad de TCO (90
por ciento), y el principal uso de la tierra registrado es el agropecuario, según
Fundación Tierra (2008).

En lo que respecta a los Yungas y a la Puna de los Andes Centrales, las principales
actividades en la zona son la agrícola y la agropecuaria de pequeña escala, con una
alta presencia de derechos propietarios de TCO y comunidades. Esto ha incidido en
los bajos niveles de deforestación registrados en relación a los estimados para la
Gran Chiquitanía y Central Norte Integrado.

Pendientes

Las zonas con altas pendientes –menor probabilidad de deforestación- se


concentran en los departamentos de La Paz y parte de Cochabamba, Chuquisaca y
Tarija, en tanto que las regiones con pendientes planas a moderadamente
onduladas -menores al 25 por ciento del territorio- se localizan en los
departamentos de Santa Cruz, Beni y Pando, así como parte del Chaco
chuquisaqueño y tarijeño. En el Mapa 2 se aprecia que las regiones con altas
pendientes también coinciden con áreas de bajos a medios rangos de desmonte.
Para el caso de las sabanas, la presión sobre las superficies boscosas proviene por
la introducción de ganadería intensiva (PNUD, 2008).

Altitud y precipitación

Empíricamente se ha identificado que las áreas con altitudes comprendidas entre


142 y 283 msnm por lo general presentan un mayor avance de la frontera pecuaria
y tienen una mayor probabilidad de contar con sistemas de aprovechamiento
ganadero extensivo (PNUD, 2008:303). En Bolivia hay zonas con altitudes menores
a 588 msnm, ubicadas fundamentalmente en los departamentos de Pando, Beni y
Santa Cruz. Es de esperar que esta condición geográfica presione sobre las
superficies boscosas existentes en la región.

Se ha comprobado que en Bolivia la deforestación es menor en zonas altas, como la


puna húmeda de los Andes Centrales, Yungas y Bosque Tucumano Boliviano,
mientras que las regiones Central Norte Integrado y Chaco, al ser adecuadas para
la producción agrícola y pecuaria intensiva y extensiva, también presentan altos
índices de deforestación. La Amazonía y las sabanas del Beni, pese a que cuentan
con niveles bajos de altitud, exhiben procesos de deforestación similares a los del
Chaco, aspecto que se explica por las inundaciones estacionales, que no permiten
la mecanización ni las actividades agropecuarias extensivas o comerciales (PNUD,
2009).

Además, es posible inferir que la relación entre deforestación y precipitación es


ambigua, dado que ecoregiones con altos niveles de precipitación, como son la
Amazonía y las sabanas del Beni, registran menores niveles de deforestación que
zonas con bajos índices de precipitación, como la Gran Chiquitanía, Central Norte
Integrado y Chaco. Esta situación se explica por una expansión de la frontera
agrícola hacia áreas de buena fertilidad y adecuada precipitación (Baudoin et al.,
1995).
Infraestructura vial

Alrededor de las redes de caminos se extienden áreas de deforestación, las cuales


se concentran en mayor proporción en el departamento de Santa Cruz,
especialmente en la región Central Norte Integrado y parte de la Gran Chiquitanía.
Además, estos lugares, por sus características ambientales y productivas, tienen
una fuerte dinámica agropecuaria (PNUD, 2008).

Por ecoregiones, la mayor cantidad de kilómetros se concentran en la Amazonía


(2,387 km), las sabanas del Beni (2.352 km.) y la Gran Chiquitanía (2,154 km). Por
su parte, las regiones que exhiben una menor extensión de caminos son los
Yungas, Bosque Tucumano Boliviano y Puna Húmeda de los Andes Centrales.

En base al criterio de proximidad territorial, se observa que las áreas cercanas a la


ciudad de Santa Cruz -donde se localizan las actividades agrícolas intensivas de
mediana a gran escala– exhiben una alta tasa de deforestación (PNUD, 2008). De
igual manera, en los departamentos de Beni y Pando se registran altas tasas de
deforestación en zonas próximas a carreteras principales (PNUD, 2008: 101).
4. Modelo econométrico de deforestación

Se ha contemplado la aplicación de técnicas econométricas desde un enfoque de la


econometría espacial, enfoque de trabajo que se justifica por las siguientes
razones:

 La deforestación es un fenómeno inherentemente espacial (Anderson, 2002:


113).
 Los datos contenidos en las variables de análisis provienen de Sistemas de
Información Geográficos (SIG), los cuales, al ser agregados a nivel
municipal, presentan errores de medida que requieren ser corregidos
incorporando la dimensión espacial en el análisis (Vargas, 2007: 2).
 Recientemente los métodos de econometría espacial han incrementando su
aplicación a diferentes áreas del conocimiento, en especial a la economía
ambiental y de los recursos naturales, producto de la extensión de los
sistemas de información geográfica y la necesidad de una visión espacial que
contribuya de manera estratégica a los procesos de planificación,
conservación y gestión de los recursos (Anselin, 1980), Moreno y Vayá,
2008).

4.1. La econometría espacial

Anselin (1999) y Moreno y Vayá (2008) señalan que la econometría espacial hace
hincapié en aquellos aspectos metodológicos concernientes a los efectos espaciales,
tales como la interacción espacial (autocorrelación espacial) y la estructura espacial
(heterogeneidad espacial) en los modelos de regresión de corte transversal y
paneles de datos.

Autocorrelación espacial y heterogeneidad

La dependencia o autocorrelación espacial surge siempre que el valor de una


variable en un lugar del espacio está relacionado con el valor en otro u otros
lugares del espacio. La dependencia espacial no puede ser tratada por la
econometría estándar, ello debido a la multidireccionalidad que domina las
relaciones de interdependencia entre unidades espaciales.

La autocorrelación espacial puede ser positiva o negativa; si la presencia de un


fenómeno determinado en una región lleva a que se extienda ese mismo fenómeno
hacia el resto de regiones que la rodean, nos hallaremos ante un caso de
autocorrelación positiva. Por el contrario, existirá autocorrelación negativa cuando
la presencia de un fenómeno en una región impida o dificulte su aparición en las
regiones vecinas a ella, es decir, cuando unidades geográficas cercanas sean
netamente más disímiles entre ellas que entre regiones alejadas en el espacio. Por
último, cuando la variable analizada se distribuya de forma aleatoria, no existirá
autocorrelación espacial.

La heterogeneidad espacial consiste en la variación de las relaciones en el espacio.


De forma general, se puede decir que existen dos aspectos distintos de
heterogeneidad espacial: la inestabilidad estructural y la heteroscedasticidad. En el
primer caso, la heterogeneidad espacial se refiere a la falta de estabilidad en el
espacio del comportamiento de la variable bajo estudio, lo que lleva a que la forma
funcional y los parámetros de una regresión puedan variar según la localización,
siendo, por tanto, no homogéneos en toda la muestra. El segundo aspecto, la
heteroscedasticidad, proviene de la omisión de variables u otras formas de errores
de especificación que llevan a la aparición de errores de medida.

Dado que este efecto puede tratarse, en la mayoría de los casos, mediante técnicas
econométricas tradicionales, el presente trabajo centra su análisis en el problema
de la autocorrelación espacial.

Econometría espacial y econometría convencional

El interés en el análisis espacial surge de los efectos que se presentan a partir de


un conjunto de datos de corte transversal cuyas unidades de observación
corresponden a espacios geográficos distintos (por ejemplo, cuando se cuenta con
información para un conjunto de países, de departamentos o municipios de un
mismo país, o de localidades de una misma ciudad, entre otros).

Recordemos que uno de los supuestos al plantear un modelo simple de regresión


con datos de corte transversal es la independencia entre las observaciones. Este
supuesto se pone en duda si las unidades a través de las cuales varía cada
observación corresponden a espacios geográficos diferentes, ya que, como lo
anotan Moreno y Vayá (2008), existe un efecto de multidireccionalidad que afecta a
las unidades espaciales. En este caso no será conveniente llevar a cabo técnicas
estadísticas o econométricas de análisis convencionales, pues la estimación MCO no
es adecuada.

Matrices de ponderación espacial

Para incorporar en el modelo la dinámica espacial no se debe aplicar un operador


de retardos, tal como sucede en el caso de la dependencia temporal, pues, a
diferencia de ésta, la dependencia espacial es multidireccional (una región puede no
sólo estar afectada por otra región contigua a ella, sino por otras muchas que la
rodean, al igual que ella puede influir sobre aquéllas (Anselin, 1999).

La solución al problema de la multidireccionalidad en el contexto espacial pasa por


la definición de la denominada matriz de pesos espaciales o de retardos, W, una
matriz cuadrada no estocástica cuyos elementos, wij, reflejan la intensidad de la
interdependencia existente entre cada par de regiones i y j.

Tipos de modelos
Dentro de la econometría espacial, los modelos de regresión se pueden dividir en
dos grupos, de acuerdo a la forma de dependencia espacial que haya entre las
observaciones.

Es posible que el citado efecto espacial esté presente en el contexto de un modelo


de regresión, ya sea como consecuencia de la existencia de variables sistemáticas
correlacionadas espacialmente o como consecuencia de la existencia de un
esquema de dependencia espacial en el término de perturbación.

 Modelo de retardo espacial

En caso de que la variable endógena de un modelo de regresión lineal esté


correlacionada espacialmente, la solución pasa por especificar el siguiente modelo:

Donde:

y es un vector (N × 1).
Wy es el retardo espacial de la variable y. W es la matriz de conexiones nxn que
define la estructura de vecindades.
X es una matriz de K variables exógenas.
u representa el término de perturbación, que se asume es ruido blanco.
N hace referencia a la distribución normal.
ρ corresponde al parámetro autorregresivo que recoge la intensidad de las
interdependencias entre las observaciones muestrales.

 Modelo de dependencia espacial en el término de error

De igual forma, la autocorrelación espacial podría estar únicamente presente en el


término de perturbación. Ante esta situación, se deberá considerar el siguiente
modelo:

Donde:

λ es parámetro de dependencia espacial.

Método de estimación

Una vez definido el modelo de retardo espacial o dependencia espacial en el


término de error, para la estimación de los parámetros, mayormente se aplica el
método de Máxima Verosimilitud (MV). El punto de partida de este método es que
establece como supuesto base la normalidad del término de error.

Para un modelo de dependencia espacial en el término de error, la ecuación de


estimación es la siguiente:
Por su parte, la ecuación de estimación de MV para el modelo con retardo espacial
tiene la siguiente forma:

Además de la estimación máximo-verosímil, han sido propuestos en la literatura


métodos de estimación alternativos, entre los que destacan la estimación por
variables instrumentales (Haining, 1978; Bivand, 1984; Anselin, 1980) o el método
generalizado de los momentos (Kelejian y Prucha, 1997). Dichos métodos de
estimación se revelan como notablemente más simples que la estimación MV,
incluso cuando el tamaño muestral es elevado. Asimismo, bajo determinadas
condiciones, dichos estimadores son consistentes aun cuando el término de error
no siga una distribución normal.

4.2. Aspectos metodológicos para la especificación del modelo

Una vez desarrollados los principales aspectos conceptuales relacionados a la


econometría espacial, a continuación se describe el proceso metodológico para la
especificación del modelo (de retardo o de error).

a) Metodología para la identificación de autocorrelación espacial

E en el siguiente gráfico se presenta el proceso metodológico para el análisis de la


correlación espacial:

b) Metodología para la identificación del modelo a estimar (lag o error)


Una vez identificada y validada estadísticamente la presencia de autocorrelación
espacial, se procede a la definición del tipo de modelo que más se ajusta: de
retardo espacial o de dependencia en el término de error.

Para ello se aplican los test de LM (Multiplicador de Lagrange) – Lag y LM error, así
como sus correspondientes robustos, los cuales permiten identificar el modelo a ser
estimado.

En primer lugar, estimaremos la ecuación por MCO. Posteriormente se calcularán


los contrastes de autocorrelación espacial. En caso de que a partir de dichos
contrastes se rechace la hipótesis nula, aceptaremos la ecuación estimada por
MCO, concluyendo que no existe ningún tipo de interdependencia entre las
regiones. Si, por el contrario, el contraste I de Moran y el LM-ERR y su asociado
robusto LM-EL fueran significativos, o al menos estos dos últimos mostrasen una
probabilidad menor que la del test LM-LAG y su robusto LMLE, estimaríamos el
modelo del error espacial por máxima verosimilitud, donde el parámetro
autorregresivo “ λ” mediría la intensidad de la dependencia espacial entre los
residuos.

Si el contraste I de Moran y el LM-LAG y su asociado robusto LMLE fueran


significativos, o al menos estos dos últimos tuvieran un valor de la probabilidad
menor que el LM-ERR y su robusto LM-EL, el modelo adecuado a estimar sería
aquél que incluyera un retardo espacial de la variable endógena, habiendo de ser
estimado también por máxima verosimilitud y donde el parámetro “γ” mediría la
intensidad de las dependencias entre regiones vecinas.

5. Resultados

5.1. Especificación del modelo


Una vez comprendidos los aspectos conceptuales y metodológicos de la
econometría espacial, en el presente apartado se realiza la aplicación de esta
metodología para el análisis de la deforestación en Bolivia.

Para ello se desarrolla, en una primera instancia, la Matriz de Ponderación Espacial


(MPE), para que en base a ésta se logren estimar los correspondientes test de
autocorrelación espacial global y local, así como los contrastes para la identificación
del modelo espacial. Se concluye el proceso con la descripción del modelo a estimar
y de sus correspondientes variables.

c) Matriz de Ponderación Espacial (MPE)

Dicha matriz toma la forma de:

Donde wij representa la interdependencia existente entre las regiones i y j, las


mismas que son estocásticas y exógenas al modelo (Pérez, 2006).

Con respecto a cómo definir los mencionados pesos, cabe destacar que no existe
una definición unánimemente aceptada, si bien se ha de cumplir que dichos pesos
sean no negativos y finitos (Anselin, 1980). A pesar de ello, de forma habitual se
recurre al concepto de contigüidad física de primer orden, utilizado inicialmente por
Moran (1948) y Geary (1954), donde wij es igual a 1 si las regiones i y j son
físicamente adyacentes, o 0, en caso contrario (se asume por definición que w ii =
0).

Éste es el criterio que se adopta en el presente estudio, dado que no se cuenta con
información sobre distancias. Por ende, la composición de W determina la relación
espacial de los municipios, y por ende las conexiones entre los mismos, es decir, se
supone que existe comunicación de cada municipio con los vecinos con los que
limita.

Teniendo en mente lo anterior, la MPE construida es una matriz cuadrada de 102 x


102. Los municipios considerados en el estudio forman parte de los departamentos
de Pando, Beni, Santa Cruz y el norte de La Paz.

a) Variables a utilizarse

Antes de la estimación del modelo, es relevante realizar algunas precisiones sobre


las variables consideradas en el modelo:

 Deforestación. Para el caso de la deforestación se han considerado dos tipos


de variables:
 Deforestación 2007. Es el número de hectáreas deforestadas (calculadas a
través de imágenes satelitales). Esta variable permite observar los procesos
de deforestación en el corto plazo (Anderson et al., 2002).
 Deforestación acumulada del período 2004–2007. Número de hectáreas
acumuladas. Recoge el proceso de deforestación en el largo plazo
(Anderson, 2009).
 Todas las variables explicativas corresponden al año 2007.

Infraestructura vial. Para observar el impacto de la infraestructura vial sobre los


procesos de deforestación, se contempla la variable: densidad en caminos: Kms de
caminos primarios y secundarios/kms cuadrados.

Características ambientales. Las variables contempladas en este ámbito de


análisis son: i) precipitación promedio mensual, medida en términos de cm cúbicos
y ii) la pendiente o grado de inclinación del municipio. No se introduce en el modelo
la variable altitud, ya que ésta presenta altos niveles de autocorrelación con
precipitación y pendiente.

Derechos propietarios. Para el caso de los derechos propietarios se han


considerado las siguientes variables: propiedad privada y propiedad comunal,
ambas medidas en número de hectáreas tituladas bajo dichas modalidades.

Población. En relación a los aspectos demográficos, se han considerado la


densidad demográfica (hab./km2) y la categorización de tamaños de población
utilizados por la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia 9.

b) Test de autocorrelación global y local

Autocorrelación global

Los estadísticos globales de autocorrelación constituyen la aproximación más


tradicional al efecto de dependencia espacial, permitiendo contrastar la presencia o
ausencia de un esquema de dependencia espacial a nivel univariante, es decir,
contrastar si se cumple la hipótesis de que una variable se encuentra distribuida de
forma totalmente aleatoria en el espacio o si, por el contrario, existe una asociación
significativa de valores similares o disímiles entre regiones vecinas.

Para realizar los contrastes de hipótesis de no existencia de autocorrelación


espacial, se utilizan los estadísticos de I- Moran y Getis&Ord´s.

Para poder comprender los cálculos descritos en el Cuadro 1, es importante


establecer criterios que orienten la lectura de los resultados:

 El test de Moran (I) establece como hipótesis nula la no correlación espacial,


por lo que un valor significativo positivo (negativo) del estadístico
estandarizado Z(I) informará sobre la presencia de un esquema de
autocorrelación espacial positiva (negativa), es decir, la presencia de valores
similares (disimiles) de la variable entre regiones vecinas.
 Por su parte, Getis& Ord es una medida de la concentración espacial de una
variable. Un valor positivo y significativo indica la existencia de una
tendencia de concentración de valores elevados de la variable en el espacio
analizado.

Teniendo en mente lo anterior, y ante las estimaciones realizadas en cada uno de


los test, para el caso de la deforestación 2007 y la acumulada para el período
2004–2007, se puede concluir, que las variables presentan autocorrelación espacial
positiva, dada la significancia de los índices de Moran y Getis& Ord, lo que implica
la presencia de valores similares y la existencia de una concentración de los
mismos.

Autocorrelación local

Dado que los tests de autocorrelación espacial global analizan todas las
observaciones de la muestra de forma conjunta, no resultan sensibles a situaciones
donde predomine una importante inestabilidad en la distribución espacial de la
variable objeto de estudio, es decir, no contemplan la posibilidad de que el
esquema de dependencia detectado a nivel global pueda no mantenerse en todas
las unidades del espacio analizado.

Dicha limitación es fácilmente superable por medio de una aproximación más


formal a la visualización de la dependencia espacial (scatterplot de Moran). El
scatterplot de Moran es un tipo de gráfico que muestra en el eje de abcisas las
observaciones de la variable normalizada y en el de ordenadas el retardo espacial
de la misma también normalizado.
Los cuatro cuadrantes reproducen diferentes tipos de dependencia espacial. Si la
nube de puntos está dispersa en los cuatro cuadrantes es indicio de ausencia de
correlación espacial. Si por el contrario los valores se encuentran concentrados
sobre la diagonal que cruza los cuadrantes I (derecha superior) y III (izquierda
inferior), existe una elevada correlación espacial positiva de la variable,
coincidiendo su pendiente con el valor de la I de Moran. La dependencia será
negativa si los valores se concentran en los dos cuadrantes restantes.

Con el análisis de correlación espacial local se comprueba la existencia de una


dependencia espacial positiva, dada la concentración de puntos en el cuadrante 3.
Esto implica que los vecinos son similares y la estructura espacial es compatible con
el concepto de difusión, es decir, que municipios con altos niveles de deforestación
se encuentran en áreas donde los procesos de deforestación son significativos
(Vargas, 2007).

c) Test de diagnóstico de identificación del modelo

Una vez evidenciada la existencia de autocorrelación espacial, a partir de los test


globales y locales de dependencia espacial, el siguiente paso es elegir el modelo
espacial más adecuado. Para ello se aplican los test LM y sus Robustos, en base al
proceso de decisión definido en la metodología para la identificación del modelo.

Producto de dicha aplicación se encuentran los siguientes resultados:


Los estadísticos LM error y de retardo (lag) son significativos tanto para la variable
deforestación en 2007, como para la variable deforestación acumulada para el
período 2004-2007. En ambos casos se elige el modelo de rezago espacial, ya que
tanto el estadístico LM como el LM robusto son menores a los encontrados en el
modelo de error espacial. A continuación se presentan los resultados de la
estimación.

Análisis general

Las estimaciones realizadas a través de mínimos cuadrados ordinarios y por el


modelo espacial de retardos, para la deforestación del año 2007, muestran que las
características ambientales, la infraestructura vial, los derechos propietarios y los
aspectos demográficos son determinantes de la deforestación.
Para el caso de la deforestación acumulada en 2007, las estimaciones realizadas
por MCO establecen que las características ambientales, los derechos propietarios y
los aspectos demográficos son los determinantes de la deforestación. En el modelo
de rezago espacial dejan de ser relevantes las características ambientales.

El parámetro rho en el modelo 2007 es no significativo, lo que significa que el


modelo que no captura la dependencia espacial, y esta se transmite a los residuos.
Esto no implica que no exista dependencia espacial (el efecto espacial no es
capturado, pero los test de Moran, Gets y Ord si lo evidenciaron).

Por otra parte, rho es significativo en el modelo de rezago espacial para la


deforestación acumulada, lo que significa que existen áreas de concentración de la
deforestación. Esto se explica fundamentalmente por las dinámicas productivas
agropecuarias existentes en las diferentes zonas analizadas.

En relación a los signos esperados y los encontrados, a continuación se hace un


análisis específico para cada una de las variables consideradas en el modelo.

Análisis específico por variable

 Infraestructura vial.

Desde una perspectiva teórica se esperaría que, a medida que se incremente la


densidad en caminos, exista mayor presión sobre el bosque, aumentando, de esta
forma, la probabilidad de deforestación (Kaimowitz y Angelsen, 1998; Wunder,
2001; Rosero-Bixby y Palloni, 1997).

La evidencia nos presenta un signo negativo, lo que contradice a la teoría


planteada. Sin embargo, este fenómeno encuentra su explicación en los siguientes
factores:

 El Instituto Internacional de Economía y Empresa (2009), en un estudio


realizado para el Programa de Cambios Climáticos sobre la deforestación en
Bolivia a nivel municipal encontró que:
la existencia de buenos caminos no tiene tanta importancia para la
intensidad de deforestación, ya que existían municipios con pocos caminos y
una baja deforestación, pero los municipios con altas intensidades de
deforestación no están entre los municipios con mayor densidad, ni mayor
extensión, de caminos, y los municipios con la mayor cantidad de caminos
todos tienen bajas intensidades de deforestación. Esto último se debe en
muchos casos al hecho de que ya se ha deforestado casi todo el bosque en
los municipios con una buena red caminera, pero Caranavi y Chulumani, por
ejemplo, tienen una buena red caminera, y aunque todavía queda mucho
bosque en éstos, la intensidad de deforestación es baja (IIDEE, 2009: 13).
 Existen áreas donde existen mayores niveles de deforestación; sin embargo,
por la dimensión del territorio, la densidad en caminos es muy baja. No
obstante, las condiciones ambientales, la dinámica de las actividades
productivas agrícolas y pecuarias de la zona, definen muchas veces los
procesos de la deforestación.

Características ambientales.

Se evidencia que la pendiente es un factor determinante de la deforestación, ya


que áreas con niveles de pendiente arriba de 25 por ciento representan un mayor
costo para el cambio de usos y para la realización de actividades agrícolas o
pecuarias.
En el caso de la precipitación, se esperaba una relación positiva, es decir, que
mayores niveles de precipitación se correspondieran con mayores niveles de
deforestación, dadas las condiciones de disponibilidad de agua necesarias para el
desarrollo de la actividad ganadera y agrícola. Sin embargo, el hecho de que los
resultados hayan presentado una relación inversamente proporcional se debe a
que, en la realidad, zonas con altos niveles de precipitación, como son las sabanas
benianas o la puna húmeda de los Andes tropicales, son áreas donde no se
concentran los mayores niveles de deforestación. Al contrario, la concentración de
la deforestación se ha dado más en áreas con bajas a medios niveles de
precipitación, como son la Chiquitanía y el Central Norte Integrado.

 Densidad poblacional.
 Bolivia en general presenta áreas con bajos niveles de densidad. Al
contrastar esta variable con la deforestación, se encuentra que no es
significativa. Esto es evidente dado que investigaciones realizadas por el
IIDEE (2009) establecen que
Los altos niveles de intensidad de deforestación se encuentran solamente en
municipios con una población rural muy dispersa (menos de 10 habitantes
rurales por km2). En cambio, los municipios que ya se han poblado con
gente y donde la tierra ya se ha distribuido entre los habitantes, allí se
encuentran bajas intensidades de deforestación (IIDEE, 2009).

Al incorporar en el modelo la categoría de población C10 definida por FAM, se


evidencia que los municipios que están en dicha categoría de población son los que
generaron, para el período 2004–2007, el mayor nivel de deforestación.

 Derechos propietarios.

En relación a los derechos propietarios, se esperaba que ante la presencia de


derechos propietarios bien definidos, tanto privados como comunales, los procesos
de deforestación se redujeran. En la práctica se evidencia una relación positiva, lo
cual significa que, a medida que existe más propiedad privada se generan mayores
procesos de deforestación, justificando de esta forma lo plateado por la Unión
Mundial para la Naturaleza, según la cual se plantea la tragedia de privados.

6. Conclusiones

Tanto las estimaciones realizadas a través de mínimos cuadrados ordinarios como


por el modelo espacial de retardos, para la deforestación del año 2007, muestran
que las características ambientales, la infraestructura vial, los derechos propietarios
y los aspectos demográficos son determinantes de la deforestación.

Se ha evidenciado que la variable deforestación presenta autocorrelación espacial


con altos grados de concentración. Es decir que existen zonas donde se registran
altos niveles de deforestación acompañados por otras áreas geográficas donde se
registran muy bajos índices de deforestación.

En relación a los derechos de propiedad, se verifica la existencia de una tragedia de


los privados, ya que la presencia de propietarios privados es significativa en los
procesos de deforestación.

Una de las lecciones sobre los derechos de propiedad es que el establecimiento de


derechos formales de propiedad no es suficiente para promover la conservación de
los recursos naturales, especialmente cuando otras políticas públicas estimulan
estrategias de corto plazo.

Se ha verificado que la variable población no es significativa estadísticamente. Sin


embargo, la teoría y el análisis cualitativo realizado muestran que los
asentamientos humanos generalmente se han constituido en variables endógenas
al proceso de deforestación, ya que dichos procesos de colonización en áreas de
bosque generalmente se han dado a partir de la generación de condiciones de
infraestructura y de empleo.

Se evidencia que la pendiente es un factor determinante de la deforestación. En el


caso de la precipitación, se esperaba una relación positiva, es decir, que mayores
niveles de precipitación se correspondieran con mayores niveles de deforestación,
dadas las condiciones de disponibilidad de agua necesarias para el desarrollo de la
actividad ganadera y agrícola. Sin embargo, el hecho de que los resultados hayan
presentado una relación inversamente proporcional se debe a que, en la realidad,
zonas con altos niveles de precipitación, como son las sabanas benianas o la puna
húmeda de los Andes tropicales, son áreas donde no se concentran los mayores
niveles de deforestación. Al contrario, la concentración de la deforestación se ha
dado más en áreas con bajas a medios niveles de precipitación, como son la
Chiquitanía y el Central Norte Integrado.

A modo de conclusión, es posible inferir que cuando se hace el análisis de la


infraestructura vial a partir de la densidad de caminos, se observa que las zonas
con una gran extensión no cuentan con una densidad en caminos significativa, lo
que implica que existen zonas en dichas regiones que son aún poco accesibles, lo
que incide en los costos de transporte. Sin embrago, en el caso particular de la
Gran Chiquitanía, pese a contar con menor densidad en caminos en relación a la
Amazonía y los Yungas, su articulación al Central Norte Integrado incide en las
propias actividades realizadas en dicha región, y por ende en las decisiones de uso
de suelo y los procesos de deforestación.

Ante la evidencia mostrada en el presente estudio, se ha logrado identificar los


siguientes vacíos de investigación, según algunas temáticas de relevancia.

Deforestación y cambio climático

Según datos oficiales de las Naciones Unidas y el IPCC, entre un 10 a 25 por ciento
de las emisiones anuales de gases de efecto invernadero se producen por la
deforestación. Por ende, un análisis de los costos de oportunidad de la
deforestación en regiones específicas brindaría las pautas generales para la
implementación de mecanismos tipo REDD (Reducción de Emisiones por
Deforestación y Degradación evitada).

Deforestación y derechos propietarios y otros aspectos institucionales

Para comprender adecuadamente el vínculo entre deforestación y los derechos de


propiedad, es menester realizar más investigaciones empíricas en profundidad.
Igualmente, la realización de estudios sobre la responsabilidad y capacidad
institucional de los municipios en temas de gestión forestal y reducción de la
deforestación, es relevante para las políticas públicas.

Deforestación y población
Producto de la investigación se ha identificado la necesidad de realizar estudios a
profundidad en relación a la deforestación y la población, considerando en próximas
investigaciones los efectos migratorios.

Deforestación y modelo micro

Análisis sobre los factores que determinan las decisiones e incentivos de


deforestación a nivel de hogares de las comunidades en áreas concretas de análisis.

Deforestación y otros aspectos relevantes

Evidentemente, existen otros factores (históricos, económicos y políticos) que


afectan el proceso de deforestación en Bolivia. La investigación futura deberá
evaluar la posibilidad de incorporar este tipo de variables en un modelo de
econometría espacial.

Artículo recibido en: septiembre de 2010


Manejado por: ABCE
Aceptado en: marzo de 2011

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El IPCC (2000) define al uso de la tierra como el “conjunto total de disposiciones,
actividades y aportes de que es objeto determinado tipo de cubierta terrestre
(conjunto de acciones humanas). Fines sociales y económicos a que responde la
gestión de las tierras (por ejemplo, pastoreo, extracción de madera,
conservación)”.
2
La escala a nivel micro considera a los hogares, granjas o empresas y áreas
pequeñas (menos de un kilómetro cuadrado); la escala meso incluye como unidad a
las regiones, municipios o provincias, y la escala macro comprende como unidad de
análisis los niveles nacional y mundial.
3
Esta sección está basada en Montes de Oca (2007).
4
Son bosques cuya superficie se encuentra por encima del nivel de las nubes.
5
En los municipios de Ascensión de Guarayos, El Puente, Pailón, San Ignacio de
Velasco y San Julián.
6
Los principales municipios donde se genera una mayor deforestación en los
Yungas son: Cajuata, Entre Ríos (Bulo Bulo), Inquisivi, Morochata, Tacacoma,
Totora y Tiraque.
7
Los municipios en la Amazonía que presentan mayor deforestación son: Bella Flor,
Guayaramerín, Puerto Rico, Riberalta y San Borja.
8
Tierras comunales tituladas de forma colectiva.
9
De acuerdo a su población, los municipios se dividen en cuatro categorías: A
(hasta 5 mil habitantes), B (de 5 a 15 mil habitantes), C (de 15 a 50 mil
habitantes) y D (más de 50 mil habitantes).
10
De 10.000 a 15.000 habitantes.

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