Los conflictos infantiles son únicos y particulares por la historia que conlleva a la presentación de los síntomas y la consolidación de un conflicto, estos se encuentran enmarcados en un proceso evolutivo que por diversos motivos ha tomado los rumbos de la regresión, la fijación y la formación de síntomas. Se lograron ubicar unos marcos evolutivos sobre los cuales se presentan los conflictos infantiles. estos marcos se expresan en conflictos del niño con sus impulsos, conflictos con las figuras parentales, propiciados por los procesos de adaptación del niño a la realidad y hechos críticos, que Anna Freud, reconoce como conflictos en el desarrollo, tales como la separación de los padres, la muerte de un familiar, la violencia intrafamiliar entre otros. En otros casos, los conflictos se generan por diferencias con los hermanos y se propician por la rivalidad y los celos. Una vez definido el problema, se avanza sobre la creación de la metáfora y los marcos sobre los cuales se instauran los conflictos infantiles, se identifican los personajes implicados en el conflicto: padre, madre, hermanos u otros familiares. Los implicados en la escena pasan a ser metaforizados por animales e, incluso, objetos que los representan desde lo manifiesto hacia lo latente. Los personajes, el conflicto y los afectos se sostienen en el contenido de la metáfora. El desenlace de la historia se puede dejar a opción del infante, propiciando de esta forma mecanismos de identificación lo que permite evaluar los recursos yoicos para la solución del conflicto desde la escena de aparente distancia que propicia la metáfora. Lo que nos muestra la metáfora, es la capacidad de revelar contenidos inconscientes del conflicto del niño, llevando al terreno del yo sus expectativas, fantasías, formas de vínculo, idealización y temores, lo que hace que la metáfora sea de su interés.
Proceso psicoterapéutico con niños
La entrevista inicial: Tiene como propósito conocer cuál es el motivo de consulta de aquellos que acuden al proceso psicoterapéutico como participantes directos e indirectos del mismo. El terapeuta debe conocer cuáles son las expectativas que tienen los padres del niño. Evalúa al paciente y su situación conflictiva.
El Proceso de evaluación y psicodiagnostico: Se inicia con una hora de juego
diagnóstico y se continúa con la aplicación de pruebas proyectivas y otros instrumentos psicométricos pertinentes para la evaluación del paciente y su contexto vincular. Culmina con el psicodiagnostico y la devolución de la información del paciente. Este psicodiagnostico es una descripción dinámica de la problemática del paciente a nivel intrapsiquico, relacional, cognitivo, desde las variables biológicas y psicosociales.
La entrevista de devolución: Es la comunicación verbal discriminada y dosificada que
el psicólogo hace al paciente, a sus padres o al grupo familiar, de los resultados obtenidos en la evaluación psicodiagnostica, observando al mismo tiempo la respuesta verbal y pre- verbal del paciente y sus padres. La entrevista de devolución permite al yo del paciente ampliar el umbral sobre su conflicto, tanto en sus aspectos inconscientes como relacionales que han convertido en factores predisponentes y precipitantes del mismo.
Russo. A., Galindo. J. (2013). Psicoterapia infantil: la metáfora como técnica de
devolución. Colombia. Editorial: Universidad del norte.