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«ADN» redirige aquí. Para otras acepciones, véase ADN (desambiguación).
«DNA» redirige aquí. Para otras acepciones, véase DNA (desambiguación).
El ácido desoxirribonucleico, abreviado como ADN, es un ácido nucleico que contiene las
instrucciones genéticas usadas en el desarrollo y funcionamiento de todos
los organismos vivos1 y algunos virus; también es responsable de la transmisión hereditaria.
La función principal de la molécula de ADN es el almacenamiento a largo plazo
de información para construir otros componentes de las células, como las proteínas y las
moléculas de ARN. Los segmentos de ADN que llevan esta información genética son
llamados genes, pero las otras secuencias de ADN tienen propósitos estructurales o toman
parte en la regulación del uso de esta información genética.
Desde el punto de vista químico, el ADN es un polímero de nucleótidos, es decir,
un polinucleótido.2 Cada nucleótido, a su tiempo, está formado por un glúcido
(la desoxirribosa), una base nitrogenada (que puede
ser adenina→A, timina→T, citosina→C o guanina→G) y un grupo fosfato (derivado del ácido
fosfórico). Lo que distingue a un polinucleótido de otro es, entonces, la base nitrogenada, y por
ello la secuencia del ADN se especifica nombrando solo la secuencia de sus bases. La
disposición secuencial de estas cuatro bases a lo largo de la cadena es la que codifica la
información genética, siguiendo el siguiente criterio de complementariedad: A-T y G-C. Esto se
debe a que la adenina y la guanina son de mayor tamaño que la timina y la citosina, por lo que
este criterio permite cumplir una uniformidad. En los organismos vivos, el ADN se presenta
como una doble cadena de nucleótidos, en la que las dos hebras están unidas entre sí por
unas conexiones denominadas puentes de hidrógeno.3
Para que la información que contiene el ADN pueda ser utilizada por la maquinaria celular,
debe copiarse en primer lugar en unos trenes de nucleótidos, más cortos y con unas unidades
diferentes, llamados ARN. Las moléculas de ARN se copian exactamente del ADN mediante
un proceso denominado transcripción. Una vez procesadas en el núcleo celular, las moléculas
de ARN pueden salir al citoplasma para su utilización posterior. La información contenida en el
ARN se interpreta usando el código genético, que especifica la secuencia de
los aminoácidos de las proteínas, según una correspondencia de un triplete de nucleótidos
(codón) para cada aminoácido. Esto es, la información genética (esencialmente: qué proteínas
se van a producir en cada momento del ciclo de vida de una célula) se halla codificada en las
secuencias de nucleótidos del ADN y debe traducirse para poder funcionar. Tal traducción se
realiza usando el código genético a modo de diccionario. El diccionario "secuencia de
nucleótido-secuencia de aminoácidos" permite el ensamblado de largas cadenas de
aminoácidos (las proteínas) en el citoplasma de la célula. Por ejemplo, en el caso de la
secuencia de ADN indicada antes (ATGCTAGCATCG...), la ARN polimerasa utilizaría como
molde la cadena complementaria de dicha secuencia de ADN (que sería TAC-GAT-CGT-AGC-
...) para transcribir una molécula de ARNm que se leería AUG-CUA-GCA-UCG-...; el ARNm
resultante, utilizando el código genético, se traduciría como la secuencia de
aminoácidos metionina-leucina-ácido aspártico-arginina-...
Las secuencias de ADN que constituyen la unidad fundamental, física y funcional de la
herencia se denominan genes. Cada gen contiene una parte que se transcribe a ARN y otra
que se encarga de definir cuándo y dónde deben expresarse. La información contenida en los
genes (genética) se emplea para generar ARN y proteínas, que son los componentes básicos
de las células, los "ladrillos" que se utilizan para la construcción de los orgánulos u organelos
celulares, entre otras funciones.
Dentro de las células, el ADN está organizado en estructuras llamadas cromosomas que,
durante el ciclo celular, se duplican antes de que la célula se divida. Los organismos
eucariotas (por ejemplo, animales, plantas y hongos) almacenan la mayor parte de su ADN
dentro del núcleo celular y una mínima parte en elementos celulares llamados mitocondrias, y
en los plastos y los centros organizadores de microtúbulos o centríolos, en caso de tenerlos;
los organismos procariotas (bacterias y arqueas) lo almacenan en el citoplasma de la célula y,
por último, los virus ADN lo hacen en el interior de la cápside de naturaleza proteica. Existen
multitud de proteínas, como por ejemplo las histonas y los factores de transcripción, que se
unen al ADN dotándolo de una estructura tridimensional determinada y regulando su
expresión. Los factores de transcripción reconocen secuencias reguladoras del ADN y
especifican la pauta de transcripción de los genes. El material genético completo de una
dotación cromosómica se denomina genoma y, con pequeñas variaciones, es característico de
cada especie.
Índice
1Historia
2Propiedades físicas y químicas
o 2.1Componentes
o 2.2Apareamiento de bases
2.2.1Otros tipos de pares de bases
o 2.3Estructura
2.3.1Estructuras en doble hélice
2.3.2Estructuras en cuádruplex
o 2.4Hendiduras mayor y menor
o 2.5Sentido y antisentido
o 2.6Superenrollamiento
3Modificaciones químicas
o 3.1Modificaciones de bases del ADN
o 3.2Daño del ADN
4Funciones biológicas
o 4.1Genes y genoma
4.1.1El ADN codificante
4.1.2El ADN no codificante
o 4.2Transcripción y traducción
o 4.3Replicación del ADN
4.3.1Hipótesis sobre la duplicación del ADN
5Interacciones ADN-proteína
o 5.1Proteínas que unen ADN
5.1.1Interacciones inespecíficas
5.1.2Interacciones específicas
o 5.2Enzimas que modifican el ADN
5.2.1Nucleasas y ligasas
5.2.2Topoisomerasas y helicasas
5.2.3Polimerasas
6Recombinación genética
7Evolución del metabolismo de ADN
8Técnicas comunes
o 8.1Tecnología del ADN recombinante
o 8.2Secuenciación
o 8.3Reacción en cadena de la polimerasa (PCR)
o 8.4Southern blot
o 8.5Chips de ADN
9Aplicaciones
o 9.1Ingeniería genética
o 9.2Medicina forense
o 9.3Bioinformática
o 9.4Nanotecnología de ADN
o 9.5Historia, antropología y paleontología
10Véase también
11Referencias
o 11.1Notas
o 11.2Bibliografía
12Enlaces externos
Historia[editar]
Artículo principal: Historia de la genética
El ADN fue aislado por primera vez durante el invierno de 1869 por el médico suizo Friedrich
Miescher mientras trabajaba en la Universidad de Tubinga. Miescher realizaba experimentos
acerca de la composición química del pus de vendas quirúrgicas desechadas cuando notó un
precipitado de una sustancia desconocida que caracterizó químicamente más tarde.45 Lo
llamó nucleína, debido a que lo había extraído a partir de núcleos celulares.6 Se necesitaron
casi 70 años de investigación para poder identificar los componentes y la estructura de los
ácidos nucleicos.
En 1919 Phoebus Levene identificó que un nucleótido está formado por una base nitrogenada,
un azúcar y un fosfato.7 Levene sugirió que el ADN generaba una estructura con forma
de solenoide (muelle) con unidades de nucleótidos unidos a través de los grupos fosfato. En
1930 Levene y su maestro Albrecht Kossel probaron que la nucleína de Miescher es un ácido
desoxirribonucleico (ADN) formado por cuatro bases nitrogenadas
(citosina (C), timina (T), adenina (A) y guanina (G), el azúcar desoxirribosa y un grupo fosfato,
y que, en su estructura básica, el nucleótido está compuesto por un azúcar unido a la base y
al fosfato.8 Sin embargo, Levene pensaba que la cadena era corta y que las bases se repetían
en un orden fijo. En 1937 William Astbury produjo el primer patrón de difracción de rayos
X que mostraba que el ADN tenía una estructura regular.9
La función biológica del ADN comenzó a dilucidarse en 1928, con una serie básica de
experimentos de la genética moderna realizados por Frederick Griffith, quien estaba
trabajando con cepas «lisas» (S) o «rugosas» (R) de la bacteria Pneumococcus (causante de
la neumonía), según la presencia (S) o no (R) de una cápsula azucarada, que es la que
confiere virulencia (véase también experimento de Griffith). La inyección de neumococos S
vivos en ratones produce la muerte de éstos, y Griffith observó que, si inyectaba ratones con
neumococos R vivos o con neumococos S muertos por calor, los ratones no morían. Sin
embargo, si inyectaba a la vez neumococos R vivos y neumococos S muertos, los ratones
morían, y en su sangre se podían aislar neumococos S vivos. Como las bacterias muertas no
pudieron haberse multiplicado dentro del ratón, Griffith razonó que debía producirse algún tipo
de cambio o transformación de un tipo bacteriano a otro por medio de una transferencia de
alguna sustancia activa, que denominó principio transformante. Esta sustancia proporcionaba
la capacidad a los neumococos R de producir una cápsula azucarada y transformarse así en
virulentas. En los siguientes 15 años, estos experimentos iniciales se replicaron mezclando
distintos tipos de cepas bacterianas muertas por el calor con otras vivas, tanto en ratones (in
vivo) como en tubos de ensayo (in vitro).10 La búsqueda del «factor transformante» que era
capaz de hacer virulentas a cepas que inicialmente no lo eran continuó hasta 1944, año en el
cual Oswald Avery, Colin MacLeod y Maclyn McCarty realizaron un experimento hoy clásico.
Estos investigadores extrajeron la fracción activa (el factor transformante) y, mediante análisis
químicos, enzimáticos y serológicos, observaron que no contenía proteínas, ni lípidos no
ligados, ni polisacáridos activos, sino que estaba constituido principalmente por "una forma
viscosa de ácido desoxirribonucleico altamente polimerizado", es decir, ADN. El ADN extraído
de las cepas bacterianas S muertas por el calor lo mezclaron "in vitro" con cepas R vivas: el
resultado fue que se formaron colonias bacterianas S, por lo que se concluyó
inequívocamente que el factor o principio transformante era el ADN.11
A pesar de que la identificación del ADN como principio transformante aún tardó varios años
en ser universalmente aceptada, este descubrimiento fue decisivo en el conocimiento de la
base molecular de la herencia, y constituye el nacimiento de la genética molecular.
Finalmente, el papel exclusivo del ADN en la heredabilidad fue confirmado en 1952 mediante
los experimentos de Alfred Hershey y Martha Chase, en los cuales comprobaron que el fago
T2 transmitía su información genética en su ADN, pero no en su proteína12 (véase
también experimento de Hershey y Chase).
En cuanto a la caracterización química de la molécula, Chargaff realizó en 1940 algunos
experimentos que le sirvieron para establecer las proporciones de las bases nitrogenadas en
el ADN. Descubrió que las proporciones de purinas eran idénticas a las de pirimidinas, la
«equimolecularidad» de las bases ([A]=[T], [G]=[C]) y el hecho de que la cantidad de G+C en
una determinada molécula de ADN no siempre es igual a la cantidad de A+T y puede variar
desde el 36 hasta el 70 por ciento del contenido total.8 Con toda esta información y junto con
los datos de difracción de rayos X proporcionados por Rosalind Franklin, James
Watson y Francis Crick propusieron en 1953 el modelo de la doble hélice de ADN para
representar la estructura tridimensional del polímero.13 En una serie de cinco artículos en el
mismo número de Nature se publicó la evidencia experimental que apoyaba el modelo de
Watson y Crick.14 De éstos, el artículo de Franklin y Raymond Gosling fue la primera
publicación con datos de difracción de rayos X que apoyaba el modelo de Watson y Crick,1516
y en ese mismo número de Nature también aparecía un artículo sobre la estructura del ADN
de Maurice Wilkins y sus colaboradores.17
Watson, Crick y Wilkins recibieron conjuntamente, en 1962, después de la muerte de Rosalind
Franklin, el Premio Nobel en Fisiología o Medicina.18 Sin embargo, el debate continúa sobre
quién debería recibir crédito por el descubrimiento.19
Estructura química del ADN: dos cadenas de nucleótidos conectadas mediante puentes de hidrógeno,
que aparecen como líneas punteadas.
El ADN es un largo polímero formado por unidades repetitivas, los nucleótidos.2021 Una doble
cadena de ADN mide de 22 a 26 ángstroms (2,2 a 2,6 nanómetros) de ancho, y una unidad
(un nucleótido) mide 3,3 Å (0,33 nm) de largo.22 Aunque cada unidad individual que se repite
es muy pequeña, los polímeros de ADN pueden ser moléculas enormes que contienen
millones de nucleótidos. Por ejemplo, el cromosoma humano más largo, el cromosoma
número 1, tiene aproximadamente 220 millones de pares de bases.23
En los organismos vivos, el ADN no suele existir como una molécula individual, sino como una
pareja de moléculas estrechamente asociadas. Las dos cadenas de ADN se enroscan sobre sí
mismas formando una especie de escalera de caracol, denominada doble hélice. El modelo de
estructura en doble hélice fue propuesto en 1953 por James Watson y Francis Crick (el
artículo «Molecular Structure of Nucleic Acids: A Structure for Deoxyribose Nucleic Acid» fue
publicado el 25 de abril de 1953 en Nature), después de obtener una imagen de la estructura
de doble hélice gracias a la refracción por rayos X hecha por Rosalind Franklin.24 El éxito de
este modelo radicaba en su consistencia con las propiedades físicas y químicas del ADN. El
estudio mostraba, además, que la complementariedad de bases podía ser relevante en
su replicación, y también la importancia de la secuencia de bases como portadora de
información genética.252627 Cada unidad que se repite, el nucleótido, contiene un segmento de
la estructura de soporte (azúcar + fosfato), que mantiene la cadena unida, y una base, que
interacciona con la otra cadena de ADN en la hélice. En general, una base ligada a un azúcar
se denomina nucleósido y una base ligada a un azúcar y a uno o más grupos fosfatos recibe
el nombre de nucleótido.
Cuando muchos nucleótidos se encuentran unidos, como ocurre en el ADN, el polímero
resultante se denomina polinucleótido.28
Componentes[editar]
Estructura de soporte: La estructura de soporte de una hebra de ADN está formada por
unidades alternas de grupos fosfato y azúcar (desoxirribosa).29 El azúcar en el ADN es una
pentosa, concretamente, la desoxirribosa.
Ácido fosfórico:
Enlace fosfodiéster. El grupo fosfato (PO43-) une el carbono 5' del azúcar de un nucleósido con
el carbono 3' del siguiente.
Desoxirribosa:
Es un monosacárido de 5 átomos de carbono (una pentosa) derivado de la ribosa, que
forma parte de la estructura de nucleótidos del ADN. Su fórmula es C5H10O4. Una de
las principales diferencias entre el ADN y el ARN es el azúcar, pues en el ARN la 2-
desoxirribosa del ADN es reemplazada por una pentosa alternativa, la ribosa.27
Las moléculas de azúcar se unen entre sí a través de grupos fosfato, que
forman enlaces fosfodiéster entre los átomos de carbono tercero (3′, «tres prima») y
quinto (5′, «cinco prima») de dos anillos adyacentes de azúcar. La formación
de enlace= asimétricos implica que cada hebra de ADN tiene una dirección. En
una doble hélice, la dirección de los nucleótidos en una hebra (3′ → 5′) es opuesta a la
dirección en la otra hebra (5′ → 3′). Esta organización de las hebras de ADN se
denomina antiparalela; son cadenas paralelas, pero con direcciones opuestas. De la
misma manera, los extremos asimétricos de las hebras de ADN se
denominan extremo 5′ («cinco prima») y extremo 3′ («tres prima»), respectivamente.
Bases nitrogenadas:
Las cuatro bases nitrogenadas mayoritarias que se encuentran en el ADN son
la adenina (A), la citosina (C), la guanina (G) y la timina (T). Cada una de estas cuatro
bases está unida al armazón de azúcar-fosfato a través del azúcar para formar el
nucleótido completo (base-azúcar-fosfato). Las bases son compuestos
heterocíclicos y aromáticos con dos o más átomos de nitrógeno, y, dentro de las bases
mayoritarias, se clasifican en dos grupos: las bases púricas o purinas (adenina y
guanina), derivadas de la purina y formadas por dos anillos unidos entre sí, y las bases
pirimidínicas o bases pirimídicas o pirimidinas (citosina y timina), derivadas de la
pirimidina y con un solo anillo.27 En los ácidos nucleicos existe una quinta base
pirimidínica, denominada uracilo (U), que normalmente ocupa el lugar de la timina en
el ARN y difiere de esta en que carece de un grupo metilo en su anillo. El uracilo no se
encuentra habitualmente en el ADN, solo aparece raramente como un producto
residual de la degradación de la citosina por procesos de desaminación oxidativa.
Timina:
En el código genético se representa con la letra T. Es un derivado pirimidínico con
un grupo oxo en las posiciones 2 y 4, y un grupo metil en la posición 5. Forma
el nucleósido timidina (siempre desoxitimidina, ya que solo aparece en el ADN) y
el nucleótido timidilato o timidina monofosfato (dTMP). En el ADN, la timina siempre
se empareja con la adenina de la cadena complementaria mediante 2 puentes de
hidrógeno, T=A. Su fórmula química es C5H6N2O2 y su nomenclatura 2, 4-dioxo, 5-
metilpirimidina.
Citosina:
En el código genético se representa con la letra C. Es un derivado pirimidínico, con
un grupo amino en posición 4 y un grupo oxo en posición 2. Forma
el nucleósido citidina (desoxicitidina en el ADN) y el nucleótido citidilato o
(desoxi)citidina monofosfato (dCMP en el ADN, CMP en el ARN). La citosina siempre
se empareja en el ADN con la guanina de la cadena complementaria mediante un
triple enlace, C≡G. Su fórmula química es C4H5N3O y su nomenclatura 2-oxo, 4
aminopirimidina. Su masa molecular es de 111,10 unidades de masa atómica. La
citosina se descubrió en 1894, al aislarla del tejido del timo de carnero.
Adenina: 6-aminopurina.
Adenina:
En el código genético se representa con la letra A. Es un derivado de la purina con un
grupo amino en la posición 6. Forma el nucleósido adenosina (desoxiadenosina en el
ADN) y el nucleótido adenilato o (desoxi)adenosina monofosfato (dAMP, AMP). En el
ADN siempre se empareja con la timina de la cadena complementaria mediante 2
puentes de hidrógeno, A=T. Su fórmula química es C5H5N5 y su nomenclatura 6-
aminopurina. La adenina, junto con la timina, fue descubierta en 1885 por el médico
alemán Albrecht Kossel.
Guanina: 6-oxo, 2-aminopurina.
Guanina:
En el código genético se representa con la letra G. Es un derivado púrico con un grupo
oxo en la posición 6 y un grupo amino en la posición 2. Forma el nucleósido
(desoxi)guanosina y el nucleótido guanilato o (desoxi)guanosina monofosfato (dGMP,
GMP). La guanina siempre se empareja en el ADN con la citosina de la cadena
complementaria mediante tres enlaces de hidrógeno, G≡C. Su fórmula química es
C5H5N5O y su nomenclatura 6-oxo, 2-aminopurina.
También existen otras bases nitrogenadas (las
llamadas bases nitrogenadas minoritarias), derivadas de
forma natural o sintética de alguna otra base mayoritaria. Lo
son por ejemplo la hipoxantina, relativamente abundante en
el tRNA, o la cafeína, ambas derivadas de la adenina; otras,
como el aciclovir, derivadas de la guanina, son análogos
sintéticos usados en terapia antiviral; otras, como una de las
derivadas del uracilo, son antitumorales.
Las bases nitrogenadas tienen una serie de características
que les confieren unas propiedades determinadas. Una
característica importante es su carácter aromático,
consecuencia de la presencia en el anillo de dobles enlaces
en posición conjugada. Ello les confiere la capacidad de
absorber luz en la zona ultravioleta del espectro en torno a
los 260 nm, lo cual puede aprovecharse para determinar
el coeficiente de extinción del ADN y hallar la concentración
existente de los ácidos nucleicos. Otra de sus características
es que presentan tautomería o isomería de grupos
funcionales, debido a que un átomo de hidrógeno unido a
otro átomo puede migrar a una posición vecina; en las bases
nitrogenadas se dan dos tipos de tautomerías:
tautomería lactama-lactima, donde el hidrógeno migra del
nitrógeno al oxígeno del grupo oxo (forma lactama) y
viceversa (forma lactima), y tautomería imina-amina primaria,
donde el hidrógeno puede estar formando el grupo amina
(forma amina primaria) o migrar al nitrógeno adyacente
(forma imina). La adenina sólo puede presentar tautomería
amina-imina, la timina y el uracilo muestran tautomería doble
lactama-lactima, y la guanina y citosina pueden presentar
ambas. Por otro lado, y aunque se trate de
moléculas apolares, las bases nitrogenadas presentan
suficiente carácter polar como para establecer puentes de
hidrógeno, ya que tienen átomos
muy electronegativos (nitrógeno y oxígeno) que presentan
carga parcial negativa, y átomos de hidrógeno con carga
parcial positiva, de manera que se forman dipolos que
permiten que se formen estos enlaces débiles.
Se estima que el genoma humano haploide tiene alrededor
de 3000 millones de pares de bases. Para indicar el tamaño
de las moléculas de ADN se indica el número de pares de
bases, y como derivados hay dos unidades de medida muy
utilizadas, la kilobase (kb), que equivale a 1000 pares de
bases, y la megabase (Mb), que equivale a un millón de
pares de bases.
Apareamiento de bases[editar]
Véase también: Par de bases
Modificaciones
químicas[editar]
Funciones
biológicas[editar]
Las funciones biológicas del ADN
incluyen el almacenamiento de
información (genes y genoma), la
codificación de proteínas
(transcripción y traducción) y su
autoduplicación (replicación del
ADN) para asegurar la transmisión
de la información a las células hijas
durante la división celular.
Genes y genoma[editar]
Véanse también: Núcleo
celular, Cromatina, Cromosoma y Ge
noma.
El ADN se puede considerar como
un almacén cuyo contenido es la
información (mensaje) necesaria
para construir y sostener el
organismo en el que reside, la cual
se transmite de generación en
generación. El conjunto de
información que cumple esta función
en un organismo dado se
denomina genoma, y el ADN que lo
constituye, ADN genómico.
El ADN genómico (que se organiza
en moléculas de cromatina que a su
vez se ensamblan en cromosomas)
se encuentra en el núcleo celular de
los eucariotas, además de pequeñas
cantidades en
las mitocondrias y cloroplastos.
En procariotas, el ADN se encuentra
en un cuerpo de forma irregular
denominado nucleoide.78
El ADN codificante[editar]
Esquema representativo de la
replicación del ADN
Semiconservativa: Según el
experimento de Meselson-Stahl,
cada hebra sirve de molde para
que se forme una hebra nueva,
mediante la complentariedad de
bases, quedando al final dos
dobles hélices formadas por una
hebra antigua (molde) y una
nueva hebra (copia).
Conservativa: Tras la
duplicación quedarían las dos
hebras antiguas juntas y, por
otro lado, las dos hebras nuevas
formando una doble hélice.
Dispersiva: Según esta
hipótesis, las hebras resultantes
estarían formadas por
fragmentos en doble hélice ADN
antiguo y ADN recién
sintetizado.
Interacciones ADN-
proteína[editar]
Todas las funciones del ADN
dependen de sus interacciones con
proteínas. Estas interacciones
pueden ser inespecíficas, o bien la
proteína puede unirse de forma
específica a una única secuencia de
ADN. También pueden unirse
enzimas, entre las cuales son
particularmente importantes las
polimerasas, que copian las
secuencia de bases del ADN
durante la transcripción y la
replicación.
Proteínas que unen
ADN[editar]
Interacciones
inespecíficas[editar]
Recombinación
genética[editar]
Estructura de un intermedio en unión
de Holliday en la recombinación
genética. Las cuatro hebras de ADN
separadas están coloreadas en rojo,
azul, verde y amarillo.109
Artículo principal: Recombinación
genética
Evolución del
metabolismo de
ADN[editar]
Véase también: Hipótesis del mundo
de ARN
El ADN contiene la información
genética que permite a la mayoría
de los organismos vivientes
funcionar, crecer y reproducirse. Sin
embargo, no está claro durante
cuánto tiempo ha ejercido esta
función en los ~3000 millones de
años de la historia de la vida, ya que
se ha propuesto que las formas de
vida más tempranas podrían haber
utilizado ARN como material
genético.116117 El ARN podría haber
funcionado como la parte central de
un metabolismo primigenio, ya que
puede transmitir información
genética y simultáneamente actuar
como catalizador formando parte de
las ribozimas.118 Este antiguo Mundo
de ARN donde los ácidos nucleicos
funcionarían como catalizadores y
como almacenes de información
genética podría haber influido en
la evolución del código
genético actual, basado en
cuatro nucleótidos. Esto se debería
a que el número de bases únicas en
un organismo es un compromiso
entre un número pequeño de bases
(lo que aumentaría la precisión de la
replicación) y un número grande de
bases (que a su vez aumentaría la
eficiencia catalítica de las
ribozimas).119
Desafortunadamente, no se cuenta
con evidencia directa de los
sistemas genéticos ancestrales
porque la recuperación del ADN a
partir de la mayor parte de los fósiles
es imposible. Esto se debe a que el
ADN es capaz de sobrevivir en el
medio ambiente durante menos de
un millón de años, y luego empieza
a degradarse lentamente en
fragmentos de menor tamaño en
solución.120 Algunas investigaciones
pretenden que se ha obtenido ADN
más antiguo, por ejemplo un informe
sobre el aislamiento de una bacteria
viable a partir de un cristal salino de
250 millones de años de
antigüedad,121 pero estos datos son
controvertidos.122123
Sin embargo, pueden utilizarse
herramientas de evolución molecular
para inferir los genomas de
organismos ancestrales a partir de
organismos contemporáneos.124125
En muchos casos, estas inferencias
son suficientemente fiables, de
manera que una biomolécula
codificada en un genoma ancestral
puede resucitarse en el laboratorio
para ser estudiada hoy.126127 Una
vez que la biomolécula ancestral se
ha resucitado, sus propiedades
pueden ofrecer inferencias sobre
ambientes y estilos de vida
primigenios. Este proceso se
relaciona con el campo emergente
de la paleogenética experimental.128
A pesar de todo, el proceso de
trabajo hacia atrás desde el presente
tiene limitaciones inherentes, razón
por la cual otros investigadores
tratan de elucidar el mecanismo
evolutivo trabajando desde el origen
de la Tierra en adelante. Dada
suficiente información sobre la
química en el cosmos, la manera en
la que las sustancias cósmicas
podrían haberse depositado en la
Tierra, y las transformaciones que
podrían haber tenido lugar en la
superficie terrestre primigenia, tal
vez podríamos ser capaces de
aprender sobre los orígenes para
desarrollar modelos de evolución
ulterior de la información genética129
(véase también el artículo sobre
el origen de la vida).
Técnicas comunes[editar]
El conocimiento de la estructura del
ADN ha permitido el desarrollo de
multitud de herramientas
tecnológicas que explotan sus
propiedades fisicoquímicas para
analizar su implicación en problemas
concretos: por ejemplo,
desde análisis filogeńeticos para
detectar similitudes entre
diferentes taxones, a la
caracterización de la variabilidad
individual de un paciente en su
respuesta a un
determinado fármaco, pasando por
un enfoque global, a nivel genómico,
de cualquier característica específica
en un grupo de individuos de
interés. 130
Podemos clasificar las metodologías
de análisis del ADN en aquellas que
buscan su multiplicación, ya in vivo,
como la reacción en cadena de la
polimerasa (PCR), ya in vitro, como
la clonación, y aquellas que explotan
las propiedades específicas de
elementos concretos, o de genomas
adecuadamente clonados. Es el
caso de la secuenciación de ADN y
de la hibridación con sondas
específicas (Southern blot y chips de
ADN).
Tecnología del ADN
recombinante[editar]
Artículo principal: ADN recombinante
La tecnología del ADN
recombinante, piedra angular de
la ingeniería genética, permite
propagar grandes cantidades de un
fragmento de ADN de interés, el cual
se dice que ha sido clonado. Para
ello, debe introducirse dicho
fragmento en otro elemento de ADN,
generalmente un plásmido, que
posee en su secuencia los
elementos necesarios para que la
maquinaria celular de un
hospedador,
normalmente Escherichia coli, lo
replique. De este modo, una
vez transformada la cepa bacteriana,
el fragmento de ADN clonado se
reproduce cada vez que aquella se
divide.131
Para clonar la secuencia de ADN de
interés, se emplean enzimas como
herramientas de corte y empalme
del fragmento y del vector (el
plásmido). Dichas enzimas
corresponden a dos grupos: en
primer lugar, las enzimas de
restricción, que poseen la capacidad
de reconocer y cortar secuencias
específicas; en segundo lugar,
la ADN ligasa, que establece
un enlace covalente entre extremos
de ADN compatibles130 (ver
sección Nucleasas y ligasas).
Secuenciación[editar]
Artículo principal: Secuenciación de
ADN
La secuenciación del ADN consiste
en dilucidar el orden de
los nucleótidos de un polímero de
ADN de cualquier longitud, si bien
suele dirigirse hacia la determinación
de genomas completos, debido a
que las técnicas actuales permiten
realizar esta secuenciación a gran
velocidad, lo cual ha sido de gran
importancia para proyectos de
secuenciación a gran escala como
el Proyecto Genoma Humano. Otros
proyectos relacionados, en
ocasiones fruto de la colaboración
de científicos a escala mundial, han
establecido la secuencia completa
del ADN de
muchos genomas de animales, plant
as y microorganismos.
El método de secuenciación
de Sanger ha sido el más empleado
durante el siglo XX. Se basa en la
síntesis de ADN en presencia
de didesoxinucleósidos, compuestos
que, a diferencia de los
desoxinucleósidos normales
(dNTPs), carecen de un grupo
hidroxilo en su extremo 3'. Aunque
los didesoxinucleótidos trifosfatados
(ddNTPs) pueden incorporarse a la
cadena en síntesis, la carencia de
un extremo 3'-OH imposibilita la
generación de un nuevo enlace
fosfodiéster con el nucleósido
siguiente; por tanto, provocan la
terminación de la síntesis. Por esta
razón, el método de secuenciación
también se denomina «de
terminación de cadena». La reacción
se realiza usualmente preparando
un tubo con el ADN molde, la
polimerasa, un cebador, dNTPs
convencionales y una pequeña
cantidad de ddNTPs marcados
fluorescentemente en su base
nitrogenada. De este modo, el
ddTTP puede ir marcado en azul, el
ddATP en rojo, etc. Durante la
polimerización, se van truncando las
cadenas crecientes, al azar, en
distintas posiciones. Por tanto, se
produce una serie de productos de
distinto tamaño, coincidiendo la
posición de la terminación debido a
la incorporación del ddNTP
correspondiente. Una vez terminada
la reacción, es posible correr la
mezcla en una electroforesis
capilar (que resuelve todos los
fragmentos según su longitud) en la
cual se lee la fluorescencia para
cada posición del polímero. En
nuestro ejemplo, la lectura azul-rojo-
azul-azul se traduciría como
TATT.132133
Reacción en cadena de la
polimerasa (PCR)[editar]
Artículo principal: Reacción en cadena
de la polimerasa
La reacción en cadena de la
polimerasa, habitualmente conocida
como PCR por sus siglas en inglés,
es una técnica de biología
molecular descrita en 1986 por Kary
Mullis,134 cuyo objetivo es obtener un
gran número de copias de un
fragmento de ADN dado, partiendo
de una escasa cantidad de aquél.
Para ello, se emplea una ADN
polimerasa termoestable que, en
presencia de una mezcla de los
cuatro desoxinucleótidos, un tampón
de la fuerza iónica adecuada y
los cationes precisos para la
actividad de la enzima, dos
oligonucleótidos (denominados
cebadores) complementarios a parte
de la secuencia (situados a distancia
suficiente y en sentido antiparalelo) y
bajo unas condiciones de
temperatura adecuadas, moduladas
por un aparato
denominado termociclador,
genera exponencialmente nuevos
fragmentos de ADN semejantes al
original y acotados por los dos
cebadores.131
La PCR puede efectuarse como una
técnica de punto final, esto es, como
una herramienta de generación del
ADN deseado, o como un método
continuo, en el que se evalúe dicha
polimerización a tiempo real. Esta
última variante es común en la PCR
cuantitativa.130
Southern blot[editar]
Artículo principal: Southern blot
La bioinformática implica la
manipulación, búsqueda y extracción
de información de los datos de la
secuencia del ADN. El desarrollo de
las técnicas para almacenar y
buscar secuencias de ADN ha
generado avances en el desarrollo
de software de los ordenadores,
para muchas aplicaciones,
especialmente algoritmos de
búsqueda de frases, aprendizaje
automático y teorías de bases de
datos.154 La búsqueda de frases o
algoritmos de coincidencias, que
buscan la ocurrencia de una
secuencia de letras dentro de una
secuencia de letras mayor, se
desarrolló para buscar secuencias
específicas de nucleótidos.155 En
otras aplicaciones como editores de
textos, incluso algoritmos simples
pueden funcionar, pero las
secuencias de ADN pueden generar
que estos algoritmos presenten un
comportamiento de casi-el-peor-
caso, debido al bajo número de
caracteres. El problema relacionado
del alineamiento de
secuencias persigue identificar
secuencias homólogas y
localizar mutaciones específicas que
las diferencian. Estas técnicas,
fundamentalmente el alineamiento
múltiple de secuencias, se utilizan al
estudiar las
relaciones filogenéticas y la función
de las proteínas.156 Las colecciones
de datos que representan
secuencias de ADN del tamaño de
un genoma, tales como las
producidas por el Proyecto Genoma
Humano, son difíciles de usar sin
anotaciones, que marcan la
localización de los genes y los
elementos reguladores en cada
cromosoma. Las regiones de ADN
que tienen patrones asociados con
genes que codifican proteínas —o
ARN— pueden identificarse por
algoritmos de localización de genes,
lo que permite a los investigadores
predecir la presencia de productos
génicos específicos en un organismo
incluso antes de que haya sido
aislado experimentalmente.157
Nanotecnología de
ADN[editar]
La estructura de ADN de la izquierda
(mostrada de forma esquemática) se
auto-ensambla en la estructura
visualizada por microscopía de
fuerza atómica a la derecha.
La nanotecnología de ADN es el
campo que busca diseñar
estructuras a nanoescala utilizando
las propiedades de reconocimiento
molecular de las moléculas de ADN.
Imagen de Strong, 2004. [19]
Véase también[editar]
ARN
Cromatina
Cromosoma
Genoma
Genoma humano
Glosario de términos
relacionados con el genoma
Genes MEIS
Cerberus
Desoxirribonucleótido
Genes HOX y genes PARAHOX
Genética
Medicina genómica
Prueba de ADN
Elementos funcionales del ADN
Referencias[editar]
Notas[editar]
Bibliografía[editar]
Enlaces externos[editar]