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Juegos matemáticos

por Bartolo Luque


Bartolo Luque es físico y profesor de matemáticas en la
Universidad Politécnica de Madrid, donde investiga en teoría
de sistemas complejos. Actualmente dirige la colección de
libros Grandes ideas de las matemáticas, de Ediciones El País.

Las constantes universales


del caos
Una intrigante propiedad que aparece una y otra vez en todo tipo de sistemas
dinámicos

T omemos una calculadora e introduz-


camos un número entre 0 y 1 elegido
al azar. ¿Qué ocurre si apretamos reitera-
estabilidad sumando a x* una pequeña
cantidad, ε, y examinando qué ocurre al
volver a introducirlo en la función. Si la
Esta ecuación nos dice que, cada vez que
iteremos nuestro punto fijo perturbado, la
perturbación ε se multiplicará por f '(x*),
damente la tecla de elevar al cuadrado? perturbación se reabsorbe y nuestro sis- el valor de la derivada de f en el punto
A menos que hayamos comenzado con el tema regresa hacia x*, nos encontraremos fijo. Por tanto, si el valor absoluto de di-
número 1, acabaremos siempre en 0, con ante un punto fijo estable. En caso contra- cha derivada, | f '(x*)|, es menor que 1, la
independencia del valor inicial que haya- rio, se tratará de uno inestable. perturbación se acabará extinguiendo y
mos escogido. Todo esto puede analizarse muy fácil- nuestro punto fijo será estable. De lo con-
Este simple ejercicio nos proporciona mente usando el desarrollo de Taylor a pri- trario, nos encontraremos ante un punto
un ejemplo de sistema dinámico discreto. mer orden de f (x) alrededor del punto fijo: fijo inestable.
En este caso, se trata de uno determinado En el caso de nuestra función cuadráti-
por la función iterada f(x*+ε) ≈ f (x*) + f '(x*)ε = x* + f '(x*)ε . ca, la derivada es f '(x) = 2x, que vale 0 en
xn+1 = f (xn) = xn2 ,
donde el «tiempo» n es discreto y xn toma 1
valores en el intervalo [0 , 1]. Partiendo de
una condición inicial dada, x0, esta rela-
ción generará una secuencia x0, x1, x2...,
también llamada «órbita» o «trayecto- 0,8
ria». Si comenzamos con una condición
x* (puntos fijos estables)

inicial mayor que 0 y menor que 1, la ór-


µ1
bita correspondiente se dirigirá rauda al 0,6
0. Decimos que el 0 es un punto fijo de
nuestro sistema, ya que al introducirlo en
la función no varía: µ2
0,4
f (0) = 0 . µ3
µ∞
¿Existe algún otro punto fijo en el in-
µB
tervalo [0 , 1]? Para encontrarlo, basta con 0,2
resolver la ecuación µP
2
f (x) = x = x ,
0,0
cuyas únicas soluciones son 0 y 1. Vemos
2,4 2,6 2,8 3,0 3,2 3,4 3,6 3,8 4
por tanto que 1 es también un punto fijo.
Sin embargo, se trata de uno muy distinto µ (parámetro de control )
del anterior: mientras que el 0 es un pun-
to fijo atractor, o estable (la aplicación rei- ESTE ÁRBOL DE FEIGENBAUM muestra los puntos fijos estables de la «función logística»,
terada de la función f hace que la órbita f(x) = μ x(1 – x), en función del parámetro μ. En este diagrama, las rectas μ1, μ2 y μ3 indican
los tres primeros puntos de bifurcación Esa cascada de bifurcaciones, que en realidad es
se acerque más y más a él), el 1 es repulsor,
infinita, se sucede hasta el «punto de acumulación» μ∞, donde comienzan las órbitas caóticas
o inestable. Esto último quiere decir que (zonas sombreadas). La región caótica del diagrama se ve salpicada por zonas claras en las
CORTESÍA DEL AUTOR

solo lo alcanzaremos si lo tomamos como que vuelven a aparecer órbitas periódicas, como la de período tres señalada a lo largo de la
condición inicial. recta μP. Al recorrer el diagrama de derecha a izquierda, se observa que también las zonas
En general, dada una función f (x) y caóticas comienzan a sufrir bifurcaciones a partir de la recta situada en μB. Dicha cascada de
un punto fijo x*, podemos determinar su bifurcaciones inversas converge asimismo en μ∞.

Septiembre 2019, InvestigacionyCiencia.es  89


Juegos matemáticos

x = 0 y 2 en x = 1. Vemos que, en efecto, En tal caso, el punto fijo x* = 1 – 1/μ dida que aumentamos el valor de μ, con
x = 0 es un punto fijo estable y que x = 1 toma el relevo. Del valor de la derivada ramificaciones sucesivas en puntos que
corresponde a uno inestable. El hecho de vemos que este es estable siempre que μ denotaremos μ2, μ3, etcétera.
que en x = 0 la primera derivada sea nula se encuentre en el intervalo (1 , 3). Más Esta cascada de bifurcaciones pro-
indica que la perturbación se absorbe más allá el punto fijo se torna inestable; sin sigue hasta llegar a un «punto de acu-
rápido de lo habitual (hay que considerar embargo, aparece una interesante nove- mulación»: μ ∞ = 3,5699456... En este
más términos en el desarrollo de Taylor). dad: una órbita periódica formada por momento hemos alcanzado el borde del
Cuando eso ocurre, decimos que el punto dos puntos x1 y x2 tales que caos. El período es ahora infinito y la
fijo es «superestable». órbita aperiódica recorre un conjunto
x1 = f (x2) ,
no numerable de puntos: un atractor ex-
x2 = f (x1) .
Bifurcaciones traño consistente en un «polvo de Can-
No hay mucho más que rascar en nuestra Decimos que en μ = 3 se produce una tor» [véase «El conjunto de Cantor», por
función cuadrática. Sin embargo, su análi- «bifurcación por duplicación de período». Bartolo Luque; Investigación y Ciencia,
sis resulta muy ilustrativo ya que se trata En estas bifurcaciones un punto fijo pier- agosto de 2019].
de un ejemplo básico del caso general de su estabilidad, pasando de atractor a El árbol de Feigenbaum presenta una
repulsor, y aparecen dos nuevos puntos infinidad de características extraordi-
xn+1 = f (xn) .
que forman un ciclo o atractor estable. narias. Todas las regiones sombreadas
Este tipo de funciones surgen de ma- Dado que el sistema oscila ahora entre corresponden a órbitas caóticas, aperió-
nera natural al discretizar ecuaciones di- dos valores, x1 y x2, decimos que se trata dicas. Si nos colocamos al final, en μ = 4,
ferenciales y se han usado ampliamente de una órbita de período dos. (Observe- donde el atractor caótico parece ocupar
para modelizar todo tipo de fenómenos mos que cada punto del par es un punto todo el intervalo [0 , 1], y vamos disminu-
naturales. Y, como veremos a continua- fijo estable de f (f (x)).) yendo el valor de μ, veremos que la banda
ción, resultan excelentes para explorar el Numéricamente podemos comprobar caótica va estrechándose hasta bifurcarse
fascinante mundo del caos. que, a medida que μ sigue aumentando, en μB = 3,6785... Este proceso se repite
Veamos cómo una pequeña modifica- la amplitud de las oscilaciones periódicas una y otra vez, y aparece una cascada
ción de nuestra función cuadrática pue- (la distancia entre los puntos x1 y x2 que de bifurcaciones inversas de las bandas
de generar una complejidad endemonia- definen el ciclo) va creciendo hasta que, caóticas que, maravillosamente, converge
da. Consideremos la célebre «función en cierto momento, se produce una nueva también en μ∞.
logística»: pérdida de estabilidad y aparece un nuevo Las zonas claras, llamadas ventanas
ciclo, esta vez de período cuatro. periódicas, corresponden a dinámicas
xn+1 = fμ(xn) = μxn(1 – xn) ,
Si continuamos aumentando el valor periódicas que aparecen salpicando las
donde, al igual que antes, xn toma valores de μ, comprobaremos que este proceso de zonas caóticas. En la figura hemos des-
en el intervalo [0 , 1]. En realidad se tra- bifurcación por duplicación de período se tacado el valor μP = 3,84, que cae dentro
ta de toda una familia de funciones: una repite una y otra vez, lo que da lugar a ór- de la mayor ventana periódica del árbol
para cada valor del «parámetro de con- bitas sucesivas de períodos 8, 16, 32, 64... y donde aparecen órbitas de período tres.
trol» μ. En lo que sigue, consideraremos Este fenómeno se conoce como cascada Y si hacemos una ampliación en cual-
que dicho parámetro toma valores en el de duplicación de períodos. quiera de las tres ramas se hará evidente
intervalo [0 , 4]. la fractalidad del diagrama: en cada una
Para encontrar los puntos fijos y deter- El árbol de Feigenbaum nos encontraremos con un nuevo árbol
minar su estabilidad procedemos como ¿Podemos visualizar toda esta informa- de Feigenbaum en miniatura.
en el ejemplo anterior: resolvemos la ción de manera compacta y sencilla? En
ecuación x = f (x) y calculamos el valor efecto, podemos hacerlo gracias al árbol Comportamiento universal
de la primera derivada en el punto fijo. de Feigenbaum, el icono más famoso de En la década de los setenta, el físico ma-
En primer lugar, vemos que tenemos dos los sistemas dinámicos (véase la figura de temático Mitchell Jay Feigenbaum, a la
puntos fijos: la página anterior). sazón en el Laboratorio Nacional de Los
El árbol de Feigenbaum representa Álamos, en EE.UU., intentaba atacar el
x* = 0 ,
el conjunto de puntos fijos estables en problema de la turbulencia. Varias sim-
x* = 1 – 1/μ .
función del parámetro de control μ. Por plificaciones de los complejos modelos
El valor de la derivada en cada uno de ejemplo, si fijamos μ = 2,9, veremos que con los que trabajaba lo condujeron al
ellos es, respectivamente, la dinámica acaba convergiendo hacia el estudio de la secuencia de duplicación de
punto fijo x* = 1 – 1/2,9 = 0,655... Y, como períodos de la función logística. Con una
f '(0) = μ ,
comentábamos más arriba, esa situación calculadora programable, computó los va-
f '(1 – 1/μ) = 2 – μ .
continúa hasta llegar a μ1 = 3, donde se lores aproximados μn donde se producían
Por tanto, el punto fijo x* = 0 es estable produce la primera bifurcación y apare- las sucesivas bifurcaciones:
cuando μ es menor que 1 e inestable en cen dos nuevos puntos que conforman
el resto de los casos. De hecho, si nuestra una órbita estable de período dos. μ1 = 3 (período 2) ,
función tiene un parámetro de control Esta pérdida de estabilidad y el na- μ2 = 3,449... (período 4) ,
menor que 1, todas las órbitas acabarán cimiento de dos puntos que forman un μ3 = 3,544... (período 8) ,
en 0 con independencia de la condición ciclo queda reflejada en el diagrama de μ4 = 3,564... (período 16) ,
inicial. Ahora bien, ¿qué ocurre cuando μ Feigenbaum en forma de horquilla. La ...
toma valores mayores? historia se repite una y otra vez a me- μ∞ = 3,569 (período ∞) .

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Los resultados de Feigenbaum no hu-
x*
bieran sido tan sonados si posteriormente
no se hubieran encontrado en todo tipo
de experimentos. Esta cascada de bifur-
caciones y su ruta al caos aparecen en
sistemas que abarcan desde los láseres
y las reacciones químicas hasta otros en
d1 hidrodinámica y electrónica. Y, en todos
ellos, la determinación experimental de δ
y α coincide con sus valores teóricos.
Esa universalidad supone un verdade-
d3
x* = 1/2 ro misterio, pues el grado de complejidad
y las características particulares de todos
d2 esos sistemas físicos distan mucho de la
extrema simpleza de las funciones uni-
modales consideradas aquí. El logro de
∆1 ∆2 ∆3
Feigenbaum consistió en demostrar que
las constantes δ y α son al fenómeno de
µ1 µ2 µ 3 µ4 µ la duplicación de período como π a las
circunferencias. Pero observemos que δ y
LA CASCADA DE BIFURCACIONES del diagrama asociado a la función logística permite
α aparecen como resultado de un proceso
calcular las constantes de Feigenbaum δ y α, relacionadas con las distancias entre ramas y
sus puntos de bifurcación. La primera se define como el límite cuando n tiende a infinito del dinámico en multitud de sistemas físicos
cociente Δn/Δn+1, mientras que la segunda corresponde al límite de dn/dn+1. muy distintos, mientras que π describe
una relación geométrica independiente
del tamaño de las circunferencias. ¿Son
Al hacerlo, pudo comprobar que las Pero ¿por qué decimos universal? Si entonces δ y α constantes matemáticas,
distancias entre los sucesivos puntos de representamos el árbol de Feigenbaum como π, o constantes físicas, como la velo-
bifurcación, Δn = μn+1 – μn, se contraían para la función seno, cidad de la luz? Pregunta que en el fondo
siguiendo una progresión aproximada- es más general, pues plantea la cuestión
f (xn) = μsen(πxn)
mente geométrica: de si las matemáticas simplemente descri-
(donde μ toma valores en [0 , 1]), podre- ben la naturaleza o si la gobiernan.
Δn+1 ≈ Δn/δ ,
mos comprobar que el diagrama resultan- Para demostrar la universalidad de
donde δ es una constante. Este número, te es asombrosamente parecido al ante- estas constantes, Feigenbaum recurrió
hoy conocido como «constante de Fei- rior: ambos muestran una ruta al caos por a uno de los conceptos más profundos y
genbaum», se define como Δn/Δn+1 en el bifurcación de período (aunque las bifur- transversales de la física de las últimas
límite en el que n tiende a infinito, donde caciones se producen en valores distintos décadas: el de renormalización, cuyas
toma el valor de μ), ventanas periódicas, bifurcaciones aplicaciones van desde la física estadísti-
inversas... ¿A qué se debe? ca hasta la física de partículas y la teoría
δ = 4,6692016...
Notemos que en ambos casos nos en- cuántica de campos, y que dejaremos para
Pero, además, Feigenbaum encontró contramos frente a funciones que, en el la próxima columna.
otra constante similar en el eje de orde- intervalo considerado, son suaves, con- Por desgracia, Mitchell Feigenbaum
nadas. Para ver cómo aparece, considere- vexas y presentan un solo máximo. Tales falleció este pasado 30 de junio. Gracias
mos la recta horizontal dada por x* = 1/2 funciones se denominan «unimodales». a su trabajo, hoy vislumbramos algo más
(véase la figura superior). Esta es la recta En los años setenta, los matemáticos de- de luz en el caos.
que determina los puntos superestables, mostraron que, para todas las funciones
aquellos en los que la primera derivada se unimodales de la forma
anula. Vemos que, entre una bifurcación
xn+1 = μ f (xn)
y la siguiente, la recta solo se cruza con PARA SABER MÁS
una rama cada vez. con f (0) = f (1) = 0, el orden en que apare- Universal behavior in nonlinear systems.
Feigenbaum observó que, si para cada cen las ventanas periódicas a medida que Mitchell J. Feigenbaum en Universality in
intervalo (μn , μn+1) calculaba la distancia variamos μ es siempre el mismo. Por ello, Chaos; dirigido por Predrag Cvitanović.
Routledge, 1983.
vertical dn entre el punto superestable y dicha progresión se conoce como «secuen-
Nonlinear dynamics and chaos. Steven
la rama más cercana, se cumplía una re- cia universal» o «secuencia U». H. Strogatz. Westview Press, 2001.
lación similar a la anterior: La universalidad de la secuencia U es
en nuestro archivo
cualitativa, pues nos habla del orden de
dn+1 ≈ dn/α , El número de Feigenbaum. IyC, diciembre
aparición de las ventanas periódicas. Sin
de 1981.
donde, en el límite en el que n tiende a embargo, las constantes de Feigenbaum Los atractores extraños son configuraciones
CORTESÍA DEL AUTOR

infinito, obtenemos otra constante uni- muestran que existe también una univer- matemáticas en equilibrio entre orden
versal: salidad cuantitativa: Feigenbaum demos- y caos. Douglas R. Hofstadter en IyC, enero
tró que δ y α toman los mismos valores en de 1982.
α = 2,5029078... todas las funciones de este tipo.

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