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tl Mérida, Yucatán, México 20 de noviembre de 2010

El Yucatán de hoy está mal, muchos

incluso estamos peor, que hace 100
años, cuando estalló una gran revo-
lución en el país, con millones de
muertos. De peones acasillados es-
clavizados en las fincas henequene-
ras o campesinos muy pobres
hemos pasado a obreros de maqui-
ladoras extranjeras, empleados su-
perexplotados o vendedores infor-
males pobres, subempleados, ningu-
neados, hostilizados y reprimidos,
discriminados y maltratados en for-
ma racista y clasista. El poco, mani-
pulado y corrupto progreso llegó
hasta principios de los años 80. Des-
de entonces hemos vuelto a retroce-
der en todos los sentidos. De 1910 a
1915 las fuerzas populares revolu-
cionarias crecieron y avanzaron mu-
cho (zapatistas, villistas, magonistas

y socialistas), pero fueron acorrala-
das y derrotadas por las fuerzas
burguesas de Carranza y Obregón
y la oligarquía porfirista que recom-
puesta, se alió con ellos para recu-
perar el poder económico perdido
durante la revolución.
En Yucatán la revolución llegó en
1915 cuando el ejército carrancista
encabezado por Salvador Alvarado
tomó militarmente Mérida, derrotan-
do al ejército de los finqueros hene-
queneros. La derrota de la casta
divina abrió el espacio político para
la organización obrera y campesina
de los mayas yucatecos y peninsu-
lares; surgió el gran PARTIDO SO-
CIALISTA DEL SURESTE, que
agruparía a decenas de miles, le-
vantaría las banderas populares
más legítimas: tierra, libertad, justicia y res-
peto a los derechos colectivos e individuales
del pueblo, para hombres y para mujeres,
largamente pospuestas; ganaría dos eleccio-
nes claramente e iría cambiando las cosas a
favor del pueblo.
Pero la casta divina, con el obispo, se reor-
ganizaría para derrocar y asesinar cobarde-
mente, en enero de 1924, al gobierno consti-
tucional de Felipe Carrillo Puerto y los princi-
pales dirigentes socialistas, dando marcha
atrás a los avances sociales y económicos
que se habían logrado.
Las principales fuerzas populares revolucio-
narias y sus líderes dieron grandes batallas,
pero fueron cayendo uno a uno. Emiliano
Zapata fue asesinado en abril de 1919 por
órdenes de Carranza y el Ejército Libertador
del Sur fue derrotado militarmente.
(continúa en la página 2)
 Se mostraban seguros, confiados y alegres. Estaban acom-
pañando al dictador Porfirio Díaz en la celebración de los primeros cien
años de iniciada la Independencia. El Gobierno del dictador les había
dado facilidades para que se apropiaran, mediante ilegales desalojos,
de grandes extensiones de tierras; les había concesionado los ferroca-
rriles, el servicio telefónico y telegráfico así como la explotación de mi-
nas y la extracción de petróleo. Pero quizás lo más importante había
logrado la estabilidad política y social mediante el “maiceo”, la repre-
sión, el encarcelamiento y/o el destierro de las voces disidentes. Les
había demostrado a los ricos empresarios que era capaz de llevar a
cabo masacres o asesinatos masivos como los de los obreros de Cana-
nea y Rio Blanco. Por ello estos empresarios y sus familias estaban
felices mostrando sus ropas pulcras, sus “finos” modales y comiendo los
más exquisitos manjares. Mientras en las calles, en las rancherías y en las pequeñas localidades ya se había incubado el ger-
men del descontento y la rebeldía. Miles de hombres y mujeres que habían padecido los abusos, la
explotación y la represión del gobierno porfirista ya habían sido informados(as) que los malos go-
biernos duran hasta que el pueblo quiere. El decidido, valiente, comprometido y heroico esfuerzo de
hombres y mujeres que desde distintas trincheras habían trabajado para acabar con la dictadura, en
los próximos meses darían frutos. Algunos años atrás habían sido los trabajadores mineros y texti-
les, los que se habían enfrentado a la mano dura del dictador, en total desventaja. Pero; desde an-
tes la prensa revolucionaria de los hermanos Flores Magón había venido señalando la necesidad de
acabar con las injusticias, los abusos y la explotación que se propiciaban desde el gobierno porfiris-
ta. Siendo el 20 de noviembre cuando inicia un proceso que costaría la vida a un millón de hombres
y mujeres y plasmaría en la Constitución de 1917 algunas de las demandas más sentidas del pue-
blo mexicano. Muchas de las cuales en la actualidad han sido bo-
rradas por los neoporfiristas que nos mal gobiernan. Las respues-
tas a los abusos, la explotación y las injusticias de hoy las tenemos
enfrente de nosotros.

A 100 AÑOS DE LA REVOLUCIÓN: ESTAMOS MAL (viene de la pag. 1)

SE MUESTRAN SEGUROS,
CONFIADOS Y ALEGRES...
¿Presidente del empleo?
Si; del empleo del ejército y de
la violencia, misma, que ha
generado más de 28000 (¿y
los miles de huérfanos(as) y/o
viudas?) muertes en lo que va
de su gobierno. La mayoría de
ellos jóvenes que no tuvieron
la oportunidad de estudiar o de
encontrar un empleo digno.
Cada persona que muere es
un ejemplo más de los niveles
de deshumanización de este
decadente sistema capitalista.
Pancho Villa dejaría las ar-
mas en junio de 1920 disol-
viendo la División del Norte
a la muerte de Carranza, y
lo asesinarían en julio de
1923 por órdenes de
Obregón. Ricardo Flores
Magón moriría asesinado en
una cárcel gringa en no-
viembre de 1922, después
de años de prisión y el Parti-
do Liberal Mexicano y los
magonistas se apagarían.
A pesar de que las fuerzas
populares fueron derrotadas
se lograron ciertas conquis-
tas, que quedaron en la
Constitución de 1917. De
1934 a principios de la déca-
da de 1980 hubo algunas
mejorías económicas y so-
ciales para el pueblo, con el
gobierno de Lázaro Cárde-
nas, pero bajo el férreo y
corrrompido control del PRI.
El reparto henequenero de
1937-1938 fue incompleto y
no permitió la emancipación
campesina; fue controlado
por una corrompida burocra-
cia de exfinqueros y priístas,
que terminó en una banca-
rrota en 1992. Hubo un
férreo control político priísta,
perturbado en 1969, cuando
recurrieron al fraude para
evitar que ganara el panista
Correa Rachó y cuando ase-
sinaron en febrero de 1974
al asesor de sindicatos inde-
pendientes Efraín Calderón
Lara. El PRI cedería el go-
bierno estatal al PAN en
2001, pero luego lo recupe-
raría en 2007. Hubo varias
luchas populares significati-
vas de henequeneros, cor-
deleros, zapateros, saline-
ros, siderúrgicos y aviculto-
res, entre las más importan-
tes, pero con pequeños
triunfos y finalmente derrota-
dos.
Desde 1983 con las políticas
neoliberales nos han ido
arrebatando los pocos avan-
ces sociales y económicos,
ya que políticos nunca los
ha habido; quieren dejarnos
peor a cómo estábamos
antes de 1910.
¿Cuándo, retomando nues-
tras historias de resistencia
y lucha, tomaremos en
nuestras manos el futuro,
con unidad y organización
independiente, autónoma, y
echaremos a andar?