Casos especiales de la ortografía

A las cosas que el dinero no puede conseguir o a las que Salamanca no presta o a las cuchillas que
en el baño no puede comprar, se agregan las que el computador no puede hacer por usted en
materia de prosodia y ortografía. De hecho, muchas veces le ha podido pasar que, al no ver
subrayados rojos en su documento de word, llega a pensar que menos mal no necesita aprender
ortografía y que con la informática los profesores de español se extinguirán. Sin embargo, días más
tarde, no acierta a explicarse por qué el maestro devuelve su trabajo con una nota lapidaria:
“reprobado por pésima ortografía”. ¿Será que es hora de arreglar su computador? ¡No! no le
eche la culpa y aprenda desde este momento lo que necesita para disfrutar de la valiosa ayuda
que brindan las herramientas ortográficas automatizadas sin descargar en la máquina la exclusiva
facultad humana de ponerla a pensar. Para tal efecto, existen tres casos que merecen su especial
atención: homofonía, pares o trilogías prosódicas y tilde diacrítica. Analicemos en detalle cada
uno de estos temas:

1) HOMOFONÍA:

Hacen parte de esta clasificación las palabras que suenan igual, pero significan y se escriben
diferente, tales como: hierba (planta) y hierva (inflexión del verbo hervir). Naturalmente, la
distinción entre uno y otro casos sólo le compete al usuario, ya que el computador aprobará
indistintamente cualquiera de los dos por encontrarse registrados en su diccionario. Por ello,
permitirá sin reparos adefesios como éste:

“En esa vaya se haya la huella resiente de los que se revelaron contra las sien nuevas
medidas del consejo municipal”

Seguramente, con estos seis garrafales errores habrá comprendido que “el que inocentemente
peca, inocentemente se condena”. Por ello, antes de ser víctima ingenua del cadalso ortográfico,
los siguientes casos comunes de homofonía le pueden servir