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La injusticia como modelo socio-económico

La justicia es la constante y perpetua voluntad de dar a cada uno sus derechos. En la determinación
de los derechos debe primar una objetividad bilateral, esto es a dar cada uno lo suyo. Entre otras
cosas, dignidad.

En si la justicia es un concepto que solo sacia su apetito en el fondo y la forma de nuestros actos.
En otras palabras, la participación social de unos no podrá ser justa si esta falta para otros.

La justicia en la sociedad se ha visto afectada desde tiempos inmemorables, pero encuentra su


ocaso cuando el modelo económico y social le da la espalda para permitir que la injusticia tome el
control.

Cuando su constitución, sus leyes, sus reglamentos obedecen a principios injustos o simplemente
los jurisconsultos la malinterpretan a conveniencia. La sociedad se deteriora, porque el
individualismo y la voracidad del ser humano que son el génesis de este problema ¡la injusticia!,
solo pueden controlarse con leyes.

El problema se agrava si el paradigma de convivencia social, basado en la opinión publica acepta la


injusticia. Sin saber que cuando aceptamos la injusticia para unos, también la aceptamos como una
posibilidad para nosotros. Entre otras cosas aceptas ¡Que te roben en la calle y que nadie haga
nada!!Que tu vecino muera de cáncer y no haya podido recibir atención médica digna!!Ver
mendicidad en la calle y grandes terratenientes en el país!!Que le hagan bullying a un compañero
del trabajo y tú lo fomentes con tu risa!

En el final del milenio anterior e inicios de este en el que vivimos se desarrollaron los medios de
comunicación masiva, delegando de esta forma el control de la opinión pública a quien controlara
los medios. En unos casos el estado y en otros, grupos de poder de capital privado con influencia
en políticas públicas. En el caso de las “democracias” occidentales, sabemos que la mayoría de
medios pertenecen a grupos de poder.

Entonces este grupo de poder de capital privado usa el paradigma de convivencia social para
defender un modelo socio-económico falto de justicia y no es que estemos convencidos, solo
logran confundirnos porque en realidad sabemos ¡lo que está bien y lo que está mal!, ¡lo que
estuvo bien y lo que estuvo mal!

Pero es suficiente para herirnos de muerte, aprendimos este paradigma social, defendemos un
ideal magnánimamente rico, una vida alejandrina, una vida basada en la interpretación del éxito
como la acumulación de capital, idea que se sustenta en el individualismo.

Y el individualismo socio-económico es injusto.

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