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Cultura ciudadana y comunicación

(Mockus, 2003)

Los seres humanos al estar ubicados en un entorno que permite la


interacción con las demás personas, esté se ve obligatoriamente ligado a
permanecer en un entorno social regido por ciertas reglas que aseguran no
solo la subsistencia de una población, sino que la apoya a la cooperación de
individuos para alcanzar un bienestar necesario para la vida en sociedad.
Partiendo de esta premisa tenemos que según el artículo de Antanas
Mockus, este busca cambiar los hábitos relacionados con la convivencia y
más específicamente con el cumplimiento de las normas urbanas por vía de
la autorregulación personal y la mutua regulación interpersonal.
El objetivo de la Cultura Ciudadana es la de una visión positiva de la
convivencia y promueve la tolerancia o el aprecio por distintos proyectos de
sociedad, la no violencia, la capacidad de celebrar y cumplir acuerdos, el
cumplimiento de la ley, la confianza interpersonal e institucional, la
representación positiva del otro y el interés por el cuidado de lo público.
Además, Mockus nos menciona que en lugar de concentrarse en el
incremento del control y el castigo, el enfoque de Cultura Ciudadana
apuesta por la formación de ciudadanos con disposición y capacidad de
autorregularse, así como con disposición y capacidad de regular a otras
personas y ser regulados por otras personas de manera pacífica.
Particularmente la mutua regulación se ha revelado como una herramienta
muy poderosa en el cambio de comportamientos colectivos, pues al parecer
en ocasiones es más fuerte, o bien el deseo de ser aceptado por la
comunidad, o bien el miedo a ser rechazado, que el miedo a la sanción
externa, como una multa o la cárcel, lo cual hace referencia a la
autoregulación y a la mutua regulación. También se ve involucrado la acción
colectiva; podemos decir que un problema de acción colectiva se presenta
cuando una comunidad requiere un bien que puede ser de interés para
todos; sin embargo, para conseguirlo se requiere que el mayor número
posible de personas coopere y participe. En estos contextos cada individuo
particular puede tener sus incentivos para colaborar o para no hacerlo y
esperar que otros lo hagan en su lugar.
Entre otras cosas, también nos menciona la comunicación intensificada.
Hoy en día sabemos que la parte de una visión de los conflictos son
causados o agravados debido a las limitaciones de la comunicación. Según
Mockus la sinceridad puede ser más efectiva que la tradicional diplomacia,
que se puede alcanzar resultados favorables para el bien común con base
en la combinación entre opinión pública sensible, franqueza radical y una
metodología elemental de regulación de la comunicación. Por lo que el autor
conjetura que el fomento de la comunicación ciudadano-ciudadano, es decir
el debate público, el debate familiar, o el debate entre desconocidos ayuda a
fortalecer la regulación cultural, así como la comunicación entre autoridades
(como el alcalde de la ciudad) y la ciudadanía parece resultar en el
fortalecimiento de la regulación moral. En otras palabras, la cultura
ciudadana requiere de la comunicación para hacerse efectiva; esta se
manifiesta a través de actos de comunicación que tiene como finalidad la
transformación de la comunidad misma, el cual busca generar sentido de
pertenencia a través de la consolidación de un conjunto de costumbres,
acciones y reglas mínimas que facilitan la convivencia entre desconocidos.
Por lo que procura aumentar el cumplimiento voluntario de normas.
Sin embargo, desde el punto de vista del sociólogo Bernstein, la cultura
ciudadana puede ser como un proceso de transformación colectiva.
Teniendo como base que la sociedad es un sistema que se reproduce y se
transforma de acuerdo con las formas en que se produce la comunidad, por
lo que podemos decir que la comunidad pertenece a un contexto que
conforme a la modificación de sus costumbres, creencias y hábitos permiten
la identificación cultural. Al referirnos a esto se nos hace necesario entender
que es importante la transformación de la cultura ciudadana para crear la
posibilidad de nuevos contextos, de nuevas lecturas e incluso de una nueva
identificación para generar un cambio progresivo, que es posible por medio
de la comunicación.
En conclusión La cultura ciudadana, se podría definir como un sentimiento
homogéneo de pertenencia por la ciudad, basada en la solidaridad, la
tolerancia, el respeto y la convivencia pacífica. El conocer estos valores es
fundamental para la sana convivencia lo cual permite el bienestar de las
demás personas, así mismo, el bienestar mutuo. Nuestra comunidad sería
mucho mejor y más vivible si todos nosotros pusiéramos en práctica estos
elementos, porque muchos de los conflictos y problemas que vivimos se
generan por falta de cultura ciudadana.

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