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Spallanzani comenzó a hacer los preparativos para refutar contundentemente el experimento de

su colega de sacerdocio ya que era un hombre orgulloso que gozaba con derribar las ideas que no
eran acordes a las suyas.

Así preparo su estudio y su laboratorio, no parea escribirle cartas a nedham y hacerlo caer en
cuenta de su error sino para comenzar a experimentar por sí mismo y así refutar completamente
las ideas de este.

¿Por qué needham había encontrado aquellos animalillos en el caldo de carnero? Spallanzani
encontraba dos problemas fundamentales en el experimento y el informe que publico needham:
el primero era que muy probablemente habría animálculos capaces de soportar las altas
temperaturas por un lapso prolongado de tiempo y needham no los calentó el tiempo que era
necesario, el segundo error era que needham había sellado sus redomas con corchos los cuales
podrían no ser completamente herméticos y pudieron dejar pasar algún animálculo que estuviera
en el aire o en el mismo corcho.

una vez en su polvoriento laboratorio Spallanzani se puso a comprobar sus explicaciones. ya que
creía que los animalillos podrían filtrarse a través del corcho necesitaba hallar una forma en la que
pudiera sellar completamente las redomas, así que decidió fundir los cuellos de las redomas con
fuego, como no era ningún experto trabajando con vidrio llego a quemarse y a lastimarse varias
veces hasta conseguir sellarlas, una vez fundido el cuello de la redoma no sería posible que
ninguna cosa diminuta se filtrara.

Tomo varias de estas redomas selladas con vidrio y las calentó en agua hirviente. Hirvió unas
cuantas redomas por tan solo unos minutos y mantuvo otras a la temperatura de ebullición por
una hora asegurándose así de matar hasta el animalillo más resistente.

casi me olvido de mencionar algo muy importante, además de las redomas selladas con vidrio hizo
un duplicado del experimento de needham sellando con un corcho las redomas, pero dejándolas a
temperatura de ebullición también por una hora.

Los días que le siguieron al experimento se le hicieron eternos al monje quien buscaba distraerse
con innumerables cosas para hacer más llevadera la espera, como dar conferencias acerca de
temas científicos, ir de pesca, jugar a la pelota, dar misa. Hasta que un día desapareció, había
vuelto a meterse de lleno en su laboratorio con sus redomas llenas de caldo de semillas.

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