Año 1 Número: 28
“Levántate, toma tu
Tono: 5
28 de Julio de 2019
Sinaxario:
S. már. Kyriakos y Julita; S.
Vladimir de Kiev, S. Már. de
Velika-Gornjepolimlje
San Kyriakos era un niño de 3
años que confesó la fe cristiana
como su madre Julita. Fueron
delatados por ser cristianos en
la persecución del Emperador
Diocleciano, con ellos fueron
martirizados 404 fieles cristia-
nos en la región de Antioquía.
Santoral Semanal
S.hieromártir Atenógenes;
Santa mártir Julia
29
Santa gran mártir 30
Marina
Santo mártir Emiliano;
Santo mártir Jacinto 31
Venerable Macrina; S. Este-
ban Déspota de Serbia y 01
Ven. Eugenia (Lazarevich)
Santo Glorioso Profeta
Elías; S. Elías de Georgia
02
Santo Profeta Ezequiel 03
Pbro. Esteban Díaz. Telf.: (5) 3034772; 310- 2087384.- Calle 99 Nro. 47-38. Apto. 3-B. Edificio Loorissa. Barrio
Villa Santos. Email: dinigial@gmail.com; - Facebook: @ortodoxosenbarranquilla
camilla y vete a tu casa.»
Él se levantó y se fue a su 6to Domingo después de Pentecostés
casa. Y al ver esto, la Santos Padres de los Primeros
gente quedó admirada y Seis Concilios Ecuménicos
glorificó a Dios, que había
dado tal poder a los
hombres.
“Todos confiesan que son siete los
santos Concilios Ecuménicos, y que
éstos constituyen las siete columnas
que sostienen la fe del Verbo Divino
sobre las que Él erigió Su palacio
sagrado: La Santa Iglesia Católica y
Ecuménica”.
(Juan II, Metropolita de Rusia ,1080-89)
“La vida eclesiástica en la primera
época bizantina fue dominada por las siete asambleas generales. Estos conce-
jos tenían dos responsabilidades. En primer lugar, aclararon y articularon la
organización externa de la Iglesia, al concretar en la función que tomarían las
cinco sedes mayores, que son los Patriarcados (Jerusalén, Antioquia, Alejan-
dría, Constantinopla y Roma). La segunda y más importante responsabilidad
fue la de definir de una vez para siempre la enseñanza adoptada por la Iglesia
sobre las doctrinas básicas de la fé cristiana”. (Kallistos Ware)
1.- Concilio de Nicea, Año 325: Con motivo de la herejía de los arrianos, se de-
finió que el Verbo es verdadero Hijo de Dios, de la misma substancia del Pa-
dre y, por lo tanto, verdadero Dios.
2.- Concilio I de Constantinopla, año 381: El Espíritu Santo es verdadero Dios,
como el Hijo y el Padre (Credo Niceno-Constantinopolitano). Condena a
Macedonio.
3.– Concilio de Efeso, año 431: Con motivo de las herejías nestoriana y pela-
giana, se definió que en Cristo, Dios-Hombre, hay una sola Persona (la Divina)
y la maternidad divina de María. La unión hipostática es substancial, no acci-
dental, física, no moral. Fue condenado el pelagiano Celestio y sus seguidres.
4.– Concilio de Calcedonia, Año 451: Con motivo de la herejía monofisita y
contra Eutiques, se definió que las dos naturalezas de Cristo están unidas
(personalmente) en la única persona de Cristo, no confundidas ni mudadas ni
alteradas de ninguna manera.
5.– Concilio II de Constantinopla, año 553: Se confirma la condenación de los
errores precedentes de Nestorio (tanto trinitarios como cristológicos),
ratificando el sentido genérico de las definiciones conciliares. Proscriben los
errores derivados de Orígenes.
6.– Concilio III de Constantinopla, Año 680-81: Contra el monotelismo se afir-
ma que en Cristo hay dos voluntades, como hay dos naturalezas, aunque sea
una sola la persona, que es la del Verbo.
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 Tropario de la Resurrección, Tono V: Oh fieles, alabemos y adoremos al Verbo, * que no tiene origen, *
así como el Padre y el Espíritu, * y que nació de la Virgen por nuestra salvación, *porque Le agradó subir
encarnado en la Cruz, *y padecer la muerte, *y levantar a los muertos por Su gloriosa Resurrección.

Tropario de los Santos Padres, Tono VIII: Muy glorificado eres, oh Cristo nuestro Dios, * que fundaste a
nuestros Padres como luceros en la tierra, * y por medio de ellos nos guiaste a la fe verdadera. * Oh Muy
Compasivo, gloria a Ti.
Tropario del Templo (San Basilio de Ostrog) Tono IV: Desde tu juventud te has entregado por completo
al Señor, permaneciendo en oración, esfuerzos y ayunos, ¡oh, padre teóforo! Has sido para tu rebaño
imagen de virtudes. Por esto, viendo Dios tu bendita disposición, te coloca como pastor y buen obispo
de su Iglesia. Y luego de tu dormición, conservó incorrupto tu santo cuerpo, ¡oh, San Basilio! Por eso,
teniendo cercanía a Cristo Dios, ruega que salve nuestras almas.

Contaquio de la Resurrección, Tono V: Oh mi Salvador, * descendiste al Hades * y quebraste los porto-

nes como Todopoderoso, * y resucitaste a los muertos * junto contigo como Creador, * y rompiste el
aguijón de la muerte, * y redimiste a Adán de la maldición, * oh Amante de los hombres. * Por lo tanto
Te clamamos: Sálvanos, oh Señor.
Himno a los Theotokos, Tono VI : Oh Protección de cristianos sin deshonra, * oh inalterable Mediación
ante el Creador, * no desprecies las voces de súplicas pecaminosas, * mas adelántate, oh Bondadosa,
* al socorro de nosotros que fielmente Te clamamos: * Apresúrate a la intercesión * y date prisa a la
súplica, * Tú que siempre proteges, oh Theotokos, a los que Te honran.

Proquimeno: Tú, Señor, nos

guardarás y nos custodiarás de Coro: ¡Aleluya, aleluya, aleluya!
esta generación. ¡Sálvame, Señor,
Lector: Cantaré Tus misericordias, Señor,
porque el justo ha perecido!
por siempre, anunciaré en mi boca Tu ver-
Lector: Lectura de la Epístola del dad de generación en generación (Salmo 88:1).
Santo Apóstol Pablo a los Roma-
nos: Romanos 12:6-14 Coro: ¡Aleluya, aleluya, aleluya!

Hermanos: Ya que tenemos Lector: Porque Tú has dicho: “Por siempre

dones diferentes según la Gracia que nos ha
sido dada, si es el don de profecía, ejerzámoslo
en la medida de la fe; si es el ministerio,
ministrando; si la enseñanza, enseñando; si la
exhortación, exhortando. El que reparte, con
generosidad; el que preside, con solicitud; el que
ejerce la misericordia, con jovialidad. Su amor
sea sin fingimiento; detesten el mal y adhiéranse
al bien; ámense los unos a los otros con una
ternura fraternal; en cuanto a la honra, prefirién-
dose los unos a los otros; en cuanto a la diligen-
cia, no perezosos; al espíritu, fervorosos, y sirvien-
do al Señor. En la esperanza sean alegres; en la
tribulación, pacientes; en la oración, constantes;
compartiendo las necesidades de los santos y
practicando la hospitalidad. Bendigan a los que
los persiguen; bendigan y no maldigan .
se edificará la misericordia” (Salmo 88:2).
Coro: ¡Aleluya, aleluya, aleluya! Evangelio: Mateo 9:1-8
En aquel tiempo, Jesús subió a la barca, pasó a la otra
orilla y vino a su ciudad. Y sucedió que le trajeron un
paralítico postrado en una camilla. Viendo Jesús la fe de
ellos, dijo al paralítico: «¡Ten confianza, hijo! Tus pecados
te son perdonados.» Pero he aquí que algunos escribas
dijeron para sí mismos: «Éste está blasfemando.» Jesús,
conociendo sus pensamientos, dijo: «¿Por qué piensan
mal en sus corazones? ¿Qué es más fácil decir: “Tus
pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y
anda”? Pues para que sepan que el Hijo del hombre
tiene en la tierra poder de perdonar pecados -dice al
mismo tiempo al paralítico-: levántate, toma tu camilla y
vete a tu casa.» Él se levantó y se fue a su casa. Y al ver
esto, la gente quedó admirada y glorificó a Dios, que
había dado tal poder a los hombres.
Gloria a tí Señor, Gloria a ti…

El Señor como Dios nuestro encarnado, viene al mundo para su sanación y salvación ,
pero derrumbando todos los parámetros considerados lógicos. Con el Cristo nos
encontramos a otro nivel de vida, que sin duda pisamos al suelo, pero nos movemos
al espacio del cielo. Es decir, todo con el Cristo funciona θεανθρώπινα (teantrópina, divino-humanamente). Esta es la impresión que tiene
uno escuchando la lectura evangélica de hoy: El Señor sana un paralítico, a quien lo traen ante Él unos amigos. El Señor restableciéndole su
salud física, sana a la vez también su psique. Es decir, antes de decirle: levántate toma tu cama y vete a tu casa”, le certifica: “hijo, son perdo-
nados tus pecados”. ¿Qué queremos decir en concreto?: Primero. En este incidente son dos los “derribos” de la lógica, razón humana. El
Señor con el hecho que con Su voluntad sana al paralítico, primero: debería dirigirse a él dando orden para la solución de su problema y
sanarlo somáticamente (físicamente), pero se produce en la segunda parte. Segundo: debería dirigirse solamente a él, puesto que únicamen-
te él tenía el problema. Sólo con la fe del paralítico bastaría para que operara la potencia y energía increada de Cristo, tal y como lo encontra-
mos en otros casos, por ejemplo, el paralítico de la piscina de Betseida.