Está en la página 1de 1

Lo poco que recuerdas de tu pasado es despertar en medio de un bosque sombrío, formando

parte de lo pareciese ser un ritual mágico. Estabas agonizando de dolor pero poco podías hacer
ya que tu cuerpo estaba completamente paralizado. Justo cuando creías que no aguantarías
esto una figura alada se abalanzó repentinamente sobre tu captor. Pronto comenzó un baile de
magias descontroladas que te permitieron escapar del lugar por los pelos.

Perdido y asustado comenzaste a andar sin rumbo a través del bosque de Svalich. No pasaría
mucho tiempo hasta encontrarte con una manada de lobos huargos interponiéndose en tu
camino. Esto parecía ser tu final cuando te la nada sobre tu cabeza se postró un pequeño
mono. A este le acompañaba una misteriosa figura de cabellos dorados quién acabaría con los
lobos con suma facilidad. Este se presentó como Rictavio y pasó cerca de 2 semanas a tu lado
intentando averiguar tu identidad y enseñándote a utilizar un extraño poder que mostrabas
cuando te concentrabas y utilizabas parte de tu sangre. Tras este tiempo y pese a haber
encontrado una figura “paterna” en Rictavio, este te explicó que debe atender una misión de
vital importancia en cuál no le podrías acompañar de momento. Acto seguido urgió un plan
para introducirte en la cercana aldea fortificada de Krezk. Aquí te presentó a una mujer de
avanzada edad llamada Anna quién recientemente había perdido a su hijo Ilya. Ella anhelaba
tener un hijo y tú necesitabas un hogar. El persuasivo de Rictavio la convenció para que cuide
de ti en secreto con la promesa que tú no abandonarías los bosques de la aldea, entrenarías y
cuidarías de ella como si fuese tu madre. Así fue como pasaste 4 días junto a esta maravillosa
mujer quién te mostró bondad y te educó como a su verdadero hijo.

Ocultar de la gente.

Avistamiento de un hombre apuesto al que te parecía reconocer.

Ver por la noche a uno de los mestizos portando un cofre de madera.

Anna, muy contenta, te comenta que deberá abandonar la aldea para encargarse de una
misión.

Decidiste seguirle el rastro para protegerla. Justo antes de salir del poblado viste a un chico con
la misma apariencia de Ilya.

Rescataste a tu madre de una partida de espantapájaros y le prometiste que te encargarías tu


de la misión en agradecimiento por su cariño.

Mientras de encaminabas al este recordaste las palabras de tu sensei Rictavio. Si alguna vez
estuvieses en problemas o necesitases ayuda, solo tendrías que atravesar el lago cercano a la
parte este del poblado y esperarlo en una torre que se haya en el centro de este.

También podría gustarte