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UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA

DIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO


PROGRAMA MAESTRÍA EN ADMINISTRACIÓN DE NEGOCIOS

EL PROBLEMA.
UNA CONTEXTUALIZACIÓN METODOLÓGICA.

AUTOR: Msc. César Rubicondo

Porlamar, Julio de 2018


ÍNDICE GENERAL

INTRODUCCIÓN ............................................................................................ 3
CAPÍTULO I: EL PROBLEMA. ........................................................................ 5
El Problema ...................................................................................... 5

Elementos de un problema ............................................................... 7

Objetivos de la investigación ......................................................... 8

Justificación de la investigación .................................................. 10

CAPITULO II: UN CASO PRÁCTICO DE CONTEXTUALIZACIÓN DE UN


PROBLEMA. ................................................................................................. 11
Título ............................................................................................... 11

Planteamiento del Problema ........................................................... 11

CAPITULO III: CONCLUSIONES ................................................................. 15


REFERENCIAS ............................................................................................ 16

ii
INTRODUCCIÓN

Dentro de la literatura de la metodología de investigación existen una variedad de


acepciones referentes al proceso de investigación. Estas diversas perspectivas
epistemológicas, teóricas y metodológicas, coinciden en asumir al proceso investigativo
como una forma planificada, estratégica, sistemática y confiable para profundizar en el
conocimiento, cuyo común denominador está compuesto por tres ejes: el tema de la
investigación, el problema a resolver y la metodología a utilizar.

Para Castro (2003), el aspecto de importancia en el proceso de investigación es


el planteamiento del problema, ya que delimita el objeto de estudio. Esta delimitación se
corresponde al sentido lógico y coherente de la formulación del problema, que fijará las
pautas y curso del hilo investigativo desde el comienzo de la investigación hasta su
alcance, expresado en los resultados que se obtengan al final de todo el proceso. De
hecho, Sabino (1992) precisa que una investigación puede definirse como un esfuerzo
que se emprende para resolver un problema de conocimiento.

Hernández, Fernández y Baptista (2010) exponen que “plantear el problema es


perfeccionar y constituir de una forma más precisa la idea de investigación. La
transición entre la idea al planteamiento del problema puede ser inmediata o bien
dilatarse en el tiempo, todo dependerá de cuán familiarizado esté el investigador con el
tema a tratar, de la complejidad misma de la idea, de la existencia de estudios
antecedentes, del empeño del investigador y de sus habilidades personales para
conceptuar el problema y traducir su pensamiento en forma clara, precisa y accesible”
(p.36). En algunas ocasiones el investigador conoce lo que desea hacer pero no puede
comunicarlo a los demás, por lo que es necesario que realice un esfuerzo por traducir
su pensamiento.

En este sentido, Parra (1990) afirma que un problema plantea una situación que
debe ser modelada para encontrar la respuesta a una pregunta que se deriva de la
misma situación. Es por ello que el punto de partida de una investigación es la

3
identificación y estructuración de un problema, si está correctamente planteado se
tienen las bases para desarrollar el proceso de investigación. El problema, responde
por qué se realiza una investigación, entendiéndose como la situación propia de un
objeto, que provoca una necesidad en un sujeto, quien desarrollará una actividad para
transformar la situación problemática. De esta manera, se concibe como una operación
a través del cual se especifica, claramente y de un modo concreto, sobre qué se
realizará en la investigación.

De acuerdo con Rodríguez (1999) “el problema de investigación, es el inicio o


detonador de toda indagación; es lo que desencadena el quehacer científico. Es, al
mismo tiempo, su norte y su guía. No hay investigación científica sin problema de
investigación”.

Lo antes expuesto, configura la motivación investigativa de contextualizar el


problema de cara a los aspectos metodológicos. En este sentido, la presente
asignación se configurará en tres (03) capítulos. En el primero, se consideran
resumidamente os referentes sobre el problema de investigación y sus elementos. En el
segundo, se desarrolla un caso práctico de planteamiento de problema a los fines de
destacar la situación problemática, el tema de adscripción, posibles causas y
consecuencia. En el tercero, se exponen las consideraciones finales del discurso del
primer capítulo.

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CAPÍTULO I: EL PROBLEMA.

El Problema

En toda investigación, resulta sumamente necesario describir la situación objeto


de estudio, conocido como planteamiento del problema por los investigadores de las
ciencias sociales. Al describir esta situación, se pueden observar un conjunto de ideas
que permiten identificar las posibles causas de la situación problemática a investigar,
así como los diversos factores que, directa o indirectamente, inciden sobre la situación
objeto de estudio.

Aristóteles, Jungius, Dewey, Mach, pusieron de manifiesto que un problema es


un proceso dialéctico, una proposición práctica o demostrativa, que expresa la
diferencia entre una situación existente a una deseada o bien, el desacuerdo entre
pensamientos y hechos o de pensamientos entre sí. Coinciden que la identificación y
descripción de un problema, es la parte inicial de toda investigación.

Tamayo y Tamayo (1994) confirman lo antes expuesto, exponiendo que el


problema es el punto de partida de la investigación que surge cuando el investigador
encuentra una laguna teórica, dentro de un conjunto de datos conocidos, un hecho no
abarcado por una teoría, un tropiezo o un acontecimiento que no encaja dentro de las
expectativas en su campo de estudio.

Sin embargo, no existe un consenso en cuanto a la definición del problema de


investigación. Este constructo adquiere distintos significados según los fines que se
plantee el investigador. Puede asumirse como una dificultad u obstáculo; como una
pregunta que establece la comprensión y explicación de un fenómeno en estudio; o,
como una situación susceptible de cambio o mejora. Esto se corresponde con el
enunciado por medio del cual se expone inicialmente un problema, el cual puede
expresarse a través de un pregunta o bien, por medio de una descripción. Pues, no
existen reglas o procedimientos que establezcan directamente la identificación de un

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problema de investigación. Todo dependerá del sentido sistémico que asuma el
investigador.

Autores como Pardinas (1971) definen el problema como una pregunta surgida
de una observación más o menos estructurada. Asumen que un problema puede
considerarse básicamente como un instrumento de información nueva, al menos para el
investigador, acerca de observaciones o acerca de fenómenos observados, siendo la
novedad del problema un concepto relativo.

Otros autores consideran que el asunto crítico y característico de un problema es


precisamente el hecho de no saber de entrada (cuando se identifica la situación como
problema) cómo hacer para ir desde el punto de partida (la interrogante) al punto de
llegada (la meta o respuesta). El conjunto de operaciones o acciones y la manera
particular de realizarlas para obtener la respuesta resulta lo que constituye su solución.
Morales (1979), considera al problema como una descripción general del asunto a
investigar; Hernández, Fernández y Baptista (2010), es una descripción de los hechos
y/o situaciones que pueden llegar a constituirse en el objeto de verificación o
comprobación.

Arias (2006), considera que no sólo es necesario visualizar el problema, sino


además plantearlo adecuadamente. De aquí, la necesidad de estructurar
adecuadamente el problema a fin de no confundir efectos secundarios de la situación
problemática con la realidad del problema que se investiga.

El planteamiento del problema va a establecer la dirección del estudio para lograr


los objetivos propuestos en la investigación, expresados en dos aspectos que deben
asumirse para estructurar la situación problemática o bien, darle sentido lógico y
coherente a la idea: descripción y formulación del problema. De hecho, Méndez (1993),
establece que el planteamiento del problema parte de la descripción de los síntomas
que se observan y son relevantes de la situación, relacionándolos con las causas que lo
producen.
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La descripción del problema, se refiere a la complejidad de la realidad del
problema, es decir, la relación entre la situación problemática y el medio dentro del cual
aparece el problema. El fin de este aspecto de estructuración es relacionar la
circunstancia con el problema. Esto implica poseer conocimiento adecuado de la
realidad en la que se desenvuelve la situación objeto de estudio.

Finalizada la identificación y descripción de las circunstancias en la cual aparece


la dificultad que da origen al problema, sigue la elaboración o formulación del problema,
la cual consiste en la estructuración de toda la investigación en su conjunto, de tal modo
que cada una de las piezas resulte parte de un todo y que ese todo forme un cuerpo
lógico de investigación.

Definir un problema es declarar en forma clara y concreta sus diversos


elementos, de tal manera que queden bien precisados al igual que sus relaciones
mutuas. Es decir, debe contemplar tanto el problema como los elementos conectados
con él.

Elementos de un problema
Para estructurar una situación problemática, el investigador debe precisar la
naturaleza y las dimensiones del problema. Para ello, debe partir de información que
pueda relacionarse con el problema y sus posibles soluciones. Esta información
permitirá establecer qué pretende la investigación; resumir lo que habrá de ser la
investigación y, justificar las razones que motivan el estudio.

Según Hernández, Fernández y Baptista (2010), los elementos necesarios para


plantear un problema de investigación son objetivos, investigación, preguntas,
justificación y viabilidad. No obstante, para Ramirez (1999), Méndez (2001) y Tamayo y
Tamayo (1994), son tres los elementos que conforman un problema: objetivos,
preguntas y justificación de la investigación.

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Objetivos de la investigación
Los objetivos son los resultados que se espera obtener y que imperiosamente
orientan las demás fases del proceso de investigación, determinan los límites y la
amplitud del estudio, permiten definir las etapas que requiere, así como ubicarlo dentro
de un contexto general.

Según Balestrini (2002) los objetivos "orientan las líneas de acción que se han de
seguir en el despliegue de la investigación planteada; al precisar lo que se ha de
estudiar en el marco del problema objeto de estudio. Sitúan el problema planteado
dentro de determinados límites" (p.67). Para Arias (2006), es un enunciado que expresa
lo que se desea indagar y conocer para responder a un problema planteado. Es
sinónimo de meta, es decir, aquello que se aspira logar o alcanzar.

En general, los objetivos de investigación son enunciados que establecen lo que


pretende la investigación, y así resolver el problema planteado, dentro de una situación
problemática.

En el campo metodológico, se ha profundizado la práctica de definir, dentro de la


estructura del problema, objetivos generales y específicos. Al respecto, Arias (2006)
considera como objetivo general como el fin concreto de la investigación en
correspondencia directa con la formulación del problema. Mientras que, los objetivos
específicos indican con precisión los conceptos, variables o dimensiones que serán
objeto de estudio. Estos objetivos contribuyen al logro del objetivo general.

Los objetivos de la investigación holística se orienta al grado de elaboración del


conocimiento que se pretende alcanzar. Por lo tanto, deben expresarse con claridad
para evitar posibles desviaciones en el proceso de investigación y ser susceptibles de
alcanzarse, ya que representan las guías durante todo el desarrollo investigativo.
Evidentemente, los objetivos que se especifiquen han de ser congruentes entre sí.

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Preguntas de investigación

Cuando se aborda el objeto de investigación, el investigador encuentra que su


proceso de estructuración del problema requiere un sistema conceptual interrelacionado
de conceptos que expliquen las diferentes dimensiones del mismo. Para conocer las
dimensiones esenciales del objeto de estudio, resulta práctico utilizar el método
fenomenológico para delimitar dichas dimensiones, por medio de la formulación de
interrogantes.

Una pregunta formulada de modo correcto es la base firme para iniciar la


búsqueda sistemática de un proceso fructífero de investigación. Es por ello que el
planteamiento de interrogantes es la parte de la investigación que indica por qué debe
hacerse el estudio.

Las preguntas deben resumir lo que habrá de ser la investigación. Pueden ser
más o menos generales; pero en la mayoría de los casos es mejor que sean precisas.
Al respecto, Christensen (1980), expone que plantear el problema de investigación en
forma de preguntas tiene la ventaja de presentarlo de manera directa, minimizando la
distorsión.

Desde luego, no siempre en la pregunta se comunica el problema en su


totalidad, con toda su riqueza y contenido. A veces el propósito del estudio es
formulado aunque la interrogante debe resumir lo que habrá de ser la investigación. Al
respecto, no se puede afirmar la existencia de una forma correcta de expresar todos los
problemas de investigación, pues cada uno de ellos requiere un análisis particular. Las
preguntas generales deben aclararse y delimitarse para esbozar el problema y sugerir
actividades pertinentes para la investigación (Ferman y Levin, 1979).

Si bien plantear el problema de investigación en forma de preguntas permite


clarificarlo, no hay una forma correcta y única de expresar los problemas de
investigación; de acuerdo al tipo de investigación que se efectúa cada problema

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requiere ser analizado en forma particular, así como un método específico para
enfrentarlo.

Justificación de la investigación
Las investigaciones se efectúan con un propósito definido, el cual debe ser lo
suficientemente fuerte para que se realice. Además, en muchos casos se tiene que
explicar por qué es conveniente llevar a cabo la investigación y cuáles son los
beneficios que se derivarán de ella.

Existe gran variedad de formas para justificar o establecer la importancia de la


investigación, lo importante es, en cualquiera de éstas, que expliquen en forma precisa
y clara por qué es necesario y conveniente el estudio o la investigación. La justificación
debe contestar las preguntas: ¿Por qué es objeto de preocupación este problema
específico?, ¿Es un problema importante?, ¿Qué beneficios aporta?

Otros criterios a través de los cuales se basan la justificación de la investigación


son de acuerdo a la conveniencia, relevancia social, implicaciones prácticas, valor
teórica y utilidad metodológica. En este sentido, se debe responder a preguntas como:
¿Qué tan conveniente es la investigación?, ¿Para qué sirve?, ¿Quiénes se beneficiarán
con los resultados de la investigación?, ¿Ayudará a resolver algún problema real?,
¿Qué se espera con los resultados que no se conocían antes?, ¿La investigación
puede ayudar a crear un nuevo instrumento para recolectar o analizar datos?

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CAPITULO II: UN CASO PRÁCTICO DE CONTEXTUALIZACIÓN DE UN
PROBLEMA.

Título
Competitividad y estabilidad financiera de la banca universal venezolana: período
2010 –2016.

Planteamiento del Problema


Garay (2001) y Rubicondo (2015) coinciden en señalar que en la actualidad la
banca venezolana busca alternativas viables para mantenerse y crecer en un fluctuante
mercado, evitando llegar a niveles similares al de la crisis financiera del año 1994.
Crisis donde las figuras de muchas entidades bancarias desaparecieron en su totalidad
o fueron adquiridos por otras instituciones dejando un legado de problemas financieros
que aún afectan a muchas de ellas, particularmente a sus clientes naturales y jurídicos.

En el contexto de la crisis financiera, las fusiones bancarias, como alternativa de


supervivencia, han permitido a las entidades bancarias mantenerse activos en el
mercado y no caer en una situación de insolvencia que ponga en peligro toda su
estructura y la de los ahorristas que han puesto su confianza en ellos. La figura de las
uniones bancarias se manifiesta en la contemporaneidad como una opción importante y
real para su fortalecimiento, donde los bancos con niveles operativos y financieros
eficientes subsisten absorbiendo a los entes de intermediación débiles financieramente,
para no afectar sus intereses económicos.

Las instituciones financieras en Venezuela han atravesado períodos de


reestructuración, transformación y recuperación de sus entidades, derivada del
crecimiento descontrolado del sector. Este escenario ha justificado la intervención del
Ejecutivo Nacional por medio de una serie de exigencias, como por ejemplo, obligar a
las entidades a disminuir sus tasas de interés y someterlas al monitoreo de sus
operaciones financieras, prácticas contables, riesgo y desempeño por parte de la de la
Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (Rubicondo, 2015).
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En Venezuela se han registrado más de 30 fusiones, en el marco de la
aprobación de la Ley de Bancos en el año 1999; ya que de 103 instituciones, el sistema
financiero cierra en el año 2013 con un total de 35 instituciones financieras, producto de
20 coaliciones, 30 transformaciones y 18 liquidaciones, representando una disminución
del 66% de instituciones de intermediación financiera (Ob. Cit.).

Ilustrativo de la situación antes planteada lo representan los boletines mensuales


de la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario (SUDEBAN), en ellos
se evidencian que para comienzos del año 2009, la cuota de participación según
activos de las entidades de capital privado representaba el 85,14% del sistema
financiero, distribuido en 50 entidades. Para comienzos del año 2014, dicha
participación disminuyó en 68,09%, asimismo el número de instituciones financieras
privadas, registrándose un total de 24 instituciones, representando en términos relativos
una contracción del 52% de estas entidades financieras. Lo anterior se interpreta como
consecuencia de las transformaciones que se continuaron en el sistema financiero
venezolano luego de la promulgación de la Ley de Fusiones Bancarias.

Estas transformaciones y fusiones no sólo son estrategias de la banca de capital


privado, sino también una opción de expansión de la banca de capital del Estado, al
punto que para comienzos del año 2014, la cuota de participación de estas instituciones
incrementó en un 1.466,88%, al pasar de Bs. 30.967.963, en enero de 2009, a Bs.
485.229.678 en diciembre de 2013; pese al 10% de aumento del número de sus
instituciones, de 10 a 11 entidades en el sistema financiero (Ob. Cit.).

Lo que más destaca del contexto anterior es su capacidad para analizar


profundamente los elementos relacionados con fisuras financieras (Araya y Pino, 2008;
Caraballo, 2011; Schinasi, 2005). La interpretación y conocimiento acerca de los
factores que inciden sobre la estabilidad financiera, permiten dirigir y regular a los
bancos universales más eficientemente, con el fin de tomar acciones que propicien
mayor dinamismo competitivo en el mercado. Efectivamente, para la banca universal, la
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consecución de indicadores financieros se concentra en la habilidad de mejorar sus
procesos internos y administraciones de riesgos para absorber perturbaciones que
menoscaben su actividad económica.

En términos generales, ser estable financieramente representa una condición


que le facilita a los entes bancarios, la asignación eficaz de los recursos económicos y
la capacidad para evaluar, asignar y gestionar los riesgos financieros incluso cuando se
enfrentan a choques externos que representan una situación indeseable y critica para el
crecimiento y desarrollo de las entidades bancarias.

El propósito básico de las coaliciones y transformaciones del sistema bancario


nacional es la de obtener mayor eficiencia y competitividad en el sector, no obstante no
logra aludir la presencia y acción de otros factores económicos, financieros y humanos
que afectan de forma considerable el desempeño de las nuevas figuras bancarias y los
objetivos propuestos a través de las fusiones y coaliciones bancarias. El modelo de
competitividad de Porter (1983) constituye un instrumento teórico-práctico para
comprender la capacidad de cada banco universal para competir en un mercado
determinado por recursos técnicos y económicos, considerando las cinco fuerzas del
entorno como son: la negociación de los clientes, la negociación de los proveedores, la
entrada de nuevos competidores, los productos sustitutos y la rivalidad entre los
competidores, los cuales amenazan y conllevan hacia un mercado nuevo, a las
entidades bancarias.

En el contexto problemático de la situación antes descrita, con fines gerenciales


y teóricos, es imperante analizar, por medio de una inferencia empírica, la relación entre
la competitividad y la estabilidad en el lapso 2010 al 2016, con el fin de deducir si la
competitividad de las instituciones bancarias universales en Venezuela se relaciona con
un estadio de estabilidad financiera.

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En consecuencia, el hilo investigativo, objeto de estudio, queda delimitado y
formulado, metodológicamente, por: ¿Cómo la competitividad se corresponde con la
estabilidad financiera de la banca universal venezolana?

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CAPITULO III: CONCLUSIONES

El momento inicial de elegir el tema y desarrollar el planteamiento del problema


es fundamental y define todo el proceso posterior, de estar mal enfocado o
incorrectamente enunciado resultará muy difícil que la investigación tenga los
resultados que se buscan.

La construcción del problema es la base de la elaboración del proyecto de


investigación y es parte fundamental de las acciones necesarias a realizar; es
fundamental considerar que la estructuración del problema requerirá una explicación
teórica y práctica de su importancia. Por ello, se debe considerar:

 La identificación y descripción del problema puede expresarse por medio de


interrogantes o a través de descripción. Cualquiera que se adopte, debe ser
establecido en términos claros y precisos, de modo que permita establecer la
relación entre la situación problemática y la realidad del entorno.
 La estructuración del problema debe estar acorde con los conocimientos
comprobados por teorías científicas que abordan el tema, ideas fuerzas o datos
duros que faciliten la identificación de una relación de causalidad del objeto de
estudio.
 Los elementos del problema estructuran el problema de la investigación y serán
los guías y canales por medio de los cuales se desarrolla el proceso investigativo
hasta resolver el problema.

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REFERENCIAS

Araya, I. & Pino, G. (2008). Competencia y Estabilidad Bancaria: ¿Hermanos


Gemelos? Una aplicación a la Industria Chilena, Chile: Universidad de
Concepción, Departamento de Economía.

Arias, Fidias (2006). El proyecto de investigación: Introducción a la metodología


científica. (5ta. ed.). Venezuela: Episteme.

Castro, F. (2003). El proceso de investigación y su esquema de elaboración.


Venezuela: Editorial Uyapar.

Christensen, L. (1980). Experimental methodology. Boston: Allyn and Bacon.

Ferman, G. y Levin, J. (1979). Investigación en Ciencias Sociales. México: Limusa.

Garay, U. (2001). Guía para entender las Fusiones Bancarias y Adquisiciones


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Hernández, R.; Fernández, C.; y Baptista, M. (2010). Metodología de la


investigación. (5ta ed.). México: McGraw-Hill.

Hurtado de Barrera, J. (2005). El proyecto de investigación. (6ta ed.). Venezuela:


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Méndez, C. (2001). Metodología. Guía para la elaborar diseños de investigación en


ciencias Económicas, Contables, Administrativas. México: McGraw-Hill

Parra, B. (1990). Dos concepciones de resolución de problemas. Vol. 2(3). México:


Revista Educación Matemática.

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Pardinas, F. (1971). Metodología y técnicas de investigación en Ciencias Sociales.
La Habana: Editorial de Ciencias Sociales.

Porter, M. (1983). Estrategia competitiva: Técnicas para el análisis de los sectores


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Ramirez, T. (1999). Cómo hacer un proyecto de investigación. Colombia: Siglo


Veintiuno Editores.

Rodríguez, G.; Gil, J. y García, E. (1999). Metodología de la investigación cualitativa.


(2da ed.). España: Aljibe

Rubicondo, C. (2015). Un modelo logit para la fragilidad del sistema financiero


venezolano dentro del contexto de los procesos de fusión e intervención.
Vol. 28. Venezuela: SABER.

Schinasi, G. (2005). Preservación de la estabilidad financiera. Nro. 3. Estados


Unidos de América: Fondo Monetario Internacional.

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Publishers.

Tamayo y Tamayo, M. (1994). El proceso de la investigación científica. Colombia:


Limusa Noriega Editores.

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