Está en la página 1de 25

Modalidad Semipresencial

Trabajo Práctico Especial (MIEL)

ARGENTINA segunda mitad del SIGLO XX

Integrantes:
Montecalvo Federico DNI 40.014.493
Moreno Rocío DNI 36.699.458
Orellana Lorena DNI 32.092.338
Pereyra Johanna Mariel DNI 38.564.785
Robledo Verónica DNI 32.232.150
Solla Daniel DU 36.566.666
Yampasi Juan Pablo DNI 93.032.617

Materia: Historia Económica, Social y Contemporánea.


Profesoras: Rosana Gonzalez y Graciela Banchs
Departamento: Ciencias Económicas
Cód. Materia: 2404

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 1
INDICE

Índice...……………………………………………………………………..……Página 2
Arturo Frondizi……………………………………….………………....……..Página 3-5
Juan Carlos Onganía.……………………………………………………...…...Página 6-9
María Estela Martínez de Perón…………….………………………………Página 10-11
La dictadura militar….……………………....……………………………...Página 12-20
Carlos Menem….………………..…………..………………………...……Página 21-24
Bibliografía………………………………………………………….………….Página 25

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 2
Arturo Frondizi
Gobernó entre el 1 de mayo de 1958 y el 29 de marzo de 1962.

“[…] El meollo de la política económica fueron las leyes de radicación de los capitales
extranjeros y de promoción industrial, sancionadas antes de que terminara 1958. Por
ellas se aseguraba a los inversores extranjeros libertad para remitir ganancias y aun
para repatriar el capital. Se establecía un régimen especial a las inversiones en
sectores juzgados clave para la nueva etapa de desarrollo: la siderurgia, la
petroquímica, celulosa, automotriz, energía y naturalmente el petróleo […]”

Después de la caída de Perón, el radicalismo se dividió entre los partidarios de Ricardo


Balbín, quienes se identificaron con el gobierno libertador, y de Arturo Frondizi, quien
eligió la línea de acercamiento con el peronismo. En 1959, la UCR proclamó la
candidatura presidencial de Frondizi y el partido se dividió en la UCR Intransigente y la
UCR del Pueblo.
En 1957, el gobierno provisional convocó a una Convención Constituyente con el
objeto de actualizar la Constitución de 1853 y auscultar los resultados de la futura
elección presidencial. Los votos del Peronismo fueron los más numerosos. La
Convención se disolvió luego de introducir enmiendas menores, pero dejó en claro que
quienes atrajeran a los votantes peronistas tenían asegurado el triunfo, siempre que el
peronismo siguiera proscripto.
Frondizi se lanzó al juego con un discurso moderno y de propuestas estructuralistas,
destacando la importancia del desarrollo de las fuerzas productivas y el papel de los
empresarios gracias a su vinculación con Rogelio Frigerio. Para las elecciones de 1958,
consiguió negociar el apoyo político del propio Perón a cambio del futuro
levantamiento de las proscripciones. Frondizi se impuso así en los comicios y presidió
el gobierno entre mayo de 1958 y marzo de 1962.
El programa de Frondizi incorporó el novedoso tema del desarrollo, asociado con las
inversiones extrajeras y la condena del viejo imperialismo británico. Este realismo
político legitimaba el pacto con Perón y los sindicatos y el trabajo de los equipos
técnicosliderados por Frigerio, pero también justificaba concesiones con otros “factores
de poder”, como la Iglesia, los militares y las grandes corporaciones.
Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 3
El nuevo gobierno tenía amplia mayoría en el Congreso y contralaba la totalidad de las
gobernaciones, pero su poder real era claramente precario. Por ello, introdujo medidas
drásticas como el aumento de los salarios, amnistía, la sanción de la nueva ley de
Asociaciones Profesionales y el levantamiento de las proscripciones, que sin embargo
no incluían a Perón ni al Partido Peronismo. También asumió la negociación con
compañías extranjeras de exploración petrolera y anunció la autorización para el
funcionamiento de universidades no estatales.
El meollo de la política económica fueron las leyes de radicación de los capitales
extranjeros y de promoción industrial, por las que se aseguraba a los inversores
extranjeros libertad para remitir ganancias y aun para repatriar el capital, lo cual resultó
clave para la nueva etapa de desarrollo: la siderurgia, la petroquímica, celulosa,
automotriz, energía y naturalmente el petróleo. Habría trato preferencial, manifiesto
notoriamente en los contratos petroleros que el presidente negoció de forma personal y
secreta. Los resultados de esta política aumentaron notablemente las inversiones
extranjeras, la producción de acero y automotores y casi se llegó al autoabastecimiento
de petróleo.
La fuerte expansión hizo probablemente más intensa la crisis cíclica trienal, anunciada a
fines de 1958 por una fuerte inflación y dificultades serias en la balanza de pagos. Se
pidió ayuda al FMI y se lanzó un Plan de Estabilización, cuya receta recesiva se
profundizó cuando Frondizi convocó como ministro de Economía a Álvaro Alsogaray,
uno de los principales voceros de las corrientes liberales. Alsogaray aplicó un ortodoxo
programa de devaluación, congelamiento de salarios y supresión de controles y
regulaciones estatales, cuyas consecuencias fueron una fuerte pérdida en los ingresos de
los trabajadores y una desocupación generalizada. Esta segunda política, liberal y
ortodoxa, era contradictoria con la desarrollista inicial.
Los efectos del Plan de Estabilización y la dureza con que el gobierno reprimió las
protestas, a partir de la huelga del Frigorífico Lisandro de la Torre en 1959, pusieron a
los sindicatos en pie de guerra. Las huelgas se intensificaron y recrudeció el sabotaje. El
gobierno respondió interviniendo los sindicatos y empleando al Ejército para reprimir,
mientras los empresarios despedían a los cuadros más combativos de cada planta. Esta
derrota consolidó una nueva dirección sindical que cambió la lucha frontal por la
técnica de golpear para luego negociar. Augusto Vandor, jefe del sindicato metalúrgico,

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 4
fue la figura principal y arquetípica de esta nueva burocracia sindical que fue ganando
fuerza en la escena política.
Esta fuerza provenía del hostigamiento que el gobierno sufría a manos de los militares.
A lo largo de los casi cuatro años de su presidencia, Frondizi soportó treinta y dos
“planteos” militares, una forma de presión corporativa para que el presidente adoptara
determinada medida. A todos cedió. En junio de 1959, llegó a la Comandancia en Jefe
del Ejército Carlos Severo Toranzo, el más duro de los jefes antiperonistas, quien
ejerció una tutela pretoriana sobre el presidente. Fue sin duda la época de mayor
represión social y política.
Las tendencias pretorianas de las Fuerzas Armadas terminaron de cristalizar con la
Revolución Cubana y las elecciones legislativas de 1961 en las que ganó el socialista
Alfredo Palacios. Argentina entraba en el mundo de la guerra fría y los militares,
interpelados por sus colegas norteamericanos, asumieron una postura anticomunista.
Los militares asociaron con el comunismo tanto al peronismo como al grupo que
orientaba Rogelio Frigerio o a los estudiantes universitarios.
El presidente era reacio a condenar a Cuba. Algunos tibios gestos de independencia y la
abstención argentina en la Conferencia de Cancilleres de Punta del Este, que expulsó a
Cuba del sistema interamericano, horrorizaron a los militares. Éstos presionaron
duramente al presidente hasta que, un mes después de la abstención, el gobierno rompió
relaciones con Cuba.
Para lograr una victoria en las elecciones de 1962, Frondizi despidió a Alsogaray y
Toranzo Montero, dio por terminada la estabilización, adoptó una política social más
flexible y derogó la proscripción para los peronistas, la cual no podía mantener sin
riesgo de que éstos apoyaran a cualquiera de sus enemigos. Sin embargo, los candidatos
peronistas ganaron ampliamente en las principales provincias, incluyendo Buenos Aires.
En los agitados días siguientes, Frondizi intervino las principales provincias donde
había triunfado el Peronismo, cambió todo su gabinete y encargó a Aramburu una
mediación con los partidos políticos, que se negaron a respaldarlo. Esta era la señal que
los militares esperaban, y el 28 de marzo de 1962 depusieron a Frondizi, quien conservó
la serenidad como para organizar su reemplazo por el presidente del Senado, José María
Guido.

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 5
Juan Carlos Onganía
Gobernó entre el 29 de junio de 1966 y el 08 de junio de 1970.

“[…] Krieger Vasena devaluó en un 40 por ciento el peso – la paridad pasó de 250 a
350 $ por dólar con el propósito de descartar toda especulación sobre futuras
devaluaciones. La novedad de su política residía en que era el primer intento de
compensar los efectos de la devaluación a través de la fijación de impuestos a las
exportaciones tradicionales y la disminución de los gravámenes a la importación
medidas que impidieron una alteración profunda de precios … La inversión pública
creció en términos reales … y se empezaron o cobraron impulso obras entre las que se
destacan la represa del Chocón, el túnel subfluvial Santa Fe – Paraná, el complejo
Zarate-Brazo Largo, la central nuclear de Atucha y la pavimentación de la ruta 3 […]”

Entre 1966 a 1969 (KriegerVasena) se caracterizó por la ausencia de una oposición civil
bien organizada y unificada. Esto se modifica cuando el nuevo ministro reprimió la
resistencia sindical; en 1967 un grupo de sindicatos (UOM) se los trataba de liquidar ya
que se movilizaban en contra de la política del gobierno.

El 1° de diciembre la CGT lanza un plan de lucha, en cual por parte del gobierno recibió
una respuesta muy distinta a la esperada por estos síndicos, si bien no se le saco la
personería de la CGT, estos abandonaron el plan de lucha, por las promesas de parte del
secretario de trabajo, Rubens San Sebastián, este reabrió el dialogo y resolvió rever la
situación de los síndicos a los cuales se les saco la personería de la CGT.

De esta forma el gobierno de Onganía les había demostrado que le poder que creían
tener era más vulnerable de lo que ellos creían. Augusto Vandor pago el precio del
fracaso. Sin Embargo, el grupo de los “participacioncitas” vio una nueva oportunidad de
consolidar su poder alentado por los funcionarios del Ministerio de Trabajo y de las
vagas promesas de un eventual papel asesor para los sindicatos en el marco de un
consejo económico y social.

Las suspensiones de las negociaciones con los síndicos hasta fines de 1968 fue el golpe
de gracia de Krieger Vasena.

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 6
El estado se comprometió a fijar los salarios cada 2 años, como parte de su política de
estabilización. Los sindicalistas recibieron la promesa de que le salario real se
mantendría; Mientras que a las empresas se le dio el acceso al crédito bancario y
contratos con empresas estatales.

Krieger Vasena devaluó en un 40% el pesocon el propósito de descartar otras


devaluaciones; fue la primeria devaluación que no provoco la transferencia de las
ganancias al sector exportador; con las retenciones al sector agrícola el estado pudo
sanear las cuentas públicas; y el déficit fiscal bajo un 50% durante su gestión. La
inversión pública creció un 55% entre 1966 y 1970.

Los productores rurales debieron ceder parte de sus ganancias derivas por la
devaluación, la industria competir con bienes importados más baratos y la empresa
estatal atravesaron una racionalización forzada.

Vasena renovó los contratos con la compañíaPetroleras extranjeras, elimino los


controles de cambio y firmo un acuerdo con el FMI. Se tradujo en un fuerte crecimiento
de la oferta monetaria y del crédito bancario. La confianza de la comunidad económica
era una meta para el triunfo del programa estabilizador.

La reactivación económica de 1967 y 1968 obedeció a la acción estatal, obras públicas.


Inversiones extranjeras compra de empresas argentinas.

Hacia fines de 1968 la inflación había bajado desde un 30% anual a menos de 10% y el
precio mayorista subido un 4 % contra el 21 % en 1967, la economía había comenzado
a expandirse en forma sostenida. El déficit fiscal generado por las retenciones a las
exportaciones agrícolas que subieron 1.7%.

Los sectores afectados por estas políticas no tardaron el salir a mostrar su descontento.
Los sectores rurales se quejaban por el impacto a las retenciones, dado que estos tenían
benéficos de desgravaciones impositivas.

Las pequeñas y medianas empresas, acusaron al gobierno de querer concentrar y


desnacionalizar la economía en nombre de la eficiencia y la competitividad. Las
cooperativas de crédito, fueron el blanco de requisitos y controles que redujo de 1016 en

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 7
1966 a unas 350 a fin del mandato de Krieger. Los sindicatos pese a todo lo que estaba
pasando mantenían su postura a favor del gobierno a cambio de favores.

En agosto de 1968 Onganía destituye a los comandantes de las tres armas. Alsogaray
había criticado la gestión de Borda. Cuando dejo su cargo hizo su descargo que le
preocupaba la situación de la política de ese momento como “poco clara en lo político”.
El presidente se dispuso a llevar a cabo su plan político de crear un sistema de
participación comunitaria, cancelando el sistema político, postergando sine die el
proceso electoral.

La población enfrentaba problemas concretos como los impuestos inmobiliarios y


provinciales, se desataron varias movilizaciones sin encontrar eco en el gobierno.

La política de designación, ignoro las enseñanzas que podían obtenerse de la estrategia


desplegada por Urquiza. Los gobernadores no eran hombres representativos del lugar,
eran considerados intrusos. La retórica regionalista del gobierno era letra muerta.

Las reuniones periódicas con los gobernadores no se traducían en políticas concretas de


solución de problemas. La tercera conferencia de gobernadores realizada en Altagracia
fue ilustrativa. El semanario ANALISIS hizo un balance de la reunión. “el intendente de
Altagracia, quiso recibir con esplendor al presidente de la nación; sobre el pórtico de
acceso a la ciudad hizo colocar un gigantesco cartel de genero rustió y en las columnas
del alumbrado, manojos de banderitas celestes y blancas. El lunes 5 Onganía llego, pero
ninguno de las 49000 habitantes se asomó al camino para verlo”.

Una línea sindical de Vandor en las 62 organizaciones y otra contribuyo al optimismo


de Onganía, lograr una CGT apartidaría y despojada de líderes ambiciosos. En marzo de
1968 se fracciono un movimiento de oposición conocido como “CGT de los
Argentinos” conducido por Raimundo Ongaro y sostenido por las industrias en crisis;
este sector había desafiado sin éxito al gobierno. Hizo su aparición una nueva
generación de cuadros sindicales, ideología de izquierda que movilizo el descontento de
los trabajadores. En las industrias establecidas encontraban los obreros mejor pagos,
donde floreció una conciencia reivindicativa que no se registraba a aceptar las
consecuencias que la suspensión de la negociación colectiva había acarreado. Estos

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 8
trabajadores se consideraban el sector más perjudicado por la imposición de controles a
los salarios, por la pérdida de si poder de negociación. Se encolumnaron detrás de los
nuevos líderes sindicalistas. Al renunciar Krieger dijo” me han volteado los obreros
mejor remunerados del país…”.

El general Onganía se deber haber asombrado con la reacción de los trabajadores, en


este caso, de los obreros mejor pagos del país, sino porque la situación del sindicalismo
había sido mucho mejor protegida que la de los partidos, disueltos y despojados de su
patrimonio.

1969 comenzó con signos auspiciosos. La inflación con el 7% y el PBN alcanzaría el


8.9% a fin de año; las reservas más altas desde 1946. Onganía anuncio el comienzo del
tiempo social. Lo que no cabía en los planes de Onganía era la presunción de que la paz
social obedecía a una tregua forzada por el gobierno.

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 9
María Estela Martínez de Perón
Gobernó entre el 01 de julio de 1974 y el 24 de marzo de 1976.

“[…] Por medio de la cadena de radio y televisión y ante el asombro del público en
general, el nuevo ministro anunció una devaluación del peso de 160%, la duplicación
de las tarifas de los servicios públicos, el 200% de aumento en la nafta y un aumento
máximo de salarios de entre 40 y 50%. Los sindicatos, que no podían aceptar estas
medidas sin reaccionar, porque lo que estaban perdiendo era el poder mismo,
suspendieron las negociaciones sobre salarios y se declaró la movilización general …
La presidenta desautorizó a su ministro, permitiendo aumentos de salarios y éste
dimitió. Ahora, el peligro estabaen la pérdida de fuerza manifestada por el Poder
Ejecutivo, que se bamboleaba entre el ala izquierda y derecha de su movimiento […]”

Para comenzar a hablar de la historia económica argentina, podemos comenzar con la


expulsión del ERP de la ley en 1973. Luego un año después dicha organización ataca a
los cuarteles del ejército azul. Luego de varios sucesos en el Partido Peronista Autentico
(PPA) se redujo las bases de sustentación del gobierno, también disminuyeron la
posibilidad de conciliar la disparidad de intereses que pretendían ser representados por
la misma persona.

Tras la muerte de Perón en 1974, asume la candidatura Isabel Perón, ésta trato de llevar
adelante un programa de derecha, de línea muy autoritaria, lo que provoco una
aceleración de los conflictos latentes. Ante esta postura de la presidenta, los sindicatos,
los pequeños empresarios y los partidos políticos chicos, que habían dado su apoyo al
gobierno, dieron un paso atrás.

La presidenta tenia objetivos muy claros, como terminar con la subversión, eliminar la
infiltración izquierdista en la educación en general y en la universidad en particular
(UBA), poner fin a las políticas anti-empresarias y nacionalista, sometimiento de los
dirigente sindicales (se pretendía provocar una situación insostenible en relación con sus
bases), pedir a los militares que abandonar su neutralidad política (lo cual logro en
1975). Ante estas medidas, los ataques terroristas se incrementaron. Montoneros y ERP
comenzaron a financiar su operación con secuestros y atracos.
Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 10
Por otra parte el sector económico también sufría cambios tras la muerte de Perón, las
reservas de divisas disminuyeron rápidamente durante 1975 por los drásticos aumentos
que habían sufrido las importaciones, una epidemia de aftosa en Europa, disminuyó
notablemente las compras de carne argentina. Todo esto, sumado a la imposibilidad de
disminuir los gastos de Estado, aumento el déficit, que a fines de 1975, había
descendido a 1000 millones de dólares.

Ante la crisis económica el incremento de la inflación comenzó a hacerse presente, para


poder controlarla, en marzo de 1975 se dispuso un aumento de salarios, pero aun así no
fue suficiente. Los precios de las exportaciones se elevaron y comenzaron las
especulaciones sobre los cálculos de que se haría necesaria otra devaluación a corto
plazo

Para intentar controlar dicha situación se dispusieron algunas medias coyunturales. El


gobierno trato de efectuar recortes en el gasto público, vía reducción de personal y de
algunas obras públicas como planes de vivienda. Como consecuencia, el ministro de
economía presento su renuncia y asume en su lugar Celestino Rodrigo, quien da origen
al término “Rodrigazo” el cual se aplicó tanto al conjunto de medidas de austeridad y
sinceramiento de la economía, como a la huelga general con la que respondieron los
sindicatos debido a la crisis.

Para contrarrestar tanto caos, el 24 de marzo Isabel Perón fue destituida, debido a la
acusación de haber transferido a una cuenta personal dinero de una entidad de bien
público. Acompañando a este plan de emergencia fue producida una gran revalorización
del mercado interno, cerrando la economía hacia el exterior en lo que hacía a la
transferencia de capitales. A todas las dificultades económicas se sumaron los
enfrentamientos políticos entre los diferentes sectores en pugna, dentro y fuera del
partido gobernante, que condicionaron la acción del gobierno.

La ciudadanía esperaba impasible el desenlace de un golpe militar, que no asombro a


nadie y que fue alentado por muchos sectores, ignorando que el país iba a caer
nuevamente en una larga y oscura etapa de ruptura constitucional.

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 11
La dictadura militar
24 de marzo de 1976 - 10 de diciembre de 1983

“[…] En Agosto se desreguló la inversión extranjera, otorgando igualdad de derechos


al capital transnacional respecto del nacional incluyendo a las matrices de las
empresas instaladas en la Argentina. A fines de 1976, se implementaron más medidas
vinculadas al sector externo y se unificó el tipo de cambio, se eliminaron regulaciones y
subsidios a las exportaciones y se redujeron los aranceles de importación, provocando
una caída en la protección superior a 40 puntos en promedio […]”

El plan de MARTINEZ DE HOZ.

Días después del Golpe de Estado, el ministro de economía José Alfredo Martínez de
Hoz, estableció los siguientes objetivos en su plan económico:

- Lograr el saneamiento monetario para evitar la inflación económica.


- Acelerar la tasa de crecimiento económico.
- Alcanzar una distribución de ingresos razonables para poder preservar los
salarios.

Su diagnóstico señalaba que la economía argentina tenía su problema central consistía


en una excesiva tasa de inflación. También se redujeron los salarios y el saneamiento de
las cuentas públicas.

Como consecuencia, se implementó un congelamiento de los salarios por tres meses, se


eliminaron los controles de precios, y se practicó una devaluación del tipo de cambio.
También, con la disolución de la CGT, se suprimieron las actividades gremiales, el
derecho de huelga y las convenciones colectivas salariales.
Para mediados de 1976, se empezó a corregir la reducción del salario real y comenzó el
avance sobre aspectos más estructurales.

Meses después se desregulo la inversión extranjera, otorgando igualdad de derechos al


capital. A fines de 1976, se implementaron las siguientes medidas vinculadas al sector

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 12
externo:
- Se unifico el tipo de cambio.

- Se eliminaron las regulaciones, subsidios a las exportaciones.


- Se redujeron los aranceles de importación.

Las dificultades que arrastraba el mercado de divisas, fueron superadas rápidamente.


Gracias a los excelentes vínculos del ministro con los organismos financieros
internacionales, lograron que el FMI aprobara diversos créditos. Esto provocó un
cambio entre los operadores financieros locales, disminuyendo la demanda especulativa
de moneda extranjera.

La reducción de los aranceles y de los reintegros a las exportaciones industriales, se


contrapesaba con la devaluación. La devaluación y la disminución de las retenciones a
las exportaciones permitían al sector agropecuario un aprovechamiento integral de las
nuevas condiciones. Esto se debía al congelamiento de los salarios que provoco una
reducción del consumo, lo cual ponía límites a la política de contención salarial.
Tal circunstancia obligo a tomar una medida más drástica y a contrapelo del “espíritu”
del plan: el congelamiento de precios por 120 días.

A principios de 1977, se implementó una reforma financiera. El nuevo Régimen de


Entidades Financieras apuntaba a la liberación de los principales mercados internos y a
una mayor vinculación con los mercados internacionales.
Los bancos debían tener una mayor responsabilidad ya que establecían requisitos sobre
la solvencia y la liquidez de dichas entidades. El establecimiento de un régimen de
garantía en el marco de una mayor liberalidad de los requisitos para la expansión de
nuevas entidades y sucursales y la recreación de la función del Banco Central como
prestamista en última instancia.

La reforma apuntaba a incrementar el rol del sector financiero privado y disminuir la


participación del Estado, para que se redujera el costo de los servicios bancarios.
Por otra parte, pretendían aumentar las tasas de interés pasivas. Así, de esa forma, los
ahorristas incrementarían sus colocaciones en activos financieros, afirmándose que ese
aumento del ahorro podría canalizarse hacia inversiones productivas.

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 13
Uno de los aspectos de mayor incidencia fue la apertura plena al movimiento de
capitales con el exterior, la tasa de interés interna queda determinada por la tasa de
interés internacional. Cuando no hay expectativas sobre devaluaciones futuras, ambas
tasas se igualan.

Otra cuestión fue la creación de la Cuenta de Regulación Monetaria (CRM). La base


monetaria quedo en niveles demasiados altos, se fijó un encaje de 45%, que luego
descendió hasta el 15 %. Encareciendo los créditos y provocando un desplazamiento
hacia fuentes financieras externas. El saldo negativo de la CRM se transformó pronto en
una fuente de creación de dinero. Entre junio de 1977 y mayo de 1982 la emisión
efectuada por intermedio de la CRM fue estimada en casi 62 billones de pesos,
equivalente a algo más del 5% del PBI.

A partir de la reforma, el sector financiero ocuparía un lugar central en la provisión de


fondos de corto plazo. Indicaría sobre los niveles nominales de diversas variables, en
especial sobre la tasa de inflación. La inversión comenzó a contraerse a partir del año
1978, sin guardar un vínculo con el incremento del “ahorro” financiero.

Carlos Palacio Deheza sostenía que los tres pasos fundamentales para producir la
anarquía financiera era:

- Conceder al mercado financiero la facultad de un libertinaje, eliminando el


control del Estado.

- Mantener la garantía de devolución de cargo de la Nación.


- Asegurar a los depositantes las tasas de interés positivas.

Se indicaba también que los altos niveles de las tasas de interés impedían la
canalización de los recursos financieros hacia las actividades productivas. El alto precio
nominal del dinero modificaba la estructura de costos, aumento de los precios.
La reforma se mostraba imponente frente a la inflación y no promovía el aumento de la
inversión.

El modelo vigente hasta 1976 tenía como eje el crecimiento económico. Dado que se le
atribuía al mercado argentino una baja confiabilidad para el sector industrial.
Los problemas del crecimiento y de la inversión quedaban subordinados al
Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 14
disciplinamiento del acontecer social. De modo que el estancamiento no podía ser
interpretado como un fracaso. En este sentido, el sistema financiero previo a la reforma
se orientaba a subsidiar al sector industrial por medio de tasas de interés reales
negativas.

También, se impugnaron las debilidades en las conformaciones nuevo mercado


financiero, incrementando el riesgo y las dificultades de los empresarios para obtener
fondos de largo plazo. Por otra parte, la magnitud y la variación de las tasas de interés
no fueron iguales para todas las empresas, ya que, por un lado, la inflación afectaba la
estructura de precios relativos. Y por el otro, se incrementó la heterogeneidad del precio
del dinero de acuerdo con la calificación crediticia de las diferentes empresas.
Las criticas señalaban que la reforma financiera provoco un gran impacto negativo
sobre las actividades productivas. Por eso al finalizar la tregua de precios, la inflación
comenzó a acelerarse mientras se trataba de revertir el lento incremento que habían
manifestado los salarios reales en los últimos meses. Para eso, se procedió a aplicar
medidas contractivas, que derivo en el alza sostenido de las tasas de interés.

Las consecuencias de los nuevos ajustes desencadenaron una recesión que se manifestó
en las estadísticas agregadas en 1986, cuando el PBI se contrajo aproximadamente un
4% con respecto al año anterior.

Sin embargo, el ritmo inflacionario hizo fracasar nuevamente el objetivo de controlar la


evolución de los precios. Las autoridades suponían que el aumento de las tasas de
interés pasivas contribuiría a incrementar la demanda de activos financieros y que la
compra de éstos movilizaría recursos para inversiones productivas que expandieran la
oferta y como consecuencia de dichos cambios, se produciría una desaceleración de la
tasa de inflación provocando contracción de la inversión e inhibiendo el incremento
esperado en la oferta. Además, el alto precio del dinero modificaba la estructura de
costos y conducía a generar una inflación mayor.

Las políticas de ajuste tradicionales se revelaban cada vez más impotentes para
controlar el aumento de los precios. A fines de 1978, se impone una política que tenía
por objetivo la convergencia de la inflación y las tasas de interés locales con los valores
internacionales, combinando la apertura de la economía con la implementación del

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 15
enfoque monetario del balance de pagos, mientras se tomaba al tipo de cambio como
ancla para los precios internos.

Una de las medidas más importantes del nuevo esquema era la fijación pautada del tipo
de cambio y de las devaluaciones futuras de acuerdo con un cronograma decreciente,
conocido como “la tablita”. Esta medida se iniciaba con una devaluación del 5,23%, y
preveía reajustes posteriores del precio del dólar en forma periódica y decreciente, hasta
arribar a un tipo de cambio fijo a principios de 1981. De esta manera, se esperaba que la
inflación local descendiera paulatinamente hasta llegar a niveles similares a los
internacionales.

Para que la competencia externa fuese efectiva como freno para el incremento de los
precios, se estimó necesario reducir además los aranceles aduaneros, fijándose un
cronograma descendente en enero de 1979. Finalmente, en junio de 1980, se eliminaron
los aranceles de aquellos bienes que no se producían en el país y se estableció una
estructura arancelaria para los que si se fabricaban localmente.

Ambas medidas se complementaban con el “enfoque monetario del balance de pagos”.


Según este enfoque, ante una economía cerrada a las importaciones, la inflación puede
ser atribuida a la oferta de dinero, mientras que en una economía abierta el exceso de
gastos provocado por una oferta excedente de dinero puede derivarse hacia las
importaciones, sin provocar inflación. Entonces, se considera al resultado de la balanza
comercial, cuando el ingreso supera a los gastos hay superávit comercial y caso
contrario hay déficit.

Las autoridades económicas de la Argentina tenían en mente ese esquema al trazar sus
lineamientos. La reforma financiera del año anterior implicaba la liberalización total de
los movimientos de capitales con el exterior. En ese marco, se afirmaba que los
desequilibrios del balance de pagos eran sólo un reflejo de los producidos en el mercado
monetario. Por lo tanto, las variaciones que los flujos de bienes y de capital provocarían
sobre las reservas bastarían para ajustar el mercado de dinero, con lo cual, la tasa de
interés local debería tender a igualarse a la internacional más la tasa de devaluación. De
esta manera, se arribaría rápidamente a una economía estable, en la cual se podrían
manifestar las ventajas comparativas del país, sobreviviendo aquellos sectores

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 16
competitivos en el mercado mundial y optimizando la utilización de los recursos. Pero
las provisiones no se cumplieron, ya que los precios superaron holgadamente a las tasas
de devaluación.

El comportamiento del nivel general de precios produjo graves consecuencias sobre la


estructura productiva con diferentes motivos detallados a continuación:

- Se distorsionaba la rentabilidad de los diferentes sectores lo que suponía un


desplazamiento de recursos hacia el sector de no transables que podría
calificarse de artificial.

- El sector de transables se veía aprisionado entre la imposibilidad de incrementar


sus precios por la presión ejercida por las importaciones y el incremento de sus
costos.

- Se producía una revaluación del peso, que abarataba aún más a las importaciones
en comparación a la producción local ya que la tasa de inflación era mayor a la
de devaluación.

El progresivo retraso cambiario estimulaba la suposición de una modificación del


cronograma de devaluaciones, introduciendo un factor de riesgo que crecía con la
persistente revaluación del peso. Ese riesgo elevaba la tasa de interés, impidiendo la
convergencia con la tasa internacional, lo cual tenía importantes efectos sobre la
economía en su conjunto, los efectos fueron:

- Limitaba la inversión productiva a proyectos con una tasa de ganancia esperada


extraordinariamente alta.

- Desviaba importantes recursos del sector productivo a la especulación


financiera, debilitando el crecimiento económico.

- Imponía una diferenciación en la financiación de proyectos de inversión según el


tipo de empresa → las grandes firmas podían conseguir recursos en el exterior a
tasas de interés mucho más bajas que las pequeñas y medianas, que no tenían
acceso al crédito internacional.

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 17
- Por último, dado el contexto internacional caracterizado por bajas tasas de
interés y sobreoferta de capitales líquidos, estimulaba el ingreso de recursos
desde el exterior.

Con el transcurso del tiempo, se agravaba el desequilibrio potencial en el mercado de


divisas, incrementando el riesgo de devaluación y, por lo tanto, presionando aún más el
alza de las tasas de interés, perpetuando un mecanismo perverso de destrucción el
aparato productivo y especulación financiera, mientras se generaba una pesada deuda
externa que hipotecaria el futuro del país.

El nuevo enfoque de la política no hizo más que fortalecer las tendencias que se
prefiguraban en las primeras etapas del gobierno militar. Luego de un breve período de
crecimiento, la recesión provocada por la apertura comercial y el retraso cambiario se
manifestó con crudeza, dejando como saldo una economía estancada, ya que el PBI sólo
creció un 2,3% entre 1975 y 1983.

Los sectores que se vieron afectados fueron, principalmente, los vinculados al mercado
interno o sometidos a la competencia de la importación. La industria, por su parte,
mostró un comportamiento fluctuante, que ocultaba una profunda transformación
estructural. Por el contrario, el sector agropecuario y la explotación de recursos mineros,
lograron una expansión por medio de una mayor inserción exportadora.

Pero el mejor barómetro de la evolución de la economía y de la incidencia de la política


económica de Martinez de Hoz fue el sector financiero, que comenzó un lento
crecimiento en 1976-1978, para convertirse en el epicentro de una febril actividad
especulativa entre 1979 y 1981, cuando el ministro se encontraba en el pináculo de su
poder. Aunque en 1983 su actividad todavía era un 10% más elevada que al asumir el
gobierno militar, había descendido más de un 22% con respecto al momento de mayor
auge.

Al compás de las transformaciones productivas y de la declinación del mercado interno,


las exportaciones se triplicaron entre 1975 y 1981. En los últimos cinco años de la
década del ´70, la Argentina se vio favorecida por términos del intercambio más
elevados que el lustro anterior, a tal punto que los precios de las exportaciones en 1980

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 18
eran dos veces y media superiores a los de 1970. El quantum de las exportaciones
también se duplicó en el transcurso de la década, de modo que el crecimiento de las
ventas al exterior se debía tanto a mayores cantidades exportadas como a mejores
precios.

A partir de 1976 se transformaría el perfil comercial de la Argentina, en donde algunos


sectores tuvieron tasas de crecimiento elevadas. Las exportaciones se habían
diversificado progresivamente en la última etapa del proceso de sustitución de
importaciones, con un avance lento pero firme de la venta de productos industriales.
Empezaron a crecer las colocaciones de carnes, de aceites vegetales, de derivados del
gas y del petróleo, de metales ferrosos y no ferrosos, y de pescado, actividades que se
consolidarían en la década siguiente.

La expansión de las exportaciones de granos tiene relación (demanda) con la firma de


acuerdos con la URSS, que transformaron a dicho país en el principal comprador de
productos argentinos. El comercio bilateral mostraba un notorio desbalance a favor de la
Argentina, que trataba de compensarse con convenios pesqueros, la colaboración en
materia de energía nuclear, la concreción de diversos proyectos de infraestructura y un
incremento en las compras argentinas de maquinarias y vehículos de distinto tipo.

Las exportaciones argentinas registraron un incremento generalizado, que abarcó todos


los destinos, pero en algunas regiones el crecimiento fue más intenso, especialmente con
la URSS y los EEUU.

El comportamiento de las importaciones fue distinto del de las exportaciones debido a


que éstas últimas tendían a concentrarse en un conjunto reducido de bienes, creciendo
aún más que las ventas (a partir de 1979). Esta evolución tenía relación con el nuevo
enfoque de la política económica aplicada a partir de ese año. Tanto la reducción de
aranceles como el retraso cambiario alentaban el ingreso de productos importados, al
situarlos en una posición competitiva privilegiada frente a la producción nacional. Las
nuevas condiciones implicaban para esta última una protección negativa o sea que, a
iguales condiciones microeconómicas de producción, los bienes importados podían ser
colocados en el mercado a un precio inferior. Vale decir que la desventaja de las
empresas nacionales dependía: de su supuesta ineficiencia relativa, de un contexto

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 19
adverso emergente, infraestructura deficiente, condiciones crediticias más duras y,
puntualmente, una política económica deliberadamente destructiva.

Los estímulos comerciales a la importación se complementaban con un escaso acceso al


crédito internacional, que permitía financiar las compras provocando una contracción de
la producción interna y como consecuencia disminución de los recursos disponibles.

Si bien el boom importador fue generalizado, puntualmente, se destacó en los bienes de


consumo durables (domésticos), en bienes suntuarios y en bienes de capital. En relación
a éstos últimos cabe destacar algunas consideraciones adicionales, principalmente, el
incremento de las compras externas puede llevar a algunas confusiones respecto de la
evolución de la inversión en las actividades productivas.

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 20
Carlos Menem
Gobernó entre el 08 de julio de 1989 y el 10 de diciembre de 1999.

“[…] En el segundo subperíodo, en cambio el Plan de Convertibilidad pasó a ser el eje


en torno al cual se estructuraron las políticas económicas que configuraron el “el
modelo”, resolviendo en lo inmediato el problema inflacionario, y por otra parte,
creando las conclusiones que permitieron forjar un acuerdo entre el gobierno y los
principales actores socioeconómicos, en especial, los de carácter transnacional … El
tema de la globalización fue uno de los componentes ideológicos, que ganó
paulatinamente mayor presencia en las justificaciones de la alta dirigencia
gubernamental[…]”

El estado y el “modelo”

En el “modelo” se combinaron los efectos o los condicionamientos de:

1) la paridad cambiaria fijada por el plan de convertibilidad;

2) el aumento de los niveles de endeudamiento externo (público y privado);

3) las entradas de inversiones extranjeras por las privatizaciones de empresas estatales.

El plan de convertibilidad: fue la solución de los problemas del pasado y el origen de


nuevas y previsibles dificultades. La Convertibilidad se transformó en un dato fijo y
dejado fuera de las agendas de discusión. Por otra parte los sectores empresarios,
críticos de la consecuencia de la convertibilidad uno a uno del peso con el dólar,
tampoco postularon alternativas para modificarla. El plan de convertibilidad supuso dar
un paso cualitativo en el debilitamiento de los asuntos públicos, la reforma contuvo la
inflación mediante la perdida de las potestades estatales para la regulación monetaria y
estableció la prohibición de emitir moneda nacional sin el respaldo correspondiente de
divisas extranjeras. La autonomía de Banco Central con respecto al poder político abrió
una modalidad inédita en el funcionamiento económico nacional, la política de
privatizaciones y de apertura económica había despertado confianza de sectores

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 21
empresarios extranjeros y nacionales, aunque recién con el cese de la inflación y la
estabilización, alcanzada por la convertibilidad, se completó el atractivo.

Según Robert Salomón, analizo el tema de tablas cambiarias, en dicho estudio hay
puntos de vista favorables y desfavorables. El problema de la utilización de las tablas
cambiarias reside en el tiempo de vigencia de las mismas, son eficaces para recuperar
estabilidad monetaria luego de una crisis inflacionaria pero su empleo prolongado
resulta incompatible con el funcionamiento económico del siglo XXI.

La convertibilidad, valga la redundancia, era un problema político que consistía en la


renuncia estatal en el plano de regulación de moneda lo cual implico ceder potestades a
otros actores, lo que para el “hombre de la calle” significo un alivio, ya que pudo volver
a obtener crédito para el consumo y la estabilidad del ahorro, el control de la moneda
fue un éxito para el neoliberalismo ya que lo consideraban la inserción al primer mundo.

Las consecuencias de la convertibilidad se presentaron años más tarde, ya que


comenzaron las objeciones de los sectores que se consideraban afectados
negativamente, pero el esquema fue una pieza clave para el “modelo” que las demandas
en su contra y los reclamos se hacían más inconsistentes. En este sentido, la idea que se
priorizo fue alterar la paridad cambiaria anclada en el uno a uno, esto implicaba el
abandono del “modelo” lo cual se debía proponer un modelo alternativo. El
endeudamiento fue fundamental para el funcionamiento del Plan de Convertibilidad, el
crecimiento de la deuda externa, aquí nos interesa destacar los aspectos relacionados
directamente con el debilitamiento del estado y el incremento de la deuda.

La extranjerización del poder económico

A comienzos de la década del 90 la deuda externa argentina era alrededor de 62,200


millones de dólares, que luego de la renegociación del Plan Brady (1993), el
endeudamiento creció a 72.200 millones de dólares (53.600 publica y 18.600 privada),
al finalizar la década de Menem la deuda creció 110.000 millones de carácter público y
60.000 millones de carácter privado, estas estimaciones no incluían endeudamiento de
otras Provincias. Mediante el endeudamiento externo, Menem consiguió buena parte de
divisas para mantener el Plan de Convertibilidad y asegurar la estabilidad de la moneda

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 22
con respecto a la del dólar (un peso, un dólar). Los beneficios en dólares de los actores
socioeconómicos predominantes se vieron preservados por ese flujo de moneda
extranjera que el gobierno conseguía ofreciendo mayores tasas de intereses que las
otorgadas por otros países financieramente más confiables. La disponibilidad de
moneda extranjera era un requisito para el giro de ganancias y dividendos de las
empresas transnacionales que operaban en el país. Los intereses de la deuda externa
absorbían las proporciones crecientes del presupuesto nacional y el gobierno se
encontró en la necesidad de realizar frecuentes ajustes. La desconfianza en el
mantenimiento del sistema bio - monetario predispuso a muchas empresas a invertir o
depositar fondos en el exterior, las sumas de dinero de propiedad Argentina radicadas en
el exterior eran equivalentes al total de la deuda externa del país, a esto se lo llamo
“Fuga de Capitales”.

Junto con el incremento de la deuda externa, el gobierno se subordino mas a los


dictados del F.M.I. y otros organismos de supervisión, en realidad se trataba del poder
de Estados Unidos que intervenía en el tema de la deuda por vía del F.M.I. El gobierno
menemista al transnacionalizar la propiedad o la concesión temporaria de empresas
estatales, incorporo a la estructura económica nuevos actores socioeconómicos, en
algunos casos estos actores eran filiales de empresas estatales de países desarrollados
que gozaban del aval de sus gobiernos. Es importante tener presente que el proceso de
privatizaciones se inicio en el contexto de los fracasos de los intentos de estabilización
macroeconómicas de los ministros Roig, Rapanelli y Gonzales.

Como sostiene Klaus Von Beyme: “la oleada de desregulaciones es una puerta de
entrada a la corrupción y sostiene que la descentralización invita a prácticas corruptas
además crea lazos entre los aparatos estatales y los actores empresarios volviendo
vulnerables los controles y seguimientos de entes reguladores.

A raíz de esto fue que la corrupción fue otro factor que en la década del 90 ayudo al
deterioro de las capacidades del Estado.

Se registro la participación de grupos nacionales en condición de socios minoritarios


pero también se perdió el abundante negocio de la provisión de bienes y servicios de las
empresas estatales por causa de las privatizaciones de los grupos económicos.

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 23
El poder económico de los grupos nacionales disminuyo pero ante la visión de la
sociedad aumento, la demostración pública de las fortunas paso a ser un indicador de
éxito. La opinión pública continuara acordando a los grupos nacionales una influencia y
poder que había perdido frente al avance transnacional.

Los intereses extranjeros ganaron importancia política y económica a la vez que los
grupos económicos nacionales perdían peso en ambas esferas de la práctica social.

La transferencia de antiguas y nuevas empresas privadas de capital nacional a firmas


transnacionales fueron otro aspecto del proceso de cambio, hubo empresas que
desaparecieron ya que no se adaptaron a la apertura económica; aparecieron nuevas
compañías fundadas por magnates internacionales, compañías extranjeras y fondos de
inversión se quedaron con empresas familiares de antigua tradición y firmas
multinacionales.

Grandes empresas nacionales como Bagley y Terrabusi quedaban en manos extranjeras.


La italiana Fiat le quitaba la licencia a Grupo Macri y Renault retomaba para siempre la
conducción de sus intereses en la Argentina y el Mercosur.

Las privatizaciones dieron origen a empresas como Telecom, Telefónica e YPF. Esto
determino el nacimiento de un establishment aun más poderoso.

Las empresas transnacionales ganaron poder en el sistema económico, mantenían


acciones coordinadas. Todas las inversiones transnacionales coincidían en dos
cuestiones fundamentales: primero el mantenimiento del Plan de Convertibilidad y en
segundo lugar el respeto a la continuidad jurídica para preservar las condiciones,
algunas de ellas favorables para empresas extranjeras.

Con respecto a las inversiones extranjeras Chudnovsky y López señalan que en toda la
década del 80 la Argentina recibió 5.859 millones de dólares en concepto de inversión
extranjera directa.

Al finalizar el periodo al que nos referimos existían solo dos grandes bancos estatales y
un banco privado local de importancia.

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 24
Bibliografía

• Historia económica, política y social de la Argentina 1880-2000, Mario


Rapoport. Ediciones Macchi, 2000.
• Breve Historia Contemporánea de la Argentina, Luis Alberto Romero. Fondo de
Cultura Económica, 1994.
• Historia Argentina. La Política en suspenso 1966-1976, Liliana de Riz. Editorial
Paidós, 2000.
• 50 años de Historia económica Argentina 1946-1996, Mercedes Muro de Nadal.
Editorial Sauce Grande S.A. Editores 1997.
• Los Tres Peronismos Estado y poder económico 1946-55 / 1973-76 / 1989-99,
Ricardo Sidicaro. Editorial Siglo veintiuno, Editores Argentina, 2002.

Historia Económica, Social y Contemporánea

Página 25

También podría gustarte