El denim, es un tejido de algodón confeccionado como sarga que posee la trama de
color blanca y la urdimbre de color azul. La trama suele ser mezclada con hilos elastoméricos que le otorgan mayor elasticidad al tejido. Actualmente, existen muchos derivados en su coloración y fabricación: el azul índigo es el color mas característico, a medida que se satura la mezcla de color con negro se obtienen colores mas oscuros que varían entre el negro y el gris. Este colorante, es uno de los mas antiguos colorantes de origen vegetal, ya que se lo extraía de la planta de la Indigófera. La mezclilla, tejido vaquero o denim es un tejido empleado en la confección de ropa de trabajo. Aunque no hay unanimidad sobre su origen, diversos estudios señalan que surgió en Europa durante la Edad Media. En el sur de Francia, en los montes entre las localidades de Nimes y Alès (aldea de Mialet) se halla el Museo del Desierto, en el que se pueden ver testimonios de la vida de las comunidades campesinas luteranas de los siglos XVII y XVIII, que fueron erradicadas por el rey Luis XIV con la ayuda de sus tercios de dragones. En los ajuares de estos campesinos, se pueden ver pantalones, chaquetas y chalecos hechos de «tela de Nîmes» (deNim), teñida con azul sombrío con glasto (yerba pastel, o Isatis tinctoria). Nimes se volvió un centro industrial textil basado en el algodón, que dio nombre al denim (o tejido 'de Nimes'). Esta tela de lona comenzó a hacerse popular debido a su resistencia y durabilidad, ya que en sus comienzos era empleada para la realización de velas para barcos, tiendas de campaña, toldos y lonas. Nacido en el siglo XVII, en Europa, el denim es mucho más que uno de los materiales textiles más exitosos de la historia. Es toda una leyenda y se halla profundamente asociado con características personales y sociales determinadas tales como libertad, individualidad y espíritu joven. Tratándose de un tejido resistente, durable y cómodo al mismo tiempo, durante los primeros siglos estuvo destinado a los hombres que trabajaban en oficios duros y muy exigentes corporalmente: mineros, campesinos, operarios. El nombre "denim" deviene de un tejido llamado existente en el siglo XVII “serge de Nimes”. En ese entonces las telas se denominaban según su ubicación geográfica, Nimes, Francia. A fines del siglo XVIII, el denim empezó a producirse en pequeña escala en el Oeste de los Estados Unidos, donde poco a poco las prendas de este material fueron transformándose en el vestuario típico de los cowboys. Este antecedente resultó fundamental más tarde, en los años ’30 del siglo XX, cuando el Lejano Oeste atrapó la imaginación de los americanos. Dos décadas después, en los ’50, y ya pasada la Segunda Guerra Mundial, el denim ya no fue sólo materia prima para la ropa de trabajo. Se lo empezó a ver como símbolo y parte de las actividades recreativas de los prósperos Estados Unidos de la posguerra. Fue entonces que el denim se expandió por el resto del continente, Europa y Asia. El cine y la televisión de esos años resultaron fundamentales para posicionarlo como marca de la rebeldía juvenil. Según un artículo publicado en un diario estadounidense de 1958, “los jóvenes usan jeans todo el tiempo, salvo para dormir e ir a la iglesia.” Así, el uso del jean fue pasando de la tareas laborales de los adultos al tiempo libre de los jóvenes y adolescentes. Durante la década del ’60, los fuertes movimientos juveniles extendidos en todo el mundo tales como el hippismo, la vanguardia estética e intelectual o la política universitaria de izquierda dieron un nuevo status al cuestionamiento a la autoridad y las ansias de cambio social. El denim se mantuvo al lado de estos vientos de cambio y reforzó su asociación con lo nuevo, contestatario y liberador. Si bien denim y jean originalmente se refieren a dos materiales diferentes (el denim se compone de un hilo de color y uno blanco, en tanto que el jean lleva dos hilos del mismo color), con el paso del tiempo ambas palabras fueron unificadas. Hoy, el denim o jean es reconocido incluso por las casas más prestigiosas de alta costura y por los representantes top de la moda internacional. Los pantalones jeans se desarrollaron en Estados Unidos alrededor de 1872. Levi Strauss era por entonces un comerciante que vivía en San Francisco, pensó en utilizar las lonas que se utilizaban en la fabricación de tiendas de campaña para hacer ropas de trabajo a los mineros, ropas que resistieran la vida a la intemperie y el peso en los bolsillos del mineral encontrado, eran todos del color marrón usado para las tiendas y sin bolsillos traseros. Poco después los genoveses se encargaron de teñir la tela en un característico color azul índigo procedente de la India. Uno de los clientes de Levi Strauss, un sastre que le compraba rollos de tela llamado Jacob Davis, cansado de comprar tela para remendar los pantalones rotos, pensó en reforzarlos con remaches de cobre en algunos puntos de especial tensión, tales como los extremos de los bolsillos o la base de la bragueta. Como Jacobs no tenía dinero para patentar la idea, le propuso a Levi hacer negocios juntos. Levi aceptó y el 20 de mayo de 1873 recibieron la patente #139,121 de la Oficina de patentes y marcas estadounidense y nació el jean tal y como lo conocemos. Proceso Es una tela de algodón asargado de trama blanca y azul, teñida de azul índigo. Para hacerlo, después que las máquinas hiladoras convierten el algodón en hilos, algunos de éstos son teñidos con una coloración azulada y se usan en el telar cruzándolos con otros blancos. Se le aplican diferentes tratamientos hasta obtener el denim en un proceso que dura 20 días. Fabricantes Aunque la marca de pantalones jeans por excelencia es Levi's, otros fabricantes clásicos de jeans han sido Lee y Wrangler. En la actualidad hay muchísimas marcas especializadas en jeans e incluso las marcas más exclusivas hacen jeans caros. Cultura En los Estados Unidos en la década de los 50, los jóvenes y adolescentes empezaron a ponerse jeans como forma sutil de protesta contra el conformismo. El hecho se consideró una provocación; por ejemplo en algunos cines no se permitía entrar al que llevase jeans. En la década de los 60 los jeans ganaron una gran aceptación; para la década de 1970 los jeans se popularizaron hasta el punto de que comenzó a usarse en prendas de alta costura. Esto fue posible gracias a la utilización de enzimas como catalizadores el el proceso de fabricación, lo que le ha dado una flexibilidad que no tiene el tejido original y que permite su uso en todo tipo de vestidos y accesorios, incluso bikinis. Las modas han ido imponiendo diversos cortes de pantalón, con la cintura más o menos alta, con las piernas ajustadas, rectas o acampanadas (o de pata de elefante). Otras tendencias han afectado al grado de decoloración del pantalón e incluso a su integridad: los pantalones rotos o gastados han estado de moda. El Jean ha sobrevivido a los cambios de clima, de contexto social, de creencias culturales, y se ha convertido en uno de los pocos testigos de la historia que existen hoy en día.