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Alma mater

Gustavo «Panter» González (2019.09.15)

La inquisición progresista en que se han convertido los academicistas, en especial quienes


hoy ocupan puestos de rector en nuestras universidades carece del verdadero sentido del
Alma mater ─locución latina que significa literalmente «madre nutricia»─ y que se usa
para referirse metafóricamente a una universidad, aludiendo a su función proveedora de
alimento intelectual1; en otro contexto, refiere a persona o cosa que actúa como impulsora o
motora de algo. Así se catalogan a las universidades, ellas actúan cual motores impulsoras
del conocimiento y que nos advierten siempre del sentido de que debemos inclinarnos hacia
la realización intelectual y profesional.
Ese imperativo emancipador hace que algunas personas ven a las universidades
como una matriz generadora de talentos y de cuyo seno emergen el conocimiento ─don
material, desde una dimensión humana-intelectual─ y la sabiduría ─don inmaterial, des-
de una dimensión divina-espiritual, para los creyentes─ pero también debería surgir la ex-
periencia ─don vivencial, desde una dimensión social, para quienes se han forjado en la
«universidad de la vida»─. Es esta última dimensión, la que nos resulta importante y nece-
sario poner toda nuestra atención e intencionalidad de acción participativa y protagónica.
Aunque, no se advierte tal intencionalidad, por parte de las autoridades rectorales y acadé-
micas, quizás habrán mínimas dosis que quieran empujar lo universitario o lo universal
(católico, para decirlo en el mejor sentido del término), pero las señales son débiles, en
cuanto a la construcción de algo nuevo: una nueva ética, una nueva filosofía, una nueva
ciencia, hasta llegar a plantearnos, una nueva ideología y una nueva religión; en fin, y como
razón teleológica, el objetivo debería centrarse en la construcción de una nueva sociedad: la
Sociedad Comunal. Sabemos que tal intencionalidad de construir ‘lo nuevo’ así como la
universalidad que implica tal construcción atenta contra los intereses de quienes han caído
en el abismo del individualismo cientificista, como lo denunció muchas veces el profesor
Varsavsky.2

1 Cfr: Wikipedia: Alma mater (2019.09.15)


2 Cfr: O. Varsavsky: 1. Ciencia, política y cientificismo;1969, re-edición 2007. 2. Hacia una política científica nacional;
1972, re-edición 2006.

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Tal fue el caso de la Universidad Central de Venezuela (UCV) o casa que vence las
sombras como lo refiere su himno; esta casa hoy ha vuelto a perder su condición hogareña,
ahora más bien, es una casa vencida por las sombras de quienes ejercen funciones de recto-
ría y gestión académico─administrativas. Otrora, a mediados de 1968, el desarrollo de su
papel principal como formadora de individuos críticos y profesionales se degradó al punto
de necesitar una reestructuración profunda. Por ello, en junio de 1968 estudiantes de la
Facultad de Ciencias de la UCV acordaron realizar movilizaciones estudiantiles para exigir
que se cumplieran una serie de demandas que por años se habían pospuesto por falta de
presupuesto. Hubo diversas asambleas con participación de las autoridades, profesores,
empleados y obreros, quienes acordaron junto a los estudiantes, bautizar ese movimiento
con el nombre de Renovación Universitaria. En realidad, se trató de una Reforma, pero no
se acogió el término debido a que el gobierno de turno ya tenía planes al respecto y lo de-
notó como Reforma Universitaria. Para llevar a cabo tal renovación, se realizaron protestas
que adquirieron mayor intensidad. Al movimiento se sumaron otras casas de estudio como
la Universidad de los Andes (ULA), la Universidad de Carabobo (UC) y la Universi-
dad del Zulia (LUZ). De otra parte, a nivel mundial explotaba el famoso Mayo francés,
con las protestas contra la guerra de Vietnam, y el movimiento hippie que propugnaba por
‘la paz y el amor’. En Latinoamérica, su influjo se evidenciaba en el levantamiento estu-
diantil de Brasil (1964), en «La noche de los bastones largos» en Argentina (1966) y en la
«Masacre de Tlatelolco» en México (1968). Hasta en los países del llamado Socialismo
Real, la juventud levantó su voz de protesta ante la forma en que los dirigentes de esos paí-
ses tomaban decisiones; insurge de allí la Primavera de Praga en Checoslovaquia (1968),
bajo la premisa del «Socialismo con rostro humano» con un fuerte apoyo estudiantil, sien-
do evidente la visión crítica y compleja que tenían los jóvenes ante ese momento histórico
que les tocó vivir.
¿Qué pasaba en los EE.UU.?
Estados Unidos también vivió su propio Mayo del 68 con el Festival de Woodstock. Esa
inquietud se reflejó, naturalmente, en el arte, dando como resultado movimientos como el
Accionismo Vienés, y el Destructivismo. Ambos movimientos comparten un carácter in-
quietante, extraño y polémico. En octubre de 1965, los jóvenes universitarios se recreaban
en prácticas de cinismo sexual y de desnudez, como impulso natural de libertad; sumado a
esto, una gran nota de impacto mediático ocurría, cuando se anunciaba que los universita-
rios más diestros del mundo en materia de destruir pianos a hachazos, son los de la Acade-

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mia de Artes y los del Colegio Técnico de Meadway en la ciudad de Kent en Inglaterra,
Reino Unido. Era el nacimiento oficial del Destructivismo que se produjo en septiembre de
1966, con el primer «Simposio de destrucción en el Arte», celebrado en Londres. Si la es-
encia del arte es la creación, el Destructivismo pretendía convertir en motor de esta disci-
plina el concepto opuesto: la destrucción. Desde entonces, todos los años se celebra allí un
concurso internacional al que acuden universitarios de toda Europa y de los EE.UU. Es
una especie de campeonato o festival de destrozo. Y, ¿cuál es la intencionalidad? Ello per-
mitía que no hubiesen amenazas a la estabilidad del sistema.
En otras instancias del arte y la cultura, una manía de desnudez y obscenidad inva-
día el teatro, la literatura, y la vida en las ciudades. En realidad, lo que estaba ocurriendo
en el mundo era un desplazamiento del sentimiento de libertad, impuesto a las nuevas gene-
raciones por el régimen de creciente represión política, hoy todavía imperante en muchos
países de nuestra región.
Llega la violencia represiva del gobierno – La Operación Canguro
Volviendo a nuestro terruño, en 1969, fracciones partidistas comenzaron a actuar como
bandas de choque dentro de las universidades, el objetivo era acabar con la discusión a tra-
vés de la violencia. Específicamente en nuestro recinto familiar, la casa de estudios que una
vez tuvo su lumbre de fiel claridad, un jueves 22 de mayo de ese mismo año la Juventud
Demócrata Cristiana ─grupo adscrito al partido de gobierno Copei─ realizaron un atenta-
do, hiriéndolo de gravedad, contra Alexis Adam, presidente de la Federación de Centros
Universitarios de la UCV y militante del Partido Comunista de Venezuela (PCV). Todas
las universidades autónomas del país serían escenario de manifestaciones ante la paraliza-
ción del proceso de Renovación.
Transitaba esa etapa de niño a la adolescencia cuando ocurrían todos esos eventos.
Quizás por ello, es que los recuerdo como si fuera ayer, se «labraron en mi memoria», y
quizás allí nació mi convicción izquierdista, estos hechos coadyuvaron mi apercepción
─toma de conciencia de sí─, de la realidad no sólo local e inmediata, sino global y plane-
taria; un despertar de la conciencia en plena pubertad. Había suspensión de clases a cada
momento, en los liceos de Caracas y en el resto del país. Recuerdo también, ese día del
allanamiento a la UCV, ─estaba por iniciar el segundo año de bachillerato en el Liceo
“Andrés Bello”, vivía en Maripérez, muy cerca de la Plaza Venezuela. Podía escuchar con
claridad desde mi casa, el trepidante y característico sonido de las ráfagas de ametrallado-

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ras, Era un viernes 31 de octubre, el día anterior celebraba mi 14º cumpleaños. Dentro de
nuestra Casa de Estudios se encendió la mecha que hizo explotar hechos violentos ─la
lumbre, ya no era candela, ni lámpara de luz─, fuego cruzado de armamento militar hasta
el amanecer del sábado 1º de noviembre (‘día de todos los santos’) fue lo que prevaleció
durante esas horas. Numerosos cuerpos policiales, la Guardia Nacional, la Brigada de Ca-
zadores y francotiradores entablaban, de esta forma, la llamada Operación Canguro.
Re-apertura de la UCV
Nuestra Casa había ‘sido vencida por las sombras’ de la ignominia. El recinto universitario
permaneció cercado por la Guardia Nacional por el lapso de dos años. Al abrir sus puertas
nuevamente, sólo el recinto del Jardín Botánico continuó allanado por la Guardia Nacional
(años después, fue desocupado a la llegada del comandante Chávez a la presidencia).
[NOTA: pido disculpas por el anecdotario expuesto. Pero considero, importante estos prolegómenos]

A mediados de los 70s, ingresé como uno de sus estudiantes en la Facultad de Ciencias. Y
durante esa estancia, tuve la dicha de experimentar metafóricamente hablando, el haber
permanecido en el vientre de esa «Alma mater», quien me brindó afecto-intelectual con un
efecto-maternal, y que luego al «parirme» pude degustar ─cual lactante─ de la leche ma-
terna que emanaba de ‘sus pezones’, es decir, de sus Cátedras Libres: del humor ‘Aquiles
Nazoa’; de reflexión ‘Pío Tamayo’; y de sexualidad, entre otras fórmulas alimenticias.
Vivir y sentir con gran emoción la experiencia visual-espacial que nos brindaba esa
Aula Magna o la experiencia intelectual de participación protagónica de una Sala ‘E’ con
sus conferencistas; esos eran los espacios alternativos y complementarios al «universo de
saberes» que tenía la Casa que vence las sombras; amén de las múltiples asambleas de es-
tudiantes y foros que se realizaban en los auditorios de cada Facultad, actuaban como ‘va-
cunación preventiva’ ante los virus que emanaban de la superestructura del sistema impe-
rante ─el capitalismo salvaje, neoliberal y excluyente─. Los eventos musicales y teatrales
en la Sala de Conciertos, de entrada libre y gratuita; hoy, lamentablemente son espacios
reservados para gente exclusiva, de distancia y categoría ─como diría el Musiú─3. Aque-
llos años de estancia universitaria, fueron momentos de claridad y efervescencia intelec-
tual. Pude sentir el calor que el Alma mater desprendía de su lámpara. Lamentablemente,
3 Para las nuevas generaciones ésta frase de ‘como diría el Musiú’, es recordando a un famoso animador de TV, Marco
Antonio Lacavalerie (1924-1995), conocido como “Musiú Lacavalerie”, que al anunciar una marca de trajes de vestir
exclusivos (‘Trajes Montecristo’) acuñó la frase de: “distancia y categoría”. Todo ello formaba parte de la parafernalia
publicitaria e ideologizante de la época.

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hoy en los albores del siglo XXI, no debe sorprendernos que hayan personas egresadas de
la UCV, y que quizás nunca supieron o se dieron por enterado de la existencia de tales re-
cintos, quizás al momento de su graduación. Si bien es cierto, que tales personas dicen ser
universitarias, sólo fueron simples transeúntes: «pasaron por la Universidad, pero la Uni-
versidad no “pasó” por ellas,»
La masificación: problematización de la maternidad de saberes
Las universidades han significado hasta hoy, con la masificación no sólo por el volumen de
estudiantes inscritos, sino también por la cantidad de instituciones creadas ─en revolu-
ción─ (UNEFA, UNES, UBV y más recién la UNET: Universidad Nacional Experimental
del Transporte), muchas de ellas de carácter experimental; pero, todas han mantenido una
misma política academicista y cientificista, sin intencionalidad de querer formular una po-
lítica científica nacional encaminada hacia la construcción de ‘lo nuevo’, por lo que muy se-
guramente serán ‘experimentos fallidos’. Esto provocará un aborto en la intencionalidad y
viabilidad de dicha construcción.
¿Qué significa esta advertencia? Que debemos, rescatar la Universalidad de los Sa-
beres, de lo que el poeta Nazoa denominó los Poderes Creadores del Pueblo. Rescatar ese
ímpetu que tiene nuestra juventud, que hoy se consume en el consumismo ─valga la re-
dundancia─, y vaya que es así, cuando se sienten a gusto con eso que han denominado la
«Chamba juvenil». Seamos sinceros, queridos camaradas y amigos ─parafraseado de
nuevo al camarada y poeta Aquiles, al concluir uno de sus exquisitos ensayos:
«… hagamos intervenir en nuestra visión de las cosas un poco de amor, un poco
también de objetividad dialéctica, y en vez de situarnos ante la juventud como sus
acusadores, como sus jueces o como sus víctimas, veámosla como lo que hemos
hecho de ella. Es semejante nuestra relación de causa a efecto en este caso, a lo
que sugiere la respuesta de Picasso a un oficial alemán durante la ocupación de
París, según anécdota famosa. Se cuenta que ante su célebre cuadro El
Bombardeo de Guernica, inquirido por el alemán el gran pintor: “¿Eso lo hizo
usted?”, la respuesta de Picasso fue: “No. Eso lo hicieron ustedes.»
(tomado de: Elogio incondicional de la juventud, en su libro: Caracas física y espiritual, 1967)

Ese es el principal objetivo que tenemos quienes estamos interesados en llenar de


‘combustible de alto octanaje intelectual’ a todos esos jóvenes para transformarlos en tan-
ques pensantes que puedan impulsar los motores de conocimiento, sabiduría, y experiencia

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dentro de las comunidades organizadas (léase: consejos comunales y comunas con sus
asambleas de ciudadanos; o mejor dicho: el poder popular insurgente). Este poder junto al
poder de la imaginación, que detentan los que tenemos más juventud acumulada, y en si-
nergia perfecta pondremos en movimiento los diversos motores de la Revolución Boliva-
riana.
La UNIVERSIDAD COMUNAL
O Universidad Bolivariana de las Comunas ─ UBC , como lo denota el decreto oficial; será
el espacio para planificar el esfuerzo de construcción de esa Nueva Sociedad, entendiéndo-
se que dicha labor es una tarea de planificación de la investigación, una planificación del
futuro, de la anticipación a la acción, planificación prospectiva; planificación de la lucha
por el porvenir. Pero, ¿qué tipo de investigación hay que hacer? ¿Cómo debemos realizar-
la? Propongo una labor metódica de tres fases que deberán desarrollarse de manera concu-
rrente y continua. La primera fase, consiste en investigar cuáles son esas nuevas realidades
─proceso de percepción─ un diagnóstico situacional─integral del aquí y el ahora en cada
comunidad, identificando fortalezas y debilidades, retos y oportunidades (una matriz
DOFA; sería el resultado del proceso). La segunda, es investigar cómo generar nuevos co-
nocimientos acerca de esas realidades, para atacar los problemas derivados del diagnóstico,
se debe conocer bien la problemática, y luego, aprovechando las oportunidades y fortalezas
detectadas ─proceso de cognición─ se arma así la base de experiencias y conocimientos
que servirá para modelar soluciones y formular sus estrategias de implementación. Y ter-
cero, investigar qué hacer en cuanto al orden de ejecución de tales estrategias; cuándo y
cómo habrá de iniciarlas dentro de un plan estratégico-prospectivo de rectificación y cam-
bio; es decir, qué conjunto de decisiones deberán tomarse en cada comunidad ─proceso de
decisión─ para la transformación de su entorno social, a objeto de mejorar su bienestar
─suprema felicidad social─ actuando como organizaciones inteligentes trabajando manco-
munadamente, en sinergia, con otras comunidades ─la sociedad comunal avanzando en
construcción hacia la civilización comunal─ y de esta manera apuntalar la irreversibilidad
del proceso transformador (2º objetivo histórico del Plan de la Patria).
En resumen, hemos expuesto brevemente una metódica de como hacer de Venezue-
la, una verdadera República Bolivariana, la Casa ─nuestra casa, como la Patria, o mejor
la Alma mater que vencerá las sombras que hoy la agobian.

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Aprovecho este parágrafo, para agradecerles su paciencia por haber llegado hasta
aquí en la lectura de estas notas. Que más que anunciar y denunciar quieren advertir y po-
ner de manifiesto que hay un agujero negro (o mano peluda, dicho popularmente) respec-
to de algo que hoy quiere ‘absorber’ todo tipo de iniciativa, en especial cuando se trata de
apropiarse de los saberes del pueblo. Piensa mal para sentirse mejor ─aunque la frase co-
mún, concluye con: ...y acertarás─ pero me resulta menos acusadora de veracidad, y para
sentirnos mejor y en paz con nuestras conciencias, sin sentimientos de culpa, procuremos
pues que el Alma mater impregne de nuevo a todas las universidades, en especial a la Uni-
versidad de las Comunas, para que convertidas en ‘pequeñas naves’ en emulación a un viaje
fantástico (recordando una película que me impactó cuando era niño, en 1966) 4 nos atre-
vamos a viajar hacia dentro de esos agujeros negros para descubrir y conquistar esos mun-
dos de oscuridad existentes en el universo profundo de la conciencia de las gentes, carentes
de dones y poderes, en especial el del Poder de la Imaginación, y con tal poder nos atreva-
mos a proseguir en la conquista de otros mundos ─mentes con materia oscura─ y una vez
conquistados, como diría Walt Whittman:
Esta mañana antes del alba,
subí a la colina a mirar el cielo poblado;
y le dije a mi alma:
¿Cuando abarquemos esos mundos
y el conocimiento y goce que encierran,
estaremos al fin hartos y satisfechos?
Y mi alma dijo:
No, una vez alcanzados esos mundos,
proseguiremos el camino.

Sí, proseguiremos el camino, erradicando viejos credos y falsas doctrinas impuestas


por las academias y las facultades en imitación del Norte, que consideran su universo de
conocimientos más «claro y unívoco» en comparación con la universidad de la vida con su
universo de experiencias y saberes populares, una falacia que debe evitarse. Muchos inte-
lectuales que se llaman a sí mismos académicos comparten esa inquietud, y consideran que
4 Stephen Boyd, Donald Pleasence y Raquel Welch protagonizan esta imaginativa aventura de ciencia ficción. Cuando un
científico que guarda el secreto de la miniaturización le sobreviene un accidente cerebro─vascular y se vuelve
comatoso, un equipo de especialistas viaja dentro de su cuerpo para tratar de reparar el daño ocasionado por un coágulo
de sangre peligroso. Pero con las defensas de su cuerpo luchando contra ellos y un saboteador en el equipo, ¡es una
carrera contra el tiempo operar antes de que la miniaturización desaparezca!

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la academia es tan necesaria y beneficiosa que es preferible no perturbar la armonía que
debe existir dentro del aula de clases donde el docente tiene la última palabra y el sentido
de la verdad. ¡Pues no debe ser así! Parafraseando al profesor Varsavsky:
...nuestras universidades en su seguidismo ─poco exitoso─ de las tendencias del
Norte, son incapaces de comprender cuáles son las necesidades
técnico─científicas de esa transformación social, y resultan meros instrumentos
de colonización cultural… Solo gracias a la revolución científica podrá aparecer
el Hombre Nuevo, y sólo éste podrá realizar a fondo esa revolución…

Epílogo
Y para concluir esta reflexión, quiero citar un escrito del profesor Manuel T. Zabala Cu-
billos, a quien le debo mis saludos, admiración y respeto, ya que en la oportunidad que
hemos tenido de discutir estos asuntos de la Universidad Comunal, entre otros; es nece-
sario referirnos a los Puntos Densos que implica el Desarrollo del Ser Humano en todos
sus sentidos ─que no son cinco─, en especial al sentido de la ubicuidad, donde no debe
interesarnos la cantidad de conocimientos que podamos acumular sino la densidad cualita-
tiva de dichos conocimientos. De otra parte, es necesario y urgente ubicarnos en el sentido
de lo humano y lo divino para estar en sintonía con esa REALIDAD ÚLTIMA. Y habrá
que hacerlo sensorial, perceptual, mental [y espiritualmente] desarrollando el sentido de la
ubicuidad, y en el entendido que, esto no es idealismo fatuo ni tampoco simple especula-
ción metafísica, sino «el triunfo final de la razón humana», ─parafraseado al físico Ste-
phen Hawking─ porque conoceremos el por qué fuimos hechos a imagen y semejanza de
dicha REALIDAD.
Saludos cordiales,

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