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UN MINUTO PARA DIOS

Escuela Sabática 05 de Marzo de 2016

Servicio de Canto

"Dijo el Eterno a Moisés: ‘Di a Aarón y a sus hijos: Así bendeciréis a los israelitas: 'El Eterno te
bendiga y te guarde. El Eterno haga resplandecer su rostro sobre ti, y te conceda su bondad. El
Eterno te mire con amor, y te dé paz’. Y pondrán mi nombre sobre los israelitas, y yo los
bendeciré". Es muy fácil criticarnos unos a otros, pero en vez de apresurarnos a criticar y juzgar,
Dios desea que podamos bendecirnos unos a otros en la forma como instruyó a Aarón y sus hijos
que lo hicieran. Sin embargo, desea todavía más que luchemos unos por otros y oremos los unos
por los otros hasta no ver la victoria sobre nuestras batallas espirituales

Himno Inicial # 379 Habla Señor a Mi Alma

Dios nos está llamando a TODOS nosotros, tanto a hombres como a MUJERES a ser reparadores de
brechas. Debemos ponernos en esas brechas, intercediendo por aquellos que nos rodean, para
que vengan al conocimiento de la verdad mientras dura el tiempo. Sí, debemos ser intercesores,
orando porque el enemigo no continúe derribando nuestros muros y destruyendo nuestras
ciudades espirituales. Sin embargo, el problema es que no podemos ser “reparadores de brechas”
en favor de otros cuando tenemos tantas brechas u hoyos en nuestras propias paredes. ¿Cómo
podemos ponernos firmemente en favor de nuestra comunidad cuando no estamos unidos como
cuerpo de creyentes?

Oración de Rodillas
“Por lo tanto, confesaos vuestras faltas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis
sanados. La oración eficaz del justo, es poderosa”.

Bienvenida e Introducción
Además, os digo, que si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra, todo lo que pidan,
les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres reunidos en
mi Nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.
“Se nos anima a orar por el éxito, con la seguridad divina de que nuestras oraciones serán
contestadas. La promesa [de Mat. 18:19] se hace con la condición de que se ofrezcan las
oraciones unidas de la iglesia, y en respuesta a esas oraciones, puede esperarse un poder
mayor que el que viene como respuesta a la oración privada. El poder dado será proporcional
a la unidad de los miembros y a su amor por Dios y de los unos por los otros”

(BIENVENIDA EN NOMBRE DEL DPTO DE MINISTERIO DE LA MUJER Y DPTO DE ESCUELA


SABATICA, AGRADECIENDO A DICHO DPTO LA OPORTUNIDAD DE LLEVAR ESTE PROGRAMA)

Música Especial
Programa Central
UN MINUTO PARA DIOS

(Aparece una joven sentada en medio de la plataforma, con una biblia en su regazo pero muy
pensativa)

Narrador: Habían pasado cinco minutos desde que el pastor comenzara su sermón, cuando
Cristina escuchó estas palabras: “Cuán dulces son los momentos que pasamos cada día en oración
con el Señor”.
Cristina deseó preguntar: “Pero, ¿qué pasa si uno no hace exactamente eso?”.

Probablemente la mayoría de los cristianos se sienten como Cristina. Sabemos que el Señor es la
persona más importante en nuestra vida, por lo tanto, dedicar cada minuto a Dios sería no más de
lo que El merece. Lamentablemente, no hacemos eso. Hay momentos cuando la lectura clásica
requiera nuestra atención. Y Dios lo sabe. Hay ocasiones cuando “ese alguien especial” demanda
nuestro tiempo. Dios también comprende eso.
Dios no espera una atención hacia El durante “todo el día”. Pero tampoco nuestro día debiera
terminar sin haber pasado un momento siquiera con el Señor.
A menudo sentimos temor de orar. Otras cosas ocupan todo nuestro tiempo y nos atrevemos a
dar excusas por no orar.

Cristina: Dios va a estar furioso conmigo por lo que he hecho… ¡Mejor no encontrarme con El!

Narrador: Esta puede ser una de las excusas. Podemos cometer graves errores al pensar así.
Algunos jóvenes derrochan sus vidas a propósito. Otros, se arriesgan locamente por conseguir
algo que saben les hará mucho daño. Lamentarse por situaciones tales como ésta impide que los
cristianos tengan momentos personales y honestos con Dios, en oración. Sin embargo, Dios no
usa estas dificultades en contra nuestra.

(La joven se levanta y habla sola con dejo de culpa)

Cristina: Hace demasiado tiempo que no oro…

Narrador: Quizá no tengas un “enredo” especifico que esté causando tu culpa. Simplemente ha
pasado demasiado tiempo desde la última vez que hablaste con el Señor, más allá de repetir
palabras en forma automática. Quizás te imaginas a Dios diciéndote: “¡Mira quién finalmente se
apareció por aquí! ¡Si esto es lo que soy para tí, olvídate!”.

Pero esa no es la forma en que Dios hace las cosas. Sé honesta con El. Cuando ores dile: “Ha
pasado mucho tiempo desde que tomé tiempo para hablar contigo Señor. Lo siento de verdad.
Quiero estar junto a ti, ayúdame a comenzar de nuevo”.

Cristina: Me siento como una verdadera hipócrita…

Narrador: Habla con Dios como si estuvieras hablando con un amigo. Cuéntale exactamente como
tú te sientes. Puedes decirle… “Señor ser cristiana en este tiempo, se está volviendo aburrido
¿Sabes? A veces no sé qué hacer con estos sentimientos… Dime Señor ¿qué puedo hacer?”.
Dios comprende cómo te sientes. El conoce tu experiencia. Pero debes ser honesto con Dios. Si
eres abierto con El, al expresarle tus sentimientos, podrás reconocer mejor cuáles son sus
respuestas.
“Presenta a Dios tus necesidades, tristezas, gozos, cuidados y temores. No puedes agobiarle ni
cansarle. El que tiene contados los cabellos de tu cabeza no es indiferente a las necesidades de
sus hijos”.

Cristina: Estoy tan ocupada… ¡que no tengo tiempo para orar!

Narrador: Es verdad que algunas personas tienen mucho que hacer durante el día. Otros
consideran que cualquier cosa que hagan incluso ver la televisión, es algo que los mantiene
sumamente ocupados. Sin embargo, sólo tú puedes decidir si tienes o no demasiadas cosas que
hacer o solamente te imaginas que estás “muy ocupada”.
Hemos escuchado algunas excusas por qué no orar. Sin embargo sabemos que la oración es
importante e indispensable en la vida Cristiana. Entonces ¿cómo podemos comenzar a tener una
vida de oración? ¿Cuál es el mejor momento para orar?

Cristina: Quizás es hora de dejar atrás las excusas y sacar provecho de la oración… debo disfrutar
La oración por los alimentos; la oración con la familia; la oración en la escuela sabática, en el Culto
de Adoración entre otras cosas… Que no se transformen en rutina.

Narrador: “Es necesario ser diligente en la oración; ninguna cosa te lo impida.


Haz cuanto puedas para que haya una comunicación continua entre el Señor Jesús y tu alma.
Aprovecha toda oportunidad de ir adonde se suela orar. Los que están realmente procurando
mantenerse en comunión con Dios asistirán a los cultos de oración, serán fieles en cumplir su
deber, y ávidos y ansiosos de cosechar todos los beneficios donde puedan recibir rayos de luz
celestial”.

Cristina: Debo desarrollar el hábito de estar siempre en comunión con Dios…


“Dondequiera que estemos podemos estar en comunión con Dios”. No hay tiempo o lugar que
sea impropio para orar a Dios. En medio de las multitudes de las calles, o en medio de una sesión
de negocios, podemos elevar a Dios una oración e implorar la dirección divina. Ora en tu
dormitorio, mientras atiendes tu trabajo diario, levanta, a menudo, tu corazón hacia Dios.

Narrador: Como ves, siempre puedes estar en estrecha comunión con el Señor dondequiera que
te encuentres: en el bus, en el auto, en tu clase de escuela, universidad… donde sea, tus oraciones
pueden ser sólo segundos: “Señor, ayúdame en este examen”. “Querido Jesús, ¡que linda esta
puesta del sol!”. Desarrolla el hábito de contarle a Jesús todo cuanto se relacione con tu vida en el
mismo momento que lo piensas.

Cristina: Tengo que cultivar la oración privada…


Para crecer espiritualmente necesito tener diariamente una vida de comunión abierta y honesta
con Jesús. Esto requiere más que un par de segundos, de vez en cuando…
“En la oración privada el alma está libre de las influencias del ambiente, libre de excitación.
Tranquila pero fervientemente se elevará hacia Dios. Dulce y permanente será la influencia que
dimana de Aquel que ve en lo secreto, cuyo oído está abierto a la oración que brota del corazón”.
(TIENE UNA BREVE ORACIÓN)
Narrador: Es en esta oración privada cuando tú y Dios se encuentran solos. Allí, puedes resolver
todo cuanto te preocupa y confunde. Te ayudará a tener sabiduría para tomar decisiones y te
fortalecerá para enfrentar mejor los desafíos. Demasiados cristianos se encuentran al final del día,
semana o incluso del mes sin haber estado a solas con el Señor.

Carta Misionera / División de Clases


Algo importante es tener un horario específico en el cual te encontrarás con Dios. Decide
cuándo será ese momento. Elena G. de White nos aconseja lo siguiente en su libro: “Felicidad
Abundante”, pág 34:
“Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo”. Quizás vas a tener que
levantarte 10 ó 15 minutos más temprano. ¿Y, por qué no? ¡Lo harás para estar con Jesús! A
lo mejor escoges este momento después que llegas de la escuela. Lo importante es realizarlo
“cada día”. Puede que lo del horario te suene a algo mecánico y no sincero; pero… recuerda:
¡vivimos en un mundo con demasiadas distracciones! Tener un horario para la oración y
comprometerse a cumplirlo es algo sumamente importante si tiene que ver con tu
sobrevivencia espiritual en un mundo que no es espiritual.

Conclusión/ Himno Final # 378 Oh Que Amigo Nos Es Cristo


Dios nos dice que vengamos ante su presencia con alabanza. Así que durante este primer
tema, nuestro enfoque sobre la oración será alabanza y adoración. En vez de apresurarnos
yendo directamente a nuestras peticiones, deseamos tomar tiempo para adorar a Dios y
meditar en la belleza de su carácter revelada en su Palabra. La inspiración profética nos dice
que al aprender a alabar más a Dios, se nos darán más bendiciones por las cuales alabarlo.

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