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El Menú del Palacio

¿Te imaginas una invitación a almorzar con un


rey? ¿Qué servirán de menú? No creo que sea ni
hamburguesa con papas fritas, ni pizza, ni pasta
con tuco. Seguramente sería una comida muy fina y
costosa. ¿Te gustaría probar?

La Biblia nos cuenta la historia de cuatro amigos que


no fueron “invitados” a almorzar con el rey… fueron
“obligados”.

Sus nombres eran Daniel, Ananías, Misael y Azarías.


Eran cuatro jóvenes del pueblo de Israel que fueron
llevados como esclavos al palacio del rey Nabucodo-
nosor. Fueron elegidos junto a otros jóvenes para vivir
en ese lugar, pero por supuesto, lejos de sus familias.

¿Cómo será vivir en un palacio? Muchos lujos,


sirvientes que te atienden, tremendo dormitorio…
¿cómo más te lo imaginás? Seguramente es increíble,
pero no creo que llevado como prisioneros y los
habían separado de sus familias y amigos.

Además, ellos sabían que muchas de las costumbres


que había en el palacio no estaban de acuerdo con lo
que agradaba a Dios, por eso tomaron una decisión…
“Daniel se propuso no contaminarse con la comida
y el vino del rey…” (Daniel 1:8) Si bien podría parecer
muy rica y costosa, ellos sabían que esa comida no
les hacía bien. Así que le hicieron una propuesta a
su jefe: “Por favor, haz con tus siervos una prueba de
diez días. Danos de comer sólo verduras, y de beber
sólo agua. Pasado ese tiempo, compara nuestro
semblante con el de los jóvenes que se alimentan
con la comida real, y procede de acuerdo con lo que
veas en nosotros.” (Daniel 1:12-13) ¿Habrá aceptado?
¡Gracias a Dios sí!

Pasaron los diez días y llegó el momento de la


verdad… ¿Qué habrá sucedido? “Al cumplirse el
plazo, estos jóvenes se veían más sanos y mejor
alimentados que cualquiera de los que participaban
de la comida real.” (Daniel 1:15)

Esos alimentos, que aparentemente no eran ni


tan ricos ni tan costosos, fueron más saludables
para estos jóvenes. Cuando llegó el momento de
encontrarse con el rey y pasar la gran prueba,  este
“…no encontró a nadie que los igualara, de modo que
los cuatro entraron a su servicio.” (Daniel 1:19) Dice la
Biblia que eran 10 veces mejores que el resto.

¿Cuántas veces mamá insiste en que no comas tantas


papas fritas y más ensalada? ¿O más fruta y menos
postres? ¿Por qué será que la maestra repite muchas
veces que no comas tantas golosinas? Porque al igual
que Daniel y sus amigos, ellas saben que todos esos
alimentos no son saludables para ti y sí cuales lo son.

¿Por qué no te propones como Daniel no


contaminarte? Fuiste creado por Dios de manera
especial, no “estropees” ese diseño. ¡Cuida tu cuerpo!
En tus almuerzos no te olvides de las verduras, de las
frutas, del agua y de todo aquello que te aconsejan
comer para estar más saludable. Que como a Daniel
y sus amigos, cuando te vean, estés sano y bien
alimentado.
Modificado por última vez: 27 mar. 2019

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