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Las modificaciones de Leibniz

Gottfried Leibniz (1646-1716) se replanteó el modelo de Descartes para los choques de


partículas en varios aspectos fundamentales, por ejemplo, para explicar la impenetrabilidad de
los cuerpos. Si los cuerpos son objetos meramente geométricos, ¿por qué no se atraviesan,
como podemos imaginar que sucede con los objetos geométricos? La pregunta no tenía
solución dentro del sistema de Descartes. Para contestarla era necesario considerar junto con
la extensión, la fuerza como otra propiedad esencial de la materia. La fuerza debería ser
repulsiva para resistir la penetración. Leibniz arguye además que hay que asignar fuerzas a
todos los puntos de la materia, y no solo a partículas de tamaño finito.
Esta nueva concepción del espacio como un continuo de puntos materiales con fuerza
asociada, encontró fuerte oposición por parte de los partidarios de la física newtoniana basada
como ya se ha indicado en corpúsculos, vacío y acción a distancia.
En el siglo XVII, la filosofía del espacio y el tiempo se convirtió en una cuestión central de
la metafísica y la epistemología. La discusión alcanzó un punto culminante en el importante
debate entre G. Leibniz, el gran filósofo y matemático alemán, y Newton, el gran físico y
matemático inglés. En su debate se perfilaron dos teorías contrarias acerca del lugar del
espacio y el tiempo en el mundo, y muchas de las cuestiones fundamentales que en los años
posteriores ocuparon a los filósofos interesados en el espacio y el tiempo recibieron su
formulación más clara.
La idea sencilla de Leibniz es que el tiempo es justamente la colección de todas las relaciones
temporales de esa índole entre los sucesos. Si no hubiera sucesos, no habría relaciones, de
manera que el tiempo en el sentido indicado carece de una existencia independiente de los
sucesos en él. Pero las relaciones entre los sucesos son una componente real en el mundo,
así, sería erróneo decir que no hay en absoluto una tal cosa llamada el tiempo.
El oponente de Leibniz, el gran físico Newton, fue un antirrelacionista. Newton considera al
espacio y al tiempo como más que meras relaciones espaciales y temporales entre los objetos
y los sucesos materiales. Qué era exactamente este algo más, no podía decirlo con seguridad.
Considera que es algo similar a la sustancia, pero en ocasiones prefiere pensar que es un
atributo o propiedad, de hecho una propiedad de Dios. Aunque aporta algunos argumentos
puramente filosóficos en contra del relacionismo leibniziano, Newton es famoso principalmente
por sostener que los resultados de la observación y del experimento pueden refutar de manera
concluyente la doctrina relacionista.

La síntesis de Kant
Tanto Boscovich (1711-1787) como Kant (1724-1804) intentaron sintetizar las suposiciones
básicas de Newton y Leibniz, para unir la contundente ciencia de Newton con la persuasiva
metafísica de Leibniz. Ambos abandonaron la idea de que el mundo está lleno, que es un
campo de materia o de fuerzas. Sin embargo, fue a través de su influencia
como Faraday (1791-1867) llegó a establecer su teoría de los campos de fuerzas.
El espacio está constituido por una parte vacía y fuerzas de diferente índole. Las fuerzas
repulsivas ocupan regiones del espacio, donde actúan sobre puntos contiguos; en cambio, no
actúan a distancia. Las fuerzas atractivas, por el contrario, se ejercen a distancia y no ocupan
el espacio a través del cual actúan. Un cuerpo material es una región continua del espacio con
fuerzas repulsivas en cada punto y bordeado por el vacío, con lo que el cuerpo tiende a
expandirse. Pero los mismos puntos llevan asociados fuerzas atractivas que actúan a
distancia. La estabilidad observada, y la misma densidad, se explicaban como resultado del
balance: repulsión por contacto, atracción a distancia y era propio de cada objeto.

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