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A. Ley del cambio social: las revoluciones antes de 1871 eran fruto de gran
descontento popular que llegaba a niveles altísimos provocando las revueltas
populares, pero eran encauzadas y aprovechadas por sectores de la burguesía y
colocarse en el poder. Pero a partir de 1871 las revoluciones cambiaron de carácter
y de método en Europa: carácter proletario (ya no era cambio de un sector burgués
por otro, sino cambio del sistema mismo y método (por la necesidad de paz orden,
pues la única forma de violencia internacional sería una sangrienta guerra de costos
incalculables, abrió espacio para la lucha legal y electoral; de ahí los partidos
revolucionarios y las elecciones se convierten en las herramientas de lucha de la
clase obrera.
Factores de la revolución de febrero de 1848:
a) Nacionales: La Francia borbónica era en realidad administrada por la burguesía
financiera, en desmedro de la industrial. Las acciones especulativas tenían por fin
enriquece a los banqueros desfalcando el Estado, a través del mecanismo de
préstamo-deuda-préstamo; y junto a esto, disminuir los impuestos a los banqueros.
Toda reforma de redistribución era saboteada en la Asamblea; la mayoría de los
diputados eran accionistas en los proyectos financiados por el Estado. El Estado es
el mayor riqueza manejaba que cualquier fracción burguesa. Las víctimas de esta
situación son: la burguesía industrial, la pequeña burguesía y los trabajadores. La
burguesía financiera dominaba el Estado y la opinión pues era dueña de la prensa.
Se fomentó la cultura del despilfarro, la corrupción, los placeres malsanos.
b) Internacionales: La crisis del comercio mundial producida en 1847 había sido la
verdadera madre de las revoluciones de Febrero y Marzo, y que la prosperidad
industrial, que había vuelto a producirse paulatinamente desde mediados de 1848
y que en 1849 y 1850 llegaba a su pleno apogeo, fue la fuerza animadora que dio
nuevos bríos a la reacción europea otra vez fortalecida.
Igualmente, la quiebra de las empresas ferroviarias debido a años de especulación
financiera: la industria y el comercio se desplomaron. La crisis mundial del comercio
originó carestía en Europa, que aunado a la especulación y la grosera ostentación
de la burguesía financiera, desató olas de revueltas y saqueos a negocios de
alimentos. Y la crisis industrial dejó en la calle a millones de trabajadores,
hambreados y desesperados. Todo esto hizo más chocante la especulación y la
grosera ostentación de la burguesía financiera, por lo que se desataron olas de
revueltas y saqueos a negocios de alimentos.
«Una nueva revolución sólo es posible como consecuencia de una nueva crisis.
Pero es tan segura como ésta»
Los obreros armados exigieron, ante la repartición de las fracciones
burguesas del gobierno provisional, la proclamación de la república (burguesa) y del
sufragio universal, amenazando el uso de la fuerza (200 mil hombres armados en
París). La respuesta de la burguesía fue hacer partícipes en el poder político a todas
las fracciones de la burguesía; y ceder un Ministerio del Trabajo para la clase obrera,
sin presupuesto ni poder efectivo. Cuando las pretensiones del proletariado
exceden el marco de la república burguesa, se les concedía una existencia
nebulosa. La exigencia de una organización del trabajo asalariado no toca a la lógica
misma del capital. Los ministerios de hacienda, comercio, obras públicas son
ministerios son los ministerios burgueses del trabajo; y el ministerio proletario del
trabajo es inefectivo, solo de deseos piadosos, impotente.
La gran dificultad para una revolución proletaria en Francia en 1848 como la
deseaban los trabajadores no se podía dar porque la economía nacional dependía
de su relación con el comercio mundial y sus leyes. Sólo una revolución proletaria
europea que golpeara al déspota del mercado mundial (Inglaterra) brindaría esa
posibilidad.