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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR

DE SAN MARCOS
Universidad Peruana, Decana de América

FACULTAD DE INGENIERIA GEOLOGICA, MINAS,


METALURGICA, GEOGRAFICA Y CIVIL

EAP: Ingeniería Metalúrgica


TEMA: Residuos Solidos
DOCENTE: Ing. Jorge Diego Carbajal
ALUMNOS:
- Ricardo Sevilla Palomino
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FECHA DE ENTREGA: 24/05/16

CIUDAD UNIVERSITARIA

LIMA-PERU
Introducción
Los desechos son desperdicios o sobrantes de las actividades humanas. Se
clasifica en gases, líquidos y sólidos; y por su origen, en orgánicos e
inorgánicos.
En los últimos años las naciones del mundo industrializado han cuadriplicado
su producción de desechos domésticos, incrementándose esta cifra en un dos
o en un tres por ciento por año. El volumen de producción de desechos es
inversamente proporcional al nivel de desarrollo del país que se trate.
Diariamente consumimos y tiramos a la basura gran cantidad de productos de
corta duración, desde los pañales del bebé hasta el periódico.
Se estima que los envases de los productos representan el 40% de
la basura doméstica, siendo nocivos para el medio ambiente y además
encarecen el producto. Una vez puesta la tapa en el cesto de basura, se olvida
el problema; a partir de ahí es asunto de los municipios. Estos tienen varias
posibilidades: arrojar la basura en vertederos (solución económica pero
peligrosa); incinerarla (costosa pero también contaminante); o separarla
en plantas de tratamiento para reciclar una parte y convertir en abono los
residuos orgánicos. Esta sería una solución mucho más ecológica, pero
también más costosa.
El destino final de la basura es administrada por el municipio, quien la confina
al denominado "Relleno Sanitario".
RESIDUOS SOLIDOS

Se debe tener en cuenta que los residuos sólidos siempre han existido en la
Tierra desde que el hombre nace genera residuos, no obstante se genera un
problema ambiental cuando se comienzan a acumular en la biósfera mediante
la velocidad de generación o por la naturaleza química de los propios residuos,
que combinado con la acción directa del hombre como generador, obstaculiza
la descomposición e incorporación a los ciclos naturales sobre la Tierra.

Los residuos sólidos se clasifican según su origen en: Residuo domiciliario,


residuo comercial, residuo de limpieza o espacios públicos, residuos de
establecimientos de atención de salud, residuo industrial, residuos de las
actividades de construcción, residuos agropecuarios, residuo de instalaciones o
actividades especiales. Por residuo sólido se entiende como las sustancias,
productos o subproductos en estado sólido o semisólido en los que su
generador dispone o está obligado a disponer según normatividad a fin de
evitar los riesgos que causen a la salud y el ambiente. La gestión de los
residuos sólidos tiene como finalidad su manejo integral y sostenible, mediante
la articulación, integración y compatibilización de las políticas, planes y
acciones, regido por los lineamientos de políticas exigibles programáticamente,
en función de las posibilidades económicas y técnicas para alcanzar su
cumplimiento.

En materia de control de residuos domésticos, existe algún tipo de


institucionalidad en los gobiernos locales, pero la fiscalización de las
condiciones sanitarias y ambientales de los propios depósitos de residuos
urbanos es insuficiente. Los principales actores de la política de residuos son el
gobierno, los empresarios y la población, siendo esta última la más
determinante ya que sus exigencias de mejor calidad a través de una
educación informativa y participativa, apoya al Estado en el cumplimiento de las
normas ambientales y minimización de los residuos sólidos.

Las normas ambientales tienen efectos económicos en los costos de operación


de las empresas, requieren inversiones, pero el empresariado suele verlo como
una carga. No obstante, las tecnologías limpias se desarrollan y aplican en
países más exigentes ambientalmente, causando ventajas comparativas y
competitivas debido a que los mercados de consumidores son cada vez más
exigentes en términos de la calidad ambiental del producto; todo esto ligado a
mayores rendimientos, productividad, oportunidades y rentabilidad para el
empresario.
TIPOS DE RESIDUOS SOLIDOS

1. RESIDUOS DOMESTICOS

Los residuos domésticos, es decir, aquellos residuos que se generan en el


hogar, suelen ser generalmente de tipo sólido, a veces de tipo líquido (pinturas
y similares) y rara vez de tipo gaseoso (como el humo de la chimenea).

Como decíamos, en el ámbito doméstico los residuos que más se suelen ver
son lo sólidos. Estos residuos sólidos están conformados por distintos
materiales que no han sido separados y enviados para ser reciclados. Pueden
ser organizados dentro de 5 categorías distintas, según, principalmente, su
composición; estas categorías son las siguientes:

 Residuos biodegradables: como su nombre lo indica, son aquellos


derivados de la alimentación y de la cocina, tales como sobras
de alimentos y similares. No son un residuo contaminante ya que se
degradan rápidamente.

 Materiales reciclables: aquí incluimos todo lo que puede ser reciclado,


es decir cosas como el papel, vidrios, botellas plásticas, latas, metales,
algunas piezas de plástico en particular, etc.
 Residuos inertes: refiere a todos aquellos residuos que proceden de
una construcción, tales como el caso de suciedad, escombros, piedras,
bloques rotos, ladrillos, etc.

 Residuos compuestos: principalmente son las prendas de vestir y


algunos juguetes plásticos.

 Residuos peligrosos: los residuos domésticos peligrosos son más que


nada desechos tóxicos, como es el caso de medicamentos, aparatos
electrónicos, pinturas, bombillas y tubos de luz, aerosoles, fertilizantes y
plaguicidas, pilas y baterías, etc.
TRATAMIENTO:

RELLENO SANITARIO
¿Cuántas veces nos preguntamos qué ocurre con nuestros residuos, o qué
pasa si olvidamos separar los diferentes materiales? No vemos el detrás de
escena, ni los problemas que pueden surgir si la organización del personal a
cargo del mantenimiento del relleno sanitario no es óptima, por lo cual lo
normal es que adoptemos una actitud indiferente al respecto. Está en nuestras
manos colaborar con el sistema a través de la organización responsable de
nuestra basura, así como evitar por todos los medios ensuciar la vía pública e
informarnos acerca de los proyectos relacionados con el tema.

El impacto ambiental es uno de los puntos fundamentales de cualquier sistema


de depósito de residuos, ya que se trata del efecto que esto genera en el medio
ambiente. A pesar de que diversas campañas llevan décadas intentando
concienciar a la gente acerca de las consecuencias de nuestros actos en la
salud del planeta, la mayoría vive sin preocuparse de estas cuestiones; la
razón principal es que los efectos negativos no suelen ser inmediatos o muy
evidentes.

Una de las medidas a través de las cuales el relleno sanitario


pretende disminuir los problemas típicos de un tiradero es un profundo estudio
de impacto ambiental, social y económico realizado desde el momento de su
concepción, además de la búsqueda de un sitio verdaderamente adecuado, el
cual se vigila y estudia desde el principio hasta el final de su existencia.

Se denomina relleno sanitario al espacio donde se depositan los residuos


sólidos de una ciudad después de haber recibido determinados tratamientos.
Para impedir que se contamine el subsuelo, se impermeabiliza el terreno con
polietileno de alta densidad u otra sustancia y se coloca arcilla.

Puede decirse que el relleno sanitario es una técnica con el fin de darle a los
residuos una disposición final. Además de la impermeabilización y de otros
procesos para lograr que estos desechos no se conviertan en un peligro para la
salud pública, se desarrolla la compactación de los residuos, gracias a lo cual
ocupan la menor cantidad de espacio posible.
El relleno sanitario, en definitiva, contempla una instalación y una operación
para la disposición de los residuos sólidos. Es necesario que las autoridades
elijan un lugar adecuado para el desarrollo de este relleno y que su gestión
diaria sea controlada de manera rigurosa para evitar problemas de
contaminación y salubridad.
En la operación cotidiana de los rellenos sanitarios entran en juego diversos
equipamientos y
maquinarias: volquetes, tractores, retroexcavadoras, compactadoras, etc. De
acuerdo a la cantidad de residuos que se destinan al relleno sanitario, puede
haber una mayor o menor necesidad de trabajos manuales. En los rellenos
más grandes, la mayor parte del trabajo se encuentra mecanizado.
De la gestión del relleno sanitario pueden desprenderse otras actividades
importantes para la ecología y la economía. Por ejemplo, es posible separar
vidrio y papel para que estos residuos sean reciclados: de este modo se
minimiza la cantidad de basura que queda definitivamente en el relleno
sanitario y se generan ingresos.
Uno de los principales objetivos de usar un relleno sanitario es evitar las
problemáticas que surgen de métodos tales como el vertedero. Este último
también se conoce con el nombre de basurero, tiradero o basural, y consiste en
un lugar en el cual la basura es depositada como última de las acciones del
proceso de eliminación.
Un vertedero puede ser clandestino (no se tienen en cuenta cuestiones del
medio ambiente sino que lo escoge cualquier persona para deshacerse de su
basura; se trata de una fuente preocupante de enfermedades y contaminación,
entre otros problemas, y suele estar en sumideros o depresiones naturales)
o municipal (el sitio lo escoge el gobierno, luego de haber llevado a cabo los
estudios ambientales, sociales y económicos pertinentes).

2. RESIDUOS INDUSTRIALES
Es cualquier elemento, sustancia u objeto en estado sólido, semisólido, líquido
o gaseoso, obtenido como resultado de un proceso industrial, por la realización
de una actividad de servicio, o por estar relacionado directa o indirectamente
con la actividad, incluyendo eventuales emergencias o accidentes, del cual su
poseedor productor o generador, no pueda utilizarlo, se desprenda o tenga la
obligación legal de hacerlo.

Características:
Los desechos industriales son un tipo de residuos producidos por la actividad
industrial. Por ende existido desde el comienzo de la revolución industrial.
Aunque muchas veces los son otras no son ni peligrosos ni tóxicos, como la
fibra de los residuos producidos por la agricultura y la tala.
Gran cantidad de estos residuos industriales puede ser reusados y reciclados,
pero el problema de esto es que las técnicas que deben ser usadas en dichos
procesos son demasiados costosas y al final se terminan convirtiendo en una
pérdida económica para las empresas. Aun así, cada vez más hay más
industrias que están comenzando a usar estos procesos para favorecer a la
ecología y al planeta Tierra.
Los residuos industriales pueden ser de dos tipos: inertes o peligrosos.

Los residuos industriales inertes son aquellos como el escombro y la arena, los
cuales no solamente no hacen daño al medio ambiente, sino que son muy
fáciles de reutilizar en obras públicas y similares, aunque en algunos casos van
a parar directamente a los vertederos adecuados. El principal impacto que
puede causar es, obviamente, a nuestros ojos, ya que pueden quitarle la
belleza a un paisaje.
Los residuos industriales peligrosos, son, como su nombre indica, peligrosos.
Peligrosos tanto para la salud humana como para las plantas y animales y el
ambiente en general. Estos residuos que suelen ser sustancias tóxicas,
corrosivas, algunos plásticos y demás no son fáciles de reusar, por lo que son
desechados a la naturaleza o en algunos casos en vertederos, aunque siempre
tardan mucho en degradarse.

TRATAMIENTO

Las empresas han puesto en machar distinto sistemas de reciclaje y


recolección y uno de esto es la selección de residuos sólidos reciclables por
ejemplo el metal es un sólido que puede ser reciclado y utilizado nuevamente.

Un punto fundamental dentro del reciclaje, es distinguir correctamente los


colores del reciclaje. De esta forma haremos una separación correcta de todo
aquello que queramos reciclar. Estos colores del reciclaje los podemos ver
generalmente en los contenedores y papeleras de reciclaje diseñadas para
entornos urbanos o bien domésticos.

Vamos a conocer que tipo de productos deben ir en cada contenedor, y a


diferenciar los materiales de los que están hechos algunos envases o
productos que usamos a diario. Podrás completar esta información con los
diferentes tipos de reciclaje que verás en el menú lateral.
Los colores del reciclaje básicos son éstos:
 Color azul reciclaje (papel y cartón): En este contenedor de color azul,
se deben depositar todo tipo de papeles y cartones, que podremos
encontrar en envases de cartón como cajas o envases de alimentos.
Periódicos, revistas, papeles de envolver o folletos publicitarios entre
otros, también se deben alojar en estos contenedores. Para un uso
efectivo de este tipo de contenedores, es recomendable plegar
correctamente las cajas y envases para que permitan almacenar la
mayor cantidad de este tipo de residuo.

 Color amarillo reciclaje (plásticos y latas): En éste se deben


depositar todo tipo de envases y productos fabricados con plásticos
como botellas, envases de alimentación o bolsas. Las latas de
conservas y de refrescos también tienen que depositarse en estos
contenedores.

 Color verde reciclaje (vidrio): En este contenedor se depositan


envases de vidrio, como las botellas de bebidas alcohólicas. Importante
no utilizar estos contenedores verdes para cerámica o cristal, ya que
encarecen notablemente el reciclaje de este tipo de material.

 Color rojo reciclaje (desechos peligrosos): Los contenedores rojos,


aunque poco habituales, son muy útiles y uno de los que evitan una
mayor contaminación ambiental. Podemos considerarlos para almacenar
desechos peligrosos como baterías, pilas, insecticidas, aceites,
aerosoles, o productos tecnológicos.

 Color gris reciclaje (resto de residuos): En los contenedores de color


gris, se depositan los residuos que no hemos visto hasta ahora, aunque
principalmente se deposita en ellos materia biodegradable.

 Color naranja reciclaje (orgánico): Aunque es difícil encontrar un


contenedor de color naranja, estos se utilizan exclusivamente para
material orgánico. En caso de no disponer de este tipo de contenedor,
como hemos comentado, utilizaríamos el gris.
3. RESIDUOS AGRICOLAS, GANADEROS Y FORESTALES

En este, están incluidos los residuos de las actividades del llamado sector
primario de la economía (agricultura, ganadería, pesca, actividad forestal y
cinegenética) y los productos por industrias alimenticias, desde los mataderos y
las empresas lácteas, hasta las harineras y el tabaco, industrias vinícolas, etc.
Son todos aquellos residuos que se generan a partir de cultivos de leña o
de hierba y los producidos en el desarrollo de actividades propias de estos
sectores. Estos desechos se obtienen de los restos de cultivos o de limpiezas
que se realizan en el campo para evitar las plagas o los incendios y pueden
aparecer en estado sólido como la leña o en estado líquido como los purines,
entre otros.

Los dos grupos de residuos, se generan por necesidades forestales, no


energéticas, y son materiales que no tienen calidad suficiente para otras
aplicaciones que no sean las energéticas. Los residuos de la agricultura,
también pueden generar envases y plásticos. Estos últimos son especialmente
abundantes cuando se emplea el sistema invernadero, y suponen un grave
problema por la difícil degradación en el medio ambiente. También hay que
destacar la elevada concentración de productos químicos fitosanitarios,
como venenos, plaguicidas y fungicidas, así como envases de estos productos.
a) Residuos agropecuarios

1- Los Residuos agrícolas, ganaderos, también llamados agropecuarios, son


los residuos que se originan a consecuencia de la agricultura y la ganadería.
Destacan principalmente los plaguicidas, los abonos químicos, los insecticidas,
los restos agrícolas, los purines y los excrementos de animales ( gallinasa) .
Son muy abundantes y están dispersos, son de difícil control y contribuyen a
una de las principales fuentes de contaminación del suelo y de las aguas
superficiales y subterráneas

b) Residuos Forestales
2- Los residuos forestales se generan por las actividades realizadas en los
bosques ( Sivicultura). Los principales productos son ramas, hojas, raíces, etc.
Todos estos residuos poseen un elevado contenido en materia orgánica,
nutrientes importantes, como nitrógeno, fósforo, y potasio, oligoelementos y se
emplea como abono orgánico o compos. Otra utilidad de estos residuos es su
ocupación como fuente alternativa de energía (Biomasa).Su control es
necesario, con la finalidad de evitar los problemas de contaminación del suelo y
del agua que ocasionan, como el riesgo de incendios
TRATAMIENTO
En las prácticas agrícolas tradicionales, casi todos los restos se aprovechaban.
Se quemaban para obtener energía; abonar los campos; la paja servía para
alimentar el ganado, etc. Los métodos modernos de explotación del campo han
convertido en residuos muchos de estos restos antes aprovechables. En la
actualidad, no hay ganado que trabaje los campos y la paja ha perdido su valor
porque es más rentable alimentar al ganado con piensos compuestos; los
abonos químicos son más baratos que los orgánicos que exigen ser
manipulados.
Los residuos de estas actividades tienen un alto contenido energético. Antes se
aprovechaban quemándolos, pero en la actualidad se está obteniendo gas
metano por la fermentación de la biomasa.
Los restos orgánicos de las explotaciones se acumulan en un reactor en el que
fermentan. En este proceso se produce gas metano que se quema para dar
energía. Si el tamaño de la explotación es suficiente puede abastecerse de
energía y en los países del tercer mundo está siendo la fuente principal de
energía de muchas familias que no tienen acceso a suministros comerciales de
combustible o electricidad.

4. RESIDUOS RADIOACTIVOS
Se considera residuo radiactivo a cualquier material o producto de desecho,
para el cual no está previsto ningún uso, que contiene o está contaminado con
radionucleidos en concentraciones o niveles de actividad superiores a los
establecidos por el Ministerio de Industria y Energía, previo informe favorable
del Consejo de Seguridad Nuclear.
1. Criterios de clasificación de los residuos radiactivos
Hay una amplia gama de residuos radiactivos. Algunos de los criterios más
importantes que pueden servir de base para el establecimiento de
clasificaciones de residuos son: el estado físico, el tipo de radiación emitida, el
período de semidesintegración, la actividad específica y la radiotoxicidad.
1.1 Estado físico
Por su estado físico los residuos se clasifican en sólidos, líquidos y gaseosos.
Este criterio es importante por el distinto tratamiento o acondicionamiento que
reciben los residuos radiactivos según sean sólidos, líquidos o gaseosos.
1.2 Tipo de radiación emitida
Los radionucleidos contenidos en los residuos radiactivos pueden
desintegrarse de diferentes formas, dando lugar a la emisión de diversas
partículas o rayos. Desde este punto de vista, los residuos radiactivos se
clasifican en emisiones α, γ, β.
Debido a que cada tipo de radiación interacciona de distinta forma con la
materia, presentando diferentes longitudes de penetración o lo que es lo
mismo, alcances en el medio irradiado, este criterio condiciona las barreras de
protección, el manejo de los residuos y en general la exposición a las
radiaciones en el lugar de almacenamiento.
1.3 Período de semidesintegración
Como es sabido, la radiactividad decrece regularmente con el tiempo. En
función del período de semidesintegración de los radionucleidos contenidos en
los residuos (o tiempo al cabo del cual la radiactividad se reduce a la mitad), se
puede hacer la siguiente clasificación:
 Residuos radiactivos de vida corta: estos residuos están contaminados
básicamente con isótopos radiactivos cuyo período de
semidesintegración es inferior a 30 años.

 Residuos radiactivos de vida larga: estos residuos están contaminados


con isótopos radiactivos cuyo período de semidesintegración es superior
a 30 años.
Este criterio condiciona las soluciones a poner en práctica a largo plazo por
cuestiones de riesgo potencial, ya que el período de semidesintegración da
idea del tiempo necesario para que un radionucleido reduzca su actividad hasta
niveles aceptables. Así, los residuos de vida corta reducen su actividad inicial a
menos de la milésima parte en un plazo como máximo de 300 años (es decir,
10 períodos). Sin embargo, los residuos de vida larga pueden conservar una
actividad apreciable durante miles de años.
1.4 Actividad específica
Otro de los parámetros más significativos para la clasificación de residuos es
la actividad por unidad de masa o volumen de material radiactivo (actividad
específica). Su unidad de medida en el SI es Bq/gr.
Una cierta porción del residuo, en general, contendrá distintos radionucleidos,
cada uno de ellos con una determinada actividad específica. Para cada
radionucleido hay definido un umbral por encima del cual se considera al
residuo como de alta actividad y recíprocamente, por debajo, como de baja.
Este criterio determina los problemas de protección a corto plazo, ya que el
nivel de actividad de los residuos condiciona el blindaje durante su manejo
normal y transporte.
1.5 Radiotoxicidad
La radiotoxicidad es una propiedad de los residuos radiactivos que define su
peligrosidad desde el punto de vista biológico.
La radiotoxicidad de un radionucleido engloba varios parámetros como el tipo
de radiación, el período de semidesintegración, la mayor o menor rapidez con
que es expulsado del organismo por los procesos orgánicos, y también
depende de si tiende a fijarse selectivamente en determinados órganos o
tejidos.
Tanto la Comisión Internacional de Protección Radiológica (ICRP), como el
Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), y el Organismo de
Energía Atómica de las Comunidades Europeas (EURATOM), han
recomendado una clasificación en cuatro grupos de los radionucleidos, según
su grado de radiotoxicidad por unidad de actividad.
 El primero de dichos grupos o Grupo A comprende los radionucleidos de
más alta toxicidad, entre los que figuran como ejemplos representativos
el 226Ra, el 239Pu y el 241Am.

 El segundo grupo o Grupo B comprende los radionucleidos de toxicidad


entre media y alta, como por ejemplo el 90Sr y los yodos-125, 126 y 131.

 El tercer grupo o Grupo C comprende los radionucleidos de toxicidad


entre media y baja y figuran en él como ejemplos típicos en 32P, el
198Au y el 99Mb.

 Finalmente, el cuarto grupo o Grupo D comprende los radionucleidos de


baja toxicidad entre los que se encuentran el 3H, el 51Cr y el 99Tc. En
este grupo se puede considerar también incluido el uranio natural.

Este criterio sirve de base para fijar los requisitos de protección y seguridad
que han de cumplir las instalaciones en las que se manipulen sustancias
radiactivas, a fin de reducir adecuadamente el riesgo de irradiación interna.

2. Clasificación de los residuos radiactivos


La clasificación más aceptada internacionalmente es la propuesta por el
Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) que divide a los residuos
sólidos, líquidos y gaseosos en distintas categorías:
a) Residuos de baja y media actividad
Sus características principales son:

 Actividad específica por elemento radiactivo baja.


 No generan calor.
 Contienen radionucleidos emisores beta-gamma con períodos de
semidesintegración inferiores a 30 años, lo que quiere decir que reducen
su actividad a menos de la milésima parte en un período máximo de 300
años.
 Su contenido en emisores alfa debe ser inferior a 0,37 Gbq/t. (0,01
curios/tonelada en promedio)
Algunos ejemplos de radionucleidos contenidos en los residuos de baja y
media actividad son el 137Cs, el 90Sr y el 60Co.
b) Residuos de alta actividad
Sus características principales son:
 Contienen radionucleidos emisores alfa de vida larga en
concentraciones apreciables por encima de0,37 Gbq/t (0,01 Ci/t).

 Pueden desprender calor.


Los radionucleidos contenidos en residuos de alta actividad tienen un período
de semidesintegración superior a 30 años, llegando algunos a alcanzar
decenas de miles de años.

3. Origen de los residuos radiactivos


Los residuos radiactivos se generan en las siguientes actividades:

1) Producción de energía eléctrica de origen nuclear. Se incluyen los residuos


generados en todas las etapas por las que pasa el combustible nuclear hasta
ser usado en los reactores nucleares, los residuos de funcionamiento de las
centrales nucleares y los residuos generados en la gestión del combustible
gastado.

2) Aplicaciones de los radisótopos en la medicina, industria e investigación.

3) Clausura de instalaciones nucleares y radiactivas. De todas las actividades


que producen residuos radiactivos, las que originan una mayor cantidad de
residuos tanto en lo que respecta a su volumen, como a su actividad
específica, son las relacionadas con la generación de energía eléctrica.

A continuación vamos a describir los residuos que se producen en cada una de


estas actividades.
3.1 Residuos del ciclo de producción de energía eléctrica
Según su origen se pueden distinguir tres tipos:
 Residuos de la primera fase del ciclo del combustible. Comprende los
residuos generados en las etapas de minería del uranio, fabricación de
concentrados, conversión a hexafluoruro de uranio y enriquecimiento del
uranio y fabricación de los elementos combustibles.

 Residuos generados en el funcionamiento de las centrales nucleares


 Residuos de la segunda fase del ciclo del combustible
Dependiendo de la estrategia de gestión del combustible gastado,
tendremos residuos generados en el reproceso del combustible (ciclo
cerrado), o bien en caso de ciclo abierto, el propio combustible gastado se
considera como residuo (en España los ciclos de energía eléctrica son
ciclos abiertos).
a) Residuos de la primera fase del ciclo del combustible nuclear

Estériles de minería de uranio

En los yacimientos de mineral de uranio (U3O8 ), los residuos sólidos


están constituidos por partes de la roca extraída, con tan bajo contenido
en uranio que no es económico su aprovechamiento. Para evitar riesgos
biológicos, estos estériles se apilan en áreas de la propia mina de forma
tal que su lixiviación y erosión por los agentes atmosféricos sea mínima.

Fabricación de concentrados

En la fabricación de concentrados las pulpas de los rechazos del


mineral de las que se ha separado el máximo posible de uranio (estériles
de planta), se apilan en diques, generalmente en las inmediaciones de la
fábrica de concentrados.
Desde el punto de vista radiactivo estos estériles sólo contienen
radionuclidos naturales, principalmente derivados del decaimiento del U-
238, siendo los de vida superior a un año el 234U, 230Th, 226Ra y
210Pb.

El agua de infiltración a través de los diques conteniendo226Ra y 230Th


es recogida por una red de drenaje y, si es necesario, tratada antes de
su vertido.

Las emisiones del gas radón (222Rn) a la atmósfera, y la dispersión de


pequeñas partículas por el viento se evitan cubriendo los diques de
estériles con una capa de tierra o de asfalto.

Así pues, aunque los subproductos que se originan en la concentración


del uranio son de muy baja actividad específica y de origen natural, han
de ser tratados desde el punto de vista de protección radiológica, debido
a que los isótopos contenidos han pasado de un medio geológico
natural, que los ha retenido durante grandes períodos de tiempo, a un
nuevo emplazamiento donde son almacenados y apilados en superficie.
Conversión a hexafluoruro y enriquecimiento del uranio

La conversión del concentrado de U3O8 en UF6 (volátil), y su


enriquecimiento, generan pequeñas cantidades de residuos, siendo los
de mayor entidad las colas de uranio empobrecido en forma de UF6, que
no suele ser tratado como residuo, pero que por su toxicidad química es
aconsejable su reconversión final a óxido de uranio (UO2) que es el
paso siguiente en el proceso de fabricación del combustible.

En los procesos de descontaminación y operaciones auxiliares, también


se generan algunos residuos líquidos.
Éstos se descargan en unos estanques de retención, para su posterior
tratamiento, con el fin de recuperar el uranio. Este tratamiento de los
residuos líquidos da lugar a barros con pequeñas cantidades de metales
precipitados, no necesitando almacenamiento.

Fabricación de elementos combustibles

Los residuos sólidos producidos durante la fabricación de elementos


combustibles, incluyen papeles, plásticos, ropas, vidrios, metales, etc.
así como los filtros de los sistemas de tratamiento de gases y los barros
obtenidos en el tratamiento de los residuos líquidos.

Los residuos líquidos se originan en el sistema de tratamiento de gases


en la conversión del UF6 a polvo de UO2. También se generan en la
descontaminación de equipos y personal, laboratorios, etc.

Se estima que del total de UO2 procesado en la fabricación desde la


llegada del polvo a la fábrica de combustible, hasta que son introducidas
las pastillas cerámicas en las vainas, alrededor del 0,1% en peso, se
pierde en forma de residuos, que son finalmente almacenados en
bidones metálicos, sin necesidad de blindaje adicional.

b) Residuos generados en el funcionamiento de las centrales


nucleares

La producción de residuos radiactivos en una central nuclear tiene su


origen en el proceso de fisión del combustible que se produce en el reactor.
En este proceso se originan productos de fisión que contienen isótopos
radiactivos de diferentes elementos y neutrones libres.

La experiencia de funcionamiento de los reactores de agua ligera, ha


mostrado que una pequeña fracción de los productos de fisión producidos
pasa al agua del circuito de refrigeración, bien a través de defectos de las
vainas de las barras de combustible o bien por difusión a través de las
mismas.
También aparecen productos de activación radiactivos originados por
bombardeo neutrónico de los materiales estructurales de los elementos
combustibles y de las impurezas del refrigerante primario del reactor, así
como transuránidos de vida larga por procesos de captura neutrónica.

Entre los residuos radiactivos de operación, se incluyen los equipos y


dispositivos que son utilizados para la purificación y limpieza de los
circuitos de refrigeración. Los isótopos radiactivos quedan finalmente
incorporados o acumulados en forma sólida en resinas de intercambio
iónico, o en filtros, así como en forma de concentrados de evaporación, con
el objeto de disminuir el volumen de los residuos líquidos que son
acondicionados en matrices sólidas. Estos residuos son clasificados como
de baja y media actividad. Para una central de agua ligera, se estima que el
volumen de residuos generado por Gw/año de operación, es de 150 m3,
una vez acondicionados. Otros residuos radiactivos incluyen herramientas,
uniformes de trabajo, trapos, papeles, etc. que han sido contaminados
durante los trabajos de reparación y mantenimiento de la central y son
también de baja y media actividad.

c) Residuos de la segunda fase del ciclo del combustible

El combustible nuclear, una vez ha cubierto su etapa de producción de


energía en el reactor, es almacenado en las piscinas de combustible
gastado de la misma central nuclear, para evacuar el calor residual que
produce. A partir de este momento aparecen dos líneas básicas de
actuación:

 Una de las opciones es proceder, después de un período indefinido


de almacenamiento temporal (bien en piscinas, bien en contenedores
en seco), al acondicionamiento y encapsulado del combustible para
seguidamente almacenarlo de forma definitiva en una formación
geológica profunda. Esta opción se denomina ciclo abierto.

 Otra opción básica es proceder, después de un período de


almacenamiento temporal, al reproceso del combustible gastado con
objeto de separar el uranio y el plutonio del resto de componentes
para su utilización posterior en un nuevo proceso de fisión nuclear.
Esta opción se denomina ciclo cerrado.
 Otra tercera opción básica, en estudio, es la del ciclo cerrado
avanzado que incluye la separación del uranio y el plutonio de los
actínidos y productos de fisión. El uranio y el plutonio se reprocesan
para su posterior utilización y los actínidos y productos de fisión se
someten a un proceso de transmutación para disminuir su actividad.

La primera opción implica que todo el combustible gastado es considerado


como residuo, mientras que en la segunda, una vez retirados el uranio y el
plutonio, los residuos resultantes son acondicionados mediante vitrificación
para su posterior manejo y almacenamiento. La tercera opción, en estudio,
contempla la transmutación de los residuos resultantes para disminuir su
actividad.
Ciclo abierto: el combustible gastado como residuo
Cuando se toma la decisión de planificar la energía nuclear en ciclo abierto,
el combustible gastado debe gestionarse como un residuo sólido de alta
actividad.

El combustible quemado en las centrales nucleares se traslada a las


piscinas situadas en las propias centrales, donde se enfría. Dado que la
capacidad de estas piscinas es limitada, es necesario el paso del
combustible gastado por un almacenamiento intermedio, donde su
radiactividad y, consecuentemente, su calor residual, decaiga hasta niveles
aceptables para el almacenamiento definitivo.

Existen dos técnicas utilizadas para el almacenamiento intermedio del


combustible gastado: el almacenamiento en piscinas y el almacenamiento
en seco (bóvedas, contenedores metálicos o de hormigón, etc.).

En el almacenamiento en piscinas, el agua se contamina con productos de


corrosión activados y productos de fisión escapados de elementos
defectuosos. El mantenimiento de la calidad del agua da lugar a la aparición
de residuos tales como filtros y cambiadores de iones. Otros residuos
generados son los filtros de ventilación y los absorbentes de yodo.
Ciclo cerrado: reproceso del combustible gastado
En las plantas de reelaboración se generan residuos sólidos, líquidos y
gaseosos con características radiactivas muy diferentes. Desde este punto
de vista, cabe diferenciar las siguientes corrientes:
 Residuos sólidos de alta actividad constituidos por los
componentes estructurales de los elementos combustibles,
tales como cabezas, vainas, espaciadores, muelles, etc. Contienen
principalmente productos de activación y una pequeña porción de
productos de fisión y transuránidos. Después de un almacenamiento
temporal para decaimiento, se compactan e inmovilizan en matrices
sólidas.

 Residuos líquidos de alta actividad procedentes del primer ciclo


de extracción por disolución del uranio y plutonio. Estos
residuos contienen aproximadamente el 99,5% de los productos de
fisión del combustible, casi la totalidad de los actínidos
(transuránidos) y el uranio y el plutonio no recuperados. Después de
concentrados por evaporación y de un tiempo de decaimiento en
depósitos de diseño especial, estos residuos se inmovilizan en
matrices de vidrio, confinándose en contenedores de acero
inoxidable que se cierran por soldadura. Han de almacenarse unas
decenas de años antes de enviarlos al almacenamiento definitivo.

 Residuos sólidos de actividad baja e intermedia, entre los que


hay que distinguir los que contienen radionucleidos de larga vida
(emisores alfa), por encima y por debajo de un determinado nivel.
Proceden del tratamiento de corrientes lí- quidas y gaseosas
contaminadas que aparecen en los procesos químicos a que se
somete el combustible y en el mantenimiento de la instalación.

Están constituidos, principalmente, por concentrados de


evaporación, resinas de intercambio iónico, filtros para gases, filtros
de ventilación gastados, equipos contaminados, etc., que se
inmovilizan mediante matrices sólidas o mediante conglomerados
hidráulicos. Todos ellos se introducen en contenedores, con o sin
blindaje.
 Residuos gaseosos constituidos fundamentalmente por los
gases nobles de fisión, xenón y kriptón, que se desprenden junto
con el tritio, yodo, carbono, etc. al cortar y disolver los elementos
combustibles. En tratamientos sucesivos se absorben todos los
gases, excepto los gases nobles citados, dando lugar a residuos
sólidos de media y baja actividad. Por su parte, el xenón y el kriptón
se retienen por procedimientos criogénicos o por absorbentes
específicos, almacenándose posteriormente en recipientes metálicos
a presión.

Ciclo cerrado avanzado: separación y transmutación de


radionucleidos de vida larga

En la opción del ciclo cerrado, si de los residuos líquidos de alta actividad


que aparecen en el proceso, se separan los actínidos minoritarios (Np, Am y
Cu), se puede reducir notablemente el inventario radiotóxico de los mismos
antes de su vitrificación. Además de los actínidos minoritarios, pueden
separarse algunos productos de fisión de vida larga de alta radiotoxicidad.
En este proceso de separación, además de los actínidos y los productos de
fisión y del uranio y plutonio obtenidos, se generan residuos radiactivos de
baja y media actividad.

Posteriormente los actínidos minoritarios y productos de fisión de vida larga


separados deben ser transmutados en sistemas adecuados para su
transformación en radionucleidos de vida corta o estable. La transmutación
se puede realizar mediante fisión o por captura neutrónica, necesitándose
un flujo elevado de neutrones de espectro energético adecuado.
Adicionalmente, la transmutación requiere la fabricación de combustible o
“blancos”, a partir de las diversas corrientes separadas en los procesos
anteriores y disponer de instalaciones nucleares específicas donde poder
efectuar el proceso transmutador de forma óptima para los diversos blancos
preparados. Los sistemas propuestos inicialmente para llevar a cabo la
transmutación han sido los reactores nucleares, térmicos y rápidos, aunque
en la actualidad están cobrando mucho interés los sistemas subcríticos
accionados por aceleradores de partículas.
En este proceso de transmutación cabe esperar la producción de residuos,
tanto de baja y media como de alta actividad, que deben ser almacenados.
En resumen, las operaciones conjuntas de separación y transmutación
pueden reducir significativamente el inventario radiotóxico a largo plazo de
los residuos de alta actividad.
TRATAMIENTO
 Incineración: Los hornos a utilizar para este tipo de residuos deben
estar confeccionados para materiales residuales de muy baja actividad,
debido a que los residuos a incinerar están compuestos de papeles,
trapos, plásticos, maderas, entre otros, que poseen pequeñas
cantidades de radioactividad.

 Aislamiento: Consiste en utilizar barras naturales y/o artificiales con el


fin de separar este tipo de desechos al hombre para evitar que los radio
nucleótidos lleguen al medio ambiente o al hombre hasta que su
actividad haya bajado hasta niveles inocuos, de forma que no causen
daño.

 Acondicionamiento: ésta es la primera barrera que se coloca a los


desechos. Consiste en la inmovilización del residuo mediante una matriz
sólida, estable y duradera y su envasado en contenedores que permita
un manejo apropiado del residuo. Las matrices que más frecuentemente
se utilizan en los países que generan residuos de media y baja actividad
son: cemento, asfalto y polímeros. Para los residuos de alta actividad, se
está utilizando hasta el momento el vidrio. Luego de que, de esta forma,
los residuos queden inmovilizados, los mismos se confinan en
contenedores especiales: bidones metálicos normalizados; para los
residuos de baja actividad, y; recipientes metálicos de gran resistencia a
la corrosión, cerrándose estos por soldaduras, para desechos del tipo de
alta actividad.
 Barrera de ingeniería: Consisten en la construcción de barreras donde
se coloca el residuo. Estas instalaciones están compuestas de
estructuras, blindajes y otros sistemas con el fin de mejorar el primer
aislamiento.

 Barrera geológica: Es el medio de la corteza terrestre donde se


colocan los residuos con el propósito de retardar el acceso de lo radio
nucleótidos al hombre, en caso de que fallen las barreras anteriores.

5. RESIDUOS PATOGÉNICOS

Son todos aquellos desechos o elementos materiales en estado sólido,


semisólido, líquido o gaseoso, que presentan características de toxicidad y/o
actividad biológica que puedan afectar directa o indirectamente a los seres
vivos, y causar contaminación del suelo, del agua o la atmósfera; que sean
generados con motivo de la atención de pacientes (diagnóstico, tratamiento,
inmunización o provisión de servicios a seres humanos o animales), así como
también en la investigación y/o producción comercial de elementos biológicos.

Estos tipos de desechos contienen, potencialmente, microorganismos


patógenos con suficiente virulencia y en tal cantidad que, la exposición al
mismo por parte de un huésped susceptible, puede derivar en una enfermedad
infecciosa. Entre los distintos tipos de residuos patogénicos podemos nombrar:
jeringas, guantes usados, restos de sangre, fluidos humanos y de animales,
restos de órganos, elementos corta punzantes contaminados y todo aquel
material que haya tenido contacto con microorganismos potencialmente
patógenos.

CLASIFICACION

Residuos no peligrosos (residuos sanitarios comunes)


Todos aquellos que no queden comprendidos en ninguna de las definiciones
anteriores, cuyas características sean similares a los residuos sólidos
domésticos. En éste sentido sala de operaciones es un amplio generador de
residuos considerados como infecciosos por estar saturados de sangre como lo
es el material blanco utilizado con éste fin.
A su vez es también amplio generador de residuos comunes por el papel y
envolturas utilizados en las dobles envolturas del material estéril.
Residuos peligrosos (contaminados)

a) Infeccioso:

1. Sangre, derivados y otros fluidos orgánicos; materiales saturados con


sangre aun cuando se hayan secado.
2. Materiales biológicos ej. Cultivos, muestras almacenadas de agentes
infecciosos, vacunas vencidas.
3. Materiales provenientes de usuarios con enfermedades infectocontagiosas
ej. Residuos biológicos, exudados o materiales de desechos de salas de
aislamiento de pacientes con enfermedades altamente transmisibles.
4. Piezas anatómicas, patológicas y quirúrgicas ej. Órganos y tejidos.

b) Punzantes o cortantes: aquellos elementos punzo-cortantes, incluso cuando


no hayan sido utilizados, ej. Agujas, bisturíes, ampollas, etc.

c) Especiales: Constituyen un riesgo para la salud o el ambiente por sus


propiedades de: corrosividad, reactividad, explosividad, irritabilidad,
radiactividad y/o toxicidad (ej. mercurio

TRATAMIENTO

Esterilización por Autoclave: El autoclave es un aparato de paredes


resistentes y con cubierta que se cierra por la propia presión y a través de la
misma y a temperaturas elevadas destruye gérmenes patógenos y reduce el
volumen de los mismos en un 75% aproximadamente. Dicha tecnología
consiste en que los residuos ingresen a una cámara herméticamente cerrada,
donde se realiza la esterilización y trituración de los desechos a una presión
aproximada de 2,1 atmósferas y una temperatura de entre 137 a 160 grados
centígrados (dependiendo del tipo de autoclave). Los residuos, luego de ser
sometidos a este tipo de tratamiento, son inertes biológicamente, debido a que
durante el proceso, se eliminan todos los microorganismos y esporas de
bacterias.

Incineración pirolítica: Es un proceso de oxidación térmica a alta temperatura


en el cual los residuos peligrosos son convertidos, en presencia de oxígeno, en
gases y residuales sólidos incombustibles (cenizas). Los incineradores
pirolíticos poseen una cámara primaria de acero con resistencia a altas
temperaturas; esta cámara se encuentra revestida con materiales refractarios,
cuya finalidad es la de retener el calor producido por los quemadores. La
cámara secundaria, de menor tamaño que la primera, consiste también en una
estructura de acero, la cual se encuentra revestida de material refractario que
soporta mayores temperaturas. En la cámara secundaria los gases producto de
la combustión de los desechos sólidos son incinerados mediante un quemador
adicional. Las temperaturas que se deben alcanzar son superiores a los 1200
°C.
6. RESIDUOS DE CONTRUCCION Y DEMOLICION
El origen de los residuos de construcción y demolición tal y como su nombre
indica, provienen de la construcción y demolición de edificios e infraestructuras;
rehabilitación y restauración de edificios y estructuras existentes; construcción
de nuevos edificios y estructuras; así como de la producción de materiales de
construcción, por ejemplo una máquina de hacer hormigón, componentes del
hormigón, artículos de madera, etc. El sector de la construcción y edificación
puede dividirse de acuerdo al objeto de la construcción en:
1.‐ Sector de la edificación ‐ vivienda y edificios utilitarios ‐ el cual incluye:
• El sector de la vivienda que se dedica a la construcción, mantenimiento y
renovación de viviendas.
• El sector de edificación utilitaria que construye mantiene y renueva oficinas,
edificios industriales y similares.
2. Sector de infraestructuras que incluye: • Construcción de carreteras; • Otras
infraestructuras especiales (puentes, túneles, canales etc.)

COMPOSICIÓN
La composición estos residuos, varía en función del tipo de infraestructuras de
que se trate y refleja en sus componentes mayoritarios, el tipo y distribución
porcentual de las materias primas que utiliza el sector, si bien hay que tener en
cuenta que éstas pueden variar de un país a otro en función de la
disponibilidad de los mismos y los hábitos constructivos.
Los materiales minoritarios dependen en cambio, de un número de factores
mucho más amplio como pueden ser el clima del lugar, el poder adquisitivo de
la población, los usos dados al edificio etc. Por otro lado, la composición de las
edificaciones varía a lo largo del tiempo y con ello también cambia la
composición de los residuos, varía según sea la; edad del edificio o estructura
que es objeto de demolición.
6. RESIDUOS MINEROS

GENERALIDADES SOBRE EXPLOTACIONES MINERAS.

De forma genérica, las explotaciones mineras se clasifican en dos grandes


grupos: extracción a cielo abierto y minería subterránea. Hay que precisar no
obstante, que estos dos tipos genéricos no son mutuamente excluyentes,
existiendo minas en las que se perforan galerías de explotación subterránea
desde una corta a cielo abierto.

Otro tipo de minería, de uso muy restringido, es el llamado ʺin situʺ. En este
método, en lugar de excavar el terreno para llegar al recurso explotable, se
procede a perforar una serie de sondeos inyectando en ellos reactivos
apropiados para poner en disolución en las sustancias de interés. La solución
cargada en las mismas es bombeada a través de otros sondeos,
procediéndose a un tratamiento para su separación.

El método elegido de explotación viene determinado por un conjunto de


factores tales como la localización, geometría, morfología, profundidad,
economía, requerimientos medioambientales e incluso (en tiempos pasados) la
tradición. Dependiendo del método y del tamaño de la mina, el proyecto
conlleva una diferente capacidad de extracción de mineral y de generación de
residuos. La composición de estos también puede cambiar según el método
minero empleado.

A igualdad de recursos explotables, la minería a cielo abierto conlleva un mayor


movimiento de tierras que las explotaciones subterráneas, lo cual implica el
alma‐ cenamiento de grandes cantidades de materiales estériles,
incrementándose la superficie ocupada por el conjunto de las instalaciones
mineras. La minería subterránea no está exenta de estas mismas necesidades,
aunque son proporcionalmente menores. Esta última presenta aspectos
relacionados con la seguridad que son particulares de este tipo de
explotaciones (desbarres y caídas de bloques en interior, hundimientos en
superficie, etc.). A continuación se exponen sucintamente los principales
métodos de explotación.
2.1 MINERÍA A CIELO ABIERTO.

Cortas:
Es un método de explotación muy extendido en la minería metálica y del
carbón. En esencia se trata de un banqueo descendente con secciones
transversales troncocónicas.

La explotación de cada paso o banco produce un tonelaje de material extraído


correspondiente a los estériles que rodean al depósito, el cual se manda
directamente a las escombreras, y un tonelaje de mineralización que es
selectivamente clasificado para almacenamiento o se manda directamente a
planta de procesado.

La relación entre el tonelaje de materiales estériles a ser extraídos y la


cantidad de mineral obtenido, condiciona enormemente la viabilidad de una
mina. Si esta relación se hace muy alta, especialmente cuando la mina ya ha
alcanzado bastante profundidad, la explotación se hace antieconómica.

Las cortas pueden alcanzar dimensiones espectaculares, como el caso


de ʺCorta Atalayaʺ (Río Tinto, Huelva), con más de 300 m de profundidad y
900 m de diámetro. En este tipo de explotaciones metálicas, el relleno del
hueco excavado es imposible de acometer con los estériles extraídos.
En la minería del carbón a cielo abierto, las cortas suelen ser susceptibles de
relleno parcial utilizando los estériles extraídos en la explotación. Los
yacimientos, con geometría estratiforme, son atacados por un extremo y el
paulatino avance de la explotación permite el relleno de la zona ya explotada.
Además de la restauración de la zona recientemente explotada, este sistema
es ventajoso desde el punto de vista económico, al ser muy corta la distancia
de transporte de los estériles.

Descubiertas:
Son explotaciones a cielo abierto que se aplican en yacimientos
subhorizontales en los que el recubrimiento por estériles sea generalmente
inferior a 50 m. Consiste en una excavación de marcado carácter lineal, a modo
de trinchera. Cada una de estas excavaciones lineales se denomina módulo.
Una vez explotados los recursos de un módulo, se procede a la excavación del
siguiente, que será paralelo y colindante con el anterior. Los estériles extraídos
en cada módulo se depositan en el hueco creado por la excavación del módulo
previo. Cuando este método de explotación es aplicable, la facilidad de
operación y la proximidad de la zona de depósito de los estériles representan
una gran ventaja.

Otros métodos de explotación a cielo abierto son las terrazas y la minería de


contorno. El método en terrazas consiste en un banqueo con avance
unidireccional. Se aplica en yacimientos subhorizontales, de uno o varios
niveles mineralizados.
Canteras:
Más que un método minero, cantera es un término genérico utilizado para
explotaciones de rocas industriales y ornamentales. En el primer caso el
producto a obtener suele ser un todo‐uno fragmentado, destinado a la
construcción en forma de áridos, fabricación de cementos, etc. Dado el escaso
valor económico de estos materiales, las canteras suelen estar situadas en las
proximidades de la zona de consumo, por lo que la repercusión de los costes
de transporte en el precio del producto es escasa y permite mantener este en
márgenes aceptables para el mercado. En el caso de las rocas ornamentales,
lo más frecuente es que se trate de obtener grandes bloques en forma de
paralelepípedo, que más tarde son cortados y pulidos en placas de diferentes
espesores según su uso, dependiente a su vez de las condiciones de un
mercado muy competitivo y que frecuentemente no se rige tanto por el valor
intrínseco del producto como por aspectos subjetivos (colores, modas, etc.).

En estos tipos de explotaciones, no cabe prácticamente hablar de escombreras


en el sentido de materiales estériles que es necesario retirar para acceder al
material objeto de la explotación, reduciéndose los acopios en general a
productos desechados por no cumplir los estándares de calidad deseados.
Graveras:
Al igual que en el caso anterior, más que un método minero en sí, el término
gravera se refiere genéricamente a las explotaciones de ciertos tipos de
materiales, en este caso detríticos (fundamentalmente gravas y arenas) cuya
demanda está muy ligada al sector de la construcción.

Los ambientes geológicos para la acumulación de recursos de este tipo son


sedimentarios (fluviales, marinos, eólicos, etc.), encontrándose la mayoría de
las explotaciones situadas en los márgenes de los cursos de agua.
2.2 MINERÍA SUBTERRÁNEA.
Las características generales de un yacimiento (profundidad, geometría, etc.)
pueden determinar que la única alternativa viable sea la minería subterránea.
Existe una gran variedad de métodos de explotación, dependiendo
fundamentalmente de la geometría del yacimiento (tabular o irregular) y el
comportamiento mecánico del macizo rocoso.
Así, la explotación de cuerpos tabulares de materiales competentes (mecánica.
mente resistentes) suele acometerse mediante los métodos de hundimiento por
subniveles o por el de cámaras y pilares. En el caso de rocas incompetentes,
se hace necesario disponer rellenos para la sustentación de las labores
(métodos de cámara con relleno y cámaras con almacenamiento de zafras). En
yacimientos de geometría irregular (tipo pórfido cuprífero), se suele acudir al
método de hundimiento de bloques.
Todas las operaciones llevadas a cabo en profundidad, están conectadas con
otras en superficie por una serie de pasadizos abiertos en el material que rodea
a depósito, pozos y galerías cruzadas para el paso del personal y la maquinaria
extracción del mineral y drenaje de agua, así como para ventilación.

Pueden establecerse una serie de diferencias fundamentales respecto a la


minería a cielo abierto:

‐ La capacidad de extracción es generalmente mucho más baja que en las


explotaciones a cielo abierto.

‐ La cantidad de estériles producidos por unidad de mineralización extraída es


mucho más baja que en minería de superficie.

‐ En superficie, la extensión de terreno requerida para este tipo de minería es


considerablemente menor que para la extracción a cielo abierto.

‐ Además de los riesgos de fallo mecánico en elementos de superficie


(escombreras y diques de balsas), existen riesgos adicionales en este tipo de
explotaciones (caída de bloques y colapsos subterráneos).
RESIDUOS GENERADOS EN LA MINERIA

En el apartado anterior se han descrito muy someramente los principales tipos


de explotaciones mineras, que en esencia no son sino métodos optimizados
para acceder y explotar los materiales de interés. Ahora bien, salvo
excepciones, el material así extraído no es un producto directamente vendible o
si lo es, su precio será inferior que si se somete a procesos de tratamiento que
aumenten su pureza o concentración. En la mayoría de las explotaciones
mineras se encuentran presentes, en mayor o menor medida, una serie de
procesos conducentes a conseguir este enriquecimiento del producto a
comercializar.

Los residuos mineros van a estar caracterizados en cuanto a su tipología por


los procesos generadores de los mismos:

1.‐ Residuos de la extracción: Aquí podemos incluir el suelo vegetal, los


terrenos de recubrimiento, la roca estéril y el mineral de baja ley. Salvo los
últimos, los demás se tratan simplemente de materiales inertes cuya principal
problemática es el gran volumen generado, que precisa grandes escombreras
para su disposición en las proximidades del yacimiento. Los minerales de baja
ley, también se acopian en escombreras próximas al yacimiento de forma
separada a los anteriores ante la previsión de su posterior recuperación.
2.‐ Residuos del tratamiento: Pueden ser de diversos tipos, variando con el
tratamiento sometido a los materiales:

 Flotación: Proceso que genera lodos residuales, constituido por una


suspensión acuosa de la mena triturada y tratada, a la que se le ha
extraído el componente mineral de interés mediante un proceso de
flotación diferencial. Contiene también los residuos de los reactivos
empleados en el proceso de tratamiento.

 Lixiviación: Va a generar residuos constituidos por la MENA triturada y


tratada, a la que se le ha extraído el componente de interés mediante
disolución con un agente lixiviante, que puede ser ácido sulfúrico (en el
caso del Cu) o cianuro sódico (en el caso del Au y Ag).
 Fundición: Genera residuos constituidos por escorias vítreas
(generalmente de composición silicatada y de alta estabilidad que son
depositadas en escombreras), “polvos de humo” (materia particulada
con alto contenido en metales pesados, resultante de la depuración de
las emisiones atmosféricas) y lodos o barros de similar composición.

 Refino electrolítico: Genera residuos como los lodos electrolíticos (con


alto contenido en metales que pueden ser procesados posteriormente
para su recuperación).
Evidentemente, como en toda instalación industrial, en las explotaciones
mineras se generan residuos asociados a la maquinaria utilizada en las
operaciones (aceites y grasas lubricantes, baterías, líquidos hidráulicos, filtros,
etc.). Estos residuos y los derivados de reactivos necesarios para el tratamiento
de los minerales (p. ej. xantatos, ditiofosfato, amilxantato potásico, etc.), tienen
sus cauces de gestión como residuos de origen industrial.

Tampoco se incluyen en el esquema previo los procesos y residuos que


seguirían a la obtención del concentrado de mena. En minería metálica estos
concentrados se someten a procesos metalúrgicos (piros metalúrgicos, hidro-
metalúrgico o electrometalúrgico) para la obtención de los metales presentes
en los concentrados.

No obstante, en algunos casos estos procesos se realizan o se han realizado


en el entorno de la propia explotación, por lo que especialmente en la
evaluación del estado ambiental de explotaciones mineras abandonadas, es
relativamente frecuente encontrar acopios de residuos procedentes de dicha
actividad (p.ej. escorias, cenizas y lodos solidificados).

El procesado en la minería del carbón no es sino un caso particular del


aplicado a los minerales metálicos. Si en estos los minerales de interés vienen
acompañados de una serie de impurezas o ganga, asociado al carbón también
se presentan una serie de impurezas inorgánicas incombustibles que
disminuirían la calidad del mismo si no se eliminaran.

Así como en la minería metálica la parte útil es generalmente de mayor peso


específico que la ganga, en el carbón ocurre lo contrario, pero en esencia los
procesos en ambos casos son conducentes a separar materiales de diferente
densidad, por lo que en la preparación mecánica del carbón se utilizan, con
ciertas variantes, los mismos principios y dispositivos.

De acuerdo con lo expuesto, los residuos que caracterizan las actividades


mineras son las escombreras y las balsas de lodos
3.- ESCOMBRERAS Y BALSAS DE LODOS
LAS ESCOMBRERAS
El acceso al cuerpo mineralizado requiere la extracción de los materiales supra
yacentes y colindantes con el mismo. Esto aplica tanto a la apertura y progreso
de una mina a cielo abierto como a la excavación de galerías en una
subterránea, si bien en este último caso las necesidades de acopio en
escombreras exteriores son menores, en parte por el tipo de excavación y en
parte porque los materiales extraídos pueden ser usados como elementos de
relleno o sustentación en el interior de la mina.

Una vez que los trabajos de aproximación alcanzan la masa mineralizada,


entra en juego el criterio de ʺley de corteʺ, es decir, la selección dentro de la
masa mineralizada de la porción que se enviará a tratamiento para la obtención
de concentrados y la que, por presentar concentraciones excesivamente bajas,
no es apta para dicho fin y se llevará a las escombreras.

Es importante señalar que esta ʺley de corteʺ está marcada por criterios
económicos y tecnológicos, siendo variable entre distintas explotaciones y en
una misma explotación a lo largo del tiempo. Así, una escombrera formada por
materiales con baja ley de mineralización, puede pasar a ser un recurso
explotable, aspecto este contemplado en la legislación minera.
Las características de las escombreras son muy variables, dependiendo de la
naturaleza del yacimiento y de los métodos extractivos. La granulometría de los
materiales abarca un rango desde tamaños limo o arena hasta bloques de
varios metros cúbicos. Igualmente, la composición geoquímica varía no solo
entre las escombreras de diferentes explotaciones, sino en una misma
explotación dependiendo de la zona de procedencia de los materiales
excavados.
Las escombreras correspondientes a materiales con baja ley de mineralización
en un yacimiento metálico, al ser expuestas a la intemperie pueden sufrir una
serie de transformaciones que conlleven la movilización de los metales,
anteriormente retenidos en las redes cristalográficas de los minerales que
conforman el yaci‐ miento. Un fenómeno de gran importancia medioambiental
es la generación de aguas ácidas a partir de escombreras que contengan
sulfuros, lo cual es frecuente tanto en la minería metálica como en la del
carbón.

En las escombreras de explotaciones de carbón es relativamente frecuente el


fenómeno de la combustión espontánea, consecuencia de la rápida oxidación
(reacción exotérmica) y la baja conductividad calorífica de los materiales. La
con‐ junción de ambas circunstancias puede dar lugar a que la escombrera
entre en auto combustión, con desprendimiento de S02.
Otro tipo de material que puede encontrarse acopiado en escombreras
corresponde a residuos de los procesos de tratamiento (lodos).

LOS LODOS

Están constituidos principalmente por partículas sólidas inmersas en un medio


acuoso, por lo que es de vital importancia en su caracterización estudiar y
conocer las relaciones existentes entre las distintas fases que presentan
(sólida, líquida y gaseosa).
En un lodo no saturado los volúmenes comprendidos entre las partículas
sólidas están rellenos, en parte, de agua y aire, donde la proporción de aire va
a depender, por consiguiente, de la de agua. El contenido de aire debe
reducirse todo lo posible, puesto que no va a contribuir a la resistencia del lodo
como conjunto. De hecho, los efectos de la compactación disminuyen la
capacidad de aire mientras que el esponjamiento obra en sentido contrario.
Los volúmenes ocupados por el aire y el agua en el suelo se expresa como
volumen de poros o volumen de vacíos, que su suma total es lo que se
conoce como porosidad.
La porosidad depende de la forma y de la uniformidad del tamaño de los
granos de materia sólida y de las condiciones de sedimentación. Esta
sedimentación se produce con interferencias entre partículas debida a su
concentración, carga eléctrica y mineralogía, por lo que resulta difícil estimar la
porosidad con la que queda la estructura inicial del lodo.
Los lodos se depositan hidráulicamente, donde las partículas más gruesas o
arenas se depositan rápidamente, mientras que las finas fluyen y se depositan
a distintas distancias.
En el siguiente gráfico se muestra una clasificación granulométrica en función
de la distancia al punto de descarga de lodos.

Podemos diferenciar en el proceso de sedimentación la componente horizontal


y la vertical. Las partículas gruesas se depositan desde el punto de descarga
del lodo a medida que éste se desplaza formando la playa de residuos,
mientras que las partículas finas se depositan únicamente cuando alcanzan la
zona del lago o balsa de decantación con el agua inmóvil, formando así la zona
limosa.
La sedimentación de los finos sigue un proceso completamente diferente al de
las partículas gruesas; dicho proceso es básicamente el de sedimentación en la
vertical y se produce en la balsa de decantación. La cantidad de finos que se
van a sedimentar tiene un efecto importante, por tanto, para el
dimensionamiento de la balsa o lago de decantación.
Propiedades físicas de los lodos:
El comportamiento de los lodos va a venir determinado por sus propiedades y
también por la naturaleza del depósito. La deposición de los lodos puede dar
lugar a dos clases fundamentales de material: arenas depositadas mediante
mecanismos hidráulicos y limos depositados mediante procesos de
sedimentación.
Las propiedades de los lodos arenosos suelen ser similares a la de los suelos
naturales tamaño arena, mientras que la de los lodos limosos presentan un
comportamiento más complejo.
Entre las propiedades de estos, destacaremos las siguientes:

a) Granulometría
Los residuos mineros tienen como característica principal el tamaño de las
partículas sólidas porque va a determinar sus posibilidades de
aprovechamiento y recuperación. La granulometría va a depender de los
procesos minero-metalúrgicos empleados para concentrar o extraer los
minerales, por ejemplo, en el caso del carbón, la separación por gravedad lleva
consigo estériles más gruesos que la flotación. En operaciones con minerales
de cobre, donde la recuperación se hace por lixiviación en eras, los residuos
tienen una granulometría gruesa, del tamaño de grano de una grava.

Por tanto, podemos decir que la granulometría de las partículas sólidas va a


determinar el posible aprovechamiento o la calidad de los lodos para la
construcción de una presa de residuos, por ejemplo, tal y como se muestra en
los datos de la siguiente tabla.

En un tipo de descarga convencional de lodos, las partículas más gruesas o


arenas se depositan rápidamente formando una playa junto al dique de la presa
si es ahí donde se encuentra el punto de descarga, mientras que el resto de
partículas fluyen como lamas (partículas interiores a 0,1 mm) hacia el interior
de la presa.

En la siguiente figura se muestra la disposición longitudinal de la


sedimentación de los distintos tipos de lodos en función de su granulometría en
la playa de una hipotética balsa o presa.
b) Plasticidad
Es la propiedad que permite al material sufrir deformaciones sin recuperación
elástica perceptible y sin resquebrajarse ni desmenuzarse. También la
podemos definir como la capacidad que tienen ciertos materiales para cambiar
de formar, bajo una carga constante, sin cambio apreciable de volumen.
La plasticidad de los lodos procedentes de las plantas de tratamiento de
mineral viene dada en función del tipo de estéril y del porcentaje de finos que
presenten. Esta plasticidad se determina por los llamados límites de Atterberg
(límite líquido y límite plástico), que nos sirve para determinar la humedad para
la cual un suelo pasa del estado líquido al plástico y de éste al sólido.
c) Peso específico
Generalmente los lodos están saturados, es decir, todo el volumen de vacíos
entre partículas sólidas están ocupados por el medio acuoso, por lo que de
esta forma, podemos hablar de la proporción de sólidos respecto a la mezcla
total y que se denomina concentración.
El peso específico de los lodos es muy variable en función de las
concentraciones de mineral y estéril, de la granulometría, de la presencia de
elementos secundarios, etc. En el caso de lodos secos, su peso específico
depende de las condiciones de consolidación de los mismos en la balsa y de la
evolución del índice de poros de la deposición inicial hasta el estado final bajo
vertidos sucesivos.
d) Permeabilidad
Es un concepto relativo. Un material se considera permeable cuando está
situado entre otros menos permeables que él, por lo que podemos decir que
todos los materiales son más o menos permeables. En este sentido podemos
afirmar que el agua filtra a través de todos los materiales, con la única
diferencia de la magnitud o intensidad. Aquí lo que podemos hablar es del
grado de permeabilidad de cada material, que va a depender de la amplitud de
los huecos o vacíos continuos que existan entre sus partículas.
Por lo tanto, la variación de la permeabilidad es función de la granulometría de
los lodos, de su plasticidad, del modo de deposición y de su profundidad en el
depósito.
Algunos valores típicos de permeabilidad de los residuos mineros se muestran
en la siguiente tabla:

e) Consolidación
En aquellos lodos que en un principio están constituidos por materiales sin
consolidar vertidos en suspensión, las porosidades suelen presentar valores
muy elevados. Por eso, cuando se realizan vertidos sucesivos y continuos de
lodos, se origina un gradiente de presión debido al peso de éstos, que hace
que el agua escape hacia las superficies libres, con lo cual los lodos se
consolidan, reduciendo así su porosidad.
Los residuos generados en los procesos de tratamiento de los minerales,
frecuentemente denominados con el anglicismo ʺtailingsʺ, están constituidos
fundamentalmente por la ganga, es decir por los minerales que acompañan a
los que son objeto de la explotación (mena) y de los que son separados por
una serie de técnicas. Adicionalmente, restos de los reactivos utilizados para el
tratamiento quedan incorporados en mayor o menor medida a estos residuos,
abarcando un amplio espectro de sustancias químicas de diferente
comportamiento ambiental y muy distintas características toxicológicas (p.ej.
cal, aceite de pino, cianuros).
Los residuos de los procesos de tratamiento son fundamentalmente lodos y se
disponen en presas o balsas. Son presas de lodos aquellos depósitos que, por
estar situados en todo o en parte por encima de la cota del terreno circundante,
requieren una estructura de dique para la contención de los lodos depositados.
Las balsas son aquellos depósitos que, por estar situados en su totalidad por
debajo de la cota del terreno circundante, no requieren una estructura de dique
para la contención de los lodos.
No obstante, según el grado de humedad original en los diferentes lodos
producidos durante el tratamiento, parte de ellos pueden ser desecados y
dispuestos a modo de escombreras de materiales finos.
Las presas y balsas pueden encontrarse en explotaciones metálicas, de
carbón, en canteras o graveras. En este último caso, lo que se acumula en las
balsas son materiales finos (limos) provenientes del lavado de las gravas o
arenas objeto de la explotación. Por este motivo, no presentan problemas de
transferencia de contaminantes al medio, si se exceptúa el incremento de
turbidez en los cursos de agua a los que puedan llegar en caso de contención
defectuosa en la balsa.
Las presas de residuos en las explotaciones de carbón contienen
fundamentalmente materiales finos de las rocas entre las que se sitúan los
filones (fragmentos de pizarras y cuarcitas p. ej.), estando siempre presentes
restos de carbones de mala calidad, piritas y azufre.
En cuanto a los lodos almacenados en las presas de explotaciones metálicas,
son evidentemente de composición muy variada según el yacimiento en
cuestión y los métodos de tratamiento.
CONCLUSIONES
 Notamos que sin un adecuado manejo de los residuos sólidos causaría
una grave contaminación ambiental.
 Los residuos reactivos son los más peligrosos para el hombre con lo
cual su tratamiento debe ser riguroso para no perjudicar a personas.
 Al igual que los residuos radiactivo la minería también causa muchos
residuos perjudícales para la agricultura que sin un buen manejo
perjudica a la tierras volviéndolas inertes.

BIBLIOGRAFIA

http://residuos.webnode.es/residuos/residuos-agricolas-ganaderos-y-
forestales/
http://www.cenaque.org.uy/documentos/gest_residuos
Gestión de Residuos Peligros-DIGESA 2006
Residuos Mineros –Emilio Romero
Origen y Gestión de Residuos Radioactivos-Colegio Oficial de Físicos

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