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papeles

CRISTIANISME I JUSTÍCIA «Pobreza»


se escribe
en femenino
Suplemento del Cuaderno n. 199 de CJ - (n. 233) - Junio 2016
Roger de Llúria, 13 - 08010 Barcelona - 93 317 23 38 - info@fespinal.com
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Escuchamos a menudo que «la pobreza tie- creciente que afecta a las mujeres», «favo-
ne rostro de mujer», pero ¿a qué se debe? recer la igualdad en el acceso a la educa-
¿Cómo influye el género en el riesgo de ción en todos sus niveles», «promover el
sufrir pobreza? ¿Realmente visualizamos acceso al empleo digno y a los ámbitos de
esa realidad? ¿A qué nos referimos cuando decisión sobre su actividad económica»
hablamos de feminización de la pobreza? o «erradicar la desigualdad de mujeres y
¿Qué supone este fenómeno para las muje- hombres en la gestión de los recursos na-
res? Acerquémonos a las respuestas. turales y la protección del medio ambien-
En la IV Conferencia Mundial sobre la te», entre otras áreas de acción críticas que
Mujer organizada por las Naciones Uni- tienen una relación directa con el empo-
das en Beijing en 1995, se adoptó por brecimiento diferencial de las mujeres.
consenso un documento que ha servido
de marco para las políticas de igualdad
durante dos décadas, pero que en la prác- Algunos datos
tica ha sido ignorado sistemáticamente:
la Declaración y Plataforma de Acción A día de hoy, los derechos económicos de
de Beijing. En ella se muestra la necesi- las mujeres siguen siendo vulnerados. Se-
dad de afrontar desde diferentes ámbitos gún el Programa de las Naciones Unidas
(educación, medio ambiente, economía, para el Desarrollo (PNUD), la extrema
comunicación, etc.) la relación entre las pobreza afecta a unos 1.500 millones de
mujeres y la pobreza. A su vez, se exige personas; y el 70% de ellas son mujeres.
el compromiso de los estados participan- Junto a la dificultad de acceso a la edu-
tes para «superar la pobreza persistente y cación, a la tierra y al crédito, o a la ma-
yor precariedad y vulnerabilidad en el ciales en España del Consejo General
mercado laboral, uno de los factores que del Trabajo Social I y II ISSE 2013-
contribuyen al empobrecimiento de las 2015).
mujeres es la brecha salarial. Así se re- • Menos del 20% de quienes poseen tie-
fleja en el Informe de UGT La igualdad rras son mujeres (Fuente: FAO).
salarial, un objetivo pendiente (22 de fe- • El 40% de las mujeres sin hogar han
brero de 2016): sido agredidas, el 61% han sufrido robos
y el 24% han sido víctimas de agresio-
Las políticas económicas centradas en los nes sexuales (Fuente: INE).
recortes de las retribuciones a la población • Las mujeres suponen un 70% de los tra-
asalariada tienen un efecto directo en la bajadores a tiempo parcial (Fuente: EU-
desigualdad entre mujeres y hombres, ya ROSTAT).
que acarrean como consecuencia directa • Las mujeres cobran de media un 23,9%
un aumento de la discriminación salarial. menos al año que los hombres por ocu-
Dichas políticas han afectado a todos los par puestos de trabajo de igual valor
sectores de actividad, pero en los sectores (Fuente: EUROSTAT y UGT).
más feminizados, retribuidos con bajos • El 95% de las personas que están fue-
salarios, han empeorado las ya precarias ra del mercado laboral para dedicarse
condiciones salariales de varios millones a  los cuidados  son mujeres (Fuente:
de trabajadoras. Un total de 2.432.300 tra- INE y UGT).
bajadoras tuvieron unos ingresos medios • 2/3 de los 796 millones de personas
brutos anuales por debajo de 16.700 eu- adultas analfabetas del mundo son mu-
ros. Pero todas las mujeres, en todos los jeres (Fuente: UNESCO).
sectores de actividad, están afectadas por • En las zonas rurales, muchas mujeres
discriminaciones salariales. obtienen su sustento de la actividad
agrícola de pequeña escala, casi siem-
Y todavía se pueden aportar muchos pre de manera informal y a menudo sin
otros datos sobre esta dramática situación: remuneración (Fuente: ONU Mujeres).

• El 85% del empleo destruido durante la


crisis financiera estaba ocupado por mu- Feminización de la pobreza:
jeres (Fuente: CCOO). olvidadas e invisibles
• El 94% de los hogares monoparenta-
les –con muchas más dificultades para Si bien tanto mujeres como hombres su-
sostener la unidad familiar– está enca- fren pobreza, a la luz de estos datos no
bezado por mujeres (Fuente: Insocat, es arriesgado afirmar que la pobreza tam-
Indicadores sociales en Cataluña en bién es una cuestión de género y que la
relación al contexto estatal y europeo). idea de que la vida de las mujeres está
• El perfil medio de la persona usuaria mejorando en todo el mundo es un espe-
de servicios sociales es el de una mujer jismo. Gemma Nicolás Lazo, en su artí-
de 36 a 50 años con estudios primarios, culo «Feminismos, concepto sexo-género
con hijos, en paro y con unos ingresos y derecho», confirma que «la ratio de
medios mensuales de entre 300 y 500€ pobreza de las mujeres es siempre supe-
(Fuente: Informes de los Servicios So- rior en un contexto geográfico concreto.
Aunque el volumen total de trabajo que mujeres sigan sin estar representadas po-
realizan es más de la mitad del estimable líticamente y no puedan tomar decisiones
para toda la humanidad, perciben tan solo en sus comunidades de forma igualitaria.
un tercio de la remuneración global». La Las mujeres en situación de pobreza,
desigualdad de género, por tanto, supo- además, se enfrentan a un silenciamiento
ne un enorme impedimento para que las añadido, ya que no se las tiene en cuenta
mujeres puedan vivir libres de pobreza y en las decisiones sobre cómo gestionar la
conseguir los recursos materiales e inma- misma economía que las margina o cómo
teriales necesarios para hacerle frente. compartir los bienes.
La feminización de la pobreza es un
fenómeno que ha estado invisibilizado
durante mucho tiempo, ya que cuando se Violencia económica: la alianza
estudiaban las situaciones de pobreza o perfecta entre capitalismo
exclusión social no se incluía la categoría y patriarcado
de género entre las variables del análisis,
ocultando así una parte esencial de la rea- Patriarcado y capitalismo son dos siste-
lidad que tiene que ver con la situación mas sociales que quebrantan los derechos
de vulnerabilidad extrema en la que el de las mujeres al favorecer la redistribu-
sistema socioeconómico coloca a millo- ción de los recursos de forma asimétrica
nes de mujeres en todo el mundo. en beneficio de los hombres. Tal como
La feminización de la pobreza es in- afirma Rocío Domínguez Cejudo, esa
cuestionable tanto en los países empobre- desigualdad en la distribución de bienes
cidos como en los países supuestamente y recursos genera violencia económica,
desarrollados, aunque la magnitud de su «una forma de opresión y control sobre
impacto sea distinta. El PNUD la define la población femenina que está completa-
incluyendo cuatro conceptos que se inte- mente asumida por el sistema económico
rrelacionan y retroalimentan entre sí:1 capitalista» y que se puede definir como
«todo acto de fuerza o poder, ejercido
1. Un predominio de mujeres entre los contra las mujeres y que vulnera sus de-
pobres. rechos económicos», tanto en el espacio
2. El impacto no fortuito, con sesgo de público como en el ámbito privado.
género,2 de las causas de la pobreza. Personas, empresas, instituciones,
3. Una tendencia creciente de manera estados y sistemas ejercen violencia eco-
exponencial de las mujeres entre los nómica y controlan los recursos (dinero,
pobres. (En este sentido, la feminiza- puestos de trabajo, tierra…) limitando así
ción de la pobreza es un proceso, no el desarrollo integral de las capacidades
simplemente un estado de cosas en una de las mujeres y su ejercicio de la ciuda-
coyuntura particular.) danía. Se trata de una forma de violencia
4. El grado de visibilidad de la pobreza de género invisibilizada y naturalizada en
femenina. nuestra sociedad que se ha acentuado con
la globalización de las políticas neolibe-
En cuanto a este último punto, cabe rales. Así lo exponía Victoria Sendón de
añadir que la invisibilidad de la pobreza León en una conferencia pronunciada en
femenina se verá reforzada mientras las Madrid en abril de 2001:
La entrada de considerables contingentes mina «feminización de la supervivencia»
de mujeres al mercado global de trabajo ante un sistema que, tal como afirma Ju-
en unas condiciones de sobreexplotación dith Butler, «excluye la feminidad y fe-
difíciles de imaginar en el mundo desa- miniza lo excluido».
rrollado es una de las condiciones de
posibilidad de aplicación de las políticas
neoliberales. La importancia numérica de La economía feminista: un nuevo
mujeres en las maquilas o zonas francas horizonte
vinculadas al vestido y al montaje electró-
nico significa que hay sectores económi- En su libro Globalización y desigualdad
cos ocupados mayoritariamente por mu- de género,3 Paloma de Villota describe
jeres. […] Hay que señalar, además, que cómo «los modelos económicos han re-
la globalización de las políticas neolibe- flejado casi exclusivamente la economía
rales, lejos de dejar un saldo positivo para de mercado, dando cuenta de un mercado
las mujeres, significa mucho más trabajo laboral caracterizado por una participa-
gratuito y mucho más trabajo mal pagado. ción masculina libre de restricciones re-
productivas».
La globalización y la deslocalización Para romper con esta situación solo
de las industrias a países empobrecidos nos queda atender a las propuestas que
en busca de mano de obra barata –mucho desde el feminismo cuestionan este siste-
más barata en el caso de las mujeres si ma económico depredador y sus nefastas
tenemos en cuenta de nuevo la brecha sa- consecuencias, y que replantean concep-
larial entre los dos géneros–, convierte en tos como bienestar, mercado, crecimien-
objetos a las mujeres, que se ven obliga- to económico, producción, consumo o
das a aceptar empleos mal pagados y sin progreso.
garantías laborales, y que han de combi- A su vez, la economía feminista visi-
nar a menudo con el trabajo doméstico no biliza el trabajo femenino tantas veces vi-
remunerado propiciado por los recortes lipendiado y propone alternativas que po-
de programas sociales y las políticas de nen en valor la economía de cuidados y
ajuste, sufriendo así en grado extremo la el respeto del medio ambiente para cons-
violencia económica. truir un sistema sostenible que garantice
De este modo observamos que no es- una vida digna también para las mujeres.
tamos hablando solamente de «feminiza-
ción de la pobreza» y de la explotación Sonia Herrera
laboral a escala global, sino de lo que la Especialista en igualdad de género
socióloga holandesa Saskia Sassen deno- Miembro del Área Social de CJ

1. Citado por Paula Lucía Aguilar en «La feminización de la pobreza: conceptualizaciones actuales y potenciali-
dades analíticas». Revista Katálysis (2011). México: Universidad Autónoma del Estado de México, núm. 14 (1).
2. Rocío Domínguez Cejudo, en la conferencia «La otra cara de la moneda. La invisibilización de las mujeres en
la economía, otra forma de violencia», sostiene que «la mayor exposición de las mujeres a la pobreza se debe
a los mayores niveles de inseguridad, precariedad y vulnerabilidad que sufren por su posición subordinada a
los hombres en el sistema de relaciones de género».
3. Paloma de Villota (coord.) (2014). Madrid: Síntesis.

Imprime: Ediciones Rondas S.L. - ISSN: 1135-7584 - D. L.: B-45397-95

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