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Receta de cocina para preparar Huevos Divorciados

Ingredientes

 1 tortilla de maíz.
 2 huevos.

Ingredientes para preparar la sala roja

 1/4 de taza de aceite.


 1 cucharada de cebolla finamente picada.
 1 diente de ajo finamente picado.
 3/4 de taza de jitomate finamente picado.
 1 chile serrano finamente picado.
 Sal al gusto.
 Pimienta negra recién molida.

Ingredientes para preparar la salsa verde

 3 tazas de agua.
 2 ½ cucharaditas de sal.
 Ajo.
 4 chiles serranos.
 1/2 kilo de tomate verde sin cáscara.
 2 taza de cilantro.
 1/4 de taza de cebolla picada.

Procedimiento

Los huevo divorciados llevan dos saldas, una roja a base de jitomate y una verde de tomate.
Procedimiento para preparar la salsa roja

- Calienta 1 cucharada de aceite en una cacerola pequeña.

- Fríe la cebolla y el ajo sin dejar que se doren.

- Agrega el jitomate y continúa cocinando por 2 minutos más.

- Añade el chile, la sal y la pimienta, cocina por 3 minutos más.

Procedimiento para preparar la salsa verde

- En una cacerola poner el agua y 1 cucharadita de sal, calienta hasta que comience a hervir.

- Agrega el ajo, la cebolla, los chiles y los tomates verdes, cocina sin tapar entre 8 y 10 minutos.

- Reserva ½ taza del agua en dónde se cocieron los tomates y escurre el resto del líquido.

- Muele el ajo, los chiles y los tomates verdes con el líquido que se reservo.

- Agrega el cilantro y el resto de la sal. Pasa la mezcla a un recipiente y reserva.

- Calienta el resto del aceite en la sartén, coloca la tortilla y fríela por 30 segundos.

- Saca, escurre la tortilla y colócala aparte.

- Con muy poco aceite fríe los huevos, los dos a la vez, dejando la clara sólida y la yema líquida.

- Coloca la tortilla en un plato extendido, encima de la tortilla coloca los huevos fritos, uno báñalo
con la salsa roja y el otro con la salsa verde.

- Sirve caliente acompañado de frijoles refritos.

Los huevos benedictinos son clásicos en el desayuno del domingo, en la mañana de Año
Nuevo o en una mañana cualquiera con esa persona especial en tu vida. La salsa holandesa
puede ser determinante en el plato. Domínala e impresionarás a tu familia o invitados con tu
talento culinario.

Ingredientes
Rinde 2 porciones
 Para la salsa holandesa:
o 4 yemas de huevo
o 1 cucharada (15 ml o 0,5 onzas) de jugo de limón recién exprimido
o 1/2 taza (115 g o 3,8 onzas) de mantequilla sin sal, cortada en cubos pequeños
o Sal
o Pimienta de Cayena
 Para los huevos benedictinos:
o 4 tiras de tocino ahumado de lomo
o 2 muffins ingleses partidos por la mitad
o 1 cucharadita (5 ml o 0,17 onzas) de vinagre blanco (opcional)
o 4 huevos
o Sal y pimienta al gusto
o 3 a 4 aceitunas verdes con pimiento o aceitunas negras cortadas en rodajas
o Pimentón para espolvorear
o Perejil fresco para decorar

Parte 1 de 3: Preparar la salsa holandesa

1.

1
Derrite la mantequilla. Calienta la mantequilla en una olla ancha hasta que solo queden un
par de trozos pequeños. Retírala del fuego de forma que se enfríe mientras pasas al
siguiente paso.[1]

 Si te sientes particularmente sofisticado, clarifica la mantequilla quitando un


poco de los sólidos lácteos (o todos). Quitarlos hará que la salsa sea más gruesa pero
menos sabrosa.[2] Como otra alternativa, simplemente deja que estos sólidos se hundan al
fondo de la olla y decide lo que quieres hacer con ellos cuando llegue el momento de verter.

2
Instala una cacerola para baño María. Si no tienes una, simplemente llena una olla a
alrededor de un tercio con agua y caliéntala hasta que veas un par de torrentes delgados de
burbujas. Coloca un material que sea seguro para el fuego o un tazón de vidrio
ajustadamente sobre la olla sin que toque el agua. Este calor indirecto reduce el riesgo de
que la salsa se queme y se separe.

3
Bate las yemas y el jugo de limón. Agrega cuatro yemas y 1 cucharada (15 ml o 0,5 onzas)
de jugo de limón a la cacerola para baño María. Bate constante y vigorosamente hasta que la
mezcla se vuelva espumosa y tenga un color más claro y el batidor deje una estela en la
mezcla.[3] Un chef experimentado puede lograr esto en uno o dos minutos, pero de 5 a 10
minutos es común para un primer intento.

 Raspa también los lados del tazón ocasionalmente. Cualquier huevo que se
quede en su lugar podría convertirse en un huevo revuelto.

4
Vigila en busca de señales de separación. Si la mezcla de huevos se calienta demasiado,
se cortará o se separará en sólidos y líquidos. Si empieza a sentirse demasiado caliente o
echa mucho humo, levanta el tazón con una agarradera de cocina o una toalla. Bate
vigorosamente durante 30 segundos para enfriar los huevos y luego regrésalos al fuego.

 Las primeras veces que prepares la salsa holandesa, puede ser difícil identificar
la temperatura correcta.[4] Para apostar a lo seguro, haz esto durante unos segundos una vez
por minuto.
 Si la mezcla empieza a cortarse, inmediatamente transfiérela a otro tazón y
bate rápidamente con 1 cucharada (15 ml o 0,5 onzas) de agua helada. [5]

5
Agrega la mantequilla gradualmente. Vierte la mantequilla en un flujo constante y
pequeño, batiendo constante y vigorosamente. La salsa debe espesarse fácilmente al
principio y luego volverse más difícil de mezclar. Vierte más lentamente a medida que esto
sucede, ya que demasiada mantequilla puede ocasionar que la salsa se corte. [6] Este paso
puede tomar de 2 a 5 minutos.

 Una vez que tengas más experiencia, puedes agregar la mantequilla cucharón
por cucharón o incluso en dos tandas grandes. Esto corre el riesgo de separar la salsa pero,
si tienes éxito, tendrás una salsa holandesa más rápida y ligera.[7]

6
Ajusta las especias y líquidos. Incorpora sal y pimienta de Cayena al gusto. También
puedes incorporar un poco más de jugo de limón si quieres un sabor más agrio. Si la salsa
está más gruesa de lo que preferirías, incorpora un poco de agua caliente.

7
Mantenla en un lugar cálido. Cubre el tazón y colócalo en un lugar cálido hasta que
termines los demás pasos. Las temperaturas frías podrían separar la salsa.

 Si la salsa se vuelve demasiado gruesa, incorpora unas cuantas gotas de agua


tibia antes de servir.
Parte 2 de 3: Preparar los huevos benedictinos

1
Fríe el tocino de lomo. Calienta el tocino en una sartén a fuego medio alto. Cocina durante
unos minutos hasta que empiece a dorarse, dándole la vuelta ocasionalmente. Una vez que
esté listo, déjalo en la sartén para mantenerlo caliente.

 El tocino de lomo sin ahumar también sirve.

Tuesta los muffins ingleses. Corta cada muffin por la mitad y colócalos en una bandeja
para horno con los lados cortados hacia arriba. Enmantequilla los lados cortados ligeramente
y tuéstalos en el asador hasta que estén de color marrón claro.

3
Hierve el agua a fuego lento. Llena de agua una sartén ancha antiadherente o una olla
poco profunda. Caliéntala hasta que haya un par de torrentes delgados de burbujas o hasta
que la temperatura en un termómetro sea de 71 a 82 °C (160 a 180 °F). [8]

 Opcionalmente, agrega 1 cucharadita (5 ml o 0,17 onzas) de vinagre blanco al


agua. Esto ayuda a la clara de huevo a mantenerse en su posición en lugar de separarse a
través del agua, pero esto puede afectar la textura y el sabor.[9]

4
Agrega los huevos. Rompe un huevo en un pequeño tazón teniendo cuidado de no romper
la yema. Sumerge el borde del tazón suavemente en el agua, dejando que un poco de agua
fluya hacia el tazón. Inclina el tazón para que el huevo se deslice hacia el agua. Repite el
procedimiento con los huevos restantes.

 Si el agua ha alcanzado el hervor, revuelve el agua una vez con una cuchara
para enfriarla antes de agregar el huevo. No hagas esto una vez que el huevo esté en el
agua.
 Si la sartén es pequeña, solo cocina de dos a tres huevos a la vez. Los huevos
que se amontonan unos con otros podrían fundirse en una sola masa.

Escalfa los huevos. Cocina durante 3 minutos y medio hasta que la clara del huevo esté
cocida pero la yema se mantenga suave. Retira los huevos con una espumadera, dejando
que se escurran.

6
Junta todo. Coloca una o dos mitades de los muffins ingleses en cada plato. Extiende una
tira de tocino sobre cada mitad del muffin seguido de un huevo escalfado. Vierte la salsa
holandesa generosamente con una cuchara sobre los huevos. Espolvorea pimentón y coloca
una rodaja o dos de aceituna sobre el huevo. Decora el plato con perejil a un lado.

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