Está en la página 1de 6

Pavlov - Reflejos incondicionados y condicionados

El reflejo incondicionado es la respuesta automática e involuntaria que realiza un ser vivo


ante la presencia de un determinado estímulo. Son congénitos, por lo que no requieren
aprendizaje.

Ejemplos de reflejos incondicionados. Los hay de tipo muy diverso: las reacciones
defensivas que se integran a nivel de la médula espinal (alejar rápidamente una extremidad
de un agente doloroso), el reflejo patelar o rotuliano (contracción involuntaria del cuadriceps
femoral por la estimulación del tendón rotuliano), la dilatación de la pupila como reacción a
un haz de luz, el estornudo, la tos, el vómito, el acto de succionar, las cosquillas, el gateo, el
sudor cuando hace calor, etc.
El reflejo condicionado se caracteriza porque cada estímulo (luminoso, sonoro, gustativo,
etc.), indiferente en un principio, puede, bajo determinadas condiciones, perder el carácter
de indiferente y convertirse en un estímulo provocador de una reacción especial del
organismo: motora, secretora, defensora, etc.

El reflejo condicionado de Pavlov

Iván Pavlov, médico ruso, observó que los perros que tenía en su
laboratorio comenzaban a salivar y a segregar jugos gástricos al oír los
pasos de la persona que les traía la comida; parecía que los perros habían
aprendido a anticipar la comida.
Estudió este fenómeno y se preguntó si cualquier otro estímulo, por
ejemplo el sonido de una campana, podía provocar la salivación si se unía
a la presentación de la comida. !Y así fue! Después de varios días
repitiendo la secuencia sonido de la campana+presentación de la comida, el perro comenzó
a salivar sólo con escuchar el sonido de la campana, aunque no hubiera comida.
Observa una
realidad que ocurre con frecuencia. ¿Qué sucede cuando llegas a casa al salir de clase a
mediodía? Sabes que vas a comer enseguida, porque es la hora y porque hueles a comida
recién cocinada. Todo esto hace que tu cuerpo se prepare para recibir la comida. Así que se
te hace la "boca agua". Esta expresión significa sencillamente que tus glándulas salivares
producen saliva sin que tú puedas evitarlo ya que tu cuerpo sabe que es la hora de comer.
Es decir, la respuesta está condicionada por las condiciones del medio (la hora, el olor a
comida, el tiempo que llevas sin comer, etc.)
Otros ejemplos de reflejo condicionado

Si un estudiante está intimidado en la escuela (bullying), puede empezar a odiar la escuela y


responder con miedo ante la sola idea de la escuela. El estudiante también pueden tener
aversión si han sido humillado y castigado por el profesor. Este comportamiento podría
incluso continuar durante toda la carrera académica del estudiante.
Si el
primer niño empieza a llorar al ponerle una vacuna, todos los niños en la línea empiezan a
llorar y, finalmente, todos los niños en la línea está llorando, incluso antes de ver la aguja.
Este es un perfecto ejemplo de condicionamiento clásico, donde el llanto es la conducta
aprendida por el condicionamiento clásico.
Reflejo extinguido. Pero un estímulo condicionado sin la asociación del estímulo
incondicionado no provoca la respuesta. En el caso del perro de Pávlov, dejaría de salivar ante
la campana si, repentinamente, no va acompañada de alimento.
Recuperación espontánea es la reaparición de una respuesta condicionada extinguida
previamente, tras un periodo de descanso. Si el perro vuelve a la situación experimental, tras
algún tiempo de ausencia, la campana podría provocar de nuevo la respuesta de salivación y
se acostumbraría en un tiempo menor.

ANTES DEL CONDICIONANTE


Fumar después de comer Relajación
Una taza de café después de
Satisfacción
comer
DESPUÉS DEL CONDICIONANTE
Fumar + taza de café después de Satisfacción y relajación
comer
estímulos no condicionados
Ganas de fumar un cigarrillo
Tomar una taza de café
estímulo condicionado (por el café);
también se da al revés.
Pulsa sobre el botón para ver un video con una recreación sobre el experimento de Paulov.

Pulsa sobre el botón para ver un video con una recreación cómica sobre el experimento de
Paulov.

También podría gustarte