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Parcial 2 Derecho Bancario UBP
Parcial 2 Derecho Bancario UBP
La apertura de crédito es el contrato por el cual el Banco se obliga, hasta una cantidad
determinada y durante cierto tiempo, a satisfacer las órdenes de pago que le diera el
cliente, y también a asumir frente a terceros obligaciones dinerarias en cumplimiento
de órdenes que le imparta el acreditado. El cliente conviene con el banquero, que en el
caso que necesitara dinero éste se compromete a proporcionárselo hasta una
determinada suma por un tiempo cierto. Es decir que siempre debe existir un término
para la finalización del contrato.
Es una típica operación de crédito, con la cual se obtiene por medio jurídico, el
aplazamiento de la prestación debida por el acreditado. El objeto del contrato es
conseguir un crédito.
Es un contrato consensual, definitivo, conmutativo, normalmente oneroso, con
prestación de una de las partes o con prestación correspectiva, de contenido complejo,
que produce cierto orden de efectos; inmediato y esencial, primero el traspaso de una
suma a disposición del acreditado. Diferido, accesorio, y eventual, que se resuelve con
la efectuación de uno o más retiros, al arbitrio del acreditado, representativos de otras
tantas prestaciones del acreditante.
El banco pone a disposición del cliente una cantidad de dinero que el cliente puede o
no usar.
La disponibilidad implica provisión de fondos por parte del banco. Si luego ordena el
pago de una cantidad determinada, deberá el cliente los intereses desde el momento
en que usa el dinero. El contenido principal de la prestación del acreditante es el
acreditamiento del dinero a favor del acreditado.
El banco cobra una comisión de confirmación que fija por anticipado en proporción al
dinero que debe inmovilizar y el tiempo por el cual se obliga a inmovilizarlo, más los
intereses por el tiempo en que se utilicen, más un porcentaje para gastos. Para el
banco no es un contrato muy conveniente, ya que debe tener dinero disponible en su
tesorería que podrá ser utilizado cuando el cliente disponga, momento que puede no
ser el más conveniente para el banco.
• Cruzado: Efectuado por medio de barras paralelas colocadas en el lado anverso del
cheque, y en especial si contiene el nombre de una entidad autorizada para prestar el
servicio de cheque. El cheque cruzado en general sólo puede ser pagado por el
girante a uno de sus clientes. Si fuera especial, sólo podrá ser pagado por el girado
mencionado entre barras. Los cheques con cruzamiento general o especial podrán ser
pagados directamente a los clientes, a cuyo efecto se entenderán como tales a los
titulares de cuenta corrientes y o caja de ahorro de la entidad girada.
• Cheque de pago diferido: Es una orden de pago librada a días vistas, a fecha
determinada posterior a la de su libramiento, contra una entidad autorizada en la cual
el librador a la fecha de vencimiento debe tener los fondos suficientes depositados a
su orden en la cuenta corriente o autorización para girar en descubierto. El cheque de
pago diferido, registrado o no, es oponible y eficaz en los supuestos de concurso,
quiebra, incapacidad sobreviniente y muerte del librador.
Puede cerrarse:
a) Por expiración del término para el cual fue pactado
b) Por decisión de las partes
c) Por libramientos de cheques sin provisión de fondos o sin contar con la
correspondiente autorización para girar en descubierto. Al cerrar la cuenta, el banco
permite que se continúen las operaciones pendientes y el pago de los cheques que
hayan sido librados y aún no pagados. El cliente debe enumerar dichos cheques y
deberá devolver el talonario de los que quedan.
d) Por fallecimiento, incapacidad sobreviniente o concurso del cuentacorrentista.
e) Cuando el banco se liquida voluntaria o forzosamente.
f) Por haber sido incluido alguno de sus integrantes en la base de datos de
cuentacorrentista inhabilitados. Por libramiento de cinco cheques rechazados por
carecer de fondos o por rechazo de registraciones de cheques de pago diferido, falta
de pago de las multas dentro de los treinta días de producido el rechazo, etc.
g) El banco deberá cerrar la cuenta cuando tenga conocimiento de que se han
infringido cláusulas legales, o por disposición de autoridad competente.
h) Cuando excedan el número que determina el BCRA. La reglamentación a la ley
anterior lo establecía cuando se produzcan ocho rechazos por motivos formales en el
término de un año. Este sería el premio a la incompetencia o el castigo para aquellos
que obran de mala fe. Se clausura la misma por un año, no pudiendo operar ni en caja
de ahorro ni en cuentas corrientes.
i) Por haberse presentado dos denuncias por el titular de la cuenta con motivo del
extravío, sustracción o adulteración de cheques.
Cesa la inhabilitación por el libramiento de cinco cheques sin fondos a partir de los
sesenta meses (cinco años), de su inclusión en el banco de datos de
cuentacorrentistas inhabilitados o por el no pago de la multa dentro del plazo legal.
Se reducirá a veinticuatro meses si el cuentacorrentista paga los cheques dentro de
los treinta días del primer rechazo y pagó la multa, devolvió los cheques en blanco y
demostró que no existían más cheques.
También se produce inhabilitación (veinticuatro meses), cuando la causal fuera no
haber presentado la nómina de los cheques librados en los últimos días aún no
presentado al cobro.
La inhabilitación es por el plazo de un año, si el cierre de la cuenta corriente se debe al
rechazo de ocho cheques por causas formales.
5. Enumere cuáles son los requisitos formales que debe contener un certificado
de saldo deudor en cuenta corriente bancaria y a qué clase de procedimiento
judicial puede accederse a través de él.
• Partes intervinientes
-Comprador (Ordenante)
-Vendedor (Beneficiario)
-Banco emisor (de la carta de crédito)
-Banco pagador (en la plaza correspondiente)
Uno de los servicios más antiguos que prestan los bancos es la puesta a disposición
de los clientes de una caja de seguridad. La clientela puede resguardarse del robo o
incendio de dinero, títulos, papeles, alhajas, etc. El banco instala cajas de seguridad
en sus dependencias y mediante el cobro de un alquiler al cliente permite el uso de la
misma. Es un servicio complementario o neutro y está asegurado por una
remuneración moderada. Algunos bancos no dan cajas de seguridad en locación si no
se abre una cuenta corriente. El banco puede rehusar, a su criterio, locar la caja a
quien no considere conveniente, para ello podrá hacer todas las averiguaciones que
considere necesarias, informes, documentos, domicilios, etc.
Los clientes tienen acceso a las cajas de seguridad durante las horas en las que el
banco está abierto al público. Las cajas se abren sólo con dos llaves, de las cuales
una la detenta el cliente y la otra el banco. Además puede existir una combinación
secreta que sólo conoce el cliente. Si el cliente pierde la llave deberá llamarse a su
costa a un cerrajero que deberá romper la caja para abrirla y luego arreglarla y
confeccionar llaves nuevas. El banquero debe constatar la identidad del que se
presenta como titular o mandatario y con la llave correspondiente, con poder
suficiente. El banquero sería responsable de lo que faltara, si abriera el cofre a una
persona no autorizada, salvo caso de fuerza mayor o parcialmente por demostración
de culpa de su cliente.
El banco debe vigilar la seguridad del recinto de la caja y de su contenido. Este
servicio va unido al secreto bancario. Se discute la naturaleza de la vigilancia. Si es de
medios o de resultado.
Zavala Rodríguez dice que la responsabilidad del banco es la contractual y responde
por los perjuicios que no se produzcan por caso fortuito o fuerza mayor y el
depositante debe cargar con la prueba, a veces difícil, de lo que allí se guardaba. Este
es uno de los problemas, ya que le banquero ignora lo que ha depositado el cliente y
por ello es difícil estimar el perjuicio causado.
El cliente debe probar la naturaleza y el valor de los objetos colocados en la caja. Lo
más fácil es probar el hecho de la destrucción o violación de la misma. La declaración
jurada del cliente es la única prueba, completada por la investigación policial. Ellas
pueden cubrir la culpa leve del banquero, pero no aparejan la inversión de la prueba.
Estas cláusulas pueden transformar la obligación de resultado en obligación de
medios.
-Jurisprudencia:
Cámara Nacional Comercial, sala B 26III-1993”Sucarrat Gustavo A, c/ Banco de
Galicia y Buenos Aires S.A”E.D. 22-VI-1993. Este fallo dice que: “El contrato de caja
de seguridad es un complejo negocio jurídico que no encuadra perfectamente en
ninguna de las formas regladas por nuestro ordenamiento legal, por ello deberá
recurrirse al derecho comparado que es fuente material de derecho. El contrato de
caja de seguridad es un contrato mediante el cual los clientes buscan de la entidad
bancaria “la garantía de máxima seguridad contra el riesgo de robo, extravío o pérdida
de las cosas”, el deber de custodia es la esencia del mismo, por ende las cláusulas de
exoneración de responsabilidad no tendrán valor alguno, pues implicaría una renuncia
anticipada de derecho por parte del cliente. El deber de vigilancia y custodia que
asume el banco es una obligación de resultado y la entidad es libre de adoptar las
medidas que considere adecuadas para llevarla a cabo. Si se dañan o destruyen los
valores colocados en la caja de seguridad, el banco sólo puede excluir su
responsabilidad si demuestra que su deber de custodia y vigilancia ha sido impedido
por una causa a él no imputable. Por ejemplo terremoto, revolución, incendio. El robo,
no tiene carácter de caso fortuito que pueda eximir de responsabilidad al banco, ya
que este proviene de la obra del hombre, y para sustraer los valores al peligro de tal
evento esta justamente destinada la caja de seguridad. Si se exigiera al peticionante
del resarcimiento por violación de una caja de seguridad una prueba rigurosa e
inequívoca sobre la veracidad de su contenido que dice sustraído, recaería sobre el
invocante del hecho una carga cuyo cumplimiento sería virtualmente impracticable
dada la ausencia de exteriorización que se sigue respecto de los objetos ingresados
en ese lugar. Por ende, siendo la prueba directa extremadamente dificultosa o casi
imposible, deberá recurrirse a la prueba mediante presunciones, medio admitido
expresamente por nuestra ley.
• DEL CUOTAPARTISTA:
1- Derecho a suscribir el certificado (Art. 20 ley 24083) Cualquier suscriptor puede
adquirir en cualquier momento las cuotas partes que desee. La suscripción se
efectiviza por medio de una solicitud, que llena y firma el cliente. En contrapartida se le
extiende un recibo por el dinero entregado en el cual se especifica la comisión de
ingreso cobrada, la cantidad de cuotas partes adjudicadas y la entrega de certificados
de cuotas partes, representados por títulos al portador con cupones.
2- Derecho a ser copropietario diviso con igualdad de derechos.
3- Derecho a percibir las utilidades. El cobro es en dinero, pero podrá hacerse,
pagando a cuotas partes.
4- Derecho al rescate: Dentro de los tres días de presentado el certificado para el
rescate, deberá ser hecho efectivo obligatoriamente en dinero.
5- Derecho de exigir el cumplimiento del reglamento a la sociedad gerente y sus
directores.
6- La exención impositiva sobre el dinero que produzca de renta el fondo ha quedado
delegada a leyes tributarias, aclarándose que no se le aplican condiciones
diferenciales respecto al tratamiento general que reciben las mismas actividades o
inversiones.
• DE LA SOCIEDAD GERENTE:
-Administrar el fondo, cobrar honorarios y gastos por su gestión, y suscribir y renunciar
al contrato.
• DE LA SOCIEDAD DEPOSITARIA:
- Integrar el dinero comprometido para la adquisición de las cuotas partes y cobrar los
cupones que se encuentran a su disposición.
• DE LA SOCIEDAD GERENTE:
• DE LA SOCIEDAD DEPOSITARIA:
ASPECTOS PRÁCTICOS
Dice la ley:
En este caso el cliente podrá presentar una acción de prescripción de acuerdo al Art.
47 de la ley 25065 ya que la acción del banco para la vía ejecutiva como para la
ordinaria se encuentra prescripta.