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Devereux advierte que la ansiedad que puede invadir en un hombre a un fenómeno que

quiere estudiar, merma su objetividad en relación con ello y además la relación afectiva que
tiene con este impide vislumbrar su falta de objetividad. Así, más se interesa, menos
objetividad tendrá. Por ejemplo, en antropología, el hecho de sentirse demasiado implicado
en nuestro sujeto puede llevarnos a perder cualquier huella de objetividad, entre otro por
un efecto de situarnos ahí donde podemos resentir con nuestro objeto, lo que puede hacer
perder de vista la rigurosidad del método científico.

En el caso de las ciencias sociales, más específicamente en el marco de una ciencia del
comportamiento es que, al inverso que ciencias naturales como física o biología, los
fenómenos dependen de infinidad de variables que involucran dicho fenómeno en la
conducta que se llega a observar. Además el hombre es un sistema “crono holístico”, dado
que para predecir su comportamiento en el tiempo debemos conocer su estado durante
toda su vida y no solo en el instante en el que se sitúa quien observa dicho fenómeno. La
memoria de eventos pasados tiene consecuencia sobre los comportamientos presente y
pueden permitir predecir comportamientos futuros (Devereux, 1982).

Es así como, tomando en cuenta esas características, es importante diferenciar las técnicas
de la física del método científico general, no se puede transponer leyes, o normas, de la
física al estudio del comportamiento sin el riesgo de considerar equivocadamente como
científicos datos cuantitativos. Según el ejemplo que menciona Devereux, es esencial en el
caso del uso de estadísticas, averiguar a qué universo de discurso pertenecen los datos.
Una ciencia verdaderamente científica del comportamiento, dice Devereux, debe recurrir
sistemáticamente a un método científico y una epistemología generalizados, no específicos
a una disciplina y que no imita técnicas de ciencias no crono-holísticas y fácilmente
cuantificable. Para llegar a esta ciencia propone:

El análisis minucioso de la matriz completa de los significados y especificación de los


medios con que el investigador accede a ellos con los cuales se puede aplicar a todas las
ciencias del comportamiento, que tratan con variables biológicas, psicológicas,
económicas, históricas, sociales y culturales.

Estudiar el interés afectivo personal que tiene el investigador por su material y las
deformaciones de la realidad que acarrean esas reacciones de “contratransferencias”.
Analizar la naturaleza y el lugar de la separación entre sujeto y observador y por último la
aceptación y aprovechamiento de la subjetividad del observador y del hecho de que su
presencia influye en el comportamiento de los observados.

Un fenómeno se convierte en dato para una ciencia particular solo siendo explicado en
función de las variables intermedias propias de esa ciencia y cada disciplina tiene sus
interpretaciones con las que dan cuenta de determinado fenómeno. Siendo así que un
fenómeno debe explicarse en función de una teoría del comportamiento para ser
considerado como dato de la ciencia del comportamiento. Una teoría no sirve si provoca a
fuerza de explicaciones su propia anulación, no puede utilizarse tampoco si su estrategia
experimental necesita la destrucción del objeto de estudio. Tampoco una teoría que no
pueda explicar el comportamiento del observador en función de si misma puede ser
utilizada.

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