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TRABAJO DE

INVESTIGACIÓN.

MATERIA: MISTERIO CRISTIANO I.

CURSO: PRIMERO. SECCIÓN A.

ALUMNA: BETHARRAN ECHAURI.

VILLARRICA- PARAGUAY

AÑO: 2018
EUTANASIA Y ABORTO.
INTRODUCCIÓN.
En el presente trabajo se abordará unos temas de tanta importancia en la
actualidad como lo son la Eutanasia y el Aborto, considerando que ríos de tinta
se han volcado sin llegar, no obstante, a posturas coincidentes al respecto.

Comencemos hablando de lo que es la Eutanasia y lo que involucra.

Eutanasia es un comportamiento mediante el cual, por razones humanitarias


relacionadas con el sufrimiento, se provoca intencionalmente la muerte de una
persona, sea mediante acción directa (producción o anticipación de la muerte) e
indirecta (no intentar detener la muerte) debido a la presencia de una
enfermedad incurable, una entidad letal, una lesión dolorosa o un evento que
causa un enorme dolor físico o moral.

Esta acción se efectúa con o sin el consentimiento del enfermo, denominándose


según el caso, como voluntaria o involuntaria.

Para que el acto eutanásico sea considerado como tal, debe excluir el criterio de
personas que puedan ser motivadas por incomodidad o egoísmo respecto del
enfermo. Por lo tanto, prima el interés del enfermo, sea consciente o no.

No es eutanasia el suspender el apoyo vital en caso de muerte cerebral


demostrada. Tampoco lo es el oponerse a tratamientos agresivos o de gran
envergadura cuando las posibilidades de recuperación son mínimas, aceptando
el curso de la enfermedad y la muerte (ortotanasia). Por otro lado, no puede
confundirse la eutanasia con la distanasia, que es la prolongación innecesaria,
inhumana e ilógica de la agonía.

Es indudable, que el primordial derecho que puede asistir hoy a todo ser humano
es el de la vida, pero cuando se ve afectado por unas condiciones de salud
lamentables, que llevan a quien las padece a verse en una situación en la cual
se ve recluido en una unidad de cuidados intensivos, de la cual no se sabe si
saldrá, donde su existencia está en la cuerda floja, donde puede existir una salida
irreversible, donde la existencia dependerá en el futuro de medios
extraordinarios, conectado a maquinas como el respirador artificial, cabe
preguntarse si se está cuidando la vida o prolongando la agonía que nos puede
llevar a la muerte. Sin lugar a dudas este es un tema sumamente polémico en el
que su argumento central es: ¿Puede una persona ayudar a morir a un enfermo
incurable?

Este argumento plantea a su vez una serie de interrogantes sociales y éticas, las
cuales nos han motivado a profundizar en los diferentes enfoques científicos,
éticos y religiosos de la eutanasia y realizar una revisión acerca de la llamada
muerte digna, desde nuestros antepasados hasta los tiempos actuales.

Por otra parte el aborto es un tema que actualmente está en auge a nivel mundial,
en el cual cada persona debe estar involucrada.

Entonces: ¿qué es el aborto?

El aborto (del latín abortus) es la interrupción y finalización prematura del


embarazo de forma natural o voluntaria. Se diferencia del parto prematuro o pre
término, pues en este último sobrevive el feto. En un sentido más amplio, puede
referirse al fracaso por interrupción o malogramiento de cualquier proceso o
actividad.

DESARROLLO.
La eutanasia en un sentido más contemporáneo y restringido, es aquel
procedimiento voluntario, intencionado, estudiado y consciente que realiza un
médico para acelerar la muerte de un paciente terminal de algún padecimiento
incurable; a solicitud consciente, estudiada y deliberada del enfermo o familiares,
quienes, plenamente enterados de que no existe tratamiento curativo para la
dolencia; le solicitan al médico que la realice sobre el paciente para así dar fin
con el dolor y sufrimiento intolerables e intratables.

La eutanasia se practicó en las antiguas Grecia y Roma. Por ejemplo, la cicuta


se empleó en la isla de Ceos como un medio para acelerar la muerte; técnica
que también se empleaba en Marsella. La eutanasia, en el sentido de la
deliberada aceleración de la muerte de una persona, fue apoyada por Sócrates,
Platón y Séneca el Viejo en el mundo antiguo, aunque parece que Hipócrates
había hablado en contra de la práctica, cuando escribió: «no prescribiré una
droga mortal para complacer a alguien, ni dar consejos que puedan causar su
muerte», lo que indica que pudo haber un cierto debate en la literatura sobre si
se pretendía o no incluir la eutanasia.
INICIOS DEL DEBATE MODERNO SOBRE LA EUTANASIA.
A mediados del siglo XVI, surgió el uso de la morfina para tratar «los dolores de
la muerte». En 1848 el cirujano estadounidense John Collins Warren (1778-
1856) recomendó su empleo. En 1866, el médico británico Joseph Bullar (1815)
reveló una utilización similar para el cloroformo. Sin embargo ninguno de los dos
recomendaba que la ocupación de este fármaco debería ser para acelerar la
muerte. En 1870, el inglés y maestro de escuela Samuel Williams, inició el debate
sobre la eutanasia contemporánea a través de un discurso en el Birmingham
Speculative Club, una sociedad cuyos miembros eran filósofos aficionados que
recopilaba sus trabajos. La propuesta de Williams fue usar cloroformo para
acelerar deliberadamente la muerte de pacientes con enfermedades terminales.

«Que en todos los casos de enfermedad desesperada y dolorosa, debe ser el


deber reconocido del asistente médico, siempre que así lo desee el paciente,
administrar cloroformo, o cualquier otro anestésico que pueda reemplazar a este,
de forma gradual para destruir la conciencia al primer intento, y disponga al
paciente a una muerte rápida e indolora. Se deben tomar todas las precauciones
necesarias para prevenir cualquier posible abuso de tal deber; lo que implica que
debe ser establecido, más allá de la posibilidad de duda o cuestionamiento, que
el remedio fue aplicado por el deseo expreso del paciente».

ARGUMENTOS EN PRO Y CONTRA DE LA EUTANASIA.


Históricamente, el debate sobre la eutanasia ha tendido a centrarse en una serie
de preocupaciones clave. Según el estadounidense oncólogo y bioético Ezekiel
Emanuel (1957), opositor a la eutanasia, los partidarios de esta han presentado
cuatro argumentos principales:

a) que las personas tienen derecho a la autodeterminación y, por lo tanto, de


permitírseles elegir su destino;

b) ayudar a un sujeto a morir podría ser una mejor opción que requerir que
continúen sufriendo;

c) la distinción entre la eutanasia pasiva, que a menudo está permitida, y la


eutanasia activa, que no es sustantiva, o en la cual el principio subyacente —la
doctrina del doble efecto—, es irrazonable o poco sólida; y
d) permitir la eutanasia no conducirá, necesariamente, a consecuencias
inaceptables.

Los activistas a favor de la eutanasia suelen indicar que en países como Bélgica,
Países Bajos, y que en estados de Estados Unidos de América como el de
Oregón, donde ésta ha sido legalizada no ha sido problemática.

De manera similar, Emanuel argumenta que hay cuatro argumentos principales


presentados por los oponentes de la eutanasia:

a) no todas las muertes son dolorosas;

b) están disponibles alternativas como la interrupción del tratamiento activo


combinadas con el uso del alivio efectivo del dolor;

c) la distinción entre eutanasia activa y pasiva es moralmente significativa; y

d) la legalización de la eutanasia colocará a la sociedad en la falacia del efecto


dominó, lo que conducirá a consecuencias inaceptables.

De hecho en el 2013 en Oregón, el dolor no era una de las cinco razones


principales por las cuales las personas buscaban la eutanasia. Los principales
motivos fueron la pérdida de la dignidad y el temor a ser una carga para los
demás.

OPINIÓN MÉDICA.
Las opiniones de los médicos sobre la legalización de la eutanasia están
divididas. En todos los casos, independientemente de si la eutanasia está
despenalizada o no, lo que está en juego para los médicos y los equipos de
atención sigue siendo lo ético: la ley no prevalece sobre la reflexión ética y
personal en la elección de los actos al final de la vida, inyecciones letales,
decisión de detener el tratamiento o sedación terminal. En el caso de la eutanasia
en particular, la cuestión de su legitimidad ética no se confunde con la cuestión
de su legalización o despenalización. En este sentido, la filósofa francesa Marta
Spranzi señala que «permitir explícitamente a que los miembros de la profesión
médica den muerte, aunque solo sea con el laudable propósito de aliviar los
sufrimientos de los pacientes, incluso por parte de los propios médicos, como
más problemáticos que la realidad del gesto en sí, deber cumplido en el silencio
de la relación médica» a causa de posibles consecuencias.
PUNTO DE VISTA RELIGIOSO.
Los puntos de vista religiosos sobre la eutanasia son variados y complicados. Si
bien el punto de vista sobre el tema no necesariamente se entrelaza
directamente con la religión, a menudo afecta la opinión de una persona. Si bien
la influencia de la religión en los puntos de vista de alguien hacia los cuidados
paliativos hace una diferencia, a menudo desempeñan una función más pequeña
de lo que podría esperarse. Se realizó un análisis de la conexión entre la religión
de los adultos estadounidenses y su punto de vista sobre la eutanasia para ver
cómo se combinan. Los hallazgos concluyeron que la afiliación religiosa con la
que cada persona se asocia no necesariamente se relaciona con su postura al
respecto de la eutanasia. Las investigaciones muestran que, si bien muchos
pertenecen a una religión específica, es posible que no siempre vean todos los
aspectos de la eutanasia como relevantes para ellos.

Algunos análisis de metadatos han apoyado la hipótesis de que las actitudes de


las enfermeras hacia la eutanasia y el suicidio asistido por médicos están
influenciadas por su religión y su cosmovisión. Atribuir más importancia a la
religión también parece hacer que sea menos probable un acuerdo con la
eutanasia y el suicidio asistido por un médico. Un estudio de opinión pública
realizado en 1995 encontró que la tendencia a ver una distinción entre la
eutanasia activa y el suicidio se ve claramente afectada por la afiliación religiosa
y el nivel de educación. En Australia, más médicos sin afiliación religiosa formal
simpatizaron con la eutanasia voluntaria activa, y reconocieron que la habían
practicado a diferencia de los médicos que dijeron tener alguna filiación religiosa.
De aquellos que se identifican con una religión e informan de una afiliación
protestante fueron intermedios en sus actitudes y prácticas entre los grupos
agnóstico, ateo y católico. Los católicos registraron actitudes más opuestas, pero
aun así el 18 % de los médicos católicos encuestados registraron que habían
tomado medidas activas para provocar la muerte de aquellos pacientes que lo
solicitaron.
EL DEBATE SOBRE EL ABORTO.
En relación al aborto inducido o interrupción voluntaria del embarazo, se refiere
a la discusión, controversia y polémica sobre su práctica, contexto social y
económico en el que se produce –referido especialmente a la mujer– así como
la situación legal y penal aplicable en los distintos países y la diferente
implantación de los derechos reproductivos y el acceso a la planificación familiar.

El número de abortos inducidos en todo el mundo anualmente es de unos 46


millones, 26 millones se llevan a cabo en países donde el aborto es legal y los
restantes 20 millones se practican ilegalmente. El riesgo sanitario para la mujer
que se practica clandestinamente un aborto como consecuencia de su ilegalidad
ha llevado a que diferentes sectores sociales y organizaciones soliciten su
legalización. Sin embargo, esta postura se ha enfrentado a otros sectores y
organizaciones que defienden el derecho a vivir desde la concepción hasta la
muerte.

LEGISLACIÓN SOBRE EL DEBATE EN EL MUNDO.


La legislación sobre el aborto en el mundo es muy diversa, desde el libre acceso
al aborto en servicios sanitarios públicos gratuitos hasta la penalización con años
de prisión para las mujeres y quienes practiquen el aborto inducido. Por tanto, la
práctica del aborto, entendido como aborto inducido o interrupción voluntaria del
embarazo, está sujeta al ordenamiento jurídico vigente en cada país, en el que
puede recogerse como derecho o como delito penalizado (punible).

En países como Rusia, Canadá, Estados Unidos, China, India, y la mayoría de


los países de Europa, el aborto es legal a petición o demanda de la mujer durante
cierto período de gestación. Por otro lado, en la mayoría de los países de África,
Latinoamérica, Medio Oriente, Oceanía y del Sudeste Asiático el aborto es ilegal
y está penalizado en alguno de los supuestos. Cinco países alrededor del mundo
prohíben la interrupción del embarazo bajo cualquier circunstancia y tipifican
penas de cárcel para toda mujer y persona que realice, intente realizar o facilite
la realización de un aborto: Ciudad del Vaticano, El Salvador, Malta, Nicaragua
y República Dominicana.
PRINCIPALES MOVIMIENTOS SOCIALES EN REALCIÓN AL ABORTO.
Las dos principales corrientes involucradas en el debate sobre el aborto son los
movimientos que defienden la legalización del aborto sin restricciones y los
movimientos contrarios a su despenalización o favorables a las máximas
restricciones en la práctica del aborto. Cada movimiento trata de influir en la
opinión pública y los poderes políticos e institucionales para promover sus
propuestas y cambios en la legislación, en un sentido u otro. Sin embargo, ambos
suelen basarse en argumentos históricos, médicos, éticos y legales no
necesariamente correctos.

SITUACIÓN JURIDICA DEL ABORTO EN DISTINTOS PAÍSES DEL MUNDO.

CONCLUSIÓN.
Es lamentable decir que vivimos tiempos espantosos, la naturaleza está siendo
destruida por el hombre que al mismo tiempo lo hace a sí mismo, a la sociedad
en general; que nos está pasando si el ser humano lo es desde la concepción
hasta la muerte, el primer derecho, el derecho a la vida, independientemente de
la situación o fase de desarrollo en que se encuentre, si no es respetado, resulta
falso hablar de derechos humanos.
El aborto es un problema social, por el que no podemos olvidar que afecta a la
madre, al hijo, al esposo y a la propia sociedad. La educación sexual debe ser
orientada a comprender la sexualidad como valor y compromiso humano que se
vive en el amor y la responsabilidad y debe romper esquemas de las sociedades
de consumo y placer donde la sexualidad es una mercancía más.

La interrupción violenta del proceso de gestación mediante el aborto afecta las


células de las madres, haciéndolas sensiblemente más propensa al cáncer.
También habría que añadir los numerosos daños psíquicos que abarca este
proceso.

Tomemos conciencia de lo que ocurre a nuestro alrededor, no permitamos que


el mundo siga pagando las consecuencias de nuestros actos y a partir de hoy
creemos un mundo mejor demostrando con actos y pensamiento ético que
podemos lograr disminuir estos problemas sociales tan importantes que nos
aquejan y hacen daño al ser humano y a la naturaleza misma.

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