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REVOLUCIÓN VERDE – DESARROLLO SOSTENIBLE

Orientación para su estudio.

Este documento permite aclarar e integrar conceptos y a la vez servir de guía


de lectura.

Aproximación a la conceptualización de la ecología y la agroecología

La agroecología como modelo de ecodesarrollo.

El animal moderno.

Deben tratar de relacionar las discusiones realizadas alrededor de las


presentaciones vistas y analizadas en el salón de clase, lo cual les permitirá
comprender algunos aspectos relacionados con los sistemas agrarios los
cuales incluyen los aspectos pecuarios, los agrícolas y los forestales, todo
articulados por elementos sociales.

• La revolución verde en los sistemas agrarios.

La Revolución Verde se implantó en los EEUU hacia finales de los años 30 del
siglo XX, expandiéndose en este país durante la segunda guerra mundial
cuando esta nación produjo alimentos y materias primas para vender a los que
estaban en guerra. Al concluir la guerra este modelo fue transferido, en primer
lugar, a la Europa Occidental donde Estados Unidos a través del Plan
Marshall comenzaba la reconstrucción de la Europa destruida durante la
Segunda Guerra, empezando el fortalecimiento de la industrialización
capitalista de la agricultura en la forma conocida como la revolución verde en la
agricultura y ganadería.

En 1960, con la llamada Revolución Verde la industrialización agropecuaria se


intensifica y se caracterizó por

• Utilización de semillas híbridas y animales seleccionados para la


especialización en el alto rendimiento (vendidas por compañías
agroindustriales).
• Utilización de maquinaria cada vez más pesada y más costosa.
Tendencia a monocultivos y exportación de productos agropecuarios.
• Consumo enorme de agua (vendida por compañías que han privatizando
este elemento).
• Consumo de insumos insecticidas, fungicidas, herbicidas, fertilizantes de
síntesis (vendidos por las industrias petroquímicas en su reconversión
desde la industria militar) y productos de uso en la alimentación
(antibióticos que son denominados promotores de crecimiento) y en la
reproducción (hormonas) de los animales.
• Uso intensivo de capital y menos mano de obra, provocando la
desaparición del pequeño campesinado y su reemplazo por medianas y
grandes explotaciones agrícolas.
• Revolución verde y su impacto sobre la biodiversidad.

Con este modelo de producción agropecuario surgió la ganadería industrial


como una forma de revolución verde en la ganadería aplicada sobre los
sistemas de producción con las gallinas para postura de huevos y para los
pollos de engorde, para la producción industrial de cerdos, los bovinos
conocidos como de lechería especializada y los bovinos de para engorde. En la
actualidad se orientando la piscicultura moderna desde esa perspectiva y es
así, como se está imponiendo el concepto de factorías piscícolas”. Este forma
de manejo está siendo aplicada a otras especies animales.

Durante 12.000 años la diversidad de los lugares de origen en cuanto sus


suelos, los climas y las culturas humanas determinaron una amplia diversidad
genética, llegándose a conocer aproximadamente unas 4.000 razas de
animales domésticos producto de la presión ambiental y de la selección
humana.

Debe recordarse que la mejora genética animal se ha venido realizando


tradicionalmente en la búsqueda de las características deseadas por las
distintas comunidades de agricultores, seleccionando aquellas que se fueron
manifestando a través del proceso de la COEVOLUCIÓN, la cual se
presentaba entre los animales y el medio donde vivían y que respondieran
favorablemente a las condiciones de vida de los agricultores. Este proceso se
ha presentado también entre el mundo vegetal y los seres humanos.

Este proceso siempre se daba en largos períodos de tiempo y se buscaban


mejoras productivas, pero que permitieran mantener la resistencia a
enfermedades y una mejor adaptación al medio.

La ganadería industrial busca homogeneizar la base genética para evidenciar


unos pocos caracteres productivos por especie, tratando de maximizar
únicamente la producción en un solo aspecto, ya sea los huevos, la leche o la
carne, olvidándose que se debe entender a los animales domésticos como un
sistema viviente donde todo el cuerpo está integrado en su totalidad y además,
el animal hace parte de un entorno natural y social.

Esto hace que exista un control ejercido por las empresas multinacionales y así
como hay un estricto control empresarial de las semillas, también se está
estructurando el control de unos pocos centros que manejan el material
genético de los animales domésticos en forma de monopolio.

Por lo anterior se está presentando la PERDIDA DE LA BIODIVERSIDAD y la


Organización para los Alimentos y la Agricultura (FAO), adscrita a la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el año 2001 reporta el riesgo
de extinción de 1350 razas de diferentes especies de animales domésticos
(aproximadamente el 30% de las razas domesticadas). Existe el dato
preocupante de que cada mes se extinguen seis razas llamadas “criollas”. Esto
es lo que se conoce como la EROSIÓN GENETICA que también afecta el a las
especies vegetales seleccionadas por los agricultores durante más de 10.000
años.

Generalmente esto conlleva a desequilibrios de los estados de salud y de


enfermedad que se traducen en la presentación de enfermedades y debilidad
frente a las condiciones medioambientales. Estas alteraciones hacen que se
presente un elevado consumo de fármacos ya sea como medicinas o incluidos
en los alimentos tales como son los antibióticos promotores de crecimiento.

Es así, como en los Estado Unidos de Norteamérica de las 18.000 toneladas


de antibióticos usados cada año en las actividades médicas humanas y en la
medicina veterinaria de los animales domésticos para consumo humano,
además de algunas prácticas agrícolas, 12.600 toneladas son utilizadas como
promotores de crecimiento especialmente en cerdos y aves.

En Europa, la mitad de los antibióticos producidos por la industria


farmacológica tienen como destino la producción animal y de ellos
prácticamente 1/3 se administran con los piensos (concentrados) de forma
preventiva. Esto está mostrando que así como se hace en la agricultura
industrializada utilizando masivamente fertilizantes y plaguicidas, en los
sistemas de producción animal el uso de substancias estimulantes de la
producción y antibióticos está llegando a niveles ya peligrosos para la salud
animal y humana. Situación alarmante en el campo de la salud pública humana
es la difusión cepas de bacterias Salmonella y Escherichia resistentes a los
antibióticos actualmente producidos por la industria farmacéuticas.

Se ha descubierto que las personas están siendo “colonizadas” por bacterias


resistentes a los antibióticos a través del aire dentro de las unidades de
producción de cerdos y de aves y además, se están contaminando las aguas
superficiales y las aguas subterráneas con este tipo de microorganismos.

El asunto relacionado con el consumo de energía fósil (petróleo, gas y carbón


de piedra) en el modelo de la producción agropecuaria orientada por el enfoque
de la revolución verde en la actualidad ha mostrado ser insostenible ya que se
caracterizada por ser ineficiente en el manejo de los recursos energéticos. Esto
se puede entender ya que para producir una tonelada de nitrógeno utilizado en
los fertilizantes de síntesis química se deben consumir aproximadamente dos
(2) toneladas de petróleo.

El bromatólogo y nutricionista norteamericano, Georg Borgstrom, hace una


serie de reflexiones sobre el sistema de producción agroindustrial
norteamericano, argumentando que “el sistema agropecuario industrial está
entrando en la fase de los rendimientos energéticos decrecientes y esto hace
más fácil comprender por qué servir un vaso de leche en la mesa, exige una
aportación energética añadida por el ser humano equivalente a medio vaso de
combustible para motores diesel. Una hogaza de pan de una libra de peso
requiere en correspondencia dos libras de carbón y una libra de salchichas casi
tres libras de carbón”.
• ¿Qué es la Segunda Revolución Verde?

Es partir de 1980 que se comienza a hablar de una SEGUNDA REVOLUCIÓN


VERDE y es cuando Monsanto, DuPont, Novartis y otras compañías
multinacionales de productos químicos y biotecnología aseguran que la
ingeniería genética, por medio de la manipulación y comercialización del
material genético de las especies vivas mejorará la productividad de la tierra y
servirá para alimentar a los que tienen hambre.

Pero esto se mira con desconfianza pues infortunadamente el desarrollo


histórico de la primera revolución verde mostró todo lo contario, ya que si algo
ha enseñado la historia de la Revolución Verde es que, en muchos casos,
multiplicar la producción de alimentos implica un aumento del hambre.

También la revolución verde ha favorecido a los grupos sociales más


poderosos en cuanto a lo económico y lo político, ya que para competir en el
ámbito de la agricultura es necesario comprar insumos costosos, y por lo tanto
los productores que tengan más dinero tendrán mejor suerte que los pobres.

Muchos de ellos dejan de ser productores agropecuarios y la mayoría de las


veces pierden sus predios y se deben convertir en asalariados, pero
difícilmente encuentran un empleo adecuado para compensar la pérdida de sus
ingresos. Tenemos que la causa del hambre no es la escasez de alimentos y
por lo tanto, no se elimina produciendo más.

Las tecnologías que fomentan presentan beneficios dudosos y peligros bien


documentados. Hay muy pocas probabilidades de que la segunda Revolución
Verde que prometen termine con el hambre, tan pocas como hubo en la
primera.

Es demasiada la gente que no tiene acceso a los alimentos disponibles debido


a desigualdades profundas y crecientes. Para que la agricultura pueda cumplir
algún papel eficaz en el alivio del hambre habrá que revertir su inclinación por
los grandes productores a través de proyectos alternativos a favor de los más
pobres, como la reforma agraria y la agricultura sustentable basada en un
enfoque agroecológico, que podrían reducir la desigualdad y permita que el
pequeño y mediano productor sea centro de una economía rural sólida y
floreciente y respetuosa de los limites biológicos, que sea ambientalmente
sana, económicamente viable y socialmente equitativa.

CRITERIOS AGROECOLOGICOS: SUSTENTABILIDAD.

Como los términos DESARROLLO SOSTENIBLE se han convertido en


lenguaje obligatorio en los textos y discusiones actuales, debe hacerse una
aproximación a estos términos, para no utilizarlos erróneamente.

Es importante resaltar que resulta imposible ofrecer una definición universal de


la sostenibilidad ya que éste es un concepto dinámico, que cambia con el
tiempo, con el recurso o recursos que se pretende proteger, con la escala
espacial, con las preocupaciones de cada época y de cada sociedad, con el
desarrollo de la ciencia, con el nivel tecnológico y con el nivel del conocimiento
sobre el funcionamiento de los ecosistemas.

Lo anterior obliga a repensar el concepto sostenibilidad.

Las Organización de las Naciones Unidas (ONU) difundió la definición de


desarrollo sostenible propuesta por la Comisión Brundtland la cual dice que

“el desarrollo sostenible consiste en la satisfacción de las necesidades de las


generaciones presentes sin comprometer la capacidad de las generaciones
futuras para satisfacer las suyas”.

A esta propuesta de definición se han hecho muchos interrogantes entre los


cuales sobresalen los siguientes:

• ¿Qué es una necesidad?

El concepto de necesidad varía de acuerdo a las condiciones ambientales


donde está inmerso cada grupo social, a los valores sociales de cada sociedad
y a su avidez en el consumo de fuentes energéticas y otros recursos naturales,
lo cual hace que en algunas circunstancias existan satisfactores de
necesidades que son ambientalmente y socialmente imposibles de lograr.

Ya en 1946, Mahatma Gandhi había vislumbrado esta forma insostenible de


manejo del la naturaleza cuando al preguntársele si después de la
independencia la India alcanzaría los niveles de vida de la sociedad británica,
el respondió que si “Gran Bretaña necesitó la mitad de los recursos del planeta
para conseguir su prosperidad; ¿cuántos planetas necesitará un país como la
India?”

• ¿Qué significa sostenibilidad o sustentabilidad?

Conscientes de la imposibilidad de una definición universal de sustentabilidad,


el estudio de realidades sociales obliga a responder estas preguntas:

¿Qué se va a sostener? ¿Durante cuánto tiempo? ¿En qué escala espacial


o dimensión? ¿La sustentabilidad para quién es útil?

• Mito del crecimiento constante de los sistemas de producción


económicos.

Los conceptos de sostenibilidad y desarrollo sostenible no pueden manejarse si


no se pone en duda el concepto de que el consumo de recursos naturales está
ligado con un consumo siempre creciente de energía y otros recursos
naturales. Este mito sirvió para que muchos economistas y políticos
consideraran el consumo de energía como un fiel indicador de crecimiento de
una sociedad y por ende el posible bienestar de la población.
• Segundo Ley de la energía o Ley de la entropía.

La economía ecológica al aplicar la segunda ley de la energía realiza una


crítica al modelo de desarrollo económico basado en los niveles de riqueza y
acumulación constante de capital, el cual ha permitido postular los indicadores
de producto nacional bruto (PNB).

En primer lugar se considera que el capital considerado como la manifestación


del nivel de riqueza de un país, en realidad equivale, en términos ecológicos, a
una determinada cantidad de energía y materiales incorporados, los cuales
necesitan para su funcionamiento de más consumo de energía y de más
materiales extraídos de reservas naturales agotables.

Además, de acuerdo con el segundo principio de la termodinámica, toda


actividad productiva conlleva la disipación de una cantidad de energía y en,
alguna medida, de materiales. En el año de 1922 el economista inglés
Frederick soddy pensaba que no había razón para afirmar que el crecimiento
económico generase en realidad riqueza, sino que más bien generaba la
destrucción de los recursos naturales. Se considera que la degradación
ambiental es una consecuencia de la producción y del crecimiento de ésta (3)

El enfoque de la economía basada en la visión crematística promueve la


ilusión de que las economías crecen, sin comprender que lo que
realmente existe es un empobrecimiento de la base natural, sin la cual la
especie humana, y otras muchas, perderán todas las posibilidades de
supervivencia.

Muchas culturas a través de la observación, el ensayo y el error y la integración


de valores éticos, se han articulado e integrado al mundo natural del cual hacen
parte, alterando cuidadosamente estos sistemas y hasta, en algunas
ocasiones, generando interconexiones favorables para la perpetuación del
ecosistema, sin destruir el hábitat ni provocar la extinción de otras especies
vegetales y animales.

Pero no debe olvidarse que muchos de los impactos negativos provocados por
el ser humanos sobre el mundo natural del cual él hace parte han sido
generalmente consecuencia de la ignorancia, la indiferencia y la codicia y
pocas veces provocados por la necesidad, como se ha tratado de justificar
muchas veces. Debe recordarse la destrucción masiva de las poblaciones de
bisontes de las praderas de Norteamérica y la posterior masacre de casi toda la
población indígena.

Estos impactos se pueden evidenciar en:

1. El rompimiento de las delicadas relaciones ecosistémicas.


2. La ruptura y alteración de los ciclos biogeoquímicos.

3. Crecimiento y descensos demográficos.

4. Invasión y extinción de especies vegetales y animales.

5. Inestabilidad e insostenibilidad de los ecosistemas, donde podemos


incluir a los ecosistemas artificializados por la acción humana y que se
conocen como agroecosistemas.

El estudio de la historia de las sociedades humanas muestra al ser humano


como un único animal que habiendo adoptado formas de vida con las que
destruye su hábitat y los nichos, aparentemente se ha perpetuado, gracias al
poder relativo de la tecnología.

• No confundir desarrollo con crecimiento.

Para alcanzar un desarrollo social que sea ecológicamente sostenible no se


puede confundir desarrollo con crecimiento. Herman Daly dice que el
crecimiento significa un incremento cuantitativo de la escala física, en tanto que
el desarrollo implica la “mejora cualitativa o el despliegue de las
potencialidades”.

Debe enfatizarse, que, a la luz de una economía ecológica, el crecimiento


económico es insostenible dado que el aumento del volumen físico de la
actividad económica es imposible de mantener indefinidamente en un planeta
que constituye un sistema relativamente cerrado y cuyos recursos son, por lo
tanto, finitos. Debe reflexionarse, con sumo cuidado, ya que la población
humana, al nivel actual de consumo de recursos naturales se enfrenta ya a
fuertes limitaciones ecológicas que hacen inviable su crecimiento a medio y
largo plazo.

Se considera que actualmente, la especie humana consume ya casi la mitad


de la producción primaria neta de la fotosíntesis terrestre.
• ¿Cómo determinar el grado de sustentabilidad de una práctica
productiva?

Se han propuesto varios criterios que deben ser considerados para determinar
el grado de sostenibilidad de cualquier práctica productiva estudiada, siendo
aplicables a una cuenca hidrográfica, a una comunidad o una finca o empresa
en general. Estos se pueden describir así:

• Los recursos naturales renovables deberán consumirse en la misma


cantidad en que se regeneran.

• Los recursos naturales no renovables deberán consumirse limitando su


cantidad de extracción de acuerdo a la cantidad de creación de
sustitutos renovables.

• En los dos casos anteriores las tasas de emisión de residuos deben ser
iguales a la capacidad de asimilación de los ecosistemas receptores de
estos residuos.

• La tecnología empleada debe ser aquella con la cual se logra optimizar


el sistema agroecológico, en vez de maximizar una cosecha o
componente del sistema.

Esto se logrará sólo a través de la diversificación y la activación de las


funciones ecosistémicas, utilizándose las potencialidades de un
agreoecosistema con el mínimo aporte energético exógeno. La
tecnología en cuestión permite alcanzar una productividad óptima por
unidad de recurso consumido y podrá ser una tecnología alternativa a
otras que consumen altos niveles de energía y materiales.

• La capacidad de carga de cada ecosistema determinará los límites


y el tamaño del la escala (magnitud) del sistema productivo. Esta
capacidad de carga de un ecosistema depende, en última instancia, de
los hábitos culturales de consumo de la sociedad y del grado de
eficiencia tecnológica para el uso de los recursos naturales alcanzada
por los grupos sociales. Es en esta relación, con los dos factores antes
mencionados, que el tamaño de la población entra a desempeñar un
papel importante.
Cuando se aplica concepto de sostenibilidad a la realidad agraria de tenerse en
cuenta que en primer lugar éste es dinámico, y cambia con el tiempo ya que es

Para ampliar la descripción del concepto de desarrollo sustentable, este


debe ser considerado como el proceso mediante el cual se cubrirían de
manera permanente las necesidades materiales y espirituales de todos
los habitantes del planeta, sin deterioro o incluso con el mejoramiento de
las condiciones sociales y ambientales que les dan sustento.

Entonces el desarrollo sustentable puede considerarse como un proceso de


cambio dirigido, donde son tan importantes las metas trazadas como el camino
para lograrlas. Debe tenerse claro que las metas no son estáticas y ellas deben ser
redefinidas continuamente considerándolas un producto del devenir social y de su
interacción con el medio ambiente.

Un proceso social que pretende ser un modelo de desarrollo sustentable debe


poseer como característica indispensable las nociones de:

De permanencia (como consecuencia de un manejo adecuado del entorno


socioambiental) y

De equidad (en cuanto a la justa distribución intra e intergeneracional de


costos y beneficios).

Como objetivos particulares del desarrollo sustentable tenemos:

o Aspecto socioculturales

 Asegurar la satisfacción de las necesidades humanas


fundamentales, comenzando por las necesidades de los
grupos más frágiles.
 Promover la diversidad y el pluralismo culturales.
 Reducir las desigualdades entre los individuos, las
regiones y las naciones.

o Aspectos ambientales.
 Conservar y restaurar la base de los recursos naturales
existentes, sobresaliendo en importancia el mejoramiento y
la conservación de la fertilidad y la productividad del suelo.
 Promover sistemas tecnológicos que propicien el uso
eficiente y sinérgico de los recursos, Desarrollar
tecnologías eficientes de bajo consumo de recursos,
adaptadas a las circunstancias sociales y ecológicas
locales y que no signifiquen riesgos importantes para las
generaciones presentes y futuras.

 Adecuación ecológica minimizando la acción de los


impactos producidos por estados de perturbaciones
ambientales y sociales. Esto aumenta las posibilidades de
adaptación a las perturbaciones naturales y
antropogénicas.

o Aspectos económicos.

 Generar estructuras productivas, de distribución y de


consumo que ofrezcan los bienes y servicios necesarios
para la sociedad, garantizando el empleo pleno y un
trabajo con sentido, con la finalidad de mejorar las
capacidades de desarrollo de los seres humanos.


Para lograr estos objetivos entran en juego condiciones de tipo social, político,
económico y ambiental, existiendo dos corrientes o líneas de enfrentar la
problemática compleja que se genera, siendo dos propuestas:

• Propuestas correctivas: la cuales proponen que el desarrollo sustentable


se logrará simplemente modificando algunas condiciones de las
instituciones y el marco sociopolítico, pero sin alterar en nada el estado
de las cosas (status quo) sociales, económicas y políticas.

• Propuestas transformadoras: Proponen un cambio profundo de las


instituciones, de los patrones culturales de uso de los recursos naturales
y de las políticas actuales. Para esto proponen una democratización
efectiva, mayor participación y control locales y la redistribución de los
recurso productivos. Como premisa fundamental está la reorientación
del desarrollo científico y tecnológico hacia aplicaciones no militares,
buscándose la creación de un orden económico internacional más justo
y solidario.

La agroecología otorga un sentido muy propio al concepto de sostenibilidad de


un sistema de producción agraria al tener como objeto de su estudio un
AGROECOSISTEMA pero sin perder de vista su interconexión con los demás
y, sobre todo, contemplar y valorar las variables socioeconómicas y culturales
en el mismo grado de importancia que las variables biofísicas.

Entonces el término sostenibilidad o sustentabilidad aplicado a las actividades


agrarias podría expresarse como la capacidad que posee un
agroecosistema para mantener su producción a través del tiempo,
superando, por un lado, las tensiones y limitaciones ecológicas y, por el
otro, las presiones de carácter socioeconómico.

Debe mirarse con reserva la interpretación convencional que confunde la


sustentabilidad con la perdurabilidad de la producción y el máximo beneficio, en
un enfoque que algunos han llamado desarrollo sostenido del actual estado de
los sistemas de producción y las relaciones entre los seres humanos y de éstos
con las demás especies vivientes de nuestro planeta.

SISTEMA DE PRODUCCIÓN AGRARIO SUSTENTABLE.

Aunque es necesario considerar que una definición única de agricultura


sustentable es difícil de proponer, se pueden tener en cuenta algunas que han
sido argumentadas por varios autores y que ofrecen un enfoque holístico. En
ellas se aprecian las tres grandes características o criterios que deben poseer
los sistemas agrarios para poder ser considerados de carácter sustentable. En
ellas se sostiene que deber ser:

• Ecológicamente sanos,

lo cual permitirá que el estado de salud del ambiente no se altere y esto


se logrará únicamente conservando la calidad y la cantidad de los todos
los recursos naturales. La sostenibilidad del agroecosistema está
relacionada directamente con el manejo que se haga, respetando y
ajustándose a los procesos biológicos. El agricultor que busca la
sostenibilidad de la finca debe guiarse por los cuatro principios de la
sostenibilidad de los ecosistemas, a saber:

1. Los ecosistemas reciclan todos los elementos de modo que


transforman todos los desechos y reponen los nutrientes.
2. Los ecosistemas aprovechan la luz solar como fuente de
energía.
3. Los ecosistemas regulan el tamaño de las poblaciones de los
consumidores, evitando el pastoreo excesivo u otros consumos
exagerados.
4. Los ecosistemas mantienen la biodiversidad.

1. Los ecosistemas reciclan todos los elementos de modo que


transforman todos los desechos y reponen los nutrientes.

Los agricultores emplearán métodos de producción que restablezcan los


mecanismos homeostáticos que conduzcan a:

A la estabilidad de las comunidades bióticas, optimizándose las


tasas de reciclaje de materias orgánicas y nutrientes.

De lo anterior depende la productividad de un agroecosistema y esto


sólo se podrá hacer promoviendo la actividad biológica del suelo. Por lo
tanto, deben utilizarse tecnologías que optimicen y protejan la eficiencia
biológica del sistema.

2. Los ecosistemas aprovechan la luz solar como fuente de


energía. Los métodos de producción agropecuaria deben
favorecer un flujo eficiente de energía.

3. Los ecosistemas regulan el tamaño de las poblaciones de los


consumidores, evitando el pastoreo excesivo u otros consumos
exagerados.
En la protección y conservación de la superficie del suelo es donde se
aprecia con mayor claridad el grado de sustentabilidad de un
agroecosistema. Los agricultores emplearán prácticas agropecuarias
que manejen adecuadamente la cubierta vegetal del suelo mediante el
uso de cultivos de cobertura, coberturas muertas, labranza mínima,
todas estas prácticas que minimizan los procesos de degradación del
suelo, tales como la erosión, la compactación y la salinización.

4. Los ecosistemas mantienen la biodiversidad.

Los agricultores deben promover la biodiversidad, que se puede


entender desde dos puntos de vista:

La estructural expresada en la diversidad espacial y temporal.

La funcional reflejada en las interacciones y sinergismos. Esta


diversidad protege y optimiza la eficiencia de reciclaje de nutrientes y la
estabilidad y resistencia del agroecosistema frente a trastornos en los
estados de salud de plantas y animales.

Una biodiversidad protegida permitirá manejar cuidadosamente la


adaptabilidad y la complementariedad en el uso de los recursos
genéticos animales y vegetales, utilizando para eso, plantas y animales
autóctonos y/o rústicos adaptados a las diversas condiciones
ambientales y que puedan responder a un manejo con bajo consumos
de insumos externos.

 Económicamente viable, para poder asegurar el acceso


a los medios de vida digna de todos los agricultores y para
permitir esto deben cubrirse los costes del sistema agrario
de producción.

1. Equidad: su búsqueda de la equidad permitirá una distribución


justa y equitativa de los costos y beneficios asociados con la
producción agraria. Debe desarrollarse tecnologías y sistemas de
manejo adaptados a la diversidad de las condiciones ecológicas,
culturales, económicas y sociales que disminuyan los riesgos de
fracasos, al aumentar la eficiencia y la viabilidad económica de
pequeños y medianos agricultores. Así se lograra la mejora del
bienestar de la familia campesina, del derecho de acceso a los
medios de producción, de poder participar en las decisiones
sociales.
Es necesaria la participación de la mujer en los procesos de
desarrollo y el reconocimiento de sus derechos.

Es, también, decisiva la búsqueda de la equidad entre el campo


(mundo rural) y la ciudad (mundo urbano).

2. Viabilidad económica basada en la oikoeconomía. El sistema


productivo debe generar ingresos superiores a los gastos. Pero
esta característica de un sistema agrario sustentable se
fundamenta en una rentabilidad económica sin caer en el
determinismo de una lógica a corto plazo, ya que se busca la
durabilidad del sistema en el largo plazo y no una simple
rentabilidad de corto plazo.

3. Rendimiento sustentable: Esto lo alcanza un sistema agrario


sustentable cuando se fundamente en el aprovechamiento de los
sinergismos que se dan entre distintas actividades económicas
del sector rural, alcanzado la estabilidad del conjunto de
productos y servicios, evitando utilizar tecnologías
exageradamente especializadas.

 Socialmente justo. Este es el ideal al cual debe


propender todo sistema de producción que pretenda ser
sostenible. Debe protegerse la salud del trabajador
agropecuario y de los consumidores de los alimentos de
origen vegetal y animal. El sistema de producción debe
permitir que el acceso al poder para la toma de decisiones
políticas y sociales y el acceso a los recursos naturales
estén distribuidos de tal manera que las necesidades
humanas fundamentales de todos los miembros de la
organización social estén satisfechas.

La discusión sobre el concepto de la equidad es fundamental pues sin


ella no habrá un verdadero desarrollo sustentable. Las experiencias
históricas han mostrado que en aquellas sociedades donde mayor es el
grado inequidad como consecuencia de la desigualdad social, mayores
serán las amenazas para la estabilidad de los agroecosistemas y de los
ecosistemas.

La pobreza, en todas sus expresiones, con el acceso desigual a los


recursos naturales, ha tenido y tiene consecuencias negativas para la
estabilidad de éstos. Fenómenos como la deforestación, el
sobrepastoreo, el cultivo en laderas, la contaminación de suelos y
aguas, etc, se han explicado como actitudes provocadas por las
necesidades de los grupos sociales más desfavorecidos. Pero, muchas
veces también por la codicia de los más acaudalados.

Infortunadamente, esta situación social conflictiva necesita de


estructuras coercitivas para el control de los individuos y diferentes
grupos sociales, que tarde o temprano desembocan en conflictos
violentos entre ellos.

“Es tan dañina una opulencia sin conciencia


como una miseria sin esperanzas”.
Lo anterior debe analizarse cuidadosamente, ya que no se quiere decir
que la sustentabilidad de un agroecosistema o una sociedad dependa de
la igualdad distributiva, pues de hecho, han existido y existen
agroecosistemas con cierto grado de injusticia social y al ser analizados
muestran cierto grado de sustentabilidad. Tampoco se quiere afirmar
que equidad sea equivalente a igualitarismo.

Pero a pesar de la dificultades antes analizadas, las comunidades y


grupos humanos deben continuar buscando dinámicas para impulsar
una agricultura sustentable, para lo cual deben fortalecerse los
mecanismos de cooperación y solidaridad locales que permitan la
potenciación de capacidades y habilidades de las poblaciones locales,
favoreciendo la autogestión mediante procesos de capacitación y
educación participativos.

Se debe rescatar y valorar, en una forma crítica, las prácticas tradicionales que
respondían a criterios de sustentabilidad para el manejo de los recursos
naturales utilizadas por diferentes etnias y culturas. Esta es una forma de
respetar las diferentes tradiciones culturales y, así mismo, proteger y estimular
la pluralidad cultural y étnica.

Referencias:

Altieri, Miguel A. “¿Por qué estudiar la agricultura tradicional?”


Revista Agroecología y Desarrollo. CLADES. Nº 1. 1991: 16 -24

Daly, Herman E. Para el bien común. Reorientando la economía hacia la


comunidad, el ambiente y el futuro sostenible. Bogotá: Fondo De Cultura
Económica Ltda. 1997. 466 p.

Goodland, Robert; Daly, Herman E.; El Serafy, Salah¸Von Droste,


Bernd. (editores) Desarrollo Económico Sostenible. Bogotá: TM.
Ediciones Uniandes. 1994. 185 p.
Guzmán Casado, Gloria; González de Molina, Manuel; Sevilla Guzmán,
Eduardo. Introducción a la Agroecología como desarrollo rural
sostenible. España: Ediciones Mundi-Prensa. 1999. 535 p.

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