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TALLER 1
PRESENTADO POR:
MARIA FERNANDA PICON PEREZ
20191252048
El sistema óseo nos brinda el sostén y la protección esencial a los órganos internos
indispensables para la vida. Junto con el sistema muscular y las articulaciones
conforman el aparato locomotor del cuerpo humano.
El sistema óseo está constituido por unos 206 huesos de distinta forma y tamaño,
todos endurecidos a partir de la acumulación de calcio y otros elementos en un
proceso llamado mineralización.
Debido a su resistencia, los huesos son la última parte del cuerpo humano en
descomponerse, sobreviviendo al resto de los tejidos por años.
Las articulaciones del cuerpo humano son las uniones más importantes entre los
extremos de los huesos. Lo que hacen es permitir que se cree un movimiento entre
los huesos. Así podemos movernos de forma libre y constante con nuestro
cuerpo. Los huesos van chocando con las articulaciones, las cuales están
recubiertas de un tejido poco duro y flexible que se llama cartílago articular. Lo que
permite es que el movimiento de los huesos pueda hacerse sin problema alguna,
ayudando a que no se rocen de manera directa.
Tenemos varios tipos de articulaciones, las cuales se pueden clasificar en base al
material que conecta los huesos y su funcionalidad. Esta distribución podemos
hacerla de tres maneras: articulaciones móviles, articulaciones semimóviles y
finalmente las articulaciones inmóviles.
Articulaciones móviles
Esta clase de articulaciones son las que están situadas por lo general en
nuestro esqueleto.
Articulaciones deslizantes
Se las denomina articulaciones planas, pues el hueso se desliza sobre el otro. Se
mueven en todas las direcciones y la cápsula limita el movimiento. Podemos
mencionar el tobillo o la muñeca.
Articulaciones de rótula
Suelen tener numerosos movimientos rotativos. La cabeza redondeada de un hueso
pasa a acoplarse a uno en forma de anillo. Lo mismo que el ojo encaja
perfectamente en la cavidad ocular. Aquí podemos hablar de los hombros y las
caderas.
Articulaciones cóndilo
Este tipo de articulaciones son similares a las de rótula, puesto que la cabeza de un
hueso encaja en la cuenca de otro. Como característica principal que es la diferencia
en el funcionamiento de esta clase de articulaciones está la forma. Las
articulaciones cóndilo no son demasiado redondas como las de rótula, teniendo más
bien forma ovalada. Proporcionan una gran variedad y confort de los movimientos
que hacen os huesos. Igualmente tiene un cartílago en las dos partes de la
articulación.
Articulaciones semimóviles
En el caso de ellas, se unen por un cartílago elástico. Aunque tienen mucha
movilidad, no son tantas como las articulaciones móviles. Uno de los ejemplos más
claros la tenemos en la unión de los huesos que se encargan de formar la columna
vertebral.
Articulaciones inmóviles
Aquí las articulaciones se diferencian de forma clara de las otras dos. La diferencia
podemos decir que estriba en que la unión que se produce entre estas es debida al
crecimiento del hueso o cartílago resistente. Son unas articulaciones que tienen
como principal característica la dureza, por lo que no tienen movilidad
Nuestro organismo puede captar información tanto del medio externo como del
interior del cuerpo. Esta información es procesada por el sistema nervioso y se
utiliza para elaborar las órdenes que gobiernan su funcionamiento.
4.1. Funciones
- Sensorial: Percibe los cambios (estímulos) internos y externos con los receptores
u órganos receptivos. Los cambios incluyen una amplia gama de factores físicos
como la luz, presión o concentración de sustancias químicas disueltas.
A modo de cables, los nervios conectan el sistema nervioso central con el resto de
los órganos de nuestro cuerpo.