Está en la página 1de 12

Un modelo explicativo

de la emergencia
de empresarios

JOAQUÍN GUZMÁN CUEVAS


Departamento de Economía Aplicada. Universidad de Sevilla

FELIPE RAFAEL CÁCERES CARRASCO


Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales. Universidad de Sevilla

151
Si la figura del empresario y la función empresarial han sido en
gran medida marginadas de las grandes corrientes de pensamiento de
la ciencia económica, su emergencia o aparición en la economía pro-
ductiva aún sigue impregnada de una bargo, la participación de factores de na- tes. Así, Casson (1982) y Leibenstein
fuerte dosis de desconocimiento científi- turaleza «no económica» en la configura- (1978) construyen su modelo desde la óp-
co, lo cual hace que las teorías de de- ción del agente empresarial y en el pro- tica de un hipotético mercado de empresa-
sarrollo, tanto de carácter local como re- pio acto de la creación de empresas ha rios; Baumol (1983) destaca la importancia
gional e incluso nacional, se encuentren a hecho que la ciencia económica se haya de la tasa de crecimiento económico;
menudo con un obstáculo insalvable para visto por sí sola insuficiente para ofrecer Campbell (1995) pone gran énfasis en la
su aplicación empírica, especialmente una completa explicación de cómo emer- «expectativa de ganancia neta»; Suárez Vi-
cuando se trata de territorios con escasa ge la figura del empresario, más allá de la lla (1986) introduce una perspectiva terri-
cultura o espíritu de empresa. tópica y simplista cuestión de si el empre- torial y evolutiva; Wilken (1979) resalta la
sario nace o se hace. importancia de los factores no económi-
En el campo de la Economía se ha avan- cos. Otros enfoques han incidido en gran
zado bastante en los últimos años acerca Hasta ahora, se han realizado intentos de medida sobre la formación de las actitudes
de la delimitación conceptual de la fun- modelizar el fenómeno de la emergencia y creencias de los individuos para explicar
ción económica del empresario; sin em- empresarial desde enfoques muy diferen- así la existencia de un potencial empresa-

o
ECONOMÍA INDUSTRIAL N. 340 • 2001 / IV
J . G U Z M Á N C U E VA S / F. R . C Á C E R E S C A R R A S C O

rial o de comportamientos empresariales


(Ajzen, 1991, y Norris y Brazeal, 1994); o
en los factores socioeconómicos e institu-
cionales (Gnyawali y Fogel, 1994).

Una de las críticas de las que han sido


objeto algunos de esos intentos de mo-
delización ha sido su limitado marco de
análisis, excesivamente sesgado hacia
los factores de naturaleza económica,
social o psicológica (Herron y Richard,
1993, y Gartner y Starr, 1992). Sin em-
bargo, pocas veces se ha considerado
que con frecuencia los intentos de mo-
delización de la emergencia empresarial
no han partido de una delimitación pre-
cisa del empresario o de la función
empresarial, lo que, en nuestra opinión,
es fundamental para que el análisis
pueda distinguir entre la aparición de
un «empresariado de calidad» («entre-
preneurs») y la de microempresarios o
«small business owner», pues, como es Además, nuestro modelo se apoya en una sario a lo largo de la historia del pensa-
bien sabido, los comportamientos de delimitación de la función empresarial, miento económico hemos realizado una
unos y otros y, por tanto, el grado en el sobre la que venimos trabajando desde delimitación de la función empresarial en
que desarrollan ciertas funciones em- hace algún tiempo en el Grupo de Inves- la que se conjugan tres esferas funciona-
presariales (innovación, búsqueda de tigación «Las pymes y el desarrollo econó- les (Guzmán, 1994):
nuevas oportunidades, asunción de in- mico», de la Universidad de Sevilla (Espa-
certidumbre) varía considerablemente. ña), que ha sido desarrollada en otras Esfera financiera. Se asimila a la tradi-
publicaciones (Guzmán, 1994, y Cáceres, cional función capitalista y se correspon-
Ese hecho resulta de especial interés si se 2000). Dicha delimitación va a permitir de con la propiedad formal de la empre-
tiene en cuenta que esos tipos de agentes diferenciar entre la aparición de «empre- sa, por lo que en ella se sitúa el riesgo
empresariales se encuentran en cierta sarios de calidad» y de microempresarios. financiero. Desde Cantillón, uno de los
medida asociados al grado de desarrollo primeros autores en reconocer el impor-
económico, destacando en la economías El artículo se estructura en tres partes. En tante rol que juega el empresario en la
atrasadas los «microempresarios», mien- primer lugar se presenta la delimitación de economía, las funciones de esta esfera se
tras que los «entrepreneurs» tienen mayor la función empresarial sobre la que se apo- han asociado con bastante frecuencia al
peso en las regiones desarrolladas. ya el análisis. En segundo lugar, se definen agente empresarial, llegándose incluso a
los factores o variables que con más fre- asimilar al empresario a un mero capita-
152 En este trabajo presentamos un intento cuencia han sido considerados como expli- lista en las escuelas clásica y neoclásica.
de construcción de un modelo explica- cativos de la emergencia de empresarios y
tivo de la emergencia empresarial, en el de las características asociadas a éstos por Esfera gerencial, que integra lo que po-
que se integran aportaciones de econo- investigadores de diversos ámbitos científi- dría denominarse faceta directiva. Se ca-
mistas, sociólogos y psicólogos, con el cos. En el último epígrafe, a partir de los racteriza porque en ella se opera con da-
objeto de ofrecer un enfoque multidis- aspectos anteriores y de otros que se ex- tos objetivos o formalizables y con una
ciplinar para el análisis sobre la apari- traen de diversas aportaciones, se realiza función de producción conocida, es de-
ción de los empresarios. Desde nuestra una modelización de la emergencia empre- cir, se desenvuelve en un ambiente en el
perspectiva, el estudio sobre el empre- sarial, que, finalmente, y a modo de ilustra- que predomina la certidumbre. Se puede
sario difícilmente puede conducir a re- ción, se aplica a varios escenarios socioe- identificar con la combinación de inputs
sultados satisfactorios si se realiza des- conómicos que son previamente definidos. a que hicieron referencia Berlidor y Can-
de el estricto ámbito de una sola tillón, con la división del trabajo a que se
disciplina. Existe evidencia empírica su- refiere Smith, con el papel directivo del
ficiente como para poner de manifiesto empresario de Marx, etc.
que la complejidad que encierra la na- El empresario
turaleza del empresario y la diversidad y la función empresarial Esfera impulsora. Engloba comporta-
de factores que sobre ella inciden re- mientos empresariales cuya característica
quieren que su estudio se realice desde Tomando en consideración el papel que común es su escaso grado de objetivación
un enfoque multidisciplinar. diferentes autores han asociado al empre- o formalización (innovación, captación de

o
ECONOMÍA INDUSTRIAL N. 340 • 2001 / IV
U N M O D E L O E X P L I C AT I V O D E L A E M E R G E N C I A D E E M P R E S A R I O S

oportunidades de negocio, convivencia que el logro de sus recompensas o metas


con el riesgo, etc.). A diferencia de la an- GRÁFICO 1 depende más de su propio comporta-
terior, no puede desarrollase a partir de LAS TRES ESFERAS miento que de factores externos o de ter-
una función de producción conocida, ya DE LA DELIMITACIÓN EMPRESARIAL ceras personas. Se diferencia del control
que viene marcada en gran medida por la externo en que cuando éste predomina el
incertidumbre. Dentro de ella es posible individuo cree que las recompensas y
identificar, a su vez, las siguientes funcio- metas que persigue son controladas por
nes: la innovadora, que resulta definitoria otros factores que escapan de su ámbito
en el empresario de Schumpeter (1976); de dominio. Se trata de una característica
la captación de oportunidades de negocio, que aparece asociada a comportamientos
papel principal del empresario de Kirzner empresariales, tales como la constancia
(1975) y la convivencia con la incerti- en el trabajo o la seriedad en el cumpli-
dumbre (Knight, 1965). Junto con ellas miento de las obligaciones, y al éxito en
puede considerarse también la de garanti- los negocios (Carter y Cachon, 1993).
zar que las esferas financiera y gerencial
respondan satisfactoriamente a las necesi- Autoeficacia, entendida como el grado
dades de recursos financieros y de gestión en que una persona cree en su propia ca-
que se originen. Se encuentra muy vincu- van a agrupar los factores explicativos de pacidad para realizar una tarea dada. Se
lada a la dirección estratégica del negocio. la emergencia empresarial en cinco blo- trata de una característica personal que
ques o áreas de influencia: afecta a la motivación para realizar con
Generalmente, las tres esferas anteriores éxito las tareas, a la elección de la carrera
se identifican en una sola persona, el em- a) «Características personales». profesional, al grado de tolerancia a situa-
presario individual, cuando se trata de b) «Contexto económico». ciones no familiares o adversas y al nivel
empresas de reducida dimensión; mien- c) «Contexto social y familiar». de riesgo que los individuos perciben
tras que en las unidades productivas de d) «Formación y experiencia laboral. (Bandura, 1982).
mayor tamaño tienden a distribuirse entre e) «Acción institucional».
diferentes grupos de agentes (socios capi- Propensión a innovar, que para Schum-
talistas, jefes, alta dirección, etc.) que De forma muy breve intentaremos definir peter (1976) es el rasgo definitorio del
pueden, a su vez, participar en una o más las variables más representativas de cada empresario. Es una de las características
esferas. uno de esos grupos, sin considerar toda- psicológicas que con más frecuencia se ha
vía las posibles relaciones entre ellas, las asociado a los comportamientos empresa-
Desde nuestra perspectiva, la esencia del cuales serán tenidas en cuenta más ade- riales.
empresario se encuentra en la esfera im- lante, cuando ser realice una modeliza-
pulsora, pues las funciones que la inte- ción del fenómeno empresarial. Tolerancia a la ambigüedad, destacada
gran se pueden sintetizar, a su vez, en como una característica fundamental para
otras dos, que son las que promueven el enfrentarse a las situaciones de incerti-
nacimiento de la empresa y su evolución Características personales dumbre en que se desarrolla el mundo de
en el tiempo: «la promotora», que se iden- los negocios (Gibb, 1994).
tifica con la puesta en marcha de nuevos Entre las características personales sobre 153
proyectos, y, por tanto, es asimilable a la las que parece existir un mayor grado de Iniciativa, que, desde la óptica de la
emergencia empresarial; y la «dinamiza- «consenso», respecto a la importancia del emergencia empresarial, puede definirse
dora», que es la orientada a garantizar la papel que juegan para que surjan empre- como la inclinación hacia la acción que
supervivencia futura de la unidad pro- sarios, se destacan: lleva asociada la puesta en marcha de
ductiva y su crecimiento, por lo que se una nueva empresa o negocio.
identifica con la «calidad empresarial» Motivación de logro, que puede enten-
(Guzmán y Santos, 2001). derse como la necesidad que experimen- Perspicacia, entendida como la capaci-
ta un individuo de realizar bien las tareas dad para captar oportunidades de nego-
de las que se ocupa; no tanto para obte- cio. Kirzner (1975) construye su teoría
ner un reconocimiento o prestigio social empresarial precisamente sobre la base
como para alcanzar un sentimiento de lo- de dicha característica.
Los factores explicativos gro personal (McClelland, 1971). Fue in-
de la emergencia troducida por McClelland y, aunque su Independencia o autonomía, que hace
empresarial asociación al fenómeno empresarial no referencia al hecho, destacado por dife-
ha estado exenta de ciertas críticas, ha si- rentes autores, de que el empresario se
A partir de las aportaciones que sobre el do considerada por numerosos autores. caracteriza por su resistencia a trabajar en
fenómeno empresarial han realizado eco- una organización jerárquica, sujeto a una
nomistas, sociólogos y psicólogos, y en Control interno, que se define como la autoridad, lo que ha sido explicado sobre
aras de una mayor claridad expositiva, se percepción que tiene un individuo de la base de diversos condicionantes psico-

o
ECONOMÍA INDUSTRIAL N. 340 • 2001 / IV
J . G U Z M Á N C U E VA S / F. R . C Á C E R E S C A R R A S C O

lógicos que tienen su origen en la infancia diciones de turbulencia que en situacio- asociado un alto grado de individualismo
del individuo (Collins y Moore, 1964). nes de equilibrio. con la aparición de empresarios. Sin
embargo, no existe un claro «consenso»
Ciertas habilidades personales, entre En cualquier caso, la insistente preocupa- sobre ese particular.
las que algunos autores han destacado: la ción que manifiestan los gobiernos por
capacidad para aprender, para relacionar- lograr un nivel razonable de «estabilidad ✓ Grado de aversión a la incertidumbre
se con los demás, para dirigir, para valo- macroeconómica», lo que repercute posi- de la población, que se relaciona negati-
rar oportunidades, el pensamiento crítico, tivamente sobre la inversión y, por tanto, vamente con la empresarialidad (Busenitz
la capacidad de comunicación persuasi- sobre la puesta en marcha de nuevos y Lau, 1997).
va, la capacidad de negociación, de co- proyectos empresariales, es una clara
municación interpersonal, de escuchar y muestra de la importancia que se atribuye ✓ Masculinidad frente a feminidad. En
captar información, de resolver proble- en la práctica a este factor. las poblaciones más «masculinas» prevale-
mas etcétera (Ray, 1993). cen la agresividad o la competición fren-
La falta de oportunidades de empleo te a la preocupación por la calidad de
en las organizaciones existentes, que vida o el cuidado de los débiles. Una
Contexto económico hace referencia a la posibilidad de conse- mayor masculinidad se ha asociado posi-
guir un puesto de trabajo por cuenta ajena tivamente con la emergencia empresarial
Las variables económicas que con más fre- y, por tanto, viene condicionada en gran (Busenitz y Lau, 1997).
cuencia se han utilizado para explicar la medida por el nivel que alcancen las tasas
emergencia empresarial han sido tres: de desempleo. Las investigaciones dirigi- ✓ Orientación al futuro frente a la orien-
das a analizar si existe un efecto de dicha tación al presente o al pasado. Una mayor
Nivel de oportunidades económicas, es variable sobre la emergencia empresarial orientación al futuro se asocia a un mayor
decir, la existencia de posibilidades para el no siempre han encontrado evidencia em- ahorro y a la perseverancia en el trabajo,
desarrollo de actividades económicas con pírica suficiente, aunque en algunos casos lo que con frecuencia se ha considerado
las que poder realizar un beneficio poten- se ha mostrado significativamente asocia- favorable para el empresariado (Seltsikas
cial. Siguiendo a Wilken, esta variable da a la aparición de los empresarios, espe- y Lybereas, 1996).
puede ser valorada precisamente a partir cialmente a los de más pequeña dimen-
de dicho beneficio potencial, que es fun- sión, los «microempresarios». Consideración o legitimación social del
ción directa de las recompensas y de los empresario, que, si bien se podría enten-
costes potenciales. Desde esa perspectiva der como un valor cultural más a añadir a
cabe considerar que las oportunidades Contexto social y familiar los anteriores, lo hemos destacado aparte,
económicas vienen condicionadas por con el objeto de significar que se trata de
nueve factores: la oferta de capital, la ofer- Dentro de este grupo hemos considerado uno de los factores sociales sobre los que
ta de materias primas, la productividad de las variables de tipo social que se han existe mayor acuerdo en cuanto a la nece-
las materias primas, la oferta de trabajo, la asociado a la emergencia empresarial, así sidad de que dicha consideración sea alta
productividad del trabajo, la oferta de tec- como las influencias que tienen su origen para que surja el empresariado (Wilken,
nología, la productividad de la tecnología, en la familia del individuo: 1979, y Stanworth y Gray, 1991).
el tamaño del mercado y la composición
del mercado. Los siete primeros afectan a Los valores culturales dominantes, Las redes, factor en torno al cual en los
154 los costes potenciales, mientras que los que, según han señalado psicólogos y so- últimos años ha surgido una abundante
dos últimos influyen sobre las recompen- ciólogos, constituyen una plataforma para literatura, en la que se destaca la necesi-
sas potenciales y vienen determinados por la creación de empresas y para el aprendi- dad de que el individuo tenga acceso a
el tamaño del mercado y por su composi- zaje del empresario, en el sentido de que un sistema de apoyos y contactos que lo
ción, que dependen, a su vez, de factores crean un marco en el que se desarrollan conecten con una estructura socioeconó-
como: nivel de riqueza y renta y su distri- actividades y se establecen estándares que mica más ancha en el mundo de los ne-
bución, población, grado de competencia, afectan a la actitud que mantienen los in- gocios y del trabajo, para que pueda
etc. (Wilken, 1979). dividuos hacia el empresariado. En la lite- emerger como empresario (Staber, 1993,
ratura sobre este tema destacan los traba- y Johannisson, 1995). Las redes pueden
La estabilidad macroeconómica, que jos de Hofstede (1991), sobre los que se ser de muy diverso tipo: familiares, per-
viene dada, entre otros factores, por la han desarrollado posteriormente otras in- sonales, comerciales, profesionales, etc.
evolución que muestren la inflación, el vestigaciones que señalan como valores
crecimiento de la actividad económica, el culturales más influyentes, los siguientes: El marco sociopolítico, que puede en-
nivel de incertidumbre reinante, etc. Exis- tenderse, en general, como el grado de
te cierto desacuerdo con relación al nivel ✓ Individualismo frente a colectivismo, protección jurídica de que gozan las per-
de estabilidad que es necesario para favo- que hace referencia al grado en que la sonas y las propiedades. Se trata de un
recer la emergencia empresarial; algunos población prefiere actuar individualmente factor que si bien en los países desarro-
autores han señalado que es más proba- frente al desarrollo de actividades en llados no resulta muy significativo para la
ble que el empresario aparezca bajo con- grupo. En diferentes investigaciones se ha emergencia empresarial, debido a que,

o
ECONOMÍA INDUSTRIAL N. 340 • 2001 / IV
U N M O D E L O E X P L I C AT I V O D E L A E M E R G E N C I A D E E M P R E S A R I O S

generalmente, dicho marco es estable, en


los subdesarrollados puede tener una
gran relevancia sobre la decisión de los
individuos de poner en marcha un nego-
cio propio.

La marginalidad social también ha sido


con frecuencia considerada por algunos
economistas, y sobre todo por sociólogos,
al tratar de explicar la emergencia empre-
sarial. Se ha señalado que los individuos o
grupos sociales objeto de marginación, ya
sea ésta de origen religioso, cultural, étni-
co, etc., tienden a asumir roles empresaria-
les como medio para escapar de su situa-
ción. No obstante, se trata de un factor
cuyo efecto viene, a su vez, condicionado
por otros, como la consideración social
que merezcan las actividades empresaria-
les. Cuando el empresario goza de presti-
gio entre la población, es probable que los
canales de ascenso social, a través de la
creación de empresas, puedan verse obs- es alto se abren las posibilidades para ac- Próximos a ese enfoque, algunos investi-
taculizados para los marginados por la ac- ceder a los mercados de productos y fac- gadores han tratado de indagar sobre el
ción de individuos mejor situados en la pi- tores. tipo de formación que resulta más idónea
rámide social que, ante la consideración para mejorar y acrecentar dicha capaci-
de que goza el empresariado, prefieren ser La familia. Finalmente, hemos recogido dad empresarial. Han surgido, así, dife-
ellos quienes desarrollen la empresariali- también en este grupo «la familia», pues, rentes trabajos en los que se ha puesto
dad (Hoselitz, 1971, y Wilken, 1979). Ade- desempeña un importante papel en la so- énfasis, entre otros aspectos, en la necesi-
más, incluso cuando no existe ese tipo de cialización del individuo. Su incidencia dad de que aquélla abarque, además de
obstáculos, la evidencia empírica no per- sobre la aparición de empresarios se ha aspectos teóricos, conocimientos tácitos
mite afirmar que la marginalidad por sí so- puesto de manifiesto al comprobarse em- que resulta imposible adquirir al margen
la impulse sistemáticamente a los indivi- píricamente que los hijos de individuos de la práctica (Scott, 1988).
duos hacia la actividad empresarial. que se dedican a la actividad empresarial
muestran una mayor inclinación hacia la En línea con este enfoque, se ha destaca-
La movilidad social, que hace referencia puesta en marcha de negocios propios do la conveniencia de que la formación se
al grado de facilidad que existe para que que los de aquellos que desarrollan otras desarrolle con una metodología que haga
los individuos asciendan en la pirámide actividades laborales (Hagen, 1968; Stan- posible el aprendizaje en unas condicio-
social. Autores como MacClelland o Ho- worth y Gray, 1991, y Guzmán, 1995). nes que reflejen el ambiente de incerti- 155
selitz han señalado que si dicha movili- dumbre en el que se desenvuelve el em-
dad es reducida será difícil acceder hacia presario, favoreciendo el autoaprendizaje
estratos sociales más altos que aquel en Formación y experiencia y la mejora de las capacidades que consti-
el que se ha nacido y, por tanto, la emer- laboral tuyen la esencia de la persona emprende-
gencia empresarial se puede ver obstacu- dora (Gibb, 1993). Desde esa perspectiva
lizada. Sin embargo, otros autores han En relación con la formación, diferentes in- se han diseñado cursos y seminarios que,
defendido la tesis opuesta, es decir, que vestigadores han coincidido al señalar que, con independencia de los contenidos teó-
una escasa movilidad social puede favo- debido a que amplía los conocimientos y ricos que puedan abarcar, tratan de incidir
recer la emergencia empresarial; sin que, las habilidades de los individuos, incre- sobre el desarrollo de actitudes y capaci-
por tanto, exista consenso sobre la inci- menta su capacidad para concebir e iniciar dades que se asocian con la personalidad
dencia de este factor (Wilken, 1979). nuevas actividades productivas (Hagen, del empresario (convivencia con la incer-
1968). También se ha argumentado que la tidumbre, innovación, búsqueda de opor-
La ideología reinante y la religión, que formación mejora las facultades para tra- tunidades de negocio, etc.).
de alguna manera pueden asimilarse a los tar con las situaciones de «desequilibrio»
valores culturales dominantes, ya señala- que se dan en toda actividad económica, Por otro lado, aunque muy relacionado
dos con anterioridad, y el grado de inte- asociándose positivamente la escolariza- con lo que se ha señalado en el párrafo
gración social, que puede asociarse a las ción adicional con un incremento de la anterior, algunos autores han destacado el
redes, pues su importancia para la emer- oferta de capacidad empresarial (Schultz, importante papel que puede tener para la
gencia radica en que cuando dicho grado 1985). emergencia empresarial la experiencia la-

o
ECONOMÍA INDUSTRIAL N. 340 • 2001 / IV
J . G U Z M Á N C U E VA S / F. R . C Á C E R E S C A R R A S C O

boral del individuo que ha trabajado por Una diferencia importante entre las varia- se asocian a los mercados de factores y
cuenta ajena, ya que dicha circunstancia bles que conforman este bloque y las que de productos (contexto económico), y
hace posible que el aprendizaje sobre la se han definido en las páginas anteriores en otros, sobre la formación (área de in-
función empresarial se realice desde la es que las primeras, como se justifica más fluencias de la formación y experiencia
práctica y bajo la presión del entorno de la abajo, más que incidir directamente sobre laboral) o sobre las redes de contacto
empresa. De ese modo, el individuo pue- la aparición de los empresarios lo hacen entre empresas (contexto social).
de descubrir por sí mismo, observando a sobre las demás variables, es decir, sobre
los demás, cómo hacer las cosas, cuándo las que se han integrado en los restantes Finalmente, dentro de «otras acciones re-
hacerlas y con quién; y aprende, con la grupos; las cuales, a su vez, son las que lacionadas con el papel institucional»,
posibilidad de realizar «feed back», de sus influyen directamente sobre la emergen- pueden señalarse, siguiendo a Wilken
relaciones con clientes, proveedores, tra- cia empresarial. A continuación se seña- (1979):
bajadores, entidades financieras, etc., en lan las características principales de esos
un proceso de interacción personal que va tres factores. ✓ «Las influencias sobre los factores eco-
más allá de lo que es posible captar me- nómicos» (contexto económico). El go-
diante la palabra escrita o la instrucción El grado de desregulación económica bierno puede hacer que varíe la oferta y
formal (Gibb, 1993). ha sido considerado con bastante fre- movilidad de capital mediante las políti-
cuencia, tanto por economistas como por cas monetaria y fiscal y las regulaciones
Algunas investigaciones han puesto de sociólogos, para explicar el fenómeno sobre esa materia; también dispone de
manifiesto que este tipo de experiencia empresarial (Wilken, 1979; Davidsson, capacidad para variar las disponibilida-
ha tenido una significativa influencia para 1991 y Gnyawali y Fogel, 1994,). La tesis des y productividad del factor trabajo,
la emergencia empresarial en las mismas principal de estas aportaciones radica en facilitando o restringiendo su movilidad,
actividades productivas en las que se ha- que la existencia de una economía poco la inmigración o regulando el mercado
bía producido. regulada o intervenida favorece la apari- de trabajo; asimismo puede incidir sobre
ción de nuevos empresarios, al existir la oferta de materias primas, a través del
Por tanto, sobre la base de las considera- menos restricciones para las empresas y, descubrimiento de nuevas fuentes o
ciones anteriores, es posible distinguir por tanto, menos barreras de entrada, lo mediante la política arancelaria; además,
dentro de este área de influencias tres va- que afecta también al grado de burocrati- tiene poder para regular el tamaño y la
riables: zación existente (red tape). Se trata de composición del mercado actuando
una idea que no esta exenta de discusión, sobre los mecanismos del mercado o
Formación standard, que se caracteriza pero, más que entrar a analizarla en pro- demandando productos; e igualmente,
por transmitir principalmente conoci- fundidad, lo que requeriría extender con- puede influir sobre los costes e ingresos
mientos formalizables y objetivos. siderablemente este apartado, queremos potenciales, favoreciendo la I+D o crean-
destacar que se trata de un factor que in- do infraestructuras.
Formación específica, que, a diferencia
fluye directamente sobre el «nivel de
de la anterior, pone énfasis en el desarro-
oportunidades económicas» —variable ✓ «Las influencias sobre los factores no
llo de capacidades y actitudes asociadas a
del contexto económico— (Davidsson, económicos», debido a la posibilidad que
la personalidad del empresario.
1991), pues afecta a las condiciones que los gobiernos tienen de incrementar la
Experiencia laboral, que resulta espe- permiten el acceso a los mercados de fac- legitimación del empresario, de manipu-
cialmente significativa para la aparición tores y de productos y, por tanto, a los lar el acceso de ciertos grupos o indivi-
156 costes y beneficios potenciales.
de empresarios en actividades similares a duos a los canales de movilidad social, de
aquellas en las que los individuos han tra- relegarlos a la marginalidad o de incre-
bajado previamente por cuenta ajena. Los apoyos institucionales a las ini- mentar su grado de integración social.
ciativas empresariales constituyen una Del mismo modo, tiene capacidad para
amplia gama de medidas con las que, incrementar o disminuir la seguridad o
Acción institucional desde diferentes administraciones u or- favorecer el desarrollo de una determina-
ganismos, se ha tratado de impulsar y da ideología. Por tanto, su acción puede
Con la «acción institucional» nos referir- mejorar el tejido empresarial de aquellas afectar a variables que integran el «con-
nos a un conjunto de medidas que pue- zonas en las que se han puesto en mar- texto social».
den ser tomadas por los gobiernos, ya se- cha; entre ellas cabe destacar: créditos
an centrales, autonómicos o locales, las blandos, subvenciones, avales, incenti- ✓ Por último, también cabe la posibili-
agencias de desarrollo y otras organiza- vos fiscales, capital-riesgo, formación, dad de que el poder influya sobre la acti-
ciones con el fin de favorecer cuantitativa información, apoyo tecnológico, promo- vidad empresarial mediante la asunción,
y cualitativamente la emergencia empre- ción de los contactos inter-empresas, por el propio Estado, Comunidad Autó-
sarial. Dichas medidas se pueden agrupar apoyos a la comercialización, etc. Se tra- noma o municipio, de actividades empre-
en tres variables: «nivel de desregulación ta de un conjunto de acciones que, si se sariales, lo que también afectará al creci-
económica», «apoyos institucionales a las analiza con detenimiento, puede com- miento económico e, indirectamente, al
iniciativas empresariales» y «otras acciones probarse que en unos casos inciden so- nivel de oportunidades económicas (con-
relacionadas con el papel institucional». bre los ingresos o costes potenciales que texto económico).

o
ECONOMÍA INDUSTRIAL N. 340 • 2001 / IV
U N M O D E L O E X P L I C AT I V O D E L A E M E R G E N C I A D E E M P R E S A R I O S

GRÁFICO 2
Un intento de modelar MODELACIÓN DEL FENÓMENO EMPRESARIAL
la emergencia
Este apartado se divide en dos subapar-
tados. En el primero se presenta un mo- ESFERA
FINANCIERA
ESFERA
GERENCIAL
delo de emergencia empresarial y en el CONTEXTO FORMACIÓN Y
segundo una aplicación de dicho modelo ECONÓMICO ESFERA EXPERIENCIA
para interpretar y valorar la aparición de ACCIÓN IMPULSORA

empresarios en diferentes escenarios so- INSTITU- CONTEXTO


cioeconómicos, que se definen previa- CIONAL SOCIAL
mente.
CARACTERÍSTICAS
PERSONALES
El modelo de emergencia
empresarial
la derecha de dichas curvas de oferta y de- Tomando ahora en consideración los di-
Tanto economistas como sociólogos y psi- manda de empresarios (Casson, 1982, y ferentes aspectos que se han tratado en
cólogos han desarrollado intentos dirigidos Campbell, 1995). las páginas anteriores, en el gráfico 2 se
a tratar de modelar la emergencia empresa- representa una modelación del fenómeno
rial, con el fin de presentar una explicación Los modelos desarrollados por sociólogos, empresarial, en la que se ha tratado de
del proceso por el que tiene lugar la apari- en cambio, han tendido a enfatizar sobre integrar todos los elementos que hasta
ción de los empresarios. La diversidad de las variables sociológicas (contexto social), aquí han sido objeto de estudio. Como
los enfoques y de las variables que se han aunque no por ello han prescindido de puede apreciarse, en la parte izquierda de
contemplado hace que no sea posible otros factores económicos y psicológicos. dicho gráfico se ha situado la «acción ins-
abordar de lleno su estudio en este espa- titucional», de la que parten tres flechas,
cio. No obstante, se pueden destacar algu- Por otro lado, los modelos basados exclu- con las que se quiere reflejar que las va-
nos aspectos importantes sobre los que pa- sivamente en los atributos personales han riables sobre las que ésta gira influyen so-
rece existir un alto grado de consenso. sido objeto de duras críticas, pues, como bre el grupo de factores que conforman el
señalan Herron y Richard (1993), los estu- «contexto económico», la «formación y ex-
Los economistas han realizado construc- dios de las características empresariales periencia laboral» y el «contexto social y
ciones teóricas en las que se atribuye a han fallado en la demostración convin- familiar».
los factores económicos el principal pro- cente de las conexiones entre la existen-
tagonismo en la explicación del fenóme- cia de un «estado empresarial» y la crea- Según hemos señalado, los poderes pú-
no empresarial. No obstante, en algunos ción de nuevas empresas. O, como blicos pueden influir mediante sus políti-
casos han incorporado también aspectos manifiestan Gartner y Starr (1992), los in- cas y otras regulaciones sobre las dispo-
sociales, formativos y psicológicos que tentos de definir al empresario basados nibilidades de los factores productivos y
podrían favorecer o frenar la emergencia en un conjunto de características psicoló- el empleo, sobre los niveles de compe- 157
empresarial para un nivel dado de opor- gicas no sirven para llegar a explicar el tencia y sobre las infraestructuras, así co-
tunidades económicas. fenómeno del empresariado. mo sobre otros aspectos que afectan a
los costes e ingresos potenciales, es de-
Algunas de estas modelaciones se han en- Más aceptación han tenido, en cambio, los cir, sobre las variables que conforman el
focado bajo la perspectiva de que existe un enfoques derivados de las teorías del «contexto económico». Asimismo, se ha
mercado de empresarios, que, como el de aprendizaje social y del comportamiento, puesto de manifiesto que los poderes
factores, está sujeto a la oferta y a la de- que ponen un mayor énfasis en los estímu- públicos tienen capacidad para influir
manda de capacidad o de función empre- los ambientales, en el proceso de aprendi- sobre ciertos factores del contexto so-
sarial. Su representación en ejes de coorde- zaje observacional, en la motivación o en la cial, como el grado de legitimación del
nadas se ha hecho colocando en la abscisa formación de las intenciones de los indivi- empresario, los canales de movilidad so-
el número de empresarios, el volumen de duos. Estos modelos suelen coincidir al cial o las redes inter-empresas; y sobre
capacidad empresarial, el número de horas considerar que los factores ambientales, la la formación.
que requiere la actividad empresarial, etc., formación y la experiencia influyen sobre
y en la ordenada, las expectativas de ga- las habilidades o sobre los atributos perso- En la parte central del gráfico aparece la
nancia, el coste de oportunidad de des- nales, así como que éstos y los factores am- delimitación de la función empresarial que
arrollar una actividad distinta a la empresa- bientales inciden sobre las intenciones y, a se expuso al principio. Las flechas que lle-
rial o las oportunidades de beneficio, través de éstas, sobre el comportamiento gan a cada una de sus esferas representan
siendo los restantes factores los que provo- empresarial (Ray, 1993, y Herron y Robin- que sobre ellas ejercen algún efecto im-
can los desplazamientos a la izquierda y a son, 1993). portante los factores que integran los dife-

o
ECONOMÍA INDUSTRIAL N. 340 • 2001 / IV
J . G U Z M Á N C U E VA S / F. R . C Á C E R E S C A R R A S C O

rentes bloques o ámbitos de influencia di- ésta se traslade igualmente al tejido em-
recta en la emergencia empresarial que se presarial, impidiendo que puedan ser
han definido (características personales, aprovechadas muchas de las oportunida-
contexto económico, contexto social y fa- des que se pudieran presentar para lograr
miliar y formación y experiencia laboral). un mayor desarrollo económico.
Asimismo, en el gráfico están representa-
das las principales influencias que pueden Por último, hay que añadir que, como se
darse entre dichos bloques. representa en el gráfico 2, el «contexto
económico» y «la formación y experiencia
Las flechas se han trazado tomando en laboral», además de influir sobre la «esfera
consideración las características de las va- impulsora» también lo hacen sobre algu-
riables estudiadas y algunas de las aporta- na de las dos esferas restantes. El primero
ciones derivadas de la teoría del aprendiza- de ellos, porque uno de los factores que
je social y del comportamiento, citadas contribuye a determinar el «nivel de opor-
anteriormente, relativas al modo en que los tunidades económicas» es la disponibili-
ámbitos de influencia sobre la emergencia dad y facilidad para obtener recursos fi-
empresarial interactúan para dar lugar a la nancieros. Por tanto, cuanto mayores
aparición de los empresarios. Desde esa sean dichas disponibilidades más posibili-
perspectiva es posible interpretar que los dades y alternativas existirán para el des-
factores ambientales, como el «contexto so- arrollo de la «esfera financiera».
cial y familiar» y la «formación y la expe-
riencia laboral», influyen sobre las habilida- En cambio, «la formación y experiencia la-
des y los atributos personales, los cuales rice por la existencia de un alto nivel de boral» influyen sobre la «esfera gerencial»,
afectan al grado de desarrollo que alcan- oportunidades económicas aumentará el debido a que, además de transmitir cono-
zan las funciones que engloba la «esfera estímulo para poner en marcha activida- cimientos no formalizables que afectan,
impulsora», pues, según se ha visto, dichas des empresariales, ya que bajo esas cir- según hemos visto, a las funciones de la
funciones están estrechamente relaciona- cunstancias existirán más posibilidades «esfera impulsora», también transmiten co-
das con las «características personales». para realizar beneficios potenciales. Asi- nocimientos formalizables, es decir, apro-
mismo, este contexto también podría in- piados para operar con datos cuantifica-
No obstante, la acción sobre la esfera im- cidir positivamente sobre la emergencia bles susceptibles de ser tratados mediante
pulsora no sólo viene dada por las relacio- empresarial si, bajo determinadas cir- técnicas y procedimientos que admiten un
nes anteriores. Como se desprende de los cunstancias, la tasa de desempleo fuera elevado grado de objetivación en la ges-
enfoques basados en la teoría del aprendi- tan alta que impidiera a una gran parte tión empresarial o management, que es lo
zaje social y del comportamiento, los facto- de la población acceder a un puesto de que caracteriza a la «esfera gerencial».
res ambientales, como el «contexto social y trabajo por cuenta ajena.
familiar» y la «formación y experiencia la-
boral», además de influir sobre los atributos Sintetizando lo señalado en los párrafos Algunas implicaciones del
personales y las habilidades, inciden sobre anteriores puede señalarse que las varia- modelo de emergencia
las intenciones y, a través de éstas, en los bles explicativas del fenómeno empresa- empresarial
158 comportamientos que se traducen en la rial que influyen sobre la «esfera impulso-
puesta en marcha de una empresa y en su ra» no sólo afectan a la emergencia del El modelo anterior representa una inter-
desarrollo o, por el contrario, en la ausen- empresariado (aspecto cuantitativo), sino pretación del fenómeno empresarial a
cia de dichos comportamientos; es decir, también al grado de desarrollo que pue- partir de la cual es posible prever las con-
que ambas áreas de influencia inciden so- den alcanzar las funciones que confor- secuencias que sobre el tejido empresa-
bre lo que hemos denominado «función man dicha esfera. Este último hecho ad- rial pueden tener diferentes combinacio-
promotora» y «función dinamizadora», que, quiere especial importancia si se tiene en nes de las variables que explican la
como se ha visto, se integran en la «esfera cuenta que cuando la «esfera impulsora» aparición de los empresarios (escena-
impulsora». Así, por ejemplo, cuando la «le- se encuentra muy desarrollada entre el rios), así como guiar la elección de las
gitimación social del empresario» y los «va- empresariado de una economía, el tejido medidas que podrían tomarse para forta-
lores» que se asocian positivamente con la productivo tenderá a presentar una alta lecer dicho tejido (acción institucional).
empresarialidad sean compartidos por am- presencia de empresas que gozan de una En este sentido, y a título de ejemplo, se
plias capas de la población, existirá un es- dimensión adecuada para operar en los van a examinar cuatro casos diferentes.
tado favorable para emerger como empre- mercados existentes, que innovan, que
sario y desarrollar las funciones de la buscan nuevas oportunidades, que se ar-
«esfera impulsora». ticulan entre sí, etc., lo que favorecerá el Primer escenario. Si se considera
crecimiento económico y la generación una economía en la que las cuatro áreas
En relación con el «contexto económico», de empleo. En cambio, si dichas funcio- de influencia sean favorables a la emer-
cabe señalar que cuando éste se caracte- nes acusan debilidad es presumible que gencia empresarial es previsible que las

o
ECONOMÍA INDUSTRIAL N. 340 • 2001 / IV
U N M O D E L O E X P L I C AT I V O D E L A E M E R G E N C I A D E E M P R E S A R I O S

tres esferas de la función empresarial


encuentren un alto grado de desarrollo.
El contexto social potenciará las «carac-
terísticas personales» y, junto con éstas,
estimulará las funciones de la «esfera im-
pulsora» del empresario o empresario
potencial. Un alto nivel de oportunida-
des económicas con bajas barreras de
entrada también influirá positivamente
sobre dicha esfera, al facilitar la capta-
ción de oportunidades de negocio; y la
no existencia de grandes obstáculos pa-
ra disponer de recursos financieros in-
crementará las posibilidades de contar
con una «esfera financiera» que respon-
da adecuadamente a las necesidades de
recursos para la puesta en marcha nue-
vos proyectos.

Si, además, la «formación» se corresponde


con la demanda de conocimientos que se
dan en el sistema productivo, se podrá
contar con la participación de una «esfera que puedan surgir obstáculos que hagan pulsora» sólo sean desarrolladas mínima-
gerencial» que responda en buena medi- que cambie la situación anterior. mente.
da a las necesidades de gerencia que ma-
nifieste la «esfera impulsora», la cual, a su Segundo escenario. Considerando aho- La innovación, la búsqueda de nuevas
vez, puede verse animada y favorecida ra un escenario cuyo «contexto económi- oportunidades de negocio y la asunción
en los individuos que reciban una forma- co» viene dado por los factores siguientes: de riesgos que implica la convivencia con
ción que esté orientada al desarrollo de mercados estancados o regresivos y escasa la incertidumbre, que como se ha visto es-
las capacidades empresariales (formación disponibilidad de recursos productivos, tán condicionadas por los factores anterio-
específica). etc., que contribuyen a que el nivel de res, tenderán a alcanzar niveles muy bajos,
oportunidades económicas sea reducido; lo que dará lugar a un tejido empresarial
Bajo esas circunstancias, es previsible el «contexto social» no resulta favorable a formado por unidades productivas de muy
que la emergencia empresarial sea alta la función empresarial —el empresario se pequeña dimensión, claramente orienta-
—muchos individuos se encontrarán esti- encuentra deslegitimado socialmente, los das a los mercados locales, que no inno-
mulados hacia la puesta en marcha de valores culturales dominantes no son pro- van ni encuentran estímulo para buscar
negocios propios—, así como que las picios para el desarrollo de la empresaria- nuevas oportunidades de negocio, con un
funciones de la «esfera impulsora» alcan- lidad, los canales de movilidad social están elevado nivel de aislamiento y desarticula-
cen un alto grado de desarrollo, lo que se cortados, etc.—; y el nivel de «formación» das entre sí. El escaso grado de desarrollo 159
traducirá en un empresariado innovador, es bajo y no favorece el desarrollo de que igualmente alcanzarán las esferas «fi-
que busca nuevas oportunidades de ne- comportamientos empresariales. nanciera» y «gerencial», debido a la escasez
gocio y que asume convivir con la incerti- de recursos y a los bajos niveles de forma-
dumbre poniendo en marcha proyectos Ante ese cúmulo de circunstancias no se- ción, respectivamente, contribuirá a refor-
más o menos arriesgados. rá fácil que las «características personales» zar esa situación.
que propician la empresarialidad sean
Por tanto, es previsible que el tejido em- potenciadas, lo que, unido a los demás Un tejido empresarial como el descrito
presarial tienda a estar formado por em- factores, es muy probable que condicione más arriba propiciará y ahondará el es-
presas que crecen, que innovan, que bus- en gran medida las posibilidades de des- tancamiento económico, siendo necesario
can nuevos mercados y productos, que arrollo de la «esfera impulsora». No obs- en ese caso una fuerte acción institucio-
exportan, que explotan las diferentes tante, ello no significa, necesariamente, nal dirigida a actuar sobre los contextos
oportunidades de negocio que se les pre- que la emergencia empresarial no tenga «económico», «social» y «formativo». La eli-
sentan, que se articulan bien entre sí, etc. lugar. Si la población no encuentra alter- minación de rigideces y barreras de en-
Todo ello repercutirá sobre el nivel de nativas de empleo en las organizaciones trada para hacer posible la competencia,
crecimiento económico y el empleo, lo existentes, desarrollará algún tipo de la provisión de recursos financieros en
que, a su vez, influirá positivamente so- comportamiento empresarial dirigido a condiciones que se adapten a las necesi-
bre el «contexto económico». Ante ese pa- encontrar algún medio de vida; pero en dades de los posibles receptores, los estí-
norama, la acción institucional debería li- esas circunstancias es muy probable que mulos fiscales, el apoyo a las iniciativas
mitarse a poner los medios para evitar las funciones que integran la «esfera im- que surjan, la promoción de productos o

o
ECONOMÍA INDUSTRIAL N. 340 • 2001 / IV
J . G U Z M Á N C U E VA S / F. R . C Á C E R E S C A R R A S C O

los programas de información dirigidos a muchos obstáculos a otros puntos geo-


poner de manifiesto ante la población la gráficos, en lugar de buscar otras alterna-
existencia de oportunidades que pueden tivas posibles de negocio, potenciando
ser explotadas, son sólo algunas de las así el estancamiento económico y el des-
medidas que los poderes públicos podrían empleo de las regiones que abandonan.
tomar para lograr un «contexto económi-
co» más favorable, lo que estimularía las Ninguna de las circunstancias descritas en
esferas «impulsora» y «financiera». los dos párrafos anteriores puede ser con-
siderada como óptima, por lo que la ac-
Dichas acciones, no obstante, deberían ción institucional debería actuar sobre el
complementarse con otras dirigidas a legi- «contexto social» y la «formación», con el
timar el papel del empresario, promovien- fin de hacer posible la emergencia de un
do los valores culturales que se relacionan empresariado autóctono que presentará
positivamente con la empresarialidad, y a un alto grado de desarrollo en su «esfera
favorecer los mecanismos de movilidad impulsora», lo que evitaría los riesgos que
social y de acceso a las redes empresaria- aparecen asociados a la segunda de esas
les que existan o se puedan crear. Lograr situaciones.
que se realicen manifestaciones públicas y
que se muestren comportamientos, por En cierto modo, ese último escenario re-
parte de los individuos con reconocido li- fleja la situación en la que se encuentran
derazgo, puede constituir un acicate im- algunas regiones de Europa, especial-
portante para alcanzar esos objetivos, que mente del sur (España, Grecia, Portugal e
van orientados a crear un «contexto social» en lograr un futuro próspero. Las conse- Italia), donde se ha detectado que existen
favorable a la emergencia empresarial. cuencias se dejarían sentir sobre el creci- ciertas debilidades, sobre todo en el «con-
miento económico, que sería inferior al texto social», que, desde la óptica de
Asimismo, la acción de los poderes públi- potencialmente posible, lo que impediría nuestro modelo, influyen negativamente
cos debe dirigirse a la «formación». Una que una parte de la población disfrutase sobre la «esfera impulsora» de la función
elevación de los niveles formativos y el de unos niveles de bienestar mayores. empresarial, tanto de forma directa, al no
uso de metodologías educativas que vayan estimular la aparición de empresarios ni
orientadas a desarrollar actitudes y capaci- Otra posibilidad ante las circunstancias el desarrollo de sus funciones principales,
dades que se relacionen positivamente anteriores es que acudan empresas o em- como indirecta, en tanto que esas cir-
con las funciones empresariales puede presarios de otras regiones o países a ex- cunstancias no potencian las «característi-
afectar positivamente, por las razones ya plotar aquellas oportunidades económi- cas personales» que se relacionan con la
vistas, al grado de desarrollo que alcancen cas que la población nativa no ha sabido empresarialidad. Como se desprende de
las esferas «gerencial» e «impulsora». o no ha querido explotar. Es muy proba- la interpretación que aquí se está reali-
ble que este empresariado, aparentemen- zando, algunas de las características que
te más dinámico y motivado, si se tiene presentan esas economías son: excesiva
Tercer escenario. Imaginemos ahora en cuenta que está dispuesto a enfrentar- atomización empresarial, bajos niveles de
que el «contexto económico» ofrece bue- se al inconveniente que supone cambiar innovación, reducida orientación exterior,
160 nas oportunidades de negocio mientras su residencia habitual para poner en mar- desarticulación productiva, etc.
que el «social» y la «formación» son poco cha proyectos empresariales o a extender
favorables a la empresarialidad. Ante di- su inversión mediante filiales, tenga una Cuarto escenario. Finalmente, consi-
chas circunstancias, se puede esperar que «esfera impulsora» más desarrollada, lo deraremos un escenario inverso al ante-
las «características personales» que se rela- que podría suponer un fortalecimiento rior, es decir, aquel que en el «contexto
cionan positivamente con la función em- para el tejido empresarial, a la vez que económico» es regresivo o está estancado
presarial no sean potenciadas, y que la «es- un impacto positivo sobre el crecimiento y cuyo «contexto social» y «formación» son
fera impulsora» no alcance el grado de económico. Sin embargo, ante dichas cir- favorables al empresariado.
desarrollo que sería necesario para poder cunstancias, hay que considerar que exis-
explotar todas las oportunidades existen- te la posibilidad de que el sector produc- Ante esas circunstancias, es posible ima-
tes. Si esa situación persiste, una posible tivo se haga excesivamente dependiente ginar que la situación de bajo nivel de
consecuencia es que el tejido empresarial, de empresas extranjeras o foráneas que, oportunidades económicas y de disponi-
como en el caso anterior, tienda a estar según ha demostrado la experiencia en bilidad de recursos financieros se podría
formado por pequeñas empresas poco in- diferentes casos, no siempre se articulan invertir si las variables sociales y formati-
teresadas en crecer y explorar nuevos adecuadamente con las unidades produc- vas representaran un fuerte estímulo para
mercados, con bajos niveles de innova- tivas autóctonas, ni explotan todas las el desarrollo de las funciones que inte-
ción y de articulación entre sí y con un oportunidades existentes y que, una vez gran la «esfera impulsora» de los empresa-
empresariado a su frente más interesado agotadas o disminuidas sus fuentes de rios actuales y potenciales. Pues si la po-
en vivir el presente con complacencia que beneficios potenciales, se trasladan sin blación se encontrara altamente motivada

o
ECONOMÍA INDUSTRIAL N. 340 • 2001 / IV
U N M O D E L O E X P L I C AT I V O D E L A E M E R G E N C I A D E E M P R E S A R I O S

hacia la búsqueda de oportunidades de


negocios, hacia la introducción de inno-
vaciones y hacia la convivencia con la in-
certidumbre asumiendo nuevos riesgos,
es muy probable que lograse encontrar la
posibilidad de explotar nuevos productos
o mercados allí donde a otros con debili-
dad «esfera impulsora» pasarían desaper-
cibidas esas oportunidades. Los empresa-
rios más innovadores pronto serían
imitados por otros, y el incremento de la
actividad productiva que tendría lugar fa-
vorecería la recuperación del inicialmente
debilitado «contexto económico».

Una situación como la descrita presenta


cierto paralelismo con aquellos casos en
los que una región o comarca que, tras
atravesar una etapa de declive económi-
co, debido, por ejemplo, a que su pro-
ducción principal estaba excesivamente
concentrada en uno o pocos recursos que
el mercado desplazó por alguna razón,
logra, pasados unos años, recuperar su BUSENITZ, L. W. y LAU, C.-M. (1997): «A GNYAWALI, D. R. Y FOGEL, D. S. (1994): «Envi-
Cross-Cultural Cognitive Model of New Ven- ronments for Entrepreneurship Development:
economía y crecer a un alto ritmo tras su ture Creation», Entrepreneurship Theory Key Dimension and Research Implications».
reorientación productiva hacia otros pro- and Practice, Verano, págs. 25-39. Entrepreneurship and Practice, Verano.
ductos o servicios alternativos. CÁCERES, F. R. (2000): El empresario en la his- GUZMAN, J. (1994): «Toward a Taxonomy of
toria del pensamiento económico. Una deli- Entrepreneurial Theories». International
No obstante, la situación que se ha descrito mitación de la función empresarial, Centro Small Business Journal, Julio-Septiembre,
sólo sería posible siempre y cuando el ori- Asociado de la Universidad Nacional de vol. 12, núm. 4.
gen de la falta de oportunidades de nego- Educación a Distancia, Sevilla. GUZMAN, J. y SANTOS, F. J. (2001): «The bo-
cios no se encontrase en la misma acción CAMPBELL, C. (1995): «An empirical test of a oster function and the entrepreneurial qua-
institucional. Pues si son los poderes públi- decision theory model for entrepreneurial lity: an application to the province of Sevi-
acts». Entrepreneurship and Regional Deve- lle», Entrepreneurship and Regional De-
cos los que están frenando las oportunida-
lopment, 7, págs. 95-103 velopment. En prensa.
des económicas —por ejemplo, cuando CARTER, S. y CACHON, J. C. (1994): «The Socio- HAGEN, E. (1968): La teoría económica del
existen motivos políticos que impulsan un logy of Entrepreneurship», Entrepreneurial Stu- desarrollo, Amorrortu Editores, Buenos Ai-
excesivo intervencionismo y establecen dies, Scottish Enterprise Foundation, Depart- res, págs. 214-215 y 224.
fuertes barreras de entrada— no parece ment of Business and Management, pág. 15. HEBERT, R. y LINK, A (1989): «In Search of the
probable que puedan darse los cambios CASSON, M. (1982): The Entrepreneur. An Meaning of Entrepreneurship», Small Busi-
161
anteriores. Por tanto, cuando el «contexto Economic Theory, Barnes and Noble Books, ness Economics, 1, pág. 41.
social» y la «formación» son favorables al Totowa, New Jersey, págs. 9 y 335-337. HERRON, L y R. B. ROBINSON, J. R. (1993):
empresariado, las acciones de los poderes COLLINS, O. F. y MOORE, D. G. (1964): The «A structural model of the effects of entre-
públicos que afecten al «contexto económi- enterprising Man. East Lansing: MI Michi- preneurial characteristics on venture perfor-
gan State, University Press. mance». Journal of Business Venturing,
co» pueden tener un gran impacto sobre DAVIDSSON, P. (1991): «Continued entrepre- núm. 8, págs. 281-294.
las características del tejido empresarial. neurship: ability, need, and opportunity as HOFSTEDE, G. (1991): Cultures and Organi-
determinants of small firm growth». Journal zations: Software of the mind, Londres,
Venturing, núm. 6. McGraw-Hill International.
GARTNER, W. B y STARR, J. A. (1992): «The na- HOSELITZ, B. F. (1971): Industrialización y Socie-
Bibliografía ture of entrepreneurial work», Second An- dad, Fundación Foessa, Madrid, págs. 39-40.
nual Conference on Entrepreneur Research, JOHANNISSON, B. (1995): Paradigms and En-
AJZEN, I. (1991): The Theory of Planned Beha- Londres, 19-11 de Marzo, págs. 225-240. trepreneurial Networks. Some Methodologi-
vior, Organizational behavior and human GIBB, A. (1993): «The enterprise culture and cal Challenges». Entrepreneurship and Regio-
decision processes, núm. 50. education. Understanding enterprise educa- nal Development, vol. 7, múm. 3.
BANDURA, A. (1981): Sefl-efficacy mechanism tion and its links with small business. Entre- KIRZNER, I. M. (1975): Competencia y función
in human agency, American Psychologist, preneurship and wider educational goals». empresarial, Unión Editorial, Madrid, págs.
37 (2), págs. 122-147. International Small Business, núm. 11, vol. 3. 27-29 y 81-89.
BAUMOL, W. (1983): «Toward Operational GIBB DYER, J. R. (1994): «Toward a Theory of KNIGHT, F. (1965): Risk Uncertainty and Pro-
Models of Entrepreneurship», en Ronen, J. Entrepreneurial Careers». Entrepreneurship fit, Harper and Row, Nueva York, págs.
(Compl.): Entrepreneurship, págs. 29-48. Theory and Practice, Winter, 1994. 270-271 y 308-310.

o
ECONOMÍA INDUSTRIAL N. 340 • 2001 / IV
J . G U Z M Á N C U E VA S / F. R . C Á C E R E S C A R R A S C O

LEIBENSTEIN, H. (1978): General X-Efficiency RAY, D. (1993): «Understanding the Entrepre- STANWORTH, J. y GRAY, C. (1991): «Entrepre-
theory and economic development, Oxford neur: Attributes, Experiences and Skills», neurship and education: Action-based rese-
University Press, Londres. Entrepreneurship and Regional Develop- arch with training policy implications in Bri-
McCLELLAND, D. C. (1971): «El motivo de rea- ment, vol. 5, págs. 345-350. tain». International Small Business Journal,
lización en el crecimiento económico», en SCHULTZ, T. (1985): Invirtiendo en la gente: 10, 2, pág. 16.
Hoselitz, B. F. y Moore W. E. (1971): Indus- la cualificación personal como motor eco- SUÁREZ VILLA, L. (1986): «El empresario, factor
trialización y Sociedad, La Editorial Católi- nómico., Ed. Ariel, Barcelona, págs. 37-38. estratégico en las transformaciones territoria-
ca, S.A., Madrid, pág. 105. SCHUMPETER, J. A. (1976): Teoría del Desen- les». Estudios Territoriales, 20, págs. 77-79.
NORRIS, JR. y BRAZEAL, V. (1994): «Entrepre- volvimiento Económico, Fondo de Cultura WILKEN, P. H. (1979): Entrepreneurship. A
neurial Potential and Potential Entrepre- Económica, México, págs. 74-77. Comparative Historical Study. Alex Publis-
neurs». Entrepreneurship Theory and Practi- SCOTT, N. G. (1988): «Changing the culture of hing Corporation, EE.UU., págs. 8-25, 38-48
ce, Spring. higher education», SEF Conference Paper, y 50-53.
series núm. 23/88, Londres.
SELTSIKAS, P. y LYBEREAS, T. (1996): «The
culture of entrepreneurship: towards a rela-
tional perspective», Journal of Small Busi-
ness, vol. 13, núm. 2.
STABER, U. (1993): «Friends, Acquaintances,
Strangers: Gender Differences in the Struc-
ture of Entrepreneurial Networks», Journal
of Small Business and Entrepreneurship,
vol. 11, núm. 1, pág. 74.

162

o
ECONOMÍA INDUSTRIAL N. 340 • 2001 / IV

También podría gustarte