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Colombia Parte II:

Colombia: ¿Orden y libertad?


Siglos XIX y XX

Planeando la ciudad de los vivos, pensando la de


los muertos: papel de las élites en la creación de
los principales espacios funerarios de la ciudad
de Medellín los siglos XIX y XX
Aula Abierta de Arte, Cine y Cultura 2019-2
De catacumbas a catedrales: los cadáveres de impuros a
elementos ‘sacralizadores’ de espacios

Catacumbas de San Sebastián en Roma


Alfonso X ‘El Sabio’ y las Siete Partidas: la norma

“Empero antiguamente los emperadores et los reyes de los cristianos ficieron establecimientos et leyes, et
mandaron que fuesen fechas eglesias et cementerios de fuera de las cibdades et de las villas en que se
soterrasen los muertos, porque el olor dellos non corrompiese el ayre nin matase á los vivos”
Ley II, del Título XIII
Alfonso X ‘El Sabio’ y las Siete Partidas: la excepción

“… los reyes et las reynas et sus fijos,


et los obispos, et los abades, et los
priores, et los maestres et los
comendadores que son perlados de las
órdenes et de las eglesias
conventuales, et los ricos homes, et los
hombres honrados que ficiesen
eglesias de nuevo o monasterios…”.
Ley II, del Título XIII (1252 – 1284)

Urna sepulcral que contiene las entrañas de


Alfonso X el Sabio, rey de Castilla y León.
Catedral de Murcia
Carlos I y los primeros enterramientos intramuros en América

“Que los vecinos y naturales de las


Indias, se puedan enterrar en los
monasterios e iglesias que quieren”.
18 de julio de 1539

“Que donde estuviese lejos la iglesia,


se bendiga un campo para enterrar
los muertos”.
10 de mayo de 1554

Carlos I de Castilla
(más conocido como Carlos V)
(14 de marzo de 1516 - 16 de enero de 1556)
Felipe II y la reglamentación de una tradición

“Ley II: Que los clérigos no lleven más


derechos por los que se enterraren en
conventos de lo que justamente pudieran
llevar.
Porque en algunas partes de nuestras
Indias llevan los clérigos más derechos de
los que deben llevar por los cuerpos, que
se entierran en conventos de religiosos, y
por esta causa dexan de enterrarse
muchos en ellos, de que las Órdenes
reciben perjuizio”.
13 de noviembre de 1577 Felipe II de España y I de Portugal
(Valladolid, 21 de mayo de 1527-San Lorenzo de El
Escorial, 13 de septiembre de 1598)
Cementerios intramuros: la muerte invade los
espacios cotidianos

Catacumbas Iglesia de San Francisco – Lima, Perú


La monarquía borbónica y el proceso ilustrado de creación de
cementerios

1781: Epidemia en Pasajes


(Guipúzcoa):
Se presume que la epidemia
surge del “hedor intolerable
que se sentía en la Iglesia
Parroquial de multitud de
cadáveres enterrados en
ella”.

24 de marzo de 1781: Real


Orden de Carlos III a su
Consejo acerca de las
consecuencias de las
inhumaciones intramuros.
Carlos III y el proceso ilustrado de creación de cementerios
extramuros

1783: Publicación del Informe sobre la disciplina


eclesiástica antigua y moderna relativa al lugar de las
sepulturas, elaborado por Melchor Gaspar de
Jovellanos.
1785: Se publica el Reglamento del Cementerio del
Real Sitio de San Ildefonso.
1785: Publicación del texto: Pruebas de ser contrario
a la práctica de todas las naciones y a la disciplina
eclesiástica, y perjudicial a la salud de los vivos,
enterrar los difuntos en las iglesias y poblados.
Su autor fue Benito Bails, Académico de las Reales
Academia Española y de la Historia, y de la Ciencias y Carlos III
Artes de Barcelona. (Madrid, 20 de enero de 1716-
Madrid 14 de diciembre de 1788)
Real Cédula del 3 de abril de 1787

“SABED: Que con ocasión de la epidemia experimentada en la Villa de Pasage,


Provincia de Guipúzcoa, el año de mil setecientos ochenta y uno, causada por el
hedor intolerable que se sentía en la Iglesia Parroquial de multitud de cadáveres
enterrados en ella, se enterneció mi corazón a vista de aquel desgraciado suceso,
agregándome otros mayores, de que se me fue dando noticia con motivo de las
epidemias padecidas en varias provincias del Reino, y la memoria de otros anteriores
mas destructivos; y movido del paternal amor que tengo a mis Vasallos, encargué de
mi Consejo en Real orden de veinticuatro de Marzo del mismo año, que meditase el
modo más propio y eficaz de precaver en adelante las tristes resultas de esta
naturaleza que solían experimentarse, oyendo sobre ello a los MM. RR. Arzobispos,
y RR. Obispos de estos mis reinos, y a otras cualesquiera personas que juzgase
conveniente; y que en vista de todo me consultase cuanto le dictase su celo, de
forma que se pudiese tomar una Providencia general que asegurase la salud
publica…”.
Fuente: Navarra.es, Anexo 16, 3 de abril de 1787
Real Cédula del 3 de abril de 1787

I “Que se observen las disposiciones canónicas, de que soy Protector, para el


restablecimiento de la disciplina de la Iglesia en el uso y construcción de
Cementerios, según lo mandado en el Ritual Romano(…); cuya regla y excepciones
quiero que se sigan por ahora; con la prevención, de que las personas de virtud o
santidad, cuyos cadáveres podrán enterrarse en las Iglesias, según la misma ley, hayan
de ser aquellas por cuya muerte deban los ordinarios eclesiásticos formar procesos de
virtudes o milagros, o depositar sus cadáveres conforme a las Decisiones Eclesiásticas;
y que los podrán sepultarse por haber escogido sepulturas, hayan de ser únicamente
los que ya las tengan propias al tiempo de expedirse esta Cedula”.
III “Se harán los cementerios fuera de las Poblaciones siempre que no hubiere
dificultad invencible o grandes anchuras dentro de ellas, en sitios ventilados e
inmediatos a la Parroquias, y distantes de las casas de los vecinos: y se aprovecharán
para Capillas de los mismos Cementerios las ermitas que existan fuera de los Pueblos,
como se ha empezado a practicar en alguno con buen suceso”.
Fuente: Navarra.es, Anexo 16, 3 de abril de 1787
José de Ezpeleta: pionero y modelo construcción de los
primeros cementerios extramuros en América
“… que la mayor parte de enfermedades
epidemias que se conocían con distintos
nombres arbitrarios no tenían en su
concepto otro principio que el de
enterrarse en las iglesias los cadáveres,
lo que era más obvio en aquella ciudad,
así por hallarse los templos repartidos
en toda la población y combatirla unos
ayres corrompidos e impuros a causa de
su temperamento cálido, y húmedo…”.
Fuente: Real Cédula del 27 de marzo de 1789 sobre Establecimiento de Sementerios,
Expediente respuesta del Gobernador de Cuenca a la solicitud del Virrey Mendinueta
en el año de 1800, AGN, sección Colonia, fondo Hospitales y Cementerios, tomo 8, fs.
José Manuel de Ezpeleta 455-455 rv.
(Cádiz, 1739 – Pamplona, 1823)
Real Cédula del 27 de marzo de 1789

“Por cuanto don José de Espeleta, Governador, y Capitán General de las Isla de
Cuba y Ciudad de San Christobal de la Habana, hiso presente en carta de tres de
febrero de mil setecientos ochentas y siete, que la mayor parte de enfermedades
epidemias que se conocían con distintos nombres arbitrarios no tenían en su
concepto otro principio que el de enterrarse en las iglesias los cadaberes, lo que
era mas obvio en aquella ciudad, así por hallarse los templos repartidos en toda la
poblacion y combatirla unos ayres corrompidos e impuros a causa de su
temperamento calido, y húmedo, como porque comprehendiendo mayor numero
de personas, que las que permitia su extensión y capasidad, en siertas estaciones
del año eran tantos los que se enterraban, que en algunas iglesias apenas podia
pisarse sin tocar sepulturas blandas, y hediondas; bajo de cuyo concepto para
prebenir un daño tan considerable, propuso como medio urgentísimo, y
combeniente a la salud pública el establecimiento de un sementerio fuera de
poblado en donde se enterrasen todos sin excepción”.
Real Cédula del 27 de marzo de 1789

I “Que se observen las disposiciones canónicas, de que soy Protector, para el


restablecimiento de la disciplina de la Iglesia en el uso y construcción de Cementerios,
según lo mandado en el Ritual Romano(…); cuya regla y excepciones quiero que se
sigan por ahora; con la prevención, de que las personas de virtud o santidad, cuyos
cadáveres podrán enterrarse en las Iglesias, según la misma ley, hayan de ser aquellas
por cuya muerte deban los ordinarios eclesiásticos formar procesos de virtudes o
milagros, o depositar sus cadáveres conforme a las Decisiones Eclesiásticas; y que los
podrán sepultarse por haber escogido sepulturas, hayan de ser únicamente los que ya
las tengan propias al tiempo de expedirse esta Cedula”.
III “Se harán los cementerios fuera de las Poblaciones siempre que no hubiere
dificultad invencible o grandes anchuras dentro de ellas, en sitios ventilados e
inmediatos a la Parroquias, y distantes de las casas de los vecinos: y se aprovecharán
para Capillas de los mismos Cementerios las ermitas que existan fuera de los Pueblos,
como se ha empezado a practicar en alguno con buen suceso”.

Fuente: Navarra.es, Anexo 16, 3 de abril de 1787


Real Cédula del 27 de marzo de 1789

(…) Por tanto por esta mi Real Cédula, ordeno, y mando, a mis virreyes (…) y demás
ministros que exercen mi Vice-Patronato Real, y ruego, y encargo, a los muy
Reverendos Arzobispos, y Reverendos Obispos (…), informen por mano de mi
infraescripto secretario con justificación, y la brevedad pocible lo que se les
ofreciere, aserca del insinuado establecimiento con consideración a las
circunstancias territoriales, respectivas comprehendiendo también en caso de que
se estime conveniente, el estado de las rentas de las fábricas de sus iglesias: Si estas
podran sufragar el coste de los mencionados cementerios: el número que se necesita
en cada población, con proporsión a su vecindario: a lo que podrá ascender su costo
por un prudente cálculo, y de que, otros arbitrios, o medios se podría echar mano, no
siendo aquel suficiente para que tenga efecto su construcción, con el menor
gravamen, pocible de mi Real Erario por ser así mi voluntad. Fecha en Madrid, a
veinte, y siete de marzo de mil setecientos ochenta, y nueve = Yo el Rey = Por
mandado del Rey nuestro Señor = Manuel de Nestares.
Hacia la creación de los primeros cementerios en la villa de
Medellín

Esquema de la posible ubicación de los espacios mencionados en relación con la Plaza Mayor de la Villa de Medellín. 1.
Cementerio de la Vice Parroquia de San Benito, 2. Sitio de La Barranca, 3. Cementerio inaugurado en 1809 (‘Ciudad de las
Ánimas’ o ‘Cementerio de San Benito’) y 4. Cementerio de San Lorenzo.
Mapa de Medellín para 1791, AGN, Sección mapas y planos, Mapoteca, Referencia 256 A (Intervenido por el autor).
El cementerio de la Viceparroquia de San Benito
“El indicado uso de sepultar en las iglesias es la causa principal, y más esencial de mantenerse
éstas sin aquel aseo que corresponde, por que siendo necesario abrir en ellas sepulturas
que se allan cubiertas de un material que no tiene la solidez necesaria para el efecto,
como es el ladrillo, estos se hacen pedazos, y resulta la difícil unión para bolver a
enladrillar, y por consiguiente un piso desigual, y deforme, a mas de que sobrando tierra de
cada sepultura, queda en la iglesia de una fea mancha, para que regándose en toda ella con
la entrada y salida de los Fieles, se hace como una especie de costrón de inmundicia”.
Medellín (sala capitular), 13
de septiembre de 1803 –
Cabildo

En: Expediente por medio del cual se concede licencia para la


construcción de un cementerio adyacente al templo de San
Benito en Medellín, AHA, Fondo Colonia, Documentos
Generales, Tomo 615, Documento 9764. fs. 5.

Detalle del sector de la Vice Parroquia de


San Benito para el año 1791
El proyecto del cementerio de La Barranca: problemática
“… el pavimento de la iglesia mayor [La Candelaria] denota en su continua humedad, y en
la textura de la tierra cuando se excava para romper sepulcros, que no transpira, ni respira otra
cosa que hálitos corruptos ocasionados por la multitud de cadáveres que en ella se han
cerrado (…). Ya para sepultar a unos es necesario sacar otros, cuyos cuerpos
empodrecidos ordinariamente se encuentran (…) Hace el espacio de seis o siete años que se
está notando en esta Villa, y en sus contornos foráneos el predominio de las calenturas pútridas,
corrupciones humorales y otros varios accidentes que en otros tiempos no se habían padecido, y
en las presentes han originado general infección (…) lo que racionalmente no puede atribuirse a
otra causa que a la de los aires (…) corrompidos (…) que se exhalan de los lugares que tienen
materia corrupta, y donde se ofrecen frecuentes concurrencias…”.
Medellín, 13 de enero de 1806 – Síndico Procurador Ildefonso Gutiérrez
En: Comunicación entre don Ildefonso Gutiérrez, Síndico Procurador de la Villa de Nuestra
Señora de la Candelaria de Medellín, y el cabildo. 13 de enero de 1806.
Citado por: Arango de Restrepo, Los Cementerios en Medellín 1786 – 1940.
El proyecto del cementerio de La Barranca: testimonios a favor
“Que el general contagio que se había experimentado de algunos años a esta parte en esta
Villa, procede según el concepto de que responde, fuera de otras causas naturales como es la
detención de las aguas pestíferas en las calles que se rebalsan los lodazales por falta de aseo y
cultura, lo es principalmente la falta de sementerios que deben ubicarse fuera del lugar, en
parte donde los aires no ventilen hacia la población y que sea próximo a ella”.
“Que en lo Moral se debía en este ventajoso proyecto en honor y respeto a la Majestad
Sacramentada, por ser indecentísimo en la Casa Santa de Dios de los Ejércitos en que
deben respirar los aromas y bálsamos más gratos, se presentan los vapores pestilentes
que exhalan los cadáveres y mucho más reparable, que en las horas que se congrega el pueblo
a tributar a alabanzas y adoraciones al Dios vivo, y asistir a los sagrados misterios, y al mayor de
los sacrificios, se abran las fosas a medio podrir con irrespeto de los operarios, pues ha
observado el testigo, no guardan silencio ni reverencia, como si estuvieran en una cocina”.

Medellín, 13 de enero de 1806 – Joaquín Gómez, Abogado de la Real Audiencia

Solicitud del Síndico Procurador General para la creación de un cementerio para la Villa de Medellín y licencia del Vice-
Patrono Real, AHA, Fondo Colonia, Reales Cédulas, Tomo III, Documento 158. fs. 227 rv -228
El proyecto del cementerio de La Barranca: autorización del
gobernador… ¡pero hay que consultarle al Obispo!
“Por lo tocante al Real Patronato, le
concedo permiso para que se erija
el cementerio en la Villa de
Medellín en el sitio que se ha
destinado mediante la justificación
producida de necesidad y
especialmente lo prevenido por su
Majestad en sus Reales Órdenes, y
para que acuda el Cabildo de dicha
Villa al Ilustrísimo Señor Obispo
Diocesano, désele testimonio cuyo
recaudo necesario remitirá a la
escribanía”.

Medellín, 27 de enero de 1806 – Francisco de Ayala,


Solicitud del Síndico Procurador General para la creación de un cementerio Gobernador de Antioquia
para la Villa de Medellín y licencia del Vice-Patrono Real, AHA, Fondo
Colonia, Reales Cédulas, Tomo III, Documento 158. fs. 232- 232 rv.
Cruzar la quebrada de la villa: una decisión salomónica
“Con respecto a que del examen
prevenido en el anterior Decreto resultó
que el Sitio de la Barranca no era
conveniente para la construcción del
sementerio y a su consecuencia
eligiose otro situado en el otro lado
de la Quebrada, que conforme a la
información recibida y visita ocular
practicada conforme a todas las
circunstancias que exige la Real Cédula,
concédese la licencia necesaria para su
construcción, que concluida se dará
cuenta a este Juzgado Eclesiástico”.

Medellín, febrero de 1808 – Alberto María de la Calle, Superintendente Eclesiástico


Documentos relacionados con la creación de un cementerio para la Villa de Medellín, AHA, Fondo Colonia, Reales
Cédulas, Tomo III, Documento 158. fs. 235 - 235 rv.
Cruzar la quebrada de la villa: una decisión salomónica
“Certifico a los señores, y demás personas que la presente
vieren, que el día veinte del pasado mes de julio del presente
año, paso el señor Vicario Superintendente Don Alberto María
de la Calle al lugar del campo santo y cementerio para
enterrar los cadáveres, que se halla construido al otra banda
de la quebrada de esta Villa, asociado de los señores
eclesiásticos Cura Rector de esta Villa, don Francisco Josef
Bohórquez, Presbíteros don Francisco Saldarriaga, don
Joseph Antonio Naranjo, (ilegible) don Juan Francisco Vélez,
y de los señores Alcalde por depósito (ilegible), don José
Joaquín Gómez, y Alcalde Mayor Provincial, don Joaquín
Tirado, de el escribano del cabildo, don José Miguel Trujillo, y
de mí, el presente notario, y otros varios sujetos que
concurrieron; que (ilegible) señor Vicario Superintendente
bendijo dicho cementerio campo santo, según como lo
Documentos relacionados con la creación de un
previene por el Ritual Romano, y demás ceremonias cementerio para la Villa de Medellín, AHA, Fondo
prevenidas por Nuestra Santa Madre Iglesia”. Colonia, Reales Cédulas, Tomo III, Documento 158. fs.
236 rv.
Medellín, diciembre de 1809 – Gabriel López de Arellano, Notario Eclesiástico
¡Y los muertos abandonaron poco a poco la ciudad!

Esquema de la posible ubicación de los


espacios mencionados en relación con
la Plaza Mayor de la Villa:
1. Cementerio de la Viceparroquia de
San Benito.
2. Sitio de La Barranca.
3. Cementerio inaugurado en 1809
(‘Ciudad de las Ánimas’ o
‘Cementerio de San Benito’).
4. Cementerio de San Lorenzo.
El Cementerio de San Lorenzo… un nuevo intento
“El 24 de diciembre de 1824, en tiempos del
coronel Francisco Urdaneta, el cabildo
determinó ante las respectivas autoridades
vender el viejo cementerio. El negocio se dio
al parecer, por su estrechez y por la
ubicación: cercano al casco urbano. El
designado para realizar aquel negocio fue
don José María Rodríguez, quien con el
dinero obtenido lo invertiría en una nueva
edificación ubicada al sureste de la ciudad,
sobre una colina cercana al paraje de San
Lorenzo viejo, en donde existió la primera
iglesia de su mismo nombre”. Cementerio de San Lorenzo inaugurado
Pérez Monsalve, Bladimir, ““Portadas de la eternidad”. Cementerios: espacios el 7 de enero de 1828 por el presbítero
sagrados y urbanos, Medellín, 1828 – 1933”. Monografía de grado, Departamento Francisco de Paula Benítez López
de Historia, Universidad de Antioquia, Medellín, 2012, 109.
El Cementerio de San Lorenzo… un nuevo fracaso
En octubre de 1875 Ramón Londoño y
Federico Álvarez envían una carta al Obispo
diocesano con respecto a la situación del
Cementerio San Lorenzo, expresando que es
la segunda vez que se lo hacen saber y, en
términos fuertes, dan a conocer el disgusto de
la comunidad de dolientes del cementerio.
De acuerdo con su descripción, más valdría
arrojar los cadáveres al río que tener que
verlos sepultados en un lugar tan
deplorablemente administrado y ruinoso
estado.
Valerio Antonio Jiménez Hoyos
(Marinilla, 29 de enero de 1806 – Archivo Histórico Arquidiócesis de Medellín, Caja M52, Carpeta 2.
Marinilla, 6 de diciembre de 1891)
Las necrópolis como meta y no como sanción

Postal alusiva al Cementerio General Presbítero


Matías Maestro de Lima, inaugurado el 31 de mayo
de 1808
Un nuevo modelo, otro discurso… una nueva práctica
funeraria
“Herencia de Nuestros Fundadores: ... Casi no hay país civilizado sobre la tierra
en que los sepulcros no hayan llamado la atención de las autoridades y los
primeros magistrados; pues de su aseo y limpieza y buena situación depende
hasta cierto punto la salubridad del lugar donde se establecen. No nos induce
pues a la construcción de éste ningún objeto de ridículas y vanas distinciones,
sino el bien general de la población, y el placer o mejor diremos consuelo de
ver reducidos los restos de nuestras familias, y que después de transcurridos
tres, cuatro o más siglos, puedan nuestros descendientes, al visitar este lugar
fúnebre, decir: Aquí yacen las reliquias inanimadas de nuestros progenitores:
Ellos fueron virtuosos, imitémosles, para que acompañándoles algún día en
este triste recinto, los acompañemos también en la mansión de los justos”.
Extracto acta de fundación Cementerio de San Pedro (Medellín), 1842.
El ‘Cementerio Nuevo’ o de San Vicente… una nueva opción
para públicos más exigentes

Detalle del plano de Medellín elaborado por don Hermenegildo Botero en 1847, en el que aparece referenciado con la F el
Cementerio San Lorenzo y al costado izquierdo la indicación del camino que conducía al ‘Cementerio Nuevo’ (el actual
Cementerio San Pedro).
Hermenegildo Botero, “Medellín en 1847. Según plano del Dr. Hermenegildo Botero”, en La ciudad: Medellín en el 5º cincuentenario de su fundación.
Pasado – presente – futuro [edición facsimilar reducida], Agapito Betancur (Medellín, Instituto Tecnológico Metropolitano, 2003), 134
¡Un digno de ser presumido!... ¿Un cementerio para todos?

Postal Cementerio de San Pedro


(1920 aprox)- Medellín, Colombia

Postal Cementerio de San Pedro (1927


aprox)- Medellín, Colombia
Incluidos y excluidos: discusiones acerca de la ubicación de los
cadáveres al interior de las iglesias
“Los no bautizados no pueden recibir sepultura eclesiástica, se exceptúan los
catecúmenos en razón de la preparación. Debe negarse también la sepultura
eclesiástica, a menos que manifiesten arrepentimiento antes de morir, a los
apóstatas, herejes, cismáticos y masones. Los excomulgados o en entredicho bajo
sentencia condenatoria, los suicidas, los que mueren en duelo, los que piden ser
cremados y los pecadores públicos y manifiestos. A los que se les niega la sepultura
eclesiástica tampoco pueden decírseles misa exequial o de aniversario”.
Pablo V, Rituale romanum Pauli V. pontificis maximi jussu editum et a Benedicto XIV auctum et castigatum cui ad usum
missionariorum apostolicorum nova nunc primum accedit benedictionum et instructionum appendix (Roma: Congregationis
de Propaganda Fide, 1847).
La Regeneración y la creación del monopolio eclesiástico sobre las
sepulturas… y el surgimiento de los muladares
“Se fundaran cementerios para los cadáveres que no puedan
sepultarse en sagrado, especialmente en las poblaciones
donde sean más frecuentes las defunciones de individuos no
católicos. Para tal objeto se destinará un lugar profano,
obteniéndolo con fondos municipales; y donde fuere
imposible, el terreno de estos cementerios se obtendrá
secularizando y separando una parte del Cementerio católico
que quedara separado del no católico por una cerca”.
Concordato, 1887, Articulo 18.
“Éramos los vencidos por una traición y no éramos
iguales ni ante la igualdad de la muerte”.
Rafael Wenceslao Núñez Moledo LÓPEZ ARIAS, Fabio et al. Cementerio Libre de Circasia.
(Cartagena de Indias, 28 de septiembre de 1825-
Monumento a la libertad, la tolerancia y el amor. Manizales: Imprima Ltda. 1983.
Cartagena de Indias, 18 de septiembre de 1894)
Debates y controversias en torno a la creación de un Cementerio
Laico para Medellín
“El cadáver del finado fue conducido ayer a las 8 por
los numerosos estimadores de este y su digna familia
de la casa mortuoria al Cementerio del Norte.
Descansen en paz y rodeados de respeto los despojos
de este hombre honrado y bondadoso, cuya larga vida
fue tan útil para Antioquia, y reciban los deudos de Mr.
Hausler (sic) nuestro sentido pésame por la gran
pérdida que acaban de hacer”.
El Espectador, Medellín, 5 de mayo de 1888, número __, p. __.
(Las negrillas son nuestras). Enrique Haeusler
(Maguncia - Alemania, 16 de septiembre de
1805 – Medellín, 3 de mayo de 1888)
Debates y controversias en torno a la creación de un Cementerio
Laico para Medellín
“El cadáver de Mr. E. A. Wild General del Ejército norte-americano,
fue inhumado en la sección libre del Cementerio de San Pedro, el
viernes 28 del pasado mes de agosto. La ceremonia se verificó
conforme al rito evangélico y ofició en ella Mr. Touzean, ministro
protestante que reside en esta ciudad. Asistieron el señor
Gobernador del Departamento y sus secretarios; el Vice-cónsul de
los Estados Unidos, señor Luciano Santamaría; varios Ministros del
Tribunal Superior y algunos otros empleados. Una compañía del
cuerpo de Gendarmes hizo al cadáver del difunto los honores
militares”. Edward A. Wild
El Espectador, Medellín, 3 de septiembre de 1891, número __, p. 137. (Las negrillas son (25 de noviembre de 1825 –
nuestras). 28 de agosto de 1891)
Horacio Marino Rodríguez y el Cementerio Libre de Medellín:
un proyecto que tal vez ‘no pudo ser’
“Una institución tan precisa y humanitaria como es el Cementerio
Libre; puerto a donde puedan llegar cualesquiera náufragos del
mar de la existencia, sin que nadie salga a preguntarles de dónde
vienen, en qué barco navegaban, qué enseña traían en su mástil,
ni siquiera qué tempestad los entregó a las olas; hogar triste,
solitario y callado, pero abierto a quienquiera que se haya llamado
hombre; verdadera casa de todos, donde la fraternidad puede ir
ensayando entre los muertos el santo abrazo con que algún día
habrá de unir en una sola familia a los vivientes”.
El Espectador, Medellín, 22 de julio de 1893, número 278, p. 784. Fidel Cano Gutiérrez
(San Pedro de los Milagros, 17 de
abril de 1854 – Medellín, 15 de
enero de 1919)
El Cementerio Laico de Medellín… un primer paso

Plano topográfico de Medellín arreglado y completado por Pinillos y Longas para el Directorio de Medellín de 1906, en el que
aparece por primera vez el Cementerio Laico a un costado del Cementerio de San Pedro
Silva L., Isidoro, 2003. Primer directorio general de la ciudad de Medellín para el año de 1906. Medellín: Biblioteca Básica de Medellín, Instituto Tecnológico
Metropolitano.
El Cementerio Laico de Medellín… un primer paso para la
inclusión de públicos complejos

Portada Cementerio Laico adjunto al Interior del Cementerio Laico adjunto al


Cementerio de San Pedro (s.f.) Cementerio de San Pedro (s.f.)
Una ciudad en expansión… busca lugares de inhumación

Obras en torno a la quebrada Santa Elena

Canalización del río Medellín


Una ciudad en expansión… busca lugares de inhumación
El 12 de abril de 1927 el personero municipal
consulta al profesor de derecho canónico de la
Universidad de Antioquia José Joaquín Ramírez
sobre aspectos jurídicos en la construcción de un
nuevo cementerio “grande, extenso y católico” en el
barrio Rancho Largo adscrito a la parroquia de
Robledo. Toma como referencia el artículo 30 del
Concordato y los artículos 15 y 21 de la Convención
Aclaratoria para preguntar sobre ¿Quién debería
responder por este nuevo cementerio? ¿La
autoridad eclesiástica o la autoridad municipal? Manuel José Caycedo Martínez
(Bogotá, 16 de noviembre de 1851–
Archivo Histórico Arquidiócesis de Medellín, Caja M52, Carpeta 2.
Medellín, 22 de junio de 1937)
El Cementerio Hebreo de Medellín

Socios fundadores del Cementerio de la Unión Israelita de Beneficencia, posan en frente


del cementerio el 30 de julio de 1931
Fotografía concedida por la Unión de Beneficencia Israelita a Valeria Lindo, estudiante del Programa de Historia, también disponible en el Archivo
fotográfico Biblioteca Publica Piloto [Fotografía de Fotografía Rodríguez, 1889-1995]. (1931). BPP-F-008-0280.
El Cementerio Libre de Circasia: ejemplo de resistencia
“Por ley de afinidad, hacia este sitio acogedor, serán atraídas
aquellas formas sutiles y eternas de Pensamiento que mañana
serán el aroma de la flor, el susurro en la brisa, o servirán de
guion a otro ser que aliente y sufra en el infinito proceso de la
evolución.

Simientes del árbol inagotable de la vida que hoy son y mañana


no parecen, pero que sometidos al axioma inexorable de que
‘nada de crea, nada se pierde, todo se transforma’ nos llevan a la
comprensión del triángulo sagrado: Pensamiento, Energía,
Materia, eternos y cambiantes, rodando en el silencio
majestuoso de los espacios siderales”.
Discurso pronunciado por Jorge Patarroyo el 28 de agosto de 1932. En: López Arias, Fabio. Braulio Botero Londoño
Cementerio Libre de Circasia. Monumento a la libertad, la tolerancia y el amor. Manizales: (La Unión (Ant), 15 de enero de
Imprima Ltda. 1983. Pág. 25-26. 1903 – Cali, abril de 1994)
De Cementerio Municipal a Cementerio Universal

Pedro Nel Gómez Agudelo Propuestas adicionales para el cementerio Universal


(Anorí (Ant), 4 de julio de 1899 – Medellín, 6 firmadas en 1954
de junio de 1984)
Un cementerio para todos… ¡un Cementerio Universal!

Detalle planta general del Cementerio Universal de Medellín presentada por Pedro Nel Gómez
(1949)
Un cementerio para todos… ¡Pero no el Cementerio Universal!

Fotografía de Francisco Mejía. Patio central Cementerio de San Pedro, 8 de agosto de


1934.
Un Cementerio Universal… ¿un cementerio para todos?

Vista general área de inhumaciones Cementerio Universal 50 años después


(fotografía tomada por el autor en 1999)
Un nuevo referente, otro discurso… una nueva práctica funeraria

Cortejo fúnebre de JF Kennedy en su tránsito por el Cementerio Nacional de


Arlington en Virginia, 25 de noviembre de 1963
Un nuevo referente, otro discurso… una nueva práctica funeraria
Jardines Montesacro, 1972:
“Nuestro Pensamiento: Hemos construido un lugar digno de la memoria de
quienes nos han precedido en la vida, y de quienes con su lucha actual están
forjando lo mejor para sus hijos. Estamos convencidos de que quienes aquí
reposan, van a comenzar una nueva y verdadera vida, desde la cual rogarán
para que sean perdonadas nuestras faltas.
Hemos decidido establecer un sitio luminoso, rodeado por estas
excepcionales montañas antioqueñas; donde los árboles y los pájaros hagan
más suaves las penas, donde el respeto sea doble porque está enmarcado
por auroras y atardeceres que nunca se repetirán, donde la risa de los niños
acompañen un dolor lleno de fe; donde los jóvenes puedan mirar el pasado
con respeto y el futuro con optimismo; donde sólo serán oídas las palabras
de amor. Es esta nuestra contribución a la comunidad antioqueña”.
Cambios y transformaciones en las costumbres y espacios funerarios
Cambios y transformaciones en las costumbres y espacios funerarios
El Concilio Vaticano II y el acercamiento a la cremación

“La Iglesia aconseja vivamente que se conserve la piadosa costumbre de sepultar el


cadáver de los difuntos; sin embargo, no prohíbe la cremación, a no ser que haya sido
elegida por razones contrarias a la doctrina cristiana”.
Código de Derecho Canónico, canon 1176 §3.
La cremación y el alejamiento de los cadáveres de sus espacios
tradicionales
Primer Encuentro Andino de Valoración y Gestión de Cementerios
Patrimoniales
Medellín, 1º al 4 de noviembre de 2000

La Red será el punto de partida para generar procesos de


desarrollo integral de los cementerios como un espacio de la
memoria comunitaria con presencia de su patrimonio
tangible e intangible.

(…) Promover la valorización, protección y sostenibilidad de


los cementerios arqueológicos, tradicionales y
contemporáneos, es de vital importancia en los actuales
momentos de transformación de las estructuras sociales y
culturales de muchas poblaciones de nuestro continente, por
ello queremos invitarlo a construir esta Red”.
Apropiación comunitaria de los espacios funerarios
¿Qué hace tan especiales a algunos cementerios y espacios
funerarios, o a ciertas partes de éstos, como para hacerlos
dignos de reconocimiento?
• La historia
• Los muertos
• El arte
• La arquitectura
• Los vivos

Escultura funeraria Cementerio en el Pere Lachaise - París, Francia


¿Qué actor debe tomar la iniciativa? ¿Puede hacerlo solo?

Gobierno Comunidad

Bien y/o práctica


de Interés
Cultural

Universidades, entes
privados, ciudadanía
organizada, etc.
Elementos que inciden en la apropiación comunitaria de los espacios,
prácticas y rituales funerarios
A modo de conclusión… ¿Es posible la apropiación comunitaria
de los espacios funerarios?
Voces des esperanza desde el otro lado del río… nuevas
oportunidades para el Jardín Cementerio Universal

Equipo de trabajo Jardín Cementerio Universal en la Celebración de los 86 años del JCU
¡Muchas gracias!
diego.bernal@upb.edu.co
redcementeriospatrimoniales@gmail.com
http://redcementeriospatrimoniales.blogspot.com/

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