Actualmente las multiples ocupaciones a las que se ven expuestas las personas en sus diferentes

áreas de trabajo, ha hecho que el estrés comience a formar parte de la vida cotidiana, llegando a
tal punto que es considerado como el malestar de la civilización a la que pertenecemos, afectando
no solo el desempeño social y laboral si no también la salud física de los trabajadores.

El síndrome de burnout o mejor conocido como el síndrome del cansacio laboral es un estado
emocional que acompaña a una sobrecarga de estrés y que eventualmente impacta la motivación
interna, actitudes y conducta. La mejor traducción para “burnout” es “fundirse”; si bien este
síndrome tiene una tendencia a agravarse gracias al avance tecnológico; también es cierto que, en
el caso puntual de los trabajadores de la salud, estos se ven expuestos a situaciones donde se
tiene muy de cerca la miseria, la frustración, la pobreza, el sufrimiento y la muerte. Solo por
mencionar alguna. A lo anterior se le debe agregar que la salud en la sociedad es un derecho de
todos los ciudadanos, por lo cual los trabajadores de esta área deben estar siempre dispuestos a
atender todas las necesidades que surjan como consecuencia de la enfermedad

Todo lo anterior hace que los profesionales de la salud experimentes un estado de vulnerabilidad,
lo que se traduce en una sensación de estar golpeándose la cabeza contra la pared todos los días,
a pesar de su interés por mejorar la calidad de vida de los pacientes, algo característico del
síndrome del cansancio laboral. Cabe resaltar que las múltiples demandas que se presentan
actualmente hacia los profesionales por malas prácticas, se encuentran estrechamente
relacionadas con la aparición de este síndrome, al igual que las largas jornadas laborales, los
noveles inadecuados de dotación, el patrón de trabajo por turnos y la ambigüedad en las
funciones

Finalmente, como forma de protección lo que hace el personal de salud es crear barreras que
sirvan un poco para anestesiar todas estas situaciones a las que se deben enfrentar en su
desempeño laboral cotidiano y que terminan por absorber toda su energía, ya que hieren
directamente su sensibilidad, sin embargo, estas armaduras terminan por afectar no solo su
trabajo diaria, sino también la atención y el trato hacia los pacientes

Lo que pasa en el empleado al presentar este síndrome es que atraviesa por diferentes etapas, por
ejemplo, la primera de ellas es el agotamiento emocional, con este el trabajador manifiesta
respuestas emocionales inadecuadas, tanto actitudes, como sentimiento y pensamientos, creando
una berrara de despreocupación la cual no le permite involucrarse afectivamente con aquellos a
quien ayuda

Por otro lado presenta una baja en la realización personal, la cual hace que se tenga una
percepción negativa del trabajo, no valora los objetivos alcanzados a nivel profesional, porque
siente que no los ha logrado, y aparece una baja autoestima laboral, esta hace que el trabajador
realiza un sobre esfuerzo por adaptarse a las demandas, el cual solo funciona de manera
transitoria y que si no es tratado a tiempo es cuando aparece el síndrome de burnout con todos
sus síntomas y como anteriormente se mencionó afecta la salud física y las relaciones personales,
peromas puntualmente en el área laboral, se presenta insatisfacción laboral, abandono y
ausentismo, deterioro de la calidad del servicio, al igual que cierto grado de hostilidad y
resentimiento
Igualmente con la aparición de este síndrome aparece una despersonalización, la cual hace que los
profesionales desarrollen lentamente una imagen pobre de las personas a las que atienden,
haciéndolas sentir mal y brindando malos tratos y que al presentarse el problema generalmente se
culpa al paciente. Claramente estas fallas en la comunicación hacen que se presenten problemas a
nivel institucional, entre los compañeros de trabajo y en la atención de los pacientes

Al fallar la comunicación asertiva que se debe tener entre el profesional de salud y los pacientes,
es cuando se pueden presentar fallas directas en la atención, ya que las personas a las que se
ayuda comienzan a ser vistas como objetos y por lo tanto tratadas como uno de estos. Por lo
anterios la organización mundial de la salud (OMS), declaro en el año 2000, el síndrome de estrés
laboral como un riesgo, ya que cuando hay mayor tensión, hay mayores daños procesales y a nivel
del razonamiento clínico.

Por otro lado