Está en la página 1de 5

DIDACTICA DEL LENGUAJE Y LA LITERATURA.

Retrospectivas y perspectivas.

El libro del que hablaremos en este escrito Didáctica del lenguaje y la literatura,

retrospectivas y perspectivas, es el resultado académico investigativo de un colectivo de

autores colombianos y argentinos, quienes, desde su amplia experiencia, como

investigadores y como docentes en distintas universidades, han contemplado el pasado, el

presente y la tendencia de las acciones en tono a la didáctica del lenguaje y la literatura. A

través de estas páginas, se muestra un campo de debate y de reflexión que engloba

problemas complejos para ser abordados desde los discursos lingüísticos, literarios y

educativos, los cuales demandan propuestas de cambio en la construcción de

conocimientos, como uno de los énfasis de las pedagogías con-temporáneas, cuyas

búsquedas siguen siendo inagotables, ante los desarrollos actuales de las nuevas culturas y

tecnologías, y a pesar de la abundancia de publicaciones y eventos académicos sobre el

tema. Los capítulos de esta obra ofrecen elementos de discusión que, esperamos, sirvan de

pautas para investigar y participar en el propósito de mejora de los procesos de lectura y de

escritura, para cualificar los desempeños de los estudiantes y profesionales, como sujetos

sociales situados en contextos reales de comunicación, dentro y fuera de la institución

educativa. Es un desafío que se necesita abordar con un diálogo interdisciplinar entre la

pedagogía, las teorías del lenguaje y las políticas educativas.

Ahora bien, la didáctica de la lengua constituye un campo del conocimiento que tiene como

objeto el complejo proceso de enseñar y aprender lenguas con el fin de mejorar las

prácticas y adecuarlas a las situaciones cambiantes en esta actividad se desarrolla.


Es por ello, que el libro en sus primeras líneas nos indica que la enseñanza del lenguaje

nace de la observación de los resultados de las pruebas de Estado, principalmente, por la

asombrosa incapacidad de interpretación o lectura, y de producción comunicativa en

nuestros países latinoamericanos. Nos dice que precisamente han sido los gobiernos

quienes han advertido esta limitación en la educación, pero sus soluciones no van más allá

de cambios formales con diagnósticos que ni siquiera desbordan los requerimientos del

ideal productivo y técnico de la educación exigido por las orientaciones de los organismos

económicos internacionales como la OCDE (Organización para el Desarrollo y la

Cooperación Económica). Esta improvisación ha justificado la vieja creencia de que la

enseñanza del lenguaje no debe examinar el proceso implicado en la comunicación, sino

reducirse parcialmente a la lecto-escritura: lecturas de repetición en resúmenes y en

escrituras de redacción de ideas y normas impuestas o copiadas.

La falta de interés para enfrentar esta situación de incomunicación y de dominio del

lenguaje, han sido causados, entre otros, por el impresionante sometimiento irreflexivo a las

nuevas tecnologías de la comunicación, al lenguaje digital, lo cual ha influido también en

un cierto menosprecio de la importancia del lenguaje escrito y oral. Ni siquiera la

comunidad académica de las ciencias sociales y la filosofía advierten la complejidad de lo

que significa el uso del lenguaje. Se encuentran todavía filósofos, antropólogos, sociólogos,

pedagogos, e investigadores sociales que creen en eso que los lingüistas estructuralistas,

decían que era la lengua, un repertorio material o de significantes verbales y unas reglas

sintácticas para combinar “bien”, palabras o frases. Estos pensadores no han advertido que

los avances y cambios de sus propios campos de conocimiento han sido desarrollos en

nuevos modos de significar o de entender el mundo desde el lenguaje y con el lenguaje, en


diversas prácticas discursivas. Desconocen que una gran parte de las acciones diarias en la

vida personal, pública y académica, son acciones comunicativas y con las ventajas de la

posesión del lenguaje.

El uso del lenguaje verbal ya no es reducible a su propia suficiencia, ni al significante, ni a

su linealidad en el ordenamiento del espacio. Ya no podemos pensar en enseñar un lenguaje

que no existe en la realidad de la comunicación del diario vivir, ni de los actos pedagógicos

y, menos, cuando sentimos la necesidad de manifestar espontáneamente nuestros deseos. La

escritura no puede ser reducida al acto de redactar, en un ejercicio técnico formal; ni la

lectura, a resumir los textos escritos, sin que la iniciativa y la capacidad creativa del sujeto

actúen, también, significando desde sus propias perspectivas.

Por otra parte, las redes sociales son medios de distribuir, organizar y circular información

y conocimiento, conformando una globalización universal con una compleja red de

relaciones integrada por múltiples conexiones que se entrecruzan o se incluyen, a partir de

las cuales afloran grupos y subgrupos culturales de alcances y límites nunca definibles. Esta

condición ha permitido, en los tiempos contemporáneos, desarrollar tecnologías de la

comunicación que permiten la interconexión y la circulación de información, o

simplemente, de comunicación entre diferentes puntos de las redes de las cuales hacen parte

los usuarios. La cultura digital o cibercultura es una nueva organización, distribución y

constitución de los saberes con representaciones mediadas y condicionadas por los intereses

ideológicos y políticos de los centros de poder en que se ha distribuido la geopolítica y

economía del mundo. El sentido político y económico de los mensajes de las redes como

Facebook, Twitter, etc., son interpretadas por los usuarios solamente en sus necesidades de
ocio, y, en menor grado, de información. No se advierte su uso político y de seguridad que

suelen hacer los servicios secretos del estado norteamericano, especialmente.

Se vive ahora en una cultura que ha superado la escritura, que ha terminado con las normas

y los fundamentos, y la unidad del sujeto; ya no somos distinguidos ni sobrevalorados por

la corrección del lenguaje verbal. Hoy la comunicación lo domina todo en una tiranía

mensajera de la imagen y de los vaivenes de los poderes y las dependencias del consumo y

de las paradojas y contradicciones de los sujetos. Seres despojados de esperanzas del

tiempo, porque viven el presente inmiscuidos en voces que les asedian y les construyen su

propio sentido. Ahora el diario vivir está conformado por las más diversas acciones y

modalidades de comunicación.

La producción de cualquier texto escrito, oral o digital es el resultado de un acto de

comunicación porque nadie habla o escribe por la sola motivación de hacer un ejercicio,

siempre se actúa usando el lenguaje para resolver una necesidad y un propósito, para lo cual

se usa el lenguaje como medio de comunicación. Es decir, para regañar, o persuadir, o

informar, o enamorar, se requiere estar comunicado con el interlocutor. Este acto, con la

necesidad o propósito determinar la selección y combinación de otras expresiones en voces

en los enunciados del discurso que se está produciendo. Son actos de enunciación que

dependen de la perspectiva subjetiva creada por el locutor, pero en función del interlocutor

y de lo que se quiere decir.

La capacidad para la escritura y producción de textos con mensajes de cualquier orden

depende, en gran medida, del grado de interpretación realizada en los textos previos.

Aunque no es necesario ni posible aprender adecuadamente la lectura antes de la escritura,


si es importante que cuando se va hablar de un tema determinado, se hayan hecho las

lecturas con la profundidad crítica necesaria. Por ello, el aprendizaje del lenguaje es

gradual, de lo simple a lo complejo, pero siempre partiendo de las situaciones y

progresando en la capacidad de actuar con la comunicación y la integración a la cultura y a

los grupos sociales.

A modo de conclusión podemos afirmar que un docente integral debe tener la enorme

cualidad de ser un observador asiduo. El contexto, los comportamientos y los recursos

serán materia prima para sus clases y, a partir de métodos que él considere que funcionen,

logrará el tan anhelado interés de los estudiantes para con sus clases.

También podría gustarte