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Ensayo sobre el Barroco

El Barroco fue un período de la historia en la cultura occidental motivado por una


nueva forma de pensar las artes visuales y que produjo obras en numerosos
campos artísticos (literatura, pintura, escultura, etc.). Abarcó todo el siglo XVII y
principios del XVIII, con mayor o menor prolongación en el tiempo dependiendo de
cada país en el que se desarrolló. Se suele situar entre el Manierismo y el Rococó,
en una época caracterizada por fuertes disputas religiosas entre
países católicos y protestantes, así como marcadas diferencias políticas entre
los Estados absolutistas y los parlamentarios, donde una incipiente burguesía
empezaba a poner los principios del capitalismo.
Como estilo artístico, el Barroco surgió en Italia a principios del siglo XVII, desde
donde se extendió hacia la mayor parte de Europa, adoptando en cada país
características diferentes. Los principales países que se destacaron en este estilo
fueron Italia, España, Holanda y Francia. En un principio el término “barroco” tuvo
un sentido despectivo, con el significado de: recargado, engañoso, caprichoso,
hasta que fue posteriormente revalorizado a finales del siglo. Barroco significa en
realidad grotesco, y este término fue empleado por los defensores de la pureza del
estilo clásico, cuyas reglas no debían ser profanadas (Gombrich ,1992).
La base del movimiento es una idea religiosa para volver a una imagen más
atractiva en cuanto a la representación artística, ya que en el Renacimiento se
había vuelto muy simple el diseño. La creencia del papel primordial que tiene la fe
en los fieles, y que a esta debe accederse mediante la emoción de los sentidos
más que por el espíritu. Es por esto que la principal temática del Barroco continua
siendo la religión y por lo tanto su principal cliente la iglesia, con la intención de
promover el fervor a las multitudes.
El arte se volvió más delicado y ornamentado, con continuidad de un cierto
racionalismo clasicista, elemento característico del Renacimiento, pero adoptando
formas más dinámicas y efectistas y un gusto por lo sorprendente y anecdótico. Se
observa un predominio de la representación realista, esto se debe a que en una
época caracterizada por la penuria económica, el hombre se enfrenta de forma
más cruda a la realidad. Por otro lado, a menudo esta cruda realidad se somete a
la mentalidad de una época alterada y desengañada, lo que se manifiesta en una
cierta distorsión de las formas, en efectos forzados y violentos, fuertes contrastes
de luces y sombras y cierta tendencia al desequilibrio y la exageración.
En cuanto a las características regionales: en Italia surgen dos escuelas hacia
fines del 1500, por un lado El Clasicismo fundada por los hermanos Caracci, con
una gran influencia clásica donde existe una idealización del cuerpo humano,
predominancia del desnudo y el contraposto. Se destaca además por una gran
cantidad de elementos en la composición y una temática mitológica y religiosa. Por
otro lado surge la escuela Naturalista, donde se destacan artistas como
Caravaggio, Rembrandt, Rubens, Velázquez, entre otros. Con la utilización de
temas reales y contemporáneos, sumándole la representación de personajes poco
idealizados. Existe un gran dominio en la utilización de la iluminación, logrando
una mayor teatralidad y generando climas. Fue Carvaggio el fundador del
Claroscuro, que es la forma de representar la iluminación con un gran contraste,
dejando los fondos y partes de la imagen en penumbras mientras las figuras se
destacan con una iluminación más puntual, logrando así un gran dramatismo.
El barroco en Holanda se diferencia por ser una sociedad protestante y además
por ser la primera república democrática europea, basa su economía en el
intercambio de bienes, existiendo un claro predominio de la burguesía. La principal
diferencia que surge de la religión protestante es la iconoclasia, es decir, una
ideología que se basa en rechazar la veneración de los iconos, por lo que las
figuras religiosas no pueden ser representadas. Esto cambia totalmente la
temática artística holandesa de la del resto de Europa, al no poder representarse
las figuras sagradas surgen otros motivos, como por ejemplo el paisaje y
situaciones cotidianas realistas. Los principales artistas de esta zona son
Rembrandt y Vermeer, entre otros. Algunos de sus principales aportes son el
dinamismo, el equilibrio, la descripción psicológica de los personajes y el gran
perfeccionamiento del naturalismo.
Por otro lado, en España existe una gran influencia del naturalismo de Caravaggio
y surge una nueva rama del movimiento llamada Tenebrismo, donde hay un uso
del claroscuro de una forma más teatral y exagerada. Los principales exponentes
son Ribera, Velásquez y Zurbarán. La temática utilizada es la de retratar gente
común y además los bodegones.
Por ultimo en Francia el Barroco se aleja deliberadamente del Barroco de otros
países, como España o los Países Bajos. Lo más aproximado es al italiano en su
vertiente clasicista. Los precedentes más inmediatos del Barroco francés están en
el Manierismo de sus cortes refinadas, especialmente en la que se agrupó
alrededor del palacio de Fontainebleau. Esto determina dos características
básicas del estilo: su origen cortesano, ligado al gusto aristocrático, especialmente
marcado durante el reinado del Rey Luis XIV; y su raíz clásica, que nunca se
abandonó durante el Manierismo y que constantemente remite a dos modelos
italianos: Rafael y Miguel Ángel. De esta Italia que funciona como modelo,
el Naturalismo tenebrista tuvo una repercusión limitada, en un grupo de pintores
relativamente ajenos al mundo de la Corte. Resultan en su obra periférica mucho
más cercanos a otros receptores del tenebrismo, como fue el grupo holandés
denominado los caravaggistas de Utrecht. Esto no es obstáculo para que entre los
caravaggistas franceses se encuentren figuras destacadas dentro de la historia del
arte, como Valentin de Boulogne, Georges de la Tour o los hermanos Le Nain. Sin
embargo, la tendencia predominante fue sin duda el Clasicismo. Muchos de los
autores franceses consideraban imprescindible para su formación el viaje a Roma,
donde estudiar directamente a los clásicos.
Finalmente hacia el 1700 termina el movimiento y es el comienzo del Rococó,
primer movimiento que surge en Francia, se caracteriza por el gusto por los
colores luminosos, suaves y claros. Predominan las formas inspiradas en la
naturaleza, la mitología, la representación de los cuerpos desnudos, el arte
oriental y especialmente los temas galantes y amorosos. Es un arte básicamente
mundano, sin influencias religiosas, que trata temas de la vida diaria y las
relaciones humanas, un estilo que busca reflejar lo que es agradable, refinado,
exótico y sensual.

Durante el reinado de Luis XV, la vida de la corte se desarrolla en el palacio de


Versalles, extendiendo el cambio artístico del palacio real y permitiendo su difusión
a toda la alta sociedad francesa. La delicadeza y la alegría de los motivos rococó
han sido vistos a menudo como una reacción a los excesos del régimen de Luis
XIV. Si lo Barroco estaba al servicio del poder absolutista, el Rococó está al
servicio de la aristocracia y la burguesía. El artista pasa a trabajar con más libertad
y se expande el mercado del arte. El Rococó se presenta como un arte al servicio
de la comodidad, el lujo y la fiesta. Las escenas de su pintura recogen este nuevo
estilo de vida.
Anexos

Las Meninas, Velasqués, 1657

Clase de anatomía, Rembrandt, 1632


Bibliografía:

- Gombrich, Ernst (1992). Historia del Arte. Alianza. Madrid.


- Hauser, Arnold. (2002). Historia social de la literatura y el arte. Buenos
Aires.

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