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1. Analizar formal y retóricamente los poemas 1 y 2.

2. ¿Qué similitudes y diferencias encuentra entre las dos piezas y a qué pueden deberse? Contextualizar históricamente y
vincular con lo visto.
3. Relacionar el texto 3 con lo visto sobre el Popol Vuh. ¿A qué puede deberse esta similitud? Contextualizar y vincular con
lo visto sobre el mundo maya.
1. Lope de Vega 2. Sor Juana Inés de la Cruz

Cuando imagino de mis breves días Este que ves engaño colorido,
los muchos que el tirano amor me debe, que del arte ostentando los primores,
y en mi cabello anticipar la nieve, con falsos silogismos de colores,
más que los años, las tristezas mías, es cauteloso engaño del sentido;

veo que son sus falsas alegrías 5 este, en quien la lisonja ha pretendido
veneno que en cristal la razón bebe, excusar de los años los horrores,
por quien el apetito se le atreve, y venciendo del tiempo los rigores
vestido de mil dulces fantasías. triunfar de la vejez y del olvido,

¿Qué hierbas del olvido ha dado el gusto es un vano artificio del cuidado,
a la razón, que sin hacer su oficio 10 es una flor al viento delicada,
quiere contra razón satisfacelle? es un resguardo inútil para el hado,

Mas consolarse quiere mi disgusto, es una necia diligencia errada,


que es el deseo del remedio indicio, es un afán caduco y, bien mirado,
y el remedio de amor querer vencelle. es cadáver, es polvo, es sombra, es nada.
3. Génesis 1 Reina-Valera 1960 (RVR1960)
La creación
1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la
faz de las aguas.
3 Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
4 Y vio Dios que la luz era buena; y separó Dios la luz de las tinieblas.
5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día.
6 Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas.
7 E hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión.
Y fue así.
8 Y llamó Dios a la expansión Cielos. Y fue la tarde y la mañana el día segundo.
9 Dijo también Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y descúbrase lo seco. Y fue así.
10 Y llamó Dios a lo seco Tierra, y a la reunión de las aguas llamó Mares. Y vio Dios que era bueno.
11 Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé semilla; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su
semilla esté en él, sobre la tierra. Y fue así.
12 Produjo, pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya semilla está en él,
según su género. Y vio Dios que era bueno.
13 Y fue la tarde y la mañana el día tercero.
14 Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las
estaciones, para días y años,
15 y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.
16 E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que
señorease en la noche; hizo también las estrellas.
17 Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra,
18 y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.
19 Y fue la tarde y la mañana el día cuarto.
20 Dijo Dios: Produzcan las aguas seres vivientes, y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos.
21 Y creó Dios los grandes monstruos marinos, y todo ser viviente que se mueve, que las aguas produjeron según su género, y
toda ave alada según su especie. Y vio Dios que era bueno.
22 Y Dios los bendijo, diciendo: Fructificad y multiplicaos, y llenad las aguas en los mares, y multiplíquense las aves en la tierra.
23 Y fue la tarde y la mañana el día quinto.
24 Luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias y serpientes y animales de la tierra según su
especie. Y fue así.
25 E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra
según su especie. Y vio Dios que era bueno.
26 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en
las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
27 Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.
28 Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las
aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
1. Analizar formal y retóricamente los poemas 1 y 2.
2. ¿Qué similitudes y diferencias encuentra entre las dos piezas y a qué pueden deberse? Contextualizar históricamente y
vincular con lo visto.
3. Relacionar el texto 3 con lo visto sobre el Popol Vuh. ¿A qué puede deberse esta similitud? Contextualizar y vincular con
lo visto sobre el mundo maya.
1. Francisco de Quevedo 2. Sor Juana Inés de la Cruz

Todo tras sí lo lleva el año breve Miró Celia una rosa que en el prado
de la vida mortal, burlando el brío ostentaba feliz la pompa vana
al acero valiente, al mármol frío, y con afeites de carmín y grana
que contra el tiempo su dureza atreve. bañaba alegre el rostro delicado;

Aún no ha nacido el pie cuando se mueve y dijo: -Goza, sin temor del Hado 5
camino de la muerte, donde envío el curso breve de tu edad lozana,
mi vida oscura: pobre y turbio río pues no podrá la muerte de mañana
que negro mar con altas ondas bebe. quitarte lo que hubieres hoy gozado;

Cada corto momento es paso largo y aunque llega la muerte presurosa


que doy a mi pesar en tal jornada, y tu fragante vida se te aleja, 10
pues parado y durmiendo siempre aguijo. no sientas el morir tan bella y moza:

Corto suspiro, último y amargo, mira que la experiencia te aconseja


es la muerte forzosa y heredada; que es fortuna morirte siendo hermosa
mas si es ley y no pena, ¿qué me aflijo? y no ver el ultraje de ser vieja.
3. Hesíodo, Teogonía
Antes que todas las cosas fue Caos; y después Gea la de amplio seno, asiento siempre sólido de todos los Inmortales que habitan
las cumbres del nevado Olimpo y él Tártaro sombrío enclavado en las profundidades de la tierra espaciosa; y después Eros, el
más hermoso entre los Dioses Inmortales, que rompe las fuerzas, y que de todos los Dioses y de todos los hombres domeña la
inteligencia y la sabiduría en sus pechos.
Y de Caos nacieron Erebo y la negra Nix, Eter y Hemero nacieron, porque los concibió ella tras de unirse de amor a Erebo.
Y primero parió Gea a su igual en grandeza, al Urano estrellado, con el fin de que la cubriese por entero y fuese una morada
segura para los Dioses dichosos.
Y después parió a los Oreos enormes, frescos retiros de las divinas ninfas que habitan las montañas abundantes en valles
pequeños; y después, el mar estéril que bate furioso, Ponto; pero a éste lo engendró sin unirse a nadie en las suavidades del amor.
Y después, concubina de Urano, parió a Océano el de remolinos profundos, y a Coyo, y a Críos, y a Hiperión, y a Yapeto, y a
Tea, y a Rea, y a Temis, y a Mnemosina, y a Feba coronada de oro, y a la amable Tetis. Y el último a quien parió fue el sagaz
Cronos, el más terrible de sus hijos, que cobró odio a su padre vigoroso.
Y parió también a los Cíclopes de corazón violento, Brontes, Steropes y el valeroso Arges, que entregaron a Zeus el trueno y
forjaron el rayo. Y eran en todo semejantes a los demás Dioses, pero tenían un
ojo único en medio de la frente. Y se llamaban Cíclopes, porque en su frente se abría un ojo único y
circular. Y sus trabajos rebosaban fuerza, vigor y
poder.
Y después, de Gea y de Urano nacieron otros tres
hijos, grandes, muy fuertes, horribles de nombrar:
Coto, Briareo y Giges, raza soberbia. Y de sus hombros arrancaban cien manos indomables, y cada uno
de ellos tenía cincuenta cabezas que se erguían sobre
la espalda, por encima de sus miembros robustos. Y
su fuerza era inmensa, invencible, dada su gran talla.
De todos los hijos nacidos de Gea y Urano, eran los
más poderosos. Y desde el origen fueron odiosos a
su padre. Y conforme nacían, uno tras de otro, los
sepultó, privándolos de la luz, en las profundidades
de la tierra. Y se alegraba de esta mala acción, y la
gran Gea gemía, por su parte, llena de dolor. Luego,
ella abrigó un designo malo y artificioso.
—Queridos hijos míos, vástagos de un padre culpable, si queréis obedecer, tomaremos venganza de la
acción injuriosa de vuestro padre, porque él fue
quien primero meditó un designo cruel.
1. Analizar formal y retóricamente los poemas 1 y 2.
2. ¿Qué similitudes y diferencias encuentra entre las dos piezas y a qué pueden deberse? Contextualizar históricamente y
vincular con lo visto.
3. Relacionar el texto 3 con lo visto sobre el Popol Vuh. ¿A qué puede deberse esta similitud? Contextualizar y vincular con
lo visto sobre el mundo maya.
1. Lope de Vega 2. Sor Juana Inés de la Cruz
Estos versos, lector mío,
Un soneto me manda hacer Violante, que a tu deleite consagro,
que en mi vida me he visto en tal aprieto; y sólo tienen de buenos
catorce versos dicen que es soneto: conocer yo que son malos,
burla burlando van los tres delante. ni disputártelos quiero,
ni quiero recomendarlos,
Yo pensé que no hallara consonante porque eso fuera querer
y estoy a la mitad de otro cuarteto; hacer de ellos mucho caso.
mas si me veo en el primer terceto
no hay cosa en los cuartetos que me espante. No agradecido te busco:
pues no debes, bien mirado,
Por el primer terceto voy entrando estimar lo que yo nunca
y parece que entré con pie derecho, juzgué que fuera a tus manos.
pues fin con este verso le voy dando. En tu libertad te pongo,
si quisieres censurarlos;
Ya estoy en el segundo, y aún sospecho pues de que, al cabo, te estás
que voy los trece versos acabando; en ella, estoy muy al cabo.
contad si son catorce, y está hecho.
No hay cosa más libre que
el entendimiento humano;
pues lo que Dios no violenta,
¿por qué yo he de violentarlo?
(...)
3. Narración folklórica mapuche

Hace mucho tiempo en las tierras de los mapuche se levantó del mar una enorme serpiente y comenzó a gritar “kai, kai, kai”
cada vez más fuerte y más agudo. Esta serpiente provocó una lluvia que se transformó en tormenta, y luego en diluvio,
inundando toda la tierra.

Para salvarse los mapuche subieron a la punta de los cerros. Cuando no podían subir más oyeron una voz que venía del fondo de
la tierra que decía “treng, treng, treng”. Era la serpiente divina que venía a auxiliarlos. Así comenzó una batalla entre Kai Kai y
Treng Treng. Mientras Kai Kai chillaba más fuerte, Treng Treng hacía temblar la tierra y la levantaba más y más. Viéndose
vencida, Kai Kai se hundió en las profundidades del mar, donde no se la volvió a ver.

Desde entonces, cuando tiembla y los maremotos inundan la tierra o cuando llueve demasiado y suben las aguas de los ríos y
lagos, los mapuche oyen el grito de kai Kai. Afortunadamente, ahora Treng Treng ya está alerta, de manera que antes que kai Kai
haga daño al pueblo mapuche, la hace callar con su sonido sordo que hace crecer la tierra.
1. Analizar formal y retóricamente los poemas 1 y 2.
2. ¿Qué similitudes y diferencias encuentra entre las dos piezas y a qué pueden deberse? Contextualizar históricamente y
vincular con lo visto.
3. Relacionar el texto 3 con lo visto sobre el Popol Vuh. ¿A qué puede deberse esta similitud? Contextualizar y vincular con
lo visto sobre el mundo maya.
1. Luis de Góngora 2. Sor Juana Inés de la Cruz
Muestra sentir que la baldonen por los aplausos de su
Menos solicitó veloz saeta habilidad
destinada señal, que mordió aguda;
agonal carro por la arena muda
no coronó con más silencio meta, ¿Tan grande, ¡ay, hado!, mi delito ha sido
que por castigo de él o por tormento
que presurosa corre, que secreta no basta el que adelanta el pensamiento
a su fin nuestra edad. A quien lo duda, sino el que le previenes al oído?
fiera que sea de razón desnuda,
cada sol repetido es un cometa. Tan severo en mi contra has procedido, 5
que me persuado de tu duro intento,
¿Confiésalo Cartago y tu lo ignoras? a que sólo me diste entendimiento
Peligro corres, Licio, si porfías porque fuese mi daño más crecido.
en seguir sombras y abrazar engaños.
Dísteme aplausos para más baldones,
Mal te perdonarán a ti las horas; subir me hiciste, para penas tales; 10
las horas, que limando están los días, y aun pienso que me dieron tus traiciones
los días, que royendo están los años.
penas a mi desdicha desiguales
porque viéndote rica de tus dones
nadie tuviese lástima a mis males.
3. En el principio sólo existía un océano infinito, Nun, que contenía todos los elementos del Universo. No existían ni el Cielo ni
la Tierra, y los hombres aún no habían nacido. No había vida ni muerte. El espíritu del mundo se hallaba disperso en el caos,
hasta que tomando conciencia se llamó a sí mismo; así nació el dios Ra.

Ra estaba solo; creó de su aliento al aire, Shu, y de su saliva a la humedad, Tefnut, y los mandó a vivir al otro lado de Nun.

Después hizo emerger una isla donde poder descansar; la llamó Egipto. Y como surgíó de las aguas, viviría gracias al agua; así
nació el Nilo.

Ra fue creando a las plantas y los animales a partir de Nun. Entretanto, Shu y Tefnut tuvieron dos hijos, a los que llamaron Geb
(Tierra) y Nut (Cielo). Geb y Nut se casaron; así, el cielo yacía sobre la tierra, copulando con ella. Shu, celoso, los maldijo y los
separó sosteniendo al cielo sobre su cabeza, y sujetando a la tierra con sus pies; aún así, no pudo evitar que Nun tuviera hijas, las
estrellas.

Ra había enviado a uno de sus ojos a buscar a Shu y Tefnut. Pero cuando regresó, otro ojo había ocupado su lugar. El primer ojo
comenzó a llorar, hasta que Ra lo colocó en su frente, creando así al Sol.

De las lágrimas del primer ojo nacieron los hombres y las mujeres, que habitaron en Egipto.

Y todas las mañanas, Ra recorría el cielo el cielo en una barca que flotaba sobre Nun, transportando así al Sol. Cada noche, Nut
se lo tragaba, y Ra continuaba su viaje por el Infierno; si lo atravesaba, volvía a nacer de Nut, dando origen a un nuevo día.
(Mito egipcio)
1. Analizar formal y retóricamente los poemas 1 y 2.
2. ¿Qué similitudes y diferencias encuentra entre las dos piezas y a qué pueden deberse? Contextualizar históricamente y
vincular con lo visto.
3. Relacionar el texto 3 con lo visto sobre el Popol Vuh. ¿A qué puede deberse esta similitud? Contextualizar y vincular con
lo visto sobre el mundo maya.
1. Francisco de Quevedo 2. Sor Juana Inés de la Cruz
Finjamos que soy feliz,
Poderoso caballero triste pensamiento, un rato;
es don Dinero. quizá prodréis persuadirme,
aunque yo sé lo contrario,
Madre, yo al oro me humillo:
que pues sólo en la aprehensión
él es mi amante y mi amado, dicen que estriban los daños,
pues de puro enamorado, si os imagináis dichoso
de continuo anda amarillo; no seréis tan desdichado.
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero, Sírvame el entendimiento
poderoso caballero etc. etc. alguna vez de descanso,
y no siempre esté el ingenio
Nace en las Indias honrado, con el provecho encontrado.
donde el mundo le acompaña,
Todo el mundo es opiniones
viene a morir en España de pareceres tan varios,
y es en Génova enterrado; que lo que el uno que es negro
y, pues quien le trae al lado el otro prueba que es blanco.
es hermoso, aunque sea fiero,
poderoso caballero etc. etc. A unos sirve de atractivo
lo que otro concibe enfado;
Es galán, y es como un oro; y lo que éste por alivio,
aquél tiene por trabajo.
tiene quebrado el color;
persona de gran valor,
tan cristiano como moro; (...)
pues que da y quita el decoro
y quebranta cualquier fuero,
poderoso caballero etc. etc.
(...)
3. El sol y la luna – Eduardo Galeano
Al primer sol, el sol de agua, se lo llevó la inundación. Todos los que en el mundo moraban se convirtieron en peces. Al segundo
sol lo devoraron los tigres.
Al tercero lo arrasó una lluvia de fuego, que incendió a las gentes.
Al cuarto sol, el sol de viento, lo borró la tempestad. Las personas se volvieron monos y por los montes se esparcieron.
Pensativos, los dioses se reunieron en Teotihuacán.
—¿Quién se ocupará de traer el alba?
El Señor de los Caracoles, famoso por su fuerza y su hermosura, dio un paso adelante.
— Yo seré el sol —dijo.
—¿Quién más?
Silencio.
Todos miraron al Pequeño Dios Purulento, el más feo y desgraciado de los dioses, y decidieron:
—Tú.
El Señor de los Caracoles y el Pequeño Dios Purulento se retiraron a los cerros que ahora son las pirámides del sol y de la luna.
Allí, en ayunas, meditaron.
Después los dioses juntaron leña, armaron una hoguera enorme y los llamaron.
El Pequeño Dios Purulento tomó impulso y se arrojó a las llamas. En seguida emergió, incandescente, en el cielo.
El Señor de los Caracoles miró la fogata con el ceño fruncido. Avanzó, retrocedió, se detuvo. Dio un par de vueltas. Como no se
decidía, tuvieron que empujarlo. Con mucha demora se alzó en el cielo. Los dioses, furiosos, lo abofetearon. Le golpearon la
cara con un conejo, una y otra vez, hasta que le mataron el brillo. Así, el arrogante Señor de los Caracoles se convirtió en la luna.
Las manchas de la luna son las cicatrices de aquel castigo.
Pero el sol resplandeciente no se movía. El gavilán de obsidiana voló hacia el Pequeño Dios Purulento:
—¿Por qué no andas?
Y respondió el despreciado, el maloliente, el jorobado, el cojo:
—Porque quiero la sangre y el reino.
Este quinto sol, el sol del movimiento, alumbró a los toltecas y alumbra a los aztecas. Tiene garras y se alimenta de corazones
humanos.

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