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CONCLUSION

El objeto del cálculo de las raíces de una ecuación es determinar los valores de x para los
que se cumple: f(x) = 0. Su importancia radica en que si podemos determinar las raíces de
una ecuación también podemos determinar máximos y mínimos, valores propios de
matrices, resolver sistemas de ecuaciones lineales y diferenciales, etc.

Por la importancia mencionada anteriormente se ha hecho una investigación de estos


métodos numéricos para calcular las raíces de las ecuaciones no lineales y saber cuándo
debemos utilizar cada uno de estos.

Concluyendo en dos divisiones de estos métodos que son los cerrados y los abiertos, los
cuales se elegirán dependiendo que conviene más problema que se esta tratando.

En este método abierto requieren únicamente de un solo valor de inicio x o que empiecen
con un par de ellos pero no necesariamente encierran la raíz. Estos algunas veces divergen
o se alejan de la raíz verdadera. En cambio los cerrados se caracterizan porque una
función cambia de signo en un intervalo que encierra la raíz y porque para desarrollar el
algoritmo donde se encuentra la raíz necesita de dos valores iniciales. Los métodos
abiertos convergen de una manera más rápida que los métodos cerrados.

Concluyendo en los métodos cerrados, en ocasiones el método de la regla falsa puede


volverse lento, por lo que se prefiere bisección y en los métodos abiertos el método de la
secante es un método simple y muy utilizado, gracias a su rapidez y al hecho de que no
hay que hallar derivas como en el de Newton.

Estos métodos son de mucha importancia en la elaboración de modelos que describen


fenómenos reales. Algunos de ellos son: la concentración de una sustancia en un
compuesto, la distancia recorrida por un móvil a velocidad constante, la compra de cierta
cantidad de objetos a un precio unitario, el salario de un trabajador más su comisión, la
variación de la altura de un proyectil, entre otros.

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