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1.

AGRADECIMIENTO

Al meditar, Dios mío, en las cosas que me has dado,


Mi corazón se inflama, turbado de emoción,
Pues no encuentro palabras, con que expresar, mi Cristo,
El agradecimiento de mi alma para Ti.
Cambiaste Tu mi vida, me diste esperanza,
Y desde aquel momento mi alma recibió,
Un gozo tan sublime que al paso de los años
Ha sido cual la fuente de mi felicidad.

CORO
Agradecimiento hay en mi corazón,
Canto de alegría elevo con mi voz.
Muchas son las cosas que mi Dios me ha dado,
Y en agradecimiento le sirvo a mi Señor

Las veces que la prueba has puesto en mi camino,


En vez de ser derrota ha sido bendición.
Pues ni por un instante Tú me has dejado solo,
Y así Tu santa mano ha sido mi sostén.
Permite que mi vida yo ponga por servirte,
Que dentro de mi alma presente siempre estén
Tus múltiples favores, y Tus misericordias,
Que aun sin merecerlas has tenido para mí.
2. HUMILLACION
Cuando vivía lejos de Dios,
Y caminaba en oscuridad,
Oí una voz que a mi alma hablaba,
Era mi Cristo, quien me llamó
Su dulce voz se oía así:
"Venid a Mí, a descansar;
Lleva Mi yugo en tu cerviz,
Sé humilde y manso, como Yo soy".

CORO
Dame, Dios mío, humillación,
Para cumplir aquí Tu misión.
Porque sin Ti, Señor, nada soy;
Si algo tengo es por Tu amor.

En el camino de mi Señor,
A cada paso oigo Su voz.
Que con ternura me hace entender
Que sea humilde de corazón.
Voy por la senda que Él me marcó,
Ahora comprendo Su voluntad.
Quiero servirle en santidad,
Para llegar a Su mansión.
3. INDELEBLE
Indeleble y grabada en mi alma,
Y que nada habrá de borrar,
Está, Cristo bendito, Tu obra,
Que mi vida ha venido a cambiar.
Aunque pasen y pasen los años,
En mi pecho habrá de vibrar
Tu potencia que me ha transformado,
De la cual no me quiero apartar.

CORO
Indeleble es Tu gracia divina,
Indeleble es Tu amor sin igual.
Indeleble ha de ser en mi senda
Tu promesa de vida eternal.

Muchas veces mi senda es oscura


Y te busca con ansia mi ser,
Implorando, Maestro, Tu ayuda,
Porque solo siento perecer.
Y al buscar a Tu lado el consuelo
Que ansió en mi padecer,
De Tu mano recibo, Dios mío,
Indeleble y sublime poder.

Y por eso te sigo, Maestro,


Y mi anhelo más grande será,
Día a día entregarte mi vida,
Sujetándola a Tu voluntad.
Pues Tu gloria y Tus maravillas,
La presencia de Tu majestad,
Tu amor Santo que me ha sostenido,
Indeleble en mi vida será.
4. BONDAD DE MI DIOS
Los cielos cuentan, Señor, Tu gloria,
Y al universo se oye alabar.
Soles y lunas, mundos y estrellas,
Cantan en coro a Tu bondad.
La una noche a otra noche
En su silencio se oye cantar,
Tal como el día en su hermosura,
Hablan del himno de Tu bondad.

CORO
Incomparable y grande es, Señor,
Tu fortaleza y Tu esplendor,
Nada iguala Tu majestad.
En mi bajeza puedo contemplar
Que al extenderme Tu brazo de amor,
Sólo ha sido por Tu bondad.

Siendo el Sublime, y el Infinito,


Te sobajaste para mirar
Nuestra bajeza, nuestra miseria,
Y nos salvaste por Tu bondad.
Dame, Dios mío, el que yo eleve
Mi alma contigo al meditar
En Tu grandeza, y en mi miseria,
Que Tú has unido por Tu bondad.

5. RECUERDO
Recuerdo, Señor, lo que has hecho Tú en mi vida,
Y cómo en Tu amor has guardado hasta hoy mis pasos,
Recuerdo, Señor, que con mi alma conmovida
Te miré yo en aquel día, te adoré desde ese día
Que yo me entregué en Tus brazos.
Recuerdo, Señor, joven fui cuando me hallaste,
Y aun siendo mi Dios me trataste como a hermano.
Recuerdo, Señor, que Tú mismo me enseñaste,
Pues yo no sabía servirte, pues yo no sabía seguirte,
Mas me dirigió Tu mano,
CORO
Nunca me olvido, Señor, y en mi alma siempre está
Ese sagrado recuerdo que nada ha de borrar.
Y hasta que cese mi vida, si así es Tu voluntad,
O hasta que vuelvas en gloria, en mí ha de perdurar.
Recuerdo, Señor, como me has acrisolado,
Mostrándome así Tu propósito en mi ser.
Recuerdo, Señor, que he atendido a Tu llamado,
Y así a muchos he servido, y hasta el fin he decidido
En Tu obra permanecer,
Recuerdo, Señor, que una vida ha transcurrido
Y guardo hasta hoy las cosas que me has mostrado.
Recuerdo, Señor, como me has Tú bendecido,
Y por eso, mi buen Dios, quiero con todo mi amor
Proseguir a Ti entregado.

6. MI PETICIÓN
Ante Ti, Maestro amante, y humillado ante Tus pies,
Hoy eleve mi plegaria y presento a Ti mi prez.

CORO
¡Oh! Señor, oye el clamor, de Tu siervo en oración.
Por el amor de Tu Nombre, contesta mi petición.

No confió en mis justicias, reconozco mi porción


Sólo por misericordia, espero Tu bendición.

Nada puedo yo ofrecerte, de mí mismo nada soy,


Sólo entiendo que Tu mano todo lo ha hecho hasta hoy.

Tú conoces el anhelo de Tu pueblo, mi Señor,


Sé propicio a nuestro ruego, llénanos de Tu fulgor.

7. CÁNTICO DEL CORDERO


Grandes y maravillosas son Tus obras,
Señor Dios Todopoderoso.
Justos y verdaderos, son Tus caminos.
Rey de los santos.

¿Quién no te temerá, ¡oh Señor!,


Y engrandecerá Tu Nombre?
Porque Tú solo eres santo.

Por lo cual todas las naciones vendrán,


Y adorarán delante de Ti,
Porque Tus juicios son manifestados, Amén.

s. ADORACIÓN
Cristo, Tú eres mi Dios, Tú eres mi Dios,
Tú eres mi Dios... Cristo...

Cristo, Tú eres mi Rey, Tú eres mi Rey,


Tú eres mi Rey... Cristo...

Cristo, mi Salvador, mi Salvador,


Mi Salvador... Cristo...

9. EL SEÑOR ES MI PASTOR
El Señor es mi Pastor, nada me faltará.
El Señor es mi Pastor, nada me faltará.
En delicados pastos me hará yacer,
Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Confortará mi alma, por Su senda me guiará,
Por amor de Su Nombre nunca me dejará.

Aunque en valle de sombra y de muerte vaya yo,


No temo mal alguno, pues El conmigo está.
Tu vara y Tu cayado aliento me darán,
Me aderezaste mesa, no más me angustiarán.

Ungiste mi cabeza con aceite,


Mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y Tu amor me seguirán
Todos los días de mi vida.
Llenaste de gozo el corazón,
Inundaste de dicha mi alma.
Y en la casa del Señor moraré yo en dulce paz,
Por largos días. Amén.

10. SANTA PALABRA


Como la lluvia desciende del cielo,
Así Tu Palabra viene Señor,
Trayendo vida a los corazones
De los que te buscan, Fiel Redentor.
Como la nieve desciende del cielo,
Y hartando la tierra la hace germinar,
Así Tu Palabra no vuelve vacía,
Porque Tú, mi Cristo, la harás prosperar

CORO
Santa Palabra, Palabra viva,
Simiente hermosa que al florecer,
Exhala aromas, dulce fragancia
Cual holocausto al Justo Ser.

Cual el rocío cae sobre la hierba,


Tal como la brisa frescura le da,
Así en mis angustias alienta mis pasos,
Tu Santa Palabra que es vida y verdad.
Llena mi alma de Tus bendiciones,
Y que Tu Palabra embargue mi ser.
Que se refleje por siempre en mi vida,
La mística imagen de Tu parecer.

11. CAMINA EL CRISTIANO


Camina el cristiano en la vida,
Camina confiando en Jesús,
Y sabiendo que ha sido llamado
A seguir el ejemplo de Él.
Camina el cristiano en la senda,
Camina mirando a su Dios,
Entendiendo que en este camino
Su destino es en gloria y dolor.

CORO
No me dejes, mi Dios, siempre ayúdame aquí,
No me dejes flaquear mi Jesús.
Pues yo espero llegar, con Tu ayuda, Señor,
Para siempre en Tu gloria morar.

Camina el cristiano en el mundo,


Camina sabiendo que aquí
Solamente él es un extranjero,
Peregrino, con rumbo a su hogar.
Camina el cristiano entendiendo
Que espinas y abrojos habrá,
En la senda que ha sido marcada
Con la Sangre de Cristo el Señor.

Camina el cristiano con gozo,


Consciente de su vocación,
Y que al fin de una larga jornada
Sus gavillas recogerá en Sión.
Camina el cristiano confiando
Que lágrimas, llanto y dolor,
Al final limpiará de su rostro
Su invicto y glorioso Señor.

12. CON FIANDO EN CRISTO


En mis luchas yo puedo, Maestro, vencer,
Confiando tan sólo en Ti.
Pues siento entregarme oyendo Tu voz,
Que dice: “Sin Mi nada sois”.
Que yo pueda, mi Cristo, siempre recordar
El precio pagado por mí:
Tu Sangre preciosa de costo sin par,
Que sólo me pudo salvar.

CORO
Y ahora sigo adelante llevando Tu cruz,
Confiando en que habré de llegar
A ese hermoso lugar, donde he de vivir
Por siempre inundado en Tu luz.

Dame siempre temor para reconocer


Que Tú eres más alto que yo,
Que sólo humillado podré alcanzar
Tu gracia y Tu sublime amor.
Has tomado en Tus manos, Maestro, mi ser,
Y quiero ser Tuyo, Señor,
Pues dicha más grande no puedo anhelar,
Si Tú eres mi todo, Jesús.

13. GRATITUD
¡Oh! Señor Jesús, a Ti yo canto con mi corazón.
Pues siento en mi alma gratitud,
Al ver lo grande de Tu inmenso amor.
¡Oh! Bendito Dios, cuan puro y santo es poder meditar,
En Tu clemencia y gran poder,
Que mi alma y mente pudo transformar.

CORO
Honra y gloria a nuestro Rey (a nuestro Rey),
Y alabanzas tributad (sí tributad),
A Quien en una cruz (en una cruz),
Nos donó la eternidad.

Una deuda tengo yo,


Y muy inmensa con mi amante Dios;
Si bien pagarla no podré,
Sí por Su gracia a la gloria voy.
Dios Santo, sólo a Ti,
He consagrado todo mi vivir,
Y Tú que ves mi corazón,
Has de guiarme en Tu camino fiel.

14. BENDITA JERUSALEM


¡Cuánto te ha amado mi Dios, Bendita Jerusalem!
Eres Ciudad Elegida, Ciudad Escogida,
Llamada “De Paz”. Nada a ti se compara,
Pues eres Diadema del Dios de Israel. ..

CORO
// ¡Oh Jerusalem! Bendita de Dios. //

¡Oh, bella Jerusalem!, privilegiada Ciudad,


Porque en tus calles anduvo al venir a este mundo
El Verbo de Dios. Y de tu seno ha vertido
El agua de vida que ha enviado el Señor…

Ahora tu tiempo ya es, Bendita Jerusalem,


Que por tus calles camine, y llore en tus muros
Tu pueblo Israel. Hasta que llegue aquel día
En que vuelva el Mesías que viene a reinar...
Llamada estás a vivir, y a reposar en tu paz,
Por todo lo que has sufrido y lo que has padecido,
Tendrás al final glorias y mil maravillas,
Cual te ha prometido el Rey de Salem...

¡Gloria! ¡Aleluya al Señor! ¡Gloria al Santo de Israel!


Que ha recogido a Su pueblo esparcido por siglos
Y ha dado salud. Y a Su Ciudad Elegida,
Muy pronto en Su gloria vendrá mi Jesús.

15. CRISTO ES MI PRÓJIMO


Cristo es mi Prójimo, pues Él me amó.
Estando herido, me levantó.
Curó mis llagas y mi alma ungió
Con el aceite de Su Santo Espíritu.
El príncipe del mal mi alma azotó,
De mi inocencia me despojó,
Mas a mi amparo llegó aquel Buen
Samaritano que es Jesús mi Buen Pastor.

CORO
Por eso canto: ¡Oh! ¡Aleluya!
Por eso doy alabanzas a mi Dios.
Por eso sirvo yo a mi Salvador,
Pues ya perdido me rescató.

El sacerdote vio mi condición,


Cual el levita, me abandonó.
Mas Jesucristo en Su compasión,
Me alzó en Sus brazos y llevóme hasta el mesón.
Ahora salvo soy por mi Señor,
Toda mi cuenta Él ya la pagó,
Como lo ha hecho siempre en Su amor
Con todo humano quien implora Su perdón.

16. EL MANTO DE ELISEO


Eliseo pidió a Elías que al partir él le dejara
Doble parte de su espíritu y virtud.
Jesucristo a Su Iglesia nos ha dejado Su Nombre,
Y el don de Su Santo Espíritu también.

CORO
/ /Ya no dudemos, sólo confiemos,
Nomás creyendo en las promesas del Señor. //

Como Elías subió al cielo en aquel carro de fuego,


Y a Eliseo aquí su manto le dejó,
Así Cristo a Sus creyentes ha dejado como herencia
El Poderoso y Santo Nombre de Jesús.

Eliseo tomó aquel manto que Elías le había dejado,


Y las aguas del Jordán fue y dividió.
Hoy nosotros operamos milagros y sanidades
En el Poderoso Nombre de Jesús.

Eliseo curó las aguas que estaban contaminadas,


Cuando estuvo en la ciudad de Jericó.
Hoy la Iglesia necesita también ser purificada
Con la Sangre Sacrosanta de Jesús.

En la casa de la viuda que vivía en la miseria,


Eliseo el aceite multiplicó.
Hoy el Espíritu Santo ofrecido por Jesucristo,
A una multitud de vasos ya llenó.

17. PERFECTO GOZO


Hechos justos ahora por la fe,
Tenemos paz para con Dios.
Por medio del cruel padecimiento,
Sufrido en el madero por nuestro Redentor.
Por tanto, sufriendo nos gozamos,
Sabiendo que la prueba nos es para salud.

CORO
Porque el sufrir tribulación por mi Señor, es bendición.
Si aun mi vida yo le doy, El ya murió antes por mí.
Pues el Maestro file llevado
Al cruento sacrificio por nuestra redención.
Siendo el Justo fue inmolado,
Llevando en Sus heridas el precio de mi error.

Reducid a vuestro pensamiento


A Quien contra sí mismo sufrió
Tal contradicción de pecadores,
Para que no desmaye hoy vuestro corazón.
Que aún no habéis sufrido hasta la sangre,
En contra del pecado luchando contra el mal.

Si en el tiempo de nuestro caminar


Vienen luchas, pruebas y dolor,
Gocémonos por ello que a Su pueblo,
Jesús ha concedido el poder participar
Del bálsamo que purifica el alma,
Haciéndonos humildes y dignos de Su amor.

18. GUÍAME CRISTO


Guíame, Cristo bendito, dirígeme en Tu senda,
No permitas que nada me separe de Ti.
Con Tu amor infinito Tu mano me sostenga,
Y a Tu santa morada llegare un día feliz

CORO
Guíame, Señor, Tú eres mi Salvador,
Nada podré hacer sin Ti.
Sé mi ayudador aun en el dolor,
Y yo te serviré aquí.

Cuando entre la tormenta cruzo el mar de la vida,


Y mi enble barquilla siente ya naufragar,
Mi confianza está puesta en Jesucristo mi Guía,
Mi glorioso Piloto, y al puerto he de llegar.
Feliz sigo bogando no sintiendo temores,
De los hondos peligros que acechan mi ser.
Y si a veces llorando, no es porque añore flores,
Mas de gozo entendiendo que a mi Cristo he de ver

19. LA MARCA DE DIOS


Oíd, Mis hijos, la voz del Padre
Que de los cielos os hablo hoy,
Ya Mi venida está a las puertas,
Y preparados quiero que estéis.
Yo amo a Mi Iglesia, Mi Esposa Amada,
En el Calvario Yo la compré.
Por largos siglos Yo la he probado,
Mas pronto en gloria conmigo irá.
CORO
/ /Que vuestras frentes estén
Marcadas con Mi señal:
Que es la Marca de Amor,
Y esa es la Marca de Dios.//
Mis redimidos, Mis escogidos,
Oirán Mi voz y Mi reprensión,
Para que limpien hoy sus caminos
Viviendo en paz y en santidad.
Es Mi deseo, que haya en vosotros
Aquel sentir de Mi compasión,
Que en esa forma en que Yo he servido,
Vosotros mismos también lo hagáis.

A Israel, Mi hijo amado,


Yo os ordeno que consoléis.
Pues en la gloria de Mi venida
Un solo pueblo Yo os haré.
Mis hijos fieles han entendido,
Mi mandamiento es que os améis.
Los que ignoraren este mensaje
De Mi presencia los quitaré.

20. PERTENEZCO A CRISTO


No soy dueño de mi ser porque soy Tuyo,
Mi existencia completa te he entregado.
En hacer Tu voluntad me he agradado,
Tú mi dueño eres, Señor, mi Cristo amado.
Si Tú siendo, mi Señor, el Dios del cielo,
Te humillaste y mostrásteme el sendero,
¿Quién soy yo para negarme al matadero?
Si aun a él me condujeres en Tu celo.
CORO
Pertenezco a Cristo, ahora soy de Cristo.
Cuanto el precio pagó por rescatarme,
Nunca, nunca, podré recompensarle.
Ahora vivo para Él, para Él yo existo.

Soy deudor, mi Dios, a los que me aman,


Mas Tu amor me constriñe a cada instante,
Para amar aun más a quien amarte
Ha olvidado, o no sabe cómo hallarte,
No me dejes Padre mío, Maestro mío,
Que me tome el torbellino de la vida,
De egoísmos, y de envidias, y de intrigas,
En el cual sin entender muchos caminan.

21. MARCHA DE TRIUNFO


En Su Iglesia hoy nuestro Dios está,
Y adelante con ella va.
La victoria es nuestra, ya no hay temor,
Siendo el Líder Jesús el Señor.
En la lucha contra nuestro rival
Tal parece que no hay final,
Mas sabemos que Él nos ha dicho: “Id”,
Y a la batalla hoy hay que salir.
CORO
¡Adelante! ¡Adelante! ¡Oh!, ejército del Señor.
¡Adelante! ¡Adelante! No habrá nada (¡NADA!),
Nada que nos detendrá.

Dos testigos ante la humanidad


Son la Iglesia e Israel,
Que por siglos un testimonio dan:
“Dios es Uno, y es Emmanuel”.
Somos parte del Israel de Dios
Que al presente aparece en dos.
Mas ya viene el día que dijo el Señor,
Que un rebaño nos hará en Su amor.

“No temáis, Mi pueblo”, nos dice Él,


El Rey de reyes, y nuestro Emmanuel,
“Yo he vencido al mundo, y con Mi poder
Os he llamado para vencer”.
Tras las nubes brilla la gloria ya,
Y pronto en ellas aparecerá
Nuestro Rey que en Su manifestación,
Ya victoriosos nos llevará a Sión.

22. CONTEMPLACIÓN
Cuando miro las praderas
Y contemplo el cielo azul,
Me fascina Tu grandeza, mi Señor.
Y al palpar Tu fortaleza,
Demostrada en la creación,
Siento Tu maravillosa salvación.
CORO
Y por ello te bendigo, y te adoro, mi Señor
Pues mi gozo es ser testigo de Tu amor.

Siendo Tú el Dios de los cielos,


El Eterno y el Creador,
Te humillaste hasta el Calvario, mi Señor.
Por amor a nuestras almas
Padeciste gran dolor,
Dándonos hoy de Tu gracia, y el perdón.

Han pasado las edades,


Y Tu pueblo espera ya
Que regreses por Tus fieles, mi Jesús.
Se han cumplido las señales
Y ese día ya cerca está,
En que vuelvas en Tu gloria y majestad.

23. ISRAEL
Israel, pueblo de Dios, del Eterno escogido eres tú.
Israel, pueblo de Dios, el Altísimo ha hablado por ti,
Que eres tú siempre aquí, cual “la niña del ojo de Dios".
Tu lugar, ¡oh! Israel, es lugar señalado por El.
CORO
Israel, si Dios te ama, Israel, también te ame
Tu hermana la Iglesia, quien ahora por gracia
Es parte de ti, ¡oh! Israel.

Israel, pueblo de Dios, has sufrido por tu vocación.


Israel, pueblo de Dios, tu esperanza y tu gloria está en Sión
El milagro hasta hoy es que vives como Él lo indicó.
Y ahora estás, ¡oh! Israel, en la Tierra que Él te prometió.

Israel, pueblo de Dios, que cegado tú fuiste por mí.


Israel, pueblo de Dios, ya muy pronto despierto estarás.
Y en las nubes verás al Mesías que en gloria vendrá:
A Jesús, el Señor, que al volver te traerá salvación.

24. MI INCOMPARABLE SEÑOR


incomparable es mi Dios,
Tu inmensa grandeza y sublime poder.
Tú eres la Sabiduría,
Tú eres la Ciencia y el Ser.
lncomparable lo son también
Tu misericordia y Tu grande amor;
Nada a Ti se semeja,
Mi incomparable Señor.

CORO
Por eso mi alma te adora, por eso yo te bendigo

Por eso yo te venero, mi incomparable Jesús.

lncomparables Tus obras son,


Profundos Tus juicios son, mi Dios,
Por más que el hombre razone
No los podrá comprender,
Mirando Tu ejemplo he podido aprender
El que Tus designios y Tu voluntad
Sean hechos en cielos y tierra,
Mi incomparable Señor,

lncomparable Tu gracia es,


Tu magnificencia, Tu gloria y honor,
Terribles son Tus maravillas,
Fuego eres, consumidor.
Alaban delante Tu trono, mi Dios,
Querubes y ángeles de Tu creación,
Tu pueblo en la tierra te adore,
Mi incomparable Señor.

25. CANTAD A NUESTRO REY


Pueblos todos, batid las manos,
Aclamad a Dios con voz de júbilo,
Porque el Señor, el Altísimo, es Terrible.
Rey grande sobre toda la tierra,
Él sujetará a los pueblos debajo de nosotros,
Y a las gentes debajo de nuestros pies,
Él nos elegirá nuestras heredades.
La hermosura de Jacob, al cual amo,
Subió Dios con júbilo,
El Señor con sonido de trompeta,
CORO
Cantad a Dios, cantad, cantad a nuestro Rey, cantad,
Porque Dios es el Rey de toda la Tierra.

Cantad con inteligencia,


Reinó Dios sobre las gentes.
Asentóse Dios sobre Su santo trono.
Los príncipes de los pueblos se juntaron
Al pueblo del Dios de Abraham.
Porque de Dios son los escudos de la Tierra,
Él es muy ensalzado.

26. Ml PRECIO PAGASTE


Cristo, yo te amo y te adoro, mi Señor;
Y en mi alma guardo siempre lo sublime de Tu amor.
Santo, mi Maestro, nunca te podré pagar
Lo que hiciste en el madero para darme salvación.
CORO
// Porque el precio Tú pagaste,
AI morir en la cruz por mí.//”

Cristo, Dios Eterno, Tú que ves mi corazón,


Sabes que mi anhelo intenso es agradarte, mi Señor.
Con los ojos de mi alma le contemplo, mi Jesús,
Escalando hacia el Calvario para darme salvación.

Cristo, Dios amante, mi bendito Salvador,


Grande es Tu misericordia, incomparable es Tu perdón.
Es por eso que te sirvo, y te sigo por doquier.
Pues que Tú pagaste el precio para darme salvación.

27. NUESTRA PASCUA


Después de la cena tomaste el Pan,
Diciendo: “Mi Cuerpo partido será”.
Tomaste la Copa, “Mi Sangre Yo doy,
Para daros vida”, dijiste Señor,

Después de Tu muerte, Tu resurrección,


Selló el Testamento de esta Salvación.
Y ahora, anunciando que Tú volverás,
Tomamos la Copa y partimos el Pan.

Tú eres nuestra Pascua, Señor Jesucristo;


Entre Dios y el hombre, hoy con amor tierno,
Eres el Cordero y Pontífice Eterno.

Tú eres nuestra Pascua, Cordero Bendito;


Tu preciosa Sangre, en Tu sacrificio,
Allá en el Calvario, quitó nuestro juicio.

28. TE MIRO, SEÑOR


Te miro, Señor, en la llanura.
Te miro. Señor, en las praderas.
Te miro. Señor, en las alturas.
// Dondequiera que voy,
Dondequiera que estoy,
Yo te miro, Señor. //
CORO
Tú eres, Jesús, mi Dios,
Tu gloria doquiera está.

Te siento, Señor, al soplo del viento,


Te siento, Señor, cuando llega el frío.
Te siento, Señor, en mi alma muy dentro
// Dondequiera que voy,
Dondequiera que estoy,
Yo te siento, Señor. //

Te adoro, Señor, en el santuario,


Te adoro, Señor, en el camino.
Te adoro, Señor, en mi vida diaria.
//Dondequiera que voy,
Dondequiera que estoy,
Yo te adoro, Señor. //
29. EL VERBO DE DIOS
Feliz yo soy con Cristo, mi Señor,
Él es mi todo aquí,
Le sigo, le sirvo y no le dejaré jamás.
Pues nadie bajo este cielo azul
Puede ofrecerme lo que Él me dio a mí.
CORO
¡Oh! ¡Gloria, aleluya! canten hoy,
Todos los redimidos por Aquel
Que envuelto en hermosura
Cabalga por los cielos,
Y Su Nombre es: “El Verbo de Dios".

El mundo es vanidad, y todo es pasajero,


Mas Cristo siempre es fiel.
Su vida ya entregó en pleno precio de expiación,
Y al vencer la muerte preparó
Una morada de gloria para el fiel.

Mi ser se regocijo siempre al contemplar


Que Cristo viene ya,
Muy pronto ese cielo que nos cubre se abrirá.
Y en visión celeste yo veré
A mi Maestro que ha vuelto por Su Grey.

30. HAY QUÉ HACER


Hay qué hacer, muchas cosas hay qué hacer.
El Dueño de la viña, hermano,
Él es quien nos ha llamado,
Y ahora hay que hacer aquello
Que Él nos ha encomendado.
Pero, hay qué hacer, el trabajo que hay qué hacer

Hay qué hacer, no lo nuestro, hay qué hacer.


La fuerza enemiga, hermano,
Quiere detener tu mano,
Y así ignores la importancia
De lo que Él nos ha ordenado.
Pero, hay qué hacer, el trabajo que hay qué hacer.
CORO
Él dijo: “La noche viene, cuando nadie podrá obrar”
Hoy es el tiempo, mi hermano,
Para hacer lo que hay qué hacer,
Y hay que hacen… ¡Cuántas cosas hay qué hacer!

Hay qué hacer, ya no hay tiempo que perder.


Es un privilegio, hermano,
El ser contado entre aquellos,
A quienes Él ha llamado
Para hacer Su voluntad,
Pero, hay qué hacer, cl trabajo que hay qué hacer,

Hay qué hacer, olvidemos el ayer.


Hoy hay que decirle, hermano,
A un mundo que no lo cree,
Que pronto en gloria Él ya viene,
Porque prometió Volver.
Pero, hay qué hacer, el trabajo que hay qué hacer.

30. EL AMOR DE DIOS


Si conquistares todo el mundo y sus riquezas,
Si edificares altas torres hacia el cielo,
Si tu pudieras disfrutar
Del mundo entero y su vanidad,
Nada conoces si no has probado
El amor de Dios.
CORO
Hasta saber del grande amor
Que llegó hasta el pecador,
Y lo libró del juicio y la condenación.
Hasta saber lo que es sentir
La salvación de Dios que es real,
Nada conoces si no has probado
El amor de Dios.

Si en esta vida adquirieres grande fama,


Si todo hombre extendiere a ti su mano,
Mas si no has visto cara a cara
A Jesús, mi Salvador,
Nada conoces, pues no has probado
El amor de Dios,

32. CANTO DE VICTORIA


Yo le canto a mi Señor con todo mi corazón.
Yo le sirvo por amor, y con toda mi razón.
Él mis sendas todas ve, todo lo que soy es de Él.
Nunca, nada encontraré que me haga retroceder,
De serle fiel... //¡Aleluya! ¡Gloria a Dios!//

Al sufrir tribulación, que sea por amor de Él.


El da la consolación, Su Palabra siempre es fiel.
Y así vivo cada día, victorioso en mi Señor,
Quien me ha dado la alegría de saber que Él es mi Guía,
Y mi Salvador... //¡Aleluya! ¡Gloria a Dios!//

Caminando con mi Rey, y haciendo Su voluntad,


Su maravillosa Ley me ha dado la potestad
De librar a los cautivos de los lazos de opresión.
Y venciendo al enemigo, cumplir con poder y gozo
Nuestra comisión... //¡Aleluyal ¡Gloria a Dios!//

La esperanza que me inspira no tiene comparación,


La gloria de Su venida embarga mi corazón.
Este “Canto de Victoria” yo lo quiero compartir
Con aquellos que en la gloria de mi Cristo quieran ir,
Siempre a vivir... //¡Aleluya! ¡Gloria a Dios!//

33. Ml HOGAR CELESTIAL


En un tiempo viví ignorando aquí,
Que este mundo no era mi hogar.
Arruinaba mi vida ofendiendo a mi Dios,
Mas un día comprendí que allá con mi Jesús
Es mi hogar celestial.
He pasado tormentas y luchas aquí,
Por el mar tempestuoso he bogado.
Pero solo jamás me ha dejado mi Dios,
Y he servido hasta hoy, entendiendo que voy
A mi hogar celestial,
CORO
Ya diviso la playa celeste, ya escucho los coros cantar,
Ya las luces del puerto me anuncian aquí,
Que a mi hogar celestial con mi Padre a morar,
Ya muy pronto yo iré,

Gracias, Dios, por mis seres queridos te doy,


Gracias doy por Tus santos también,
Ellos son los que endulzan mi vida aquí,
Y te pido también les concedas llegar
A mi hogar celestial.
Hoy camino “andando y llorando” aquí,
Tú marcaste esta senda, Señor.
Mas ya pronto con gran regocijo estaré,
Mis gavillas tendré, ya jamás lloraré,
En mi hogar celestial.

4. ¿HASTA CUÁNDO, SEÑOR?


¿Hasta cuándo, Señor?
¿Hasta cuándo contestas mi ruego
Y escuchas mi voz? ¿Hasta cuándo mi Dios?
¿Hasta cuándo inclinas Tu oído
Y oyes mi clamor? A Ti clamo, Jesús,
Porque Tú eres mi Dueño y mi todo
Y fuera de Ti, nada espero si no es de Tu mano
Tener en la vida, que me haga feliz.

¿Hasta cuándo, mi Rey?


¿Hasta cuándo miras mi bajeza
Que allego hacia Ti? ¿Hasta cuándo, en Tu amor,
Con el cetro de gloria en Tu mano
Bendices mi ser? Pues en Tu majestad,
Tú eres Grande y Terrible en Tu solio,
Y delante de Ti se doblega mi alma humillado,
Ensalza Tu Nombre, y te rinde loor,

¿Hasta cuándo, Señor?


¿Hasta cuándo atiendes mi plegaria
Y oyes mi oración? Hoy mi Padre eres Tú.
Por Tu gracia ya me has alcanzado
Y Tu hijo yo soy. En ti espero, mi Dios,
Pues yo sé que conoces mi anhelo,
Y mi petición a su tiempo será contestada
Cual me has prometido, mi amado Jesús.
¿Hasta cuándo Señor...?

35. LA VIDA PASAJERA


En esta vida que es pasajera y cruel,
Todo fenece al fin, todo se va.
La dicha humana aquí
Son ilusiones hoy, que el hombre vive
Y que mañana terminarán.
Dolor, desdicha, llanto y miseria vil,
Es el destino de la humanidad.
Aun el que goza aquí,
Su gloria y fama son como la hierba:
Nace y se muere, es vanidad.
CORO
Yo caminando voy, confiando solo en Dios,
Mis cargas todas las pongo en Él.
Él mi Refugio es, mi Escondedero fiel,
Es Jesucristo, mi Salvador.

Cual un desierto, así es la vida aquí,


Es espejismos mil, es ilusión.
Nomás lo eterno es lo que perdurará,
Y es el Mensaje que el Rey de Gloria al mundo da.
Cristo es la dicha que tu alma anhela hoy,
La única Fuente es de felicidad.
El pleno gozo y paz que ofrece al hombre Él,
No es pasajero, es para siempre, es eternal,

36. TÚ SABES, Mi Dios


Tú sabes, mi Dios, cómo he caminado,
Que mi propio bien jamás he buscado.
Tú sabes, Señor, que mi gozo ha sido
La dicha de otros, la dicha de otros.
De los que he servido.

Cuando yo empezaba yo no lo entendía,


Pero Tú lo sabes, Señor, lo sentía.
Nadie me obligaba para yo esforzarme,
Fue solo Tu amor, fue sólo Tu amor,
Que pudo impulsarme.

Conmigo han servido mis seres queridos,


Sufriendo en sus días aun sacrificios.
Mi vida, mis fuerzas, mi todo te he dado.
Así me enseñaste, así me enseñaste,
Mi Maestro amado.

No ha sido una carga, mas me ha sido honroso,


El servir poniendo mi todo con gozo.
Sentir que he podido seguir yo Tus pasos,
Llevando a Tus hijos, llevando a Tus hijos,
Aun en mis brazos.

Los días han pasado y el tiempo ha llegado,


Que por Tus designios mi vida ha cambiado.
Mis fuerzas humanas han ya disminuido,
Mas yo soy feliz, mas yo soy feliz, mi Cristo querido.

Ahora lo que resta, Señor, Tú lo sabes,


Mis días van ligeros, cual vuelan las aves,
En toda una vida Tu mano me ha guiado,
Cuanto más ahora, cuanto más ahora, mi Jesús amado.

37. LOS DESCUlDADOS


Como en los días de Noé, los hombres comían y bebían,
Se daban en casamiento, jugaban y se divertían,
Sin mirar al firmamento.
Sus ojos se habían cegado para no ver al Señor,
Cuando el diluvio llegó, y que el arca se cerró,
Los encontró descuidados.
Como Sodoma y Gomorra. las ciudades comarcanas,
En donde Lot se afligía al mirar como vivían
Los perversos de esos días.
Sus cuerpos los corrompieron en bajas depravaciones,
Cuando el juicio les llegó, y que el filego descendió,
Los encontró descuidados.
CORO
Pero los fieles hoy sirven a su Dios de corazón
Sabiendo que en estos días viene martirio y tribulación.
Y esparcidos por el mundo, unidos vamos a velar,
Pues Cristo, el Señor, viene en gloria,
A Su pueblo a levantar.

En los días en que vivimos, ya lo anticipó el Señor,


La historia se ha repetido, ha aumentado la violencia,
Y el mundo se ha corrompido.
Pero lo más triste ahora es mirar a los cristianos
Viviendo como mundanos, y al regresar el Señor
Los va a encontrar descuidados.
Para esta triste situación que el diablo ha provocado,
Ha usado la televisión, comodidades y lujos,
Trastornando a los hermanos,
Les han enseñado de un “rapto”, y que no han de padecer,
Y cuando llegue la prueba, persecución y miseria,
Los va a encontrar descuidados.

38. ¿POR QUÉ, SEÑOR?


Ciertamente que en la vida hay misterios
Conocidos plenamente sólo a Dios.
Es por eso que nosotros muchas veces,
Preguntamos: ¿Por qué, Señor?
Mientras tanto en esta vida caminamos
Limitados a nuestra humanidad,
Muchas cosas habrá que no entendemos,
Y preguntamos: ¿Por qué, Señor?
Mas yo solo sé que confió en mi Jesús,
El Gran Rey de reyes y Eterno Creador,
Entiendo que es Dios. y en Su grande poder,
El sabe el “Porque”.
Él todo conoce y Él todo lo ve,
Para Él no hay misterio que exista o que fue
Nada le es oculto, y mi gozo es confiar
Que Él sabe “Porqué”.

De continuo, por la senda de la vida,


Cuando llega la prueba y el dolor,
A las gentes les oímos con denuedo.
Preguntando: ¿Por qué, Señor?
Inclusive, muchas veces de los labios
De aquellos que conocen al Señor,
Escuchamos exclamar con desespero,
La pregunta: ¿Por qué, Señor?
Mas yo sólo sé que confío en mi Jesús,
Mi Guía, mi Maestro y mi Salvador,
Él sabe qué pienso, qué siento y que sé,
Que Él sabe el "Porqué".
En pruebas y luchas, temores aquí,
Preguntas y dudas que acechan mi ser,
Mi Cristo es mi Escudo, y mi gozo es confiar
Que Él sabe “Porqué”. Él sabe “Porqué”,
Dios sabe... “PORQUÉ”

39. YO CONFIÓ EN TI
Son muchas las veces que en nuestro caminar
No hallamos salida a nuestra situación,
Queremos libramos y poder avanzar,
Mas no encontramos una solución.
Entonces es el tiempo de reconocer
Aquello que fue dicho por el Señor:
“Estad en Mí, pues Yo soy la Vid,
//Porque sin Mí, nada podéis hacer" . //
CORO
//Por eso hoy, mi Señor, yo confío en Ti.//
Son muchas las veces que no sé qué hacer,
//Por eso, Señor, yo confío en Ti.//

Como los discípulos, en la tempestad,


Estando en peligro de naufragar,
Hicieron mucho esfuerzo de su voluntad,
Mas nada pudieron lograr.
Entonces acudieron con el Señor,
Reconociendo que la solución
Está en Aquél quien en esa ocasión,
//Calmó la mar, e hizo al viento cesar.//
Los que profesamos la fe en el Señor,
Y usamos Su Nombre en toda ocasión,
Debemos de cuidar de no caer en error,
Y sólo nuestra fuerza sea la de la acción.
Nuestro propio esfuerzo nunca alcanzará
A hacer la obra en esa perfección,
Cual lo requiere Cristo nuestro Dios:
//Con todo amor, y con el corazón.//

40. NO CON MIS FUERZAS


No con mi astucia y mis fuerzas, Señor,
Mus con Tu Espíritu Santo, mi Dios,
//He de pelear en la lucha,
Obtener la victoria en contra del mal.//
En Tu Palabra bendita, Señor,
Leo Tus promesas de ayuda, mi Dios,
//Y sólo en ellas confiando,
Yo voy realizando hoy Tu voluntad.//
CORO
Pues la gloria sólo es para Cristo, mi Señor,
El Amado de mi alma, Jesús, mi Rey, mi Dios.

Nunca permitas, mi amado Señor,


Que me descuide en mi vida, mi Dios,
// Y que quiera con mis fuerzas
Hacer yo Tu obra y cumplir Tu misión. //
¡Cuántos te ofenden hasta hoy mi Señor!
Envaneciendo sus vidas, mi Dios.
//Pero Tus fieles te honramos,
Confiando en Tu Nombre con humillación. //

41. MARAVILLOSO
Maravilloso, es el amor de Dios,
Más insondable es que la profunda mar.
En mi miseria vil Su gracia me alcanzó,
Salvó mi alma así, y vida nueva Él me dio.
CORO
¡Maravilloso es! ¡Maravilloso es!
Maravilloso es para mí el amor de Dios.

Maravilloso, me es el contemplar,
Que el Dios del cielo ya, al mundo descendió.
Y en una cruenta cruz por mí Su vida dio.
Maravilloso es este sublime amor de Dios.

Agradecido, camino con mi Dios,


Quiero servirle aquí, y serle siempre fiel,
Si aun tenga de sufrir por causa de este amor,
Mi privilegio es poder Su ejemplo yo seguir.

42. ANGUSTIA Y DOLOR


¡DOLOR!... Angustia y dolor,
Es el precio aquí señalado
Que siempre ha pagado el pueblo de Dios
Es la marca que el Dios de los cielos
Ha puesto en Su celo de amor,
//A la lglesia y a Israel...//
CORO
El mismo Padre, sufrió el dolor:
“De carne y sangre, participó”.
Dolor y angustia sufrió el Señor,
En el misterio de la redención.

¡DOLOR!... Angustia y dolor,


Es misterio que ha estado escondido,
Y sólo entendido en la mente de Dios.
Con dolor le ha placido al Eterno
Librar del camino del mal,
//La simiente de Israel. . .//

¡DOLOR!... Angustia y dolor,


Es la marca también señalada
A la Iglesia comprada con Sangre y amor.
Cual, “ovejas as para el matadero”,
Así ha distinguido el Señor
//Al pueblo al cual escogió…//

¡DOLOR!... Angustia y dolor,


Si con gozo sufrimos la prueba
Que a la vida llega y nos hace llorar,
Como el fuego purifica el oro,
Así este tesoro de fe
// Lo limpia la angustia y dolor …//

43. SIENTO SU PAZ


En este mundo donde no hay paz,
Muchos no encuentran dónde descansar.
Una tormenta de temores mil,
Así es la vida para el alma aquí.
CORO
//En medio de la tormenta, yo siento paz…//
//La paz que en mi alma Cristo ya dio.
En medio de la tormenta, tengo Su paz...//

Muchos cristianos hemos visto aquí


Vivir turbados sin tener la paz,
Pues la tormenta de la vida, si,
Les ha robado la tranquilidad.

Si tú eres uno que no tiene paz,


Y que tu alma quiere reposar,
Cristo te invita hoy a descansar,
Él calma el viento y la tempestad.

44. LA ETERNIDAD
Cual el vuelo ligero de las aves,
Pasa el tiempo sobre la humanidad.
Los minutos transformados en milenios,
Nos conducen hacia la eternidad.
Y, ¡cuántos son los que no ven!,
La inexorable realidad,
Y así sus vidas sólo son frivolidad.
CORO
Pero Tus hijos, mi Señor,
Los que te amarnos con fervor,
Deseamos hoy que nos dirijas en Tu amor,
Para poder los días contar,
Y como sabios caminar,
Sabiendo bien que vamos a la eternidad.

Multitudes de cristianos que turbados.


Hoy les vemos en el mundo caminar,
Con su vista en las cosas de esta vida,
En aquello que es tan sólo vanidad.
Hoy Dios les dice: “¡Despertad,
Mirad a Mi!”, dice el Señor.
“Que al fin del tiempo vendréis a la eternidad”

En el mundo habitado por mortales,


Que cegados ignoran al Creador;
Su ilusión es en las cosas temporales,
Y desprecian lo eterno de Su amor.
No pueden ver la realidad
Que hay un terrible despertar,
Al ir sin Cristo hacia la eternidad.
45. SEÑOR, ESPERO EN TI
Mi Cristo bendito, Jesús, mi Señor.
Espero en Ti, mi Gran Dios.
¿A quién más iré, y a quien clamaré?
Si Tú lo eres todo aquí.
//Arriba en los cielos, abajo en la Tierra,
La creación entera espera en Ti.//
Divino Creador y Fiel Redentor,
Mi alma espera en Ti.
Tú miras, Señor, la angustia y dolor,
La pena de un mundo en clamor.
//La madre que sufre, el niño que llora,
Tu pueblo que gime y espera en Ti.//
CORO
//Tú eres mi esperanza y mi todo aquí,
Por tanto te adoro y espero en Ti.//

Por siglos y siglos has visto, mi Dios,


Tus santos esperando en Ti.
Cual testigos mudos son los viejos muros,
De la amada Jerusalem.
//Tu pueblo Israel, Tu Iglesia también,
Confían en su Dios, y esperan en Ti.//
Contesta, Señor Jesús, mi oración,
En Ti espero, mi Salvador.
Palabras de vida Tus promesas son,
En ellas confiando yo estoy.
//Si azotan las olas y ruge el turbión,
Si aun todo es contrario, yo espero en Ti.//

46. ESPOSA AMADA


Amargado en mi juventud estaba.
Sin Cristo y sin fe, tan solo me encontré,
Anhelando aquel hogar,
Que en mi mocedad nunca pude disfrutar.
Mas un día plació a mi Dios
El ponerte en mi camino, y así fuiste de Él usada
Como un vaso, esposa amada,
Para que yo encontrara a mi Señor.
Unió Dios entonces nuestras vidas,
Y empezamos a servir a nuestro Salvador.
Mas llegándonos la prueba,
La aflicción y el dolor, y la enfermedad,
Me pediste te llevara a implorar por tu salud.
Y así fuiste de Él usada Como un vaso, esposa amada,
Para que yo invocara a mi Jesús.

“ Levantáronse sus hijos, y llamaronla bienaventurada.


Y su marido también la alabó.
Dadle del fruto de sus manos;
La mujer que teme al Señor, ésta alabada será”,

Esa dicha que anhelaba, la alcancé,


Por mi Cristo ahora tuve el hogar que antes deseé:
La honra humana que buscaba,
Como esposo, como padre, en mi vida la logré;
Y para estas bendiciones que mi Dios me quiso dar,
Tú fuiste de Él usada, como un vaso, esposa amada,
Para que yo las pudiera disfrutar.
Fui llamado por mi Dios a Su servicio,
Y así en experiencias mil, imposible describir,
A lo largo de una vida, ahora en gozos o en fatigas,
A mi lado has sido fiel. Por la voluntad de Dios,
Quo te hizo mi compañera,
Siempre has sido de Él usada
Como un vaso, esposa amada,
Así, hasta hoy, cual mi dulce bendición.

47. CLAMOR DEL ALMA


Del fondo de mi alma hoy brota un clamor,
Buscando con ansia Tu rostro, mi Dios,
Mirando la prueba, la pena, el dolor,
De a Ti, quien eleva su voz.
Te imploro respondas hoy a su oración,
Que escuches el llanto, el gemido, Señor,
De Tus pequeñitos que de corazón
Están esperando en Tu amor.
CORO
¡Oh Padre bendito! Oye mi clamor,
Contesta a mis ruegos y escucha mi voz.
Bendice a Tus santos, Jesús mi Señor,
Pues somos Tu pueblo, y Tú nuestro Dios.

Estando felices es fácil cantar,


Rodeados de gozo y sin luchas aquí.
Mas cuando la prueba nos hace llorar
Entonces clamamos a Ti.
Las noches parecen eternas, Señor,
Como que en la angustia la vida se va.
Mas entre las luchas, la prueba, el dolor,
Tu Santa Presencia aquí está.

Sostén con Tu mano a Tu pueblo, Señor,


Mientras caminamos con rumbo a Canaán,
No escondas Tu rostro de nuestro clamor,
Tus hijos confiando en Ti están.
Sabemos que todo en Tus manos está,
Y que Tus promesas son firmes, y así,
Mientras esperamos el llegar allá,
Seguimos triunfantes aquí.

48. “OYE, ISRAEL”


“Oye, Israel, oye, Israel,
Uno es el Señor nuestro Dios",
Dios no es “Trinidad”, Dios no es “Dualidad”,
Uno es el Señor nuestro Dios.
CORO
// Es Yeshua, Ha Mashia, es Yeshua, Adonai,
JESÚS Nombre revelado para nuestra salvación. //
Jesús es el Padre, JESÚS es el Hijo,
Es el Santo Espíritu de Dios,
Nombre exaltado, sobre todo nombre,
Es CRISTO JESÚS, el Señor.

Pueblo del Señor, oye de Él Su voz,


Ve y declara el Nombre de tu Dios.
Grita al mundo hoy la revelación,
Diles que JESÚS, Él es Dios.

Amado Israel, el velo hasta hoy


No te deja ver a tu Señor.
Mas el día viene ya, que en Su manifestación,
Habrá UN rebañó y UN Pastor.
49. ESPERANZA SUPREMA
“Hubiera yo desmayado
Si no creyese que he de ver
La bondad del Señor
En esa tierra, tierra eternal”.
Así dijo el rey David,
Y así yo digo hoy al Señor,
Por cuanto espero mirar muy pronto
Su rostro en gloria, y vivir con Él.
CORO
Esperanza suprema esta es,
Gloriosa meta de cada hijo de Dios.
Lo que aquí hubiere de padecer
No se compara jamás,
Con nuestra gloria en la venida del Señor.

La higuera ya ha brotado,
Vive ante el mundo hoy Israel.
Grandes señales se están cumpliendo,
Dios a Su pueblo redimirá.
Su Iglesia también espera
En ese día en que habrá,
Solo un rebaño, y un Pastor,
Como lo dijo Cristo el Señor.

Hermano, si hoy por Su Nombre


Tú estás sufriendo tribulación,
Fija tu vista en la recompensa,
Y no desmaye tu corazón.
Promesas fieles y verdaderas
Son las Palabras de nuestro Dios,
Pasará el cielo, y también la tierra,
Mas Sus Palabras no pasarán.

50. EL ÁRBOL Y LA SIMIENTE


De “raíz de tierra seca”, pequeño brote surgió,
De acuerdo con Su simiente en árbol se convirtió.
Era para dar refugio al fatigado en el calor,
E impartir frutos de vida al hambriento en su clamor.
Llegando su tiempo, el árbol su llamado así cumplió,
Dio su sombra al caminante, y de su fruto le brindó.
Pues conforme a Su simiente, herencia, y raíz, dio flor,
Y produjo mucho fruto como lo ordenó el Creador.
CORO
Mucho fruto dio, y su raíz brotó;
El árbol dio mucho fruto, hasta que Dios lo cortó.
Mucho Fruto dio, y su raíz brotó;
Aun cuando fue cortado, la Simiente prosiguió.

En la vida de este árbol hubo dichas y hubo bien,


Mus hubo a la vez sequías y tempestades también.
Mas esto no lo detuvo de poder fructificar,
Siendo simiente elegida siempre fruto hubo de dar.
Ya cansado y viejo el árbol, vivió así en su madurez,
Con sus ramas fatigadas y el tronco enjuto a la vez.
Mus por voluntad Divina, la antigua herencia brotó,
Y ahora de sus raíces la simiente continuó.

51. LAS PASIONES HUMANAS


Muchas pasiones embargan al hombre aquí,
Son las pasiones innatas del ser.
Están la lascivia, la envidia, el rencor...
Están la justicia, el amor...
Ambas pasiones habitan también en el fiel,
Ambas ejercen influencia en su ser.
Las nobles producen el gozo y la paz,
Las otras le traen turbación.

Entre esas pasiones que afligen tu vida,


Cristiano que temes y sirves a Dios,
La “buena conciencia” está prometida,
Demándala hoy por Su gracia al Señor.

Entre las nobles pasiones que están en el fiel,


Una es divina, pues no hay otra igual,
Liberta el alma y alivia el dolor,
Nos brinda la paz en verdad.
Esta pasión hoy sabemos que estuvo en Aquel,
Quien por amor a nosotros llegó
Hasta el Calvario, y allí derramó
La Sangre que nos redimió.
Si esta pasión ya controla tu vida,
Y hoy sublimiza e inunda tu ser,
Pasiones contrarias serán reprimidas,
Si adoras con tu alma Jesús el Señor.

52. AMOR POR AMOR


En aquella noche cuando me llamaste,
Recuerdo Señor, vi Tu cuerpo herido,
Tu rostro sangrante. Miró Tu dolor.
Comprendí esa noche cuánto me has amado,
Mi buen Salvador. //Sólo me pediste
Te correspondiera, amor por amor.//

Antes de esa noche mi vida era amarga,


No tenía paz. Fingía que era alegre
Mas no había sosiego, y mc hundía más.
De ese oscuro abismo Tú me levantaste y
Trajiste a Tu luz. //Solo me pediste
El que yo te pague amor por amor.//

Desde que me hallaste, mi ser y mi todo


Te he dado hasta hoy. Pues el sacrificio
Que por mi pagaste, no olvido jamás.
Si te doy mi vida, Tú la diste antes,
Jesús mi Señor. //Y hoy sólo Tú esperas
Que te siga dando amor por amor.//

El tiempo ha avanzado, la vida ha pasado


Y aun firme estoy. Pues Tu amor bendito
Nunca me ha dejado, y a Tu lado voy,
Recordando siempre aquel rostro herido
Que miré, Señor. //Cuando me pediste
Solo te pagara amor por amor.//
// Amor por amor.//

53. OÍ A MI DIOS LLORAR


En una de las noches cuando en silencio oraba,
Sentí que me embargaba la presencia de mi Dios.
Movido por Su Espíritu alcé mi vista al cielo,
Y adoré con alabanzas al Señor mi Salvador.
Mas en esos momentos los oídos de mi alma
Fueron por Él abiertos y escucharon un clamor,
/ / Aquel clamor profundo penetró hasta mis entrañas,
Oí a mi Dios llorando y exclamando con dolor//
CORO
//“Oíd cielos, y escucha tú tierra,
Porque habla el Señor tu Dios,
Crié a Mis hijos, y engrandecílos,
Mas hoy Mi pueblo escogido
Se reveló contra Mí”.//

Al lamento de mi Padre, uní mi voz en llanto,


Y le dije: Padre mío, enséñame qué hacer.
Quisiera ver Tu rostro radiante de alegría,
No quiero que Tú sufras por nuestra rebelión.
Mi Padre me habló entonces, diciéndome: “Hijo Mio,
Anuncia que Mi pueblo no quiere oír Mí voz,
//Olvidan que por ellos allá en el Calvario
Yo derramó Mi Sangre para darles salvación”.//

Aún mientras yo lloraba me dijo, “Di a Mi pueblo:


No seas como las gentes que no saben de Mí.
Yo anhelo que se amen, y espero su obediencia,
Cumpliendo el mandamiento que antes ya les di.
Pues cerca ya está el día que volveré en Mi gloria,
Para gozo de Mis hijos que oyeren hoy Mi voz.
/ / Y entonces en Mi ira, tomaré en clamor y en llanto
Las vidas de aquellos que me han hecho a Mí llorar”.//

54. NOMBRE SUBLIME


Su Nombre es sublime, Su Nombre es glorioso,
Mas alto y supremo: JESÚS el Señor.
El sobre todo es, Dueño de todo ser,
Incomparable es Cristo el Salvador.

Es Dios humanado, al mundo mostrado,


Es el Rey de Israel.
Por eso le alabo, por eso le adoro,
Nombre sublime: Mi CRISTO JESÚS.
55. ES GRANDE EL CREER
Señor, Padre Santo que estás en el cielo,
Hoy vengo a adorarte con gusto y anhelo.
Qué dicha tan grande se encierra en mi ser,
Por poder cantarle al Dios de Israel.
CORO
Es grande el creer, que Tú siendo Rey
Viniste al mundo sólo a padecer.
Oh, mi buen Señor, oh, .mi Salvador,
Moriste en la cruz por mi salvación.

No tengo qué darte, ni con qué pagarte,


Los dulces momentos que paso al mirarte.
Me llamas Tu hermano, me llamas Tu amigo;
Me llamas Tu hijo, y camino contigo.

Inútil, cobarde, era yo en el mundo,


Mas me levantaste con Tu amor profundo.
Hoy qué diferente me siento, Señor,
Sirviendo valiente, con Tu santo amor.

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